Documento no nos vamos nosechan

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INTRODUCCIÓN A LA CAMPAÑA El pasado 26 de febrero de 2013 desde Juventud Sin Futuro lanzamos, bajo el lema de “No nos vamos, nos echan”, una campaña con el objetivo de visibilizar y denunciar una realidad que vivían miles de jóvenes: el exilio. Frente al discurso del Gobierno, que en un principio negó la existencia del fenómeno y posteriormente lo achacó al espectacular espíritu aventurero de la juventud española o a la movilidad exterior de nuestra economía, la campaña pretendía señalar el exilio como consecuencia de las políticas económicas y sociales de los sucesivos gobiernos desde que comenzó la estafa generalizada que han llamado crisis. Además de desmentir el supuesto carácter positivo de ser una generación condenada al exilio, junto al paro y la precariedad, quisimos dar la oportunidad de participar en la iniciativa a todos los jóvenes que hubieran tenido que irse del país. De esta oportunidad surgieron, en primer lugar, los nodos territoriales y más tarde se conformaría la Marea Granate. En la parte central de la página web que sostiene virtualmente la campaña, hay un mapa del mundo interactivo, en el que a través de un formulario, los jóvenes que se han ido del país en busca de una vida mejor podían poner un punto en el lugar donde residen ahora y contar su realidad.


Para financiar la campaña se lanzó un proceso de financiación colaborativa, también llamado crowdfunding, en el que se detallaban qué conceptos se incluían en el presupuesto total entre los que se encontraba el análisis de los datos recogidos en los formularios, de la información que se desprende de cada punto amarillo del mapa.

ACLARACIONES METODOLÓGICAS Antes del análisis de los datos, es necesario realizar algunas aclaraciones metodológicas tanto del proceso de recogida de información como de su posterior tratamiento:  En ningún caso puede afirmarse que la muestra analizada haya sido seleccionada del

universo mediante un sistema aleatorio, pues únicamente contamos con los datos aportados por aquellos jóvenes que, conociendo la existencia de la campaña, hayan decidido completar el formulario.  Por ello, los datos y conclusiones extraídas en este estudio no pueden ser extrapolables

al conjunto de la juventud exiliada y solo son significativos para comprender quiénes participaron en la campaña y su situación.


 El impacto y la acogida de

la campaña superó nuestras expectativas, recibiendo más de 4.500 testimonios los tres días posteriores al lanzamiento y más de 7.000 testimonios el primer mes. En este sentido, la gráfica demuestra la evolución de la cantidad de puntos amarillos añadidos al mapa.

Al vernos desbordados por el éxito de la campaña, nos encontramos con errores que hubiesen sido fácilmente subsanables previamente, lo que habría ahorrado trabajo: a) La variable sexo no estaba categorizada. Con el objetivo de poner rostro a las cifras, de

no limitarnos a ver puntos amarillos en el mapa, en el formulario pedimos el nombre, lo que ha generado más trabajo y en algunos casos imposibilidad de determinar el sexo. b) La variable lugar de destino no estaba categorizada. Debido a este desliz, existe

multiplicidad de escalas en las respuestas, desde países hasta barrios pasando por pueblos, ciudades y regiones que han tenido que ser clasificadas. Una vez realizadas las aclaraciones es momento de concretar la muestra que va a ser analizada del total de respuestas recogidas. Del total de las respuestas recogidas (8927) hasta el momento, se van a tratar los datos recogidos hasta el 30 de junio de 2013, que tras la limpieza correspondiente ascienden hasta 8487 formularios. La campaña, dirigida a denunciar que una generación entera estaba sufriendo el chantaje que supone tener que “elegir” entre paro, precariedad o exilio, no solo contó con la participación de jóvenes que ya se encontraban en el exilio, cientos de jóvenes que aún se encontraban en territorio nacional también participaron. Así pues, del total de 8487 casos, 6600 (el 77,76%) corresponden a jóvenes en el exilio mientras que 1887 (el 22,24%) se relacionan con jóvenes que sufren el paro o la precariedad en España.


