LCDE 3

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REVISTA GRATUITA DE CREACIÓN FOTO LITERARIA Número 3 Julio / Octubre 2012

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staff La Cámara de Escribir

Revista gratuita de creación foto literaria Nº 3: Julio / Octubre 2012

3

Foto portada: Noemí López Texto editorial: Alex Nogués Otero

Staff: Dirección de arte fotografía: Noemí López Dir. de arte editorial y diseño: Marc Villalba Redacción: Alex Nogués Otero Contacto: lacamaradeescribir@gmail.com

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u j l u j o g a

August's rings

08

Sólo ida

10

12

14

Texto: Xénia Tym Foto: M.V.

4

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p e s p e s

Procrastinación

20

Cuadrículas

22

Texto: AMA Foto: M.V.

Texto: Antonia Toscano López Foto: Xénia Tym Punto y coma

18

Texto: Alex Nogués Otero Foto: Joana Diana Molina

Texto: Verónica Moar Foto: M.V.

Después del diluvio

8'5''

Texto: Sonia Martí Foto: Elena Sosa

Texto: Sonia Martí Foto: Noemí López

Hilos amargos

24

Texto: Olatz Baraka Foto: Noël Sánchez Rius Esperando línea

Texto: Fernando Rodríguez Foto: Noël Sánchez Rius

26


t oc t c o ct

Recordando aquello que nunca jamás sucedió

Delicatessen / Elisa de Armas La invitación del mar

Texto: Julia Leirado Foto: M.V. El otro lado

30

Texto: VGC Foto: M.V. Calma

32

5 4

Texto: Alex Nogués Otero Foto: Annick Galimont

34

38

Elisa de Armas Racha de suerte Elisa de Armas

Texto: Duczen Foto: Noemí López Triste y azul

36

28

39


en este número

los relatos son de

Sonia Martí Verónica Moar Antonia Toscano López Xénia Tym Alex Nogués Otero AMA Olatz Baraka Fernando Rodríguez VGC Duczen Julia Leirado

6

y las

imagenes son de

Noemí López M.V. Xénia Tym Elena Sosa Joana Diana Molina Noël Sanchez Rius Annick Galimont

+

+

@

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=


editorial Aquí tenéis el tercer número de la revista LCDE. Ya somos una familia numerosa. Normalmente al primer hijo se le sobreprotege, al segundo se le presta algo menos de atención para evitar los celos del primero, pero el tercero y siguientes se crían solos. Eso no significa que se les quiera menos... sino que los padres ya tienen la lección aprendida. Que se cae, pues se cae. Que no quiere comer, ya comerá. ¡Ya anda! Pues claro, que tiene más de un año...

7 6

Los integrantes de la Cámara de Escribir nos resistimos a mantener esa inercia paternal con nuestra criaturilla. Por eso nos hemos propuesto innovar poco a poco y así ofreceros en cada nuevo número, algo más que una recopilación de lo que podéis encontrar en el blog. Nuestra primera propuesta es una nueva sección que nace con la vocación de ser permanente. En Delicatessen, esperamos descubriros pequeñas joyas que vamos encontrando en la red. En este número os presentamos a Elisa de Armas, una escritora que no solo cuenta con una sensibilidad especial, sino que controla el lenguaje, la estructura y los mecanismos del género de lo mínimo de tal modo que es capaz de provocar intensas emociones en el lector con el uso de unas pocas palabras, maravillosamente enlazadas. En este número podéis encontrar una pequeña entrevista para conocerla mejor y un par de microrrelatos seleccionados de su fantástico blog. Fotohistorias y Delicatessen: esperemos que suficientes razones para que sigáis interesándoos por el proyecto. Alex Nogués Otero en Barcelona el 29 de Octubre de 2012


august´ s

rings

El telèfon sona en la immensitat de l’asèptica sala d’espera de la primera planta de l’hospital. —Ring, ring, ring, ring, ring

