Svadeeshi - Artesanía No Violenta

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INSTITUTO ANDINO DE ARTES POPULARES DEL CONVENIO ANDRES BELLO

SEGUNDA EDICION

Director Ejecutivo Supervisión editorial Levantamiento de textos Diseño y Cub ierta

: Eugenio Cabrera Mcrchán

: Víctor Manuel Guzmán

: Nclly j iménez V.

: Wilfrido Acosta P.

Impreso en : Departamento de Promoción y Difusión del IADAP

INSTITUTO ANDINO DE ARTES POPULARES, 1990

Diego de Atienza y Av. América

Quito - Ecuador


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RECITACION DIARIA DE G AN m ¡ ABJUNA .- D im e ioh K rish n a ! , tú q u c p o se es la sa lu .lu r t .. t cr ís t ic a del sa b io d e m e n t e f irm e que p crma ncce f ijo , 1\ é

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El q ue se ahsric ne pu cd e, en ,l lg ullilS (}Ca Si P IH " ; \ ( 'I' .~e .I , .. m ct r '. , p O I u n d e seo q ue h au a fra ca sa r su reso luci ón p e1" Sd h e '1 " ;' el ve rd a d e ro Ser e s la n ir. ¡ rca llll ad; es du eño d c su s se ntid os y (it-,e (ls. 1.0 irre al no e xi s t e p :lfa él. t urn uh uo so ú


8 de la (BRAGAVAD) GITA Quien permite que su mente se apegue a los objetos de sensación, queda de tal modo envuelto en ellos que termina por exclavizarlo. Del apego surge el deseo, del deso la pasión, de la pasión la insensatez, de la insensatez la apetencia sin freno. De la apetencia desbocada resulta el olvido, del olvido la falta de discer­ nimiento, y de ésta la pérdida de todo lo demás. Pero alcanza la paz quien , dueño de sí mismo, obra sin placer ni repug­ nanc ia, pensando solamente en el Yo. En esta paz, que trasciende toda comprensión, se libra de las tribulacio­ nes de la vida. No hay conocimiento posible para quien no logra esta paz, pues sin paz no hay serenidad y cunda ésta falta, éc ómo puede haber sabiduría? Sin paz , los deseos sensuales ofuscan el entendimiento. En verdad ioh prín cipe! sólo posee la sabiduría aquel que tiene los sen­ tidos abroquelados contra los objetos de sensación, por el protector conoci­ miento del Espíritu. Lo que para el vulgo es luz, es tiniebla para el sabio. y lo que al vulgo parece negro como la noche, es luz meridiana para el sabio. Esto significa ioh príncipe! que para el sabio es ilusión lo que a la gene­ ralidad de las gentes les parece realidad. y que lo que a las rn últitudes les parece ilusorio es para el sabio la única Realidad. ITanta es la diferencia de visión entre los hombres! Logra la pa z aquel cuyo corazón es como el océano en cuyo lecho desa­ guan todos los ríos sin desbordarlos. Siente el aguijón del deseo y la pasión, pero no logran conmoverlo. Quien cede a la voluptosidad no logra paz .


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INT RODUCC ION :

LLAQT A PI RUASQA

En t odo el m undo es con oci d o y respet ado Moh andas Karam­ cha nd ("Mo han" para su fam ilia) Gandh i, el pe nsador y refo rma­ dor hind ú. En e l vast o ám bit o del habla caste llana Gandhi es más respetado q ue conoc ido . Po r ello le sue len atribui r hechos y dichos jamás co nce bid os po r é l. Deb ido a d icho descono cimient o, esta selecc ión de "Sva desh i " descu bre una faceta previamente insospec hada de su interés en las artesanías. Au n los espec ialista s en la materia pueden sorprenderse "z.Córno? ¿Es que Gand h i ta mb ién tra tó sobre artesan ías?" . En realidad la vida de Gand hi fue la de U ll artes an o, pues gra n part e de su tiem po h ilaba en lo que él llamaba su "lírica ruec a". Al hilar se reflexiona me jor y a la vez se frabrica lo q ue necesita­ mos para vesti r. Por eso ex isten intereses creados con el afán de despla zar la artesanía de la rueca como tecno logía t rad ic io nal del Tercer Mun­ do. Muchos en los países de habla hispana piensan que lo mejo r para progresar es impo rt ar tecnologías foráne as, Estas eran prime­ ro " duras, costosas, compl icadas y contaminant es" . Luego fueron "blandas y limp ias" . Estas ú lt imas igualmente ref uer zan la dep on­ de ncia tecno lógica de Occidente a pesar de las buen as y acaso más amplias int encion es. En cam bio, Ga ndhi propu gnaba la tecn olo qi: ind (qena. Aquella inventada, perfeccionada y exper imentada e n casa, en la propia India , cuando ésta era realmen te independ ient e y calificada como el " pájaro de oro del Oriente" . Se le llam ó as í, grac ias a su habilidad y desar rollo de sus propi as arles , como ocu rrie ra en t odo el mu ndo, antes de que rer imp ortar las formas


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de hacer las cosas de Occidente . La esencia de este mensaje gandhiano reside posiblemente en esto": resucitar nuestros propios métodos y procedimientos indígenas. Pero esta antología no es solamente un mensaje. Proclama también una doctrina, una manera de hacer las cosas, un estilo relegado en América del Sur hasta hoy. Leamos al propio Mahatma en su texto o riginal, ev itan­ do int er pr et ac io nes. La palab ra de Yolanda Sala Báez de Solari ha sabido conservar la frescura y la belleza del inglés a veces bíbl ico q ue empleaba Gandhi en sus escritos. En los textos mismos se encontrará el significado preciso del adjetivo y sustantivo "Svadeshi" del cual Gandhi fue el rer-descu­ br idor. Traducir "Svadesh i" es difícil, pero el quechua puede bien reemplazar muchas veces al gr iego antiguo que le daba ra íces al castellano y a otras lenguas románicas. Como andinos confo r­ mamos una palabra que responde a nuestro parecer a este con­ cepto hinduísta de Svadeshi": "lIagta" (pueblo, villorrio, lugar de origen), "pi" (que indica posesión o "mi") y "ru asqa" (del verbo ruray • hacer, o sea hecho, fabricado). Resumiendo, Svadeshi correspondería a "fabricado en mi terruño", con aroma de mi pueblo, cua l los sabrosos e inolvidables dulces caseros de mi niñez. O como las abrigadoras, enormes y olorosas frazadas huarnanqui ­ nas de lana de borrega chusca, que nunca se olvidan. Para nosotros, to do ello sería "Svadeshi"". Pero reg resemos a las fuentes, veamos lo q ue el prop io Gandhi escribió sobre esta acepción, con la senci­ llez rot un da propia de él. Ya que éste es uno de los propóstios de esta publicación: que esos vientos de la India lleguen a soplar sobre nuestra casa and ina, en la cu al todos quieren hacer una mejora o hacer le un agregado. ZNo sería mejor volver a pone r las antiguas y hermosas tejas be rmejas fabricadas po r los alfa reros de m i prop io pueblo? Los que hemos comenzado este trabajo cooperativo, y sin fon­ dos, de hacer accesib le a los castellano-parlantes parte de la obra del " Bapu " Gandhi , somos natu ralmente conocedores de parte de sus escritos y anhelamos segui r su "ejemplo imperat ivo". El objetivo principal de esta publicación es divulgar su epopeya. Además creemos que esta antología es un aporte valedero al plan­ teamiento de la problemática artesanal y al mejoramiento endó­ geno de nuestras sociedades "tercermundistas". Tanto los pobla­ dores de la India (los "indos") como los amerindios, antes de ser conquistados, vivían en sociedades en las cuales la alimentac ión popular era suficiente y la práctica de técnicas artesanales insupe­ rable.

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Est a selección la f ot ocop ió José R. Sabogal Wi esse du rante un a esta nc ia Fulbr ight en la Universidad de Aus t in, T exas, EE.UU . Par a ello revisó 25 t omo s de las obras comp let as de Gandhi , t raba­ jo mo numental de 100 to m os pu b licado p or el gob ierno de la India . Y a en el Perú , la t raducc ión la realizó la antr opó loga Y olan­ da Sala Báez de Solari , co nservando el sabor especia l de los or igin a­ les. Todo esto f ue posible gracias a un aporte imp ort ante del In sti­ tuto Indigenista In t eram eri cano de Méj ico. L a pr imera ed ici ón deb e mu cho al Pro f esor Boane rges Mideros, la segu nda al nue vo di rect or del Inst it ut o A nd in de A rte s Popu­ lares ( IADA P) en Qu ito, Ecu ador, d el Convenio Cul tu ral " A ndr és Bello ' del Pacto A ndi no . Nues t ra obra surgió inesp eradamente cuando sol amen te había el propóst io de hace r con ocer alqo necesario para la Am ér ica nue s­ tr a, y es úti l en el rep lante o de la p roble mát ic a ar tesanal. A demás, lo que est am os pro pagando es bel lo, vigor oso Po indígena y, po r lo ta nto, universal. En Svadeshi (pronunc iado " svadeeeshi"}. en aquello que Gandh i dejó escrito sobre la t em át ica artes anal se aprec ian alquna, caracte r ísti cas especialme nt e valiosas para los pa íses and in os. Ese concepto p redi lecto de Gandh i sigue vi qento en su actuali dad y ut il idad h oy en Amér ica L ati na. En pr imer lugar, cabe reiterar su i rsistencia en el carácte r endógeno de desarro ll o que prop one. No es u n irnp or tedor de tecno logía s, que es en lo que se h a converti do el T rcer Mund o , n i tampoco propugn a aprender d el Occ idente . Más bien recue rd a aquel los mejores tiempo s ti Ri a Ind ia V sugiere r<:!so::atar p rec isamen­ te lo que antes se hací a, de ac uerd o al modo de p rod ucción de ento nces. Prefer ib le a la sit ua c i ón col on ial en la cu al se eIICOII ­ t raba, y cu yo rum bo lo dec idían los ext ranje ro s: la admi nistr a­ ci ón co lon ial ing lesa , la cual le interesaba muy ' -rne r-te sacar pr ovecho del im per io a su órde les. El mé todo que pr opugna Gand hi es la mej or manera de defe nderse del col o nial ism o , y de la sujeci ón tecno lógica co nsiquiente rle los pa íses )0 1ít icam ente depen dientes. En segundo lugar, el Énf aSIS qu e Gandh i po ne en el cu ltivo d e las propias tecno log í as indígenas, or igin a una revalor aci ó n de la p ropi a cultura . En m uchos de sus pár rafas m achaca y reitera, que las poblaciones colo ni ales deben apr eciar el valor d e sus p rop ias realizaciones, y qu e el mu ndo en el cual viven y a lo domest icaron y adap tar on ell as m ismas. Es como con la qu inua (chenopodi u m qui noa ) y la f ibra de alpaca d e los Andes, am bos logros de civ il iza­


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cienes milenarias. La Humanidad entera casi no ha descubierto un grano tan rico en proteínas y aminoác idos como el de la quinua, que además está domesticada, y se encuentra perfectamente adap­ tada ai cultivo en lascondicicnes difíciles de : altlptano. Tampoco existe una fibra de animal domesticado más fina que aquella que produce la alpaca, camél ido sudamerlcano, que vive a alturasque son inapropladas para especies anima les importadas. Pero esta nsta en los Andas es tan larga y mayor que aquella que podría elaborar­ se de las tecnologías ind ígenas da la Ind ia, dado que ambos lugares son "Centros de Cultura". como hubo muy pocos en todo el mundo. No olvidemos, en tercer lugar, QU2 la práctica de "svadeshi" implica también costos bajos de producción; que no requiere una capacitación meticulosa, y menos aún imp o rtac ió n de maquinaria o herramientas. Y que conlleva el recuerdo de una práctica de las propias artes y oficios, de \ terruño y de nuestros abuelos. En todo este mensaje de Gandh i, existe un factor que no siem­ pre se menciona, sobra todo entre políticos y entre tecnócratas . Aquello que él dice tiene belieza y cautiva. Eso lo reconoce quien lo lee. y se va apasionando pr oqresivarnente con su lectura. Todos terminan diciendo,como uno da sus grandes y más empecinados enemigos, un terrible virrey inglés de la India a cornlanzós de la década del 20: '" lave himl". Nos lo dijo también la traductora de "svadeshl", quien sólo sabía de su existencia de oídas. T~ lo advierten aquellos que temen encontrar en este mensaje algo dife­ rente. los que recelan competencia poi ¡tica. En verdad, el carisma de Gandhi es irresistible, y en vida era realmente capaz de mover montañas, lo cual constituye un simple y llano hecho histórico. Esta belleza, presentada en un lenguaje que le es extranjero {el suyo materno fue el gudjerati en el cual escribió su autobiografía y al cual tradujo el cuento "Iván el Loco" de TOLSTOY. aunque escribi6 casi todas sus comunicaciones en HINDUSTANI, idioma mestizo hoy en desuso q ue se encontró salpicado de térmi­ nos persas y sáncrist os). sin embargo, es innegable que en inglés se expresó con claridad. Yo creo que Gand hi er a astuto como un abogado. Pab lo Neruda lo e nco nt ró " un zor ro viejo " cual nuestros líderes cri oll os". Su astu cia, nos atrevem os a atr ibuirla al hecho de que po r su boca hablaba aquello que acer t adame nt e se denomina la voce c it a interior, es dec ir la que proviene de l fo ndo de! alme m isma. Y en s ilo coincide con la ad mon ición de otras filosofías Import an tes como la h lnd u í a y la risti ana, que recomienda hablar con el co razón en la boca. Ga nd hi hablaba la verdad rotuno


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da aunque le perj udicara. Era la verdad inherente a su "maya". Es decir, a la realidad social que el supo vivir y afrontar. Su hones­ t idad otorgó belleza y relevancia actual a su v ida y obra. En la sit uación colon ial en que v iv ió, algu ien dij o que " el len­ guaje se inventó para escond er el pensamiento" , sit uación que se repi t e en aquellos pa íses suj etos a una sit uación de dependencia econ óm ica . L os que en ello s v ivim os, sabemos que lo más imp or­ t ante en nuestra realidad es llegar a llamar a las cosas po r su n om­ br e, a " deci rl e al pan, pan y al vin o , vino ", com o estab lece ese af orism o del castell ano vi ej o ; E sto ex pl ic a a l' q ué los así ll am a­ dos "maest ros" un iversitari os carecen de cl ien te la est ud iant i 1, que se la llevan los po I íticos; tam b ién del éxi to del escrito r colom­ b iano Gab r iel Garcí a Márquez que no es un creador de ficc iones sino es algui en que describe sit uaciones reales. Gandhi , para los pol ít icos ingleses colon ialistas, encumbrados y vic torianos a tras­ mano, era un inventor de supercher ías, hasta que le escucharo n o leyeron. Ent onces call aro n y le bebi eron más y más. Por eso lo t rad uci m os al castell ano.

***** ******* El descon ocim iento generalizad o que se t iene sobre Gand hi y su doctrina en el mundo de hab la castellana, nos llevó a pr eguntar­ nos repetidamen t e: ¿Qué uti li dad tien e un trabaj o como éste? Creemos que m ucha. Usted como lect o r lo const atará de ser cie rt o. El pensamie nto y obra de Gandhi, tie ne una fuerte e innegable con no tación f i lo sóf ica, r conocid as y apli cadas en accio nes poste­ riores en to do el p lanet a. La insistenci a del pr opi o Bapu ( ::: padrec ito) en el trans fondo rel igioso de su p rédica se trasluce inc lusive en que denom inó a la "G ita" (en l ibr it o sacro de los hindúes) " m i gram át ica ét ica" y " m i madre ". Pero sobr e t od o insistía en un a t oleranci a y mutua acept ació n de t odas las religiones, al deci r que cada hombr e "tiene su p rop ia religi ón, y para vivir en paz t enem os que acept arn os así com o somo s. Es decir, que volvía siemp re a un p rinci pio ant i-­ colonial, ant i - ex pansivo y hasta me atre vería a deci r ant r- Occi ­ dent al del siglo X IX : Respet em os las id eas de los demás y que cada cual busque su reafi rm ación en sus propi as f uent es. En el curso de algunos cap ít ulo s de " svadesh i " habremo s de ver repet ido este con cepto.


14 La utilidad y, más aún, la necesidad de un mensaje gandhiano en el mundo andino actual, se refiere precisamente a su insistencia en lo' ind ¡gena, en una revalorización de lo propio, en un rescate de las técnicas y acciones del lugar, del terruño, de la región, nues­ tras y apropiad ísimas.

********** ¿Es acaso I[rica la rueca?, se preguntan los que creen en el progreso a pie juntillas, importado, con maquinaria fabricada en el Primer Mundo, y con las promesas de un mundo de abundancia sensual , que nunca nos acaba de llegar. Al menos así es para nues­ tra generación y, según los agoreros de las ciencias sociales, tam­ poco lo verá la siguiente. Este Tercer Mundo está tremendamente empobrecido, y lo están empobreciendo más aun. Aquella India de Gandhi era realmente una madre pobre. según la calificara él alguna vez. Hoy en día, los Andes enteros se encuentran también en la pobreza, con grandes masas que están dejando fa rueca o "pushka" quechua, así como la práctica de sus artesan ías tradicio­ nales. A todas estas masas se les ha encandilado con el bullicio de la radio, la televisión y otros medios de comunicación modernos para masas. Son multitudes de campesinos que se sumergen en los ruidos metálicos, mecánicos, agobiantes, de la civilización occiden­ tal. La propia UNESCO publica estudios y opiniones sobre la contaminación de ese ruido industrial, estridente, enajenante y por encima costoso, que va invadiendo los A ndes y el Tercer Mundo Entero. Es por eso dable, en cualquier campi ña, encontrar la radio prendida, mientras que el campesino va arando o el alfarero labra el barro en su obrador. y lo necesario es regresar precisamente a la rueca, a su canto, a su ritmo, a su compás ya su creatividad. Y a su productividad que no necesita buscar mercado, pues lo tiene desde ya . Por eso, la rueca, amén de ese lirismo necesario que recomendaba el Mahat­ ma, es claramente utilitaria, para conservar lo más preciado de este planeta: el hombre en su propia etnicidad, con un "Maya" que sea producto de su "Dharrna".

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Lo que no fue: Toda la doctrina sobre "svadeshi" hace pensar en lo ocurri do en el V alle del Jequetepeque en la costa norte del Perú, en lo que va del siglo XX. En donde precisamente se hizo lo contrario, donde se Ignoró lo que dijo Gandhi, y donde se sigue crey endo en cierto "pr ogreso" espacioso e Ignaro, que j am ás llega para las multitudes. La h istor ia de las últimas dos generaciones puede resu­ mirse en unas cuant as apreciaciones, que reiteran los propi os labrant fas y las aguas de regad ío en manos de men os y menos empresas agrícolas. Dicha concentración de la p ropiedad fu e favo­ recida po r el maquinismo y el monocultivo del arroz, L o cual condujo a la d est rucción de la p ropiedad y de la economía campe­ sina tradicional , para reemplazarla por agricultura del tipo de plan­ tación . Pero esto no implica mayores rendimientos , pese a la exportación creciente de arroz, sino todo lo contra rio. El vo lu­ men de la cosecha ha decrecido, lo cual ha sid o acompañad o por un alimento de menor calidad que los frijo les, maíz y frutas qu e se producían antes de este proceso de modernización. Este f ue acompañado por la emigración de los peque ños agricultores n at u­ rales del valle, así como de la inmigración de asalariados agr íco las, con el det erioro consigu iente de la cultu ra milenar ia indígena del propio valle del Jequetepeque. Una de las manifesta ciones más notorias en este campo es la supresión paulat ina de algunas artesa­ nías tradic ionales, así como la extinción de otras . Esta verdadera "deculturación" está acompañada de desertificación p ro gresiva, insatisfacción general y mayor pobreza. AII í ocurri Ó lo cont rari o de lo que propugnaba Gandh i.

I<'ONRAD BORST

JOSE R. SA BOGA L WIESSE Lima, octubre 1981

PREFACIO DE LA SEGLJNDA EDICION Durante la revisión de esta segunda edi ción no conta mos con la versión original en inglés. Por ello esperamos i r perfecc ionando el


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texto progresivamente y con cada edición. Queremos ser útiles a nuestros lectores, para quienes José Sabogal cam inó infatigable­ mente, recopilando, transcribiendo y escribiendo estos conoci­ mientos vernáculos, en la tradición de su célebre padre, el pintor del mismo nombre a quien pusieron de mote "el indigenista". José Sabogal falleció en 1983 y Ziunia su compañera y esposa polaca en 1986. Los sobreviven sus tres hijas Isabel, Ana y Mar la. y sus nietos. Ellas continúan el legado de sus recordados padres en variadas formas, sea publicando y ordenando los esc ritos del padre (Isabel S. de Málaga, Alcanfores 340-101, Miraflores, Lima 18 actualmente becada en Polonia "Gontyna 10-1, 30-203 Krak ów") o dirigiendo el jardín infantil de la madre.

Es bueno recordar finalmente que, consecuente con su obra, Pepe

se hizo alfarero, aprendiendo el oficio de unos maestros piuranos,

durante los últimos años de su vida.

2 de octubre de 1988

Konrad Borst y Profesor Azril Bacal KB, "Aaraustr. 26, D-741O Reutlingen, RFA" y "clo CEPEI, Los Zorzales 250, Callao'-2, Perú"


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SOBRE GANDHI: Una breve presentación

GANDHI

"El primer princip io de la acci ón no-v io len t a, es n o cooperar con nada que sea humill ant e", M.K. "M ahatma" Gandhi ("Moh an" , después " Bapu" para sus fam iliares) nació el 2 de octubre de 1869 en Porband ar, un pueblo costero de la India , al norte de Bombay, En 1888 f ue a Gran Bretaña a estud iar derecho. Leyó a!l í por primera vez parte de la Biblia y quedó particularmente impresiona do por el Serm ón de la M ontaña con su mensaje de "no oponerse al m al" . Retornó a la India en 1891 pero no destacó com o abo gad o deb ido a su t imidez, a pesar de que no se dejaba atropellar . Fu e así com o en 1893 aceptó un puesto en Sudáfrica, repre sentand o los int ereses de comerciantes de su pa ís. Al poco tiem po de su llega da, experimentó en carne propia el racismo de Sud áfr ica, cuando fue echado del com par ti m ent o de pr ime ra cl ase en un t ren debido a que un blanco obj et ó su presenc ia, a pesar de que Gandh i tenía un pasaje de primera clase. Gandhi se unió a sus compatriotas defendiend o sus derechos y fue en esta lucha que desarrolló las técnicas de la no-violencia que usaría después en la India. En 1897 se opuso a los injustos impuestos con que se gravaba a los trabajadores de la India y los sol iviantó para que se les reconociera el derecho al sufragio. En 1904 fundó la Granja Phoenix en las afueras de Johannesburg, una comunidad donde empezó a practicar la vida sencilla de comuni­ dad, que continuó en una nueva comunidad, la Granja Tolst oy, cinco años después. Hab ía intercambiado cuatro cartas con el anciano Tolstoy que, rebelde contra la Iglesia, en la lejana Rusia pre-revolucionaria, había redescubierto la no-violencia por su lectura independiente de los evangelios.


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En 1907 inició una campaña contra las leyes que obligaban a los indios de todas las religiones a inscribirse si deseaban vivir en Sudáfrica. 30.000 "hindúes" (musulmanes, parsis, etc.) Quema­ ron públicamente sus tarjetas de inscripción. En 1913 tuvo lugar otra gran demostración contra la discrim inación racia l, en la cual Gandhilogró que un contingente de mujeres ind ias marchara ilegalmente por la frontera desde el Transvaal hasta los yacimien­ tos carbonfferos de Natal y, una vez allí, persuadieron a los mine­ ros a que entrasen en huelga. Para entonces Gandh i estaba ya convencido del poder que ten fa la desobediencia no-violenta para hacer Que la gente tomara conciencia de las injusticias. Gandhi y muchos de los que participaron en la demostración fueron arrestados, pero esto provocó que los mineros que aun no hablan entrado en huelga, lo hicieran. El gobierno replicó casti­ gando a Gandhi y a los mineros en forma salvaje, golpeándolos sin piedad. El clamor que siguió a esta respuesta obligó al primer ministro Smuts a negociar con Gandhí, y el resultado se plasmó en la Ley de Compensación a los Hindúes de 1914, mediante la cual se retiraron muchos de 105 gravámenes a los trabajadores indos (preferimos llamarlos "indos" pues así incluye a 105 musulmanes y a otras religiones indas). Gandhi regresó a su país, convertido en un experimentado propagandista polftico. Fundó una nueva comunidad,un "ashram" en Ahmdabad . Quienes vivían en su "ash rarn" , tenfan Que ser partidarios de la no-violencia y honestos, debían trabajar en el campo e hilar para ganarse la vida y no tenían ni sirvientes, n i bienes personales. En el ashram las mujeres disfrutaban de completa libertad y de iguales derechos; había una tata! tolerancia religiosa y se ignoraba el sistema de castas. En el ashram había algunos matrimonios y muchísimos niños. Gandhi siempre se opuso al sistema degenerado de castas en su país, especialmente a la tradición que convertía en "intocables" a algunas tribus de basu­ reros que recibían un trato inhumano. Gandhi participó en las campañas sindicales de ayuda Ji los trabajadores de la India . La primera en que tomó parte fue para ayudar a los campesinos que trabajaban en las plantaciones de Champáran en Bihár. Estos trabajadores eran sumamente explota­ dos por los dueños europeos de las plantaciones. Cuando Gandhi llegó a la región la policía le ordenó salir, pero como él se negara, fue conducido ante el magistrado. Gandhi estaba preparado para ir a la cárcel, pero el Gobernador de 8¡há r ordenó una inspección para determinar las condiciones realmente existentes en las planta­


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ciones de índigo, y los propietarios tuvieron que reintegrarles a los campesinos gran parte del dinero que les habían arrebatado a la fuerza. Los eventos de Champáran eran típicos en las campañas de Gandhi. No sólo salvó a los campesinos de la exp lot aci ón, sino que también inició programas para mejorar la vida en los pue b los del área, organizando el ínicas y servi cios sanitarios. La t a rea cons­ tructiva de educar y de prestar atenc ion es médi cas senci llas fue ron parte importante de las campañas de resistenc ia pasiva de Ga ndh i junto con las huelgas, ayunos y ma rchas .

La Marcha de la 5al: el SA T Y A G RH

y la/el 5 A TYAGR AHI

La March a de la Sal de 1930 constituy e un bu en ejemp lo de la poi ít ica de no-violen cia o satyág rah, como la llamaba . En p ro­ testa contra el impuesto a la sal que habia de cret ad o el Go b ie rno de la India. Gandhi decidió lleva r a cabo una mar cha de 350 k iló­ met ros {242 millas aproxim adament e 350 Kms .. en 24 d ias} desde Ahmadabad hasta el pueblo cost e ro de Dand i. La Ley no sólo atentaba contra la satisfacción de una nec esid ad huma n a básica sino que les impedía producir su p ro p ia sal. Gan dhi esc ribió una carta a Lord Irwin, Virrey de la India, expli cand o sus inte nc io­ nes: "No tengo otra ambición qu e la de conv erti r al pueb lo b ritá­ nico mediante la práctica de la no-violenc ia, hacién d ole ve r el da ño que le ha causad o a la India", Gandhi no só lo p ro te sta ba co ntra el impu esto a la sal , sino que utiliza ba est a pr ot esta para de mos tr a r injusto que era esta r bajo el domin io br itánic o . Cam inaron 79 volunt ar ios; el men or te ní a 16 y el mayor {G andhi mismo} tenía 61 años. Los volun tar ios p rovenían de todas las religiones y regiones de la India (1 cristian o, 2 musulma­ nes, 2 parias). To dos los 79 satyágrahis esc ribían un diario de marcha, se absten ían de comodi dad es superfluas y tuvieron q ue prometer que no utilizarían la violencia y que estarían preparados pa ra soporta r el sufrimiento. Gandhi encabezó la marcha, deteniéndose en los pueblos por los que pasaba, a fin de explicar los motivos de la marcha . Cuando llegaron al mar, los manifestantes empezaron a fabricar sal con el agua del mar, violando así la ley. Este gesto pro­ vocó que en muchos lugares de la Ind ia estallara la resistencia pasiva . 60.000 personas fueron arrestadas.