EN EL EXILIO Nos encontramos con 6.600 testimonios de jóvenes de diferentes edades, sexo, lugar de procedencia, estudios y situación laboral pero todos con algo en común: se encuentran fuera de su país buscando una vida mejor. ¿Quién se va? Cuando hablamos de exilio nos referimos especialmente al que afecta a los jóvenes. Aunque en la campaña podían participar personas de cualquier edad, y así lo han hecho, tanto el enfoque como los canales de difusión del mapa estaban dirigidos especialmente a la juventud (usando una concepción amplia de juventud 1). Pese a que encontramos casos de extremos, tanto por arriba (17 años) y como por abajo (55 años), la edad media se encuentra en 28,51 años. El sexo no parece ser una variable significativa a la hora de comprender quién se exilia, pues nos encontramos con 3090 chicos (46,83% del total), 3362 chicas (50,92% del total) y 148 no especificado (2,24% del total).

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En función de qué indicadores observemos, el término “juventud” puede interpretarse como una categoría que engloba a personas hasta 25 años, hasta 30 años o hasta 35 años. Nosotros manejamos esta última.


Además del sexo y la edad, también es interesante conocer qué formación ostentan los jóvenes que se encuentran en el exilio; sin embargo, la recogida de información no se realizó de la manera idónea para poder clasificar diferentes niveles de formación. El ítem “profesión” no permite una clasificación rigurosa pues, como es habitual en este país, mucha gente trabaja en asuntos no relacionados con la formación adquirida.

¿Se ven obligados a irse? Con la formulación de esta pregunta en el mapa, ¿Te has visto forzado a emigrar?, pretendíamos captar las percepciones y sensaciones de los jóvenes que han acabado en otro país. Queríamos conocer de primera mano si lo interpretaban como una decisión voluntaria, fruto de su libre elección o si por el contrario, como defendemos en la campaña, lo vivían como una imposición externa, una situación a la que se habían visto obligados a llegar.


Los resultados son abrumadores, 5823 (88.22%) jóvenes declararon que se habían visto obligados a marchar, mientras que 700 (10.60%) aseguraron que no habían sentido la obligación de abandonar su país y se sobreentiende que lo consideran una decisión individual. El porcentaje de aquellos que no se pronunciaron (1,16%) no es significativo. En este sentido, la hipótesis que manejábamos a la hora de lanzar la campaña, parece confirmarse en los casos recogidos. Como señalamos en las aclaraciones metodológicas, esto no nos permite asegurar que todo el exilio juvenil se viva o perciba como una imposición, pero sí nos permite, por lo menos, cuestionar el discurso oficial que presenta este fenómeno de manera positiva, como si no entrañase elementos negativos para quienes lo viven de manera personal o para el conjunto de la sociedad.

¿A dónde se van? El mapa permite intuir de un simple vistazo cuáles son los destinos elegidos por mayor cantidad de jóvenes para encontrar una manera de ganarse la vida fuera de nuestras fronteras. En este mapa, elaborado a través de la información recogida, se puede ver qué porcentaje de exiliados acoge cada continente.


La distribución dentro de cada continente no se realiza de forma homogénea, destacando Inglaterra (1482) y Alemania (787) entre los 45 países que aparecen como destino en Europa; entre los 25 países africanos, destaca Marruecos (22). En el caso asiático, que agrupa 30 países, es China (59) el país que más españoles recibe con diferencia y posteriormente, con menos de la mitad, Japón (22). Si hablamos de América nos encontramos 26 países, entre los que sobresalen Estados Unidos (273) en el hemisferio Norte y Chile (191) en el hemisferio Sur; en Oceanía es Australia (72) el país que más acoge superando a Nueva Zelanda. En la tabla anexa se muestra la relación de países de destino, agrupados por continentes y señalando cuántos formularios son contestados desde esos territorios. ¿En qué situación laboral se encuentran? Una vez que hemos señalado a dónde se van los jóvenes exiliados, es momento de conocer en qué situación laboral se encuentran una vez han llegado al lugar de destino. Para ello, se pregunta a los participantes “¿En qué situación laboral te encuentras?”, ofreciendo diferentes opciones


