El mundo Safa
La Pasi贸n de Jes煤s de Nazaret
Volumen 1, nº 1
Abril, año 33
La Pasión de Jesús de Nazaret Editorial Puntos de interés especial: ¿Qué pasó el día que Jesús de Nazaret entró en Jerusalén? ¿Cómo se gestó su detención? ¿De qué crímenes se le acusaban? ¿Fue un preso maltratado? ¿Qué pasó con su cuerpo desaparecido?
Los alumnxs de 6 nos hemos imaginado que éramos el equipo de redacción de una revista semanal de Roma. Estamos en el año 33 de nuestra era en Jerusalén y hemos vivido en primera mano la última semana de vida de Jesús de Nazaret. Hemos decidido dedicar un número monográfico de nuestra revista a estos acontecimientos que nos han llamado tanto la atención. Hemos intentando transmitir a nuestros lectores romanos quién es este personaje tan popular entre los judíos, la sucesión de los acontecimientos claves para entender esta semana y cómo acabó, si es que acabó…
Ha sido un trabajo cooperativo muy interesante y productivo para la clase. Hemos tenido que:
aprender cómo se escriben las noticias.
Tener claro los sucesos de la semana Santa para poder explicarlos a personas que no son creyentes y no conocen a Jesús.
Decidir colectivamente el formato de la revista: colores, letras, títulos, imágenes.
Revisar los artículos entre todos para que estuvieran lo mejor posible.
Inventar propagandas y chistes para hacer una revista más real.
Aquí tenéis el resultado. Esperamos que os guste. Rafa Martín Aguilera Profesor
La Pasión de Jesús de Nazaret
Entrada de Jesús en Jerusalén El primer domingo de Pascua, Jesús les dijo a sus discípulos que fueran a una aldea en la que hay un burro atado sin montar todavía y que se lo trajeran pues iba a entrar en Jerusalén montado en él. Mujeres y hombres de Jerusa-
lén le aclamaron con ramos de olivo y decían: ¡Hosanna en las alturas! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Pues le creían el Mesías salvador de los judíos. Claudia, Vero y Sheila
“Hosanna al hijo de David. Bendito el que viene en el nombre del Señor”
La traición de Judas Nos relatan que Judas Iscariote era un zelote, que era un grupo terroristas de la época de Jesús. Dicen algunos testigos que necesitaba serlo para llevar a cabo su plan de traición. La traición de Judas empezó al ver que Jesús no quería usar la violencia para expulsar a los romanos. Se-
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gún algunas fuentes cercanas después de que Jesús expulsara a algunos mercaderes Judas planeó vender a Jesús a algunos saduceos, nos cuentan que la señal sería un beso en la frente. Judas no quería que mataran a Jesús, solo quería provocar la re-
volución del pueblo judío hacia los romanos. Afirman algunos testigos que le vieron que entregó 30 monedas de plata y se suicidó ahorcándose Sara, Miguel, Jose, Alba y Candela
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Expulsión de los mercaderes del templo En este episodio Jesus visita el Templo de Jerusalen, el llamado Templo de Herodes, cuyo patio es descrito como “lleno de ganado” y tablas de cambistas, que cambiaban las monedas griegas y romanas por monedas judias y tirias (las uni-
cas que podian ser usadas en las ceremonias del Templo). Jesus se molesto tanto por esa situacion que formo un latigo con varias cuerdas y a golpes hizo salir al ganado y tiro las mesas de los cambistas y de los vendedores de palomas, haciendo caer
las monedas por el suelo. José María, Gerardo, Pablo e Ignacio
Imagen de la última cena
La última cena Nos han contado que en jueves Jesús celebró junto a sus doce discípulos la última en casa del Fulano. -También nos han contado que Jesús y los Apóstoles eran judíos. Y como tradición en la Pascua judía, Jesús con sus discípulos celebraron la cena Judía. - Nuestros amigos y familiares también nos han contado que Jesús haciendo una cosa sorprendió a sus discípulos, ya que los años anteriores en los que ha-
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bían celebrado esa misma cena Jesús no había hecho lo que hizo esta vez. Partió el pan, lo bendijo lo repartió y se lo dio a sus discípulos diciendo: Tomad y comed todos de el porque este es mi cuerpo que será entregado por todos para el perdón de todos vuestros pecados. Después tomo el cáliz lo bendijo lo pasó a sus discípulos diciendo tomad y bebed todos de el porque esta es mi sangre que será entregada por vosotros para el perdón de vuestros
pecados. Jesús sabía que al día a siguiente iba a morir en la cruz, los discípulos nos han contado que esta tragedia se la contó después de que tomaran el pan y el vino y que la más triste estaba su madre Lucía G y Unai
“Os doy un mandato nuevo: que os améis como yo os he amado”
La Pasión de Jesús de Nazaret
Huerto de los olivos El pasado Jueves ocurrieron bastantes sucesos interesantes. Desde aquí cubriremos lo ocurrido en el llamado Huerto de los Olivos.