8

És el primer diumenge d’estiu, les instal·lacions estan desolades. L’eco de les passes de les infermeres de la quarta planta ressonen per tot l’edifici i es barregen amb el tic-tac del rellotge de paret de la primera secció de recuperació de cirurgia plàstica i reparadora. El telèfon torna a ressonar: —Ring, ring, ring, ring,ring— Cinc cops de timbre i silenci. La tarda es va impregnant d’una monotonia asèptica tenyinda de blanc amb olor de pollastre bullit i poma al forn. Ring,ring,ring,ring,ring Silenci i sirenes llunyanes. Ring,ring,ring,ring, La senyora de la neteja que passa la fregona cap allà les vuit.

—Ring,ring,ring —Si, digui…. —Bla, nyinyunigunyi, —No, no, jo sóc la dona de fer feines. No conec als pacients!! —Bla, nyinyunigunyi, —No, sra. no, no li puc aclarir res, jo només faig la neteja. —Bla, nyinyunigunyi, —L’habitació nº5? No, no hi ha ningú allà. De fet,l’he netejat ara fa una estona però no hi ha cap pacient. Crec que hauria de parlar amb el metge. —Snif, cloc, piiiiiiiiiiiiiii —Senyora, senyora, aishhhhh maleït telèfon; maleïda indiferència de no contestar a temps les trucades… aishh, quina pena! —Piiiiiiiiiiiiiiiiiii, tuc-tuc,tuc-tuc. La senyora de la neteja torna a agafar el motxo i en passar per davant de la porta de l’habitació nº 5 recull els llençols esgrogueïts del terra. Els posa al cubell de la roba bruta i segueix el seu camí en silenci. Silenci, silenci asèptic de la primera planta de l’hospital il·luminat per la lluna plena d’agost.

//

Texto: Sonia Martí Foto: Noemí López


9 8

jul


sólo

ida — Si lo piensas, jamás lo harás — murmuró alguien a sus espaldas.

10

Él no sabía cuánto tiempo llevaba allí, mirando los trenes que entraban y salían de la estación. Ella sí lo sabía porque no era la primera vez que coincidían. Comparten un mismo ritual: sentarse en uno de los bancos del andén con la mirada perdida en las vías que se alejan, con la misma dosis de ilusión y tristeza en sus miradas. La observó unos instantes. Su cara le resultaba familiar pero no lograba ubicarla en sus recuerdos. Sintió cómo ella era capaz de leer sus pensamientos y contestó:

Se giró de nuevo hacia ella, pero ya no estaba. La buscó con la mirada y vio que se dirigía hacia la salida. Se levantó, apurando sus pasos para alcanzarla. Ella se detuvo ante una de las ventanillas. Aunque se mantuvo a una determinada distancia, pudo escuchar su conversación con el vendedor: “Un billete a Berlín. (…) No, sólo ida.” Al terminar, ella se giró y lo vio. Sacó de su bolso un libro al que, sin vacilar, le arrancó una página y se la extendió a él. — Lo he leído esta mañana. Y se marchó… La página tenía una cita subrayada: “La vida, como un comentario de otra cosa que no alcanzamos, y que está ahí al alcance del salto que no damos.” (…) — No, sólo ida – dijo él.

— Lo sé, la suerte de quien se está quieto no se mueve. Entonces lo vio claro. Todo. Discurrieron ante él cientos de imágenes, como una serie de fotogramas. Los desenfoques, el punto de fuga, las imágenes borrosas… Y esa sensación, velada. Todo ello no había sido más que un circunloquio para acabar llegando al mismo sitio. Y, de repente, sintió vértigo. Sí, ese vértigo que produce la incertidumbre.

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Texto: Verónica Moar Foto: M.V.


11 10

jul


después

diluvio

del

12

El tren salió de la estación con el característico vaivén que adormece, mientras el azul avanza entre las nubes que se reflejan en los charcos relucientes después de la lluvia. Mis lágrimas ruedan como las gotas sobre los cristales y de nuevo un arco iris bíblico establece un puente entre el hombre y su futuro lleno de promesas, después del diluvio.