Aunque el grupo mayoritario es aquel que tiene un contrato indefinido (30%), debemos ser cautelosos y no sacar conclusiones precipitadas a la hora de interpretar el gráfico, y todo lo referente al ámbito laboral en esta encuesta, por dos motivos: 1. La suma de algunas situaciones laborales precarias (desempleo, sin contrato, contrato

temporal de menos de 6 meses y becas) supone la mitad del total, por lo que afirmar, tras un simple vistazo a la gráfica, que la situación laboral de los jóvenes en el exilio es envidiable, tal y como afirma el Gobierno, es como poco cuestionable. 2. Las opciones de respuesta en esta pregunta hacen referencia al sistema laboral español,

en el que se encuentran relativamente bien diferenciadas en cuestión de derechos, lo que no implica que a lo largo del mundo esta diferenciación sea similar. 3. La forma contractual, si bien es un elemento fundamental, no es el único aspecto

relevante a la hora de valorar la situación laboral de la juventud exiliada.


¿Quieren volver? Partiendo de la hipótesis inicial (la juventud está viéndose obligada a irse del país) se formula una pregunta para conocer la intención de regresar a España: ¿te gustaría volver?. Con esta cuestión queremos recoger cuál es la actitud de los jóvenes exiliados ante su país, si existe el deseo personal de volver.

De nuevo, podemos observar como una amplia mayoría, prácticamente un 80%, manifiestan su deseo de querer volver. Este dato confirma que muchos jóvenes que abandonan nuestro país no lo hacen como resultado de un proyecto vital meditado en el que vivir fuera sea una preferencia. Son pocos, un 16,56%, los que declaran no querer volver.

¿Creen posible volver? Después de saber quién se va, a dónde se va, si lo hace de manera voluntaria y si querría volver,


también consideramos necesario preguntar si las personas exiliadas ven posible volver. Esta pregunta se vuelve imprescindible si queremos conocer la percepción de estas personas sobre las posibilidades de volver al país del que han sido expulsadas -así lo cree un 88%.

Los resultados aquí vertidos deberían ser motivo de preocupación para cualquier Gobierno. No nos limitamos a hablar de unas políticas económicas y sociales que expulsan a toda una generación, sino que vamos más allá: la juventud exiliada no concibe, a día de hoy, posibilidad alguna de volver. Mientras existe un plan para rescatar a la banca, facilitar la vida a los defraudadores a través de una amnistía fiscal o a las grandes fortunas permitiendo que operen a través de SICAV, no existe ningún proyecto para esa juventud que ha tenido que marchar y a la que se le niega el derecho a volver.

Estudio de casos


A continuación, nos disponemos a realizar un breve análisis de los datos recogidos sobre Inglaterra y Alemania. Ambos pertenecientes a Europa, son los dos países que mayor número de exiliados reciben y merecen una especial atención: el caso inglés por ser, con diferencia, el destino preferido (1482 casos, 22,45% del total) por quienes contestaron el formulario y el país germano por ser considerado “la locomotora de Europa” y aparecer permanentemente como el modelo económico y social a imitar.

CASO ALEMÁN (787 casos)

