La Danse Macabre de Tito Manfred

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Editorial Cinosargo Web: www.cinosargo.cl.kz Registro de propiedad intelectual: N° 191731 Tito Manfred van Battenburg Osorio © 2010 Todos los derechos reservados Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio, sin el previo y expreso consentimiento por escrito del autor.


LA DANSE MACABRE Tito Manfred



LA DANZA MACABRA: CRÓNICAS DE UNA MUERTE ANUNCIADA

Tito: Leí La Danse Macabre. No he dejado de pensar en Daniela, en Gabriela y en todos los nombres que inventamos para justificar un traje de superhéroe que nunca nos quedó a la medida. No puedo dejar de imaginar cuán terriblemente hermosa fue la esperanza en esas noches suicidas sobre el pavimento de supercostaneras y pueblos fantasmas, con la telefonía celular por cómplice de nuestras imposibilidades geográficas, porque tú y yo sabemos que sólo por las malditas se da la vida, o al menos eso intentamos, creyendo que podríamos reescribir el arco iris monocromático en el cielo de Arica a Puerto Montt. En un magazine electrónico se están levantando voces para destruir lo que ya está muerto. La chilena poesía es una fiesta privada a la que no nos invitaron y de la que tampoco queremos participar; nosotros nos quedamos en el boliche de la esquina, como los perdedores de la prepa deseando a la novia porrista del capitán del equipo de rugby, mirando de lejos la farandulilla del circo travestón, porque de antemano sabíamos que éramos el vertedero del realismo sucio, la vergüenza de las escrituras del abandono en esta patria S.A. Ya no quiero seguir con esta mierda que me acribilla, con este cáncer al corazón. No lo olvides: las perras ladran, pero siempre piden cariño.


Cuando nombro a Daniela, créeme que recuerdo a Gabriela y todas las ventanas de MSN que nos enseñaron que la única forma de amar es morir. Gonzalo David. San Fernando, febrero de 2010.


A mi ni単a muerta



TRÁGICO Y SUPERFICIAL


ARTE PROTEICA

Yo que soy un Dios acabronado escribo para chuparme el pico sellarles las fauces y reírme de todos ellos del rebaño psicodélico de las perras del nuevo avant-gard de la bastardía enmudecida de los centauros que bien machacan la ceniza que delinea la aureola que corona los hipocampos de la máquina que teje y desteje arañas mientras me excuso de jamás poder salirme de mí de mí de mí desde lo más profundo desde la superficie del texto en que describo los siete negrores de mi arco iris monocromático


UNO

«And now we are one In everlasting peace». Exit music (for a film) – Radiohead. Mira, mira, mira a Thom guiñarnos el ojo, he ahí la señal que aguardabas. Ahora, anídame muy dentro de ti, mamita Mía; esta noche necesito morderte las entrañas. Ven y amamántame con el zumo de todos tus pecados. Poesía y quebranto, lobos y esfinges, eso somos, ¿lo sabías? Claro que lo sabías. No me abortes nunca más, ¿ya? Ten piedad, mamita Mía, de este triste pajarito con alas de aserrín. Yo te amo y el mundo muere, ¿ves?


EXPLOSIONES EN EL CIELO

qué tarde hemos venido a descubrir el rumor de los caracoles y las melodías de una infancia imaginaria y tardía dónde estabas niña-cometa cuando yo era la estrella de un carnaval de fenómenos y vivía en una burbuja de recuerdos volada en mil pedazos tallé tu nombre en cada árbol que no supe trepar melancolía tú sólo sabes de melancolía pareció recitarme el pájaro de trueno de la joven loca esta noche lloraré desde lo alto para que mañana cuando el sol nos madrugue en Neptuno con el flamear de sus pestañas podamos jugar desnudos en la nieve más ardorosa que hayamos conocido luego ya en casa hundirás tiernamente tus uñas en mi espalda e invertiremos el orden de los elementos el método tradicional de la carne aún no entendemos por qué suceden las cosas pero estamos juntos y a veces nos acordamos de reír los lunes bajo las sábanas


SOMBRITA, PÍNTAME LA LUZ EN TU BOCA

«In starlit nights I saw you So cruelly you kissed me». The killing moon – Echo and the Bunnymen. y yo que desde siempre la supe tan niña darky tan oscurita y bipolar me enamoré perdidamente de ella a primera vista con maripositas en el estómago por eso llevo los pies barrosos y sangrantes porque he recorrido descalzo los lugares comunes de mi corazón


LOVE LOVE LOVE

«Love, love I’d really like a small part of it Oh love I can’t believe the word ‘love’». Love, love, love – The Organ. love love love es el título de la canción / que reproduce en colores / mi corazoncito estéreo adhiere a mis labios la corrosión de los tuyos / haz la reescritura / de las dimensiones de mi boca love love love es el título de la canción / que reproduce en colores / mi corazoncito estéreo las cosas más dulces están hechas / de infinitos átomos de tristeza / amoratado amorcito retorcido amor love love love es el título de la canción / que reproduce en colores / mi corazoncito estéreo ya no me queda garganta ni lengua / de tanto gritar tu nombre de afuera hacia adentro / de tanto pirquinear la fonética amarga de alguna voz similar a la tuya love love love es el título de la canción / que reproduce en colores / mi corazoncito estéreo las mañanas se suicidan se tiran del Morro / pero caen fuera de mi caja / de galletitas que yo no sé


love love love es el título de la canción / que reproduce en colores / mi corazoncito estéreo la noche muere y yo me libro de las connotaciones / la noche muere y soy tan pornográfico como puedo ser / te amo tanto tanto pendeja mía plena de luna