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Texto: Antonia Toscano López Foto: Xénia Tym


12 13

jul


punto

coma

y

14

Ya pasó… todo ha pasado ya… la separación dolorosa, las amistades rotas, los malentendidos familiares… el no comprender. Todo lo que me dejaba sin fuerzas, todo lo que me hacía pensar haber llegado a un punto donde se cruzaba lo justo con lo injusto, donde se cruzaba el ¿Por qué me pasa esto? con el ¡Me lo merezco! De tanto concentrarme en este punto no he dado cuenta que hice un mundo de nada y dentro de él me sentía ser un punto. Me sentía bajar del tren de la vida en una parada donde no conocía a nada ni a nadie. Estaba solo pero no me asustaba la soledad… sentía necesitarla…tenía la necesidad de descubrir algo… solo… Descubrí que ya pasó. Ha ocurrido lo que ocurre siempre… ni para adelante ni para atrás… miras donde miras, siempre estás en un punto… siempre deseando llegar al otro, al más alejado… al último punto que alcanzas ver, vayas donde vayas, no importa el sentido… lo importante es sentir… sólo sintiéndolo uno se cambia esa regla absurda de creer que después de un punto es incorrecto poner una coma…,

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Texto: Xénia Tym Foto: M.V.


15 14

jul


16

o g a //


16 17


8'5''

18

El agua presenta esa turbidez y ese pestazo a desinfectante que te hace dudar antes de tirarte de cabeza a lo municipal. Los niños del parvulario ocupan los carriles 1º y 8 , relegando a los adultos a la parte central de la piscina. El cloro y el calor te aplastan contra el suelo de lija y la goma de las gafas se te clava hasta lograr sacarte los ojos de las cuencas. Entras en fase médium para eliminar de tu cerebro los gritos de la chiquillería y como un flashback rememoras esa conversación al lanzarte contra ese mundo acuoso, ¡chopzzzzzzzz! Ella que dice ”No tengo nada contra ti”, pronunciando marcadamente las sílabas de cada palabra. Extraña frase para poner fin a una amistad. Al otro lado del auricular solo estás tú y tu respiración entrecortada. La conexión falla y a partir de entonces un enorme abismo silencioso se abre entre vuestros dos mundos opuestos. Un incansable flujo de preguntas sin respuestas te invaden. Viscosamente dudas: “La desafección ¿nace o se hace? ¿Nos podemos transformar en extraños en un pestañeo?” Preguntas concéntricas y huecas. Solo percibes que la clave se halla en que los humanoides somos maestros del escapismo y de la contorsión en lucha contra el caos de nuestro cerebro y el de los

demás. Todos iguales, todos diferentes, buscando el camino de la ¿felicidad o del yo? Subrepticiamente la culpa entra en escena y te flagelas con los residuos judeocristianoides que impregnan tu educación. Pero un buen día, la culpa vuela para no volver jamás. Ahora ya no te interpelas, tan solo nadas y adelantas al modernillo que marca paquete al alcanzar el punto 8’5”. Cuando lo dejas atrás gritas entre dientes, “CARPE DIEM”, y miles de burbujas emergen a tu alrededor.

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Texto: Sonia Martí Foto: Elena Sosa


19 18

sep


procrastinacion No encuentro el tiempo, dice siempre. Y si lo encuentro… podría fracasar; piensa. Mientras no lo intente siempre será un sueño alcanzable. Un bonito refugio en medio de la tempestad. Además, no sabe cómo empezar. No sabe tampoco cómo acabar con lo demás. No sabe ni siquiera dónde encontrar la energía para tan solo intentarlo. 20

De hecho, se dice una y otra vez que el ahora no es el mejor momento para intentarlo. Antes debe resolver un millar de irrelevantes asuntos urgentes pendientes… … … … ¡A la mierda!, grita un día. Un big bang estalla en su interior. El pincel será el caprichoso minutero de sus días. A su antojo desvirgará el maldito papel en blanco. La acuarela correrá y construirá nuevos espacios. Universos donde vivirá al fin, dueño de sí mismo.