Desde que comenzara la llamada “crisis financiera”, Alemania se ha significado como el actor de la Unión Europea con mayor capacidad de imponer sus decisiones en la política comunitaria, convirtiéndose su satisfacción y aprobación en el objetivo principal de nuestros gobernantes . Según los datos oficiales2, 30.000 españoles emigraron a Alemania durante 2012, lo que supone un aumento del 45% respecto a 2011 y que el número de españoles en Alemania ha crecido un 9,1%. Sumado a estos datos, insuficientes pero reveladores, hay que recordar que, frente al discurso oficial que alaba el modelo alemán, en los últimos años han aumentado el número de denuncias públicas que evidencian la realidad que viven miles de españoles que acaban viviendo en territorio alemán. No solo muchos de “los jóvenes aventureros” de Fátima Báñez lo pasan mal en Alemania, también aquellos que se acogieron a planes gubernamentales, que fueron anunciados a bombo y platilllo, se encuentran en una situación delicada tras la ruptura del acuerdo de empleo joven firmado entre España y Alemania. Para Alemania la llegada de trabajadores cualificados supone, en palabras de la Ministra Trabajo, Ursula von der Leyen, “un golpe de suerte” y sin embargo el ejecutivo de Ángela Merkel ya ha anunciado que expulsará a los inmigrantes, comunitarios incluidos, que no encuentren empleo durante 6 meses, como ya anunciara Bélgica hace unos meses.

¿Quiénes se van? La distribución por sexo en el caso alemán resulta muy equilibrada, la más ajustada de todos los casos analizados; sin embargo, seguimos encontrando un sexo mayoritario, en este caso los hombres con un 49,17% del total mientras que las mujeres representan un 47,64%. Como en todos los casos analizados, existe un porcentaje que resulta imposible de determinar el sexo, para los exiliados a Alemania se trata del 3,17%. 2

Únicamente contabilizan a aquellos que se han registrado como residentes.


¿En qué situación encuentran?

laboral

se

A la hora de analizar los datos obtenidos sobre la situación laboral de quienes se han exiliado a Alemania, además de lo expuesto anteriormente, hay que tener en cuenta algunos aspectos de la legislación laboral y económica de reciente aplicación y otros aspectos estructurales del sistema alemán. Resultado de la coalición entre el partido de Ángela Merkel (CDU), sus socios bávaros de la CSU y los socialdemócratas (SPD) acaba de aprobarse un salario mínimo, que se aplicará desde 2015, de 8,5€/ hora, lo que supone un 60% más que la cantidad estipulada en España. Pese a lo positivo de esta noticia, confirma que hasta el momento no existía ninguna figura legal que estableciese un salario mínimo. Este vacío legal provocaba verdaderas barbaridades como salarios de 2€ la hora. Aunque cuente con poco eco mediático, en Alemania existe la figura del Hartz IV, una “prestación que se concede en Alemania a las personas que, estando en edad de trabajar (entre los 15 y los 67 años), no tienen ingresos que superen la cantidad considerada como mínima para poder satisfacer sus necesidades principales; por lo tanto, y a pesar de su nombre, no se trata de un subsidio para desempleados. Esta prestación incluye vivienda y seguro médico.” 3 Sin embargo, estas dos figuras, la primera no aplicable hasta 2015 y la segunda rara vez solicitada por los jóvenes españoles, no palían una situación extendida en Alemania: la pobreza laboral. Para muchos, tener trabajo no es sinónimo de no ser pobre, esto se debe a la existencia de minijobs, el fomento con carácter casi obligatorio de medias jornadas que repercuten en la cotización y posteriormente en las pensiones, salarios de 2€ la hora que cuentan con el visto bueno de los tribunales alemanes... Realizados estos apuntes, es momento de acudir a los datos recogidos:

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Más info en: http://berlinwiebitte.wordpress.com


Al igual que en el análisis general, encontramos que un 31% cuentan con un contrato indefinido, lo que a priori podría ser motivo de celebración. Sin embargo, si se acumulan los porcentajes correspondientes a situaciones laborales precarias (desempleo, sin contrato, contrato temporal de menos de 6 meses y becas) la cifra asciende hasta el 48%, es decir, prácticamente uno de cada dos jóvenes exiliados en Alemania se encuentra desempleado o trabaja en condiciones laborales de precariedad. De la mitad restante (52%), no se puede afirmar su estabilidad ni su desahogo económico por los aspectos señalados al comienzo del apartado. De nuevo, se rompe el mito del “Dorado en el exilio”, pues ni siquiera Alemania, el gigante europeo, ofrece a los jóvenes exiliados la oportunidad de asegurarse las condiciones materiales para desarrollar un proyecto vital.