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La segunda etapa de la campaña de Gandh i consistía en tratar de tomar las salinas de Dhársana. El propio Gandhi fue arrestado antes de que pudieran participa en ella , sin embargo 25000 volun­ tarios marcharon hac ia las salinas. La policía los golpeó con pesa­ das varas, pero nuevos voluntarios los vinieron a reemplazar. Muchos de los manifestantes fueron heridos de gravedad. Un per iodista norteamericano descr ibió así la escena: "Un gran núme­ ro de poi ícias cayeron sobre los man ifestantes e hicieron llover golpes 'so b re sus cabezas con varas revestidas de acero. Ni uno solo de los manifestantes intentó siquiera defenderse de los golpes levantando un brazo para protegerse . . . en dos o tres minutos el suelo estaba regado de cuerpos. Grandes manchas de sangre cubrían sus blancas vest iduras. Los sobrevivientes, sin romper filas, avanzaban silenciosa y pet inazmente hasta que caían bajo los golpes" . A pesar de que se produjeron miles de arrestos más, el Virrey consideró que se había producido un empate y sostuvo conversa­ ciones con Gandh i a raíz de las cuales la Ley de la Sal fue interpre­ tada más humanamente. Asimismo se acordó que Gandhi repre­ sentara a su Partido el "Congreso" ante la Conferencia de Mesa Redonda que tendría lugar en Londres en 1931. En la Conferen­ cia no se logró ningún resultado, pero la Marcha de la Sal imbuyó en los indos el respeto de sí m ismos y la confianza de que podrían obtener su inde pe nde nc ia . Un acto simbólico y aparentemente menor como éste había hecho que el pueblo de la India fuera cons­ ciente de la injust ici a y estuviera preparado para ejercitar la resis­ tencia pasiva hasta lograr su ind ep end e nc ia . Mientras tanto Gandhi concentraba más sus esfuerzos en combatir la segregación de la casta de los intocables y en tratar de revivir las prácticas campe­ sinas en la vida de la India. Finalmente en 1947 la India Británica obtuvo su independen­ cia, pero Gandhi no estaba de acuerdo con esta "vivisección" porque se había div idido a la India en dos estados India (laico) y Pakistán (teocrático). El primero habitado entre otros por creyen­ tes hindúes y el segundo habitado por musulmanes. Gandhi se abocó a pacificar la violencia que surgía entre los practicantes de ambas relig iones, y logró algún éxito. Sin embargo, el 30 de Enero de 1948 fue asesinado de tres disparos por un compatriota suyo y archicorreligionar io quien consideraba que Gandhi estaba "entre­ gando" la causa hindú, al trabajar por la reconciliación con los mah ometa nos. El funeral de Gandh i fue una demostración de la poca com­


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prensión q ue t en ía el nue vo Gob ierno de la I nd i a respect o a sus ideas . D ispus ier on qu e su f une ral tuv iera un gra n desp lieg ue m il i­ ta r y el rango corresp o nd ie nte a u na alta je rarq u ía est ata l (G andh i siem p re se op u so al mi litari smo y la po m pa). A demás , su asesin o fu e aho rc ado. En lo s añ os que sigu ier on a la In dep end enc ia, el G o bier no co nd uc id o po r Neh ru (su ex -d iscí pu l o ) igno ró los p r ogram as que ten ían p or objeto rev italiza r las aldeas cam p esinas. En vez de ello, se co ncent ró en la i nd ust ri ali zaci ón , q ue deb i l it ó a las alde as y sobrep obló las ciudades, convi rt iend o el existente desem p leo en una real ida d mucho má s inso por tab le . Gandh i sab ía que la indus t ri al iz ac ió n n o era la so luci ó n a l o s p r obl ema s de la Ind ia. Su país est á densam ent e po bl ad o y p o r lo tant o abunda la mano d e o b r a; la ind u st r ializac ió n só lo agr ava el desemple o al reemplaza r la man o de o bra por máquinas . Po r eso Gandhi planteaba el fortalec imient o de las aldeas cam pe sin as qu e suman más de 560.000. Las alde as deb ían ser peq ueñas un ida d es autosuficientes donde todos los hab itant es pud ier an parti ci pa r en su conducción. Gandni dij o qu e ni siqu iera H itl er hubi era p od id o apla star a las 560.000 al deas de la Ind ia.

Democracia Popular Ga ndhi ab og ó po r la au t arq u ía, la descent raliz ac i ón , la dem o ­ cr ac ia de base, la sencil lez y lo pequ eño . Se an t ic ip ó as! muchas déc adas a las ideas q ue co n side r an que " lo peq ueño es bello" , cada d ía más populares. A l m ismo t iem p o fue uno de los p ioneros en dema nd ar l a igu ald ad pa ra l as muje res, al en fat izar el valor que t ie ne la comb inac ión del tra b ajo manua l con el in telectual . E nseñ ó que l a educación debe im p uls ar l a aut odid ax i a: "a l niño n o se le debe enseñ ar nad a a la fu erza " y " el h omb re deb e ser su p r opi o ma est ro " , apr endi en do p r onto a val er se d e sí m ismo . L as ideas de Gand h i -acerca d e la edu cación p atr ió t ica y el desarrol lo i ntegr al son imp or t an te s. A u n más lo es la f iloso í ta de la no-v i o lenc ia, ll amada t am bién " saty ágrah" (véase el glos ario ) . La no-v iol enc ia de Ga ndh i no es sólo u na est rategi a pa ra enfre ntar la inj u sticia si n u t i li z ar la viol en c i a; cons ti tu ye t am bi én u n prog ra­ ma nacional com p let o p ara recons truir la soci ed ad u t i l iz an do el am o r y la ve r ac idad, p er o utili zando las m ano s y trabajando co n el eje m pl o.


22 La palabra satyágrah combina el término satya que significa verdad y ágrha que significa fortaleza o resistencia. El practicante de la resistencia pasiva o satyágrahi, se enfrenta a su oponente sin utilizar la violencia y se vale de la fuerza de su convicción moral para mostrar a su oponente en qué consiste su verdad. El satyágrah de Gandhi es también un método que utiliza el amor para ir en busca de la verdad junto COn el oponente, mancomunadamente. Gandhi halló los gérmenes de su doctrina en los escritos de hombres como Thoreau, Emerson y Tolstoy, así como en el Ser­ món de la Montaña y en las ideas hindúes tradicionales del auto­ gobierno, la continencia y el no dañar la ahimsa o no-violencia. Este principio censura el empleo de la violencia contra alguien con quien no se está de acuerdo. Si imponemos nuestro criterio mediante el uso de la violencia, el "perdedor" quedará resentido, acumulándose así un problema que estallará en el futuro. Si alguien tiene que sufrir, debe ser el propio satyágrahi; su disposi­ ción para el sufrimiento es una prueba de que no sólo está tratan­ do de "ganar" sino que busca la justicia y la verdad. La Verdad y la veracidad eran muy importantes para Gandhi. Siempre dijo: "Para mi, la verdad es Dios y no hay otra manera de hallar la Verdad que mediante la no-violencia" . Para él, la libera­ ción es imposible de alcanzar si se utiliza la violencia . Creía que la violencia separa a la gente y hace mucho más difícil que puedan reunirse para llegar a un acuerdo . Ademas, como nadie tiene el monopol io de la verdad, no es justificable matar o dañar a alguien que tenga opiniones diferentes. Citando a H.J.J'.J. Horseburgh: "la búsqueda de la autorealización para Gandhi consistía en hallar un modo de vida que incorporara las verdades parciales a las que el hombre ya ha arribado, y prosi­ guiera orientándose hasta alcanzar la Verdad Absoluta . Esta es una empresa colectiva . Debemos trabajar conjuntamente para bu scar la ve rdad : no podemos llegar a ella odiándonos o luchando un os contr a otros" . El justiciero = satyágrahi trata de que su oponente se una a él para buscar la verdad y para tratar de encontrar una manera de solucionar el conflicto. Quien cree en la no-violencia puede defen­ der principios muy firmes, pero está dispuesto a ser flexible en todo lo demás y está dispuesto a sufrir por sus creencias. Al mismo tiempo que participa en varios métodos no-violentos para tratar de persuadir o enfrentar a su oponente, aplica métodos como huelgas de brazos caídos y hue lqas blandas, paros, huelgas de hambre, manifestaciones, boicots, piquetes y resistenciá ' pasiva


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(métodos todos utilizados po r Gandhi) . Asimismo debe trabajar manualmente en tareas constructivas a fin de mejorar la situación . Cada vez que Gandhi iniciaba una campaña cont ra alguna injus­ ticia, empezaba también "p rogramas constru ct ivos" de salubridad, artesanía, educación de adultos y niño s, emancipación femenina, cooperativas agrícolas, etc .

Idealista Práctico

Gandhi elaboró su filosofla de la no-viol enci a sigui endo el método de aciertos y errores y ensayos, c om o lo hi zo con la mayor parte de sus ideas. Esto nos lo recuerda el título de su autobiogra­ ha:"Relato de mis experiencias con la verdad". Gandh i se describe a sí mismo como un "idealista práctic o" , Su objetiv o e ra el Sarv ó­ day a, "el bienestar de todos". Esto signif ica just ic ia, igualdad , y autogobierno. No só lo quería liberar a su pue bl o del domin io británico, sino que quería que fuera con cretament e ind ep endi ente . "Autogobierno significa efectuar un esfuerzo con tínuo por liberar­ se del control gubernamental, ya sea extranjero o naciona l" . Gandhi nunca ambicionó el poder. Y en la práctica , cuando la India obtuvo su independencia, rec h az ó todo puesto en el Gobierno . Para él, "la ind ividualidad yac e en la raiz de todo p ro ­ greso", y el poder estatal reprime la ind ividualidad. Señaló que el Gobierno debía ser "una institución de serv id ores de la Nación dedicada al trabajo constructivo, especialm ente en las aldea s, a fin de lograr la libertad soc i al , moral y econ óm ica". Ese fue el objetivo de los 3 mov im iento s Sarv óday a, Bh ud an y Gram d an (Dan donación. Bhu » tie rra. Gram:= alde a). Est os movimientos con algunos logros y alguno s fra caso s, trataba n de proseguir el trabaj o de Gandhi en l a 1ndia . T al ve: el di scípulo más efectivo de Gan dh i en la Indi a fue el "erud ito cami n ante " VI NOBA Bhave, (1885 - 1982) quien r ec o r rió a pie el oais (7 0.000 kilómetros en 17 años) para persuadi r a los terratenientes y los pobres d e Que debían dar una sexta (6ta) part e de sus tierras a los sin t ie rr a. Redi stribuyó un millón y m edio de hectáreas de los cuatro millones recolectados, lo que no reso lvi ó el problema pero concientiz ó a todo el mundo, Gandhi tenía y tiene todavía importantes colegas dentro y fuera de la India. L a m ay o r í a son totalmente desconocidos Martin Luther King en los Estados Unidos, Danilo Dolci en Sicilia, Albert

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24 Luthuli y el arzobispo Tutu en Sudáfrica, lanza del Vasto en Fran­ cia, etc., han actualizado y desarrollado los experimentos de Gandhi acerca del cambio social sin violencia. El Dalai Lama quiere liberar a su país, el Tíbet -tan similar a los países andinos­ del etnocidio inmi nent e por medios pacíficos y gandhianos. Albert Einstein dijo que la gran contribución de Gandhi a nuestra generac ión f ue su det erm inac ión de moralizar la poi ítica. G and hi quien una vez dijo que "m uy p oco he aprend ido de la hist or ia " , insistía en que se pueden aplicar los mismos valores m orales en la p ol í t ica, los negoci os y la industria, tal como se pue de en la vi d a pr ivad a. Los ide ales de am or , verdad, no-violencia pueden aplicarse -según él- en cada aspecto de la vida, pr ivada y pú b l ica. y no es preciso esperar que haya una "gran" revoluc ión para ponerl os en práctica . Podemos empezar hoy, en cuanto nos deci­ damos a poner estos ideales en práct ica. "Es perfectamente posi­ ble", como d ijo Gandhi, "que un individuo reforme su modo de vida sin que tenga que aguardar a que otros hagan lo mismo". Si deseamos la paz, podemos empezar hoya vivir pacífica­ mente. Como d ijer a A.J. Muste: "No hay un camino para la paz; la paz es el camino". Y Antonio Machado: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar .. . " Aunque no era cristiano, Gandhi amaba el himno "Conduce­ nos, Luz de Amor", en especial por las sigu ientes palab ras: "1 do not ask to see the distant scene: one step enough for me" = "No pido ver el panorama lejano, un solo paso es suficiente para mí". y Gandhi d io un paso. Sus colegas americanos entre muchos desconocidos, los prem ios Nobel Martin Luther King, Adolfo Pérez Esquivel (SERPAJ = Servicio, Paz y Ju sti cia) y Oscar Arias Sán­ chez y muc hos patriotas más que ni siquiera escucharon la palabra "no-vi ol encia" , han dado (cada uno a su manera) un paso más. ¿ Pod rem os naso tras hace r otro tanto?

DEBEMOS ESTAR DISPUESTOS A LEVANTARNOS Y DEFEN­ DER I\JUESTRAS CONVICCIONES. NO PARTICIPAR Y ABSTE­ NERNOS EN MOMENTOS DE CONFLAGRACION, ESO NO TIENE PERDON. (Hay que luchar)


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"Para mi' es una verdad evidente que , si la libertad debe ser Igualmente compartida por todos, y aún los físicamente má s débiles, los lisiados e inválidos, tamb ién ellos deben partic ipar equitativamente en su defensa , Pero ¿có m o podría ser ello posible si se confía en las armas? Est o es algo inc om p re nsible para mi plebeyo entendimiento. Por lo tanto, juro que seguiré peleando para implementar la no-violencia , o sea el saty ágrah o fu erza espiritual . Para practicarla, los defect os f1sicos no constituyen obstáculo alguno; aun una f rágil mu jer o u n a criatura pueden enfrentarse en iguales términ os a un gigante armado con el más poderoso armament o",

" A que ll os a qui enes at rae la no-viol enc ia de ber i an , de acue rd o con sus cap aci dades y op or t un id ades, uni rse a su intent o "

A ctualiz ado, p or T ony Auga rde, de una publi caci ón Th e Peace Pledge Un ían 6, End sleigh St reet, L ondres WC 1


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FRllENDS OJF COMMONWEAL

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1.

"Svadeshi"

"SVADESH 1" conlleva un significado grande y profundo . No sólo significa el uso de lo que es producido en el propio p ars. Ese significado está ciertamente en "svadeshi ". Pero hay otro sigo nificado, que es mucho mayor y mucho más importante. "Svadeshi" significa confianza en nuestras propias fuerzas, signifi­ ca autonorrua, autarquía, autoabastec imiento. autodominio y autodidaxia. Debemos saber también qué queremos decir con "Confianza en nuestras propias fuerzas". "Nuestra propia fuerza" significa la fortaleza de nuestro cuerpo, de nuestra mente y de nuestro esp íritu. ¿De cuál de ellos tres debemos depender? La respuesta es breve. El alma es suprema y por lo tanto la fuerza del alma es el cimiento sobre el cual el hombre debe construir. La resistencia pasiva o satyágraha es una manera de luchar que depen­ de de esta fuerza. Esa, entonces, es la única verdadera llave (del

éxrto ). . ."

Tomo IX página 118

Indian Opinion 2 de Mayo de 1909

No creemos que aquellos que no se sientan orgullosos de su propio idioma, que no sean expertos en él, puedan tener el verda­ dero esp rritu del svadeshi. l brdern .

I ndian Opinion 30 de Enero de 1909

"En tanto no podamos obtener alfileres sin tener que apelar las máquinas, nos las pasaremos sin ellos . No tendremos nada que hacer con el esplendor de oropel de la cristalería; haremos pabilo como se hacía antiguamente con el algodón producido en casa y emplearemos candeleros de barro . Al hacerlo así , salvaremos nues­


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tra vista y nuestro dinero y apoyaremos el svadeshi para alcanzar as," la autonom ía". "Hind Swa r áj " en "lndian Opinion" 10 de Enero Folleto 24 de Marzo de 1910 (Proh ibido)

2.

395. DISCURSO SOBRE SVADESHI EN REUNION FEMENINA, NADIAD

6 de Ju lio de 191 9

Hermanas, Me cau sa alegr ía ve r a un núme ro tan grnade de mis he rmanas de Nád iad p resente s aqu í. Os estoy agradec ido por asisti r a esta reu nión . Habl aré lo má s alt o pos ible; aún así, me temo que no podré continuar habland o si vosotras no mantenéis silencio . No he venido a haceros un d iscurso, sino a ex plica ros algunas cosas. Lo que tengo que deciros t iene una influe ncia especial en nuestro des­ tino o vocac ión dharma. Cont ien e un aspecto económ ico y tam­ bién uno pol íti co. Hoy día, sin embargo, expondré ante vosotras la idea de svadeshi desde el punto de vista de la vocación o dhar­ ma, est o es, qu e os ex p licaré cómo segu ir vuestro dharma a través del svad eshi . Se ría inút il qu e os di rija un discurso si no podéis entende r nada y es obvio qu e si vosotras no escuch áis no podréis entender­ me, aunqu e hable e n voz má alta. Hub o una époc a en la India cuando, de acuerdo con nuestras creencias, no podr'amos tomar agua ofrecida en ningún lugar que no fuera un hogar hindú, o mejor dicho, por nad ie que no fuera de nuestra propia ca sta. En la feria de Hardwar, el agua era traída po r brahmanes y musulmanes. Los musulmanes sí aceptaban el agua traída po r la brahmanes, pero los hindúes no tocaban el agua traí­ da por los musulmanes. Era una cuestión de dharma para ellos creer y actuar de esa mane ra, a pesar de todo el calor reinante en esos d ís. Y a pesar de ello no tomaban agua ofrec ida por un musulmán.

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He estado en el luga r donde nació Rámachandra y en aquel lugar (Bihár y sus alrededores) donde la m ít ic a S it a creció y jugó . Ahi hay muchas personas que no comen cu ando viajan en tre n , sino que guardan ayuno . Con toda seguridad, aquello qu e impi de que un hombre co m a en un tren, para no hablar de ot ros lug ares, es un sentimient o relig ioso muy valioso, pues, és ta es una m an ifes­ tación de autocontrol, que impl ica renunc ia r, sus trae rse volunta­ riamente del empleo de c ie rt as cosas. Ningun a pe rso na está bajo presión de nadie más en este asunto . Este autocontrol cultiva la fortal eza del alm a e átman, nos eleva. Hay manifestaciones de aut ocontrol en las reglas so bre comer y no comer, beber y no beber, Si t ratáramo s a qui enes las observan, con desprec io, estar iamos comet iend o un pecad o . Se trata de un dharma, cr eo yo, cuando rehus amos y no s ab stenemos no porque dudemos que nos agrade su sabor, sino po rq ue cr eemos que dicha comida es prohib ida. Antiguamente, los hombres y mu jer es de la Indi a usaban ro p a hecha co n sus propias manos. Ent re los extrac to s de las escr it u­ ras shastras que algunos sh astris (1) me han env iad o , en cuen ­ tro que e l novio aco st um b raba de ci r algo en este se nt ido a la novi a al ofrecerle el traje nu pc ial, "Te en t re go estas p re ndas he chas por la d iosa tutelar d e mi famil ia ; seamos feli ces lleván d o las puestas" , Hay versos ap oy ando este aspecto en las Escrituras, pero no las necesitam os citar por el m o m ent o. Hay he rm anas nue stras en la lejan a pr ovinc ia de Pun jáb . Dam as qu e creen qu e las provincias d Nád iad y G újar at no so n todo el país, sino que nu estro o a ís es la Ind ia e n te ra y , aS I c o m o para no sotros Punjáb también es nu est ra, pa ra e llas Pu nja b tam ­ bién es su tierra. AII í, ellas hilan y tej en con su s pr opias mano s y usan la ropa qu e e llas m ism as h acen . Antigua men te ésta e ra un a p rácti ca en toda la Ind ia. Aun muje res en famili as de gran fo rt u na solían hilar, lo hada la gente de tod as las c astas. Nu estr os pu ebl os en tiempos antiguos , descubrieron qu e , si ellos deblan ve sti r a millones de gentes en este pa ís. debían ap render a hil ar el algodón . No podemos pasarnos sin comida y por ello las muj e res de ben saber cocinar: esto es igua l en todas partes del mu ndo. No pode­ mos pasarnos sin ropa y todos deberían saber có m o fab ric ar la. Fue así que se con st ruy ó la c ivilización de la Ind ia , Nuest ros ante ­

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El Shastrl : hombre In st r uida en los snastr as o Escrituras antig u as. Teólogo.


30 pasados no pensaban en importar ropa del extranjero y utilizarla aquí. ¡Un pais que actúa así va hacia la ruina! Si no aspira a la autarqu la, un pa ís tendrá que luchar contra otro. El pueblo forzosamente cultiva ami stad con las fábr icas tex­ tiles de Ahmedabad (2) por el bien de su ropa. Si un pai's depende de otro pa ra su s nece sidades, deben ser amigos; de otro modo deb erán prepa ra rse p ara la guerra . La causa de las guerras en este m u n d o , es el come rcio. Nuestros antepasados tuvieron gran previ­ sión y deci d ie ron que la India debla tener dos cosas: Si la gente tiene comida y ropa, puede vivir feliz . Habla ambas cosas en la India. Sem braron algod ón, inventaron máquinas simples para hilar y te jer y así obt uv ier o n r op a sencilla para usar. Hace c iento ci ncuen t a años, esto es, hace cinc o generaciones, so l lamas usar el algodón nat ivo de este pals, hilar con nuestras propi as m an os y usar ropa tejida por los tejedores locales . Compa­ rad a co n la ropa que usáis hoy, la de épocas antiguas era de valor i naprec i ab le. Debéis de sear llevar ropa burda como la mía. Estáis eq u ivo cad as si creéis que la vuestra, hecha en máqu inas modernas, es de mejor textura o de alguna manera más hermosa. Si me ofre­ cié , :'!S vu estra s rop as, las arrojarla al fuego. Mi ropa es producto de " dh arm a" , la vue stra lo es del "adharma". Al US (¡I ropa ex t ranj era los últimos ciento cincuenta años, hemos violado el dharm a y nuestra moral y hemos perdido nues­ tras industr ias. El dha rma consiste también en tener compasión. Túlsidas describe la com p asió n como la raíz del dharma. Si los hombres y mujeres de l a Ind ia tuv ieran compa sión de la India, no im p or t ari an rop a del extranje ro . Supon ed que yo fuera vuestro vec in o y viv iera del tejido de ropa burda y suponed que os pidiera que compréis alg una . Tal vez me arrojarías con un insulto o, si fu érai s edu cadas, m e d i r íais que pre feris la ropa china. ¿Diríai s que est o es compasi ón o cru eldad? Podéis aconsejarme que aban­ do ne el tej id o , pero yo sé que es lo ún ico que pu edo hacer. Al final y c om o resultad o de ello, el tejedor que es vuestro vecino se hab rá arruin ado y vu estras propias hermana s habrán perdido todo lo que p ueden ganar a través del hilado . zCon qué alternativa pod I'an haber gan ad o ? Antiguamente, sol íamos hilar con nuestras propias ma nos y ell o mismo c o nst i t u ía una ganancia . Si dejamos qu e un extraño reali ce el hilado, le tenemos que pagar algo a él. Si lo hacemos nosotros mismos, tendremos h ilo por el precio del

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Ahmdabad, capital textil de la I ndia moderna . En el est a d o norteño de Gujrat.


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algodón . Más aún , si nos otros m ismo s te jemos , te nd remos ropa po r el pre cio de l algodón. Hace cie nto cincuen ta años , nuest ros an tepasados sigu ieron e l cami no rect o . A t ravés del svade sh i servi­ mo s a nuestro inte rés econ óm ico y a nuestro d h arrna, a la patr ia po rque nu est ra riqu eza per manece e n nuest r pals y al dha rma porqu e con ra tam os e l trabajo de nuest ro veci no par a ue su talen ­ to e ncue nt re apl ica i ón . No hay patriot ismo c u ando rnen osp re­ ciáis a vuest ro vec ino y e nc argáis vue slr trebejo a algu ie n más . Vue str o vecino perde rá su voc aci ón y vosou as per de réis la vuestra . Ab an don ar el svadeshi equ ivale a arranca r el d harma desde su ra.z. Vuest ra indus tr ia svaJesh i co nstituye la ocup aci ón de m illone s. L s agricu lto res y apa icer os e pa ltida rs de Kheda pose e n granj as y cu ltivan m ieses. S i algu ien s d ije ra que han perd ido la cab eza y que, aband on ando su tr ab ajo , h an emp ezado a adqu irir granos del lejano Pu njáb zqu é d trlais? "S us d ías está n co nta dos" . ¿Qué c lase de sabid ur la hay en t raspo rtar 9' anos el Punjáb cu ando te ne is badjr a (mijo / so rgo ) y o tro ' ce rea les y legum inosas c recie ndo justame n te fren te a vuest ras asas ? Si hu b ie ran ve rd ade­ ros m aes tros de rel igión , golpearían tan fue rte a la gente que ést no pod rla hacer ot ra cosa qu e da rse po r enterada. ASI omo no estar i'a bien q ue el di str ito de Kheda aba ndon e la agricu lt ura, de igual modo no est á bien q ue t da la Ind ia abando ne el tej id o de su p rop ia r pa. Podem os hace rlo si no nos mo lesta anda r desnu do s. Pe ro en la med ida e n que de see mos cu brir nu st ra desn udez . e l dharm a nos exige qu e usem os ropa p r duc ida con nuestras prop ias m anos y de nue st ro p rop io algo dó n. A I com o los pad res no aba n­ donan a sus hijo s feos, aSI como un m arido no aband on a a su fea esp osa , y a qu e Dios ha c rea d o el amo r hacia nuestros hijos y hacia nu estra esp osa, de igual ma ne ra no pod emos ab an dona r nuest ra ocu pac ió n anc est ral. Decirnos que es c ruel qu e un ágho ri (3 ) a ba n­ done a su hijo . Por culpa de la ropa importada, el pueblo se empo­ brece. Todas vosot ras est áis bien vest ida s. A l no viajar po r la Indi a, no tené is idea del h am bre que p revalece . La m ise ria m ism a m uest ra al p a ís que est á yend o por el cam ino equ ivocad o. Aú n las mejores casas de las alde as p róspe ras se está n arruinando. Las vigas de ma de ra de las ch oza s no son reem p lazada s. Vi en el t ran scu rso de mi viaje a Khed a la últ ima vez, que la gente no guardaba gran os en

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M end ica nte s d e u na se cta Que real iz a n p rác ti ca s muy seve ras .