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Texto: Alex Nogués Otero Foto: Joana Diana Molina


20 21

sep


cuadriculas A María

22

Sin prisa. No tengo ninguna prisa y además ahora ando lenta. El bastón me ayuda y voy marcando con él cada uno de los cuadraditos del suelo que voy pisando. Son muchos, así uno tras otro bien colocaditos. Menos mal que hoy no hay balones, ni bicicletas, ni chicos revoltosos correteando. Despacio. Y es que casi no hay nadie conocido en los bancos, debe de ser por el día, quizás se ponga a llover, para entonces ya estaré en casa, cansada pero contenta de haber salido a tomar el aire. Ayer había más gente y unas niñas tenían tizas de colores y dibujaban alrededor de los cuadraditos del suelo para saltar a la pata coja sin pisar las rayas. Eso también lo hacíamos nosotras antes, con piedrecitas o con los restos de teja que encontrábamos. Me sobran cuadraditos, hoy ni mi sombra llena los que voy pisando así tan lenta, con tanta calma. Eso que mi sombra desde hace años también lleva la tuya para seguir el paseo a la par, sin prisa pero sin pausa. Nunca consigo escribir en libretas sin hojas cuadriculadas. Demasiado vacío, se me caen las letras y la caligrafía se me pierde. El parque está demasiado vacío hoy también, ni hojas, ni voces, sólo

pasos, bien lentos y perezosos. Ha pasado una señora mayor por delante de mi banco y me ha contagiado la lentitud. Se me ha ido la mirada a sus pasos. He sincronizado mi reloj con su milimétrico avance y creo que ella al mirarme me ha robado los colores de la camiseta para iluminar el resto de su paseo. Tengo mucha tarde por delante pero ella ya me saca ventaja, no camina sola y seguro que sabe convertir todos los adoquines del camino en cuadrículas para hojas en blanco.

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Texto: AMA Foto: M.V.


22 23

sep


hilos

amargos Corría y no sabía hacia donde; todo era enredo. Sentía un caos dulce que hasta me agradaba, pensé que quizá quería quedarme ahí, entre telarañas bicolor, sin gafas para ver, sin puertas de salida. El mapa me mostraba el camino al revés y mi dolor de pecho me decía que no, que no era el camino marcado, mi camino. 24

Veía destellos a oscuras y continué caminando hacia mí, en busca de las llaves de mi vida. Entonces se hizo la luz y el hilo metalizado brilló. Entonces ví la huella correcta y me encontré de nuevo. A la salida, giré la mirada tome unas tijeras prestadas. Corté los trazados y esbocé nuevas rutas. Quizá complejas también, quien sabe, pero libres.

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Texto: Olatz Baraka Foto: Noël Sánchez Rius


25 24

sep


esperando

linea Disfrutando de las líneas de luz de alta velocidad mientras paseaba por las sucias autopistas del espacio sideral, mi nave se quedó repentinamente sin energía.Solopudepestañearpararetenerestaúltima imagen antes de desintegrarme para siempre en alguno de los múltiple pozos sin luzzzzzzzzzzzzzzzzzz… 26

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Texto: Fernando Rodríguez Foto: Noël Sánchez Rius


26 27

sep


recordando aquello

nunca jamas sucedió

que

28

El fin del mundo estaba ahí, al alcance de nuestros ojos, solo que optamos por no mirar, por mantenernos, ni que fuera un ratito más, en aquel cuarto dónde no éramos nosotros, dónde éramos felices. Cuando toda aquella situación explotó ante nuestras narices, cuando la cruenta realidad nos forzó a separarnos, no éramos los mismos, y todo lo vivido en aquel oscuro cuarto, debía quedar relegado al más profundo olvido, porque si el mundo descubría que fuimos uno solo, y que aun conservábamos, ni que fuera un solo resquicio de aquel sosiego y aquella alegría, nos lo arrebatarían, y nos lo harían pagar caro, muy caro.