PULVERIZACIÓN DE LOS ÚLTIMOS PUDORES

Y adheridos a la genitalidad de la noche, arremeten el vértigo y el alcohol y el alcohol y el alcohol... Entonces, aunque no lo creas, la cerveza (esa sangre constante) parece humedecer la rotunda aridez del desierto que nace y se dilata al compás de mis pisadas de eterno vagabundo. Mueren las formas no enardecidas, mueren los sortilegios de media tarde, mueren los nardos prolijamente recortados, muere la gravedad de las cosas, mueren las espesuras, regurgita rosas sobre sí misma la palabra comunicante, resucita por enésima vez un Cristo Estrella del Porno embriagado por el éxtasis de montar un caballo florecido... y yo, que persisto y recrudezco y río en el espectáculo de mi sollozar de pajarito estrellado, simplemente yazgo sobre la alfombra que tejí alguna vez con hilos de saliva de ajeno carmesí. Ay, esa promesa etérea, esa predicción de niño-cometa... Que la erre no nos exilie de nuestro lecho descarriado.


VISIONES DESDE LA HERIDA

«When she walks down the street She knows there's people watching The building fronts are just fronts To hide the people watching her». Stella was a diver and she was always down – Interpol. mi condesa sangrienta cruza la calle y en el kiosco de la esquina compra un paquete de pañuelos Dualette no te quedes en el pasado nene está resfriada lo sé porque llueve pero ella no me advierte y desde la inadvertencia veo un hilo fino hacer el trayecto entre nariz y boca antes de sonarse mi Erzsébet estira la lengüita hacia arriba y experimenta la sal y el azúcar al mismo tiempo ahora es cuando el papel descubre la humedad lo agrio y lo dulce de morir por Una qué bien resopla mi Erzsébet y qué lindo se siente caer técnicamente hablando se trata de una ejecución perfecta


GABRIELLE BÁTHORY

Mademoiselle Gabrielle: Hoy, ebria de mi sangre, hoy... que una luna húngara nos lubrica el felino escozor de los cuerpos, revéleme la sonoridad de las burbujas de sangre mía que brotan de entre sus labios implacables, de entre sus colmillos de condesa sangrienta. [Esta noche tendré vagina de porcelana y pezoncitos como rosas.] Astílleme las yemas de los dedos, escúpame crisoles en el rostro, diagnostíqueme pronta fecha de vencimiento, pero complazca mis adicciones; déjeme morderle la lengua (y así extraer mi flujo allí absorto) que destila babita delirada sobre el escorial en que alguna vez algo mío palpitó. Como bien sabrá, Torquemada del alma mía, un infinito despeñadero de sangre atraviesa la despoblada provincia en que reside ahora la tormenta que he arrancado de sus ojos. [Desde mucho antes de las erosiones nocturnas, ¡dentro de usted estoy, dentro de usted lato yo!] Sin embargo, qué felices somos cuando una jauría de besos nos ataca de noche, mademoiselle Gabrielle. Eternamente suyo, Tito Manfred. P.D.: Créame cuando digo que la extraño y que moriría sólo para que corriera a besar los gusanos en mi boca.


LAS PERRAS NO DICEN MIAU MIAU COMO LA NIÑA QUE YO AMO

«Y cuando llegaste, Me miraste y me dijiste: ‘Loco, estás mojado, ya no te quiero’». Mil horas – Los Abuelos de la Nada. los mejores puñales tienen forma de perra de perra que no ladra ni muerde pero escupe y vaya cómo escupe la quiltra no eres más que un aborto mal hecho dice la muy muy mientras te aniquila la erección y los afectos sin embargo sabes que su saliva no miente bonito eres un angelito mal parido los mejores puñales tienen forma de perra y lastiman hacen daño no mienten porque así es como entran así es como fundan una herida parlante no conocen otra forma penetran por donde la carne cede y la carne queridos cede por todas partes ay si no sabré cuán ebrio de muerte está mi cuerpo los mejores puñales tienen forma de perra para que te desangres rápido para que te mueras lentamente derramado a los lechosos pies de una Medea fatal tan etérea como una crisálida de fuego verdeagua tan telúrica como la ira de Dios tan urgente como que sin ella no hay vida posible


los puñales más hambreados tienen forma de perra así consta en el capítulo cero de mi libro medicinal de desamores que no escribiré pues no hace falta recurrir a mis malas artes esta autobiografía de amores retorcidos se escribe sola y no requiere de páginas en blanco sólo de la pista desierta de mi soliloquio bailable


BABY, I’M THE BLEEDING HEART

oxidadas y de vermú roncaban sobre nuestras cabezas las analgésicas campanadas del estío una armada de polillas de luto nos carcomió los genitales y de nada sirvieron el volumen alto y las pequeñas muertes debiéramos jugar a hacernos daño a ver si aún pueden crepitar nuestros poros e insistió vaya si insistió en la herida mi niña obediente pero ella siempre escarbó en los lugares equivocados yo no sangro porque yo soy la sangre I’m the bleeding heart baby


DISCO 3000

Séléné congelaba bajo sus tetitas de leche cuajada el prematuro anochecer y Manchester de la Eterna Primavera ardía entre llamas árticas y gargajos de fin del mundo, pero el muchacho cursi tenía esa noche el deseo irrenunciable de sacar a bailar su palidez de vampirito virginal. Su boca húmeda, de labios púrpuras, hacía el fallido intento de cantar en un inglés de terror un himno de la División de la Alegría: “Lalalá, lalalá, lalalálala”. Medio distraído, medio estúpido, entero maricón, cruzó el umbral de una discoteca vintage. Deslizóse por entre los escaparates y, contoneándose como princesita esquizofrénica, hizo de los pasillos su pista de baile. Danza frenética, danse macabre. Ya no había mañana. Diluido en la sonoridad, tomó sin querer la carátula de un disco, la tradujo y leyó, susurrante, lánguido, pulverizado, sin aliento, en sus propios pies derramado: “Te Amo Pero He Elegido la Oscuridad”. A falta de arquitectura gótica, el pendejito dark escaló sus propias lágrimas y se precipitó sobre un pañuelo de negro y rojo satín.


