La Diluvio n#1

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(escrituras que escurren)


(Escriben en esta edici贸n) Nota de no-editores Por Leonela y Alan Popurr铆 de textos (Con textos de Leonela Murazzo y Gabriel Costa) C贸digos invisibles Por Leonela J. Murazzo y Alan D. Khoury Sobre redes sociales Por Alan J. Khoury Esta primera edici贸n cuenta con 30 ejemplares. Agosto de 2015


La posibilidad de producir novedad naufraga en un mar de papers que no dicen nada: completamente reglamentados, se pauta lo que se puede decir o no decir, pensar o no pensar, sentir o disentir, de qué forma se acepta y de cual no. Flujos codificados. Se hace imprescindible enunciar otros modos posibles, ante la existencia de un sentir que nos obliga a pronunciarnos. Creemos que los colectivos productores de enunciación, son uno de los posibles caminos que pueden propiciar y disponer, otros modos, cuerpos y estares, al encuentro con deseos, en un caudaloso movimiento político emancipador. Queremos realizar un trabajo solemne pero irrespetuoso de los códigos que coagulan sentidos comunes y que sostienen y encubren relaciones de poder, de violencia y de sometimiento académico y cultural. Así como habilitar campos de elucidación poco frecuentes, invisibilizados por codificaciones institucionales intencionadas y dirigidas al estrechamiento y manipulación de flujos y potencias estudiantiles (actuales e históricos) de pensamiento.


Queremos que este ejercicio cr铆tico posibilite otras formas de escritura y/o enunciaci贸n que promuevan pensar y crear nuevas modalidades del transcurrir, y con ello, otras formas de acontecer. (Nos) proponemos integrar l铆neas divergentes de pensamiento en una zona de posibilidad de acci贸n, y continuar un trabajo que permita a su vez el inicio de este movimiento en otras direcciones. Deseamos que el deseo sea el barco que nos impulse.


- POPURRÍ – “(...) me pregunto y pregunto...si no pensamos (...) la desmanicomialización, el trabajo de comunidades terapéuticas truncadas por el horror de la dictadura, las potencialidades de los y las "pacientes", entre otras muchas, los dispositivos de poder, los entrelazamientos políticos...entonces...me pregunto y pregunto... ¿Qué se supone estamos haciendo en la Facultad de Psicología?” L.M. “ No cerremos en un abrazo, ni en una conclusión, ni en una elaboración que nos quite la angustia. Angustiemos esas ficciones, que capturan con el brillo fálico de jerarquía y de identidades,que poderosas nos apagan la magia de desear, dejándonos mutuamente impotentes.”L.M.


“No se trata de mí ficción, de mi lugar, de mi rol o de mi nombre, eso no me interesa. No se trata de destruir, sino de abrir para que podamos

devenir,

desarmando

hostilidades,

desarticulando

competencias, resquebrajando rostridades. No se trata de juzgar y concluir en diagnósticos, ni de demandar respuesta por parte de superiores. Se trata de desmontar esas ficciones que nos viven, de agujerear su poder, para sostener en espíritu deseoso, aunque sea algo, de la pregunta por la libertad. Es un intento de alarido para permanecer en ficciones de demora, que nos permitan observación, contemplación, vuelo y transformación.” L.M. “(...) Y justamente, ser también es un momento, entonces, más que un ser es un devenir porque está en constante cambio como una quimera de infinitos discursos. Y esa es la esencia de nuestra vida, el cambio, el convertir la jaula en pájaro como querría Alejandra Pizarnik. Nuestro deseo no se debe quedar atrapado en redes.” G. C. “Cómo vivir junto a estas contradicciones. Cómo animarse a romper el espejo de la mismidad infinita, cómo trazar un camino nuevo en el mapa. ¿Será que hay que tirar el mapa? Tirar la ventana desde la cual tenemos una perspectiva y un horizonte.” G. C.