32 sus grandes cántaros de barro. Esto anuncia cond iciones de ham­ bruna. Cualquiera que viaje verá esto por SI' mismo. Si estas con­ diciones se hubieran presentado hace ciento ciencuenta años, no se habr ían tolerado. En ropa perdemos, en promedio, dos rupias por cabeza anualmente. Esto hace 300 rupias en 150 años. l Cuán terriblemente arruinados deben estar los hombres y mujeres que han perdido tanto de su riqueza!. De este modo la nación ha sido gradualmente arruinada. Por carencia de ocupación adecuada, hombres y mujeres lo perdieron todo conforme pasaba el tiempo. Los granjeros y sus mujeres podrian, durante los tres meses que siguen al Fagan (4). hilar sufi­ ciente hilo para satisfacer las necesidades familiares para todo el año. Si hiláis con vuestras propias manos, el hilo no os costará más que el precio del algodón . Igualmente, si vosotras mismas tejéis, tendréis también la ropa sólo por el precio del algodón. La persona a quien paguéis será entonces más rica. Si en vez de ello , vosotras mismas tenéis el dinero, al tejer con vuestras propias manos, ganaréis más que el impuesto (que pagáis) . A lo que vamos es a lo siguiente: que podéis ganar el monto del impuesto de tres años en un solo año. Au n las niñas pequeñas pueden entender este simple cálculo. Si deseáis un futuro próspero para vuestros hijos, deberéis dejarles como legado la idea que es anti-vocación ::: adharma cubrir nuestras necesidades mediante importaciones. Ellos deben querer usar ropa hecha en este país. No escojáis vuestr os vestidos a imitación de los que usan británicos. Si vuestro marido os trae c ua lq u ie ra de esas prendas y os pide que andéis vestidas con modas que no os sientan, debéis decirle que no aceptaréis esta demostración de autoridad de parte de vuestro e.poso, que vue stra sari debe ser una fabricada en este pa.s. Ellos os preguntarán cómo sería posible obtener una sari d e fina textura hecha aquí. Sin embargo, si vosotras realmente deseáis saris de esa calidad, las tendréis . Una hermana vino una vez a bus­ carme; ella deseaba dinero. Le pregunté de qué tela estaba hecha su falda. Ella dijo que era hecha con la cobija de su ropa de cama, tal era su ingenio. Debéis usar ropa producida localmente en Nádiad. No creáis que la bayeta será demasiado pesada en el cuerpo . Si lo es, deberéis

(4)

Nombre del mes del calendario Indio que corresponde gruesamente a marzo


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ocuparos de que la calidad mejo re y que ya no sea pesada . Si un niño se enferma, le dáis medicinas y no lo bandonáis. De manera simi lar, debéis aceptar una pieza del t rabajo y hacer que el médi co tejedor la mejore. Debé is usar sólo aquella ropa qu e es hecha por nuestros tejedo res , pero no debéis descartar las ropas que tenéi s ahora. Usad/as hasta gast arlas . Sin embargo , las nuevas rop as que comp ráis, de ahora en adelante deben ser svadeshi . Usad y ale ntad el uso de ropa svadesh i. Haced que se hagan saris svadeshi . Pe rsu a­ did a vuest ros esposos y, ayudándoos el un o al otro , sed indepe n­ d ientes. Si vosotras , señoras, entedéis est a idea b ien y actu áis de acuerdo a e lla, diréi s dentro de dos añ os qu e Gandh i ten ía raz ón . Pasado ma ñ ana ser á la fiest a de Bh ima ekadashi (5 ). El pue ­ blo t omará el vot o de ayu no s de chatu rma s (6) ese d la. ¿Qu é vot o de béis to rnar esos dl as de pen ite nc ias? ¡Qu e no usaré is ro pa q ue no hay a Sido hech a e n la India!, qu e usa réis hast a te rm inar la ro pa que ten éis, pe ro no com p raré is má s tela ext ranje ra. De bé is to rnar e l vo to de ch atu rma co n u na pr omesa a est e respe c to . E l q ue hag áis la promesa de usar rop a hecha loca lmen te en Nád iad po r sí sol a no me sa t is face ; tam bién d bé is persu ad ir a t ra s a usar rop a de Nád iad . No p ued o est im ar e l aume nto de pro spe rid ad resu ltan­ te si todos tom aran esa resoluc ión . Deb em os te ne r este resu lta do en 11 m ás de un ari o o do s. Todas vosotras debéis aprend er a hilar. Es u n tr abajo fácil. Lo sé porque y o mismo he hilado. Las herm anas Ga ngabeyh n a m i de rec h a y A nasuy abeh n a m i izq i ierd a tie nen exp er ienc ia n el t rabajo man ual. Ha ed lo q ue hac en algunas d am s. Te né is dos o t res hora s e n q ue no hac éi s nada. Las o as áis en los te mpl os. Rez ar e l rosario en e l te mp lo es trad ic io nalme n te dh arm a, pe ro hoy e n d la el verd a­ de ro am o r a ios (bh akt i) con sis te e n tr abajar hac iend o ropa. Cul­ tiv ar la tie rra por am or a otros y pone r los p rodu ct os al alcan ce del pue blo , hilar por e l bie n de la Ind ia, se ntadas en cas a, e inclusive hace rlo no p or dine ro : és ta es la vocación más alta. Si hacéis menos , h abréi s segu id o men os el dha r rna Aú n una pe rso na q ue h ila por d ine ro hab rá hech o d harm a. Las mujeres de famil ias

( 5)

O nc eav o d i a d e la m ed i a luna de Ash adh q ue correspond e g rues am e nte a juli o .

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Literalm ente, u n p eriod o de c ua t ro m ese s ; el t érmino sig n if ica un voto d e ayu n o Y sern ravuno durante los cu atro m eses d el monzón.


34 ricas deben hilar dos o tres horas cada día y luego ir a este almacén de artesanías nacionales; obsequiad la producción a la arriesgada empresa que han asumido estas amigas. La ropa será entonces barata. Enseguida obsequiadla a la provincia de Kheda. Cuando Nádiad haya tenido suficiente, dádselo a algún otro lugar necesita­ do. ASI como Dios os ha creado para que podáis vivir en Nádiad, el trabajo de la gente de aqu I debe ser para el bien de la India. Tenéis la vocación de ver que Nádiad no se convierta en una carga para otras partes o que busque apoyo en un país extranjero. Por lo tanto, mi pedido a las damas de familias acomodadas es que hilen y obsequien el hilo. Cualquiera que hile por dinero obtendrá tres annas por libra de hilo. Cada centavo ahorrado es útil. Con el dinero que ganéis así, podréis comprar lo que necesi­ téis. Podéis comprar cosas como medicinas que podáis necesitar . Cuanto más ahorréis, más ganaréis. Este es un excelente medio de ahorrar. El esfuerzo .es pequeño, la "máquina" artesanal es simple: es el huso o la rueca que tiene un precio de dos rupias y ocho annas. Esto es barato. Si no podéis afrontar este precio, hay un plan para proporcionaros una rueca. Una deducción de cuatro annas al mes cubrirá el costo gradualmente y será justo para voso­ tras . El dharma svadeshi es muy importante. Sólo a través de él la India se volverá próspera. Cualqu ier otra cosa no es más que teor ía libresca . Solo esto es independencia, autonomía, autogo­ bierno , autodidaxia o swaraj. La Gita enseña que donde el dharma prevalece, las demás cosas vienen por añadidura. El camino del svadeshi asegurará nuestro mejoram iento . No tenemos deseos de ser millonarios. Podemos serlo sólo cometiendo injusticias. Toda la población de 300 millones no puede ser millonar ia, pero todos pueden ser prósperos. Hoy estoy aqu í pa ra mostraros el camino. Quiero manifestaros mi agradecimiento por escuchar atenta­ mente. Si consideráis que esta idea vale la pena, asumidla. Deseo que aquellas que lo harán se adelanten. De las 24 horas del día, debéis pasar algunas junto a la rueca. Hablad sobre ello a vuestros vecinos y a vuestros esposos. Así como toda buena familia debe tener un molino de mano, igualme nt e deberá tener una rueca. Si esto resulta, Nád iad pod rá producir lo que necesita. No habrá más hambre. El svadeshi es el único camino cor recto de emplear vues­ tro tiempo haciendo dharma. Utilizad el svadeshi . Producid svadeshi. Si usamos svadeshi, hab rá suficiente ropa para circular. Lo podemos lograr si nos dedicamos al tejido. Si todos los hom­ bres y mujeres aceptan, podremos lograr que la ropa extranjera


35 desapa rezca en. 1 1 dlas. Si sólo n os dec id im os a ello, el cam ino es senci llo . T endr emos qu e p ro d uci r el 75 % de nuest ras necesida­ des act u alme n t e im port adas d esde el ext e rio r. Si todas las m uj eres sum en esta vo caci ó n, p od éis est ar segu ras de que n uest ra em anci ­ p aci ó n esta rá al alcanc e de n uestr a m ano, en 15 d ias . Rogaré para que asumá is est e d harm a. Y ruego a D i os, igual­ m en te, pa ra que E l pued a d isp o ner os a t odas par a hac erl o ef ic ien ­ t em ente, y os im p u lse a t rab aja r po r esta ju st a cau se. (Del idi om a gudj arat i ) Estad o de Gu j arat , 20 de Ju lio de 191 9.

3.

DISCURSO SO BR E SV A D ESH I EN LA CONFERENCIA MISION AL D E MADRAS . 14 d e f ebrer o de 1916

N o ha sirio si n qran irn id ez qu e he asum id o e l corr.p romi so de d i ri qirm e a t od os voso t ras. Y me ha causad o rnuc h ; dific u l tad I selecc ió n efe I tem a. He esc ogi do un t ern a m u y del ir.ad o y d i f i'c il . D el icado po r m is pecu li ares op inio nes aC N a de l sv.ideshi . y d i fic il p o rq ue no tengo el d om in io n ecesario del i d iom a p 1 a ex p resar adecuadamente m is p en sam ientos. Sé que pued o con tar co n vues­ t i a i nd ul genc i a po r las m uc has m isiones q ue induda b lem er te hall arai s en m i d iscur so; tan t o m ás si 0 5 d ig o q ue n o hay nad a en cu an t voy a de i ros qu no m e enc uen tre ya pr acti c nd o . o que no es t é p rep ar ándome p ar a r eahzar lo rnej o: p si ble . Me st irn da o bserv ar que el m es p asad o h abéis d ed icad o un a sem ana a la 0 1a­ ció n en lu gar d e ded ic arl a a u n d iscurs . He ora d o encarec id a­ m en te para qu e lu qu e est oy p o r d eci i os Iru c ti í iq le y sé que váis a bend eci r m is p ala br as co n u a o ra ión sim ilar . De sp ués de mu ch refl ex i ' n he l legad o a una de fi nic ión de sv adesh i q ue tal vez i lu st ra lo m ás ad ecu adamen te po sib le el signif i­ cado qLJ'e y o le do y . Svaclesh i es el espí ri tu qu e es á en nosotr os y q ue rest ring nu est ro uso y n uest ro culto a lo qu e nos ro dea u. ás u un ed i at arn en te y ex c lu y e aq uell o qu e est á m ás rem ot o de n050­ t IOS . Es aSI qu e, el11 0 que co nc ier ne a la reli gió n , p ara p ode r curn ­ p li r C O I I lo s requ isi tos de esa d e f ini c ió n, de bo restr ingi rme J m i reli gi ó n ancestral . se es el 'rn p ieu de m i ambien te religioso m as inmed i ato . Si h all o de f ic ien te mi religión , de bo rend i r el cu l t o li rnp i ándolo de sus de fec tos . En el te rreno de l a po l ítica , debo ut i­ lizar las inst i tu c io nes naciona les, local es y nativ as y servi rl es. co r u ­


36 giendo sus defectos comprobados. En el campo de la economía, sólo debo utilizar cosas productivas producidas por mis vecinos inmediatos y usar esas industrias, volviéndolas más eficientes y completas en lo que tuvieran de deficientes. Se ha dicho que semejante svadeshi, si se reduce a la práctica, nos conducirá al milenio o Reino de Dios. ASI como no abandonamos nuestra bús­ queda del milenio sólo porque no esperamos alcanzarlo dentro de nuestro tiempo, así tampoco podemos abandonar el svadeshi, aun cuando no será logrado totalmente en muchas generaciones por venir . Examinemos brevemente las tres ramas del svadeshi que hemos reseñado. El hinduísmo se ha convertido en una religión con servado ra y por lo tanto en una fuerza poderosa debido al espíritu svadeshi que la sustenta . Es la más tolerante debido a que no es proselitista y su capacidad de expansión hoyes igual a la que tuvo en el pasado . Ha logrado no arrojar al budismo -como creo que ha sido erróneamente sostenido- sino absorberlo. Es debido al espíritu svadeshi que un hindú rehusa cambiar su rel igión, no necesariamente porque la considere la mejor, sino po rque sabe que puede complementarla introduc iéndole reformas. Y lo que he dicho sobre el hindu ísmo es, creo, verdad para las demás grandes doctr inas del mundo, pero lo es especialmente en el caso del hin­ du ísmo. Pero he aqu í el punto al que pretendo llegar. Si hay alguna sustancia en cuanto he dicho. Zno sería acaso mejor para servir al espíritu de la cristiandas que las instituciones misioneras -a quienes la India reconoc e un a gran deuda de grati­ tud- abandona ran su meta de proselitismo y continuaran sola­ mente con su obra filantrópica? Espe ro que no consideren esto como una impertinencia de m i parte. Hago esa sugerencia con toda sinceridad y con la debida humildad. Mas aún, quiero pediros vuestra atención. Me he esforzado en leer la Biblia. La considero como parte de mis Escrituras . El espíritu del Sermón de la Monta­ ña comp ite casi en igu ales términos con la Bhagavad GITA en lo que respecta al dom inio que ejerce sobre mi corazón . La fortaleza de mi devoción no cede ante la de ningún cristiano al entonar "Lead Kindly Light"::. ("Gu íame amable luz") y varios otros himnos similares de esa inspirac ión. Reconozco la influencia que hay en mí, de parte de famosos misioneros cristianos que pertene­ cen a diferentes denominaciones . Y hasta hoy disfruto el privile­ gio de contar con la am istad de algunos de ellos . Por ello tal vez admitiréis que he ofrecido dicha sugerencia no como un hindú prejuiciado, sino como un humilde e imparcial estudiante de reli­


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qi on con grand es in c lin aci o n es hacia el cr ist ian ismo. z No será tal vez que e l me nsaj e de "I d a todos los paises del mundo" haya s ido a lgo es t rec ha me n te int e rpr etado y q ue su e sp ir it u se h a perdi d o? No se pod rá ne ga r , y h abl o po r e x pe rienci a , que muchas de las co nve rsio nes lo son só lo d e n omb re . En al gu no s casos , no se ha apel ad o a l c o razó n si n o a l e stó mago . Y e n todos los casos u n a co nve rsió n d e ja trás de sí una he rid a q ue , me atrevo a de ir, se p u ede ev it ar. C it ando n u ev amente a la ex pe rienc ia , e s perfe cta ­ m e n te p o sib le , e n ca da un a d e las gr andes d oc tr in as , q u e se d é u n nuevo na c im ie n to, u n cam bio e n el c o raz ó n. Sé qu e c a m in o so b re h iel o q ue brad izo . Pe ro no m e discu lpo, al cerr ar es t a p a rte de m i t em a , po r d ec iros q ue la espa nt osa a tr o c id ad d e la guer ra q ue se v ie ne d an do en E ur o pa ta l vez m ues tra qu e e l m en saje d e J eSLJS d e N aza re t h , e l H ijo de la Pa z, n o h a sido b ien com pre nd id o en E ur o p a, y q ue t a l ve z e l O rien te t e nga q u e a rro ja r algu n a luz so br e él. He bus c ado vue s t ra a y uda e n asu n t o s re ligio so s , y os co rr e s­ po n d e d a rle un se n t id o e sp ec ia l. Pe ro me at rev o a so lic itáros la aun e n asun t o s p o i (ti ces. No creo que la religión sea independiente de la p o lít ic a. Est a últim a, d ivo rc iad a de la rel igió n , es c om o un c uer ­ p o list o só lo p a ra se r e n te r rado . De hech o, d en t ro de nu e st ra pr o ­ p ia m a ne ra si le nc io sa , vo so t ros in flu IS - y n o p o co - e n la po i í­ ti ca . Y c reo q u e , si el intent o d e se pa ra r a la p o ht ica d e la re ligió n no se hubie ra he c ho c o rn o se ha ce a ú n h o y, n o h ab r ran d egene rad o a mbas tan t o c orno frec u e n tem e n t e p arece n h ace rlo . N ad ie consi­ dera que la vida po lít ica de nuestro pa ís se a muy fe liz . S igu ie n d o e l e sp irit u d e svad e s h i, observo las in st itu c io n e s nati v as y m e a t raen los tr adi cion al es c o n sej o s p á nch ay at (d e 5 con se ja les ) de las aldeas indas . La In d ia e s re a lm e n t e u n p a is re p u b lic ano y po rq ue lo e s, ha so br ev ivid o a t o d os lo s c h o q ue s qu e h a su f rid o ha st a a h ora. L o s pr mc ipe s y p o te nt ad os, ya fue ra n n ac id o s e n la In d ia o e xtr anjer o s , a p e n as han toc ad o a las m asas , y só lo lo han hec h o pa ra c o b ra rle s lo s impu e st o s. E st as a su vez p arece n habe r d ad o al Césa r lo que es de l Cé sa r y en lo demás h a n hech o lo q ue h a n q uer id o . La v as t a o rgani za c ió n de c ast as n o resp on d ía só lo a nece­ sida d es re ligi os as de la co m u n id ad , sino t a m b ié n a sus n ece sid ad e s p ol it ic as. Los alde an os m a ne ja b an su s asu n t os in te rn o s a tr a vé s d el s is­ t e m a d e cast as , y a t rav és de é l t ratab an con c u a lq u ie r o pr esi ó n d el p od e r o p od e re s gobern ante s. E s im po si b le nega rle su m ara vill oso p ode r d e orga niz ac ión a u na n ac ió n ca pa z de p roduc ir e l si st ema ca stas . Ba stab a con asis tir el a ño pasado a la g ra n fe ria Ku m bh


38 Mela en Hardwar para comprender la habilidad de esta organiza­ ción que, sin ningún esfuerzo aparente, pudo abastecer a más de un millón de peregrinos. Sin embargo, se estila decir que carece­ mos de capacidad de organización . En cierta medida esto es cierto, me temo, en aquellos que han sido educados en la nueva tradición. Hemos enfrentado una enorme desventaja debido a la casi fatal pérdida del espiritu svadeshi. Nosotros, las clases educadas, hemos recibido nuestra educac ión a través de una lengua extranjera. Por ello no hemos encontrado eco en las masas. Queremos represen­ tar a las masas pero no podemos. No nos reconocen a nosotros má s de lo que reconocen a los funcionarios ingleses. Sus corazones no son libros abiertos para ellos ni lo son para nosotros. Sus aspi­ rac iones no son las nuestras. Por lo tanto hay un rompimiento. Y lo que vosotros apreciáis no es en real idad falla en materia de orga­ nización, sino que falta la correspondencia ent re los representantes y los representados. Si durante los últ imos cincuenta años hubié­ ramos sido educados a través de las lenguas vernaculares, nuestros mayores, nuestros si rvientes y nuestros vecinos hubieran compar­ tido nuestro conocimiento ; los descubr im ientos de un "Boss" o de un Ray habrían sido teso ros familiares como lo son las epopeyas del Ramáyana y el Mahábhárata. Como están las cosas, en lo que c o nc ie r ne a las masas, aquellos grandes descubrimientos podrían también haber sido hechos por extranjeros . S i la instrucción en todas las ramas se hubieran hecho a través de las lenguas vernácu­ las, me atrevo a decir que las masas se habrían enriquecido maravi­ llosamente. El problema de la sanidad de una aldea, etc., se habr ía so lu c io n ad o hace mucho. Los pánchayats de las aldeas serian hoy una fuerza viva de una manera especial , y la India esta ­ ria c asi disfrutando de un autogobierno adecuado a sus requisitos y se hab ría ahorrado el espectáculo humillante del asesinato orga­ nizado en su sagrado suelo. No es demasiado tarde para ponerle remedio . Y vosotros podéi s ayudar si lo deseáis, como ningún otro grupo o grupos pueden hac erlo. y ahora en lo que respecta al último aspecto del svadeshi. Gran parte de la enorme pobreza de las masas se debe a la funesta pérdida del svadeshi tanto en la vida económica corno en la indus­ trial. Si no se hubiera traído un solo articulo de comercio desde fuera de la India, ésta sería hoy un país donde abundarían la leche y la miel. Pero no podía se así. Eramos codiciosos y también Jo era Inglater ra . La conexión entre la India e Inglaterra se basó claramente en un error. Pero ella (Inglaterra) no permanece en la India por error. Es su política


39 m an if iest a que la Ind ia se m antenga baj o su admin ist ració n par a benefic io de l pu eb lo ingl és. Si esto es cie rto, Lánca shi re deb e m an te ne rse al m ar gen . Y si la d octrin a sv adesh i es u n a doctr in a só li da , L ánc ash i re pu ede quedar al m ar gen sin causar d año s, aún cuand o al comienzo p ueda p rov oca r u n c hoq ue . N o p ienso en el Svadosh i co mo un movi mi ento de boycot asum ido co mo m edi o de veng anz a. L o co nc ibo co m o u n p rinc ip io re ligioso qu e t o d os deb en seguir . No soy eco nomis t a, p ero he lei do alg unos t rata d os que m uestran q ue In glater ra p odr i'a fácilmente co nver ti rse en u n p ai s au t oso ste n id o si produjera to d o lo que neces ita. E sta p uede ser u na p ro posic i ó n r id i cul a en verdad , y ta l vez l a me jor p ru e ba de que n o puede im p lem ent arse es qu e I n glaterr a es u n o le los pr in c ipa les p a ises im p ortad o res del mund o . Pero la I nd ia n o p uede vi vi r p ar a L áncash i re ni p ara ni n gún o tro pa is mientr as no sea capaz de vivi r pa ra S I' mi sma . Y el la puede v ivir só l o pa. a SI' mi sm a si prod uce y se le ay ud a a prod uci r t od o lo q ue requi ere dent ro de sus p ro pi as fron t eras. N o debe ser empujada, n o necesi­ ta serlo, al t orb ell in o de la compe tenc ia loc a y negat iv a q ue al im enta e l f ra tri ci di o, los ce lo s y m uchos o tro s ma les. Per o zqu i én va a im pedir a su s grandes m ill onario s a en t rar en la comp e­ ten ci a m un di al? Cie rta mente no será l a legislaci ó n . L a fuerza d e la opin ión p ú bl ica. de l a educac ió n ap ropiada, sin em b argo , pue ­ den h acer mu ch o en la d i recc ión desead a. L a md ust r ia del t elar m anu al h oy está en est ad o desf all ec ien t e. Tuve mu ch o cu idado duran te m is andanz as e l año p asado en ver la mayor can t idad de teje do res p os ib le , y m i corazón su f r ió al ver có mo se han perdido, có m o fam ilias integr as se h an re tir ado de ésta que algun a vez f ue ra fl or ec ient e y h onor ab le ocupa ció n . Si seguim os la doc tr ina svade­ sh i, serí a o blig ació n d e vos otro s y mí a hal la r vecinos que p ue da n sati sfa cer nuestras n ecesid ades, y enseña r les cómo h acerl o cuánd o n o sepan có mo, asum ien do qu e hay vecin os que necesit an un a ocup ación salu da ble. Entonces cad a ald ea d e la I nd ia será un a uni­ dad casi aut o-su ficiente , au to-abastec ida que i n t ercam bi ar i a co n otras aldea s sólo aquel los arti cul a s no produci d os localm en te . Est a co n fe derac ión hor izontal p uede parecer absu rd a. Pero la I n d i a es u n pa is de absu rd os. E s ab su rd o m o r i rse d e sed cuand o u n amabl e m aho m et ano n os o frece agua pura ra fa be be r. Y sin emba rgo m i les d e i nd os rno r m'an de sed an te s de l om ar agua de un h ogar ma hometa no . E stos indos absurd os tambi én pu ed en --u n a vez que estén con vencidos de q ue su re ligión se los plde - usar só lo vestidos f ab r ic ado s en la In di a y co m er só lo co m ida p rod uc ida en l a In di a. L o rd Cur zo n i m p l an tó l a mod a de l om ar el té. Y aho ra


40 esa droga nociva tiene la probabilidad de hundir al par ) Ya ha minado los aparatos digestivos de cientos de hombres y muje res y constituye un impuesto adicional para sus magros bolsillos . Lord Hardinge tiene el poder de implantar la moda del svadeshi y casi toda la India desterrará para siempre articulas extranjeros. Hay un verso en la Bhagavad GIT A, que, traducido libremente. significa que las masas siguen a las élites. Es fácil deshacer el mal SI la por­ ción pensante de la comunidad tomara el voto del svadeshi aun cuando, por un tiempo, pudiera provocar considerables inconve­ nientes. Odio interferir en ningún aspecto de la vida. Cuando más, se trata del mal menor. Pero yo toleraría, recibiría , y hasta aboga­ da por la implantación de fuertes impuestos proteccionistas sobre artículos extranjeros. Natal, una colonia br itánica en Africa del Sur, proteg ió su azúcar poniendo impuestos al azúcar que venía de otra colonia británica, Mauricio. Inglaterra ha pecado contra la India al forzar el "comercio libre" en ella. Puede haber sido alimento para Inglaterra, pero ha sido veneno para la India. (7) Con frecuencia se ha argumentado que la India no puede adptar el estilo svadeshi de ninguna manera en la vida económica. Lo que algunos sotienen esto no piensan en el svadeshi como en estilo de vida. Para ellos es un mero esfuerzo patriótico que no se debe realizar si es que implica alguna frugalidad o autoprivación, pero el svadeshi como lo he definido aqu í es una discipl ina religio­ sa que debe ser padecida con total desprecio hacia la falta de comodidad que pueda ocasionarle a los indiv iduos. Bajo su influjo no tiene por qué causar terror la carencia de una aguja o un alfiler, renunciados y exluídos por el hecho de no ser fabricados en la India. Un practicante del svadeshi aprenderá a despabilarse pres­ cindiendo de cientos de cosas que hoy considera necesarias. Más aún, aquellos que descartan de sus mentes la frugal idad svadeshi argumentando que les es imposi ble, se olvidan que el svadeshi es, después de todo, un ideal a ser alcanzado mediante un esfuerzo constante. Y nosotros estaríamos aproximándonos al rdealaun si confinamos el svadeshi a un grupo limitado de artículos, permi ­ ti éndonos, como medida temporal, usar aquellas cosas extranjeras que no podemos p rocurarnos en el país.

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Co rnp ár e se el pensamiento del econ omis t a n ac touat ale má n Fed eric o t.rst , contem ­ p orán eo d e Humbold t y Bol ivar , cuy o rec t o r av/d o er a su maestro poi i tlco G o okh ale.


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Ahora me queda por con siderar otra objeción que se ha hech o al svadeshi. Qu ie nes la sostienen c o n s idera n al svadeshi c om o la d o c t rina m ás e go íst a qu e h ay , s in n ing ú n m a n d am ie n t o e n e l código mor a l de la civ iliz ac ió n . Pa ra ellos , prac t ic a r Svad esh i es re trocede r a la bar ba rie . No puedo e n tra r a u n análisis detallad o de la prop os ic ión. Pe ro p u e d o a rgu m e n t a r que e l Svad e sh i es la u n ic a doct rina consec ue n te c on la ley de hu m ild ad y amor. Es arrogante pen sa r en lanz ar m e a serv ir a tod a la In dia c u a nd o ape­ n as puedo servir a mi propia fa milia. Sería m ejo r c o nc e ntrar mi es fuerzo en la familia y considerar que, a travé s de e lla , estoy sir­ viendo a tod a la nación, y, si así lo quieren, a toda la humani d ad . Esto es humildad y amor. El móvil determinará la calidad del acto . Puedo servir a mi famil ia ind e p e n d ie n t e m e n te de los sufr i­ mientos que pueda causarles a otros, como -por ejemplo- si acep­ to un empleo que me permite arrebatarle el dinero a la gente. Me enriquezco con ello y luego satisfago muchas exi ge nc ias ilegales de la familia. He aqu q ue no s irvo ni a la famil ia ni al Estado . O puedo reconocer que D ios me ha dado manos y p ie s sólo para tra­ bajar c o n ellos para mi mantenimiento y el de aqu ell o s q u e depen­ den d e mí. Entonces simplifico ensegu ida mi vida y la de aqu ellos a q u ie n e s al ca nzo directamente. En este caso, ha br ra servido a la fam ilia sin ha ber le causado daño a nad ie. Supon iendo que todos siguieran este modo de vida, tendríam os e nsegu id a un Estado ideal. N o todos llega rá n a ese n ivel al m ism o t iem p o . Pero aque­ llos q ue, c o m pre n d ie n d o su verdad, la p o ne n e n vigo r, an t ic ip a rá n y ac e le ra rán cla ramente el adven imi e nto d e ese d ía fel iz. Con est e pl a n de vi d a , t rat a n d o de servir só lo a la India y ex c luy e nd o a cual­ quie r ot ro pa ís, n o est o y d añando a otro p aí s. iM i pa t riot ism o es a la vez inc lus ivo y' exclusivo! Es exclus ivo po rqu e co n toda hurnil ­ dad , lim it o m i a te nc ió n a la tierra que me vio n ac e r, p e ro es in clu­ sivo porq ue m i cultura no e s de naturaleza c omp e titiva o antagó ­ nica. "Sic ute re t uo t u a lie r um n o n laed a s" (8 ) no es una mera máxima legal, sino una gra n doct rina de vida . Es la c iave pa ra la p rác t ica correcta d e a h im sa o am o r. Os c orresp o nde a vosotros, c ust od ios de u n a g ran fe , fijar la m od a y demost ra r med iante vues· tra p ré d ica , san t ific ad a med ian te la práct ica, que el p at rio t ism o í

(8)

Es t a m ~ x lma logal la tin a si gn i f i c a : " U sa tu p r o p i ed a d de modo ta l q u e no d a ñe l a Véase t a m b i én la autoblogra fla del abogado Ga n d h l. Pa r te l. de o t ro s" o Cap. XXV .


42 basado en el odio "mata" y que el patriotismo basado en el amor "da vida". The Hindu, 28. 2. 1916

4.