YO, TEXTO

«Sometimes when this place gets kind of empty Sound of their breath fades with the light». Under the milky way – The Church. Muero, de miedo muero, muero de miedo... por algo. Aferrado a la última rama de la arboleda imaginaria, tiemblo. Yo no quiero más vida, pero qué miedo esto de morir. Y qué mal lo hago, joder. Una vez..., pero fracasé miserablemente, como en todas las demás cosas. Un puñado de antidepres y una botella de aguardiente no bastan, ¡no bastan, lo sabes bien, hierba mala! Anda, tú, quien seas, degüéllame tiernamente mientras me coloco los audífonos, degüéllame con el cimbrar de trece sintetizadores del ‘80. Muero, de miedo muero, muero de miedo... por algo. Corro a encerrarme en mi cuarto de verde mal pintado, corro a bailar canciones imbailables en horizontal. No, no es un ataque de epilepsia, de este modo bailo yo. No, no es un llanto de pendejo malcriado, de este modo bailo yo. Cierro los ojos y ya no soy yo sino tú, aquel niño obsceno con rouge en los labios; cierro los ojos y ya no soy tú sino yo, aquel niño obsceno con rouge en los labios; cierro los ojos y ya no soy nadie sino todos, aquel niño obsceno con rouge en los labios. Y aquí, afiebrado de tanto bailar canciones imbailables en horizontal, me hallo haciendo la pantomima del artista, articulando en silencio la jerigonza de rigor: que la nueva poesía chilena, que el neobarroco, que el post-punk, que Rimbaud, que las influencias y la concha de tu madre. Es cierto, escribí un par de poemas que no fueron del todo bodrios, pero cuán lejos estuve de ser un pequeño Dios, un


rocker de 23 pendiendo de una soga púrpura, un alcohólico from Los Ángeles, California... Ahora es cuando me confieso materia, me confieso texto. No soy más que la encarnación de unos versos, el poema que a diario escribe ella, la Poeta.


OTREDAD

eres la mosca adherida al technicolor el quiltro enamorado del chorro de agua la legaña prendida a la fina hebra de los ojos bebes lo último de la copa de la botella del bar tu lengua reptante busca y halla en el fondo de la noche la esquiva la corajuda gota que te expulsa de ti mismo ahora eres ese otro que te coge por el culo aquella otra que se atraganta con la leche que derramas simulas cuadros plásticos marañas crepusculares en cama desolada pestañeas con violencia y ralentizas la coreografía adormeces la mano con la cual exprimes ese único trozo de libídine que llorarríe si lo estrangulas ciertamente estás solo


SSSSSSSH...

«Yes, this fears got a hold on me». Death – White Lies. silencio donde tallar la palabra silencio para engendrar canciones tristes silencio depredador del tiempo silencio que escribiré hasta oír algo crujir alguna vez tuve memorias almacén de horrores donde depositaba cosas metrallas de viento piedras que caían siempre sobre mí [me lastima este vano intento de vivir] alguna vez tuve memorias álbum de amarguras consuelo de ambos ningunas gentes baño de lágrimas todo abrigo abrigo deshilachado ahora no me culpes pequeña por ser todo olvido [no sé cómo hacer de esta lluvia un evento menos púrpura]


CANCIÓN

maybe someday baby si la Abulia no me cercena las manos hastiada de verme escribir soy el Ángel Exterminador con la tinta de mi cursi corazón apendejado me declararé atómico-superficial y te aullaré una canción de ésas que sólo yo conozco: “I disappear I lost control My body’s moving All on it's own I watch myself Walk away A foreign spirit Took my place” y posteriormente sobre la pista de baile masturbatorio se dejará caer el horror que tú sólo conocerás luego de verme ejecutar mi dancing de piececitos en el aire luego de verme pender de una soga enhebrada con tus manitos de péndex fatal maybe someday baby si la Abulia no me cercena las manos hastiada de verme escribir soy el Ángel Exterminador con la tinta de mi cursi corazón apendejado me declararé atómico-superficial y te aullaré una canción de ésas que sólo yo conozco:


“I disappear I lost control My body’s moving All on it's own I watch myself Walk away A foreign spirit Took my place” y posteriormente sobre la pista de baile masturbatorio se dejará caer el horror que tú sólo conocerás luego de verme ejecutar mi dancing de piececitos en el aire luego de verme pender de una soga enhebrada con tus manitos de péndex fatal maybe someday baby si la Abulia no me cercena las manos hastiada de verme escribir soy el Ángel Exterminador con la tinta de mi cursi corazón apendejado me declararé atómico-superficial como tantos otros como tantos otros guachitos del alma como yo