//

Texto: Julia Leirado Foto: M.V.


28 29

oct


el otro

lado Escena.

30

Nada. Paisaje casi lunar. Como de la nada, allí, tras la ventanilla, está. Un tren que para en una vía sin andén. Demasiada casualidad. La norma dicta que el orden lógico es persona, ventanilla, paisaje. Esta vez lógica se desordena. Y el orden de los factores altera el producto. Paisaje, ventanilla y persona. Todo. La pirueta de intentar encontrar el centro del círculo. El continente. El ansiado todo. (En el todo, siempre aparece. Como un reflejo, como un fantasma. Como una marca de agua. Imborrable.) Pasos.

co cliente es triste y que nada vale la pena si no hay con quien compartir el momento. Preguntas. Las piernas se encaminan, hacia la ventanilla, pero dando un vasto rodeo. Para no ser visto. Una vez se atrevió a contestar a la aristotélica pregunta de -¿Qué cambiarías? Contestó algo parecido a - Mi sinceridad. Bueno y mis ojos. Por eso los quiere apartar. De la confrontación. Del irremisible cruzar. Porque en ese momento, se sabrá perdido. Respuestas. El Sol se paraliza. Se congela el aliento. Llueve. Dentro y fuera. - Hay lluvias que una vez te han calado, nada te puede secar – musitas… Nadie más te oirá… O eso crees…

De golpe millones de pensamientos, sin ninguna relación aparente. Algún incauto pensará que un valle es un paisaje vacío. Y que un páramo no es más que un lugar sin demasiado que ver. Que una mesa de café con un úni-

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Texto: VGC Foto: M.V.


30 31

oct


calma La lluvia sólo ha dejado el reflejo. Miro el paisaje desde el banco ahora vacío. El cielo está despejado y azul. Los árboles aguardando. A un lado la carretera y al otro el pasado. El mar está en calma. Mis tobillos mojados… 32

y tú ausente.

//

Texto: Duczen Foto: Noemí López


33 32

oct


triste

azul y

34

Infeliz. Esa mirada…parece inteligente… ¿Qué debe pensar todo el día ahí? Tan hacinado. Tan observado. Tan solo. Seguro que el pobre extraña la libertad. Qué lástima… Esa mirada…. El hombre se aleja del acuario. Y el pulpo, que no logra dejar de pensar en los hombres.

//

Texto: Alex Nogués Otero Foto: Annick Galimont


34 35

oct


36

Elisa

Armas de

Nací en Sevilla, hace más tiempo de la cuenta. De mi madre heredé la costumbre de tener siempre un libro entre las manos. Soy aprendiz de todo y maestra de nada, lo cual me permite ganarme la vida dando clases en un instituto de secundaria sin aburrirme nunca. Un día me apunté a un taller de narrativa buscando las claves para enseñar a redactar a mis alumnos; allí descubrí el subidón que


produce capturar un microrrelato y plasmarlo en el papel con palabras más o menos felices. Desde entonces la adicción a escribir historias mínimas amenaza con desequilibrar definitivamente mi antigua vida de profesora y madre de familia ejemplar.

36 37

Además de mantener un blog de microrrelatos http://pativanesca. blogspot.com con relativa regularidad, soy tallerista (y asidua concursante) en la Marina de Ficticia www.ficticia.com/indicemarina.html y, actualmente, miembro del equipo de coordinación del Taller.

¿Por qué escribir? En mi caso, dado que no tengo la mínima esperanza no ya de vivir de la escritura, sino de ganar un céntimo con ella, escribo por la satisfacción que me produce el propio hecho de la creación. Mis mejores textos son aquellos que aparecen de improviso —me refiero no solo a las ideas, sino incluso a las propias palabras que los forman—, se apo-

deran misteriosamente de mí y me sorprenden: yo misma no sé de dónde han salido.

