Primera muestra de poesía de autor by Universidad Popular de Leganés

El Programa “Leganés contra el analfabetismo” de la Universidad Popular de Leganés presenta la Primera muestra de poesía de autor. Se realizó el 1 de abril de 2011 en la sede de la Casa de Castilla – La Mancha Paseo de la Chopera, 7 Leganés

Ya han dicho todo lo importante, tanto la Directiva de la

“Mi caja”

Casa como Andrés, promotor de esta idea y responsable de Universidad Popular de Leganés. Yo solo quiero ratificar las gracias a todos los participantes que vamos a escuchar dentro de unos momentos, por regalarnos sus poemas, su creatividad, su valor al exponerse en carne viva ante un micrófono, por acudir a la llamada, por intentar embellecer el mundo, y a los espectadores y amigos que nos acompañan, por apoyarnos en la idea, por compartir esta tarde, primera de un mes recién estrenado, por el amor que demuestran a la poesía y por inocular esa pasión a todos los que se encuentran en el camino. Creo que ya sabéis que aquí, en esta Casa, todos los últimos viernes de cada mes hacemos poesía, recitamos poemas propios o del autor que más nos guste en ese momento. Vamos por el undécimo encuentro y cada vez con mejor acogida. El viernes pasado fueron 33 los poetas que se subieron a este escenario a recitar y que nos prometieron volver. Desde aquí y con el permiso de la Directiva, os invitamos a asistir el viernes que queráis para acompañarnos en la travesía. Le deseamos larga vida a la idea de Andrés, le agradecemos de nuevo que el germen de este proyecto comience su andadura en esta Casa de Castilla-La Mancha y no dudamos de su crecimiento porque, como dijo Celaya, “la poesía es un arma cargada de futuro”. Gustavo Adolfo Bécquer fue más lejos aún cuando dijo: “Mientras haya en el mundo primavera, ¡habrá poesía!” Bienvenidos a la primavera y a la poesía. Comenzamos. Gracias.

Esto que voy a leer es muy sencillo: es sobre una caja. ¡Quién de vosotras no tiene una caja en su casa? Yo tengo la mía: era de mi abuela y de mi madre. Es mi tesoro particular donde guardo mi realidad y mis fantasías. Y paso a leeros todas las cosas que, con un poco de imaginación, caben en una caja.

Eloísa Pardo Castro, monitora voluntaria en la Casa de Castilla La Mancha

Mi caja

En una caja tengo rosas y espigas, canto de cigarra, besos y espinas. El frío de la escarcha, el aire de la brisa, el ruido del mar, el canto de sirenas, de penas y alegrías tengo mi caja llena. Mi caja es una herencia de mi madre y mi abuela. Yo acaricio mi caja y me pongo contenta. Con los ojos cerrados dibujo mil escenas de hermanos y de amigos que yo viví en mi tierra. 4

Mi caja es un compendio, con muchas añoranzas, de cosas que me sobran, de cosas que me faltan.

Mi caja es un tictac con corazón y alma.

Quiero romper lo malo, que se pierda en la nada, tener la mente limpia, tener mis noches claras. Todo lo negativo no lo quiero en mi caja.

“La cosa va de conejos”

María Antonia Jiménez Rodríguez, de El Salvador

Me encuentro desesperado y sin saber lo que hacer porque Petra, mi mujer, de mi lado se ha marchado. Es un tema muy chocante que lo quiero confesar en este humilde cantar tirando de consonante.

He guardado en mi caja un ramito de jara, un poco de romero y una rosa muy blanca.

La cosa viene de lejos. Un secreto es a voces. En “Lega” se me conoce por Pepe “el de los conejos”.

Mi caja es una revuelto de mi vida pasada. Cuando me pongo triste acaricio mi caja y remuevo las cosas y me llegan aromas. Con la imaginación me acarician palomas.

Mi abuelo con ilusión la granja la fue montando poco a poco y progresando a fuerza de corazón. Cuando estaba encarrilado, del negocio quedó al frente mi pobre padre Clemente que del suyo fue heredado.