CURSI

«Recordando tu expresión Vuelvo a desear Esas noches de calor Llenas de ansiedad». Pronta entrega – Virus. te extraño Gabriela te extraño extraño tus entrañas mías extraño tu beso (des)esperado y no soy ni tan bello ni tan durmiente pero aun así te (des)espero aquí postrado/enamorado/enrollado con mi corazón y mis siete vidas entre dos palabras enquistadas en el valle de los abatidos cuándo vendrás pequeña a despertarme/parirme/o matarme con tu beso/tu pujar/o tu bala quiero morderte ahí antes de desgastar mis dientes de tanto masticar tu pulserita aferrada a mi muñeca izquierda


EL ESPLÍN

yaciente frente al monitor medio hastiado medio muerto medio hastiado de no morir vierto sobre mi llanto seco mi inexistencia tan evidente tan vital ha germinado al fin dentro de mi cámara obscura la larva funeraria y corrosiva la bailarina de los pies inmóviles soy domingo por la tarde soy Soledad soy el travesti de la mirada perdida


NO ME SOPORTO

«I was moving through the silence without motion Waiting for you In a room without window in the corner I found truth». Shadowplay – Joy Division. era marzo del año acostumbrado y la tarde moría bajo los pliegues de tus ojos casi incorporado al mobiliario escuchabas a Joy Division Ian Curtis te anestesiaba y entre líneas creías oír su réquiem inacabado sabías que en un jueves ceniciento como éste nada sublime emergería desde tu imaginación de cloaca pero tu pluma insistió eras algo así como un hombre-lobo en un París agriado un perdedor de tonalidades gris y pastel recordabas al encantador Sebastian Cole y comprendías que el cine no se cansa de mentirnos ciertamente nada tenía de cinematográfica tu descomposición y te odiabas tanto que habías resuelto dejarte aplastar por la marcha de las manecillas funerarias que ensayaban el zumbido del tiempo detrás de cada paso por ti abortado quisiste desentrañar la edad del polvo


y entendiste que para ello tendrías que escarbar en lo más profundo de la náusea ya era noche de marzo del año de siempre cuando leíste en voz alta este poema que escribiste mucho antes que yo no era la gran cosa pero ¡eureka! si lo recitabas a diez palabras por segundo y con Shadowplay de fondo el auditorio imaginario te aplaudía de pie


VIERNES DE CENIZA

I cenizas cenizas del último estertor de luz cenizas del último pájaro estremecido cenizas del último rumor de carne humana entre los dientes cenizas cenizas cenizas cenizas eyacula la piel profunda de mi catedral cenizas cenizas ¡no hay más! II negros peñascos deletrean mi nombre desde el vientre de las mil quebradas que me asedian como si aún creyese en la inocencia de los calendarios arguyen cuán mal me hace esto de vivir siempre reverdece el fértil prado de la desolación


III Y a mi madrecita linda, que celebraba todos mis poemas de cabro chico, le aconsejo no seguir leyendo este Valle de Lรกgrimas Adolescentes.


DESDE LA REGIÓN MÁS FRÍA DE MI PAÍS INVENTADO

«Yo sé que mantienes tu fragilidad (Es una tristeza tan linda) Dejé de mentirte, y justo te vas (Yo sigo en el mismo lugar)». Sol de invierno – Javiera Mena. En una tardenoche como ésta, tan aterradora y desamparada, tan vestida de polvo y desolación, mis ojos tristes, de niño, es algo que no quisieras ver. No busques la fundición celeste (no existe), ni oses escudriñar en el negror de aquello que sólo supo de los latidos del gusano corruptor. Abandóname, abandónate, así como lo hizo el tiempo (o el espacio, qué sé yo). Jamás habremos de dar residencia al sol en la difuminación de nuestros cuerpos. ¿Por qué me sabe tan amarga esta rebeldía? Rebelde es el joven suicida de por allá, rebelde es aquel poeta que calla. Escribiré el silencio hasta romperme.


FIEBRE NEGRA

madrecita padrecito hermanitas víctimas de mi dictadura del silencio ustedes que no pueden oírme desde ese país tan ajeno a mí y a mi historia del deseo explíquenme arguméntenme por qué no he de ejecutar la danza del Oscuro Profeta si es tan fácil y bonito jugar a arder hasta hacerme ceniza como el Werther frívolo y apendejado que soy pero ay de mí pero ay de mí créanme que la comisión de este último ritual ha ido cobrando con el tiempo carácter de urgencia porque esta lenta putrefacción es ceremonia de cobardes tengo un vacío que me hiere sin plenitud y que debe ser llenado con el fuego de la autodestrucción me quiero morir y eso no es nada nuevo


PRELUDIO

“Last night I felt Real arms around me No hope, no harm Just another false alarm”. Last night I dreamt that somebody loved me – The Smiths. El vacío al que tu ausencia me condena, gélido abismo que se extiende entre mis brazos, territorio lúgubre y astillado que sólo admitirá el maligno candor de tus formas, lo llenaré con los pequeños astros de plomo que al fin han hallado la excusa perfecta para besar las paredes de mi garganta y erupcionar, luego, más allá de las fronteras de mi cráneo pulverizado. Delataron nuestros escalofríos la putrefacción de este amor enfermo; y en el mar de hielo que brotó de tu boca temerosa, hemos terminado por perdernos el uno al otro para siempre, para siempre, y sólo nos resta soportar el hedor y masticar los gusanos que roen nuestra carne encendida por las llamas del infierno ártico que una tarde sembraste sobre el delirio. Créeme que allí donde tantas veces hallaste la ternura de mi mirada Amélie hecha agua a tus pies, a tus remotos piececitos de niña cruel, ahora sólo te aguarda como corona fúnebre la aureola eclipsal de dos agujeros negros hambrientos de desiertos floridos. ES CUIDAR DE MIS ALITAS DE PORCELANA, LO ÚNICO QUE DE MÍ QUEDARÁ EN ESTA CIÉNAGA MALDITA.