¿Se ven obligados a irse? Al igual que con el conjunto de las personas entrevistadas, ante la pregunta ¿Te has visto forzado a emigrar?, más del 80% de los jóvenes exiliados en Alemania responden de manera afirmativa. Un mazazo de realidad para quienes señalan que la emigración a Alemania no tiene un carácter forzado y que el perfil de quien se va responde a jóvenes formados que prefieren buscar un futuro laboral en el país alemán.

¿Quieren volver? Pese a sentir su marcha como una imposición por la situación actual del país, el escenario que encuentran los jóvenes en Alemania podría seducirles en el plano laboral y vital, y prefirieran quedarse allí. Por desgracia, no es así, y más del 75% de los jóvenes exiliados en Alemania manifiestan su deseo de volver a casa, frente al 20,20% que manifiestan su negativa ante la pregunta.


¿Creen posible volver? Ante la pregunta, más allá de si desean o no volver, de si creen que van a poder volver a España, un 15,12% sí lo creen posible, frente a un 80,43% que no ve factible la opción de volver a casa. De esta manera podemos confirmar que el 83,73% de los jóvenes que se han a ido a Alemania consideran que no lo han hecho de forma libre; el 75% desearían volver pero más del 80% considera que no es posible volver. 

CASO INGLÉS (1482 casos)

Según los datos recogidos, Inglaterra es el destino preferido de la juventud exiliada de nuestro país, 1482 jóvenes, el 22,45% del total, se encuentran allí 4. Por este motivo, representar al menos un quinto de los testimonios recogidos, consideramos interesante detenernos a analizar mínimamente los datos, con el fin de identificar pautas características o confirmar que se ajusta 4 del total

Si se amplía al Reino Unido encontramos que son 2130 personas, llegando al 32,27%


a lo observado en el conjunto general de exiliados. Antes de adentrarnos en los datos, se han producido algunas novedades de carácter político y social que son relevantes para la vida y el tratamiento institucional de los jóvenes españoles exiliados en Inglaterra. Según las cifras oficiales de la Seguridad Social británica, “el número de españoles inscritos en la Seguridad Social británica creció un 42% en 2013 con respecto al año, con la incorporación de 49.900 compatriotas. En el año anterior fueron 35.000 altas” 5. Estos datos convierten a España, que cuenta con una colonia de 150.000 personas 6 en Londres, en el segundo país que más inmigrantes aporta a Reino Unido, por detrás de Polonia. Hay que resaltar que España ha entrado en el top 10 de países de origen de la inmigración a Gran Bretaña y se ha situado en la segunda posición en solo cuatro años. Los jóvenes españoles que llegan en estos meses a Inglaterra no encuentran el mismo escenario que encontraron quienes marchaban hace unos años. Se han aprobado diferentes políticas que, parapetadas en encuestas que afirman que “77% de los británicos quiere reducir la inmigración, y un 56% defiende reducirla «mucho»” 7, van encaminadas a recortar, cuando no eliminar, las prestaciones sociales a los inmigrantes. Esas políticas afectan tanto a inmigrantes europeos como extracomunitarios y van dirigidas a limitar el subsidio de paro a seis meses en caso de que la personas no busque trabajo, pago obligatorio por atención médica en hospitales y ambulatorios o limitar el acceso a los pisos de protección oficial. 8 Esta batería de políticas ha de entenderse en un contexto social en el que las diferentes fuerzas políticas están utilizando la inmigración con fines electoralistas, incluso realizando afirmaciones que no son refutadas por los datos (ej. la invasión de rumanos de la que advierte el Primer Ministro, cuando los datos sólo hablan de un incremento del 3%). Esto ha generado el clima de opinión más negativo de los últimos años, según las series históricas del estudio British Social Attitudes y ha convertido al Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), partido reconocidamente racista y euroescéptico, en el primero en las encuestas de intención de voto para las elecciones europeas, con un 29%.

