Suplemento Cultural 08-03-2013

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Encarnación: De la Policía de Tolerancia a una

muestra fotográfica Páginas 2 y 3

Suplemento Cultural Una idea original de Rosauro Carmín Q.

Guatemala, 8 de marzo de 2013


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Nueva Guatemala de la Asunción, 8 de marzo de 2013

ARTE, INVESTIGACIÓN Y TRASCENDENCIA SOCIAL JOSÉ MANUEL MAYORGA: ENCARNACIÓN Nombre

No.

Nombre

“Encarnación” es el título del proyecto de investigación artístico-antropológico sobre algunos aspectos de la prostitución en Guatemala que realizó el fotógrafo José Manuel Mayorga en el Archivo Histórico de la Policía Nacional en 2012 cuyos resultados presenta al público en una exposición enmarcada en la celebración del Día Internacional de la Mujer y que se inaugura mañana sábado 9 de marzo a las 19:00 en el Centro de Formación de la Cooperación Española de la ciudad de Antigua. Por Juan B. Juárez

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a exposición reúne impresiones en alto contraste en papel de algodón de las fotografías con las que las trabajadoras sexuales de los años 60 y 70 aparecen inscritas en el Registro de Ménades o fichadas en el Archivo de Delincuentes, así como imágenes tomadas de otros archivos

y documentos; la propuesta se completa con fotografías de Daniel Chauche, Michaele Cozzi, Mitchell Denburg y Óscar Saavedra, fotógrafos profesionales que han documentado las circunstancias extremas y el aspecto humano de esas mujeres estigmatizadas por ejercer un oficio que al mismo tiempo que alivia poderosas pulsiones individuales

y lubrica fundamentales relaciones sociales transgrede — y hace transgredir— preceptos morales, legales y religiosos dando lugar a conductas psico y sociológicamente tipificables e introduciendo oscuros sentimientos de culpa en los diversos actores que participan activa o pasivamente de esta ambigua institución. El catálogo, cuyo diseño fue elaborado por Ximena Chapero, evoca la libreta de control que por ley están obligadas a portar las prostitutas, recoge también el ensayo de presentación que da cuenta de la metodología usada por José Manuel Mayorga en la investigación y de las concepciones jurídicas y la legislación que ha regido esta actividad desde 1881 hasta la fecha. También incluye ensayos de Ana Cofiño, Anna Carla Ericastilla y Carolina Escobar Sarti, que asumen con la competencia intelectual y moral de mujeres consecuentes y liberadas la tarea de desmogigatear el tema sensible de la prostitución y sus ambiguas derivaciones en la sociedad guatemalteca del siglo XXI y que hacen del catálogo un documento para la historia y una auténtica pieza de colección (apenas 500 ejemplares). Imprimir los retratos en papel de algodón es un gesto delicado del fotógrafo —quizás el único que merecieron esos rostros endurecidos por la vida— para presentar un tema más bien brutal y estremece-

dor y para absorber —¿y absolver?— las miradas que han de recorrer esta galería siniestra donde aún no se apagan los sufrimientos, las culpas, los prejuicios y las malas actitudes. Que el blanco y el negro puros sean los que definen los rasgos de las retratadas y el espesor de sus vidas es, en cambio, un recurso expositivo del investigador para lograr que el espectador concentre su mirada y sus reflexiones en lo que verdaderamente importa y articule respuestas igualmente netas, sin los medios tonos de la condescendencia, el relativismo moral e ideológico y los compromisos de ocasión. Ambos, el algodón y el alto contraste, son en manos de José Manuel Mayorga técnicas expresivas para que los hallazgos de su investigación y de sus sutiles reflexiones de artista de nuestro tiempo encarnen en esos rostros que ahora nos miran directamente a los ojos. Así, confrontados ineludiblemente por los rostros tristes de las putas, lo que aparece ante nuestros ojos turbados no es la prostitución como un tema de conversación sino el hecho concreto, personal y social, del manejo de la energía sexual por cauces subterráneos y los efectos, también concretos, en la coloración


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APELLIDOS: NOMBRES: DIRECCIÓN:

Asunto de la vida social y de nuestra existencia y nuestra identidad personales, coloración siempre desbordada que va de lo estridente a lo violento, de lo oscuro a lo vergonzoso, de lo fantástico a lo dudoso y de lo pasional a lo patológico. Aparte, por supuesto, de lo que haya que decir del uso y abuso de la mujer, institucionalizado por la sociedad, legalizado por el Estado, consagrado por la costumbre, tolerado y perdonado por la moral y la religión; y ahora, en el siglo XXI, estudiado y comprendido por las ciencias sociales, cultivado por los empresarios y promovido abierta y globalmente por la publicidad y el mercado. Sin embargo, a lo que conduce la obra del artista José Manuel Mayorga no es a un mea culpa, ni a una acusación o a una denuncia de la doble moral sino a algo más complejo y sutil. Digamos nuevamente, entonces, que lo que absorbe el papel de algodón en que están impresos los retratos de las prostitutas son las miradas turbadas —¿turbias?— de los espectadores, que de esta manera se incorporan a la obra y forman parte de lo que está expuesto y de lo que encarna en esta “Encarnación”. En otras palabras, el propósito de la obra de arte que se muestra en esta exposición es ese reflejo y la reflexión que de allí se deriva. En ese sentido la obra ciertamente está compuesta por esos rostros rescatados por el autor de los oscuros archivos policíacos y las imágenes de los otros fotógrafos; también, y con la misma necesidad material y semántica y la misma intensidad expresiva, por las miradas que tales imágenes suscitan en los espectadores, los textos críticos que recoge el catálogo y el apoyo de los colaboradores y patrocinadores del ambicioso proyecto artístico-social. Además, deberá

completarse con las reflexiones y las posturas personales e institucionales que provoque con el transcurrir del tiempo, que serán finalmente la prueba de su impacto y su trascendencia. Como puede verse, el proyecto artístico-antropológico titulado Encarnación surge de otra manera de asumir la creación artística y la función social del arte y del artista. Es obvio que aquí no se trata de un artista solitario que crea obras que son la expresión de su talento técnico e imaginativo. En este caso se trata de un artista que percibe en sí mismo y en su entorno ciertas taras espirituales, por llamarlas de algún modo, sobre las cuales reflexiona e investiga y busca en otras personas e instituciones el apoyo material y conceptual para realizar una obra que catalice pensamientos y reacciones en los miembros de la comunidad. Es una obra que se origina en la colectividad y vuelve a ella como pauta para una reflexión fundada, después de un proceso de gestación que también tiene mucho de colectivo. Así, a los nombres de las prostitutas que calzan los retratos y los de los fotógrafos y escritoras y de la diseñadora ya mencionados, habría que agregar el del curador Carlos Jiménez Vásquez y a Ediciones Del Pensativo, Centro de Formación de la Cooperación Española, Fototeca Guatemala-Cirma, Archivo General de Centro América, Boston College y Foto Europa Digital, convocados por José Manuel Mayorga para la realización de su trascendente y significativo proyecto artístico. La exposición estará abierta al público hasta el 30 de mayo y puede ser visitada de lunes a domingo de 9:00 a 18:00 horas en el Centro de Formación de la Cooperación Española: 6ª. Avenida entre 3ª. y 4ª. Calle, Antigua Guatemala.

Encarnación Exposición del 10 de marzo al 30 de mayo del 2013


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Entre las imágenes que desfilan en la solemne procesión de Penitencia en Viernes Santo, de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de los antigüeños, iglesia de la Merced en Antigua Guatemala, pasan inadvertidas, dos que representan el duro e inhumano castigo de la Flagelación. Una de pie y la otra tratándose de incorporar de las baldosas ensangrentadas, sin fuerza física y el cuerpo hecho dolor.

La FLage

POR MARIO GILBERTO GONZÁLEZ R. Excronista de Antigua Guatemala.