POSDATA

me descubrí contabilizando una por una mis pastillas del trasnoche sumadas a las de matinée resultaba una cifra escalofriante que me hacía sonreír y poner caritas felices en el Facebook ciento cinco ciento cinco adioses pequeñitos e indoloros son motivo de alegría para cualquier miserable o cobarde o vanidoso que desee morir más lindo que nunca no más Dolores no más Soledad no más mujeres con esos nombres no more love no more pain perqué non sono ni Jesucristo Superestrella ni Donnie Darko que dieron sus vidas por otros por Otra por Ella esta muerte mía es autocompasión


NO PODRÁS DEJARME DE AMAR CUANDO ESTÉ MUERTITO / MUERTITO, SERÁS SIEMPRE MÍA

«Love me, love me Say you do Let me fly away With you». Wild is the wind – Cat Power. 28/11/08 Vengo de cortarme el cabello donde la peluquera del barrio. Me dejó casi rapado y sin barba, pero con un coqueto bigote que me hace lucir dulce y sexón, como el actor porno más tierno de la galaxia. Me veo guapo, o eso creo. Bueno, ésa era la idea, verme lindo, lindo. Dejar un cadáver bello es una de mis mayores y más ridículas obsesiones. Pienso en Ian, pienso en Kurt, pienso en mi Werther, pienso en mí (haciendo de todo para verme más lindo que nunca). 29/11/08 Hoy, auditorio imaginario, desperté pasadas las cinco de la tarde. Sucede que anoche salí a reventarme, a reventar la poca vida que me va quedando. El cóctel infernal consistió en un poco de noche, amigas entrañables, licor, boleros y químicos para incendiar las percepciones. A ratos, no sé, me sentía bíblico, como si estuviera asistiendo a mi Último Exceso. Y así creo que fue. Porque de nada sirvió llenarme con substancias las venas: hoy me siento más vacío que nunca y, como el más vulgar de los niños-magdalena, pienso que debo acabar con todo lo antes posible. Llamémoslo "autoconmiseración", llamémoslo "patetismo neorromántico del Werther chileno del post-punk", llamémoslo "desde tu abandono, mi vida no es


vida sino un despojo de vida que no quiero, mi vida", llamémoslo "te amo, mi niña Mía, pero ahora mi único anhelo es que te pegues un tiro después de mí". 30/11/08 a ratos siento que estoy a punto de colapsar / a ratos me siento desvanecer / por no tomarme la amitriptilina por no tomarme la sertralina / por suspender las dosis sin previa consulta médica / y pienso que de un momento a otro voy a desplomarme sobre el suelo / con el corazón dinamitado al fondo de esta cloaca inmunda que algunos llaman "pecho pechito pechón" / pero que yo sólo atino a rebautizar como "cloaca inmunda" o "cenicero portador / del corazón carbonizado más romántico de la Vía Láctea" te cuento pequeña que éste no es un puto poema y que planeo morir para destruirte la vida / te cuento pequeña que mis palabras son de hierro cuando hablan de muerte / te cuento pequeña que te odio por masticarme tan tiernamente y luego vomitarme en el escupidero existencial / te cuento pequeña que si no me estoy tomando las pastillas es porque las estoy guardando / te cuento pequeña que el martes las engulliré una por una hasta llegar a cien


PAPELITOS SUELTOS


ay, si supieran, padres mĂ­os, si supieran que cuando me compraron el Silabario Hispanoamericano, de alguna manera estaban condenĂĄndome a una muerte prematura.


LA POESÍA ES LA MADRE DE TODAS LAS MENTIRAS

Ningunos lectores: Si lo que Ud. busca es poesía, me temo que aquí no la encontrará. Le recomiendo seguir de largo. Le explico: éste no es un libro (y de poesía, menos) sino más bien un perpetuo piropo a alguien, a Una... y a mí mismo. Nunca ha sido mi intención jugar al poeta (miento). La impostura me sale natural (miento). En la tierra de los clichés ambulantes, yo soy el rey. Mi corona es de paja. La Pizarnik sonríe. Ella tampoco fue poeta. Ella era otra cosa. Anoche vi Amélie una vez más, pero no sirvió de mucho. Nunca estuvo París más lejos de ser mía. Qué amargo es mi corazón. Demasiado rojo. Las cosas más dulces están hechas de infinitos átomos de tristeza, dicen. Y mi cabeza está frita y ya no sé ni dónde estoy. Tengo recuerdos vagos de una vida pasada. Una vida pretérita que es ésta. O quizá estoy muerto. Pero nadie se ha enterado aún, nadie ha recordado enterrarme bajo el Pacífico (de allá no se vuelve nunca, eso es lo bueno). Ciertamente, desestimo al lector. Y aquí atrasito me escondo yo. Desatte., El escribiente.


yo no le canto a la posmodernidad ni a la urbe ni siquiera al desgarro metafísico-porno eso se lo dejo a los poetas a los elegidos a las yegüitas mesiánicas de la capital qué sé yo de la historia de Chile qué sé yo de nada sólo supe estropearlo todo esta hoja ha perdido su decencia sólo sé parir esto un no poder más


II

la PoesĂ­a virgen putĂ­sima menstruante-impenetrable es la mĂĄs maraca de las maracas pero yo le prendo velas todas las noches


III

un coro de niños mudos ha perdido la inocencia un coro de niños mudos canta una canción de muerte un coro de niños mudos ha descubierto que la poesía no es más que la reescritura del silencio


a veces escribo a veces me pierdo a veces siempre


IV

cena de año nuevo / la exigua familia en pleno / tristeza enmarcando el cuadro / el año viejo ardiendo en llamas frente a la casa / humareda tóxica / diez, nueve, ocho... / un nuevo año / abrazos y nada / una frasecita mía, inspirada y divertida: "se inicia un nuevo ciclo de miseria y dolor" / risas en el comedor.


