Capítulo IV HIGIENE CAPILAR
HIGIENE CAPILAR A pesar de su aparente simplicidad, el lavado del cabello debe ser considerado como importante por la estilista, pues, el estado de la cabellera luego va a ser decisivo para el éxito de los procedimientos técnicos y artísticos. En nuestra época y, en especial, en lugares citadinos el smog o polución contamina y llena de impurezas al cabello, y la falta de higiene del mismo puede provocar afecciones como descamación del cuero cabelludo, caspa seborreica y su caída. La higiene capilar es un procedimiento regular que, para que sea efectivo y satisfactorio debe atenerse a una técnica correcta o a ciertas normas básicas, aunque no son fijas. Para lograr que el cabello luzca siempre hermoso, brillante, sedoso, sano, debe estar no sólo bien cortado y peinado, sino perfectamente limpio. Para quien es profesional en el arte de la belleza, la higiene capilar es la base de los trabajos que va a realizar. Normalmente al cabello natural se lo debe lavar cada tres días; en cambio, al cabello que se ha aplicado tintes, decoloraciones y rizado permanente, se debe lavar cada cuatro o cinco días, a fin de eliminar las impurezas ambientales, polvo, descamaciones de la piel, caspa y el posible mal funcionamiento del cabello. Demasiada frecuencia en el lavado debilita la fibra capilar, si la piel es especialmente seca, por lo que se recomienda lavarlo con agua ligeramente tibia, el agua caliente afecta al cabello y lo vuelve quebradizo.
ANÁLISIS Y DIAGNÓSTICO CAPILAR El análisis del cuero cabelludo y cabello es la base de un buen diagnóstico, para determinar un correcto tratamiento, el profesional debe dominar estos procesos para asesorar al cliente. El análisis capilar tiene dos etapas: 1. Observación directa, a simple vista, a todos los clientes. 59