“Y quiero quebrar ese maldito círculo, esa figura de la eternidad porque lo eterno nos hace olvidar de lo que perdura. (...) Quiero que se desate la revolución porque solo una revuelta nos puede salvar de morir sin haber dicho nada. ” G. C. “Quiero sentir que grito este silencio. ¿Cómo se grita un silencio? Quiero sentir que mis palabras gritan. ¿Mediante palabras?” G. C. “(...) Una decisión es una herida a la hegemonía, a lo de siempre, es el asalto de la minoría, es el desvío, es la esperanza que aún así duele porque requiere el duelo de dejar la costumbre que nos ha domado para arriesgarnos a transformarnos en licántropos indomables, en bestias de la búsqueda de la potencia, de una fuerza que es la voluntad que la cotidianidad no nos deja ver. Quiero arriesgarme a más. Y para ello, hay que sospechar en el dolor juntos. Hemos de arriesgarnos a destruir esta estupida ficción para crear nuevas.” G. C “Pero… ¿qué decidir y cómo dejarnos tomar por decisiones que no nos tomen por completo?… ¿cómo pensar turbulencias en que el sentido común no nos apacigüe?… ¿cómo arriesgarnos sin incurrir en viejos peligros?. Respuestas al encontrarnos” A. J. K


Códigos invisibles (Por Leonela Murazzo y Alan J. Khoury) “Que somos esclavos, sin ningún derecho, expuestos a cualquier ataque, abocados a una muerte segura, pero que nos ha quedado una facultad y debemos defenderla con todo nuestro vigor porque es la última: la facultad de negar nuestro consentimiento.” Primo Levi, “Si esto es un hombre”

Facebook, no es la primera de una innumerable serie de instituciones naturalizadas que funcionan sobre la base de violencias invisibles. Tampoco se sabe si ha de ser la última (ni tal vez la más importante) pero resulta necesario, en un afán de visibilizar lo que intenta escurrirse en lógicas de violencia y consumo, abordar un análisis crítico de los cambios y procesos que estas nuevas dinámicas sociales introducen en los cuerpos, en el fluir deseante y en la política. Esta red, se presenta como panóptico virtual que toma como bandera biopolítica el "hacer vivir para postear". El postear sostiene el consumir permanentemente para poseer material de edición. Esto aparece como lo vital. Este se presenta como instantáneo, permanente y poco satisfactorio (su capacidad de captar interés es efímera y requiere un esfuerzo constante de renovación)...


La fotografía, ya no aparece como un ejercicio para generar recuerdos de un momento único, especial, al que se asiste en presencia. La fotografía, sostiene un movimiento cruel de mortificación del estar, aparece como actividad central para la cual se vive. La imagen no como arte de su potencia, sino artilugio-meta de lógicas de poder. El imaginario social se construye como flujos codificados que quedan registrados en facebook, en biografìas, en muros. Nuevas lógicas y funcionamientos del vínculo social se gestan: nuevas marginalidades aparecen en juego (en realidad, las marginalidades de siempre, actualizadas). ¿Qué pasa con los y las que quedan fuera, por decisión o por imposibilidad? No participación, como posibilidad de castrar una máquina que entrama la violencia invisible de la categorización. No participación como negación de consentimiento. F.B.: código invisible y poco ingenuo del esclavismo moderno. Las redes sociales, como el caso Facebook, demandan un trabajo permanente, en forma de actualizaciones, retoques y ediciones. Esto


llama a vivir el instante virtual, y virtual no como lo entiende Deleuze, sino en el sentido ficcional de la palabra. Es que hay que pensar a facebook como codificante, muestrario de una

cantidad

estricta

y

poco

ingenua

de

categorías/tipos/clases/casilleros que invitan a elegir a una supuesta libertad, que ilusa y confundida, se embriaga entre opciones. Marcelo Percia retoma: “Marx advierte que el capitalismo decide quién es quién. Clasificación que habilita violencias y matanzas”1. El capitalismo se presenta como una máquina axiomática, “demente” dice Deleuze, que se muestra como no saturable y a la vez coherente, siempre lista para agregar un axioma más y seguir funcionando de forma mortificante, en tanto detiene y disecciona la potencia de la vida2. Facebook es como nube explosiva que disipa los poderíos invisibles, como máquina coaguladora y sostenedora de sentidos, como ilusión de encuentro en medio de una cultura del aislamiento y el terror por lo distinto. Facebook es la burocracia necesaria de una fobia por lo social más o menos general de la soledad postmoderna. La ilusión de un mundo conectado, de régimen positivo (el “me gusta”) Percia, Marcelo (2014). Sujeto fabulado I: notas. Ed. La Cebra. Buenos Aires. 2 Giorgi,G. y Rodríguez, F. (2007) “Ensayos sobre biopolítica. Excesos de vida”. Prólogo. Ed. Paidós, Buenos Aires. 1


en lugar de la desconexión, la marginación, la negativa a dar el consentimiento, la inconformidad o el odio.