"SIGNIFICADO DE SVADESHI"

"V cu ando hayam os cultivado su f ic ien t em ent e este esp ir itu de intrepid ez, veremos que no hay salvac ión para nosotros sin verd adero svadeshi, no el svadeshi externo que podemos conve­ nientemente dejar de lado. Para mí, svadeshi tiene un significado má s profund o. Qui siera aplicarlo a nuestra vida religios a, p ohtica y económi ca . N o est á, por lo tanto , solament e confinado a usar ocasio nalm ent e ropa svadesh i. Debemos hacerlo todo el t iemp o, an imado s no p o r un espíritu de celos o venganza, sin o porque es un debe r que adeudamos a nuest r o amado pa ís. Ciertamente com etemos una violación al esp íritu svadeshi si usam os ropa hecha en el ext ranj ero, pero también lo hacernos si adopt amos el corte ex tra njer o . Con toda seguridad, el estilo de nuestro vestido man­ tiene alguna corre spondencia con nuestro medio . En lo que respecta a eleganc i a y buen gusto, el equivalente indo del poncho am erindio es inmen samente superior a los pantalones y el saco. Un ind o , usand o una cam isa que flota so b re sus pijamas c o n un ch alec o enc im a sin un a corbata y con sus faldon es colgándole detrás, no es un esp ec t ácu lo muy elegante. En la rel igión, el svad e­ sh i enseña a valoriz ar el glo ri oso pasado y lo vuelve a restablecer en la gener ación actua l. El pandemonio que tiene lugar en Europa aho ra muestra q ue la c ivi lizac i ó n moderna rep resent a fuerzas del m al y de la oscu ridad, en tanto que la ant igua cu Itu ra rep resent a en su esen c i a l a fu erza divina. La c iv il iz ac ión moderna es princi­ palm ente mat er ial ista, mientras que la nuestra es espiritual . La civil izaci ón mod erna se ocupa de la investigación de las leyes de la mat eria y utiliza el ingenio humano en investigar y descubrir m edios de pr oducc ión y armas de dest rucción; la nuestra está prin cipalm ente o c up ad a en explorar las leyes espirituales. Nues­ tra s Escr ituras (shastras) postulan inequ (vocarnente que: adecuada observan cia de la verdad y la veracidad, castidad, respeto escrupu­ loso por toda forma de vida , abstención de codiciar las posesiones de otros y el rechazo a acumular más de lo indispensable para una


43

vida correct a: todo ello es im posi ble sin un co noci mie nt o de la di mensión d ivin a. Nu estra civil ización nos dice co n at revida cer t e­ za q ue u n cul t ivo aprop iado y perfecto de la calidad de "no daña r" o ahim sa, q ue en su f o rma act iva sign ifica el am or y p iedad más pu ros, pon e to do el m undo a nuest ros p ies. E l auto r de este descu­ br im ien to, un sabop p reh ist ó r ico , hace con v incente su rica explic a­ ci ón en las Escr it uras. Tom o XII I

5.

8 1.

20 de m ar zo de 1916

¿5vadesh i CO NT R A L A M EC ANIZ ACION?

14 de sep t iembre d e 19 19

A l d ar con testa ció n a un corresponsa l, el Sr . Gandh i ex p resa su opi nión acerca de la com pa tibi lida d o no de la m ecan izac ión co n svadeshi : "H e ob servado que hay m uch a gen te que ti ene d ud as al respecto , y por consiguient e he dado m i respu esta. E l svadesh i no se o po ne de n inguna m aner a a la meca niz aci ón. E l m ov im iento svadeshi se di rige sólo con t ra el u so de ropa ex tra nje ra. N o hay ni nguna o bj ec ión al tej ido indust r ial de r opa. Pero per sona lme n te no uso rop a hecha en fábr ica y en las exp lica cio nes del vot o svade­ shi cierta mente he suqerido que ser ía ide al si cada in do usar a ro pa h ilad a y tejida a ma no. Si, afo rt unadamente pa ra la Ind ia, decenas de mi ll on es de personas pueden tra d uci r este ideal a la p ráctica, ta l vez las fá bricas tendr án qu e sufri r algu nas pe rdidas. Pero si t oda la Ind ia adopta esa resolución en form a p u ra, estoy seguro q ue inc lu ­ so nuest ros in dustri ales recibirán on regocijo esa reso lució n, respe t arán su purez a y ell os m ismos se asociarán a ella . Pero t oma mu cho t iem p o supe rar hábitos invet erad os. Por ello h ay espac io en el paí s tan t o para la in dus t ria te xt il como par a el tej ido en te l a· res manuales. De mod o que debern os dej ar q ue aum enten las fábricas t ext iles aSI como aume ntan las ruecas y los te lares. Y esto me ll eva a pen sar q ue éstas úl timas son m áq uin as, indudab lem ente. El telar manu al es un a fáb rica t extil en miniatu ra. La rueca es una planta h iladora en m in iatura . Desear ía ve t an her m osas pequ eñas industr ias en cada ho gar Pero el p aís necesita totalmente de la


44

industria del hilado y el tejido manual. En ningún país los agricul­ tores pueden vivir sin alguna industria que complemente a la agri­ cultura. Yen la India, que depende enteramente de lluvias monzo­ nes favorables, la rueca y el telar son como cornucopias o Káma­ dhénus (9). Luego, este movimiento se orienta en interés de 105 210 millones de campesinos de la India (en 1919). Aun si tenemos suficientes fábricas en el país para producir suficiente ropa para todala población, estamos obl igados a proporcionar a nuestro cam­ pesinado, que empobrece más día a día, alguna industria comple­ mentaria, y lo que puede ser adecuado para decenas de millones de personas es el hilado y el tejido a mano. No se trata de oponerse a las fábricas o a la mecanización . Se trata de lo que mejor conviene a nuestro país . No me opongo al movimiento de rn áqu inas manu­ factureras en el pa ís, ni a que se realicen mejoras en mecanización. Sólo me preocupa el objetivo que tienen estas máquinas. Puedo preguntar, con las palabras de Ruskin, si éstas máquinas son para convertir tierras yermas en tierras cultibables y fértiles. Y si la legislación estuviera en mis manos, sancionaría la fabricación de máquinas (que no destruyen empleos y que economizan trabajo) y protegería la industria que fabrica hermosos arados que pueden ser manejados por cualquier hombre. Young India

6.

17 de septiembre de 1919

DESAFIO DEL SVADESH I 104.

Al criticar mi artículo titulado "La Música de la Rueca", el otro d la el "Leader" me atribuyó ideas que nunca he sostenido. Y es nece sario, con el fin de entender el verdadero valor de svadeshi, que corrija algunas de las actuales falacias . El "Leader" considera que estoy retrocediendo las manecillas del reloj del progreso al intentar reemplazar ropa hecha en fábricas e hilo hilado mecánica­

(9)

Kámadhénu: vaca mítica que, cual la cornucopia, concede cuanto se le pide.


45 mente po r hi lo y tejido hech os m anu alment e. A ho ra bien, no estoy i nten t ando eso de n in guna ma nera. No tengo n ingún pleito con las fábr icas. M i enfoq ue es i ncreí blem ent e simple . L a India requiere casi 13 cod os/ y ardas = 11 ,88 metros de t ela per c áp ita al año . Ella produce, creo, menos de la m itad de esos doce met ro s cu ad rados, pero la India cultiva todo el algodón que necesit a. E xp ort a varios millones de pacas de algodón al Japón y a Lá n­ cash ir e y recibe gran parte de regreso en fo rm a de percal m anu­ fact ur ado , aun qu e ell a es capaz de produ cir to da la ropa y el hi lo necesarios p ara sat isfa cer sus demandas mediante t ej ido man u al e hi lado ma nu al. La Indi a necesita comp lementar su ocu pac ión pr incip al , la agr icu ltu ra, con algún otro em p leo . El hi lado a mano es el ú nico em p leo d e este t ipo p ara mi ll ones de perso nas. Fue el em p leo n aci onal hace un siglo . N o es verd ad cu ando se dic e que la p resión econ óm ic a y la m aqu inaria m od ern a han destru ído el hi la­ do manu al y el tej ido m anua l. Esta gran indu st r ia fue dest ru i da o casi destruida p or m edios ext raordi nar ios e inmorales adoptado s por la East I nd ia Company . Esta i ndust r ia nacional es capaz de ser reviv ida con esfuerzo y co n un cam bio en el gust o naci onal sin dañar la indu st r ia m ecan iz ad a. El aum en to de fá br ic as no es un remed io act ual para suplir la def ic iencia. L a deficie ncia se pu ede sup l i r fácilmente sólo med iante hilado y t ej id o a ma no . Sí se rev i­ vie ra este emp leo, evit ar ía qu e se saquen anual mente sesenta m i l lo ­ nes de rup ias, y se podría d ist r ibuir esa cant id ad en t re ci entos de m i les e lankhs de mujeres pobres en sus p rop ias cabañ as. Por lo tant o conside ro qu e svadesh i es una solución autom át ica , aunq ue pa rcial , del p roblema de la agob ian te pob reza de l a Ind ia. Tamb ién cons tituye una poi ít ica de segu ro p reparado para épocas de esca­ sez de ll uvia. Pero se requ ieren do s cosas para la necesaria resur rección: crear el gusto po r el tej id o hecho a m ano, (ll amad o Khadi o Kha­ ddar) y proporc ionar una organizaci ón para la dis t ribución de algodón car dado y para recoger h ilo con t ra pago. En un año , med iante la silenc ios a labo r de un os cuantos hom ­ bres, muchos m ile s de ru pias han sido dist ribuidos en Gudjarat entre varios m ile s de pobres m uj eres qu ienes est án muy contentas de poder ganar u nos cuant os cen tavit os s pice al d la para compra r leche para sus hi jos, etc . M i argume nto no se aplica a la indu stria azu carera c omo pre­ tende el "Leader " . No crece sufiente caña en la Ind ia para abaste ­ cer las necesidades de l a Ind ia. E l azúc ar no ha sido nunca un a i ndustri a nacional y co m p lemen t aria. El azúcar extranjero no ha


46 suplantado el azúcar de la India. Las necesidades de azúcar han aumentado en la India y por lo tanto se debe importar más azúcar. Pero esta importación no instituye un drenaje en el sentido en que lo hace la ropa extranjera . La producción de más azúcar significa más agricultura cientlfica, se sostiene pues en una plataforma dife­ rente. El svadeshi en azúcar es deseable, el svadeshi en ropa es una necesidad urgente. Young India.

7.

18 de agosto de 1920

"MENSAJE DE LA RUECA EN LA GITA"

En el último número dominical del "Návajivan", traté de res­ ponder a los argumentos del Poeta Tagore (10) acerca del tema de la rueca . Dije en el curso de mi respuesta que personalmente leo el mensaje de la rueca incluso en la Gita . Apoyando mi argumento, cité algunos versos del capitulo 111 . Entiendo que el significado que encontré en ellos no se halla en ninguno de los comentarios del "canto celestial", interpretado literalmente. No obstante los comentarios, el significado que le doy a la Gita no es reciente; la he leido desde 1909. El verso dice que es un ladrón quien come sin realizar ofrenda e yajna . Si tuviéramos que entender el signifi­ cado de yajna correctamente, no habría ninguna dificultad en aceptar la interpretación que le he dado . El significado directo de la línea, "Yajna trae la lluvia" (11) implica seguramente que, si el hombre trabaja, crecerán los árboles y si los árboles crecen, atrae­ rán la lluvia. El trabajo t'isico para el bienestar del pueblo, es el único yajna verdadero. El yajna en el cual se ofrenda alguna criatura v iviente, aun cuando sólo fuere una fruta, no es un verda­ dero yajna. La Agricultura es uno de esos yajna que redunda en el bienestar de todos. El granjero, el campesino consume sólo una

(lO)

Ver glosarlo . Tagore "hermano" artístico del frugal Gandhl .

(11)

Bhagavad Glta, 111. 14


47 parte del fruto de su trabajo; qu íéralo o no, trabaja principalmen­ te para el pueblo. Sin embargo, no todos pueden reemplazar al campesino y asumir sus faenas; se requiere de un cuerpo fuerte, endurecido por el trabajo y curtido en el frío y en el calor. Pero cualquiera sí puede operar una rueca. Incluso un científico como el Dr. Ray ha demostrado convincentemente cómo un hombre, aunque no pueda mantenerse exclusivamente de su trabajo con la rueca, puede, sin embargo, satisfacer las necesidades del pueblo. Mas aún, hoy que el país está al borde de la ruina, la rueca es el único medio de salvarlo. Por lo tanto, el hilar es una verdadera ofrenda a Dios. "Aquel que no se conforma con esta' rueda univer­ sal, vive solamente para la gratificación de sus propios deseos, vive su vida, en otras palabras, sin ningún propósito" (Gita 111, 16) (12) En estos momentos, la Rueda Universal sólo puede ser para noso­ tros la rueca. Es posible que, cuando el verso en cuestión fue escri­ to, el gran poeta Vyasa, su autor vidente, pudiera no tener la rueca en mente, pero he aquí que los poetas escriben para todos los tiempos y es la perfección y belleza de un poema lo que permite sacar de él significados que el autor no tuvo nunca en mente. En tanto afirmaciones de principios, dichas líneas son eternas. Rinde frutos muy ricos. Es mi humilde opinión que tenemos derecho a arrancar cualquier cantidad de bellos frutos que puedan crecer en el árbol de tan inapreciable e imperecedera poesía. Tanto el poeta como el servidor. el patrón y el criado, la patrona y la doncella, todos deben trabajar para el bien común. El millonario puede no trabajar ni manejar la rueca para sí mismo, esto debe hacerlo por el bien del país y del pueblo, pues de otra manera, en las palabras de la Gita, vive su vida sin ningún propósito. (De Gujarati)

Navajivan, 23 - 10 - 1921.

(12)

Bhallava d Glla, 111. 16


48

8.

DISCURSO SOBRE LOS "VOTOS DE LA VIDA COMUNITARIA EN LOS ASHRAMS" En la Asociación Cristiana de Jóvenes , Madrás (13)

16 de fe brero de 1916

Seño r Presidente y estimad os am igo s: C on f recu encia he dich o qu e n o me agr ada oí r m i pr opia voz y les asequr o que est a mañana t ambi én mantengo la mi sm a p osi­ ción . Podé is cre erme cu ando os d igo qu e só lo m i gra n apreci o por lo s est ud ian tes a qu ienes am o , respeto y a qu ien es co n sidero como l a espe r anza d el futuro para la India, me han hecho acep ta r est a in vit ac i ón p ara dir igi ros la palab ra est a m añana . N o sab ia qué t ema el egir, u n am igo m e ha ped ido mediante una nota qu e instru­ y a a lo s estud i ante s acerc a d el In c id ente d e Bena res. ("He ar ,hear") (1 4). Me te m o qu e t en d ré q ue decepc io na r a este amig o y a aq ue­ ll os entre vo so t r os q ue os habé is reunido con esta inte nció n . No c reo que se deba en fatiz ar ese "incidente" . Se trata de ol as que siem pr e vi enen y van. Por ello est a mañana más bi en tratar é de abr iros mi al m a en rel ación a al go qu e at esoro p or enci m a de cu al­ quier ot ra cosa. (15)

(1 3)

Sien do p resi d en t e de l M ad r ás C hris tia n Co lleg e el R ev . G eorg e Plt t en d rl n qh , esto fu e pu bl i cad o e n el Indi a n Revl ew con la si guien t e N ota d el E d it or: Hem os r ecib i­ dO va n a s p rogu nla s de n u estr o s lectores en rel ación a la nuev a o rga niza ció n del señor Gand hi , la Sa ry ágrahash r a rn . N os compla ce poder br i n dar e l sig u ie n t e infor­ me ac er c a d el As nrarn a parti r de un Inf orme esp ecia l del di scurso q ue el señ o r Ga n d lll iu zo hace a lg ú n ti empo en M a d r ás. D e sd e entonc es el in fo rm e ha si d o rev i sado po r e l Sr. G and hi Y por ello se pu ede t omar co m o u na ex p osi c ió n au t or i­ za da d e l os ob re t iv o s de la s a tv áoranasnram del señ o r G and hl .

( 1 4)

F o r ma ex cl am a tiva d e ap l auso utilizada e n In g lés pa r a at ra e r la at en ción aprobado­ ra a io qu e rJice e l or ador . En Benar es, en 1916. en un a re u n ió n nac io na l el jo ve n Gan dhi us ó pa l a bras tan radical es contra l a opul encia princ ipesc a q u e l os ma r aj ás dejaron e l est r a d o en p r o te st a y esc an d a li z ados, p er o la j u ve ntu d re vo l u c io n ar i a ac l amó .

(15)

E ste p árrafo es de The Hlndu, 16 - 21

1916.


49 A muchos de m is est ud i an t es qu e vinieron el año pasado a platicar conmigo, les d ije (en el G ookhale Club, Mad rás, el lOA. 1915) (16) que estaba a punto de est ab lecer una instituc ión labo­ ral -un Ashram- en algún lugar de la India , y es acerca de ese lugar que 05 vaya hablar esta mañana . Pien so y as lo he pensado a lo largo de toda mi v ida pública, que lo qu e necesitamos, lo que cualquier nación necesita, pero tal vez n osot ro s entre t od as l as naciones necesitamos justamente ahora, es nada m ás y nada men os que la formación del ca rácter del temperamento. .. L a so luc i ón no está en voluntariamente ll ena r las cá rcele s. Si la In d ia no vu elv e al svadesh i, el entusiasta y masivo encarcelami ento no la convert irá en autosuficiente n i alimentará a m ill one s de hamb rientos. Sólo podremos establecer Svarádj con las cuatro partes vit ales del pro­ grama que están dirigidas a todas y todos no só lo a dete rminad as clases. El lecto r no debe molestarse pues me o irá rep et ir l as co nti ­ nuamente : 1) convivencia respetuosa de todos los in d os: hindú es, mahometanos, sikhs, pa rsis, crist ianos, jud lO S , etc ., 2) e l svadeshi, esto es: fabrica ción y uso de Khadi tejido a m ano , excluyend o toda ropa extr anjera, 3) lo s hindúes ya no deben exc o m u lgar a lo s pa rias, o sea: el iminación de la intocabilidad por 105 hindú es; y 4) observación de la no-violenc ia por tod os. Estos son com o lo s cuatro pilares de una cama. Si qu itamos uno d e ell os, no se podr á sost ener. í

zPr oh ibic i ón del bonete nac ional khadi? Un amigo me ha enviad o documentac ión ace rc a d e un pl eit o que viene sosteniendo un abogado local con un Sub-Juez d e Devrukh en el D istrito de Rátn agiri en to rn o a su bo nete nac ion al de khadi . El Sr . J .V . Va idya, el abo gad o local en cuest ió n , recibi ó la si gui ent e orden de parte del subju ez en contra suya: "El Sr. V aid y a ha apar ecid o h oy en la Cort e co n un bo net e khadi, conoc ido comúnmente cornol a gorr a o el "bonete Gandh i " De conformidad co n el parecer de la Corte Surprem a, t al co mo fuera expres ad o en la rec iente carta del Jefe de Ju st ic i a d irig ida al Juez del D ist r it o de Rát n agi r i, un extracto de l a cual fue rem itida al co legi o de abogados de De vru k h , he ma nifestado al Sr . Vaidya que considero su p resen t ac ió n del día de hoy u sand o un bonete

(16)

Ve r " al o cu c ió n al Gó

xnate

C lub ", Madrás, 10- 4- 1915.


50 khadi como una muestra de desacato a la Corte y le he ordenado que abandone de inmediato la Corte y que no vuelva a aparecer ante la Corte usando el bonete "nacional", a menos que y antes de que el Juez del Distrito o la Corte Suprema indique otra cosa. Se remiti r al Juez del Distrito una copia de la declaración del Sr. Vaidya y de esta orden a fin de que se actúe como se juzgue adecuado". á

La siguiente es una copia del extracto de la carta del Jefe de Ju sticia que fuera comunicada al Colegio de Abogados: "La Corte Superior está decididamente en contra de que los abogado s locales usen el bonete Candhi en la Corte y considera rá a cualquier abogado que us e el bonete Gandhi en la Corte como cul ­ pable de desacato al Juez. Confiamos en que el buen sentido de los abogados prevale­ cerá una vez que sepan cuál es la opinión de la Corte Suprema. No deberá aparecer anle la Corte ningún abogado que use un tocado, a menos que éste sea un turbante. Por favor informe a estos ab ogados que la Corte Sup rema desapru eba enérgicamente su conducta" . A est o , el Sub-Juez añadió la siguiente exhortaci ón: "El sus crito espera que los abogados acatarán la opiruon expresada aqu í por la Corte Suprema y que no habrá ocasión para que el suscrito la haga ejecutar en esta Corte". Colateralm ente a la discusión de asuntos urgentes, no dudo en ocupar el espacio de que dispongo para discutir una orden que sólo af ecta a unos cuantos abogados. Pero el principio que yace en la base de est a guerra contra el bonete khadi es de la mayor impor ­ tancia. Demuestra cómo los adversarios intentan aniquilar movi­ mientos inoc ent es pero morales y económicos. Con toda seguri­ dad, el Jefe de Justicia, fuera de su posición oficial, no podria e xceptuar u n loc ada que miles de hombr es en la India que ocupan una posición ele vada, aceptan con respeto . Tampoco se puede pret ender qu e los abogados que adoptan el bonete nacional lo hagan por de sacato a la Corte, sino que lo hacen por respeto a sí mismos y a la nación a la que pertenecen. Lo hacen porque no d es ean ocultar su religión o su posición polltica, sea cual sea el enjuiciamiento que se hace a la adopción del bonete khadi . Un hombre que no se respete a sí mismo, se convierte en un lacayo.

ZSon lacayos los abogados o son funcionarios de la Corte Supre­ ma? Si se denominan los custodios de la libertad del pueblo


51

deben someterse a verse privados de su propia libertad? Compren ­ do que el Sr. Vaidya haya decidido renunciar a su práctica legal, si no puede ejercerla con dignidad yautorrespeto. Por lo tanto, él ha sentado una prote sta contra la orden y ha dejado de aparecer ante el Sub-Juez hasta que el asunto se decidió favorablemente para él. y me he enterado que los demás miemb ros del Colegio local de Abogados también están coordinando ent re silos pasos a seguir para reivindicar su honor y libertad de acci ón en mate ria de vestido . Esperamos que si los abogados no pueden su spender su práctica, o si los estudiantes no se retiran de las escuelas y unive r­ sidades del Gobierno, por lo menos ofrecerán una valiente pelea para sostener su propio honor personal tal como lo han hecho los estud iantes de medi cina de Vlzagapatam . é

9.

DISCURSO EN CHIKHADORA LAS PRENDAS FINAS

TOMO XIV

El ejercicio del svadeshi puro,significaba sacrificar su gusto por las galas y ad ornos. Gandhi pidió a la naci ón que sacrifi­ car a su gusto por las fina s prend as procedentes d e Europa y el Japón y que se satisfaciera con las burda s pero bella s telas tejidas e n sus rueca s ("khadi"), con el hilo hilado por millones de sus her­ manas . Si la na ción habl a rea lmente despertado ante el peligro que se cern ia sob re sus religion es y su autorresp eto , habr ía perci ­ bido sin duda la absoluta e inmediata necesidad de adop tar el svadeshi en su forma intensiva, y si el pueblo de India adoptaba el svadesh i con el celo religioso con que él les habla rogado que lo hic ieran, segu ram ente su adopción los armarla de un nuevo poder y producirla una inequlvoca impresión en todo el mund o. Por lo tanto, él esperaba que los musulman es die ran el ejem­ plo abandonando todas las galas que tanto amaban y adoptaran las ropas simples que pod (an ser producidas con el trabajo manual de sus hermanas y hermanos en sus p ropias cabañas. Y él esperaba que 105 hindúes seguirlan este ejemplo . Se trataba de un sacrificio en el cual toda la nación, todo hombre, mujer y niño pod la tomar parte" . Young India

4 de Agosto de 1920


52 10. SVARAJ y SVADESHI, AUTOGOBIERNO y AUTARQUIA ", .• En mi opinión, la ropa hecha en fáb ricas de la India es setenticinco por ciento extranjera . La maquinaria en que se teje la tela es extranjera, y todo el beneficio que produce es para trabaja­ dores extranjeros. Aquellos que usan ropa hecha en fábricas pue­ den tener esta satisfacción: que el dinero que pagan por su manu­ factura irá donde nuestros obreros de las fábricas. Pero casi nadie se det iene a considerar que estos obreros , al dejar su agricultura, abandonan una hermosa profesión y una vida sencilla para ingresar a las fábricas. Mi consejo es por lo tanto que vosotros, en estas aldeas circundantes donde imperan las órdenes de Dáyanand Sár as­ wati, vistáis vuestra propia ropa y mantengáis así la regla de no­ posesión y la de no-violenc ia, ya que ambas están inc lu i das en la ley del svadeshi. Este último contiene en su interior los principios básicos de los "satyágrahis" o sea los militantes no -violentos . 17 de abr il de 1918

11. 344. DISCURSO SOBRE SVADESHI, BOMBAY UN POCO DE HISTORIA

17de Junio de 1919 Las ideas que solía expresar gradualmente desde el año 1900 han sido confirmadas por mi experiencia aquí en la India. En tanto no logremos observa r escrupulosamente la regla del svadeshi, no tendremos éxito en lograr el svaraj. Aquellos que han leido algún l ibro sobre la h istoria de la India reco rdarán al instante que los holandeses, los franceses y los británicos vinieron a la India tenie ndo el comercio como único fin . No teníamos armada en ese entonces, au nque por supuesto teníamos una flota mercante. La preocupación que tiene nuestro pueblo por el dharma es suficiente evidencia de que la India dependía totalmente de sus hab ilidades para defender su come rcio. La fina calidad de ropa qu e entonce s producía la India no se pod ía hallar en ningún otro pa ís, y fue esto


53 l o qu e at r ajo a me rc aderes extra nj er os h asta la In di a. El trabajo d e f il igrana real izado an ter io rm ente en la I ndi a era tan bue no y tan artí sti co que no t en ía pa ragón en ni ngún ot ro lu gar del mundo. Co n el avance de la ci enci a,l os sab ios eur opeos han atestigu ado que nu est ras c ien ci as, y hast a n uestr os libro s sagra dos, sal ie ro n al ex tr anj er o sigu iendo lo s m ismo s pasos d e nu estr o co me rc io. Est o atrajo la m ira d a de m ercad eres de los tres p ai ses (Portugal, F ranci a y Gran B ret aña) y e llos se ll evar on consigo car game nt os de ma ravi ­ ll as desde la Ind ia. Eran tan maravillosas las cosas producidas en el p ars por aquel entonces que estos comerciantes co nsideraron muy rentable llevarse cargamentos con ellos. T ambi én se ll evar on de aqu¡ espec i es y h ier bas. Est a m isma I ndi a q ue ten ía rep ut aci ón de ser u n p ais pr óspero, un o de lo s prim er os en m at eri a d e com er ci o , h a ca rdo en la actua l sit uac ión de aprem io , v iénd o se oblig ada a Imp or t ar lo que necesita de sde el ex t ranje ro . En nin gú n otro pafs hal la réis semeja n te tr aged ia. E n mi opi n ión , la pr inc ipal r azó n de esta m iser able con d ición es n uest ra pérdid a de interé s en lo s o bje to s svadesh i, y lo mi smo pensaréi s voso t ros si só lo os pon éi s a pensar en el lo , y a q ue n o hall aré is ningún o t ro pai s que hay a ava nza do dándo le la espald a a sus propi os pr od uctos. N o h an pasado m uc hos siglo s d esde qu e se introd uj o el li br e co me rc io en Inglater ra, aún en t o nces I ngl at er ra p ro te gió su comerc io, nun ca se permiti ó a si mi sma estar en l as m isma s co nd ic i o nes en q u e nos hallam os (h oy en 1919). L os pu ebl os d e Au st r ali a y Nueva Ze lan d i a y el de Sud Af r ic a, (d el cu al teng o ex pe rie nc ias pe rson ales) u til iz an libre me nte pr o ­ duc tos de sus p ropios p aíses y f ijan im pu est os a los bi enes i mpor­ tado s co m o co n sider an m ás conveni ent e; y a qu e no depe nd en de esos bi en es. N osotro s en la Ind i a hem os pe rd id o hasta nuestra 1I be rta d p orqu e abando nam os el sv adesh i. Aunqu e de algún m od o se co ns ide ra ex t r anj eros a los em perado res M ó gul es, baj o su gob ier­ no la Indi a no se vi ó redu ci da a la d epl or abl e cond ic ión en qu e se hall a hoy, ya qu e en tonc es la In dia ten ía u n co m erci o y una indus­ tri a flo reci ent e. In clu so lo s luj os qu e rod eaban a los Emp erado res eran pr odu cto de l a arte san la n at iva, de modo que la r iqueza del país p erman ec ía en el pa ís. La v ista de nuestros ant iguos monu­ m ento s tale s com o el Taj Mahál, el Kutúb Minár, etc . no pueden m enos qu e rec o rd arn os la p ro spe ri d ad de nuestr os d las pasados . Cuand o segui m os escrupul osamente la ley del svade sh i , hasta el gobi ern o br itánico puede dejar de ser un gobierno extranjero y convertirse en gobierno svadeshi. Cuand o cesem o s de importar bienes del exterior, nuestra s relaciones con los p a íses extranjeros


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ya no se basarán en consideraciones de interés propio sino que se inspirarán en la preocupación por el bienestar general. Sólo cuando todas las naciones del mundo busquen su bienestar con un sentido de parentesco entre ellas como si se tratara de miembros de una misma familia, sólo entonces Inglaterra adoptará una nueva actitud hacia nosotros. Ni siquiera somos capaces de seguir nuestro dhar­ ma, de usar el svadeshi, ¿cómo entonces, podemos compararnos a nosotros mismos con Inglaterra? Svadeshi es nuestro dharma prin­ cipal; no seguirlo y aún así confiar en el progreso de la India es como esperar hallar una flor en el cielo . Cuando se introdujo el svadeshi en Bengala, el pueblo no esta­ ba aún preparado para él, tampoco lo estaban los comerciantes. Los dirigentes de entonces se embarcaron en la tarea de esparcir el svadeshi a lo largo y ancho de la nación, pero lo abandonaron y, en el intento de emprender un paso demasiado grande, lo perdie­ ron todo. Deberíamos volver a adoptar lo que hemos abandonado en estos 200 años. Si pensamos utilizar todo en svadeshi a la vez, el resultado será que no lograremos utilizar nada. Estoy colocando ante el pueblo un programa gradual que puede asimilar y llevar a cabo. Si empezamos usando sólo ropa svadeshi, evitaremos la pér­ dida de 600 millones de rupias que van a paises extranjeros por ese concepto. Como veis no se trata de una ganancia pequeña. El voto svadeshi más puro consistirá en usar ropa hecha con el hilo hilado por nuestra esposa, hermanas e hijas en nuestros hogares. Ni siquiera la ropa nacional hecha a máquina podrá ser trata­ da como si fuera svadeshi puro, aunque el hilo nacional empleado en ella se produce aquí, pues termina en costosas máquinas en el extranjero con técnicas extranjeras. Eso significa que somos total­ mente dependientes (en lo que respecta a ropa fabricada) de fuen­ tes extranjeras. El jueves verán en la tienda de Náranda un stock de bienes svadeshi que proveerán la ropa que se precisa para obsersar el voto de svadeshi no adulterara y sin mezcla. La principal razón de que estemos hasta ahora en semejante estado, es nuestro letargo y nuestra carencia de patriotismo. Hubo un tiempo en la India en que se trabajaba con máquinas perfectas que un carpintero en con­ diciones normales podía hacer en un sólo dia. Shri Narandas y Shri Vithaldas han asumido la administra­ ción de una tienda de svadeshi puro y esparcen la idea a lo largo del país. Espero que aprovecharéis esta tienda de Svadeshi inte­ gral, no adulterada .