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a otra imagen, representa el momento cuando Jesús trató de incorporarse, después de haber desfallecido de dolor y quedarse sin aliento. También sobresale la espalda totalmente destrozada, como una pedagogía cristiana de su dolorosa y sangrienta pasión, que sólo por amor puso haber sucedido. La imagen trata de arrastrarse con dificultad, hasta encontrar algo que le sirva de apoyo para incorporarse. “Cuando lo desataron de la columna, Jesús cayó desfallecido a los pies de los verdugos; pero ni una queja, ni una reconvención se escapó de su boca. ¡Dios te salve, rey de Judea! Exclamaba uno, azotando el rostro de Jesús con las duras y ensangrentadas correas que aun conservaba en sus manos…” nos vuelve a describir Pérez Escriche. El legado artístico de los imagineros de la muy noble y muy leal ciudad de Santiago de Guatemala, es impresionante por su expresión natural, que junto con la belleza que regala cada imagen, es uno de los tesoros que la distinguen y que cuidan con celo los miembros de las Hermandades de Pasión. Quien las observa, queda fascinado y le despierta el sentimiento de horror por tan cruel castigo. La flagelación era un castigo severo que dañaba, no solo la espalda sino los órganos vitales. Se aplicaba a los delincuentes previo a su ejecución. Su origen se pierde en el tiempo. Hay quienes encuentran indicios en la Biblia contra los siete hermanos Macabeos, otros en la costumbre y leyes judías y romanas. Los antiguos la calificaron como el mayor castigo para la persona humana y a pesar de que en los tiempos modernos se habla de los derechos humanos, aun se aplica. “La flagelación es tan vieja como la Humanidad. Era una de las crueldades que la mente humana concibió para dañar a sus semejantes. Pero los romanos la perfeccionaron para hacerla lo más dolorosa y sangrienta posible, hasta lograr convertirla en un procedimiento tan cruel, que era temida en todo

el Imperio romano. La utilizaban como medio de castigo para con los esclavos, criminales y traidores, ya independientemente, ya previa a la crucifixión.” La flagelación era el preámbulo a toda ejecución. En el caso de Jesús, Pilatos que si creía en su inocencia, lo mandó a flagelar como castigo por hacerse llamar Rey y atentar contra el Poder del Emperador Tiberio. “Le castigaré y luego lo soltaré” fue la orden que dio. El resultado fue todo lo contrario, porque cuando lo presentó al pueblo físicamente destrozado, éste prefirió la libertad de Barrabás y a gritos pidió su crucifixión. Esa es la razón de por qué muchos autores creen En aquel momento doloroso el doloroso semblante de Jesús que Jesús fue flagelado dos ve- respiraba una mansedumbre infinita; sus ojos contemplaban con ces. Una por castigo y otra por- dulcísimo expresión a los verdugos. El lictor hizo una señal con que las leyes romanas ordenaban la mano y los verdugos comenzaron su afrentosa y terrible tarea.” que, previa a la ejecución, el reo debía de ser flagelado para aligerar su muerte. El castigo consistía en a m a r r a r l a s Fue atado de manos a una columna manos del reo para que la espalda quedara al a la argolla de descubierto y en forma una columna curva, ideal para truncada. Estar totalmen- infringirle el castigo t e d e s n u d o ordenado por y m a n t e n e r Pilatos. En abiertas las ambas piernas para imágenes, que el cuerpo el escultor formara una respetó los curva y dejara cánones la espalda vul- de la figura nerable para humana y recibir toda trató de exponer clase de gol- cómo quedó la pes. Los licto- espalda destrozada, res –que apli- después de recibir caban el casti- la crueldad de los go- eran ver- azotes que sin piedad dugos expertos descargaron los verdugos y usaban para expertos en ese oficio. los grandes castigos el flagrum que consistía en tres correas que terminaban con unos sobre el cuerpo era desastro- dazos saltan y salpican por huesecillos de carnero llamados so: Las correas penetraban todas partes, junto con un astrálagos y que causaban severos como cuchillos que cortan profuso sangramiento que daños. Las leyes judías determi- y desgarran todo lo que en- se produce bañándolo todo, naban el número de azotes pero la cuentran a su paso: piel, gra- inclusive a los verdugos. romana no. sa, músculos, nervios, vasos Los trozos de hierro o hueso “El efecto del flagrum al caer sanguíneos…, que en pe- puntiagudos, así como la pe-


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La postura de los pies, muestra la fuerza cómo se afianzaron a las baldosas para resistir cada azote. Enrique Pérez Escriche, narra en su libro El Mártir del Gólgota que “Los sayones amarraron a Jesús en la columna, rasgando su traje por la espalda hasta enseñar las carnes.