Mi caja tiene ritmo, rasgueo de guitarras y notas de piano, de violines y arpas. 5

Mi abuelo por condición lo dejó muy definido: que fuese desposeído quien rompa la tradición

Conejo para almorzar, conejo siempre cenaba y la sobra se encontraba la pobre al desayunar.

y la empresa la dejaba por las razones que fuese, porque él donde estuviese su maldición le mandaba.

En la casa no faltaba con arroz o vinagreta. Ella estaba hasta las tetas y yo ni cuenta me daba.

Y tuvimos que jurarle la familia en comandita la promesa tan maldita del negocio no dejarle.

Del frío la resguardaba, con pena ahora lo digo; que estola, capa y abrigo con sus pieles fabricaba.

Mi viejo que estaba harto de la herencia envenenada, un martes de madrugada se me murió de un infarto.

Con santa resignación, mi Petra me acompañaba cada vez que la invitaba a la granja de inspección.

Obligado a su crianza estoy por el juramento y el dejarlo de momento yo no tengo la esperanza.

Muchas noches dando gritos de pavor se despertaba y llorosa musitaba: “¡Me estás matando, Pepito!”

Mientras tanto, a sinsabores a mi esposa la mataba cada vez que se nombraba en casa a los roedores.

Un día me dio a elegir entre ella y los conejos. Si el negocio yo lo dejo, ¡de qué vamos a vivir?

“Yo no sé de qué te quejas”, me decía mi abuelita. “¿Tú no ves que a la Petrita le han crecido las orejas?”

¿Habrá una vista más bella que levante el apetito, que te pongan conejito adornando una paella?

Y no seguí su consejo de cambiar yo de trabajo y que mandara al carajo el negocio del conejo.

Os confieso que al ajillo hasta lloro de emoción cuando llega la ocasión y uno entero me cepillo.

De dejar los conejitos lo que más me retenía: el juramento que un día yo le hice al abuelito.

Esta trova ya la dejo. Un pelín me estoy pasando. Alguno se está empachando de tanto hablar del conejo.

Pero, en el fondo me gusta seguir con la tradición cuando veo la ilusión con que la gente degusta

Que tengan felices días y aceptad un buen consejo: al ir a la pollería no se olviden del… Manuel Infante, de Dinamo 6

los sabrosos conejillos, por bares y restaurantes, si los ponen por delante en tomate o al ajillo.

“Desde niña eres mi amiga”

Poesía, mi bella poesía,

A su carne tan sabrosa le viene que ni pintada de lechuga una ensalada y el tinto con gaseosa.

desde niña eres mi amiga y viendo crecer la luna con ilusión te contaba que serías en mi vida el sueño que yo anhelaba. 9

Por eso, muchas noches cuando pienso en ti me robas el sueño, y con tu magia te asomas a la ventana de mi pensamiento.

Pero tú, hermosa poesía, por siempre serás la que repartas amor a toda la humanidad. ¡Porque eres inmortal! Luz Martínez, de Castilla La Mancha

Porque tú eres, poesía, viva literatura, dulce y elegante, y a los eventos que vas siempre causas emoción y buscas la forma de llegar al corazón.

“In memoriam”

Caballero enjuto, alto, muy serio y muy formal, trabajador incansable, callado, amigo de sus amigos.

Y das vida y esperanza a todos los poetas que con esmero te escriben románticos poemas.

Bueno hasta no poder más, no contradecía a nadie pensando que iba a pecar. Se hacía querer en seguida.

Y yo, amiga poesía, llevada por mi afición, los versos que te escribo me nacen del corazón. Y dormida o despierta nunca te olvidaré, hasta el día que me marche para nunca más volver.

Trabajador en el campo, después se vino a Madrid buscando una vida nueva que ofrecer a su familia. Trabajó de vigilante en una urbanización. Allí estuvo muchos años hasta su jubilación. 11

Hace ya bastantes años que El de arriba lo llamó; por la enfermedad maldita nos dejó sin su calor.

Voy a ver realizados mis deseos de ser abuela. Te esperaré como las flores esperan la primavera.