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(Del idioma gujarati) Gujarati, 22 de junio de 1919

12. DISCURSO EN LA ASOCIACION GUJARATI BANDHU SABHA, EN PUNA. 11 TRES FLAGELOS Y SU REMEDIO (8 de agosto de 1919)

En estos d ias el tema de mis conferencias es e l svadesh i. Res­ to tiempo a otras actividades pa ra dárselo todo al svadesh i. A t ra­ vés del svadeshi obtendr emos el swaráj . Cuando habl é ace rca d e "Svadeshi y Svaráj" en Surat (18), se me ocu rrió que debe r ia expli car al pueblo cóm o el svade sh i podía cu bri r todo cuanto ten ia en el corazón. Actua lmente qu iero propagar esta ide a y espero que, e n unos poco s d ias o tal vez algunos mes es, todo el mundo en la Ind ia, desde e l Virrey hasta el barrendero, reali zará ese svadesh i que puede p rocurar svar ádj o autogobi erno nacional y regio n al. Co n este fin, es imperativo que e l ide al de svade shi se manten­ ga puro ; es algo tan grande que no debe ser degradado. Actu almente la Ind ia sufre de tre s t ipo s de ca lam idade s: 1. ENFERMEDAD: Nu nca en el pasado e l pu ebl o de la India ha sido afligido por tantas enfermedades com o lo es ahora . El núme­ ro de gent e que padece enfermedades en este pais es mayo r que en ninguna otra parte del mundo. (1919) HAMBRE. Un sim p le hecho confirmado por la expe rie nci a durante los últimos años es que euna gran parte del pueblo de la India no t iene suficiente c o m ida. Si r William Wilson Hunter dijo categóricamente hace cuarenta años que treinta millones de perso­ nas en la Ind ia só lo hacían una comida al día, y que aun esa cons is­ 2.

(16)

Ver Vol. XV, PP. 484-90


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tía nada más que de pan solo y sal. Lo que es más, ni siquiera tenían manteca, aceite o picantes. Esta era nuestra desgracia hace cuarenta años. Todos los funcionarios se han visto obligados a admitir en el Libro Azul (19) que la pobreza de la India aumenta día a día y la cuota de los agricultores especialmente es la peor, esto porque sólo ellos saben quiénes van a vivir a las aldeas. Si averiguáis acerca de la gente de Gujarat, sabréis las enormes difi­ cultades que tienen que atravesar para poder obtener leche. Les es casi imposible, aun para dársela a un niño de seis meses. Doquiera que interrogaba a la gente de las aldeas alrededor de Ahmdabad, se me dijo que, sin contarlos a ellos, ni siquiera sus niños podían conseguir leche . Podréis ver a partir de ello que nuestra condición actual es mucho peor que la que teníamos hace cuarenta años. 3. INSUFICIENTE VESTIDO PARA EL CUERPO: Actualmen­ te la India también padece una carencia de ropa (1 yarda 1 codo 0 ,914 metros) . Según los estimados de Sir Dinshaw Wacha (20), hace cuatro años la gente de la India obtenía 13 codos de tela percáplta, en tanto que ahora sólo obtiene '9 . Esto significa que'ha habido una reducción de cuatro codos por cabeza y que en esa medida ha aumentado nuestra pobreza. Cuando me hallaba trabajando en Champáran hace dos años, tuve la experiencia personal con las mujeres que protestaban ante mí, sin ambages, diciendo que no tenían ropa para cambiar y, fuera de su única sari que no tenían ni un pedazo de tela con qué cubrir sus extremidades desnudas; cómo entonces, me pregunta­ ban, podrían bañarse y lavarse para mantenerse limpias? Mi cora­ zón sangró al ver a nuestras hermanas de corazón puro en una situación tan lamentable. Un país afligido por este triple mal pierde las virtudes de valor, fortaleza y veracidad . El pueblo de un país en esas condicio­ nes no tiene dharma en sí y hasta emplearía la palabra "indigno de un ser humano" para describirlo . También aqu en la India hemos estado empleando ese térm ino en estos dras.

=

é

í

(19)

Libro Azul de los Informes Oficiales para la Corona Inglesa. (N. del T)

(20)

Sir Dlnsllaw Edul)l Wacha (1844· 1936); prominente político Parsí: Presidente del Congreso Nacional de la India, 1901, ver Vol . i 1, P. 380. En 1980, ca d a Indo disponía de 11,B8 metros, en 1919 s610 se viste de 8,22 m al ano.


57 Cuando, con esta idea en mente, interrogu é a la gente, la respuesta que obtuve fue que el dharma debla ser restaurado . Es indudable que hemos perdido nuestro dharma o vocación nacional , pero, en las actuales circunstancias, restaurarlo será una tarea muy dificil, ya que es extraordinariamente dificil que un hombre sumi­ do en la mi seria cumpla con su ley , su deber, o sea, con el dharma . Sólo un esp Iritu espe c ia l puede hacerlo . Llamo yogu is a esas per­ sonas. Sin embarg o, no todo el mundo puede converti rse en y o gu i . y as í, por la pureza del alma, o sea el atm an, la pureza del cuerpo también es esencial . "Una mente (atman) sana só l o puede habitar en un cuerpo sano" . Para revivir las virtudes del coraje y demá s, debemos elim inar este triple mal (h ambre, enfermed ad, falta de ropa) . Un hombre que puede segu i r el dharma en m edi o de tanto sufrim iento es lo que llam o un yogui. Par a curar la enferm edad, se preci sa de un esfu erzo audaz , que demanda co n oc im ient o . Tendr emos que sacrif icar nuestro tiempo para sal var a la gente afl igida con tales enfermedades. Debemos primero averiguar si la gen te padece hamb re debido a su letargo o por necesidad . Hay alim entos en abundancia en la India, pero los hambrientos deben tener acceso a ellos. Pero necesitan dinero c on que comprarlos, y es por falta de ingresos que la India es pobre. Se necesita del svadeshi para combatir est a situaci ón . Median­ te le svadeshi protegemos nuestro algodón y nuestra seda. E sta es mi definición restr ingida del svadeshi en el contexto actual. El año pasado pagamos a pai ses extranjeros 560 millones de rupias por produc tos de algodón y 40 po r bien es de seda. El reve renda Dadabhai Naoroj i sol la decir que se estaban vaciando los fondos de la India . Es cierto que una gran parte de este dinero se gasta en asuntos mil itares y en pagar pensione s; sin embargo, yo personal ­ mente, dir ia que lo que más vac ía los fondo s es la falta de svadeshi. El año pasado se pagaron 180 millone s por azúcar . Otros aspectos también vactan mu cho los fondos, pero no es impo rtante mencionarl os ah o r a. Quiero ata car el meollo y una vez que lo logre, las demás fugas se detendrán por SI mismas. Nuestra primera obligación entonces, en las actuales circunstancias, es seguir el svadesh í en su significado restringido ; con este fin, deben observ arse los tres votos que he dado . Primero lograd el control del comercio en hilo, y obtendréis el resto bastante fácilmente. Hoy somos incapaces de producir su ficiente ropa para satisfacer nuestras necesidades. Nuestras fábricas no pueden proporcionar­ nos la que necesitamos. Debemos tomar medidas para .q ue .la 1 ndia


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pueda producir cosas que actualmente no fabrica; se nos plantea pues este problema. Ahora estoy discutiendo este problema con los ind ust riale s y, en el curso de nuestras conversaciones, Sir Fázal­ bhai Kárim bhai me dijo que tomaría cincuenta años antes de que las fábricas puedan abastecer de ropa en la cantidad requerida. ¿Debemos esperar entonces que pasen cincuenta años? Vemos, por el informe d e la Comisión de Industrias, que en el país se puede producir un tercio de la cantidad de ropa a través del tejido manual y que, si esta industria casera se desarrolla , las cosas serán más fáciles para nosotros. Las fábricas necesitan máquinas y por ello somos dependientes de otros. Los países extranjeros no poseen tantas máquinas como para prescindir de ellas (y poder regalároslas). Algunos dicen que toma un año para que una fábrica obtenga una máquina, y su instalación presenta muchas dificulta­ des . Considerando todos estos obstácu los, el tej ido a mano parece muy fácil, ya que no requiere todo este esfuerzo. Un hombre de mediana capacidad puede aprender el trabajo en un período de seis meses, y uno, con algo de inteligencia, puede manejar la rueca en tres meses. El método para hilar es sumamente s imp le. A mí solo me tomó 15 d ras aprenderlo. Hace cien tocincu e n t a años, nosotros mismos producíamos nuest ra rop a . Cada ma d re e n la Ind ia hacía ese trabajo por amor a Dios. Todavía so n visibles los ra st ro s de este secular deseo en la mujer de la Ind ia. Cuando visité recientem ente Vijapur y Kalol, est uve con casi 20.000 hombre~ y m ujeres. En las c harlas que sos­ tuv im os, las m ujeres me dijeron que éste era un buen ex periemen­ to, y q ue e ra fáci l. S i se les p rop orci na ba u na ru eva , (d ijeron ) tam­ bién e llas p od rl an t rabajar. Actua lm e n te, ci e nt ocincue nt a mu jeres en Vijap u r h ilan me d io m au nd (21 ) de a lgodó n d iar iam e n te y , si se les propo rc iona el algod ó n , hay cuatro c ie n tas mu je res list as p ara tr a bajar . Las muj e res de Kalo l dan la m ism a respuesta . Mi qu e rid o am igo e l seri a r Chetti ar vin o a ve rme desde Mad rás . Cuando vi que tambi én su esp osa ha bía venido, le d ije al señ or Chett iar que la reten d rí a u nos ocho días, y a q ue ser ía m uy provech os o que ella aprendie ra a hilar antes de irse . Ella ac ep tó m i suge rencia inmedi a­ tame nte y partió só lo de sp ués de que ap re nd ió a hilar. E lla acep tó , no p or su aprecio pe rso n al hac ia mi, s ino p or ue am a ba el tra bajo. Esto mues tra que el hilad o es he red it a rio en t re noso t ros. A que­

(21)

M au n d : m ed ida eq u l v a ten r e a 100 lbs. tr o v


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llos que leen a Darwin comprenden la teoría de la herencia . Si rehusamos asumir este trabajo, perderemos nuestra herencia . Apelo a vosotros para que no perdáis la fe. Si sólo lo intentamos, se creará un ambiente fav orable y recup eraremos la herencia que hem os repudiado , El Director Páranjapye (22) dijo que perd ería­ mos en la competencia comercial con el resto del mundo. Pero Svadeshi no es una cuestión de riva lidad. Antes bien, ésta es una cuestión de libertad económica para lo s cam pesin os y para los pobres . El Agricultor es el padre del mundo . Tomad el ejemplo de América o de l Japón . Allá ayudan al que cultiva. También nuestro Gobernador está ansioso por saber có m o pu ede ayudársele al que cultiva. El problema puede resolve rse de acuerdo con los principios de la Econorn ra. Mi consejo. jóvenes, es que asumáis este trabajo manual. Es lo suficientemente fácil y no requiere un esfu erzo especial, ni tam­ poco requiere mucha inteligencia. Lo único que es necesari o es algo de experien cia . Uno disfruta de m ayor libertad a travé s d e est e lr abajo. El h ombre que hila gana tres ann as al día, pero el hombre que teje gana ocho annas. Hablando a los tejedores de Mádanwadi en Bombay, llegué a saber que muchos de ellos gana­ ban hasta una rupia , otros hasta dos rupias al día . Esta industria casera es útil pa 'a nosotros. Debe ser ampliamente popularizada. Aún la c lase educada debe apr ender algo de l o fic io , Así co m o todo niño en Inglaterra sabe algo acerca de! trabajo naval, igual­ mente todo s deb er iam os aprender nuestra artesarua tradicional . Si de esta manera, la India comprende esta mantra (23) y empieza a trabajar como si se tratara de una obligación religiosa, la condici ón económica del país mejorará y el hambre y la enferme­ dad desaparecerán de nuestro medio . Como comprendéis la idea, oraré p orque la pongáis en práctica . (Del Gujarati)

"Indian Opinion",

la de octubre de 1919

(22)

R, P. Paranjapye, Director, Fergusson Coll ege , Poona,

(23)

Fórmula mágica, pero en este contexto significa "mensaje".


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13. RAQUETA DE TENiS O RUECA? "La tercera condición para el svar'adj es el svadeshi. Deberíais manejar la rueca en vez de jugar con la raqueta de tenis. Todo el mundo deberla tener una rueca. Hubo una época en que la idea de boicotear la ropa extranjera se consideraba ridf­ cula e impracticable. Hoy ese temor se ha desvanecido. El voto del svadeshi es un voto que todo el mundo puede implementar. Si no somos siqu iera capaces de hacer esto, debemos abandonar la esperanza de lograr el svaráj. Deberíamos andar en taparrabos antes de usar ropa extranjera. Nagpur tiene un gran número de tejedores. Ellos deben abandonar el tejido de hilo extranjero contaminado y decidirse a tejer el hilo puro hilado por sus propias madres y hermanas. No es el hilo hilado a mano el débil, sino nuestros corazones. Es por ello que nos resistimos a tejerlo". (De Gudjarati)

Navajivan,3/IV/l921

Vol. 19

1966

14. AUTOGOBIERNO .. . Tengo la firme convicción de que si exhibimos fortaleza de carácter, facultad de reorganización y el poder de un autocon­ trol ejemplar, todo lo cual es necesario para lograr totalmente el svadeshi, alcanzaremos la independencia nacional y el autogobier­ no personal svarádj o sea sin nada m ás". The Hindu, 23/1 X/1921

15. ECONO MIA INDA

Vol. 21

1966

232.

Un amigo ha colocado en mis manos un boletín acerca del Comercio de la India en géneros que se vend en por piezas, prepa­ rado por el señor A.C. Coubrough C. B. E. por encargo del Gobier­


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no británico c olonia l de la India.

Contiene la siguiente nota a

modo de p refac io : "El G o biern o d la I nd ia desea dej ar en cla r o que las afirma­ ciones hechas y l as o p in io nes ex p resadas en este b o let í n son pro­ pi as del autor" . Si es así, Zp or qu é recarg a el G o bier n o col o nial de la India al público qu e pa ga im pu esto s, c o n el gast o de d ic hos b o le t mes? El que est á ante mí es el número 16 de t o da u n a ser ie el" p u b li c ac i o­ n es. ¿Publican acaso ambos lad os del problema ? El bole t í n qu e exam ina m os pret en de ser un .i resp uest a él l movimie nto svad esh i. Es una d ec la r ac ión oficial que co n t iene numeros o s cuadros don de ap arece la sit u ac ió n de l os gén eros imp ortad os y fab ri c ad os en el p aí s, inc lu y end o lo s t ej id os a rnan o . Pero no ay ud a al lec tor a estudiar el m ov imie n t o. E l c o nc i nz ud o autor n o ha de stinad o esfuerzos en e fec tu ar un est u d io del m ov r­ m ient o actual o de su alcance. El hecho de q u e el G o bie rn o de la Ind ia trate al mov imiento m ás gr an dem en te c o n st r uc t ivo y c o o pe­ ra t ivo del p ais co n sup remo despreci o y que d e sp i l ía r re el d iner o del pueblo en una inútil refutación en vez de efectu ar un est u d io acerca de él y apli ca rl e un t rat am ient o ben évo l ,es t al vez la m ej or co n den a que se pu ed a pr onu nciar acer ca del sistem a qu e se vi ene apl ic ando . E l argum ent o del autor es: 1. Nuestro m ov im ien t o , si ti en e éx i to , c t ua rá n o c o rn o u n aranc el protecc i o nista sin o p r ohi bi t ivo . 2 . E sto sólo dará p or resulta d o el enr iquec im ien t o d el c ap i t a­ li sta de la I n di a y c asti gar-á al c o n su m ido r.

3. L as imp ort aci on es n o so n c om pe titi vas. y a qu e el gr ue so del t ip o d e géner os i m p or tad os n o se f abr ic an n la I n d ia y no ti enen al tern at iv a n ac ion al. 4. El re su l t ad o de b o ic o tear d ic h os géner os im p o rt ad os será un alza de p rec i os sin el e rr espond ien t e ben efi c io . 5 . Como el bo ic o t se alz a con tra la ley de la o ferta y I dem and a, y c on t r a el c onsu m id o r, d ebe f ina l ment e fracasar . 6 . L a h i stór ic a d est ru cc i én d u rant e el c o l oni aje de l h ilado a m an o , qu e Ga n d h: h a dep lo rad o , se debe a causas n at u ra les, t ales


62 como la invención de instrumentos y máquinas que ahorran tiem­ po y, por lo tanto, era inevitable. 7. El agricultor de la India es respon sable de su propia ruina ya que ha descuidado, negligentemente, el cultivo del algodón que fuera tan bueno antes. 8. El mejor servicio que puedo yo prestar es por lo tanto, el de inducir al agricultor a mejorar la calidad del algodón . 9. El autor concluyó así: Si en vez de llenar los hogares con inútiles ruecas y tornos de hilar (charkahas), inciara Gandhi una propaganda para hacer más intensivo el cultivo del algodón y particularmente para la produc­ ción de algodón de hebra larga, su influencia se sentiría no sólo hoy sino du rante muchas generaciones. El lector podrá así apreciar que lo que yo considero como una suprema necesidad para la salvación económica de la Ind ia, es considerado por el autor como insen satez. Por lo tanto no hay co incidencias posibles . Y a pesar del prefacio del Gobierno colo­ nial de la India qu e he reproducido, el autor SI repre senta la acti­ tud del Gobierno británico . Los he desafiado a ellos ya los coope­ radores con los británicos en forma definitiva, a cualquier precio. No se preocupan por sus implicancias poi íticas porque no creen en ellas. Y con seguridad, no necesitan sentirse apenados si, contra sus expectativas, el aumento de ruecas provoca un aumento en el poder poi ítico del pueblo . En lugar de haberle hecho la guerra al khadi, hubieran podido popularizar su empleo y desarmar así la terrible sospecha que pende sobre ellos, la de que desean beneficiar al fabricante extranjero a expensas del agricultor de la India . Mi invitación permanece abierta siempre . Yo profetizo que cualqu iera que sea el destino de las demás partes del programa nacional, el svadeshi tal como es ahora, permanecerá para siempre y debe ser así si queremos desterrar la miseria de la India. Aunque soy un lego, me atrevo a decir que las llamadas leyes que figuran en los libros de economía no son inmutables como las leyes de los Medas y los Persas, ni tampoco son leyes univers.Jes. La eConomía de Inglaterra es muy diferente a la de Alemania . Ale­ mania se enriqueció a través de la favorecida azúcar de remolacha . Inglaterra se enriqueció explotando mercados extranjeros . Lo que fue posible pa ra un área compacta no lo es para un área de 1900 milla s de largo y 1500 de ancho. La economia de una nación está


63 determinada por sus co ndi ci o nes climáticas, geológicas y tempera­ mentales . Las condiciones de la India son dife rentes de las de Inglaterra en todos estos aspectos esenciales . Lo q u e alimenta a Inglaterra, en muchos casos envenena a la India. El caldo en el clima inglés puede ser muy bueno, pero es veneno para el clima cálido de la religiosa India. El ardiente whi sky del norte de las islas británicas puede ser u n a necesidad allí, pe r o vue lve a un h indú incapacitado para el trabajo o para la soc ied ad [ 11 E sc oc i a los abrigos de piel son indispensables , pe ro ser ían u na l qa intolera­ ble en la India. El libre comercio puede ser econ ón . .nnen te sen­ sato para un país que se ha industrializad o, cuya p o b .acion puede vivir en ciudades y así lo hace, a cuyo pueblo no le p reo cupa rap i­ ñar a otras naciones, y por ello mantiene la m arin a más poder osa para proteger su comercio ant inatural (aunque , como p odrá perci­ bir el lector, cuestiono esta moralidad). El "libre co merc io " ha demostrado ser una maldición para la India pu es la ha mantenid o en servidum breo

y ahora, respecto a las propuestas del señ o r C oubr ough :

1. Nuestro movimiento tiene como o bjet ivo servi r a lo s fines de un arancel voluntario y prohibitivo. 2 . Pero está conceb ido de tal man era que ni beneficie indebi ­ damente al capitalista ni afecte al con sumidor. Durante la etapa muy breve de transición, los precios de lo s produ c t os na cional es pueden, y así lo están haciendo, in f l arse. Per o el au m en to solo puede ser temporal ya que la vasta may oría de c onsu m i d o re s deben co nvertirse en su s propios fabricant es. Esta fabri c ación dom éstica de hilo y tela en chozas no pued e ser tan cara , ni siqu ie­ ra como lo es la cocina doméstica que n o pu ede se: reem p l azad a por la cocina de un hotel . Más de 250 milla res de ent es har án su prop io hilado manual y al tener h ilo podr án t ener t ej id o manufa c­ turado en localidades vecinas. Esta poblaci ón est á en raiz ad a a la tierra y tiene por lo menos cuatro meses al a!10 en que perm anec e inactiva, desocupada . Si hilan durante esas ho ras oci o sas y t ien en el hilo tejido y lo usan, ninguna ropa tejida en fábri cas pued e co m­ petir con su khadi . La ropa fabricada as. será la má s barata posible para ellos. Si el resto de la población no tomara parte en el proce­ so, podría ser fácilmente abastecido con el ex ceden te manufactu­ rado por estos 250 millares . 3 . Es ciert o qu e las importaciones no competitivas son mayo­


64 res que las que compiten con las mercaderías fabricadas en las industrias de la India. En el esquema propuesto por mí no surge esa cuest ión, porque la idea central no es tanto llevar a cabo una guerr a comercial con t ra pa íses ext ranje ros, com o el usar Ias horas de desocupación de la nación y así, por med io de procesos natura­ les, ayudar a liberarla de su creciente pauperización . 4. Ya he demostrado que el resultado del boicot no puede ser al final una elevación en el precio de la ropa. 5. El boicot propuesto no va contra la ley de la oferta y la demanda, porque la suprime al fabricar suficiente para la demanda. El movimiento sí requiere un cambio en el gusto de parte de aque­ llos que se han aco stumbrado a variedades de telas más finas y que au spician fantásticas combinaciones de colores y diseños. 6. He demostrado en estas págin as que la destrucción del hilado manual fue prevista y efectuada lo más inhumanamente posible por los agentes de la East India Company. Ninguna canti­ dad de aparat o s hubiera podido nunca desplazar este arte e indus­ tria nacional, si no hubiera sid o por su manera artificial y sistemá­ ticamente cruel de llevar a cabo la destrucción. 7. l\Jo puedo responsabilizar al agricultor de la India por el deterioro del cultivo de algodón. Al destruir el hilado manual se quitó todo el incentivo necesario. Al Estado nunca le preocupó el agri cultor. 8. M e enorgullezco al pensar que mi actividad ya ha atr ajdo la aten ción del agricultor hacia el mejoramiento del algodón. El sent id o artístico d e la nación in sistirá en hilos finos para los cuales la hebra larga es una necesidad, El cultivo de algodón no puede por sí so lo solucionar el problema de la pobreza de la India. Ya qu e dej ará siem p re intacta la cuestión de la desocupación forzosa. 9. Por lo tanto reclamo para la ruec a (el charkha) el honor de se r capaz de sol uc ionar el problema de la angustia económ ica de una manera muy natural, sencilla, barata y empresarial . El ch ar­ kh a, p or lo t anto, no sólo no es inútil como ignorantemente su gier e el auto r, sino que es un artículo útil e indispensable para cada hogar . Es el sí m bo lo de la prosp er idad de la nación y por lo tanto de la libertad . E s un sí m b ol o no de guerra com e rci al sin o de


65 paz comerc ial. N o l lev a u n m en saje de m ala volun ta d hac i a las naciones de la ti erra , sino u n o d e bu en a vo lunta d y aut c ay u d a. N o necesitar á l a p r otecci ón de una ma r in a q u e am en ace la p az del mun do y ex p lote su s rec u rsos, pe r o se n ecesita la det er mi n aci ó n rel igi o sa de m i llo nes para qu e h ilen su hilo en sus p ro p ios hoqare s com o hoy cocina n su s al im entos en sus p rop i as casas. Pued e q ue m erezca la m ald ici ó n de la p ost er idad p o r m u ch o s c. ror e s d e orru ­ si ón y co m isión , pero co n f í o en gan ar su s b en c! ir ,.' "p o su yC' r i l la resu r recc ió n d el ch a rk ha. M e ju ego el t od o 1" " " I l j l' , ;/.1 q ue "" 'y COI ) c ada vuelt a de l a ruec a hila paz, bue n a vo lu n t .x r ', t od o e llo , así c om o su pér d id a acarre ó la esc l av i t u. ,', ' ,1 I n ríi a . 1,1 vo lu n l ar ia resurrecci ón d e l a ru ec a c on t od as su s illl p l ll siqru f ic ar la l i bert ad ej e l a I n di a.

.JIl <..J a ~

debe

Y o u n g I n di a, 8 -] 2- 19 2 1

16.

UN TE ST IMONIO DE L JOV EN N EH RU

" T o d a m i argu m en tac i ón c o ns ist í a en que , h as t a (~ I m o m e n t o só lo e l svad eshi n o ha dem ostr ado qu e p uede aY' Jd JI f os a ;:; 1 an z ar Lo i nt c n té c o n la v i o lc nc ra v la dejé d r ¡,l d o , nu estr a li bert ad L uego ensayé varios o tr-os camin os, E x p rc sé q ue lo il l l " l ' I ,~ 'c dosc a­ ba era liber ar a la I nd ia de la do rn in acr ón in cl 1es,l , y t " ",1'01 Y el svadesh i era n apa re n tem e n te lo s -uruc os m e d ro s p <il d : ' l () I c!l l u " , Pan d it J áw aha rtal N eh ru " Y ou ng I ndia" , 8j XI/ /l 921

V ui . 2 1

(1 966)

17.

REVIVIR V OCA CI ON ES OLVIDADAS 373. DI SCURSO SOBRE SVADESH 1 EN P..H ..~ O II,RA D 29 d e

( 24)

E n:a r eu n ión r ealiz ada b ajo l os au sp lc i os de l a aso cí ac t ó n S'. Ga n d h l p re sfde n t e. E l resum en de est e dJsc urso apa r cc . ó ~ ll "

2 , 7

191 9 .

