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Si alguna vez sufres —y lo harás— por alguien que te amó y que te abandona, no le guardes rencor ni le perdones: deforma su memoria el rencoroso y en amor el perdón es sólo una palabra que no se aviene nunca a un sentimiento. Soporta tu dolor en soledad, porque el merecimiento aun de la adversidad mayor está justificado si fuiste desleal a tu conciencia, no apostando sólo por el amor que te entregaba su esplendor inocente, sus intocados mundos.
Así que cuando sufras -y lo harás14 por alguien que te amó, procura siempre acusarte a ti mismo de su olvido 16 porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato. Y aprende que la vida tiene un 18 precio que no puedes pagar continuamente. Y aprende dignidad en tu derrota, agradeciendo a 20 quien te quiso el regalo fugaz de su hermosura. Felipe Benítez Reyes: Los vanos mundos (1982-1984)
Comenzamos por el subrayado: Hemos procurado mantener la ley de oro: lo subrayado ha de tener sentido en sí mismo y por sí mismo. Si leemos verticalmente, nos daremos cuenta que así es.
ADVERTENCIA Si alguna vez sufres —y lo harás— por alguien que te amó y que te abandona, no le guardes rencor ni le perdones: deforma su memoria el rencoroso y en amor el perdón es sólo una palabra que no se aviene nunca a un sentimiento. Soporta tu dolor en soledad, porque el merecimiento aun de la adversidad mayor está justificado si fuiste desleal a tu conciencia, no apostando sólo por el amor que te entregaba
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su esplendor inocente, sus intocados mundos. Así que cuando sufras -y lo haráspor alguien que te amó, procura siempre acusarte a ti mismo de su olvido porque fuiste cobarde o quizá fuiste ingrato. Y aprende que la vida tiene un precio que no puedes pagar continuamente. Y aprende dignidad en tu derrota, agradeciendo a quien te quiso el regalo fugaz de su hermosura.
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Subrayado Si alguna vez sufres por alguien que te amó y te abandona, no le guardes rencor ni le perdones: soporta tu dolor en soledad, si fuiste desleal, procura acusarte a ti mismo de su olvido porque fuiste cobarde o ingrato. Y aprende dignidad en tu derrota, agradeciendo a quien te quiso el regalo fugaz de su hermosura. Esquema En las intervenciones de los distintos compañeros y compañeras, que hemos podido leer, siempre hemos asistido a la división clásica del texto: introducción, desarrollo y conclusión. Otros, incluso en una sola proposición, de la que van a anidar las consecuencias del comportamiento del amante. Pero no olvidemos que el esquema se apoya en el subrayado de las ideas principales y secundarias que las desarrollan y matizan. Y en este sentido nuestro subrayado destaca dos acciones o grupos de acciones bien definidos: a) guardar rencor y perdonar, con sus consecuencias (soportar el dolor íntimamente) y b) aprender dignidad. ¿Cómo llegamos a este conclusión? La respuesta está en el texto, siempre el texto. La separación tipográfica entre el verso 12 y el verso 13 es muy significativa. Más aún lo es el arranque del verso 13 (Así que cuando sufras - y lo harás -) marca la consecuencia del primer grupo de acciones. Pues bien, guiados por el texto, proponemos la jerarquización de las ideas de la siguiente forma: 1. Aleccionamiento en el abandono amoroso 1.1 Qué no se debe hacer (verso 3 y ss.) 1.2 Qué se debe hacer (verso 7 y ss.) 2. Enseñanza de la experiencia sentimental y aplicación (vv. 14-16) 2.1 Conclusión vital (19-21)
Comentario crítico Nos encontramos ante un texto literario, escrito por Felipe Benítez Reyes, poeta, novelista, traductor y ensayista español, nacido en Rota (Cádiz) en 1960. Es considerado como una de las voces más influyentes del panorama literario español. Este poema pertenece a “Los vanos mundos” (1982-1984). Se trata de un texto literario, con finalidad poética, y artístico según su intención; podríamos entender que su estructura es encuadrada. Pero, según la estructura formal que presenta el poema, las dos partes definidas, tanto por su tipografía como por sus contenidos, la estructura va paralela a su intención comunicativa. El autor intenta aconsejar sobre el abandono amoroso. El tema que se trata en el texto, es un tema que siempre ha estado y estará presente en la vida del ser humano: la decepción amorosa, (abandono, ruptura amorosa) puesto que es un sentimiento que está presente para todos en sociedad, como bien dice el autor: “Si alguna vez sufres - y lo harás - ”. Para ello, utiliza una estructura paralela, con la que expresa al principio (primera parte del poema) una primera idea, para posteriormente dar una explicación, o un consejo como en este caso, idea ad hoc para la resolución del conflicto amoroso. Aporta algunos argumentos para defender su opinión, como que la persona que te abandonó, no tiene toda la culpa, ya que una relación es cosa de dos personas, y el olvido es ocasionado por tu falta de interés. Estos errores no pueden pagarse continuamente, ya que se pierde a una persona muy preciada. Lo único que queda, cuando se pierde la atención de la persona querida, es el agradecimiento por haber compartido con uno un momento de su vida. En mi opinión, estoy de acuerdo con el autor respecto a que todo el mundo sufre más tarde o más temprano por un amor, que en algún momento no es correspondido. Pienso que, al ser el amor un sentimiento tan profundo, al querer tanto a una persona hasta el punto de poder estar con ella toda la vida, no aceptamos el hecho de que esa persona ya no sienta lo mismo por la otra parte, ese sentimiento que un tiempo atrás, florecía en su interior. Podemos querer tanto a la persona amada, que no soportamos separarnos, y ello produce confusión, y no se entiende por qué la persona amada te deja sumida en ese pozo de tanto sufrimiento y dolor. Todo esto puede llevar a que muchas personas sientan odio o desprecio, como refleja el autor en el texto, ( verso 3: “no le guardes rencor”), y es cierto que debe ser muy triste tener ese sentimiento tan opuesto hacia una persona, que anteriormente te ha querido y ha pasado momentos y experiencias de vida inolvidables contigo. Esta situación, aunque no lo parezca, es muy complicada y dramática para ambas partes, ya que ninguna quiere provocar y provocarse daño. Una persona no sabe cómo reaccionará ante una situación como esta, así que opino que nadie debe hablar por nadie, toda vez que nunca se reacciona igual ante las peripecias de la vida, ni todos mostramos la misma forma de ser. Supongo que no se puede decir: “yo haría...”, sino intentar actuar de la mejor forma posible ante dicha situación. En definitiva, y en nuestra opinión, es mejor amar y haber perdido que nunca haber amado.