Al borde de un poema

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AL BORDE DE UN POEMA CHEFCHAUEN

Abdelkarim Tabbal Jes煤s Botaro Traducci贸n de Mohamed Benabderrazik





Abdelkarim Tabbal Jes煤s Botaro Traducci贸n de Mohamed Benabderrazik



L

a poesía ha sido siempre una herramienta muy sensible y la más eficaz para expresar los sentimientos y anhelos más profundos. Cuando se produce la fusión entre poesía e imagen, el mensaje se vuelve aún más expresivo. Deseamos que este libro en el

que se funden la sensibilidad del gran poeta árabe, el hijo de la ciudad de Chefchauen, Abdelkarim Tabbal y la de el gran fotógrafo español Jesús Botaro, sea el portavoz de la ciudad de Chefchauen y, el exponente de la belleza, la cultura y el patrimonio que son su identidad cultural. Esperamos que en este precioso libro encuentren, aquellos que visiten esta ciudad de la cultura, lo que buscan y anhelan. Nosotros, desde el Consejo Municipal de Chefchauen, estamos comprometidos en el mayor esfuerzo de fortalecimiento de los lazos de amistad y cooperación con nuestro vecinos españoles. Esta obra que tiene entre las manos es el ejemplo evidente de nuestro compromiso por la cooperación, especialmente con Granada y su Diputación. Esa ciudad de Al-Andalus cuya belleza, tan similar a la nuestra, difumina la distancia y evidencia la profundidad de los vínculos de nuestra común cultura: la de Andalucía y la del norte de Marruecos. Son estos vínculos los que queremos fortalecer y hacer de ellos un proyecto de futuro. Por último quiero agradecer a todos aquellos que han participado en la realización de este libro; en primer lugar a nuestro artista Mohamed Hakoun, a nuestro colaborador Mohamed Ben Maimoun su desprendida colaboración en la iniciativa de este libro. A nuestro gran poeta Abdelkarim Tabbal, al estupendo fotógrafo Jesús Botaro, al profesor Mohamed Benabderrazik por su profesionalidad y buen hacer en la traducción de los poemas y, por último, a todos nuestros colaboradores del proyecto MAGREC y especialmente a la Diputación de Granada. ALCALDE DE CHEFCHAUEN Mohammed Sefiani





1. La partida 2. Al-Andalus 3. Desnudez 4. Sufrimiento 5. Arco iris 6.

Familia

7.

Ascensión

8.

El cosmos

9.

Un brote tierno

10. Vasos 11. Ventanas 12. El vacío 13. La verdad 14. Pintor 15. El jardín 16. Sollozos 17. Gemelos 18. Sherezade 19. Cortinas 20. El cordero 21. Pensamiento 22. Un relato 23. La mañana 24. Encuentro 25. Ausencia 26. Persistencia 27. La fuente 28. Manos 29. Guitarra 30. Enamorado 31. Altar





La partida Preguntan estas puertas por unos jóvenes como jazmines, por los que fueron poesía y las voces sonrientes por el alboroto de los niños cuando jugaban bajo este tejadillo. Preguntan ¿dónde se fueron los seres queridos?





Al-Andalus Una mujer rosada aislada con andares curvados como una rama al inclinarse tal vez recuerda el aroma del arrayĂĄn la mĂşsica de Ziryab y la fragancia de los huertos en el Andalus profundo





Desnudez La sombra dice a las camisas ¡cubre tu oculto cuerpo! El cielo sin estrellas no es cielo. Aquí tengo tu oculto cuerpo. Acércate





Sufrimiento No esperes de los vientos huecos lluvia No esperes del olvido que se ausente alguna vez del alma del huerto





Arco iris Un mosaico parecido a una lejana nube o a un libro enigmático o al susurro de la noche Anillos de marfil pendientes que resplandecen un chal de mujer montará su Haudall mañana Un cántaro de bronce Quizás perteneció a Chahrayar y una capa de un jinete montando un caballo Zapatos amarillos como el atardecer

Haudall: Especie de cofre para procesiones de la novia en el día de su boda





Familia ¡Bájate! Antes de que arrebate el viento la mañana Tu estás llamada al encuentro de los seres queridos en el huerto del abecedario allí encontrarás los que se fueron y los que llegaron Todos te quieren todos: el padre, la madre y los hermanos





Ascensión Estás cerca muy cerca de la auténtica verdad. Has traspasado el umbral de la duda y el polvo de la fantasía Estás cerca muy cerca. La puerta está de par en par y tú estás despojado de la prenda de la lejanía como si entrases antes que los demás





El cosmos CuĂĄntos nombres de ti se deslizaron al alba hacia el rĂ­o y a las plazas fuiste mucho tiempo el hogar El cosmos con tus columpios con tu candil y con las mil y una noche Ahora se fueron aquellos nombres los arcos ahora tĂş lamentas aquellos nombres





Un brote tierno Un brote tierno Un brote de luminosidad Una guitarra de agua Un árbol tendido bajo la sombra y vosotros dos allí ¿Bebéis acaso la luz o atendéis algún sagrado responso o soñáis acaso con la cercanía del amanecer?





Vasos Son naves que surcan el origen y el fin hacia urbes lejanas para los viajantes la fuerza del amor y el goce de la posesión Para los que llegan todo lo que anhelan de bebidas y ropa ¡Oh, dueño de los vasos Hábil en la partida y ganador en la estancia!