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(~ 4 )

de 1919

5t l..•b na si e n d o I n d i a.


66 En la época de la partición de Bengala, durante el régimen de Lord Curzon, se inició un movimiento para impulsar al svadeshi en gran escala, pero, como lo he dicho en muchos lugares, dejó mucho que desear . Seguramente habrán deficiencias en cada nuevo movimiento. No deseo insistir en tales deficiencias, sólo consideramos cómo podemos evitarlas. Y si en el mov imiento de esa época hubo fallas, también hubo mucho entusiasmo y otras vi rt u d es. Aquellos que quieran hacer un trabajo bello y científicamen­ te riguroso, o que quieran aprender bien, deben examinar las defi­ ciencias que ha revelado la experiencia y, después de una adecuada investigación, deben tamizarlas y preparar un informe verídico. Entonces, la falta que he notado en el movimiento anterior es ést a: que fue organizado en una escala demasiado grande. Está suficientemente claro que no podemos consegu ir en un solo esfuer­ zo que todo sea svadeshi. Un voto sólo es un voto en tanto lo c um p l am os. E sto podrá entenderse fácilmente con la ayuda de una ilustración, la de un ángulo recto. No podemos tener en svad esh i todo lo que satisfaga todas nuestras necesidades al mismo tiempo y en igual medida y si hacemos un voto que requ iera esto, el resultado sólo puede ser imperfecto. Pero si, no obstante, nos inspira el fervor moral necesario podemos hacer un voto de svadeshi integral y decidir que prescin­ d iremos gradualmente de aquellas cosas que no podamos incluir en svadeshi, esa firmeza sí rendirá el resu lt ado deseado en el futuro. Desde 1908 he considerado que podemos iniciar el experi­ mento al respecto con la ropa . Hubo un tiempo en que la India i ba a la cabeza de otros países. Si podemos formarnos una idea definida del tipo de disposici ones que lograron su prosperidad, h abremos abierto el camino para el éxito del experimento actual de reconstrucc ión. La población de la India se dividía principalmente en dos clas es: los unos eran agricultores y los otros tejedores. Iré más al l á y afirmaré que la gente que se dedicaba a la agricultura tam­ bién se ocu p aba del tejido en su tiempo libre. Me dirijo con este men saje a l as d amas, ya que es de ellas de qu ienes depende este arte . Tal vez vo sot r os no ignorái s qu ién es el Dr . Harold Mann (25)

( / ~l)

D el P non a A CJI i cut t u ra t

c o ueoc.

aut or d e " La nd ano L abo ur in a O ec ean Víll age".


67 Realizó un estudio de las aldeas que se encuentran en las cerc a n ía s de Puna y publicó dos libros. Ha demostrado, en base a sus obser­ vaciones, q ue du rante los seis m eses qu e sigue n a l per lado d e Ashadh y de Margashirsha (2 6 ), la clase campes ina n o tiene e n qué ocupar su tiempo. Puede dedicarse al tej ido dura n t e el perío­ do en que no t iene tr ab ajo. Deb id o a la r u in a d e la oc u p ac ió n de lo s tejed o re s, e l 8 0 p o r c iento d e la p obl ació n qu ed a sin e m p leo y su d eso cu p ac ió n aum en ta pe rman e n temente . No es que la ge nt e misma pe rma ne zca en le t a rgo . Lo q u e sucede es qu e n o t ien e o p o rt u n id ad de asum ir otra ocupac ió n tan produ ct iva c omo e l teji ­ do . S i se d ice q ue la ca rga de t ribu t ac ió n p a ra los agl iculto re s es m uc ho m ás p es ad a d e la que sa lia se r, co inc id iré c o n e llo . Pe ro no es una justificació n de que permanezcan ociosos, • Durante lo s años 19 17 y '1 9 18 se im po rtó a la Indi a ' ropa por u n val or de 60 0 mi l rup ias . Esta es la con d ic ió n en que se h a lla u n p a ís que una vez s lu vo en la ci m a d e la pr o sp e ridad y e x p o rt ó bi en e s e n gra n esc a la . La c ifra de 6 0 0 m il se re fie re al per iod o 19 17 - 18 . Ha b rí a q u e te ne r e n cue n la c u án to más gra n d e ha br ía si d la ci fra si n o hu b ie ra h abido gu e rra y las fac ilid ad es par a efec­ tuar emba rqu es hub ie ran si d o n o rma les. H o y día , e l pu e b lo a n da s in sati s face r su s neces ida d es rn ín i­ m as me d iante u n a c a mi sa , un a c h aqu et a , un tu rb a nt e y una d h o t i o u na medi a sa ri, y se las arr eg la n con sól o un ar ticul o de ves t ir cua nd o n ec es it a n tres o c u a tro para poderse cambia r y lavar la ro pa . Un a ve z p re gu n té a u n a de es tas c amp es ina s por qué es taba su c ia . Co rn o resp u e st a me p regun tó cómo p od r ia gasla r las c inc o o sie te ru p ias q u e se ne c esit a r ía n pa ra vest ir. A esta m ise ria nos h a re du c ido e l u so de ro pa ex t ran jer a. La m e ta d e n uestro m ov im ien to es rev ivir c ie rtas oc u pac iones qu e ha n d esa parec ido . A m a ne ra d e ex per im e n t o se ha em pezado co n un m ov im ie n l para produ c ir ro p a . P od em o s empezar s ó lo c o n ro p a . Lu e go Sigu ió la id e a d e que la gente ha ga u n vo lo . El ar as de la c o n ven ien c ia, el vot o se ha d ivi d ido en t res ca tego r las : una rad ic al, otra de compr om iso y la te rc e ra qu e p or lo me n o s la ropa que se compre en el futuro se a svadeshi, Idealmente , u n a vez que se toma el voto, el us o d e ropa ex t ra nje ra de be ser considera­ do totalmente renunciado . Pero Rámibai Ka m d a r p ro m ov ió una

(26)

M eses d e l c al en d a r io de la India, Que co r respo auen gruesamente a Julio y dlcte m ­ b re, res p ec t iv ame n t e.


68 discusión acerca del tema, señalando que significarla para ellos una fuerte pérdida si descartaban de golpe sus costosas saris y otras ropas; de ahí que sería mejor (dijo ella) insistir en que se compre exclusivamente ropa svadesh i sólo después de que hub ieran gasta­ do la ropa de fábrica que aún tenían . Y así se introdujo la tercera cátegoría más blanda y gradual. Si somos incapaces de mantener un voto una vez que lo hayamos pronunc iado p rovocamos que ca iga sobre nosotros la m isma desgracia que sufrimos antes de tomar el voto. Cuando el pueblo de la India llegue a la fir me decisión de que, en ausenc ia de la ro pa svadeshi, puede vestirse sin más que un tapa rrabo, la Ind ia hab rá llegado realm ente a un punto muy eleva­ do . S in em bar go , n o espero tant o por el mom ento. De ah i' las tres categorías. Sabiendo qu e ya hem os em pez ado , aqu ellos que están a favor de no sotros nos expresarán su simpat ía o no s fe lic itarán, y el único benefic io será que nos sen t irem os rec ompe n sados o felices . Si, no o bst ante , queréis sabe r algo acerca de lo qu e habéis co me nz ad o , debé is vo lver os hacia vue stros crrt ic os y oir lo q ue ti enen que decir. Ellos os señalarán vuestras def iciencias las cua les, luego, deberemos sup era r para que nuestro experi men to sea perfecto . En Bom bay vi al señ or Wadia y al seño r Fázalbhai I\á rimbhai. Este últi m o me amone stó preguntándome qué esperaba yo lograr al invi tar a la gente a to ma r el Voto y me dijo qu e no estaban aún en cond ic iones de p roduc ir sufici ente ro p a para sat isfac er las necesi ­ dades del pueblo. Ello (d ijo él) reque riría de 50 años m ás. Shri Wad ia asu m ió un a posici ón opu esta a la m ía. El dijo que su deber e ra p roporc iona r la c alidad de ropa que el co nsumi do r quer ía . El en fo qu e cor res pond ía a su posic ión ex t rema . Por supuesto les rep liqu é q ue as í com o no les pr e oc up aba gasta r cientos de miles de ru p ias en ot ros med ios p ara promover sus negocios, de igual forma debe rían gas ta r d ece nas de miles en satisfacer el gusto auténtico del p úbl ico y deb ían popularizar el svad esh i e n gran esca la , y que debran crear los medios necesa rios para dis eños hermosos . Su res­ puesta no me satisfizo en lo más m ín im o . El país produce, aún hoy, var iedades finísimas tales corno muselina y atlas . También pued en produ cirs e ot ras variedades (27). pero ya no tenemos

(27)

Una clase de seda.


69 trabajadores calificados, ni gente para promover of icios. Hay ese a­ sez de gente que los aliente (28) . En Ahmdabad se ha establecido una sucursal de la asociación Svadeshi Sabhá, en la oficina del Sr. Chímanlal Chicai, en el Merca­ do de Maskati . Los voluntarios pueden registras sus nombres ah I y obtendrán toda la información. Pueden ayudarse a sí mismos hilando o persuadiendo a otros a hilar, cultivando la opin ión públ i­ ca, y de varias otras formas. (Del idioa gújarati) Gujarat, 13-]-1919

18. CAHTA A SU EXCELENCIA EL GOBERNADOR 42. UNA CARTA COMO POSDATA AL GOBERNADOR, BO:'v1BAY Lábumun Road Gámdevi, Bombay 25 de Agosto de 1919

ESTIMADO SEÑOR COWIE, Veo que no podré obtener una entrevista con Su Excelencia durante un buen tiempo. Sin embargo me encuentro impaciente por obtener algún pronunciamiento de S. E . acerca del svadeshi lo más pronto posible. Por lo tanto, me propongo presentar a consi ­ deración de S.E. mi concepción acerca del svadeshi y algunos argumentos acerca de él. Espero en verdad que (el Gobernador) se dé tiempo para leerlo, y de ser posible, tenga la amabil idad de con ­ ceder mi pedido hecho al final de la argumentación.

(28)

Gandhl luego procedió a re spo nder a un argumento Que apareció en "The L ea· der". No se ha podido obtener esta parte del d íscurso.


70 SVADESHI

El svade shi, tal como yo lo concibo, consiste en producir suficiente r opa para satisf acer las necesidades de la India yen dis­ tribuirla, y con el pr op ósito de estimular la produc ción interna; con sist e en in duc ir al pu eblo a com p ro m ete rse al u so exc lu sivo de svade sh i, co nserv ánd ose el d erecho donde fue ra necesario , de con­ tinu ar usan do la ropa ex t ra nje ra que tiene actualm ente en pos esión el de p osi tar io . El sv adeshi se con c ibe sól o co m o una necesidad reli giosa y econ ómi c a; y aunqu e está preñado d e cons ecu encia s po lític as de un t ip o ele vad o y moral, para que todos pued an parti­ c ipar en él la pr opa gand a de svade shi se restr inge sólo a aspecto s re li gioso s y económ icos. Los bi ene s svadesh i pu eden p roduci rse, bien a través de talle­ res de hilado y t ejid o in dust rial, o bien mediante hilado manual y tej ido manual. E n el mom ento actual nos estamo s conc retando en el hilad o y tejido manual .

A RGUMENTACION Lo hacemos po rqu e lo que nec esita el campesinado, esto es el 73 % de la poblaci ón, es una in d us t r ia c omplementaria a la agri­ cu l tura . Esta poblaci ón ti ene casi cuatro me ses al año práctica­ m ente o ci osos en sus m anos. Hace c ien años, la mayoría de las mujere s de la In dia hil aban hilo y a sea pa ra su beneficio o para d arse gu st o, y mil es y mil es de tej edores profesionales tejían sufi­ c ie n te ropa pa ra el con sumo interno. No es nec esario indagar si eso mi smo pu ede hacers e hoy día. E s incuest ionable que si estos m illones de cam pesinos pued en ser indu cid os a retomar el hilado y el t eji do , se d ism inuirá ma terialm ente el d renaj e económico y se les per mitirá co m p lem en ta r sus ingresos. Mi prop ia ex per ienci a en va rios centros y entre ci entos de mujeres m e dice qu e están muy contentas de rev ivir la ocupación de hilado y de ganar unos cuantos cobres. Sé que fueron una ben­ d ic ión pa ra muchas mujeres pobr es de Vijapur du rante la última hambruna . Una s 150 muj eres en esa sola aldea, hilan hoy cerca de m edio maund (2 9) de hilo al d ía y obtien en un promedio de tres

( 29)

Una m ed id a d e peso, 2 1/2 t o l as equivalen a una o nz a avolrdupols (ststerna de p esos cuya uni dad es la libra de 16 onzas).


71 paisa cada una, suficiente para comprarl es leche a sus hijos . Consi­ dero que el hilado a mano y el tejido a-mano son un seguro auto­ mático cont ra el hambre . A pen as el v ie rnes pasado me sorprendi ó M iss Latham de Khandesh Ori ental al decirme que las m ujeres de ese distrito anhelaban con seguir alguna ocu pació n d omést ica que les permitie ra obtener algunos cob res h one stamente. Todo lo que se necesita es dotarlas d e ruecas b aratas y de algodón preparado . Ya se han hecho arreglo s a escala li mit ada par a proporc ionarl es amba s co sas . Tanto h omb res co m o muj e res están hac iendo ávida­ m ente suy a la idea, per o t od o pued e ir m u cho m ás rápi dam en t e.

PEDIDO Por lo tanto, solicito lo sigu ien te:

1. Que Su Excel enci a tenga la bondad de da rn os u na car ta para ser publ icad a. ap ro band o el movimie n t o svadesh i ye speci al­ mente la introducción d el hilado ma nu al y del t ej i d o a m ano . 2. Que se autorice al Regi st r ado r d e Soc ied ades Co operat iv as para que alien te el hilad o y el t ej id o ma nual y p ara que asign e lo s m edios para ello . 3 . Que se orie nte a los cobrado res de imp uesto s y o t ro s fun­ cio n ar io s par a que alien ten el m ov im ien to y especi alm en te p at a que est im u len a lo s agri cult o r es p ara que se ded iquen al hilado y al t ejido a mano . 4 . Y si no fu era mucha p resun c ion , sol icita r ía respetu osa­ m ente a Su E xcel encia qu e me asegu re el au spic io d e L ady George L10yd para m is cl ases de tej ido , Va ria s d amas de la nobl eza , con el obj eto d e alenta r la ind us­ tria entre las cla ses pobres, est án t oma nd o leccio nes de hilado. Considerarí a un honor qu e se me pe rm ita o bsequi ar una rue ca a la esp o sa de Su E xce lencia y env iar le una p r ofesora , o darle lec ci o nes


72

personalmente. Puedo mencionar que el arte del hilado es increí­ blemente simple de aprender. Sinceramente suyo, De una copia fotostática de la carta mecanografiada: S.N., 1926

19. UN TELAR EN CADA HOGAR

10. DISCURSO SOBRE SVADESHI, BOMBAY (30)

7 de septiem bre de 1919

Hay gente que dice que el grito de svadeshi ha tenido eco en toda fa India, pero yo no lo creo. Recibo cartas de muchos lugares donde me dicen que si yo fuera allá a inaugurar almacenes, la gente empezaría a usar ropa svadeshi. Sin embargo, aunque voy, ello no ocurre. Esto sucederá solamente si la gente primero se lo propone firmemente. Un caballero propuso que deberíamos fabricar ropa más fina que la que se produce en Inglaterra o en el Japón y ven­ derla más barata, pero esto no es posible. Si deseamos extender el movimiento a favor del voto de svadeshi, debemos soportar las penalidades e incomodidades que resulten de ello por el momento . El vestido de ninguna parte del mundo puede compararse con el que yo llevo. Por supuesto que la Bhágavad Gita no dice que debe­ mos vestirnos con delicadas telas japonesas. Todas las Escrituras dicen que sólo nue stro prop io dharma (vocación) puede salvarnos, y nuestro dharma, en nuestro país, es usar ropa hecha por-nuestros trabajadores en sus hogares, cantando himnos mientrastrabaj8n:~ Debemos aceptar lo que nuestra madre nos da, aunque sea pan solo y nada más, y darle las gracias por ello. Este es nuestro pri- ,

(30)

Discurso pronunciado con ocastón de la InlluguraclÓn del Almacén do 5wadeshl en GuIara!.

­


73 m er d eber. Es in negabl e qu e no tenern os su f icr en t e rop a pa ra t o do s. Po r el lo debe m os trab ajar p ara em pezar a enseñ ar c óm o h i lar en cad a c asa, lu ego de bem o ten er un tal le r en cad a hoqar . N o n ecesita rern os di n ero p ar a ei lo , n o necesi tam o s efect uar 9 s to s . Si to d os vo sot r os deseáis el p rog reso de la I nd i a, ést e es e! m ejo r c am in o . No c reo q ue h ay a algui en q ue ab an do ne in rned iatern en te f i n as vest idu ras y se p onqa a u sar kh ad i de go lp e. Si la gente j ove asum e este t rab ajo ar tesana l, I q r arerrios gr ad u alm en te m ej o rar nu est r a con d ic ión . D ebe m os pen sar bien an tes d e em ba r carn os a hac er cua lq u ie r co sa. Po ngo ante vo so t ros esta id ea q ue se me ha ocurr id o, espe rando q ue t odos vosotros la adop tar éis. Si n ern ba r­ go , el G obi erno m e h a co r t ad o las alas y me ha con f inado a la pro­ vine .a "P reside nc ia de Bom ba y " (3 ) . A u nq ue :;61 los h em b ree y m uje res d e est a Pre sidenc ia. el los so los, asuma n la tarea p o d rem os sat isfacer la, neces rn ad e s de to da la I n d i a. Si el m ovi m ien to svad e ­ sh i est uv ier a [ Io rec .en d o en la I r d i a c om o de seam o s q ue f10 I C¿ C rl, h oy mi sm o ten drí am os svar ád j. Pero , m is am i j os, n o es así. QI.:eo ¡) en deu d a co n vo so t ros p o r h abe r escuc had o lu que terua qu e dec i­ ro s. Par a te rm in ar , s6 10 ru ego a Dio s ClU C h aga r.ro sp erar l a em p re­ sa d e st o s am igo s art esanos . (D el idi om a G uj ara t i) G új ar at M il r a y G új ara t D arp an ,

20.

14-9- 19 19

EL H ILA DO A MP.NO DO MEST ICO

" .. . La fo rm a m ás l im p ia y m ás p op u lar de sv adesh i, p O I' lo tan t o , es estim u l ar el h i lad o a m an o y el t ej i do m anu al y di sp o ne r un a p i ud en te di str i bu c ió n de l hilo y la rop a SI p rod uc id os. E st o es fá cil co n u n p oco d e tal ento y un p oco de d i l igenc ia. A sí co m o cad a h ogar co cina su p r opia co mi da si n di fic ul ta d , así cad a ho gar

(31 )

Se dictó u na o rd e n so b r e G a nd h iji el 9 de abril, pr o n i b i en d o Ie la en tra da al pu nl a b , v er Vo l . XV , p .207 .


74 puede hilar su prop io hilo. tiene su prop ia cocina, los mente las fábricas segu irán tras necesidades adicionales.

Y así como, a pesar de que cada hogar restau rantes siguen florec iendo, igual. abasteciéndonos para satisfacer nues­ (32)

Pero, aSI com o deb id o a nuestras c oci n as pri vadas no p adece­ riamos h am br e si todos los rest au r ante s se cerr aran por algún acc i­ den t e, igua lme n te, graci as a la industri a d om ést ic a d el h il ad o , n o ten dríam os que and ar desnudos si t odas las f áb ricas t uv ieran qu e dej ar de tr abaj ar de bido a algú n b lo q u eo de Oc cidente . N o está t an lej ano el d ía en q ue conocíam os el secreto de nu estra in depen­ denc i a econ ó m ica , y p o dem os volve r a ganar esa i ndep en denc ia co n un p oc o de esf uerz o , un poco de o rg an izac i ó n y u n poco de sac ri f ic io ". "P o r lo tan t o , e l ve rdadero svade shi co n sist e en rein t r od ucir l a r uec a en cad a familia y en q ue cada fam il ia hi le su p r opio hil o . M uc has muj ere s d el Pu njáb l o hacen h oy . Y au nq ue n o p o damos abast ecern os tot alm en te d e r op a, esta remos ah orrando decena s de m ile s de rupias anual m ente. E n cua lq u ier caso , no hay má s sv ad esh i qu e el d e aum enta r la producc i ón m edi ante hilado y t ej i­ do manua l. Ya sea qu e asum amos el hilar a m ano o el te jer a m ano o no , po r lo m eno s es necesar io que comp rend amo s en qu é co nsis­ te el verdadero svadeshi ". " Y o un g In d i a"

8/I X/1920

UN SVADESHI 21. , . . PURO, INTEGRAL Y RADIC AL. 151 Cada d ía me co nve nzo má s de que svade shi sól o pu ede sign i f i­ car u na co sa.

(3 2)

Re cuérd ese Que el "gu r ú politl co" de G andh l , un p atri ota CO n el apell id o Gookha· le, ávi da m en te leía a Feder lc t.tst, econom ista naci on al alemán y autor del libro "E l Sis t ema Na t ura l de E c o nom i a Políti ca",


75

He hecho di scurs os p ara

a In au gu raci ó n de alm ac en es de

svade shi y he form ul ado vo t os de svadesh i ; esto p u ed e h aber serv i­ d o a algú n p rop ó si to y ha desar r l iado el e sp i ritu de svad esh i, p er o no creo que la I nd i a h ay ob ten ido b -ne fic i os ec o n ó m ic o s de el l o . El m ov im ien t o vadeshi h a sid o ben i f ic roso en la m ed ida en [u e se h ay a teji do a m an o tela p ro ven ien te de i l o: hilad os a man o, y que esa (OP se h y a popu lau z ado . Las f ab r ic as n o nec esit an .nc ern ivo s. ued c n ven der t od a su p en as SI pu den h i M las heb ras qu e nec esit an. E n p rod uc c i ó n . est a <i tu ació n . el tej id o ;l m an o d ro p o co n hi l os , :8 f ábr ic as n o es bene fic i oso para ,= 1 ra is , - 1 CO I trar io, au mo.i ta la c arga d e l u ~ p ob re.. s. Una desve ntaj a q u <~ t ien el hacer e, ' () PS qu e aum en ta el p reci o de l h il o v de l a r' J , (J , y OH e; d:: s\. ~ " t aj ; 1 L!S q ue . si IIJ ~ po bre s ah or a se c o n t entan e ' n u sar ro p a J! f(¡d lJu d a por II UE's L JS I ábr i-a s . p oco a p c a ernp ezar áu a uJa' r()pu ext ranjera . _stn em sl rd l ,i ser mu ch o n ,á ; d arun o . y ? q ue u n.: vez qu e 105 po b res c aiq an en " h ábi to de u sar IOp J e >~ lill'je ra ssra d if ícil ho'lu:r lo·; vo lver al ' IS O .lo lil rop a svad est i. E s ~ or ol !o qu o a c on l i r u ac .o n In d ic o d 'gll ll a· regla s y p ri n cip ios del rll 'J oI lm iún l ,¡ . vadesh i:

1. S ólo se d e be u sa r h .lo h ilad o a m an o y ro pa te jida a ma lla . 2 . De u& hacerse u ' , e s fuer z o sup re m o pa a pro mover e l tul a­ do y tej id o d e e se h ilo . 3 . De ber¡ h ace rse tod as las m e jo ras pos ib le s en la rueca y e n el te la r. 4. Jebemos ave rigu ar d ón d e se hil a y tej e m anualm ente. 5 . A c ual m en te ,a m ay or va :·ieu arj (je ro p a p i . du c irla d e esto m e d o es kh adr . Debe m os t ra bajar pa ra p o pu la riza rla.

6. Deben to m arse medidas para pr omover e l am or por la sim p licidad en tre el p ueb lo , 7. Deben abrirse t ie n das para ve n d e r hil o h ilad o a m ano y ro p a te jid a a man o con ese h ilo. E n el t ranscu rso de n i ~ v iaj es, he esta d o o bserv ando q ue el sv adeshi de este t ipo se está p ropaq an do cal lad a pe r o con stan te­ m ente en mu ch o s lug ares.


76 En una aldea de la Provincia de Madr ás, Shr i Há numant Rao, miembro de la Sociedad Los Servidores de la India, ha estado tra­ bajando mucho con la ayuda de a mi st ad es. Una viuda lo está ayu­ dando con dinero y tam bién con su trabajo. Además su propia esposa se ha unido a es te esfuerzo. Hay una escuel a téncica en Másulipattam dond e tambi én se está desar rollando el trabajo arte sanal. Vi ahí un hilo mu cho más fin o y de mejor textu ra qu e el que obtenemos en Gujarat. Esta fina he b ra f ue h ilada po r m uje re s adineradas por e l amor a ello. Asimis m o vi algunas dhotis, hechas con ese h ilo. El pueblo tambiéii \h_a logrado con éx ito teñi r la ropa con material svadesh .. As(, en fu ga re s aislad os, aún sin contar con c apit al, la empresa proqresa. ) Para ab rir una tienda d e svad eshi, apenas se necesitan quinien­ tas rupias. Puede ser ad m in ist rad a po r una persona, siempre que ésta sea trabajadora. Puede tener una p equeña tienda, apenas lo su fic ie n t e para contene r lo que pueda almacenar . Hasta que haya adquirido suficientes clientes para el khadi, debe pregonar sus mer­ c anc ía s. De esta man era , con un pequeño cap ital puede subsistir un qra n número de p ersonas y se puede popularizar el svad esh i radical . Sin emba rgo, el p ropósito d e este art ícu !o . es aconsejar taní c a aquellos que hacen el voto de usar ropa nacional inda pro­ du cid a en fábricas c o m o a aquellos que abren tiendas para esa ropa. Puede qu e no se a necesariocerrar todas las tiendas textiles t radicional e s qu e existen, pero sus propietarios deberán ir almace­ n ando khadi gradualmente. Pueden, si así lo desean, invertir dine­ ro en otros artículos svadeshi además de ropa, pero está claro que el país no obtendrá ningún beneficio del hecho de que almacenen ropa hecha en fábricas, o ropa tej ida a mano con hilo industrial . (Del idioma Gujarati) (Navajivan, 19-9-1920)


n

22. NU ESTR O P OPIO D EBE R "Hay c iertos logr os que repercut en en tod as las dem ás cosas . L a más poten te de el l as es el sv ade shi . Cada ho gar debe tener un a rueca y cad a ald ea puede or gan iz arse en menos de do s m eses para vo lverse autosufi ci en te en ma ter ia de r o pa, aut oabast ec ién d ose en textiles. Só lo imagin aos l o q ue sign i fi ca est a si len c i osa rev o lu c i ó n y no ten d réis d i f icu l t ad en c om pa rt i r mi c o nv icc i ó n de q ue svadesh i sign ifica "sv ar aj an d svad harm a" = la in depen dencia po lí t ic a m edi an t e l a in depe nde nc ia f inanci era, c iert a au t a rq u ía ec o n óm ica y un car áct er t em p lado e i n depen d ien te " . "Y oung Ind ia" 23 /11 / 192 1

23.

200.

Vol. 19 (1966)

RECO MENDACIONES PA RA LOS T EJEDO RES ALGU NAS CON DICION ES

Si eres un tej ed or q ue ama su pa ís, el Khilafat y tu pr ovin ci a el Punj áb : (1) Debe s te jer sólo hil o h ila do a m ano, y fijarl e un prec io que te permit a vivir . D ebes sup e rar t odas l as dificult ad es q ue im p l i­ c a adecua r el tam añ o d e t u rue ca y p repararl a p ar a los req u er i­ m ie n to s d el h ilo grue so. (2) Si n o p uedes realm en t e u sar el h i lo hi l ad o a man o en la u rd i m bre, deb es u sar h i lo " fa hr ic ad u " en l a I ndia en su lug ar y usar el hi lo hi lad o a mano en l a trama. ( 3)

Cu and o n i siqu ier a l a segun da altern at iv a es pos i b le,

debes u sar hi lo de f áb r ic a, ta n to en ia u rd i m br e co rn o en l a t ram a. Pero a p al t ir de en to nces debes dej ar de u sar todo h i lo ex t i anj e ro , ya sea éste de sed a o de alqo d ón


78 Si eres un funcionario o un trabajador del Partido del Congre­ so, debes tomar contacto con 105 tejedores que se hallan dentro -de tu jurisdicción y proponerles que acepten estas propuestas, ayu­ dándolos al máximo. Si eres un comprador, insiste en obtener ropa de prim.era clase, pero si no tienes la intención o el valor de hacerlo, recibe la de segunda o tercera clase, más de ninguna manera compres ropa extranjera ni ropa tejida en la India pero con hilo extranjero . Si eres cabeza de una familia: (1) 'D ebes tomar la firme determinación a partir de ahora, de no comprar ropa extranjera ,

(2) Debes entrevistarte con el tejedor de tu vecindario y hacer que teja para ti suficiente khadi con el hilo hilado en tu c~sa y si no pud iera, que teja con hilo de fábrica, pero que sea la Ind ia. ' (3) Debes enviar al Comité del Congreso toda tu ropa ext ran­ jera para que sea destruida, o debes enviarla a Smyrna o a ~u·a l · quier otro lugar fuera de la I ndia. ,~

de:

.'