"...las ideas surgen generalmente de las emociones y el texto resultante tendrá valor si logra transmitir esa emoción que lo generó."

venir de mi propia vida, de vidas ajenas, de imágenes, de noticias de prensa, de libros de historia... además, como microrrelatista que soy, vampirizo todo texto literario que cae en mis manos.

¿Un maestro de lo mínimo? Es difícil escoger y supongo que no respondería igual a esta misma pregunta dentro de seis meses. Hoy elijo a dos: Ángel Olgoso y Marco Denevi.

¿Cómo nacen las ideas? Aunque ya he manifestado que creo en la inspiración como en una especie de rapto, si profundizo en mi propio proceso creador diría que la ideas surgen generalmente de las emociones y el texto resultante tendrá valor si logra transmitir esa emoción que lo generó. Desde un punto de vista más técnico, las ideas surgen de asociaciones de elementos, aparentemente alejados entre sí, que de pronto hacen clic y crean una historia más o menos original. Esos elementos pueden pro-

¿Una recomendación literaria, de aquellas que te cambiaron la vida? Las lecturas que me han cambiado la vida seguro que son aquellas que leí a una edad más temprana, y tal vez no sean demasiado recomendables. Dejo tres títulos que me descubrieron a unos autores que me siguen apasionando cada vez que los revisito: Merlín y familia, de Álvaro Cunqueiro; La vida, instrucciones de uso, de Georges Perec y Léxico familiar, de Natalia Ginzburg.


Lisboa y, a través de la Extremadura, llegar a vuestro lugar, donde, cubierto de gloria, cumpliríais la promesa de retiraros por un año que os arrancó el de la Blanca Luna.

la invitación

mar

del

A Joaquín Velasco, solanero.

38

— Mire vuesa merced que otros caminos hay para el retorno. Pues bien pudierais embarcar en una de estas ágiles galeras y marchar a liberar con la fuerza de vuestro brazo a los tristes cautivos que se consumen en los baños de Argel. Piense que no hubo caballero andante que diera mayor prueba de fidelidad a su dama que la que vos daríais al resistir el encuentro con las sirenas sin necesidad de cera que os taponara los oídos ni de cuerdas que os ataran a mástil alguno, sino tan solo por el amor que la sin par Dulcinea os inspira. Más tarde, tras atravesar las columnas de Hércules, os enfrentaríais a los terribles Sargazos que secuestran los veleros y batiríais vuestro brazo con aquellos gigantes patagones, los cuales, derrotados, embarcarían con vos para rendir pleitesía a vuestra señora. Fácil sería, entre tantas como pueblan el Pacífico, que conquistaseis para el fiel Sancho la ínsula prometida. Y ya por fin, emulando al capitán Elcano, bordearíais el cabo que llaman de Buena Esperanza para arribar a la gentil

El de la Triste Figura acerca por última vez a su oído la caracola y la arroja lejos de sí. En el silencio de la noche manchega la brisa estremece apenas el mar de los trigales.

Elisa

Armas de


racha

suerte

de

38 39

La serpiente me quedó demasiado gorda, en el centro, sacando la lengua partida. Adán y Eva me habían salido mejor, desnudos, tapándose sus partes con las manos. Ya nadie encarga las pinturas de los milagros para dejarlas en las iglesias, prefieren fotografías, y los zapatistas han ahuyentado a los turistas, así que los doscientos pesos que me dio la señora me cayeron como del cielo. Era un capricho que tenía desde chiquita, me contó, de cuando estudiaba el catecismo. Aquella noche les dimos a los niños tamales de pollo y durmieron con la panza llena. Cuando, a los pocos días, le picó a la doña la víbora barba amarilla mientras sembraba fríjoles en la milpa y el veneno la mató, maldije mi mala suerte; la chingaste, viejo, pensé, no vuelves a vender ni uno. No podía imaginar que empezaría a tener más encargos que nunca. Siempre Adán y Eva saliendo del Paraíso. No olvides la serpiente, me decían. De repente todos tenían suegras, cuñados, hermanos o vecinos a quien regalar cuadritos.

Elisa

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