Candy es pura energía creativa, una artesana, eso está en su ADN, pero sobre todo es una mente inquieta que no para de aprender... ¡Y producir! Esto está presente a lo largo y ancho de este hogar. Por ejemplo, en la planta baja tiene un horno y un taller para cerámica. En la cambra (bajo el tejado) tiene amplio un estudio para hacer patchwork y coser. O lo que quiera porque en este lugar se te pueden pasar las horas trabajando sin darse uno cuenta. Infinidad de cestas con telas, libros, mesas para cortar, tabla de planchar y maquina de coser a punto... ¡Perfecto! En las paredes vemos grupos de cuadros de cerámica, muchos son reproducciones de socarrats (cerámica medieval valenciana), pero Candy no contenta con ello y aprovechando que se estaba arreglando su casa, pintó y coció azulejos para su cocina y sus cuartos de baño (que por cierto es una idea estupenda). Eso mismo hace con todo tipo de piezas cerámicas y últimamente también se ha atrevido con los murales. .