(4) Si no tiene s el valor de deshacerte de tu ropa extranler.a, puede s usarla en casa para hacer la limpieza y otros trabajos ' ue ensucien la ropa, pero nunca salgas a la calle usando ropa exh a'n­ jera. (5) Si tienes algún tiempo libre, debes ded icarlo a aprender el arte de hilar hebras parejas y sin nudos torciéndolos apropiada­ mente, por el bien de la nación. Si eres un o una escolar debes considerar un pecado el recibir educac ión literaria antes de haber hilado, cardado o tejido para la nación, por lo menos durante cuatro horas diarias, para que se establ ezca el swaráj pronto. Julio , 1921

Vol, 20 (19l?6)


79

24.

CARTA ABIERTA A LOS COMERCIANTES DE ROPA.160 160.

CARTA ABIERTA A LOS COMERCIANTES DE ROPA

7 de ju lio de 1921

Cab alle ro s, Ay e r inv ité a 10 5 p rop ieta rios de fá br ic as t extiles pa ra q ue ay uden al boi c ot cont ra la ropa extranj era . T al vez acep te n , t a l vez n o. Espe ra r qu e lo haga n . Per o e n vues tro cas o es imp osib le q ue n o acep t é is p o rq u e la may o r ía de voso t ro s so is p ar t ida rio s co nve nc id os d e la resis te nc ia pas iva. Ha b éis hec h o pos ib le e l c um ­ p lim ien to de lo p rom esa Bezwad a re la tiva a l Fo n do S, r~ j en Mern oria de l JHÓCCI T il ak Pe lo <ii rr is q u e e n a n to e l p ago e ra do p o ca irn p o r t anc¡a p a: a vosotr os, vues tro cClITlC rCIO es 1.1 11 asunto de vida y m ue rt e . Per o es só lo es t a at ucui aci ón la que: nos mant iene a loja dos de l swar á i . S , vue s tro c rnc rc ro es u n asu n to de vid a o m uelle p ai a voso lr os, zcs aca so m en or q ue el lo e l h ien esl ar d el p ais? Swará] siqni íica qu e vosotros y y a n tep on qam os e l in te rés del pa ís a l 111H? S [ IO La mvccac i ón le ljU f' os abs tenq áis de im p a r· t ar rop a ex t ra nje ra es, e u 01 l'd 5 p alcb ras, l na mvo c ar io n o ar a qu a suh or d meis vues tra s ga na ncia", ind ividu ales J la", del pais . POI cada yal da corlo de te la q ue tmp orl ais el e Ingla le rra. e l J a pu n o los Es tad o s U n ido s, qu il áis dp. la boca de un compa tn ota vuestro pO I' 1(\ m e nos tres au na s ü ce u luv l5 Sin d ar le n ad a a am ­ bio . Dej ad m e e xp lica r 0 5 10 . La Ind ia t iene m u cha m ano de o b ra ociosa en sus aldeas. A nt igu am ente ésta e ra e mplead a e n la f abr i­ cac ión d e h ilo y tela . Las im p o rt ac ion es ext ran je ras la han vuelto ob ligadam ente desocupada . Y durante es tos largos años la gran mayo ría no ha enco ntrado otra ocu p ac ió n. De ah I qu e cada sequ ía produzca u n esc alo tr io en t od o corazón compas ivo de la India. Y no ti e ne p o r qué se r as l. a sc q u ía n o es un fe n ó men o po co Irecue n te en la Inelia. Sen tim o s su s mo dal es fecl os p o rqu e est arno s viviend o e n los m a rqenes de la in anic ión . De b id o a la -p ro ­ lo ng ada d eso cu p ac ió n hem os pe rd ido e l po de r de su b sistenc ia. No os imag iné is q ue est os campes inos puede n m ig ra r m asivam e nt e a ó

í


80 nuestras doce ciudad es donde el tr abaj o es escaso y que allá pue dan enco nt rar un m edio de vida. Est án suj et os a la tierra y no se atre ven a abandonarla aunque lo qu isie ran . Y tam p oco pueden todas las ciud ades de la In dia recibir a est os m illon es de aldea nos. L o únic o que puede devo lver su realce él la I ndia es la restau ración del hil ado a ma no y del teji do a ma no. Y y o se ría fal so con voso­

tros y con l a I nd ia si no os d ijera que los me rcaderes e intermedia­ rios más que los p ropieta rios de las fábr icas son los resp on sab les de l a p ro f u nd a y d esgr aciad a p o br eza d e la Ind ia. Los indu st r iales la agravan . indu d abl eme nte . cua nd o fijan prec io s alt os. Pero voso­ tros so is resp onsables en gr ad o ta l que , si detuviera is la importa­ ció n de r op a ex t ranjera pod r íals rev ivir el ant igu o y honor abl e dh arma (debe r) del h il ad o a m an o y po d r í ais darl e ímpetu a la indust ria de l hil ado a m ano. ¿Por qué desp ués d e t od o . el abandonar un comerc io qu e dañ a a la India, no p uede ser un asunt o d e vi da o m ue rt e para m uch os de vosot ro s? Con t od a seguri dad ten éis sufi c ientes recu rso s como para halla r otro negocio qu e os benefici e al mi smo t iempo que benefi­ cia a vuest ro país. El detener las impo rtaciones sign ifica un ahorro de 600.000 al año . Pero sign ifica op erar c on un capital much o mayor. Signi f ica que todas las etapas del proceso de algodón se realizará n en la India. Est o repre senta negoc io para vo sotros. Imp lica una sana circulaci ón de d inero en tanto que hoyes un dren aj e exh au stivo y p rog resivo de d i nero de nues tro querid o p ai s. Os pido qu e desli ­ guéis v uestro tal ento de un can al mals ano y lo dirijá is a lo s can ale s saludabl es que se abren ante vosotros. Debéis organ iza r el hilado a mano y e! tejido m an u al. Enton ces no os d aréis por sat isfecho s con el burdo khad i como lo hago y o. In sistiréis en que vue st ro s hiladores hilen con el mayor cuidado y en q ue los t ej ed o res t ej an la m un dialmente famo sa mu selina Dacca. Pod réis invert ir f o rt u nas en ell o en tanto que y o sól o he p agad o a n uest ras he rm an as los po cos mi les q ue me habeís dado com o car id ad . E n vue st ro caso, dej ar el no santo co m erc io de ropa ex t ran jera c o ll eva o rgan iz ar l a pr od uc ción y distribuc ión de l a ro pa hecha en c asa. E s una emp re­ sa d i gn a de v uestro patr i ot ismo. Mu rm u r áis a m i o rdo q ue semej an ­ te o rgan ización pu ede to m ar unos cua ntos años. Vosot ro s n o habéis levan ta d o vuest ro s act ua l es ne qo c ro s en o ca t iemp o . Si n o os com p lace el saber que se t rata d e un corn erC'Q q ue ha emp ob re­


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cido y exciavizado a la Indi a, no os det end ré is a pensar en las con­ secue nc ias de su de strucc ió n. Lo abandona réis a c ua lq uier cos to . ¿y cu ál es el c ost o? No mu c ho . Deb éis detener tod os los posteriores ped idos de ro pa o hilo ext ranje ro. Eso no cuesta na da . Ten é is u na exist encia de ropa extra nje ra de la q ue os tené is q ue lib rar. El m erc ad o m u ndial está abierto a vuest ra d isp osic ió n . I{ay mu chos usos a los qu e se pu eden destinar las espec ialidad es dcst i­ nad as a la Ind ia, y p od r ían co loca rse, po r eje rup lo , ou 1<1 isla de Mau ricio, en Su d Africa o en A fr ica O riental. Pe l o ~i~ qu e: 110 p i e­ cisáis q ue os diqa cuál es e l mejo r mét odo para q u di sp l1 l1 giÍis del stock de ro p a y de hilo ext ranjer o q ue te né is. Algu nos de vo sot ros se ha n preocup ado p or lo; re q ue rim ie n­ t os, el e la cliente la. El c liente se ada ptará a la esc asez , no se se n tir á peor po r ella, y est a rá en mejor cap acidad pa ra ap rec iar el ano en tr an te la abun dancia de' be lla khad i q ue ve nga e n tod a las va i ie­ da des de anc ho y co nsiste nc ias. Os p ido q ue no r cargué is inde bid ame n te al co nsum ido r. No es c o rrecto q ue po ngáis ten tac ion es en su cam in o bajo Id f()rma d e fr r" vo los d ho tis japo neses o de pe rc ales alm ido nados. s insto mi¡s bie n a q ue ed uq ué is al co nsum ido r en el gust o p o r ver ar te e n Id kha d i. Produ c ir u niform idad y sua vid ad pa reja no es nec esar ia­ me nt e un arte . La rosa hac ha e n sed a de la man e ra m ás nxq u rsi t a no co n tiene ar te, ya qu e no t iene vida. Pero la flor ver d ade ra de l ja rd in q ue ha pe rdi do la ma y o r" parte de su s pé ta los es in finit ame n­ t e su pe rio r al p roclu to art ifici a l ac abad o q ue se en cuentr a en u na ador na da ve ntana. La p rime ra está anim ada de vida. Quisiera q ue los me rcade res de la India, deja nd o d e er me rc e­ nar ios, est udia ran el a rte an tiguo y , co nvirt iéndo lo en su ne goc io , lo revivie ran. Hay d ine ro en ell o par a vosot ros y pa ra e l p ai's. El m ay or arte a ser rev ivido es la au tarqu ia pe rso na l o sea e l svarádj. No hay svar ádj sin svadeshi . Y e l svadesh i signific a para la In d ia e l bo ico t perm an ente a la ro pa e xtra nje ra. Os invito a mosn ar el camino . Tené is la habili d ad para el lo. Que D ios os co nced a la fortal eza y sabiduria para con d ucirnos. Qu edo de vo so tro s, caballer os. vuestro amig o

M. K. Gan d hi. Th e Bom bay Chr oni c le, 7- 7- 19 21.


82 25. COMO BOICOTEAR LOS PRODUCTOS EXTRANJEROS 152. (33) Es necesari o dec i r, a estas alt u ras, qu e el bo icot no es u n p r o­ ceso vengat ivo sin o que es algo tan nec esari o p ara l a ex ist enci a d e la n aci ón como lo es resp irar p ara la vid a, Por en de, cu anto an tes se ll eve a c abo , ta n t o mej o r será pa ra el p a ís. Sin el n o se p od rá esta blece r el svarádj n i conservarlo d espués de su estable cim iento . Es de la m ayor im p o rt anc i a saber cómo se lo grar á, aún an t es d el próx im o pr imero d e agost o . Para l legar p ron t o al bo icot es necesario 1) q ue los ind ustri a­ les regu laric en sus gan anc ias y que f abr iquen p r inc ipa lmente p ar a el me rca do in tern o d e la Ind i a, 2) que lo s importa d or es dejen de com p rar p roduc t o s ex tr anj er os - ya esto h a sido in ic iad o p o r tres de lo s p ri ncipa les come rcian tes , 3) que los consu m i do res rehu sen co m pr ar p rod ucto s ex tr anj eros y qu e c om p ren k h ad i c ad a vez qu e p ued an , 4 ) que l os co nsum id o res só lo usen rop a kh ad i reser ván­ dose l a ro pa produc id a en l as f áb ric as pa ra los p obres qu ienes ig n o­ ran l a d ist i nci ón ent re svad esh i y p arde shi (34 ), 5) q ue los con su­ m idores usen, h asta q ue se esta bl ez ca el svar ádj y se aumente la m anuf ac tu ra de kh adi , sólo l a k h ad i sufic iente para cub irse el cuerp o , 6) que l os co n sum idores d est ru y an la ropa pardesh i del rnrsm m o do n qu e dest ru i ri an lo s licores al tom ar el voto de absti nenc i a, o qu e la vendan p ara ser usada en el ext ranj ero , o qu e la usen h asta t erm inarl a par a real iz ar t rabaj o s de l imp ieza , o qu e l a lleven pu esta en sus h o ras de privac id ad . Se esp fa que las pa rtes a qu ienes se hace menc i ón en est as cláusu l as responde rán b ien y simul tánea m ente. Pero f in alm en te el éxi to depende d e l a determ inac ión y persist enc ia del con sumi d or. Sim p lem en te tie ne que dec lina r el uso del emb lema de su ex c lavi ­ t ud .

V ol. 20 , 196 6

Th e Bo mbay Ch ron ic le, 4- 7- 19 2 1

( 3 3)

La n o t a q u e ta m bié n f u e p u bli cad a en Y oun g India, el 6- 7-} 9 2 1 , sido una no t a en vi ada a la p r en sa en gen era l .

(34)

Fa br icado o p ert en ec ient e a un p a í s extran j er o : s vac esnt ,

Par d esh l

p arece ha ber

l o co n t ra r io de


83 26. APUNT ES: ADORABL E A5A M . 15 Esc ribo estas nota s en T ezp u r, a orilla s del podero so no Br ahma putr a. Te zpur fu e conoc ida com o Sh ónitapu r y t iene la reput aci ón d e habe r sid o la c api t al del dem on io B ánas j i , cuy a h ij a U sha se casó con A n iru ddh a (35) . L os dev o to s ;'" ' ''1 i ll r1 irJ I el lu gar d o n d e pe lear o n H ar i (36) y Ha ra. Ass ám : , )' ,w]i élll eJ e , ; ' pna n­ ex u beran te veget ac i ó n. Par te de l paisaj e !'ibe",': l 1 . ( gó n en el m un do en tero . H e vist o el SI Jn tl 1 ," " nJI' j o del T ám esi s, pero no p ued o recordar nada tan m, U fl ,: (,' '! I !) l e p i 0 ­ d igalidad co n q u e l a natu ral eza ha deco rado 0 1 , J l l 1 10 c u C U Y il S a f i li as escr i bo est as not as, Só lo la p ar t e al t a de A sá rn t iene un o p ol .l . , )11 , Ir' ; m ill o­ nes. Cada m uj er de A ssam es u na tej ed o ra n.i í a ~.li ll g Uf l J jo ven de A ssam qu e n o sepa te jer pu ede espe rar co nvert ir se en esp osa, Y saben tej er cuento s de had as en te la. A lg lil as ':f l~ los antiq uos m od elos qu e m e m o st r ó mi an f it ri ó n , e l S (~ 11 0 I " h c.l;t' l l e ran de i nco m p arab le be ll eza. Y al ver est os modelo s no pu d e ev i tar ver ter u na lágri m a p o r l a pas ad a glo r ia de l a I ndi a y p o r Si l p erd i d o arte. ¿D ón de p od r ía ha l larse, e n t re to d as las ri cas y f ili as sari s cx t ran­ j eras q ue hay en la I nd ia, esa hermo sa m ezc l a d e co lo res suaves, t an gr ato s a la vi sta? Los ti n tes veget ales de Ass ám casi se han ex t in gu ido . Cu an d o Ass árn de vin o pos esió n de G r an B ret a ña. su s mu j eres dej aron de h i lar y se dedic aro n p e c arn in o s arn onte a t ej er h il os ex t r anj eros, Y ah o ra , lo q ue l as muj er es ele A S<1I 11 aho r ran al t ej er , lo p ierden al co m p rar h ilo ex t r anj ero , Y l as sari s que veo hoy d ra no ti enen pu n to de c om paraci ó n con lo s an iqu o- ruo deios que he vi st o, ta n to n bell eza com o en sua v idad . Ass ám, si .. su s art esan o s cu m ple n co n su d eber p at ri óti co, p uede j u qar u na pa rt e mu y impor t an t e en el de sarro ll o de l svadeshi. Su s m uj eres p ueden t ej er m ucho má s de l o q ue necesit an pa ra el l as. Ha y cu al r o mi ll o nes d e faneg as ded icad as hoy al c u lti vo de algo d ó n , C O I) u n ren dim ien to p or fan ega::::: acre de 13 3 lbs . Per o c ie rt am ente A ssám pu ede p ro ­ d uc i r much o m ás. Part e del algod ón que ví era m uy herm o so y d e í

(35)

Niet o de Krl sh n a.

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v tshn ú el C o ns e r vado r .


84 fibra larga. Y todavía en casas aisladas (como las que hay en la provinc ia de Andhra) se c on se rv a el hilado fino. Todos adm iten que los Assameses tienen mucho tiempo disponible. En algún otro lugar he reproducido un extracto de la o bservaci ón de un escritor i nglé s que c o n f i rm a est a op in ió n. Assám tiene abundante madera, só lid a y durable, justo el tipo qu e se necesita pa ra fab r ica r ruecas. Esp eremo s que A ssám alcance su verd ade ro sit i al en mat eria de sv adeshi. L os Ass ame ses h an sid o m alde cid os co n el hábi t o del op io , pe ro el m ovim iento co nt r a e l vi cio se ha esp arc id o a todo lo largo y anc ho de la Ind ia. Se m e h a d ic ho q ue ya mucha gente ha aba n­ do n ado el háb ito y q ue cada d ¡'a es m ay o r la abstinenc ia. Enti en do q ue alg uno s func ion ar io s gu bernam ental es han u sado en mi co n t ra una falta qu e co me U en mi f olleto Hin d Svar ádj ( "Aut ogo bi ern o de la India", indica Home Rule, 1909), en el c u al equip a r é a lo s A sam eses co n los Pínda r is y otr as tri bus salvajes inc iv i liz ad as (3 7) . H e of recid o am p l ias sat isfacc i o nes al p ueblo agra viado . Fue c ier t am en t e d e m i p art e una grave inj ust ic i a p ara co n el p u eb lo de Ass árn que es tan c iv ili zado como cualquie r ot r o de la Ind ia . T ien e una bell a literatu ra, pa rt e de la cu al se h all a escr i ta en la co rt ez a del ár bo l ágaru , con i lustracio nes herm o ­ same n te co l o readas y a la que que se atribuy e gran antigüed ad. Y ci ert am en te me en am o ré de las muj e res de A ssám enseguida qu e sup e que eran co nsu m ad as t ej ed o ras. A l ser t ej ed o ra s, h an logra d o ec on omía en su vesti do sin p erj u ic io de su be llez a o ef ici enci a pa ra cub r i rl as. Y p ara m l' es un a señ al de m uch a cu l t ura ver a las m uje ­ res y j ov enci t as de A ssám llevar pocas o n inguna j oya . Son c om o las m uj eres de tod a l a Indi a, naturalmente tím ida s y mod est as con ro st . os ex t rem ad am ent e ref inad os y franco s. M i estu p i dez respec to a los A ssame ses su rgió cu and o , al rede­ do r d e 18 90 le l' u n i n for me de la expe dic i ón M áni p ur, don de el difu n t o Si r J o hn G orst defen día la condu cta de los f un ci ona rios p ar a con el fin ado Sén ap ati , d icie nd o qu e el gobi erno siem p re bu s­ c aba p od ar las am apolas gr and es. Si en do u n indifer ent e lect or d e la hist ori a, retuve la impresi ón de que los Assameses eran selv íc o las

(37)

Ve r V ol. X, P. 25 , nota de pi e d e p,igma número (;. El librito "HIn<1 SvaráJ" obrita Inicial e inpor tante del [oven Gandhl, fue t adu Id s - ~ ,Jos aACl$ 50 Y publicado por la -EdItorial. Sur, BulinGS Alrel; COl'H,d'¡ty~' "5117Clv llliacién y nuestra Independencia". -" . -_ . ­

es ,., .


85 inciviliz ados y lo pu se por escr it o en 1908 (38) Sin embargo, mi fa lta br in dó co n sue lo a alguno s fun c ionario s e l o n i ales, entreteni­ mient o a lo s lectores y a la audi enci a ante la cua l corregi mi erro r, y una esp lénd id a opo rt un idad para que y o rinda tributo hoya la sencilla y n atural belleza de las he rma na s UC As sám, y para que la s en ro le del lado de l a Ind ia y del Svad esh i. No deb o omit i r m enc ion ar el hech o eje qu e, sobre casi seten ­ ti ocho abo gado s de As sám, qui nce han suspe n d id o la práctica legal, proba blem ente el porce nt aje más elcv.i .lo en t oda la Ind ia, al pr oc lam arse un o de l os bo icot s n ac ion a les c.m t ra el gob iern o c o lo ­ nial y sus in stitu c i o nes. F in alm en te, d eb o fc l icil ill a las Co rru t á- Je l Pud i do del C on­ greso p o r el exce len te o rden man t eni do en t odos los mít in es. T od a p risa y bu l l a han sido ev itad as c o n m ara v.ilos a disciplina .

1 oct u bre , 1921

Vol. 21, 1966

27 . ENT REVISTA PARA EL PERIODIC O 52 . de "MA DRAS MAIL" (40 ) (5 de septiembre de 1921)

Peri odista: zco nsi de ra usted la p r op aqarida de boicot a la ropa extranjer a com o el l ado constru ctivo d e la resistencia pasiva, a pesar de qu e éste implica la destrucc ión d el stock existente de ropa extranje ra ?

(38)

Lapsus p or 1909.

(40)

Un representante de Madrás Mall visitó a Gandhl en su residencia fugaz de RamJee Kályan lee, en San Thome.



87

Gandhi : Considero el svadesh i como el lad o constructivo de la resiste ncia pasiva, ya que espero que conduzca a la fabricación de toda la ropa que la nación necesita, mediante el hilado manual y tejido a mano. (P) : ¿P iensa usted seño r Gandhi que es posi ble, teniendo en cue nt a las co n dici ones ex iste ntes en e l p ars, que se p rod u zca lo suficiente como para satisfacer todas las nec esidades del pueblo ? (G) : Cie rtame nte , al igual que nos es p osib le co c inar nue stra dia­ ria prov isió n de alimentos, si tuvi ér am os en nuestra s manos la fabricación de ropa, como era hace doscient os o tres cient os años atrás , hasta que vin ieron los ingles es . (P) : ¿Pero acaso las co ndic iones no han sido alte radas m at eri al­ mente co n la int roduc ción de maquina ria, ap ar te de otras ca usas? (G ) : En real id ad la maqu inaria no ha provo cado n ingun a altera­ ció n qu e no pueda se r cor regid a. Lo q ue t iene que e nme ndarse es el estado mental . En realidad no se tr at a de dist raer mano de obra y horas de trabaj o pa ra ded icarlas al hil ado y al tejido . La mano de o bra y el t iempo están ah,', sin se r uti lizado s en nada . (P): zPlan sa ust ed que la c o nce nt rac ió n de pr od uc tos que se da en el sistema fabril podrá se r llevada a cabo en fo rma igual y ef ect iva para p ode r sat isfac e r las necesid ades de la nació n medi ant e el hila­ do a mano en gran escala en los hogares y chozas de la gente? (G): Ciertamente . (P) : En otras palab ras, zusted cr ee qu e es só lo cuestión de fabric a­ ción exte ns iva a t ravés de agen ci as de hil ad o y t ejido a man o e n áre as ru rales en el país, antes que de ma nuf ac tura in te ns iva dentro del siste ma fabril? (G) : Absolut am ente . (P) : zCree ust ed que todos nuestros reque rim ientos mode rnos pod rán ser adecuada y ef ectivamente sa tisfec hos S in el emp leo de maqu inaria?


88 (G) : En l o que re spec t a a re q u er im ien t o s de ro pa, sí, l o pu eden ser; p ero du ra n t e la etapa de t ran sic i ó n l a na c ión t en d r á qu e aba s­ tecerse en f o r m a l imi t ad a has ta qu e la h erm o sa t el a pr o p ia d e la I nd ia sea rev ivid a. (P) : Pero ¿cómo p ued e ser nec esaria, se ño r G andh i , la des tr uc c i ón del sto ck ex isten t e eJe ropa ex t ranj er a en uso en n ue st r o p a ís, p ara lo grar este obje t ivo ?

(G ): Porq ue l a na ci ón de be co mpren d er el cu rn e n q ue h a c o m e­ tid o al ab a nd o na r sus i n dus t rias n ativ as y en ad o p tar la rop a ext ran je ra. Es un a p er i t en c i en n u esu u s C U Tazo nes.

nec esari a p ara demos t ra r el cam b io

(P) : a pen i l enc i a, se ño r G and h i, p resup o n e un a si ncera i ncl in a­ c i ó n d e l pue bl o pa la el aba n d on o d e la prá ctic a e ide as n o c iv as. (G) : C iertamen te. (P) : C ree me n te en b ien que man ua l y paredón?

u st ed qu e e l p ue b lo de este pa ís h a c o labo ra d o ac t iva­ la destr uc ci ón de i n du st r ias na t ivas o zn o cre e u sted más en cua lqu ie r sis tem a de competenc i a entre trabaj o m aq u i nar i a las i ndu str ias n at ivas est án co n de n ad as al

(G) : A ú n cu an d o se ha ll aban bajo p resió n di abó lic a, no obs tan te el p u eb lo n o sacri f icó vol u ntariam ente sus pr opias i n d u t r ias n ac i o n a­ les, y en tonces no se t rat ab a d e una cu st ión ele co m pe te nc ia . (P) : N o l o en tie n d o muy bi en señ o r Ga nd h i . (G) : Es hi st ó rica m en t e c ie r t o qu e cuan d o ab ando n am o s nu estras in du str i as na t iv as n o h a b ia c om pe te nc i a en t re l a r ue ca y la m aq u i­ n ari a. ( P) : Per o y o c re ía q ue la gen te n o h ab ía ab an do nado voluntaria­ m en t e su s in d u stri as, si no p o rq u e se v ie ro n im p osi b i li t ad o s d e lidiar COIl la comp et en c i a de p ro du c t o s hech o s a má q u in a e i m p o r­ ta do s a este p ais. (G): Yo sostengo q ue de b id o a las vent aja s p o l ít ic as que obtuvo la Compañia East Indi a, ésta se hall ó en posic ión de imponer a la gente los prod u cto s hechos a máqu ina ,


89 (P) : z Pero aca so est os pr oduct o s hech os a ma qu i n a n o e ra n a l mismo tiempo m ás bar at os que fas pro d uc to s nat iv o s?

(G ) : Nu n c a. Una y ot ra vez se at e r ro ri z ó al pueb l o p ar a que aba n­ donase su oc up aci ó n de fabrica r ro p a. Y se h iz o m ed i an t e, pO I ej em p l o , el c o r t e de sus d ed o s pu lgares p o r l o s mism o s tej ed o res cu an d o sus o b r as e ran ex p rop iad as.

(P) : ¿Pero la presi ó n d esd e arr i ba p u d o Ik y..' il un a esc ala ta l qu e l legar a a m ata r e n f o r m a ef ec t iv a las ind ust: i as na í ivas ? ( ) : C ierta m e n te , la c o n t in u aci ó n d el p r0 ('(>' (' co l o n ial d u ran t e u n c iert o p er iod o d e t iempo de b ía len r (; 5 C ,:dc:<.to a m en o s q u e 1(\ gente tra t ar a esas fab r icac i o ne s c aseras e on o pY- le de su rel igi ó n .

(P ) : zCo n si dc r u st ed qu e las con chc ro nes p o l r tic as son aho ra f avo rab les p ar a rev iv i r l as i n dust ri as na tivas. q ue u st ed so stie ne h an sid o acabad as d el iber ad am en t e p or la C orn p e ru e E ast I n d ia ? (G) : C o n si de ro l as c o n d ic i o nes rl1 11 Y Liv o rah les po rq ue la gent e co m p rende qu e si n o se l e ' ¡verl ah o ra el !"I d. :l t " y el t eji d o a m ano, sól o qu ed o pa ra el f u t u ru de l a nnc. ón u n h om br o m ay o r c ad a d ía .

(P ): ¿E s en to n c es p ar te l as

11

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su ¡J l lJYI i1 l l l d e l I (' fo l zar est a lec c i ón e n

7

(G ): S l. Se v iene h , c ien rlo en

t il l a

eseala

I Il U Y

v.rst a.