Es un pequeño homenaje que quiero hacer a mi padre, que aunque pase muchos años yo nunca podré olvidarle…

Muchas veces he pensado qué bonito era ser madre, pero no me imaginaba que ser abuela es tan grande. María Banegas, de Castilla La Mancha

“A mi nieta antes de nacer”

Qué hermoso día el que mi hija, nerviosa y entusiasmada, quiso darme la noticia de que estaba embarazada.

En mi alma se ha grabado una alegría inusitada: más ilusión por la vida esperando tu llegada. Te contaré mis historias con palabras ya cansadas llenas de amor y cariño, muy juntitas y abrazadas. Carmen García, de Dinamo 6

Sentí un escalofrío. Me quedé impresionada. Dos lágrimas de emoción humedecieron mi cara. No sé que tienes, Aitana. Me has atrapado el corazón. Cada mañana al despertarme mi pensamiento vuela a Nueva York. 13

“Mulero”

Mulero, con aquella mula torda que tú tanto querías, a solas en aquella tierra que más tarde sembrarías, 14

y aquellos trigales verdes que rubios se volverían y que no llegaste a ver, mulero del alma mía. Aquellas amapolas rojas que tan alegres crecían, con mis manos las cogí y al cielo las envié para hacerte compañía.

“La crisis y la sociedad”

La sociedad somos todos y la sociedad protesta porque está pasando una crisis sin comerla ni beberla.

Pastorcillo, aquellas ovejas blancas, que alguna negra ya había, y aquellas praderas verdes donde contentas comían; en medio de tus ovejas apenas se te veía, con aquel pelito rubio y aquellos ojos azules como ese cielo ya antiguo que siempre te alumbraría.

No le echo culpas a nadie ni sé de dónde ha venido, pero no me parece justo que siempre paguen los mismos. Según dicen las noticias es una crisis mundial que nos ha pillado de lleno y tenemos que superarla con trabajo y con esfuerzo. ¿Les parece poco esfuerzo el que hacen los parados que tienen hijos e hipoteca y se encuentran sin trabajo?

Pastorcillo, aquellas ovejas blancas, que alguna negra ya había, cuando les dabas un grito todas te obedecían.

A los pobres pensionistas les congelan su pensión, la que ellos cotizaron con trabajo y con sudor.

Pastorcillo, aquellas ovejas blancas y aquella mulita torda, a las que tanto querías. Encarna Tíscar, de Castilla La Mancha

A todos los funcionarios, justo es reconocerlo, para salir de la crisis les descuentan de su sueldo.

Y con esto me despido, no les quiero cansar más. Yo no soy la que protesta, protesta la Sociedad. Paquita Fernández, de Zarza 4

Nos subieron los impuestos, la luz, el teléfono y el gas, y todo eso, ¿quién lo paga? La sufrida sociedad.

“Dama misteriosa”

Según el telediario, los banqueros y otros grandes personajes hacen pocos sacrificios… Pero, a pesar de la crisis, tienen grandes beneficios.

Felicidad intangible, ¿o se te puede tocar? Felicidad que te cubres de bienes y bienestar. Hay gente que tiene de todo y de ti no les he oído hablar. Personas que están sufriendo guerras, sed y hambre de pan. Esos, Dama Misteriosa, esos no te nombrarán.

Dar carrera a nuestros jóvenes nos cuesta mucho dinero; pero, como no hay trabajo, se marchan al extranjero. ¡Qué contentos se pondrán los países donde vayan, que se aprovechan de ellos y no se han gastado nada!

Felicidad utopía, ¿o acaso te crees real?

Poetas entre poetas te han querido ensalzar, pero ninguno ha escrito cómo eres en realidad. Si alguna vez te he sentido fue como estrella fugaz, cuando quise disfrutarte tu luz se alejaba ya. Conocí gente perdida que con farol fui a buscar, esa gente sí me hablaba de sentir felicidad: eran pocos, tan poquitos… con una mano podías contar. Tenían algo en común, descubrieron la amistad.