sita del extremo, al caer sobre el cuerpo, machacan, perforan; y como la pesa de hierro de la punta, a causa de la inercia, hace que las correas se agarren al cuerpo, después del golpe de caída, al tirar violentamente, arrancan trozos de carne, que saltan del cuerpo o quedan colgando de él en jirones; de tal manera que el efecto del flagrum es como una garra de hierro que arranca la carne (piel, músculos, venas…) a zarpazos. Así podemos entender cómo una sentencia de castigo, era “flageladlo hasta desnudar los huesos”. Se cree que a Jesús le dieron treinta y nueve azotes. Trece en la espalda y trece en cada uno de los hombros. Otros multiplican la cifra y la llevan a miles de golpes. Si es así, lo que dejaron de Jesús, fue un guiñapo de carne maltratada en un reguero de sangre. No quedó la mínima figura humana, porque si los golpes fue-

ron en la espalda, no se escaparon otras partes del cuerpo. La pérdida de sangre fue abundante hasta dejarlo exangüe con dificultad de permanecer de pie y con un temblor permanente del cuerpo. Enrique Pérez Escriche, en su libro El Mártir del Gólgota, nos lleva al pretorio para que con nuestra imaginación, vivamos lo que Jesús sufrió en esa afrenta dolorosa. “…en aquel momento horrible solo se escuchaba el silbido de las espinosas varas al caer sobre las ensangrentadas espaldas de Jesús, y los gemidos dolorosos del Divino Mártir que murmuraba a la vez en voz baja, perdónalos…” “Cuando lo desataron de la columna, Jesús cayó desfallecido a los pies de los verdugos, pero ni una sola queja, ni una reconvención se escapó de su boca.” La Virgen que seguía desde lejos la afrenta y el castigo a su hijo, “… se desmayó y fue auxiliada por San Juan, María Magdalena, María Cleofás, Marta y Salomé. Fue llevada a casa de Serafia.” En la solemne y majestuosa procesión, de la Consagrada Imagen de Jesús Nazareno de los antigüeños, de la Merced de Antigua Guatemala, el Viernes Santo por la mañana, desfilan siete imágenes en bulto que representan pasajes relevantes de la Pasión de Jesús. La Oración del Huerto, cuando Jesús desfalleció y sudó sangre. Jesús del Prendimiento, cuando le amarraron las manos y de rey pasó a ser reo. San Pedro en dos imágenes que se alternan cada año.

Una de pie y otra de rodillas, en el momento cuando escucha que le canta el gallo y se arrepiente de negar por tres veces a su Maestro. Jesús de pie atado a la columna que muestra el daño recibido en la espalda y que ilustra esta reflexión. Jesús tirado en las baldosas entre un reguero de sangre. El Ecce Homo, sentado sobre una piedra, con la espalda destrozada por el flagelo y cubierta con un manto burdo, en una mano sostiene una caña por cetro y en la frente, una corona de espinas que le hacen derramar más sangre y por último vestida de blanco, la Verónica sostiene el lienzo con el que le limpió el sudor cuando iba en la Calle de la Amargura y El en pago le dejó su rostro estampado. Dilectos médicos se han dedicado al estudio y análisis científico de “las tensiones psíquicas de la Pasión”; “Estudio médico-legal de la Pasión”; “Las lesiones traumáticas de la Pasión.”; “La herida del corazón de Jesús”; “Cómo ha sido mi crucifixión”. Los doctores Antonio Hermosilla Molina escribió “La Pasión de Cristo vista por un médico”, el Dr. Antonio López Alonso: “La Muerte de Jesucristo vista por un médico creyente.” Y este año del 2009, el doctor Francisco Ortega Viñolo de la ciudad de Almería España, en el Pregón de Semana Santa, nos habló de “La Pasión y Muerte de Cristo a los ojos de la Medicina del Siglo XXI.” Dilectos médicos se han dedicado al estudio y análisis científico de “las tensiones psíquicas de la Pasión”; “Estudio médico-legal de la Pasión”; “Las lesiones traumáticas de la Pasión.”; “La herida del corazón de Jesús”; “Cómo ha sido mi crucifixión”. Los doctores Antonio Hermosilla Molina escribió “La Pasión de Cristo vista por un médico”, el Dr. Antonio López Alonso: “La Muerte de Jesucristo vista por un médico creyente.” Y el del 2009, el doctor Francisco Ortega Viñolo de la ciudad de Almería España, en el Pregón de Semana Santa, nos habló de “La Pasión y Muerte de Cristo a los ojos de la Medicina del Siglo XXI.” “Las correas de cuero del flagrum taxillatum, cortaron en mayor o menor grado la piel de Jesús en todo su cuerpo: la espalda, el tórax, los brazos, el vientre, los muslos, las piernas. Las bolas de plomo, caídas con fuerza sobre el cuerpo de Jesús, hicieron toda clase de heridas: contusiones, irritaciones cutáneas, escoriaciones, equímosis y llagas. Además, los golpes fuertes y repetidos sobre la espalda y el tórax, provocaron, sin duda, lesiones pleurales e incluso pericarditis con consecuencias muy graves para la respiración, la marcha del corazón y el dolor.” “Pero si en la parte externa Jesús quedó irreconocible por las heridas y por la sangre, en el interior de su organismo sufrieron también lesiones muy graves órganos vitales,


