ANÉCDOTAS: Después de una tarde de juegos, cuando se busca la tranquilidad, es el momento apropiado para tomarse un respiro y disfrutar de la risa de lo absurdo.
TESTIMONIOS: “Yo me enteré de que le gustaba a mi vecino porque mi hermana le preguntó mientras jugaba a los disparates que por quién estaba.” (Testimonio recogido en el distrito de Moratalaz).