ArrotxapeaHistoria,memoria y compromiso

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Arrotxapea Historia, memoria y compromiso Patxi Abasolo Lopez



Arrotxapea Historia, memoria y compromiso Patxi Abasolo Lopez



Atzoko zein gaurko Arrotxapeako auzokide menderakaitz guztiei Etxeko hiru sorgin maitagarri horiei


Patxi Abasolo Lopez 2012 Errotxapeako Jai Bazordea http://www.errotxapea.net http://www.arriasko.com http://arrotxapea.blogspot.com

Maketazioa eta diseinua: Gurutz Cilveti http://www.kooperatiba.com Imprimategia: Antza inprimategia Zirkuitu ibilbidea, 2 路 20160 Lasarte-Oria (Gipuzkoa)

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Prólogo del autor

U

n contador de historias enamorado de los movimientos populares. Ésta podría ser una de las muchas respuestas posibles sobre la identidad del autor de estas líneas. Aunque, por encima de todo, eso sí, un enamorado de los movimientos populares. Porque éstos son quienes, en verdad, tienen la capacidad de transformar nuestro barrio, el mundo, en una Arrotxapea y en un mundo más justo y más feliz. De eso saben mucho las gentes del barrio extramuros más viejo de Iruñea. Convencido como estoy de que crear y luchar son, o deberían ser, siempre caras de la misma moneda, el presente libro responde a la necesidad del autor de colaborar a favor de uno de los agentes sociales más importantes de un barrio que le acogió hace ya mucho tiempo: la Jai Batozodea, la Comisión de Fiestas. Por tanto, las siguientes páginas son un compendio de historia, memoria, pasado, presente y compromiso militante, entre otras muchas cosas. Este año 2012 ha sido el año de las Conmemoraciones, tanto en nuestro barrio, como a lo largo y ancho de todo el territorio histórico navarro: 500 años desde que las tropas castellano-aragonesas iniciasen una invasión más en el largo proceso de conquista del viejo reino vascón; 20 años del nacimiento de la revista Ezkaba y la Gazte Asanblada; 10 años de la desaparición del Servicio Militar,1 y de la muerte de una entrañable persona, muy querida por las gentes de aquí, el investigador Jimeno Jurío; y, seguramente, otras muchas conmemoraciones que ahora se nos escapan. La lectora y el lector podrán comprobar cómo todas ellas se encuentran presentes, de una u otra manera, a lo largo del libro. Este trabajo no pretende ser una síntesis de la Historia de nuestro barrio, sino una humilde aportación a la misma, con el objetivo de acercar a las vecinas y vecinos 13


de Arrotxapea algunos acontecimientos y procesos históricos que han protagonizado las gentes de un barrio que, durante siglos, apenas conoció transformaciones importantes hasta el siglo XIX y, muy especialmente, la segunda mitad del siglo XX. Por un lado, hemos realizado una selección de las colaboraciones escritas por el autor para la revista Ezkaba. Tras recordar que las fiestas y las alegrías de nuestro barrio han tenido siempre el contrapunto de la actitud gris y autoritaria de sus supuestas autoridades legales, realizaremos un viaje al siglo XIX a través de la mirada de sus mujeres, aquellas amas de casa, vendedoras, sirvientas, lavanderas y prostitutas, figuras todas ellas clave para la supervivencia familiar. Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, encontraremos unas fuentes y abrevaderos hoy ya inexistentes; vecinos como Guillermo Isidoro, el Vasco de la Carretilla, obligados a emigrar a tierras lejanas en busca de un futuro mejor; y un barrio de Curtidores, cuya última vivienda ha sido recientemente pasto del fuego y de la desidia del ayuntamiento. Del siglo XX hemos abordado tres acontecimientos muy significativos para Arrotxapea y toda la Alta Navarra: la sublevación militar de 1936; aquel nuevo movimiento obrero de los años 60 y 70; y el fenómeno de la Insumisión, muchas de cuyas páginas fueron escritas por los jóvenes rochapeanos. Finalizaremos con un viaje al Infierno, con la esperanza que no vuelva a repetirse nunca más. Como Arrotxapea es euskara, euskaraz idatziko ditugu azken lerro hauek, con la esperanza de que, quien no las entienda, sienta la necesidad de acercarse y aprender la lengua de nuestros ancestros. Aspaldiko kontuak aztertzeaz gain, hausnarketarako tarteak ere bilatu nahi izan ditugu, aspaldiko gertaera historikoak eta gure errealitate hurbila uztartuz. Eta horrekin batera, hainbat auzokideren izen-abizenak gogoratu, Arrotxapea bizirik izatea, neurri handi batean, haiei zor baitiegu. Arrotxapea (Iruñea), 2012ko abendua.