Hemos sabido que Jesús rezaba a Dios pidiéndole clemencia. Testigos afirman que los discípulos permanecían dormidos.
Jesús de Nazaret era una persona con mucha fama en su tiempo, algunas personas le creían el Mesías Prometido. Tenía doce discípulos que eran sus más fieles seguidores.
Entonces otro de sus discípulos, Júdas Iscariote, llegó guiando a unos soldados romanos. Se cree que los soldados identificaron a Jesús ya que Júdas le besó en la mejilla. Entonces los soldados romanos apresaron a Jesús.
El pasado Jueves testigos afirman que Jesús tuvo una cena con sus discípulos. Se cuenta que Jesús junto con tres de sus apóstoles se fueron a rezar al Huerto de los Olivos tras la cena.
Fuentes cercanas afirman que un discípulo, llamado Pedro, que creemos era Zelote, sacó una espada y cortó la oreja a un soldado romano. Sorprendentemente Jesús le detuvo y se dispuso a curar al romano. Más tarde se vio a los discípulos huyendo del lugar.
El Juicio ante el Sanedrín “Sí, yo soy el Mesías, el Hijo de Dios Vivo”
Este juicio se celebró en el templo de Sanedrín. Jesús fue allí porque le acusaron de decir que era el Mesías, el hijo de
Templo de Sanedrín
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Dios. El juez era el sumo Sacerdote (Caifás), más sus abogados, que eran falsos, se presentaron para llevarle la contraria. De esto, el sacerdote le preguntó: -¿Eres tú el Mesías? Y Jesús respondió: -Sí, tú lo has dicho. Soy el Mesías. Luego de esto, todos los presentes empezaron a insultarle, escupirle, pero Jesús seguía callado. Por es-
to, un soldado le pegó una bofetada. Luego decidieron que merecía la pena de muerte, pero ellos no podían realizarla. Decidieron entregarle a los romanos, esperando a que mataran a Jesús. Alba, Ángela y Ariadna
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El Juicio ante Poncio Pilato Nos cuentan que fue ante Poncio Pilato y que fueron justos, según nuestra justicia romana. Fuentes cercanas dicen que en la condena por alboroto se debían de dar 30 latigazos, pues decir que es Hijo de Dios no es causa suficiente para condenarle a muerte.
Nos han comentado que los Romanos decidieron preguntar a Jesús si es el Rey de los Judíos y él respondió que sí, pero no de este mundo, pero el juez le condenó por alta traición, pues no hay más rey que el César.
que no estaba muy a gusto con la condena. Isabella, Lucía y Sofía
Poncio Pilato se lavó las manos dando a entender
La pasión de Jesús de Nazaret Cuenta que Jesús no quería sufrir, pero le pusieron una corona de espinas, le quitaron la ropa y se burlaron los soldados de él. Durante el camino al monte Gólgota, llevaba encima la viga (el travesaño de la cruz) y se cayó tres veces, le acompañaban, María su madre, María Magdalena, María de Simón y Juan. Hemos visto que Verónica, una se-
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ñora del pueblo, le quitó el sudor de la cara con un paño. Después de la tercera caída obligaron a un señor llamado Simón de Cirene a ayudar a Jesús a llevar la viga. Al llegar a la cruz le desnudaron y le echaron vinagre en las heridas. Mientras se repartían los soldados su ropa. Isabella, Lucía y Sofía
“Mi reino no es de este mundo. Si lo fuera, mis soldados hubieran luchado.”
La Pasión de Jesús de Nazaret
La muerte de Jesús Le crucificaron al lado de dos ladrones y asesinos. Jesús pidió a Dios que los perdonara porque no sabían lo que estaban haciendo. Jesús le dijo a su madre, señalando a su discípulo Juan, ahí tienes a tu hijo y le dijo a Juan ahí tienes a tu madre. Los soldados mojaron una esponja en vinagre para que Jesús bebiera . “Verdaderamente, éste era el Hijo de Dios”
El sepulcro vacía José María, Gerardo, Pablo e Ignacio
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Los soldados clavaron una lanza a Jesús para que mueriera más rápido y lo puedieran enterrar antes de la Pascua judía. Le enterraron en la cueva de un señor llamado José de Arimatea que tiene mucha influencia entre los sacerdotes judíos. Hugo y David
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“Por qué buscáis entre los muertos al que está vivo”
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La Pasión de Jesús de Nazaret
Milagros La hija de Jairo: Nos cuentan que Jesús estaba por la ciudad, según las personas cercanas a él, Jesús estaba agobiado ya que había mucha gente, pero entre todos ellos había un fariseo llamado Jairo, una persona que no hemos podido localizar, le
La muerte y resurrección de Lázaro:
“Si tuvieras fe le dirías a es árbol, muévete, y se movería”
Nos narran fuentes cercanas que Lázaro un gran amigo de Jesús enfermó. Era de Betania, el pueblo de donde nació María esta fue quien avisó a Jesús de que su amigo había quedado enfermo, Jesús muy optimista dijo que: - ``Esta enfermedad no iba a quedar en la muerte´´. Lázaro murió y Jesús llegó tarde.