Como esto siga así, si no se pone remedio, aquí solo quedaremos niños, jubilados y enfermos. 17

Por ahí pueden ir las cosas, si es que te quiero palpar. Pero sigo preguntando: felicidad, ¿dónde estás? Antonia Gaitán, de San Pío

“El encanto de reverdecer”

Mujeres que estáis en casa aburridas como ostras, venid a alfabetización y os sentiréis como rosas.

¡Madre mía, que jaleo!... Donde es la ge, pongo la jota; donde la elle, la y griega; donde es la uve, la be… Pero, no hay que preocuparse… Ya sé que ventana se escribe con uve y bien se escribe con be… y muchas más que me sé.

Cada día somos más las que venimos a clase y nos lo pasamos bomba cuando hacemos debates.

Pilar Cacho, de San Nicasio 1

Cada cual da su opinión según el tema que sea, pero cuando hablamos todas, ahí ya no hay quien se entienda. La profesora nos dice con muchísima dulzura: “Por favor, callaos todas y hablad de una en una”.

“Estoy viva”

He cerrado los ojos, mi lengua ha enmudecido, se han parado mis manos, mis pies no hacen camino. Estoy quieta de penas, no tengo luz ni risas, sólo me queda el frío de haber envejecido.

También hacemos dictados y cuentas de dividir y nos dan unas hojitas que para qué decir…

Y, sin embargo, vivo, conservando en mi alma el tesoro escondido de un ayer que, preñado de gotas de rocío, una vida llenaba.

Con la jota, con la ge, con la elle, con la y griega con la uve y con la be… 19

He cerrado los ojos y, sin embargo, vivo poniendo cada día el afán desmedido de dar de mí lo más, porque sé que es bonito dar cuando apenas tienes… ¡Manos a trabajar!

Mi sangre se rebela, y voy a abrir los ojos porque estoy viva.

Voy a reír de nuevo y seguiré el camino dejando que mis ojos se llenen de estallidos de luz y de colores… ¡Pies para caminar!

Mi hija, para el trabajo, cuánto lloró.

Elvira de la Osa, de Zarza 3

“¡Cuánto ha cambiado mi vida!” Todos sufrimos con ella hasta que se colocó. Con el piso pasó igual. Cómpralo ahora y luego ya veremos, eso le dijo papá. Aquí nació el niño y su hermano se casó. Y nosotros decíamos: “Ya están recogidos los dos, ¡qué ilusión!” Ellos se fueron a otro que les gustó. Y eso vivía su padre, y decíamos por qué habrán hecho esto. Y nadie nos contestó. A los tres años quedó en estado. ¡Qué ilusión! Ella quería dos hijos y Dios se los concedió: Una niña y un niño, y qué preciosos los dos. Pero qué palo nos dio la vida: mi hijo se separó. No lo asimilamos ni su padre ni yo. “¿Quién habrá tenido la culpa?”, decíamos, ¿Habremos sido tú y yo? Le preguntamos cosas y nunca nos respondió.

Y mis manos ajadas volverán a moverse, como en la primavera vuelan las mariposas. Y sentiré en mi carne el calor de los besos y no me pararé. Seguiré adelante desafiando al viento, gritándole a la vida. ¡Estoy cansada, sí, pero no estoy vencida!, porque late mi pulso. 21

Le seguimos preguntando y de nada nos sirvió. Hablamos de jubilarse: su padre se jubiló. Pero pronto cayó malo y todo se terminó: nos dijeron que era cáncer. No sabéis lo que pasó. Le hicieron todas las cosas y nada se consiguió. Mi hijo ya tiene piso y su padre no lo vio, ¡qué pena porque era su perdición! Mi hija se va a Alemania, está su marido allí y es su obligación. Pero yo me quedo sola. Ya no veo a los pitufos. Saldré a la calle, vendré, cerraré la puerta y amén.