V

evanescente como la nata rezumada en la hora incierta escurre de entre mis labios un v贸mito con alitas negras una mariposa agrietada enamorada del insomnio depredador de albatros y met谩foras de buena crianza una vez destripada la noche la ciudad no perdona dicen


VI

(Si no fuésemos tan gallinas...) Yo Tú Él (ella) Nosotros/as Vosotros/as Ellos/as

me te se nos os se

abreviaría abreviarías abreviaría abreviaríamos abreviaríais abreviarían

HOY MISMO (Ay, mis automártires del rock, herédenme su fragilidad de niños enloquecidos de odio, herédenme el pretérito perfecto para mi tragedia.)


VII

0.25 centurias, 2.5 décadas, 5 lustros, 25 traslaciones de la Tierra, 300 meses, 9.132 días, 219.168 horas, 13.150.080 minutos, 789.004.800 segundos, infinitos sangramientos... He ahí el mórbido cronometraje, el infame proceso de contabilidad, la auditoría que sentencia: "eres un guacho de mierda".


VIII

un ave mutilada agoniza en playa Trakl moribunda, aletea pavorosamente y proyecta sobre la arena memorias como fotogramas bato mis pestaĂąas, asĂ­ las bato sonrĂ­o


IX

A Alejandra y A la ni帽a-miau en que se reencarn贸 No es verbo ni sustantivo, sino el remoto hemisferio de una cama demasiado austral. No indica acci贸n, no indica estado, indica por qu茅 no eres feliz. No hace referencia a maullar tristemente en cama porque Alguien no viene, sino yacer porque ese alguien no yace contigo.


suicĂ­dame las ganas de morir. pero antes, no lo olvides, acicĂĄlame la herida.


X

Soy todo hemorragia, pero (o talvez por lo mismo) no ceso en mi llanto musicalizado y afinadito. Lamentable canto lamentable. Canción a canción, entre The Smiths y PJ Harvey van noqueándome, haciéndome bolsa desde las tripas hasta el alma, rasgándome la piel de cebolla con el filo de sus Shame o de sus Last night I dreamt that somebody loved me. No quiero ni imaginar qué pasaría conmigo si el inglés no me fallara a ratos. Y me pregunto, inútil e irremediablemente me pregunto: cómo serán las vidas de quienes dicen "escuchar de todo", cómo serán. Yo no podría hacer tal cosa, escuchar cualquier huevada. (Tiene que dolerme, tiene que dolerme. Canción, duéleme.) Algunos toman hasta matarse o, los más alumbrados, simplemente abren fuego contra sí mismos, se borran de este mapa de dolores, se convierten en minúsculas manchas rojas sobre el pavimento universal. Yo, en cambio, subo el volumen.


XI

porque estoy enamorado de una Carencia mañana no iré a clases y me quedaré en mi madriguera generando fuego interno a larga distancia ¿sabe? me gusta esto del ausentismo estudiantil esto de alienarme en colores negro y rosa esto de arroparme entre las palabras más tiernas de la galaxia esto de frotarme entre una M una I y una A para sentir menos frío para sentirme menos solo


XII

mutílame en un fragmento enterito de mí ay, qué largo peregrinar hasta tu carne incrústame los dientes, mastícame engulliré como una cerda cada porción abrázame fuerte con mis pálidos bracitos esclavo mío, digerido estás aquí adentro


aquĂ­ habita el dolor mi dolor es la palabra el Ăşnico agente comunicante


XIII

Hace exactamente dos años, en la ciudad más fría de mi Chile conocido, descubrí el calor. Fui el pendejo más feliz de la tierra. Cómo no serlo, si la noche de Puerto Montt nos tomó en sus brazos y nos lamió ansiosa las heridas. Cómo no serlo, si después de tanto andar y desandar años y kilómetros, al fin había hallado mi hogar. Sentí que éramos una sola boquita hambrienta, que compartíamos una misma lengua mojada, como siameses ardientes. Y, sí, atesoro esa quincena de amaneceres como lo que son: las únicas cinco veces en que sentí que no estaba huérfano en la vida.


XIV

Ay, mala noche la de este mal día. Estuve restregándome el llanto contra mis muñecas, como deseando que en vez de lágrimas, fuesen hojas de afeitar lo que de mis ojos brotaba, como deseando llevar un traje calato de Pornosuicida bajo mis ropas de Peter Pan demasiado cobarde para la muerte. Cuánta ingenuidad, por Dios. ¡Este niño tiene alma de poeta! Es un pobre diablo. La buena noticia del día fue que se me acabó la amitriptilina. Mañana, mi adorada madre, que es el ángel que cautela mi sanidad mental, me traerá nuevas provisiones. Pronto tendré en mis manos esa virginal cajita portadora de cien pastillas que son promesa de felicidad si te las tomas todas de una vez, con algo de cerveza o ron para acompañar. Sí, estoy tejiendo un sombrío plan: llenarme la panza con un centenar de alegrías.