suplicó que fuera a casa de su hija ya que había muerto. Nuestras fuentes nos contaron que Jesús le dijo a la hija `` Levántate´´ y ella se levantó y volvió a la vida.
mana de Lázaro le dijo a Jesús que si hubiese llegado cuatro días antes Lázaro no hubiese muerto. Jesús contestó a Marta diciéndola que volvería a vivir, así que según había dicho Jesús fue al sepulcro de Lázaro y se puso a llorar al verle, la biblia cuenta que Jesús entró en el sepulcro y mirando al cielo dijo: - ``Padre te doy gracias porque me has escuchado´´. Sé que siempre me escuchas, pero digo esto por el bien de los que están aquí para que crean
en ti. Jesús alzó la voz y dijo: ``Lázaro sal de ahí´´. Y Lázaro salió del sepulcro, con las manos atadas, los pies con vendas y la cara tapada. Y entonces Jesús dijo: ``Desatadlo y dejadlo ir´´.
Nos cuentan que Marta la her-
Jesús sana a un leproso: Cuentan que Jesús bajó del monte, le seguían muchas personas del pueblo. Se le acercó un hombre enfermo de lepra, que se puso de rodillas delante de él y le dijo: `Señor, si quieres, límpiame de mi enferPágina 10
medas´. Jesús le tocó con la mano y le dijo: `Quiero, quedaste limpio de tu enfermedad´. En ese momento el leproso quedó limpio de su enfermedad. Nos han comentado que Jesús dijo: `Mira, no se lo digas a nadie. Pero ve al sacerdote y lleva
la ofrenda de Moisés, así sabrán todos que ya estas limpio de tu enfermedad´.
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Milagros Paralítico: Nos cuentan que en Jerusalén, había un estanque llamado Betzatá. Allí vivían muchos enfermos: ciegos, cojos, sordos… Jesús vio a un hombre que llevaba 38 años enfermo. Era paralítico y nos dicen que
Boda Caná: Nos relatan que hubo una boda en Caná, un pueblo de Galilea. María, Jesús y los discípulos estaban allí: Se acabó el vino y la le madre dijo a Jesús que ya no había vino. Nos cuentan fuentes cercanas que
Panes y peces: Cuentan que Jesús se fue a la otra orilla del lago de Galilea. Había mucha gente, Jesús subió al monte con sus discípulos. Jesús pregunto qué de dónde sacarían tanta comida. Felipe le respondió: Ni si quiera con doscientos Página 11
Jesús dijo: `Levántate, recoge tu camilla y vete´. En aquel momento, el hombre recobró la salud. El hombre se fue andando y los dijo a todos: `El que me devolvió la salud dijo: Anda´.
le respondieron que no volvieran a pecar, porque le podría pasar algo peor. Por estos los milagros que hico Jesús, las personas judías cada vez tenían más ganas de matar a Jesús, porque era igual a Dios.
Nos cuentan que todos
había seis tinajas de piedra para el agua, para la ceremonia de purificación. En cada tinaja había entre 50 y 70 litros. Las llenaron hasta arriba y se las llevaron al encargado de la fiesta. El encargado probó el agua convertida en
vino, sin saber de donde había salido. Entonces el encargado le dijo a Jesús: `Has dejado el mejor vino hasta ahora, has dejado que bebamos vino corriente´.
panes bastaría. Otro de sus discípulos, Andrés le dijo: aquí hay un niño que tiene cinco panes y dos peces, ¿pero qué es esto para tanta gente? Jesús respondió: haced que todos se sienten. Todos se sentaron, eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó en sus manos los
panes y después de dar gracias a Dios los repartió entre todos. Hizo lo mismo con los peces. Cuando todos quedaron satisfechos, recogieron el pan de centeno, para que no sobrara nada. Cuando se dieron cuenta llenaron doce canastas.
Esta fue la primera señal milagrosa que hizo Jesús.
“No soy digno de que entres en mi casa. Una palabra tuya bastará para sanarle”
La Pasión de Jesús de Nazaret
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