LEYENDAS DE ANDALUCÍA

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FEBRERO DE 2.013


LEYENDAS DE MÁLAGA EL BANDIDO ZAMARILLA “El Zamarilla” era un hombre que cometió muchos delitos. Una vez le estaban persiguiendo y se escondió debajo del manto de la Virgen para que no lo vieran. Cuando salió le clavo una rosa roja en el corazón con un cuchillo. Como símbolo de agradecimiento. Hoy día la virgen en la procesión, sale con una rosa clavada en el corazón.

LA LIBERACIÓN DEL PRESO En los tiempos de Carlos III hubo una época en la que había un virus. En la cárcel nadie estaba contagiado y llegó semana santa. Todos los que sacaban el trono estaban enfermos así que pidieron a los presos que sacaran el trono con la condición de que cada año sacarían a uno. Hoy en día cada año en semana santa todavía siguen la tradición y liberan a un preso de la cárcel.

Alba López Bravo 4ºB


LEYENDAS DE ALMERÍA.

Uno de los casos mejores constatados sobre el extraño fenómeno de las combustiones espontáneas se produjo en el pueblo de Laroya en la provincia de Almería. Una serie de incendios, aún no muy bien explicados, sembraron el miedo y el desconcierto entre sus habitantes. El nombre de esta villa tiene origen árabe y su significado puede interpretarse por el de "hoya" accidente geográfico que indica enclave en hondonada. En 16 de Junio de 1945, sin que nadie supiera la causa, ardieron varias casas y enseres en los distintos domicilios de las gentes del pueblo. Uno de los primeros episodios tuvo lugar en las tierras del cortijo Pitango. La ropita de la niña María Martínez se prendió de forma inexplicable cuando descansaba en su cama. Esa misma tarde, en el cortijo Francos ardió el trigo y algunos aperos de labranza. Creyendo que lo que sucedía estaba siendo provocado por gente desaprensiva, durante los primeros días de los hechos se crearon grupos de vigilancia para capturar a los posibles pirómanos. Pronto se descubrió que el origen de todo aquello estaba provocado, según contaron testigos que vivieron aquellos momentos, por unas “bolas de luz blanca o azulada”, perfectamente visibles durante la noche. Surgían de la nada y flotaban en el aire con una intensidad inusitada.

Ruinas del Cortijo Pitango, donde se iniciaron los fuegos.


EL FANTASMA DEL TEATRO CERVANTES DE ALMERÍA El 22 de enero de 1922 es asesinada la actriz Conchita Robles en el teatro Cervantes de Almería, minutos antes de estrenar la obra “Santa Isabel de Ceres”. Desde entonces su fantasma vaga por la platea. El teatro Cervantes “se construyó en 1898 con un lenguaje ecléctico, con elementos neoacademicistas y neobarrocos. Son curiosas sus farolas en forma de girasol, y la colección de antiguos carteles de variedades, fiestas y eventos de la primera mitad del S.XX. Actualmente se utiliza como sala de cine, (…)” Está asentado sobre el antiguo teatro Novedades, con la peculiaridad de que en el terreno en que se construyó se encontraron algunas sepulturas. Aunque desde su inauguración han ocurrido muchas cosas entre sus paredes, sin embargo la más sonada fue el asesinato de la actriz Conchita Montes, cuyo verdadero nombre era Conchita Robles, y de un joven de dieciséis años llamado Juan Aguilar y que era aprendiz de imprenta y el encargado de los carteles del teatro. Diario Blanco y Negro del 29 de enero de 1922 en la que aparece una imagen de Conchita Robles, de las tres superiores la imagen central,sobre el texto que daba la noticia de su muerte. El asesino fue el exmarido de la actriz, el capitán de Caballería Carlos Verdugo, con el que había contraído matrimonio el 26 de julio de 1916, según aparece en el diario ABC del 16 de julio de ese año. El 29 de enero de 1922 el diario ABC publica una fotografía de la actriz con el siguiente texto: “La desventurada actriz Concepción Robles muerta trágicamente en Almería” “La prensa llevaba anunciando con casi un año de antelación una obra de teatro `Santa Isabel de Ceres´, protagonizada por la actriz Conchita Robles.