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Las No-Fiestas de Arrotxapea

Aitzineko auzokideek botatako irrintziaren oihartzuna iritsi egin zaigu aurten ere: garbitzaileen, baratzezainen, mirabeen, etxeko andreen, lantegiko emakumezko zein gizonezko langileen irrintzia, atzoko eta gaurko auzokide menderakaitzen irrintzia. Gure auzoa lozorroan egon ez dadin, Arrotxapeak bizirik jarrai dezan. 2011ko Pregoia 15


Asamblea informativa, Junio 2010. Fuente I単aki Vergara

Ez dira batere berriak Arrotxapeako auzokideen eta udal agintarien arteko tirabirak. Atal honetan XVII. mendean abiatuko gara, eta XXI. mendeko atarian gelditu, festarik gabeko 2000. urtea gogorarazteko.

Rueda de prensa, junio 2010, Fuente: I. Vergara

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C

omo viene siendo habitual en Arrotxapea, las semanas previas al Solsticio de verano son de una actividad frenética para las personas y colectivos integrados en la Jai Batzordea, en la Comisión de fiestas. Entre esas mil y una imágenes, quiero recordar en esta ocasión la de esas rochapeanas y rochapeanos con el carro de la compra repartiendo el programa de fiestas casa por casa. Como premio, la satisfacción de haber hecho barrio y, si hay suerte, una buena comida en alguna elkarte del mismo. Satisfacción y una gran dosis de agujetas pues, ciertamente, el ascensor de poco sirve en estas ocasiones, donde estas gentes valientes han de recorrer piso a piso todas las puertas, independientemente que éstas terminen por abrirse o no. Muchas horas invertidas, mucha ilusión, pero también muchas trabas y disgustos, mayoritariamente impuestos por nuestras supuestas autoridades municipales. De hecho, en alguna ocasión Arrotxapea se quedó sin fiestas; eso sí, para garantizar que no desaparecieran definitivamente. Sucedió en el año 2000. Aunque, la verdad, no es tanto tiempo, si tenemos en cuenta que los primeros testimonios documentales de problemas entre las gentes rochapeanas y el Ayuntamiento nos retrotraen hasta el mismo siglo XVII. En aquella ocasión, según cuentan las crónicas de la época, la suspensión del abanderado que precedía a los toros en la feria sanferminera motivó “una bronca fenomenal por parte de la loca Rotxapea cuando entraron en la plaza”. Prácticamente todo el siglo XVIII estuvo marcado por el signo de la prohibición. Cuando los mozos rochapeanos conseguían la licencia de fiestas, las amenazas en caso de incumplimiento no daban lugar a dudas, como aquella prohibición expresa a que las “fiestas patronales tengan duración de más de un día, bajo multa de veinte libras”. Pues si, las multas no son cosa nueva por estos lares. El siglo XIX comenzó con un “No hay lugar” como única respuesta a la solicitud de fiestas del año 1801. Más adelante, no obstante, terminaría por imponerse lo que llegó a ser el recinto festivo durante todo el siglo XIX: la Plaza Arriasko, con sus bailes de gaita y tamboril, sus mayordomos, el baile de la Era, rellenos y piperropiles, estos últimos, dulces semejante a las rosquillas.2 Ya en el siglo XX, el espacio festivo se duplicaría: la Plaza Arriasko de la Vieja Arrotxapea, y la plaza de la Estación de Ferrocarril. Tras el largo paréntesis impuesto por la guerra y los duros años de dictadura que le siguieron, la segunda mitad del siglo XX ha conocido distintos recintos festivos: en la Primera Fase del Salvador (junto al actual Basajaun), en el patio de Ave María (actual Patxi Larrainzar), en la 17