Cines, teatros, musicales para poderse divertir y tenemos a “Chicote” para poder consumir. Estamos muy orgullosos de poder ir a comprar libros y lotería, que en nuestra Gran Vía están. Madrid es mucho Madrid, es el corazón de España, por eso quien la visita jamás podrá olvidarla. Emilia Reviriego, de Reverdecer

Carmen Gutiérrez, de Reverdecer

“Palabras de un corazón que no tenía color” “A nuestra querida Gran Vía” (romance)

Cien años cumple la calle

Buenos días Sonia, amor que de veras sentí, quien hizo saltar mi corazón y mi sangre aceleró. Te quiero, te quiero porque tú eres mi vida y mi pasión, porque sabes que cada día que pasa sin poderte ver tengo la sensación de no haber visto el sol. Buenos días para ti, que siento eres mi reina, de tu bufón porque no hay más grata labor para el bufón que a su reina la vida hacer mejor.

que Alfonso XIII inauguró y todos los madrileños acuden con ilusión. Es una calle importante, su noche no tiene fin, por ella pasean todos los que visitan Madrid.

Cuando se siente algo bello por alguien hermoso, la vida es de color y olor maravilloso. 23

Sintiendo con candor por ti gran devoción, el día se hace emoción, la semana pasión, por a tu lado gozar de sentimientos sin igual. ¡Cuántos pensamientos perdidos y sentimientos sin destino! Endurecen el corazón, pero dan forma a la pasión. El amor es la poesía del hombre que no hace versos, la idea del hombre que no piensa y la novela del hombre que no escribe. El beso de una boca apasionada, de los labios del Hermón de donde leche y miel mana y el alma hace estremecer. Estoy soñando pero despierto porque, aunque esto es bello, me falta lo más bello que poder admirar: tu cara, tu persona, tu ser y mi amor. Hermosura y deseo son el reflejo de tu cara cuando te veo sonreír o el ceño fruncir, cuando creo que piensas en mí y te siento disfrutar como en un mundo especial. La primavera llegó para calentar con su sol la semilla de nuestro amor. Si la regamos con la amistad, crecerá lo más bello que jamás nadie haya podido contemplar. La rosa de un corazón surgió y fue tal su excitación, tanto su candor, que su color adquirió para poder estar cerca de todo corazón. “¿Qué es el amor?”, pregunto yo. Todos hablan pero no contestan, todos claman pero no oigo, no entiendo, porque solo veo que el amor eres tú. Siempre que el día acaba, algo nuevo llega, pero esperar demasiado no es lo acertado, ya que la felicidad es el momento de un instante, porque el día llega sin esperar y la felicidad ahí siempre está.

Siempre una visión llega a ser una ilusión, pero si la haces pasión, se hace realidad para la eternidad. Todo se puede apartar de mí: la luz de tu visión, el olor de tu piel, el color de tus ojos, pero nada ni nadie me hará jamás olvidar el sabor de tus labios y el tacto de tus manos en las mías . Amor es algo más que decir comparto la vida, amor es dar hasta el último aliento de la vida. Sentimientos, pasiones, ilusiones y frustraciones forman la vida atractiva, desdichada y divertida, también. Por eso siente e ilusiona apasionadamente porque la vida tú y yo la hacemos atractiva. Si la vida pudiéramos diseñar, con tus colores la quisiera pintar y en el arcón de tu corazón los planos guardar para que nadie los pudiera copiar. Un mundo construido para ser destruido y vuelto a construir, para volver a destruir. Así un corazón se puede romper pero entero vuelve a llegar a ser para otra vez en mil pedazos volverse a desprender. Aunque uno a uno se pueden volver a restablecer pero con una capa protectora que ya no dejan pasar todos esos rayos que dan plena felicidad. Hace un tiempo tu nombre, Sonia, me sonó a canción. Ahora está empezando a ser, no canción, sino concierto y deseo que llegue a la sinfonía que nos dé el compás de nuestros corazones y junto a un solista especial armonizar esta obra de nombre excepcional: amor, para unos dolor, para otros satisfacción, y para algunos lo más profundo del corazón. ¡Cuántos caminos andados y cuántos por andar! Ni acordarse de los tropiezos dados ni por dar. Senderos