El 22 de Enero de 1922 la ciudad de Almería se engalanaba para el estreno de la obra.


Mientras que la gente que no se podía permitir ver la obra miraban envidiados desde los balcones de sus casas a la gente rica o casi rica vestida con unos relucientes trajes.” Conchita Robles había nacido en Almería, por lo que la expectación era aún mayor, y si a esto le añadimos que la obra a representar trataba temas tabú o poco apropiados de la época como eran las muchachas descarriadas y de “vida alegre”, nos podemos hacer una idea de hasta donde podía llegar el interés.

“Nadie podía pensar que Conchita tendría un trágico final esa misma noche. Mientras hacía las delicias del público que abarrotaba el Teatro Cervantes, la actriz recibió dos disparos a manos de su marido. Dos disparos que la hicieron tambalearse hasta desplomarse en el escenario ante su público…” “ Conchita se había separado recientemente de Carlos, oficial del escuadrón de Húsares, debido al comportamiento violento y celoso del oficial, y había vuelto a su ciudad natal, Almería, para triunfar encima del escenario.” La actriz estaba separada de Verdugo y sabía que este le iba a dar problemas por lo que avisó para que no le permitieran el acceso al teatro,sin embargo, consiguió entrar por la zona de actores y esperar a que ella pasara por allí. Cuando la vio le apuntó con su arma,en ese momento Juan Aguilar se encontraba cerca, por lo que ella lo agarró y se lo puso delante,es posible que con la intención de que su exmarido no apretara el gatillo,el objetivo era ella no el niño,pero mató a los dos.

Darío, Vera y Javi


Leyenda de Cádiz

La casa de los espejos Cerca de la playa Cádiz existía una vieja casa abandonada que antaño pertenecía a un marinero gaditano. Amante esposo y devoto padre, amaba con locura a su única hija a la que mimaba en exceso para compensar las frecuentes salidas al mar. Cuenta la leyenda que la hija sólo le pedía una única cosa al regreso de sus viajes, un espejo de cada uno de los lugares a los que el padre arribaba. Fueron tantos los espejos que llegó a traer que la casa se cubrió de ellos y apenas quedaba un sólo lugar sin cubrir. Pero la madre celosa de este amor incondicional entre padre e hija, aprovechó uno de los largos viajes del marido para envenenar a la hija. Cuando el padre regresó y se enteró de la muerte de su amada hija, se le rompió el corazón y, en ese preciso instante, el reflejo de la niña apareció en cada espejo de la casa. La madre rota por la culpa del crimen cometido, rompió a llorar y confesó su crimen entre lágrimas de dolor. El atormentado padre se marchó entonces para no volver jamás. Desde ese día, los espejos que cubrían las las paredes de la casa, no volvieron a mostrar reflejo alguno y el pobre espíritu de la niña vaga por la casa, yendo de espejo en espejo y de habitación en habitación, esperando el regreso de su padre con un nuevo espejo como regalo de su último viaje. Han pasado ya más de dos décadas en las que la casa fue restaurada, aunque las plantas inferiores siguen deshabitadas y a través de sus sucios ventanales pueden verse los grandes salones ahora únicamente habitados por el fantasma de una hija que espera eternamente el regreso de su padre. Por cierto que esta bonita leyenda gaditana, ha dado lugar a una canción del grupo Saurum Landerth. Poco más hay que añadir a esta enigmática historia que leyenda o no, ha poblado la imaginación de cuántos han podido visitar la antigua casona. Una vez más, somos partícipes de una España mágica llena de leyendas e historias que alimentan nuestros sentidos más ocultos.

Fin

Javier, Sara Yue, Lucía y Julietta.


