dW
CAI'ItULO XIV.
ida &
pico,
floeberfís
is
nuestros
le
«S8. — Día d nevar,
y
y brumoso; comienza una elevada. Espantosos hunitriste
por primera vez, reinando
temperatura
rido,
ha do transemprender la retirada hacia el Algunas horas do reposo reanimar.-'in y
del corto período que
currir para sur!
mocks, nevazos profundos, espesas brumas, lodo, en lin, contribuye ¡I retardar nues-
tal
Las aj^lonie-
marcha; lo más difícil es elegir camino, pocos pues no se distingue cosa alguna
presenta el hermoso mes do moi/o: latitud 83° 10' 30". Nuestros en-
Miudo cerca
jiasos
rededor de nosotros,
fermos no están mejor: Hawkins no puedo
más que
seguir tirando, y 8hirloy,muy débil, parece abatido; creo que Porter tiene el escor-
inediodia,
í'i
en
la
tien-
y
aja
vice-
tra
.•'i
por
de distancia;
al)ajo
y
al
arri])a,
no
se
ve
ana exten-
un
un
que va Porter vuelca sobro un montón de casquijo; el único mal sufrido so reduce A
espesor
unos
irados
por fajas do
anchura,
[le
n un caniiives, ([ue lo físde
un
floo
si-
al lloe
án situadas in inmenso qI norte exno de hum-
la
tinto blanquizco
y
lívido. El trineo
pérdida de tiempo.
«La nievo profunda de uno do los flocs que hemos franqueado esta tarde se cubre do una costra de liielo de más do dos centímetros do espesor; con gran sorpresa vemos entro los hummocks las huellas recientes de una liebre; el pobre animal debía estar
muy
fatigado, lo cual se recono-
ce por la poca desviación de los pasos, que
gran manera nuestro
vista al-
ta en
e
todas las
estamos
¡i
interés,
leguas do
siete
porque
la tierra
loce kilóme-
próxima. La marcha ha sido de once
y me-
metros; hemos avanzado novecientos
dos
tros.
al 3ol,
ena de zasu trabajo, las tiendas
del desayu-
metros,
os los
83°
iviado
tí'
mu-
as tirar del
continuar
ucho de que no
ambas por corapo-
se )y
orden de
fatiga he-
siendo etro
«^9.
do
señala
— Día
viento
sol;
co por pequeños íloes y
Al
lin
nn'is
lo
de
la
más kiló-
me-
una agrada-
buto. Después do la colación llegamos á '.
un gran
que nos proporciona dos kilómetros y medio de buen camino; su tersa superlicio impide que la nieve so reúna en montecillos l)ajo el impulso del viento. A las nuevo nos rodea una espesa bruma y acampamos en medio de hummocks que el horizonte.
y
La marcha ha
siete kilómetros, por
— — Comienzo á temer
de diez
23°.
termómetro marca «2.
sido
cuatro efectivos. El
que nuestros
enfermos estén atacados del escorbuto; pero no conozco bien los síntomas, y hasta ahora nada nos hacía prever la invasión de esta epidemia. Las fuerzas de todos dis-
muy
poco á po-
hummocks enormes.
etapa vemos al rededor de los
desgracia
por
«El día es magnífico; pero impelida por
muy
cortas.
la brisa del
noroeste, la
sobre el litoral
y
bruma
se cierne,
muy
pronto A
ocúltale
nuestra vista. El camino es infernal entre las
dunas de nevazo;
se
ha conseguido
avanzar ochocientos ó nuevecientos metros
y no mucho más
antes de la riolacion;
tancia efectiva. Temperatura h media no-
fin de la etapa .«completamente extenuados, plantamos las tiendas sobre un pequeño floe en medio de un ejército de hummocks.
—2°, 5. «30. Ayer
—
tardv:;,
apenas estuvimos
al
y comenzó A nevar de continuo; la atmósfera era tan densa, que no se podía ver na-
La temperatura ha bajado esta tarde á 28°. Doce kilómetros y medio de mar-
de algunos pasos, y de
«3. Día sombrío y brumoso. Los hummocks, aunque muy espesos aun, no parecen estar taii estrechamente amontonados como los de ayer; pero es en extremo difí-
en
da
las tiendas, la brÍLd refrescó bastante
á,
la distancia
consiguiente
m
i'
Trece Idlómotros y medio por dos de dische,
!
floo
parecen extenderse indefinidamente hacia
penetrante
extensos campos algunas fajas de hie-
reciente,
satisfacción de todos,
mañana nos
minuyen rápidamente. de
del noroeste; adelantamos
los re-
ble
se dirigen hacia el sur: este incidente exci-
ia
>
en
vez á nuestros trabajadores.
«Con
una peligrosa dédalo de hummocks.
hubiera sido
locura lanzarse en
el
¡Qué angustiosa nos parece esta pereza obligada, en vista del poco terreno recor-
—
cha, por dos de avance.
—
cil tirar
de
los trineos
por encima de las
íi