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http://www.abc.es/internacional/20140107/abci-espaoles-reino-unido-

201401071057.html 6 Estimaciones de la Embajada de Londres 7 http://www.abc.es/internacional/20140107/abci-espaoles-reino-unido201401071057.html 8 Algunas medidas contradicen la legislación europea por lo que habrá que prestar atención a su posible paralización


¿Quiénes se van? En el caso inglés, la distribución por sexo muestra el mayor desequilibrio de los casos analizados (general, alemán, inglés y no exiliados aún), suponiendo las mujeres un 55,93% de las personas que contestaron el formulario y los hombres un 42,44%. El porcentaje restante, 1,63%, ha sido imposible de especificar por el método de recogida de información.

¿En qué situación laboral se encuentran? De nuevo, al preguntar sobre la situación laboral en la que se encuentran, destaca el porcentaje (39%) que asegura haber firmado un contrato indefinido. A distancia encontramos a los desempleados, que representan un 17%, y a las personas sin contrato, que suponen un 14% del total. Interpretando, como en el caso anterior, que las categorías “becari@”, “contrato temporal de menos de 6 meses”, “sin contrato” y “desemplead@” hacen referencia a una situación de precariedad laboral, y las consecuencias vitales que implica, podemos afirmar que el 48% de los jóvenes exiliados se encuentran en dicha situación. Al igual que en el caso anterior, el otro 52% se trata de jóvenes con un contrato temporal de más de 6 meses o un contrato indefinido, rasgos que reducen la precariedad pero que no aseguran una situación laboral estable, más conociendo el el entramado legal inglés en materia laboral.


¿Se ven obligados a irse? De los 1482 jóvenes exiliados en Inglaterra, prácticamente el 90% aseguran que su marcha ha sido impuesta mientras que menos del 10% declaran que se han ido del país por una decisión voluntaria. De nuevo, nos encontramos ante un panorama en el que se puede afirmar que no se han ido, que los han echado.

¿Les gustaría volver? Ante la pregunta de si les gustaría volver, el 83,34% de los jóvenes exiliados en Inglaterra contestan que sí les gustaría volver, mientras que tan sólo el 13,90% de los entrevistados responden que no. Estos datos demuestran que en el caso inglés, más de 8 de cada 10 exiliados manifiestan su deseo de volver a España.


Sumados estos datos a los de la pregunta anterior, si se habían visto obligados a marchar, de nuevo nos encontramos con unos resultados que apuntalan la hipótesis del carácter forzado de los movimientos migratorios de la juventud española. Es complicado afirmar el carácter voluntario, fruto del anhelo de conocer mundo y vivir nuevas experiencias, de la “movilidad” de estos jóvenes cuando manifiestan, siempre que se les pregunte, que han sido obligados a marchar y que una gran mayoría de ellos desean volver.

¿Ven posible volver? Ya por último, al echar un vistazo a los datos relativos a la pregunta de si ven posible volver, los datos vuelven a ser demoledores. Del total de los entrevistados, el 13,69% afirma que sí considera posible volver a casa mientras que el 82,72% no creen posible volver a España.


DATOS OFICIALES VS. DATOS DE OTROS ESTUDIOS Cuando lanzamos la campaña, a principios de 2013, el tema de la emigración juvenil parecía un tema tabú. Nadie hablaba de ello. Nadie le ponía nombre. Y cuando lo hacían, solo era para alabar el fenómeno, para venderlo a la opinión pública como algo de lo que estar orgullosos. A día de hoy son abundantes las noticias, informes, estudios y comunicaciones referentes al tema, con multiplicidad de enfoques, interpretación de los datos oficiales (para muchos insuficientes o inexactos) y estimaciones. Desde Juventud SIN Futuro nos sentimos orgullosos de haber aportado nuestro granito de arena para problematizar y situar en la agenda política y mediática una realidad que entendemos es innegable. Nos complace saber que fuimos el gérmen, a través de algunos de los nodos territoriales que se crearon de la campaña, de la Marea Granate; nos gusta pensar que ayudamos a abrir un proceso de politización de miles de jóvenes que han tenido que abandonar sus ciudades para buscar una vida mejor, pero que no se resignan, que trabajan cotidianamente por seguir conectados a los problemas de su país, para que su voz se haga escuchar. Queremos que este documento también sirva como reconocimiento a ese trabajo invisible pero imprescindible para que, en primer lugar, la manifestación del 7 de abril de 2013 pudiera darse alrededor de todo el globo y, en segundo lugar, la Marea Granate tomase forma,


