LA FRAGUA
forjando realidades, construyendo sueños
identidad imaginaria en las personas que ha sido denominada como “el occidental de segunda mano”. No sería sorpresa observar como un joven muestra una clara preferencia a una determinada cultura extranjera, demostrando incluso apatía a la cual pertenece. Esta consecuencia provocada por la globalización es preocupante. Una persona, una identidad, reniega su propia identidad para transformarse en otra ajena a la suya cuando es casi imposible que logre su objetivo. Pues ya explicamos que la identidad no se resume solo a objetos materiales y adopción de determinadas costumbres, es algo mucho más que eso. El hecho de que una persona nazca en un determinado país, ya configura parte de su identidad, hecho que nadie podrá borrar o cambiar. Esta nacionalidad viene de la mano de una cultura específica de la cual el individuo no podrá rehuir. Aunque por más que quiera asemejarse a una cultura “superior” a la suya, el individuo se verá encadenado a lo que ya forma parte de él. Lo único que logrará este individuo será alcanzar la mezcla entre un chileno reprimido y un fanatismo extranjero. Este hecho que se ha estado concibiendo los últimos años se ve ejemplificado en la alta tasa de extranjeros que se han ido a vivir a los Estados Unidos con la gran esperanza de formar parte de una cultura superior y que cumpla las expectativas de los nuevos habitantes. Estados Unidos recibe actualmente un número importante de inmigrantes de diferentes países del mundo, un alto porcentaje proviene de latinoamérica y particularmente de México. Los datos proporcionados por la Encuesta Continua de Población de Estados Unidos 2005 (Current Population Survey del 2005) muestran que California, Texas, Arizona y Nuevo México, registran la mayor concentración de inmigrantes: 69.1 por ciento, que en términos absolutos significa un total de 7.6 millones de personas9. Pero ya hemos visto como los nuevos habitantes son discriminados de la misma forma en que aquí se discrimina al peruano o al boliviano. Por un simple detalle, no forman parte de su identidad nacional. Entonces tenemos dos casos: la persona que intenta renegar su cultural aspirando a formar parte de otra y el caso de la persona que habita en otro país buscando adaptarse a la comunidad. Ambos casos provocados por la globalización, que en su intento de engatusar al consumidor con productos internacionales, confunde a las personas haciéndolas querer formar parte de una identidad que les es simplemente ajena e inalcanzable. Actores principales: Los Mass Media y la Educación Irónicamente, la solución a este complejo problema pareciera ser simple, la toma de consciencia, pero es más dificultoso de lo que se puede llegar a
Año I, N° 4 - 2011
percibir. Ya que entra en juego un actor primordial en el desarrollo y progreso de toda cultura, la educación. Podríamos, además, agregar un actor secundario que serían los medios de comunicación masivos, pero estos se encuentra supeditados al protagónico. Pues una persona con una buena base educacional podrá discriminar y analizar sin mayor complejidad los diversos mensajes que recibirá de los distintos medios de comunicación. Aun así, se analizará la función de los medios de comunicación en este juego que define la autonomía cultural de un país. Néstor García Canclini realiza una interesante observación respecto a la dinámica que funciona entre el medio y el espectador. Se pondrá como ejemplo la televisión en esta interna codependencia que consiste en un medio que ofrece una variedad de programas pero estos no siempre se ajustan a los gustos del espectador. Vale decir, que más que la televisión ofrezca programas que encajen con los gustos del espectador, el espectador se verá obligado a elegir la mejor opción televisiva10. Sintetizando, lo que se quiere demostrar es que en gran parte de los casos el espectador no piensa lo que quiere, sino que recibe la mejor idea que algún medio de comunicación le pueda otorgar. Se debe reiterar que una de las propiedades de la identidad es que también funciona como respuesta a ¿Qué quiero ser? ¿Qué quieren que sea? Analizando el rol de los medios de comunicación masivos desde aquel enfoque, podríamos afirmar que perjudican a la autonomía intelectual de las personas, convirtiéndose en los gestores de identidades. Sin embargo, la balanza puede inclinarse favoreciendo al progreso autónomo de la nación. Continuando con el ejemplo de la televisión, solo bastaría con insistir en una programación que estimule el producto nacional, tales como programas culturales, cine chileno e ideas televisivas que provengan de nuestro propio país y que no sean copia de programas extranjeros, ya que no necesariamente porque funcionara en un desarrollado país forastero, funcionara aquí. Bajo aquella perspectiva, se podría apelar despectivamente a la utilización de la censura de productos extranjeros (tal como lo hace Corea del Norte, Birmania o Cuba) 11, pero es necesaria aquella herramienta enemiga de los medios de comunicación para promulgar y reafirmar la identidad nacional. Indudablemente, se puede cambiar lo que piensa y quiere una persona en base a saber que opción o producto mostrar y que propuesta denegar. El buen o el mal desarrollo de la observación propuesta, queda sujeto a un factor que ya se había mencionado en el comienzo, la educación. Es incuestionable el rol que posee la educación en la construcción cultural, esta es la base y alimento para el integro desarrollo de una sólida nación. La educación
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