Leyendas de Jaén Leyenda: “El Lagarto de la Magdalena” Según el relato recogido por Eslava de un magdalenero en 1977, llamado José García Martos, en el venero que hay enfrente de la iglesia de la Magdalena había un lagarto muy grande que salía y se comía a todo el que iba por agua y ya no había quien saliera de sus casas en la Magdalena, todos asustados y sin trabajar. Había un preso en la cárcel condenado a muerte que pidió el perdón si lograba matar al lagarto. Tal era la desesperación de los vecinos que se le concedió su petición. Entonces él pidió un caballo, una lanza y un saco de pólvora. Fue de noche frente a la cueva con un costal de panes calientes. Cuando el lagarto olió los panes, salió de la cueva. Al ver al preso, fue a embestirlo, pero éste salió corriendo y en su huida iba echándole panes al lagarto hasta llegar a la iglesia de San Ildefonso. Allí le tiró el saco de pólvora envuelto en la piel del cordero y el lagarto se lo tragó creyendo que era un cordero y reventó.


Leyenda:El

Espectro de la Fuente de la Peña”

Un arriero que regresaba de los Villares una noche, al pasar por la Fuente de la Peña le pareció oír los sollozos de un niño. En la Fuente de la Peña, muy cerca ya de la entrada sur de la capital, había, aún queda el edificio, un lavadero, donde las mujeres subían a lavar la ropa. El arriero tal vez pensó que se trataba del hijo de alguna de aquellas lavanderas que se había perdido. Entre la oscuridad buscó el origen de los sollozos y sí, era un niño de unos dos o tres años. Lo tomó en brazos y procuró tranquilizarlo. Cuando cesó de llorar, se lo colocó atrás en la mula y continuó su camino hacia la capital. Ya entrando en el barrio de San Felipe, un poco antes de llegar a la Glorieta, el arriero empezó a notar que las mulas iban tornando su paso en fatigoso. Parecía como si un peso muy las lastrara. El hombre se extrañó y cuando echó la cabeza hacia atrás para ver qué pasaba en la recua, se encontró con que el niño se había convertido en un ser enorme y monstruoso, una criatura de rostro terrible y enormes dientes. Y con cierta sorna, le preguntó: - ¿Tienes dientes como yo? El arriero que pese a ser un hombre hecho y derecho, descabalgó de un salto y, sin ocuparse de sus mulas se desperdigaron por calles y caminos, salió corriendo al tiempo que se santiguaba.

Realizado por:

Raquel, Kristi, Alejandro y José Daniel.


LEYENDAS DE SEVILLA La chica de la curva Cuentan que esto sucedió una noche de niebla espesa, en las curvas de garraf. Una sucesión de curvas cerradas y muy peligrosas, hace muchos años, mucho antes de que se construyera la autopista que ahora cruza las entrañas de la montaña de garraf. Era noche cerrada, caía una lluvia suave pero interrumpida y la niebla cubría la noche con su manto blanquecino, impidiendo ver más allá de unos pocos metros. Un hombre iba conduciendo su coche por las curvas, deseoso de llegar a su casa y reencontrarse con su mujer y sus dos hijas después de un largo fin de semana de trabajo. En una de las curvas del camino, vio a una autopista, una joven rubia, demacrada y pálida, empapada por la lluvia, con un largo vestido blanco desgarrado y sucio de barro. Este hombre se apiadó de la joven y, pisando los frenos, decidió llevarla consigo y acercarla hasta el pueblo más cercano. Durante gran parte del trayecto, el hombre y la joven fueron hablando de cosas triviales, cuando, en un momento dado, antes de llegar a una de las curvas más cerradas y peligrosas de las cuestas, la joven le avisa de que reduzca la velocidad hasta casi detenerse y que pase muy poco a poco. El hombre lo hace, y comprueba, asustado, que, de no haber sido advertido por ella del peligro, probablemente se hubiera despeñado por barranco con el coche. le da las gracias, agradecido por haberle salvado la vida, a lo que la joven contesta: No me lo agradezcas, es mi misión; en esa curva me maté yo hace más de 25 años, en una noche como ésta... Y después de pronunciar éstas palabras, desapareció, dejando como única prueba de su espectral aparición, el asiento húmedo del acompañante por sus ropas mojadas.