En un contundente ensayo, Deleuze retoma a Foucault y realiza una comparación entre el poder soberano, el poder disciplinario y las sociedades de control, y en 1995 describe algo de esto, escribiendo: “La corrupción se eleva entonces a una nueva po-tencia. El departamento de ventas se ha convertido en el centro, en el "alma", lo que supone una de las noticias más terribles del mundo. Ahora, el instrumento de control social es el marketing, y en él se forma la raza descarada de nuestros dueños. El control se ejerce a corto plazo y mediante una rotación rápida, aunque también de forma continua e ilimitada (…) El hombre ya no está encerrado sino endeudado.”3 Esta observación, late en las ficciones actuales. No se piensan a las sensibilidades hablantes como encerradas en sus hogares frente a una pantalla, o en el encierro en los propios cuerpos capturados por un celular, sosteniendo la ilusión de vivir en una ausencia estacionada que insolente no le importa dejar a alguna sensibilidad sin sostén de mirada, siquiera de escucha. La figura del endeudamiento ha sido trascendida: la figura de la omnipotencia 3

Deleuze, G. (1995). “Post-scriptum, Sobre las Sociedades de control.”


recobra su fuerza, ilusión de completud por gadgets y accesorios, hedonismo inquietante en el movimiento del comprar, del “me gusta”. La ficción de sujeto no se encuentra sólo capturada, sino pervertida, corrompida, chupada, absorbida, consumida su virtualidad y monstruosidad política4, en las tiranas fauces de ficciones digitales. “Actualización de estado” en esta red, pretende ser una ingenua forma de comentar estares presentes singulares. Actualización de estado como recordatorio subliminal de la política que funciona. Actualización de estado, modo que no escapa a la categorización. Recordatorio de las reglas de juego, reforzamiento de ficciones digitales. ¿De qué estado se está hablando? “(…)¿cómo deshacer, cómo resistir los mecanismos de inscripción y sujeción de lo vivo a ese poder que, reclamándose defensor de los cuerpos y de las poblaciones en su salud y en su potencia, los sujeta a mecanismos violentamente normalizadores, los interviene con una intensidad sin precedentes, los codifica bajo el signo del capital y la productividad, legitimando así las más persistentes violencias y las guerras y genocidios más atroces?”5

¿Cómo resistir? Giorgi,G. y Rodríguez, F. (2007) “Ensayos sobre biopolítica. Excesos de vida”. Prólogo. Ed. Paidós, Buenos Aires. 5 Giorgi,G. y Rodríguez, F. (2007) “Ensayos sobre biopolítica. Excesos de vida”. Prólogo. Ed. Paidós, Buenos Aires. 4


Bajo redes sociales (Por Alan J. Khoury) 1 Encontramos que las telecomunicaciones dejan un saldo apreciable sobre el lazo social cara-a-cara: nuevas formas de aislamiento y alienación, nuevas formas de auto-control y vigilancia. 2 Hay un consentimiento basado en la desestimación que se da en el marco de la profundización de tecnologías y mecanismos cada vez más paranoicos de diseminación y re-concentración de poder. Se desestiman los poderes que claramente se organizan en torno a intereses ajenos, económicos y políticos. 3 Masas-de-productores-de-perfiles sirven a estas nuevas concentraciones de poder a través una tarea cotidiana y permanente de actualización de la vida recortada como dato. Crean Masas-de-perfiles-de-consumidores y Masas-de-consumidores-deperfiles. 4 El perfil es el rastro de lo que fue imagen. La nueva forma de inyectar opiniones y mercancías en un ejército de consumidores son algoritmos programados para promocionar “personalizadamente”. El algoritmo piensa al usuario.



5 Estas estrategias de marketing personalizadas se basan en la ficción de perfiles singulares, cuando en realidad los perfiles representan y reproducen las lógicas que el mismo sistema impone. 6 El registro virtualmente infinito del acontecer de millones necesita de una fuerza de trabajo de etiquetamiento, edición y autopropaganda constantes. Se vive para las redes sociales. El perfil tiene un cuerpo. 7 El archivo es omnipresente, el panóptico es total y “en vivo”. Se sirve del suministro individual de fragmentos-registrados-de-vida. El saldo de esta “existencia” virtual es una ficcionalización permanente de lo vivo. Se vive para las redes sociales. El perfil tiene un cuerpo. 8 La promesa subyacente es la de una felicidad en forma de reconocimiento pseudo-social como una suma de respuestas o premios que varían de red en red. El lazo social se vuelve desde una perspectiva “individual” un dato estadístico. Se vive para las redes sociales. El perfil tiene un cuerpo.


- Publicaci贸n irresponsable, autogestiva y m煤ltiple -


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