A EXAMEN Conoce a tus músicos favoritos
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V
Nombre y sitio en el grupo
Rubén Albaladejo, guitarrista
Grupo
Astral
Años desde el primer concierto?
Hace unos 10 años me subí por primera vez a un escenario. Con Astral el debut en directo fue en 2010, junto a Redrum
Antes del concierto hay nervios o tranquilidad?
Suele haber tranquilidad respecto al show, pero teniéndolo que organizar todo nosotros siempre hay cierto nerviosismo sobre esos imprevistos externos que siempre suceden cuando menos te lo esperas
Prefieres estar solo o acompañado?
Siempre acompañado. Para mí los momentos previos al concierto sirven para “calentar” el ánimo con el que vas a subir al escenario
Tienes ritual de subida al escenario?
La verdad es que no, siempre suele haber un saludo a cada uno de los miembros y un último checkeo de que todo está correcto antes de comenzar, pero no al nivel de ritual
Te has tirado al público alguna vez?
Nunca. La verdad es que el espectáculo que nosotros ofrecemos tampoco se presta mucho a ello, ¡al menos por parte de los músicos!
Después del concierto fiesta o cama?
Si por mí fuera, fiesta, desde luego. Pero no siempre se tiene la oportunidad, puesto que después de tocar toca recoger, cargar, transportar y descargar de nuevo, así que no queda mucho espacio para el “ocio”
Qué no debe faltar en tu camerino?
Mis compañeros. No me gusta aislarme antes del concierto, prefiero vivir ese momento de preparación con risas….y si puede ser con un poco de cerveza mejor todavía
Con qué grupo te gustaría compartir escenario?
Apuntando muy alto, con cualquiera de las grandes influencias de Astral: Dream Theater, Symphony X, DGM…
Un disco
Feeding The Wheel, de Jordan Rudess
Una canción
Revolving Door, del mismo disco
Qué es lo mejor de dar un concierto?
La adrenalina del escenario, el poder disfrutar y pasárselo muy bien estando rodeado de grandes amigos y el poder, durante un rato, sacar una parte de ti que no siempre tienes oportunidad de mostrar en la rutina diaria
Y lo peor de dar un concierto?
El esfuerzo físico y psicológico que supone organizarlo, montarlo y desmontarlo todo. Esto, y la situación hoy en día que obliga a tener que estar muy pendiente de todo, hace que se desvirtúe un poco el evento a nivel subjetivo. Pero todo se diluye una vez pones un pie en el escenario
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