trillados ha habido y trillar senderos todavía se podrá porque el amor y la amistad, la amistad y el amor, son el tamiz del amigo y la pareja feliz. Sonia, Sonia, Sonia, te quiero porque eres mi despertar y estar, te quiero porque eres mi soñar y reposar, te quiero porque a tu lado el mundo eres tú. Saber entender o saber comprender, lo mismo parece ser, pero en la pareja, entender sin comprender o comprender sin entender, no tiene razón de ser; sin una de las dos no puede haber buena comunicación, lo que nunca permitiría hallar esa felicidad que cada día los una más. Tan sólo pensar en tu presencia me alegra la existencia y estando a tu lado, todo lo demás, ¿dónde está? En un mundo distinto va surgiendo un sentimiento que hace de todo un universo, una bocanada de oxígeno que puede hacer llegar a un corazón a lo más complejo de la razón, para que con armonía y emoción surja una nueva creación. Sonia, qué vida es vivir sin tu sonrisa sentir, qué vida es vivir sin tu caricia sentir, qué es vivir sin tu vida hacerme sentir. Ansío contemplar tu rostro, sentir tu aliento en mis labios, tener mis manos en tus senos y estremecernos bajo la súbita excitación del amor. Cuando una nube se disipa, otras mil pueden llegarse a crear, pero ninguna será igual, aunque todas creadas igual están. Tu mirar es un dulce cantar, tu palpar, excitante soñar, tu querer, mi vida sin más. Cuando un canto asoma al amanecer, cuando un susurro llega al amanecer, cuando una mirada atraviesa cualquier dificultad: eso sin duda es amor. Si me preguntas quién soy: alguien que pasa por el día, quizás la brisa del amanecer, el templar de la media 27

mañana, el fortalecer del medio día o el descanso del anochecer, sólo alguien que en el día se va. Si supieras cuánto te quiero, Sonia, posiblemente te quemarías en el hielo. Si entendieras cómo me siento, Sonia, te helarías con el fuego. Por eso siente la templanza de mi amistad, para tu próxima (¿????) José Stojan Sekulits, de Dinamo 8

“Extremadura es mi tierra”

Tú eres, Extremadura, mi alegría y mi pena: mi pena, por no vivir en tu tierra; mi alegría, por haber nacido en ella. Eres extrema y dura. Por el norte, grandes montañas. Por el sur, grandes llanuras. Te bañan dos grandes ríos: el Tajo y el Guadiana. El Guadiana con sus pantanos: el pantano de Cíjara, el de García Sola, el de Orellana, el pantano La Serena, el mayor que tiene España. Todos ellos rodeados de picos y grandes montañas. 28

Y el turista cuando viene y te ve por vez primera se queda tan sorprendido que no se iría de tu tierra.

Allí nació un gran maestro, padre de grandes toreros, que los llamó Bienvenida porque ese era su pueblo.

Cuando ve el valle del Jerte, cuando ve el valle del Tiétar, con sus pueblos a lo antiguo, sus casas, sus balcones de madera, y esas gargantas de agua que le dan vida a tu tierra.

Tú eres, Extremadura, mi alegría y mi pena: mi pena, por no vivir en tu tierra; mi alegría, por haber nacido en ella.

Tú eres, Extremadura, conjunto monumental, Cáceres, Plasencia, Trujillo, Mérida, con su teatro romano, escenario sin igual. De Mérida a Andalucía tienes Almendralejo, Villafranca de los Barros, Zafra… Y muy cerquita de ahí, Bienvenida, que es mi pueblo. Que tiene una iglesia, declarada monumento, y una ermita muy bonita, y linaje de torero.