Ventanas Unas pupilas inflamadas y fatigadas casi dormilonas casi ciegas se quejan de la oscuridad del crepúsculo de una sequedad en los ojos pero nadie escucha sus quejas son desde el nacimiento más pequeñas que el orificio de una aguja no destapa lo destapado tanto en la penumbra como en la claridad





El vacío Puertas y puertas tras de sí la nada. Parecidas a un pájaro de papel en un cuadro, a un filósofo duro de corazón Puertas y puertas ventadas cerradas. fantasmas, desoladas





La verdad ¡Eh! tú que estás envuelto en su sudario No es la blancura el último respiro ¡Eh! tú que estás envuelto observa la blancura de la mañana, la blancura de la risa de los niños Sabrás que la verdad no es una quimera





Pintor Pinta este mundo El rĂ­o sin olas no vive La flauta sin poema no vive PĂ­ntalo con el color de las nupcias con el color de la mĂşsica El mundo sin ti es un silencio ciego





El jardín Una azucena y un capullo Una guitarra y una cuerda Una acequia y una gota Engalanan el jardín Que rocíen con la fragancia todas las florestas





Sollozos ¡Oh, almas! por mucho que flotéis para llegar a la última galaxia, por mucho que nadéis para alcanzar la última isla, la puerta está cerrada Detrás de la puerta hay otras puertas no veréis las mitades no veréis los gemelos la puerta está cerrada ¡Oh, almas! casí oigo un sollozo detrás de la puerta





Gemelos Un minarete y una estrella en el cielo pr贸ximos unidos como el agua a la hierba Los dos juntos son una alberca de luz Ac茅rcate para ver, para unir lo lejano con lo cercano





Sherezade Aquí cuentas de día la historia de la creación o la historia de la alquimia en el bosque de la luz. El día en que se agotó el barro El día en que brotó el canto de la sólida piedra ¡Cuéntanos, oh, princesa! tú que estás hecha de la plata del agua, madre de las maravillas, todas las maravillas Ya no cantará el gallo después de salir el sol





Cortinas Aunque prolongues la mirada la densa bruma la polvareda y la alta montaĂąa son cortinas Te ocultan las conchas y tĂş siempre sueĂąas con el coral y la profundidad





El cordero ¿Dónde estás cordero? ¿Dónde está tu soltura por el prado? Errante y enamorado alguna vez te paras cerca de un manantial te riegas hasta ahitarte y, otra vez, cerca de un roble te sustentas de lo más delicioso Ahora te has convertido en un abrigo en calcetines de bandolero ¡Oh! qué pena ¡Oh! cordero ¡Oh! amigo





Pensamiento Una roca arrinconada sola no inclina su cabeza al aire al pasar no lagrimean sus ojos al paso de un funeral Siempre está contemplando los que van al río por la mañana pregunta jadeante ¿para qué van? y ¿qué encuentran allí? ¡es sorprendente! ¿Siempre medita sobre el más allá?





Un relato Dos árboles palidecieron a principios del otoño y eran dos palomas. Cantan la más fina poesía cada vez que asoma el alba Eran dos mozas Enamoradas como cualquier ser Eran dos bellezas ¡cuántas lágrimas derramadas por las mejillas de los enamorados! Ahora lo relatan, se ríen, luego lloran





La mañana ¿Qué es esta blancura que nos invade? en pleno corazón de nuestro amparo Al declinar el alba nos despoja de lo que poseemos de los rubíes soñados y lo que poseemos de mantos para la intimidad De repente nos vemos desnudos descalzos los muros que nos protegen al descubierto ¿Qué es esto de nombre la mañana?





Encuentro Detente un rato. Espera un trĂŠmulo. Se abrirĂĄ la puerta antes del atardecer y antes del llanto





Ausencia Si pusieras atención aquí mismo cerca de las cerradas puertas quizás verías unas lágrimas en los oscuros muros en la pálida cal en la ausencia del alboroto de los niños





Persistencia Los ojos vigilan tus pasos, tus sue帽os Incluso la imaginaci贸n Entonces, 驴c贸mo librarte?





La fuente La dicha del hombre estรก en ir a la fuente En el camino envejecemos todos como estos รกrboles todos caemos como estos รกrboles





Manos ¡Oh! manos en el cielo, píntanos en el camino unas estrellas para poder ver. La oscuridad es intensa ¡Oh! manos en las nubes siembra en la arena unos árboles para darnos sombra, el calor es sofocante ¡Oh manos! ¡Oh alas! nos enseñan cómo elevarnos hasta el séptimo cielo ¡Oh manos! ¡Oh velero nuestro! en el océano y nuestro rosario en la oración





Guitarra Me parece ver aquí a Ziryab andando solo entre sombras preguntando por una guitarra que confiese los secretos más delicados y que cante como un ángel en el paraíso





Enamorado Sube hay una mano que se abrirá Igual abrazarás a una mujer al abrirse quizás enamorada del forastero que retornará quizás de cuerpo esbelto y trenzas color de noche a caso será el sumum Chefchauen la querida





Altar Una alfombra de flores eres tĂş o tapiz de pĂĄjaro o lago de gaviotas o acaso eres morada de los extraĂąos anacoretas en el altar de Dios















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