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VIAJK8 AL POLO NORTB.
desconocida (tierra ó hielo, ó más bien capas alternadas compuestas de los restos acarreados por los torrentes del verano sobre las capas do hielo) que se prolonga por la
costa norte do
la
Tierra do Grinnell,
una notable semejanza con la quo M' Clintock y Mechan hicieron en IH^íJ do ofrece
las altas
tierras
la isla del
de
occidental de
la orilla
Príncipe Patricio.
Deduzco de
aquí que las dos riberas estiln expuestas
igualmente A los del
mar
la
presión de ios pesados hie-
Polar;
mas por
otra parte, sir
George Richards, Sherard Osborn y
Edward Belcher gado en
el
sir
sólo encontraron hielo del-
litoral
de las islas Parry. La
prolongación costera de nell hacia el oeste
no
ia
Tierra de Grin-
se limitaría, pues, al
punto extremo entrevisto por Aldrich, sino que coutinuaría en línea más ó menos directa
li
y
cortada, protegiendo las islas Parry
contra la invasión del pack ártico. Poco sa-
bemos de las cosas relativas al estrecho de mas no ignoramos que los remolinos do la marea son notables, y que muy cerca se halla la corriente de agua tem-
Jones;
plada quo lloga dol sud hasta
BalUn. IngleÜeld halló
la
el hielo
baúía da polar en
cuando navegaba en lH5!¿, tanto probable quo el «Mar de Jones» facilite el camino más directo hacia el noroeste del mar Polar, y que sopare el punto más lejano, visto por Aldrich, de la tierra que protege el archipiélago de
ese estrecho
siendo por
las islas
Jo
Parry.
Los resultados de las dos expediciones de Markham y do Aldrich, combinados con el hecho de que las aves no parecen traspasar el cabo José Enrique en la dirección del polo, me hacen deducir que no puede existir tierra, por lo menos en una distancia de doscientas millas, en la parte de allá de dicho promontorio, hacia
el norte,