XV

dedico a mi persona a la de ahora y a todas las demás que soy cuando no soy esta mal llamada poesía este tango-harakiri que bailo solito esta puñeta de virgen suicida este bang bang lechoso en mi cara de niño bueno esta sublime violencia de porno japonesa este abanico Locomía de filo otoñal esta puñalada que me sodomiza el aullido estas gárgaras de jardín licuado de rosas podridas estos lirios negros que brotan de la desembocadura


tú no estás y yo muero puntualmente una vez al día


XVI

alguna vez escribí por ahí: no hablemos de poesía: estas escrituras son apenas el retrato hablado de una c i c a t r i z


XVII

mi cuerpo estremecido describe la geografĂ­a abrupta del abandono


XVIII

He vertido todo mi precario ser en este inacabable poema de excremento y semen. Aquí he sido más yo que en ninguna otra parte y he pulverizado la noción de un Otro. Tú sólo existes desde mí, y desde mí eres testigo/a de este miserable espectáculo que, lejos de toda pretensión poética, es simple y llanamente exhibicionismo, es simple y llanamente pornografía barata. Me corro la paja mientras lloro, así funciono. Y si eres nuevo/a por estos lados, no imaginas cuánto me gustaba hacerme heridas para después lamérmelas con mi propia lengua. Pero ya basta de ser la estrella en este show grotesco de bailar como una puta al borde del despeñadero. No sé si ya lo habré dicho antes, pero estoy harto de reescribir siempre el mismo poema, el mismo epitafio.


mi sangre pide e l d e s b o r d e d e l o s r Ă­ o s


NOVELA (FINAL CUT)

Así que, habiéndoles ahorrado la paja, la ornaméntica y los laberintos circulares, sólo me resta narrarles... no, informarles sobre el epílogo de la historia, es decir, la génesis de todo lo demás: una penumbra hambrienta, una habitación fría, una cama árida, un hombre solitario yaciendo.



ENTRE TU APOCALIPSIS Y MI MUERTE


X NEGRA, MANCHA ROJA, FONDO BLANCO

Yo no supe de los climas más que el diluvio en mis ojos, pero según recuerdo- ya nevaba en mi Patria Esteparia y el ahorcadito de Manchester aún se mecía en la cocina cuando, con mis 33 años y mis 33 razones, comencé a subir con destino al trigésimo tercer piso, el último del arbóreo edificio que levantarán mañana en la esquina de Muro de los Lamentos con 21 de Mayo. En beneficio de una mayor teatralidad apocalíptica Zeffirelli style, el ascenso a la azotea del coloso enmaderado lo hice por las escaleras, rehuyendo la comodidad de los ascensores. Fue un tránsito penoso, un Vía Mortis extenuante y sin una mísera botella de Gatorade cocainado que tentase a mi absurda estoicidad de suicida inminente. -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO


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VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------VÉRTIGO -----------------AFERRADO A LA CORNISA COMO AVE CARROÑERA DE SÍ MISMA EL PUSILÁNIME DE JAMES STEWART VE AL ÁNGEL DE LA MUERTE DE KIM NOVAK CAER DESDE CINCUENTA METROS OCHOCIENTAS NOVECIENTAS ¡MIL VECES MÁS! COMO SI SU MEMORIA FUESE UNA METRALLETA INAGOTABLE DE FOTOGRAMAS CULPOSOS SADOMASOQUISTAS DE MATINÉE RETORCIDA LA VE PRECIPITARSE Y PERDERSE EN EL INSONDABLE VACÍO OCULAR DE ÉSAS OTRAS TAN POBREMENTE IDÉNTICAS A ELLA


Meses después, ya por fin en la azotea del edificio, recordé a ése tal Tristán Rêveur y pensé, no sé si antes o después de lanzarme al vacío, que había demasiada belleza pendiendo frágilmente de las pestañas del mundo como para quedarse a presenciar la caída y muerte de esas únicas y pequeñas cosas por las que vale la pena vivir. “Vivir y morir”, corregí para mis adentros. La nieve ha cubierto la negra marca que dibujé sobre el pavimento. No obstante, mientras caigo presiento que sabré encontrarle la boca podrida a esa X tan seductora.


ESTEPARIEDAD

Cinco de la tarde “y la vida que no me da respiro”. Desde el mediodía que una alarma de horas deshojadas suena y resuena en un taladrar inagotable, a casi un metro de distancia de mi brazo cercenado por la apatía. Pareciese que fuera un domingo de enero, pero cómo saberlo si perfectamente podría ser un viernes de mayo o un martes de septiembre. Desde este agujero, todos los días lucen idénticos. ¿Sabes?, siento áspera la lengua y extraviado el rumbo. Una vez más. Supongo que anoche me emborraché de nuevo. Al menos, esta vez terminé en mi colchón y no a los pies de algún banquito de plaza céntrica. De seguro, tomé aquí mismo y las botellas aún se balancean bajo la cama. Sin embargo, no tengo la menor idea de cómo llegó a mí esta vez el mar de olvido en que me ahogo a diario. Sospecho que debo tener un abastecedor celestial, un ángel de la guarda que me corrompe con abnegación de madre. Odio pensar en mí como un grotesco niñito barbado, pero lo cierto es que me pica la barba de trece días. Mañana me afeitaré la barba de catorce días. A decir verdad, no me afeitaré mañana, es sólo un decir. Quizás me afeite la barba de quince días. Todo pero todo en este guiñapo de vida ha perdido sentido para mí, menos este infinito sangramiento en forma de palabras vacías que fluyen una tras otra como un río podrido hasta desembocar en una gran orgía de solipsismo y baile. Esta habitación oscura, este abismo preñado de tinieblas, es el último recinto del universo; más allá de sus paredes, más allá de sus fronteras, el mundo se ha extinguido. Nadie puede oírme en esta patria ensordecida por las llamas; mis estertores