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SEMANA SANTA EN ÁVILA, ESPAÑA: RELIGIOSIDAD, HISTORIA Y TRADICIÓN Ávila de los Caballeros, Ávila del Rey es la capital de una de las nueve provincias que conforman la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Situada junto al río Adaja, se encuentra a 113 km de Madrid, capital de España.


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Emilio Iglesias Velasco

n viejo dicho sostiene que Ávila es “Tierra de cantos y de santos”. De cantos por el rigor de la tierra abulense, sobria y granítica, austera e inquebrantable, acorde con la solemnidad de la mística y el recogimiento y con la dureza del temple de la guerra, De santos, por la cantidad y la importancia de los mismos, como Santa Teresa de Jesús, patrona de la ciudad, y San Juan de la Cruz. Declarada por la UNESCO como “Patrimonio de la Humanidad” en reconocimiento a la gran importancia de sus monumentos, tesoros de una ciudad que sintetiza magníficamente el espíritu castellano de antaño, en lo que lo militar y lo sagrado avanzan juntos, inseparablemente unidos. Sus murallas, sus iglesias, sus palacios son el reflejo de un pasado enormemente rico, que ha dejado también sus frutos en hermosas tradiciones. Ejemplo de estas tradiciones es su Semana Santa y todos cuantos actos se celebran alrededor de la misma, estando considerada actualmente por el Gobierno de España, desde el año 2005, de “Interés Turístico Nacional”. Ávila, para sus habitantes y para todos los que la visitan es considerada como la “Jerusalén Castellana” por su similitud geográfica con la ciudad en la que el Señor Jesucristo vivió su Pasión, su Muerte y su Resurrección. Actividades Después de los numerosos actos que se celebran durante la Cuaresma, con exposiciones, jornadas de música sacra, conferencias, etc, la Semana Santa abulense cuenta con 14 cofradías, hermandades o patronatos que integrados en la Junta de Semana Santa, organizan 16 espectaculares procesiones, iniciándose las mismas el Viernes de Dolores y terminando el Domingo de Resurrección, cubriendo todos los días de la semana, incluso algunos de ellos con dos y tres procesiones. Treinta y ocho imágenes y grupos escultóricos tallados por grandes imagineros, acompañados por centenarias cofradías penitenciales que conservan sus primitivas raíces en el más puro sentir castellano, representan, en las empedradas calles, la Pasión de Cristo, siguiendo con una tradición antiquísima que tiene su origen en el año 1,540 cuando el Ilustre Patronato de