Carteles de Esteban y Ekain

plaza del Monasterio Viejo de San Pedro, en el cruce entre Cruz de Barcacio y Juslarrotxa, en la plaza Urzainki, en Bernardino Tirapu, y en el actual Paseo de Enamoradas y enamorados. Las fechas también han sido muy diferentes: septiembre, en agosto (festividad de San Lorenzo) y, ahora, la segunda semana de junio. Lugares y fechas distintas, pero siempre fiestas hechas a la medida de sus gentes. Aunque no haya sido nada fácil. No fue el caso del año 2000. ¡Cuántos debates, discusiones y decisiones que tomar! El Ayuntamiento de Pamplona había decidido poner punto final al espacio popular de las txosnas (barracas políticas), entre otras muchas trabas, y el barrio tenía que decidir si aceptaba la censura o plantaba cara a los de arriba para que las fiestas de los de abajo siguiesen siendo como siempre: participativas y populares. Arrotxapea, para no defraudar su buen nombre, lanzó el órdago: “Las fiestas, de serlo, como nosotras queremos que sean. Sino, no hay fiestas” Era una apuesta fuerte. Si el barrio no respondía en consecuencia, la victoria del Ayuntamiento marcaría un antes y un después en la organización de las fiestas. ¡Vaya si respondió! Ahí estuvieron las gentes rochapeanas y las de los barrios vecinos, en la calle, el sitio por excelencia para las gentes de abajo con conciencia de serlo: protestas en el pleno

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municipal, caceroladas, cortes de tráfico, manifestación al Ayuntamiento… durante todo el fin de semana de no-fiestas. Resultado final: un año sin fiestas para que, en adelante, el barrio pudiese seguir disfrutando de ellas como siempre. Tras aquel verano sin fiestas, a finales de septiembre, la Comisión de Fiestas organizó un día grande para empezar con buen pie un nuevo curso que no se presentaba nada fácil. Arrotxapea se regaló a sí misma 24 horas de intensa fiesta: mayordomos, chocolatadas multitudinarias, juegos y castillos hinchables, artesanía, degustación de fritos y vermouth solidario, jotas, torico de fuego, cenas populares, música, bailes… Aunque, ciertamente, ese día no pudo cubrir el vacío dejado por las no-fiestas de junio. Todas sabemos que no es fácil navegar contra corriente, aunque sea lo más justo y, demasiadas veces, estemos abocadas irremediablemente a hacerlo. Hace falta mucha energía, esfuerzo, trabajo, ilusión, y muchos medios. Sin todo ello, no serían posibles proyectos como la Jai Batzordea. Así que, querida lectora, querido lector, ya sabes… ¡A ponerse las pilas, que el barrio es cosa de todas las personas que trabajan y viven en él! ¡Está en nuestras manos!

Interrumpiendo el pleno municipal . Fuente: I. V

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Jaietako Pregoia (2011)3 Hona hemen bizirik dagoen auzo baten deiadarra. Iruñeko harresiz kanpoko auzo zaharreneko Jaiei ongi etorria, herri honen zein Europako hizkuntza zaharrena ahoan. Arbasoen ondarea maitatuz, gazteleraz, frantsesez, ingelesez, txineraz eta mila hizkuntz gehiagoz mintzatzen diren auzokide euskaldunek osatutako Arrotxapearen deiadarra. Aitzinako auzokideek botatako irrintziaren oihartzuna iritsi egin zaigu aurten ere: garbitzaileen, baratzezainen, mirabeen, etxeko andreen, lantegiko emakumezko zein gizonezko langileen irritzia. Gure auzoa lozorroan egon ez dadin, Arrotxapeak bizirik jarrai dezan. […] De nuevo tres días para sacudirnos del sudor del trabajo, de crisis económicas creadas al margen de los intereses de nuestra gente, la gente trabajadora, y de tantas y tantas otras cosas que muchas veces hacen que el día a día no sea precisamente el cuento de hadas que nos contaron en nuestra más tierna infancia. Tenemos tres días para mostrar al mundo entero que otra Rocha es posible, una Rocha alegre, participativa, solidaria, comprometida con sus gentes, donde todas y todos cabemos, con el orgullo y la satisfacción de no querer sino seguir siendo lo que hemos sido hasta ahora, un barrio formado por miles de personas con ganas de seguir apostando por un espacio vivo: un barrio alegre y reivindicativo. Badatoz Auzoko Jaiak, Arrotxapeak berak eta guk guztiok, emakumezko zein gizonezko auzokideok merezi ditugun Jaiak. Gora Arrotxapea bizirik, auzokide librez osatutako auzoa!

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En el regazo del monte Ezkaba Bidaian doa izar hilen argia, eta haien distiraren hegaldiagatik ikusten ditugu bizirik. Gitarrak, ez baitu ahazten nor izan zuen kide, eskuaren ukiturik gabe jotzen du. Bidaian doa ahotsa, ahorik gabe darrai. Eduardo Galeano4

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