LEYENDAS DE SEVILLA LA PUERTA DEL BAÑO Dicen que hace muchos, muchos años, en un pueblo llamado Carmona, en un colegio llamado San Blas, paso algo horrible. Era la primera mañana después de las vacaciones, y el conserje abría la escuela. Pero cuando se acercó al baño, no pudo contener el miedo. Allí junto a la puerta del baño estaba tirada la limpiadora, Conchita. Tenía todo el cuerpo lleno de sangre, y le faltaban trozos en la cara. El conserje llamo a la policía, hasta que se la llevaron de allí, y eso fue lo que paso. Ahora en la actualidad, dicen que si te metes en el baño a solas, puedes sentir como Conchita llama a la puerta, también dicen que si le abres te hace lo que alguien le hizo a ella. Pero aquí no acaba esta historia... Hace unos días, se celebro la fiesta de fin de curso, y pudimos comprobar que todo era cierto. Yo y mi amigo, estábamos allí en la fiesta, cuando de pronto fui al baño solo y cerré la puerta... Justo cuando iba a salir escuche como llamaban a la puerta, me acorde de lo que la gente decía y me entro mucho miedo. Pregunté a ver quien era, pero nadie contestaba. Un gran silencio invadió el edificio. No se escuchaba nada, ni siquiera el ruido de la fiesta. ¿Donde estaban todos? me pregunté, solo se podía apreciar el silencio y como alguien tocaba en la puerta, me decidí a mirar por debajo de aquella puerta, pero aun me dio mas miedo al ver que no abiar nadie frente a ella. Me armé de valor y abrí la puerta, pero fue entonces cuando escuche una voz que venia de detrás de mi, me volví y ya no recuerdo más lo que me pasó, solo recuerdo haberme despertado allí, solo y con una marca con sangre en mi mano... Y desde ese día, ya nadie entra solo allí, porque todos saben que allí esta Conchita que quiere vengarse de lo que le hicieron.

Alfonso, Gema, Gastón 4ºB


Leyenda de Huelva El hospital maldito En pleno corazón de la capital onubense se alza majestuoso uno de esos edificios encantados y a la vez malditos que aún perviven en la realidad y en el recuerdo. Se trata del antiguo Hospital Manuel Lois. Son varios los testigos que afirman haber visto en esta última planta a una «dama blanca» que llora por las noches y cuyos quejidos crispan los nervios de los empleados de urgencias. Algunos de ellos han tenido que solicitar la baja por depresión, ataques de nervios e histeria. Hace años la zona de urgencias comunicada con el resto del edificio mediante un pasillo que tuvo que ser tapiado, precisamente debido a la visión en los pisos superiores de esa extraña presencia que asustaba a los empleados. Aún hoy escuchan ruidos de camillas y sillas de ruedas en movimiento, como si estuvieran en funcionamiento, además de lamentos, gritos y sonidos propios de instrumental médico. Y esto sucede en un lugar que registró ya hace años la salida de su último paciente. En la actualidad el edificio lleva más de quince años abandonado, y es en sus últimas plantas donde numerosos testigos aseguran haber presenciado toda una serie de fenómenos extraños, entre los que destaca la aterradora aparición de una enfermera o monja fantasma que pasea por sus oscuros y destartalados pasillos. Al ser desalojado, en el interior del hospital quedaron numerosos enseres y materiales. Una noche, sin saber cómo, unos cuantos colchones que todavía permanecían allí comenzaron a arder de forma inexplicable en la cuarta planta del edificio. El fuego alcanzó unas dimensiones considerables, por lo que los servicios de extinción de incendios de Huelva tuvieron que acudir para sofocar las llamas, tarea que resultó muy dura. Uno de los bomberos participantes en las tareas de extinción, J.L.G., nos explicaba: «entre el humo pude distinguir claramente la


silueta de una persona; fui hacia dónde se encontraba, sin embargo se alejaba de mí. Vestía ropa de asistencia sanitaria pero de otra época. Reconozco que en ese momento sufrí auténtico pánico». En esa misma planta ya se han producido en los últimos años seis incendios sin motivo aparente. Un policía afirmó: «me encontraba en medio de la oscuridad más absoluta, sólo portaba una pequeña linterna. Fue entonces cuando el perro comenzó a tirar de mí y, al cruzar una esquina, me topé ante una presencia fantasmal femenina que venía hacia donde me encontraba». La Dama blanca era un fantasma que antes se llamaba Perchta y se casó con un hombre muy tacaño y desagradable que Perchta se fue y se casó con antiguo novio. Su marido de la rabia murió al instante. Y unos años después murió ella. Desde entonces ronda por los pasillos de este hospital maldito.