la Santa Veracruz organizó la primera de las procesiones que dan inicio al amplio historial con que cuenta la Semana Santa abulense, en la que la austeridad, el recogimiento, el silencio y el bellísimo marco por el que discurren las procesiones hacen de la misma una Semana Santa digna de contemplar para los miles de fieles que se agolpan en las aceras, unos de la propia ciudad y otros llegados de cualquier lugar del mundo. La vida de Jesús en andas abulenses Describir las procesiones penitenciales abulenses es transmitir la emoción de momentos e instantes que quedan grabados en la retina de los espectadores que en esos días se acercan por la vieja ciudad que vio nacer a Santa Teresa de Jesús. El lento caminar de pasos y cofrades, los anderos y costaleros que portan los pasos a los sones de impresionantes bandas de música, la sombra de Crucificados y Nazarenos reflejados en la muralla, las velas y faroles de los nazarenos, el canto del Miserere, el encuentro entre Jesús y su Madre a las puertas de la catedral en la noche de Lunes Santo, el Vía Matris con sus lecturas en diferentes plazas de la ciudad, el Vía Crucis alrededor de la muralla con más de diez mil fieles acompañando al Cristo de los Ajusticiados en la madrugada del Viernes Santo, hacen de la Semana Santa de Ávila, una Semana Santa especial, de la que se dice que hay que contemplar todas sus procesiones puesto que cada una es distinta a la anterior y a la siguiente. Son días en los que las tradiciones más enraizadas se unen en una profunda devoción. Gastronomía Y a esta visita se agrega la rica gastronomía abulense tradicional durante todo el año, pero que en esos días nos deja el sabor especial de las flores, las torrijas y el hornazo, acompañados, como bebida, por la tradicional limonada.

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Hijo Pródigo Carlos Martiel

N Acerca del artista

acido en Cuba en el año de 1989, Carlos Martiel se graduó del Instituto Superior de Arte de Cuba. Actualmente vive y trabaja en Buenos Aires, Argentina. Fue reconocido como uno de los finalistas del premio Laguna en Venecia, Italia del 2013. Hijo Pródigo es una recopilación de la obra del artista cubano, en el que se exploran los códigos del lenguaje corporal para abordar temas sociales, culturales, y políticos con el objetivo de reflejar el escenario guatemalteco. En la exposición Martiel se camuflajea con su entorno a la vez que se mezcla con la percepción que tiene del mismo. De esta manera, se evalúan las marginaciones a nivel simbólico reflexionando sobre ellas para así encontrar la forma de romperlas. La particularidad de esta exposición es que la obra de arte, el cuerpo mismo, no está desprovisto de sensibilidad y estética. Las obras expuestas fueron elegidas por su complejidad significativa, interpretación, etapas de trabajo, forma como Martiel tradujo la realidad y las proyecciones del inconsciente, resultado de la interpretación. Al preguntarle sobre su presentación en Guatemala, dijo haberse familiarizado con el contexto, mejor conocido por sus altos índices de violencia. “…Hay varios modos de entender la violencia, la violencia que hace peligrar la vida, que potencia la fragilidad inmanente al ser humano, no la que propone el arte, esa es otra. Entender la violencia sus complejidades, sus niveles, siempre cuesta” - aseguró. Igualmente, el artista habló de su experiencia como creador de angustias, incomprensiones y contradicciones con respecto al contexto, específicamente al modo como este determina y limita varios aspectos de la vida. Según Martiel, de manera inconsciente las personas aceptan estos límites. “La violencia se inscribe en nuestro diario, en nuestro cotidiano, exigiendo de nosotros conductas y formas de actuar en ocasiones anormales, pero ¿qué más anormal que estar sometido a grados de violencia? Afirma que trabajar en este contexto, lleno de incomprensión, marginalidad desmembramiento, ausencia y conciencia rebelde, es saber que nuestro cuerpo no nos pertenece, lo único de lo que somos dueños es de la memoria colectiva. Declaraciones del artista “En mi trabajo aspiro profundizar en la búsqueda de un cuerpo posible que constantemente se devela y fisura mediante su relación cotidiana con su entono y el imaginario social. Cuerpo que se presenta como un espacio de tránsito, de lucha, de vacío, de reticencia y resistencia que queda expuesto y/o vulnerable desde su propia corporalidad. Me interesa generar una conducta anómala, endógena, desde la alimentación de mis experiencias personales que, por lo general, concluyen en introspecciones y exteriorizaciones de todo aquello que modula mis proyecciones. De igual modo me interesa la transgresión y sometimiento a experiencias excéntricas, anormales, (des)posicionando el cuerpo como institución, como isla, como habitación. Concluyendo así en las dispersiones del empoderamiento desde la construcción de la propia autonomía corporal”. Carlos Martiel


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