Ascensión Campíñez Moreno, de A.C.P. Carrascal

“Aún te recuerdo, niña” (Año 1959. En recuerdo a una niña que perdió la vida bajo las ruedas de un autobús en una tarde de mi infancia. Yo estaba allí, no la he olvidado nunca y busco, desde entonces, maneras y sueños para despertarla)

Aún te recuerdo, niña, un poco despeinada y con los ojos cerrados, un brazo subrayando un futuro débil y cobarde que huyó por alguna esquina de aquel día lento. El otro brazo se escondía debajo de tu cuerpo inservible, avergonzado, quizá, de haber escapado de la seguridad del último verano. El autobús frenó a cierta distancia, lleno de rostros desencajados y temblones. Aún te recuerdo, niña. Desconozco el color de tu mirada y no sabré nunca cómo sonreías. 30

Aún te recuerdo siempre niña. A veces, he vivido por ti, he amado en tu memoria, he acogido en mi cuerpo al hombre para que tú sintieras la tibieza. Mis hijos, algunas tardes, también han sido un poco tuyos para que paladearas el sabor de la dicha. He devorado primaveras, he pisoteado otoños, he reído un poco más, he llorado un poco menos, he deseado mucho en un intento de ofrecerte una porción de biografía, de vivir por ti… Aún la recuerdo, niña sin nombre, desvalida y rota, un poco despeinada, exenta. Se arrimó la noche, distraída e impasible, y allí quedó su zapato cavilando el asombro. Eloísa Pardo, de Castilla-La Mancha

“Poema roto”

Porque sé que los sueños no son míos prefiero mirar tus ojos cuando estoy despierta. Cuando me intentas amar te miro intensamente, intentando bucear dentro de tus pensamientos y desbrozo tu sonrisa hasta que encuentro un claro donde sosegar mi fatiga. Porque sé que los sueños no son míos, espero que tu mano ascienda por mis muslos para saber con certeza lo que no me cuentas. Tus cabellos rechazan el trote de mis dedos, sabedores de que otros ya lo han rastrillado. Porque sé que los sueños no son míos intento que escribas en mi piel tus pobres huellas y te ofrezco corona y cetro deslucidos, usados, por ver si te das cuenta del engaño. ¿A quién haces el amor cuando lo haces? ¿Por qué senderos cabalgas cuando me cubres? ¿Quién eres? Porque sé que los sueños no son míos me dejo caer en los tuyos desde el trampolín del miedo aunque el cuello se tronche a mitad del camino, aunque descubra en el fondo del mar verdades ácidas y remotas, aunque me olvides alguna noche extraviada. Porque sé que los sueños no son míos, porque sé que los sueños no son míos. Eloísa Pardo, de Castilla-La Mancha

“Escribo sobre ti” (Para Haro que, perdido, nos encontró un domingo 13 de febrero de 2005)

Escribo sobre ti, botón perdido, nómada indolente, sin norte, señero, huroneando un nido de calor donde ovillarte, solitario, errante, derrotado. Sobre la brisa me buscabas y yo esperaba un milagro ignorado barriendo con preguntas las mañanas. Escribo sobre ti, mi camarada, escribo de tu pelo enmarañado, de la arrogancia del trazo de tu cuello y del radar de la trufita que me descubre siempre al final del camino. Tus ojos cómplices indagan en los míos interrogando secretos y yo, a corazón abierto, te hablo. Con la patita celosa apartas el libro que me ocupa para que me consagre a ti, para que mi mano continúe desenredando tu espalda de recuerdos. Ahora eres mío, siempre lo fuiste, sobre la brisa se encontraron los efluvios 33

del destino y ahora viajo sobre las hojas ocres de mi otoño, amarrada a tu figura, bolita blanca, algodonosa, milagro. Escribo de un cruce de caminos, escribo sobre dichas y algazaras y del gozo de sentir y de la vida. Eloísa Pardo, de Castilla-La Mancha

“Una vez dije amor”

Una vez dije amor y los cielos se rasgaron para dejar paso a mil tormentas voraces. Una vez dije amor y las aguas de océanos antiguos se abrieron para que tú cruzaras, triunfante, al otro lado. Una vez dije amor y se multiplicaron las horas y las noches hasta dejarme ahíta, plena. 34

Una vez dije amor y sobreviví a las tentaciones de demonios disfrazados de tiempo. Una vez dije amor y unos silencios me quemaron las manos y un dolor, como de lanza, me arrancó los recuerdos de aquella tarde. Sí, una vez dije amor y tú reías. Eloísa Pardo, de Castilla-La Mancha