son un grito sordo a los oídos de las fantasmas que colecciono. Escribo para un público de ficción. ¡Es el fin de los tiempos, mis guachos imaginarios! No existe —créanme— afán más vano que el de escribir para el viento; sin embargo, no ceso, no claudico, no me rindo, continúo escribiendo y reescribiendo, sangrando y desangrándome, drenando mi pecho fosilizado. Confieso que no he vivido sino a medias, deseando travestirme de Rimbaud sudaca y cantar boleros que musicalicen las memorias de ese otoño salvaje que aún hace estragos de arte en mis plásticas entrañas. Hoy, ya no queda nada, ni metáforas ni el remedo de dios escritural que alguna vez ambicioné ser. En fin, qué sé yo de la vida como para hablar de ella... Ahora sólo escribo por compromiso, con la urgencia de un agónico testador. Creo que lo único que me va quedando de poeta es el desgarro, la eterna herida; pero no sé ni cómo transportar ese sentimiento a un papel que ya no admite formas poéticas. Quiero morir. Quiero morir. No encuentro más palabras.


MEET ME IN MONTAUK (O REESCRITURA DE LA ÚLTIMA CARTA DEL JOVEN WERTHER)

GABRIELA: ya no hay vuelta atrás ni cómo desandar las escrituras el testimonio de mis pies tintasangre he decidido escalar la cumbre de esta quebrada bajo el mar para silenciar así mi corazón con la aniquilación de todo lo demás y te lo informo con el único propósito de herirte también de muerte cuando leas este poema que no es poema sino adiós y promesa de cópula entre metal y carne yacerán en mi cama las larvas sedientas del agua negra de mi cuerpo frío y mutilado por la extirpación de su pálido pedacito de Puerto Montt prométeme Gabriela que teñirás de rojocasinegro la luna el mismo día en que leas la noticia de mi muerte y digo “muerte” porque soy morboso porque no le temo a la palabra y me gusta porque me sumerge en el delirio y la resignación de saberme únicamente capaz de esa clase de heroísmo pasado de moda ay pendeja de mí aún no comprendo


por qué me mordías la lengua cada vez que entonaba la canción de muerte cifrada en mi aliento ahora contempla mi sangre correr por ti contempla la triste analogía de mi vida vaciada por el insoportable abismo engendrado entre nuestros cuerpos carenciados distantes carenciados llora mi niña muere así debe ser así lo anhelo esta noche es la última chance de abrir mis ojos y ver mi alma incendiar el mundo sí ésta es la última de mis desolaciones felizmente no volveré a ser testigo ni víctima de la obscena obscena luz de la mañana ay Gabriela tan lejos tan lejos de mí por qué dejaste de leerme la herida por qué no escuchaste el colorcito nuevo de este réquiem dance-sin-dance tantas veces te soñé cantándome al oído frenética y suplicante “Love me love me... Say you do” tantas veces te soñé poseída por una versión de Cat Power más sombría más etérea más carita de pena tantas veces te soñé ensayando conmigo nuevas formas de lamernos las bocas con sabor a fresa y tabaco ¡perdóname perdóname!


¿recuerdas el estallido de claveles como rabiosos borbotones de sangre cuando por vez primera tomaste por asalto mi boca tímida? luego partiste al trabajo y yo corrí corrí febrilmente corrí con la euforia de un niño púrpura ebrio de abriles en verano y que todo muere y que polvo eres y en polvo te convertirás rezan los apocalípticos de Vicuña Mackenna los mercaderes de la Santísima pero ni la eternidad óyeme bien ni la eternidad ni el mismísimo Dios en que no creo podrán abortar de mi memoria el recuerdo de aquel verano en que fuiste mía como en una cursi balada épica desde mi ventana no vi nunca más astros ni lunas con innúmeras huellas dactilares como delatores de tantas violaciones perpetradas bajo pretexto de mediocres florecimientos desde mi ventana te vi tantas veces transformarte de musa a solcito dictador con carita lunar sólo para ti viven todos los infiernos bajo tu sombra


satánico y celestial arderé por última vez ¡ay Gabriela mía y sólo mía! ¿acaso no comprendes cuán afortunado soy de sacrificar hoy por ti mi vida? sólo algunos tristes bastardos logramos abrazar el privilegio de morir por nuestras Charlottes conoces mi anhelo y aquel aquel poema nada me importa menos que el lugar del sepulcro de mi desgabrielado cuerpecito pero imploro ser cremado con tu pulsera prendida a mi muñeca izquierda como quien se aferra al último fulgor de un moribundo luminoso y en eso se me fue la vida en suplicarte que no me soltaras adiós adiós... amor mío



ÍNDICE

PRÓLOGO

05

TRÁGICO Y SUPERFICIAL

09

PAPELITOS SUELTOS

41

ENTRE TU APOCALIPSIS Y MI MUERTE

69




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