adquiriera autonomía y un trabajo político propio. Desde el lanzamiento de la campaña, no hemos querido abandonar este tema y hemos seguido abordándolo con diferentes eventos, artículos de reflexión, asistiendo a los actos relacionados que requerían nuestra presencia, manteniendo el contacto con la Marea Granate, lanzando “ExPRESS: Boletín desde y para el exilio”, y por último el blog Desde Todas Partes en eldiario.es. Sin embargo, uno de los objetivos de la campaña “No nos vamos, nos echan” no ha sido alcanzado: lograr el interés de las administraciones públicas para conocer en profundidad y analizar el fenómeno en su totalidad. 9 Como recocemos al principio de este documento, los datos que hemos recopilado no son representativos; por eso exigimos/pedimos/instamos/emplazamos a las autoridades competentes (Migración? Juventud?) a que pongan en marcha los mecanismos adecuados para conocer el fenómeno con el fin de entenderlo y ponerle freno. Somos conscientes de que las dramáticas consecuencias que tienen las políticas aplicadas por el PP y el PSOE no serán rápidamente revertidas, ni aun existiendo la voluntad política necesaria, por lo que también deben contemplarse medidas dirigidas a mejorar las condiciones de los exiliados españoles mientras se revierte el proceso. Esta petición viene acompañada de las siguientes recomendaciones que, fruto de la elaboración de este informe, consideramos pueden ser relevantes a la hora de diseñar la recogida y el tratamiento de la información de los jóvenes exiliados.

Buenas prácticas para estudiar el exilio 1. Generar un usuario para cada joven exiliado, que permita introducir las modificaciones

en algunas de las variables, lo que permitirá mantener un registro actualizado y no limitará la recopilación de información a una mirada estética, una fotografía, sino a una recogida sincrónica, que permita analizar también los cambios 2. Este registro debe garantizar el completo anonimato y confidencialidad, permitiendo

seleccionar el carácter público o privado de algunas de las variables. A su vez debe funcionar con software libre y con libre acceso a los datos macro10 3. A raíz del análisis de las respuestas recogidas durante la campaña, alguna de la 9

Entre la elaboración y la presentación pública de este documento, el Instituto Nacional de Estadística, ofreció datos que desmentían las cifras aportadas hasta ahora por el Gobierno y cifraban en 934.415 el número de jóvenes entre 15 y 34 que habían abandonado el país en los dos últimos años. 10 Aquellos que, sin entrar en aspectos más personales, permitan a cualquier observador recoger y analizar los datos volcados


información recogida nos parece innecesaria, otra insuficiente y otra imprescindible. A continuación presentamos un posible formulario, explicando brevemente por qué los cambios o nuevos elementos, que puede mejorar tanto la información recibida como su posterior análisis. [Las preguntas marcadas con el asterisco (*) serían de respuesta voluntaria] A. Género

Atendiendo a los objetivos de un registro institucional, diferentes a los de la campaña “No nos vamos, nos echan”, consideramos recomendables no preguntar por el nombre de la persona en cuestión, sino preguntar por su género11. B. Edad

Consideramos oportuno mantener la recogida de la edad, si bien es posible podría agruparse en intervalos, para conocer de manera sencilla qué segmento de edad es el más numerosos entre la juventud exiliada C. Nivel de Estudios