MARCOS Y SARA


LEYENDAS DE GRANADA La escoba del Diablo Cuentan que en tiempos pasados existió un castillo en la Alpujarra, cuyos restos se pueden ver aún cerca de Bubión. En él habitaban un rico señor feudal y su hija, a la que guardaba celosamente. Cuando la joven hubo cumplido 20 años, el padre la prometió en matrimonio a un señor de la comarca, tan rico y poderoso como él, pero igual de déspota y brutal, sin sospechar que, pese a su encierro, la joven se había enamorado de un pastor de la zona y era correspondida. Cuando conocieron la noticia y a pesar de saber que no había esperanza, los amantes decidieron escapar y morir si era necesario, antes que separarse. Así, al caer la noche, el pastor se dirigió. En busca de su amada, encontrándose en el camino con un hombre que dijo ser el diablo y que le ofreció su ayuda, proporcionándole una escoba capaz de hasta llegar a las inmediaciones del Mulhacén, donde la escoba comenzó a barrer de tal modo, que sepultó a sus perseguidores bajo la nieve que despedía. Y cuenta la leyenda que la escoba quedó allí olvidada por los amantes y que aun hoy sigue barriendo la nieve

El Espíritu Errante La leyenda dice que un espíritu campa por el Hospital Real, edificio en el que fue ingresado para recuperarse de una supuesta enfermedad mental. Son muchos los que afirman haber visto una figura fantasmal pasearse por los pasillos del antiguo sanatorio e, incluso, haber escuchado gritos y voces que se quejan de las luces de las habitaciones. ¿Hay un fantasma que enciende y se apaga las luces en el Hospital Real? NATALIA, JENNIFER, JOSE VICENTE


LEYENDAS DE CÓRDOBA EL CAIMÁN DE FUENSANTA Una de las leyendas más extendidas cuenta que en una ocasión hubo una crecida en el río Guadalquivir y la abundancia de agua trajo un temible caimán que llegó a sembrar el pánico entre la población cordobesa y entre las cercanas huertas. El animal acechaba a sus desprevenidas víctimas, las destrozaba y luego desaparecía en los cañaverales cercanos. Cuando sentía hambre volvía a actuar y de esta forma tenía sobrecogida e impotente a la población hasta que un disminuido físico, un cojo, decidió acabar con el problema. Se cuenta que, después de estudiar el comportamiento del caimán, lo acechó y lo esperó en un árbol con su muleta y un pan abogado. El pan despertó la glotonería del animal que inmediatamente abrió la boca para engullirlo, momento que aprovechó nuestro héroe para apearse del árbol y clavar el filo de su muleta en la garganta del animal, que disecó y colocó como exvoto. Desde entonces, durante la celebración de la Velá de la Fuensanta, es costumbre acudir al templo y ver el cuerpo disecado del caimán. LAS MOMIAS DE SAN CAYETANO

Bajo el altar mayor del Convento de San Cayetano y en la Capilla de Gestus existen criptas donde enterraban a los frailes de esta congregación. Las condiciones de las criptas dieron lugar a la momificación de los restos allí inhumados. Cuenta Ramírez de Arellano en Paseos por Córdoba que los nichos tuvieron que ser sellados ya que, entre otras profanaciones, algunas momias fueron empleadas para gastar una broma pesada al sacristán de la iglesia, quién al ir a acostarse encontró en su cama una de las momias. Cuando se levantó asustado, vio que habían colocado varias de ellas por toda la habitación. Por : Rubén , Marta y Diego


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