'í,l
capItulo XX.
en hallar una mujer que consienta on participar
sus nuevas riquezas.
(lo
279
para del hielo del oeste; del
agua do
peso
el
*
denota su Las urias enanas emigran sur por numerosas bandadas de las corrientes frías
El 29 estábamos en Egedesmindo, oxceleuto unclage al sur de la bahía de Disco,
origen polar.
y fué necesario buscar un piloto para guiarnos por los largos y tortuosos pasos que hay
veinte á cincuenta individuos: también ve-
entre las rocas
y
de las pequeñas
los
la
complade
cencia de facilitarnos veinte toneladas
La
estación de la caza
habla sido
cachalotes.
El 12, durante una los
islas.
el
mos algunos
muchos archipiélagos
El gobernador Bolbroo tuvo carbón.
hacia
furiosa
remedió
pronto, pero se
la
falta
mucho la
con otro
provisional,
salud mejoraba rápidamente.
rar la travesía del Atlántico.
Nuestra visita á Egedesminde fué por demás oportuna para la colonia, pues habiéndose declarado numerosos casos de es-
co buque que habíamos encontrado duran-
la
reducida
colonia
danesa,
frascos de
desembarcamos
muchos
zumo de
limón,
y
y
nuestros com-
pañeros agregaron al donativo todo cuanto tenían de sus provisiones de campaña.
La
la
y
fijando
maniobra de
las velas,
El 10 dimos alcance á te todo el viaje,
y
los
la
tres
Pandora, úninavegaron en
conserva por espacio de dos días, pero en la noche del 19 una terrible tempestad nos separó. El 20, el mar, batido por las ráfagas, parecía
puma
una inmensa extensión de
hirviente;
las
lamos.
Alien
El 2 de octubre nos despedimos de aqueexcelentes amigos, y el 4 pasábamos
de nuevo por el círculo polar al cabo
quince meses, durante
los
de
cuales habíamos
perdido toda noción europea de los días y de las noches.
Como
el viento
contrariaba nuestra mar-
avanzábamos muy lentamente: los reumas y reumatismos, olvidados hacía largo tiempo gracias á la temperatura seca del cha,
extremo norte, reaparecen con la atmósfehúmeda y cálida. Cerca de la costa de
ra
Groenlandia encontramos todavía algunas moles Je hielo aisladas, pero no vemos
floes
el
j
estrecho de Davis, la temperatura
marina varía entre 0°,5 y 3° probablemente á causa de la distancia que nos se-
mas por fory durante
creía que los capitanes Stephenson
Young me
llevarían ventaja,
y y por
tanto mandé hacer fuerza de velas á fin de alcanzarlos, pero ellos también, según lo
supimos más tarde, habían sufrido tanto nosotros. Resolví aventurarme en el canal de la Mancha sin vapor y con un mal timón, poro como las brisas nos recha-
como
zaran hacia
el norte , arribamos el 27 de octubre al puerto de Valentía. El 29 llega-
ba la Descubierta á Queesntown, donde la Alerta se presentó después de haber reparado sus baos y crucetas; los dos buques,
navegando entonces de conserva, anclaron en Portsraouth el 2 de noviembre: la Pandora estaba desde la víspera en Falmouth.
No me
sino en la parte oriental.
En
tuna pudimos poner al pairo, una calma nos dejamos llevar.
1
es-
cadenas del timón
provisional fueron arrastradas,
llos
atención en
pudimos aventu
y sus hijos quedaron sumamente contentos con algunas botellas de agua de Colonia, varios pares de mitones y algunos papeles de música que les regaseñora Bolbroe
\,A'
del
poco favorable y sólo pudo ceder un cuarto de venado para nuestros enfermos, cuya
corbuto entre los esquimales
m
timón estaba ya deteriorada, éste quedó fuera de servicio muy la
caña
I:
tempestad,
l)uques debieron mantenerse á la capa:
como
n
específico
extenderé sobre la entusiasta
cordial acogida
que
y
se dispensó á los via-
jeros por todas las clases de la sociedad á
pesar del sentimiento que se produjo
al sa?
% I