A diferencia del formulario de la campaña, creemos que es más relevante -para la generación de un perfil del joven exiliado- el nivel de estudios que la profesión, pues en muchas ocasiones estos factores no se encuentran relacionados. D. Lugar de destino

Como es evidente, el lugar de destino es un aspecto imprescindible que necesitamos conocer si queremos comprender el fenómeno del exilio juvenil. Tras la experiencia pasada, recomendamos sistematizar la escala de la respuesta, es decir, si se va a recoger el país, la región, la ciudad… o todas ellas. D1. ¿Cuándo llegaste?* Al igual que con otras realidades, como por ejemplo el desempleo, es interesante conocer cuán continuada en el tiempo es la situación que analizamos. Podría recogerse la fecha de llegada y posteriormente calcular el tiempo que lleva fuera cada joven. D2. ¿Fue tu primera elección?* Al mismo tiempo que averiguamos el lugar de destino, esta pregunta añade información adicional, no imprescindible pero sí adecuada para conocer las preferencias iniciales de aquellos que abandonan el país. 11

La introducción de la variable género, y no sexo, se debe a que este último hace referencia a unas características biológicas y el primero a un aspecto social, que es el que nos interesa.


E. Situación laboral

Mantenemos el convencimiento de la necesidad de preguntar sobre la situación laboral y no limitarse a preguntar si tienen, o no, trabajo. Por desgracia, los datos recogidos hasta ahora nos indican que el hecho de tener un trabajo no es sinónimo de estabilidad, ni de llegar a fin de mes ni de tener todas las necesidades cubiertas. Ni en España ni fuera. F0. ¿Te fuiste de España con trabajo?* Esta pregunta pretende conocer las condiciones en las que la persona que rellena el formulario salió de España F1. Salario/mes o salario/semana* Con este apartado pretendemos aportar mayor información sobre las condiciones laborales de los jóvenes exiliados. F3. ¿Relacionado con tu formación?* Con esta pregunta se soluciona uno de los problemas con los que nos encontramos en nuestro formulario inicial, en el que solo preguntábamos por la profesión. Además permite aclarar si los trabajos desempeñados son acordes a lo estudiado F. Vivienda*

Esta variable no la incluimos en nuestro formulario principal, pero en la lectura de los testimonios hemos encontrado que muchos jóvenes señalan este aspecto como uno de los más problemáticos. Por ello consideramos adecuado incluir una pregunta al respecto. H1. ¿Cuánto pagas por el alquiler?* H2. ¿Recibes alguna ayuda estatal?* G. ¿Te has visto obligad@ a irte?

Indudablemente esta pregunta debe estar presente en el formulario pues la cuestión que aborda de manera directa el carácter forzado o voluntario del fenómeno migratorio. Sin embargo, es recomendable introducir nuevas posibilidades en las respuestas, puesto que existen matizaciones y respuestas más complejas que un simple “sí” o “no”. a) Sí, en España no encontraba trabajo b) Sí, en España tenía trabajo pero no cobraba lo suficiente c) No, siempre he querido viajar y se ha presentado la oportunidad c) No, en España tenía trabajo y podía vivir


H. ¿Quieres volver a España?

De nuevo estimamos oportuna la inclusión de esta pregunta en el formulario. ¿Crees posible volver? Sí, ¿en qué plazo? No I.

J. Historias de precariedad

Aunque dificulta el análisis, creemos muy oportuno que exista una pregunta de estas características en la que los jóvenes puedan relatar su historia de precariedad, con sus miedos y sus problemas al igual que con sus alegrías y aspectos positivos.

Además de estas recomendaciones, consideramos imprescindible potenciar, a través de la creación de algún incentivo, que los jóvenes exiliados hagan patente su situación en el extranjero. En este sentido, las medidas que implican pérdida de derechos para quienes oficializan su estancia fuera de nuestras fronteras, son contraproducentes y provocan una subrepresentación del fenómeno en las cifras oficiales.


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