(P) : A l m ismo t iem p o , si e l sistem a d e ab iic a y de p rod uct o s hech o s a m áqui na co n t i n úan in ¡j18s,11l k .1 l a l udi a. esp era u st ed real m e n te t en er u n gr an éx i t o c o n este m o v im ien to, au n c u an d o e l pueb l o , pOI c ou sid ora c.o nc s d I:< p a rio ti sm o y ec o n omía , acu e rd e d ed icar su a tenc ió n al h i l ad o d ru ano? í

é

í

(G ) : Su pregu n t a i m p lic a l a resp u est a. Si el p u eb lo acude a m o t i­ vos co m o e l p a tr i o t ism o y la ec o norn l a, SI pue d e l o grar se. (P) : zPer o lo s est udi o s qu e h a e l ec t ua d o so b re nu estr o pu eb l o e n la c o n d ic i ón ac tual le perm i t e n pensar que las c o n sid er ac i o n es p at riótic as p u ed an ser u n fact o r lo su f ic ien tem er t e p o d e ro so como para da rle un (rn pet u fu ert e a los p ro d uc tos na ti vo s on gr an escal a, si n ayuda del Es tad o ?


90 (G): Sí, ciertamente. Es por ello que sostengo que el hilado a mano y el tejido a mano aceptados por el pueblo en una escala uni­ versal tienen que conducir automáticamente al svarádj. (P): Pero no está usted de acuerdo, señor Gandhi, en que 105 disturbios internos del tipo que tuvo lugar en Málabar, Zson un fuerte retroceso para el movimiento de resistencia pasiva? (G): Mi respuesta es sí, desgraciadamente. (P): ¿No admite también, señor Gandhi, que su movimiento tiene mucho que ver con este brote en Málabar? (G): Toda la información que he reunido, y de la que no tengo razones para dudar, subraya el hecho de que la violencia estalló en los lugares donde ha habido menos actividades de resistencia pasiva, y mi información ha llegado a señalar que los integrantes de la resistencia pasiva fueron advertidos deliberadamente para que no participen en aquellas zonas donde se presentaron los distur­ bios. (P): A pesar de las protestas de respetables dirigentes que no se hallan en su campo, contra las nocivas consecuencias de la resisten­ cia pasiva en gran escala, plensa usted todavía que es el único medio, si no el pr inc ipal medio para que la gente, en la situación en que se halla la India, logre el svarádj? é

(G): Es el único medio; de ninguna otra manera podr ía la India lograr el svarádj durante un siglo (41).

(41)

Sólo hasta aqu i en los originales.


91

28.

COM O MATA R EL SVADEESHI

Est amos familiarizados con l a p rohibic i ón ofi ci al que se ha im p uest o al bonet e kh adi en vari as partes de la I ndia. En Bihár , escuch é que un magistrado ll egó a envia r p regone ros para que vendan ropa ex t ranjera. La fam a del Señor Paint er de Dha rm w ar ha ll egado más lejos aún, y ha expedi do un a ci rcu lar of ici al en la que dice: Se i nvoca a todos los func iona rios su bo rd inad os al Recolec t or y al Magist rad o del Distrito, a que tomen med idas a fin de que la gent e comprenda que , en t an to la Ind ia produce me no s de lo que su pobl ación requiere, un boicot contra la ropa ext ranjera y su destrucción o deportación , deben inevitab le­ mente co nducir a un grave aumento de pre cios, lo que puede pr oduci r un serio desor en y saqueo , y que estas consecuen­ ci as serán resultado, no de algun a acción de parte de l Gobier­ no, sino de la campaña del señor Gandhi. En otros d os párraf os se ind ican los medios par a co m bati r la pr op aganda svadesh i, esto es, realiz ando m ítines y a tr avés de com erciantes qu e se oponen al bo icot y que asisten a la Ofic in a del Reco lect or a hor as est ab lecidas. E l Gobierno de Madrás ha expe­ did o una circu lar aún m ás ped ante . El sign if icado de estas circul a­ res es obv io . Debe ej ercerse p resión sobre come rcia ntes y ot ras person as a f in de que no apoy an el boic ot. L os fun ci onarios subo rd ina dos se t om arán libe rt ades qu e los aut or es de las circu la­ res n i siqu iera han contemp lado . Afo rt una dame nte p ara el país , estas amenazas produc en po ca o ni ngu na im pres ió n en el pú bl ico , y el m ovim iento svadeshi p rosegu irá a pesar d e la oposició n of ic ial , ya sea ésta abierta o secret a, i nesc rupu losa u honora ble. L os f unc ion arios son tan igno rant es y ob st inados que no asu ­ m irán la ún ic a con ducta efect iva para imped ir los t em idos " desor­ denes y saqueos" , esto es, haci endo causa com ún co n el p ú blico y est imu lando la p r oducción. En lu gar de recon ocer como deseable y necesaria la agitació n contra la r op a ex t ranjera, la co nsideran como un m al con el que hay que terminar. Y luego se quejan de que yo considere satánico un sistema que bu sca frustrar una salu­ dable agitación pública. ¿Por qué tiene que haber escasez de ropa nativa? ¿No hay acaso sufic iente algodón en la India? ¿No hay suficientes hombres y mujeres que puedan hilar y tejer? Acaso é


92 no es posible fabricar el número requerido de ruecas en unos cuan­ tos días? ¿Por qué no puede cada hogar fabricar su propia ropa, así como cocina su propia comida? ¿Acaso no está bien que se dis­ tribuya grano sin cocinar entre 105 hambrientos en época de ham­ bruna? ¿Por qué no estaría entonces bien que se distribuya algo­ dón en crudo entre aquellos que consumen la ropa? ¿Por qué, después de todo, el abandonar un comercio que daña a la India, puede ser un asunto de vida o muerte para muchos de vosotros? Con toda seguridad tenéis suficientes recursos como para hallar otro negocio que os benefice al mismo tiempo que beneficia a vuestro país. El detener las importaciones significa un ahorro de 600.000 al año. Pero significa opera r con un capital mucho mayor. Significa que todos los procesos de algodón se rea­ lizarán en la India. Esto representa negocio para vosotros. Implica una sana c irculación de dinero en tanto que hoyes un drenaje e xhaustivo y progresivo de dinero de nuestro querido país. Os pido que desl iguéis vuestro talento de un canal malsano y lo diri­ jáis a los canales saludables que se abren ante vosotros. Debéis organizar el hilad o a mano y el tejido manual. Entonces no os daréis por sati sfec h os c o n el burdo khadi como lo hago yo. Insis­ tiréis en que vuestros hiladores hilen con el mayor cuidado y en que los tej edores tejan la mundialmente famosa muselina Dacca. Podréis invertir fortunas en ello en tanto que yosólo he pagado a nuestras hermanas los pocos miles que me habíais dado como cari­ dad. En vuestro caso, dejar el no santo comercio de ropa extran­ jera conlleva organ izar la producción y distribución de la ropa hecha en casa. Es una empresa digna de vuestro patr iotismo. Murmuráis a mi oido que semejante organización puede tomar unos cuantos años. Vosotros no habéis levantado vuestros actuales negoci os en poco tiempo. Si no os comp lace el saber que se trata de un come rcio que ha empob recido y esclavizado a la India, no os detendréis a pensar en las consecuencias de su destrucción. Lo abandonaréis a cualquier costo . ¿y cu á l es el costo? No mucho. Debéis detener todos los posteriores pedidos de ropa o hilo extranjero. Eso no cuesta nada. Tenéis una existencia de ropa extranjera de la que os tenéis que librar. El mercado mundial está abierto y a vuestra disposición. Hay muchos usos a los que se pueden destinar las telas de fábrica destinadas a la India, y podrían colocarse, por ejemplo, en la isla Mauricio, en Sud Africa o en Africa Oriental. Pero sé que no precisáis que os diga cuál es el mejor método para que os liberéis del stock de ropa y de hilo extranjero que tenéis.


93 A lgu n os de vo so tros se ha n p reocup ad o por lo s r equ erimi en ­ tos d e l a c lie n tela . E l cl iente se adap tará a la escasez, n o se sent irá pe r p o r e ll a y estar á en m ej o r capac idad p ara apreci ar el año ent rante la abu nd anc i a d e bell o k h ad i q ue venga en to da s las va rie­ dades d e ancho y consi ste ncia. Os pido que n o reca rgué is i nde bi damente al co n su m id o r . No es co rr ec t o que p ongá is te n taci o nes en su camino bajo la forma de fr ív o los dh olis japo neses o de perca tes alm id onados. Os insto más bien a que cult ivéis en el co nsum idor el gu slo por ver arte en la khadi . La un iform idad, l a su av id ad p areja, n o so n neces ar iamente un ar te. La rosa h ech a en sed a de la m ane ra m ás exqu isit a n o con t iene al te, ya qu e no ti ene Vida . Pero la flo r ve rdad era d I ja rd ín qu e h a perd ido la m ayor p art e d e sus pe tal os es in f initame n ­ t e sup er i or al p rodu c to art i f ic i al acabad o que se enc uen t ra en un a adorn ad a ven tana . La fl or natural as ta an imada de vici a. Qu iSier a qu e l os m e rc ade res d e la I nd ia, dejand o d e ser me rcenari os, e s tu­ .Iiar an el arte ant rquo y , con v i rtié n do l o en su negoc io, lo rev iv ie­ ran . Hay d inero en ello p ara vosot r os y para el pai s. E l mayo r arte a ser- rev ivi do es e l sva r ád j . No hay svar ádj sin svad esh i. E l svadesh i siqn i li ca p ala l a n d i a el boic o t pe rm ane n te a l a r op a extran jera . Os inv i to a m os l ra r el carn mo , Te né is la hab il idad p ara

ello . i Ou e D ios os conceda la for tale za y sabi duría p ara condu ci r !

Qu ed o d e vo sot ro s, ca ba l le ros,

v uestro am igo

M. K. Gandh i í

Th e Bornba y Ch r on icl e, 7- 7- 19 2 1.


94

29. DIDIFULTADES DEL SVADEESHI. La carta citada anteriormente (42) ha sido escrita por un comerciante, amigo mío. El ha llenado sus arcas con el dinám ico comercio de ropa extranjera, pero ahora ha llegado a comprender dónde reposa el bienestar del país y ha llegado a apreciar la impor­ tan cia de la rueca, esto es, de la khadí. Debemos prestar atención a todos los peligros que él menciona. Desgraciadamente alentamos innecesariamente el uso de ropa fabricada industrialmente, y también es un error correr a comp rar­ la. La ropa producida en fábricas de la India siempre tendrá dem anda. Sí mediante nuestras acciones, tentamos a los industria­ les, esto determinará sin remedio la calidad de su producto, y los comerciantes de dicha ropa, a quienes sólo preocupan sus ganan­ cias, sufrirán la tentac ión de aumentar los precios. No podemos esperar que los comerciantes manejen sus negocios por el bien del país mientras el pueblo mismo no tenga ese bien en el corazón. ¿Qué sería más sencillo: soportar la incomodidad de usar khadi -sí fuera una incomod idad- y, si su precio es alto, pagar ese pre­ cio?, lo que los propietarios de fábricas renuncien a sus ganancias que constituyen decenas de miles de rupias? Es absurdo esperar grandes sacrificios de los propietarios de fábricas. Serán los últi­ mos y no los primeros en despertar, y debemos conducir nuestra lucha bajo ese supuesto: culpar a los "levantinos" en este terreno es culpar a la naturaleza humana (43). En su lugar ciertamente nos cornportan'amos exactamente de la misma manera. Sea como sea, aquellos de nosotros que hemos aceptado el svadeshi como una obligación religiosa no debemos usar ropa producida enfábricas. Naturalmente, en las bayetas y cordeiletas caseras, o sea en la "khad i" no hay magia. La magia se encuentra en la motivación.

(42)

No se adjunta en este articulo. La carta hizo notar el peligro que planteaba al movimiento 5vadeshl al creciente Interés del pueblo por la ropa fabricada Indus­ trialmente, prefiriéndola a la khadl. Subrayado en el origInal. Por lo demás. Iodo el subrayado 85 de 105 edllores. (N. de la T.)

(43)

Los márvarls tienen la lama de 105 le'/al1llnos.


95 E n ap ariencia la crud a r opa m anu al t am p oc o es siemp re atr ac t iva. N o s habría m o s ded icado rápi dame n te a l os prod u c t os de h il o y tela f ab r icad os a m an o si, en vez de lucir como k had i, t uvi eran la suavid ad y aca bado de la m uselina. Per o m em o rizad en let r as de o ro que sólo a través del uso universal de ropa hilada y tejida a mano, la pobreza del paí s podrá ser abolida y qu e, sólo si est o se h ace, será posi b le l a ind epend enc ia p o l ít ic a. En suma, la k had i import ad a del Japón o p r oduci d a en n uest r as f ábricas no es kh ad i si no algo q ue sim p lemente lu ce com o ella, y d ebem os perm anecer alej ado s d e est a ap ar ienc i a. U n hom b re de Nad iad no d eber ía ten er qu e ir a buscar el khadd ar verdade ro en Ahmdabad o Bo m bay . El m ismo deber ía pode r pro ducirlo en Nadiad, ya que la idea es ah o rrar tod o el dine ro para el pueblo de Nad i ad . podr ía u sar k had i t ejido en su propio distrito co n hil o hila rl o t am bié n en su distr ito. Esto, simple­ m en te , no pued e ser caro. Un pan hecho en casa es siem p re m ás barato que el que se ven de en el me rca d o . Resu lta má s barato al largo pla zo si y o le d oy dos rupias al tej ed or de mi vecind ad ant es q ue un cen t avo a M anc hest er , ya qu e de est as d os ru pias alg o volv e rá a m i , en t anto q ue al dejarl o mo ri r de ham b re pa ra al im en ­ t ar al tej ed o r d e M anc hester o de Bo rnh ay , conve r ti ré a mi vecino en una c arga p ara mí mi sm o . Te nd ré q ue ab ri r un hosp ic i o p ara ayu dar a m i vec i no . E n este pa ís nos hem os estad o engaña nd o a nos ot ros mi sm os cr y end o q u e al ab rir esas casas d e caridad som os v i rt uos os. N o vem os, o m ás bi en , no q ue rern o s ve r , qu e de t rás d las cir cun st anc i as qu e o bli gan a ini ci ar los hosp ic ios y ace u n e r ro r m o ral. ¿N o s agr adaría acaso q ue algu ien n os pr ive oe nues tr a p ro­ pi ed ad y lu ego abra un hosp ic io par a n so t ros? 0 , si p o r u n a larga p ráct ic a no s acos tum brá ram os a pe d i r lirr o sria, qu á im p re­ sión cau sar i amo s a u n ex tra nj ero ? Sin emhr ago, al, abando nar nu estr as an t iguos ar tes de h i l ado y tej ido nos hemos vuel l o r cal· m en te m en d igo s y si no tenern os cu i dad o , será peo r a ún. FI nal­ men te, sigui en do el p r rnc ip io eJe que quien come sin haber o f rec i­ do u n sac r if ic io es un ladr ón , hab remo s d emos trado ser nosot ro s m ism o s un os lad r on es.

°

é

E l f also o rgu llo de los ben gal íes n o m e mo lesta. A un si sól o la pr ovinc ia de Guj ara t ll evara a cabo e l vot o de svadesh i, Beng ala cie rtame nte la segui r l a. E n ver d ad no p arece f ác il desco n ocer a


96 Madrás por su amor a las ropas atractivas, pero en un momento tan importante de despertar espiritual y patriótico, no nos debe sor­ prender ver a aquellos que parecían estar a la vanguardia terminar en la retaguardia mientras que los que parecían rezagados avanzan a la cabeza . También se están haciendo esfuerzos en Bengala. Sin conocer la verdad acerca de los piquetes. el corresponsal ha sido inj u sto con los bengal íes. Los que hicie ro n los piquetes delante de las tiendas de los Marwari e ra la misma gente de Márwa­ ri, m ás u nos voluntarios del Com ité Kh iiafat. Sin embargo, los bengal íes no tuvi eron n ad a que ver e n el asunto. Los pi qu etes come nza ro n por e l m o t ivo más puro y han s ido llevados a cabo de manera d isc iplinada. Un caballero com o Sh eth Jamnalalji jugó un pape l destacado en su c o n d ucc ió n. Pero son las mujere s q uienes más m e p reocupan. Hasta ahora las hemos mantenido totalmente ignorantes acerca de temas tan vitale s y sólo ha sido recientemente que han empezado a tomar interés en ellos . Hasta que no se les ex orcise su am o r p or la rop a ext ranjera, no p rosp erará la causa del svad esh i. Afortunadamente, h a habido en un c o rto t iempo un despertar tan notable entre ellas que observo el surgimiento de profundo s c ambios femeninos. Sin embargo , es muy necesa rio que los hombres reparen su ind ife re n­ cia del pasado. Una vez que la ropa extra nje ra haya de saparecido por completo de su med io, las mujeres no t ardarán en alcanza rlo s . Pero ni siqu iera los hombres han superado por completo su gusto por la ropa "fina". En dhotis, po r ej em p lo , siempre ex igen tener productos fabriles y el peso del crudo les resulta una inconvenien­ cia. C órno podemos esperar algo de las mu je res si los propios hombres no han logrado liberarse de tal es cosas? Hayas, muchos obstáculos en nuestro camino al svadeshi. Cuando los hayamos superado todos estaremos seguros de ver el sol del svarádj salir en el horizonte . é

(Del gujarat i)

Navajivan 6- 10- 1921

Vol 21, 1966


97

30.

INQU IETUD DE LOS COMERCIANTES 30. Preambulo

V em os que actu almente la clase de los c om e rc ian tes se sie n t e aprensiva. L os m erca deres tem en qu e la luc h a qu e se vie ne l i b ran­ do arru i ne el co m e rc io . E st a no es una aprec i ac ión co r rec t a. La l u ch a n o se d i rige con tre el co m erc io o los com erc ian t es; es en ben ef ic io del com erc io . H oy dí a de c ada c ien rup ias, los p ro p i os come rc ian tes gan an só lo c in c o y env ían el resto fue ra de l p a is. Si I a luc ha p r esen te se gan a, rete n dr án I n t egr as las c ien rup i as o co n­ serv ar án c inco p ara sí y d ej arán q ue las n ove n tarc inco rest an te s ll eguen él las casas de los p o bre s.

Los hombres de negocios sólo tienen que perder el temor , tener co nfianza y asumir un pequeño riesgo . N o es q ue el G ob ie r­ n o alien te el co m er c io ; al ient a la esc lav itud y, al m áx imo , el cor re­ t aje. Po r cad a ci ud ad an o de la I nd i a al q ue pe rm ite ser m i ll o nari o , t amb ién ay u da a c ien to s de ot r os c iu d ad an os de Eu rop a a serlo. E sp ero que lo s co m e rc ian tes qu e c om p ren dan este simp le r az o n a­ mi en to p art ic i pen sin pen sarl o d o s veces en esta luc ha ; si la c lase com rc i an te ju ega b ien su pape l, esta luch a ll egará p ro n t o a su fin y los m ismos c o m erci an tes, aS I com o e l resto del pals, p od rán llev ar a cabo su t r abaj o en p az .

Los comerciantes de ropa debe rán mostrar más valor que otros . T end r án qu e ab an do na r e l co m erc io de r op a ex tr anj e ra y p ro d ucid a ind ustr i al rnen te y só lo p od r án ven der kh ad i pu ra. E l co me rc io h o nest o de kh ad i tam bién pu ede ser p róspero ; p ro p o r­ ci on ará m erli os de sub sistenc ia a c ien to s de per so nas y así p romo­ v r á el b ienestar del p ueb lo . N o t enem os qu e asum ir q ue lo s co merci an tes n o p uede n dej ar de ser desho nest os . V erán el los po r su p r op i a ex p er iencia que , si p on en u n lí m i t e a su s gananc ias, nu nca t en d r án que recurr i r a la f alsed ad . (D el guj arat i )

N av aj ivan , 5- 3 - 192 2

V o l. 23

1967


114. SVADESHl

La S ema r.a Nacion al terrn. n ó el Martes 13 . Fue, e n '~odo sent ido, u na notab le d em os trac ió n de la u n id ad Hindú - Musu lrna­ na, la de terminaci ón de asequrar la de rogac ión de la ne fas t a ley "RowlaH Act" y ensay o de l esp íritu de satyág ra h a . L os d iscurso s p ronunc iados fueron so brios y m ás direc to s q ue n u nc a . N o h u bo desórd enes en ningur. o de jos m rt ines de lo s qu e h emo s rec ib id o info rm es. Pe ro, qué hay sobre e l sv ad eshi? zAc as o e: svadeshi no es ta m bié n p ro d u c to de l e sp í ri tu y ac ti vi d ad d e saryágra h? Sin duda lo es. Pe ro e l tra ba jo sv ad eshi es e l más constru ctiv a de t od o s. Se b rin d a más a la acc ió n concre ta q u e a lo s dis c u rsos. N o es pos ible a ho rra r med io mi lló n d e r up ias anualmente m ed ian t e d isc ursos o m ov ilizacio ne s. Im plica m uc h o más qu e a l agr ava mi e n t o d e este d re n aje a nual . Im p lica e l h onor de las m ujere s d e la Ind ia. Todo aq ue l q u e t ie n e al gu n a rel aci ó n con la in d u st ria f a b r il sabe qu e las m uje re s q u e t ra b aj a n en las fáb ricas es t án e x p u est a s a tenta c iones y rie sgo s a lo s q u e n o ti e n e n p or qué ser victimas. Mu ch a mu jeres, p o rq ue en sus h o ga re s se ne ce sitan in g re so s , iacep t a n e l t ra bajo de re p a rac ió n de c arr ete ras! Y só lo aquéllos q u e saben en qué consi s­ t e est a faen a via l pes ada com p re n den lo s riesg os q u e las mu je res co r re n . Dén les u n a ru eca y n in gu n a m u jer tendr á nunca que bus­ ca r otro e mpleo , sól o se se nta r á n a t rabja r e n la ru ec a . E l sv ad eshi s ignific a la ju st a dist rib uc ión de la riqueza p o r u n a oc u p ac ió n que só lo sigue e n impor ta n cia a la ag ricultu ra . C o m p lem enta la a gric u l­ tura y , por lo t a n t o , ayuda au t o mátic ament e a reso lver e l p roble­ ma de nuestra creciente pob reza en forma mat e rial. A s f e l svadesh i es nuestra verdadera Kamadh enu (44), la cornu cop ia que abastece todas nuestras demanda s y resu e lve muchos de nu estro s problemas dih'c iles. Y es una ocupac ión que salva nuestro h onor y permite que nuestro medio de subs ist encia se convierta e n un deber religio­ so. é

(44)

Una vaca m (ti ca que daba todo lo que se le ped(a. la cornucopia de la abundancia. PronúncIese "Kaamadheenu".


99 z C ómo puede logra rse la gran consumación? La respuesta es simple . Aquéllos que comprenden la im p o rt anc i a del problema, deben ponerse a trabajar en cualquie ra de las siguientes d irec­ ciones : 1. Aprender a hila r, ya seáis hombre o muje r . Cobrad por el trabajo si neces itáis diner o, u obsequ iad d ia r iam en te a la nac ión por lo menos una hora de trab ajo . Aprended a teje r, ya sea por ent ret enim iento o para mante ­ 2. nero s. 3. M ejo rad técni cam ente los tela res manu ales y rue cas qu e se usan actua lment e y, si so is ri cos, pagad a los que hacen in no vaci o ­ nes en ell as. Tom ad el voto de sv adesh i y fom entad el u so de la ropa qu e 4. es hilada manualmente y tejida a mano . 5. Int rodu c id dicha ro pa ent re vue st ros am igo s y creed que hay má s arte y humanidad en el " crudo" cuyo hil o h a sid o p repa rad o por vue stras pobres herman as. 6. Si soi s madres daré is una cultura l imp ia, inte gral y nacional a vue stro s h ijos, y los haré is usar ropas hechas c on la bella khadi di sp onibl e a millones de gentes y qu e pued en ser pr od uci das de la man era má s fácil. El Svadeshi entonces significa la creac ión de la organizac ión má s perfect a en la cual c ad a parte traba ja en pe rfecta armon ía co n las o t r as. Si log rarno s poner en f un cion ami ento seme j ant e o rgani­ zación , so nólo esta rá asegu rad o el éxit o d el svadesh i, sin o que el aut odomi nio político será para nosotros algo natu ral. Yo un g Ind ia, 2 1· 4 - 1920

T omo X V II

1920.


100

32.

TEJIDO A MANO

Podéis preguntar: "¿Por qué habr íamos de usar nuestras manos? El trabajo manual debe ser hecho por aquellos que son analfabetos. Yo sólo me puedo ocupar de leer ensayos políticos y literarios". Creo que hace falta comprender la dignidad del trabajo. Si un peluquero o un zapatero asiste a la universidad, no debe abandonar la profesión de peluquero o de zapatero. Considero que la profesión de un peluquero es tan buena como la profesión de un médico". The Indian Review, febrero 1916.

33.

UTILlZACION DEL "CRUDO"·

118.

El movimiento del svadeshi viene ganando impulso lentamen­ te aunque aún no progresa lo suficiente como para satisfacerme. En la Semana de Satyágrah se observó un despertar en el pueblo y el movimiento del svadeshi ha crecido en consecuencia . Ahora los mahometanos han empezado a tomar mayor interés en él. Hay una nueva actitud en ellos. Para ellos svadeshi es sinónimo de boicot. Yo he manifestado mi opinión en el sentido de que el boicot no servirá a nuestros fines; pero aún así, en la medida en que el boicot implica svadeshi, producirá algún provecho. Si algu­ na persona, presa de cólera, empieza un ayuno, ciertamente disfru ­ tará de los beneficios f1sicos del ayuno. De manera similar, la adopción del svadeshi en el espíritu del boicot, producirá benefi­ cios en la gente. Si dejamos de usar los bienes europeos, pero seguimos utili­ zando los productos japoneses, saltaremos de la sartén al fuego. ¿Cómo podemos entonces asegurarnos de que se propague el svadeshi? Todo aquel que ame el savadeshi está en la obligación de plantearse esta pregunta. Si alguien cree que sirve al país aumen­ tando el consumo de tela producida industrialmente, está en un error . Simplemente no producimos suficiente tela fabril en la India para satisfacer nuestras necesidades. Si, por lo tanto, nos sentimos satisfechos al usar tela producida industrialmente, nos habremos apropiado de una cantidad de tela que ahora está al alcance de los pobres y habremos así provocado el aumento de su


101

precio . Ello seri a un er ro r . Pe ro lu ego , tambi én es indudab le la necesi dad d e co n t ar co n u n alm acén d e rn ercad er ra sv adesh i en cada aldea y a q ue , segú n va n l as cosa s, aq uel l os qu e u san tel a sva­ de sh i n o pu eden satis fa cer sus d em and as en las t ien das comu nes, L a verd ad de l asunto es que sólo pued e realmente alen t ar e l svadeshi aque l que hila y teje, aunque só lo sea para prod ucir un c o do d e tela y nada m ás. Si se pu d iera crear nuev as fábric as t exti­ les en un ab r ir y cerr ar de oj o s, h o y m ismo p od r íarnos asegu rar de alguna m an er a el r einado del sv ade sh i. Per o to ma t iem p o estab le ­ ce r fáb ri cas . Si n embargo, pod emos aprend er a h i l ar a man o , d e i n me d i ato si n duda. Si sól o la gent e lo inten t ar a, cu alqu ier horn ­ bre o mujer pu ede ap ren der a hi lar en m eno s d e un d í a. C ient os d e mu jeres han empeza do a h i l ar de est a maner a, pero aún no conseguim o s que suf icientes hombres y mu jere s u sen l a te la p r od uc i d a a m an o . Hace un año, no h ab ía sufici ente cant i­ dad de kha d i . A h o ra, un añ o d espu és, se me ofrece ta nto h il o hi la­ do a mano que no p ued o recibirl o todo . Las ex ist enci as de khadi son ah o ra tan grandes q ue l as cantidad es c o nsu m id as no son suf i­ c ien tes. Enton ces, el pr obl ema d e vencer el pr ejuici o co ntra la k h adi h a adqu i rido la mi sma impor tanc ia q ue l a d e produci r má s te la . N o lograr emos pr o du ci r al pr imer int ent o f i nas t elas c o n lo s hil o s hil ad os a m an o, para reemplazar la (burda ) khad i que se prod uc e ac t ua lmen t e. Los ciento s d e m il es d e m uj eres que hilan sequi r án p rod uc iendo hi lo de st inado sólo para la kh ad i. E l m ov imi en to svade sh i h a recibi do el mayor impulso de la señor a Sár ladevi Ch ówdhrani . Du rante la Sem an a N acional , ell a m anife st ó su d eseo de u sar u n a sar i y una b lu sa kh adi . Hasta ahora yo n o h abía log rado q ue mujer alguna usara un a sari hech a d e k hadi, y p or ello p ensé al p rincipio que Sárladev i est aba b r o m ean ­ do . Pero ella era real men te si nc era en lo qu e d ecr'a y lo qu e es más , q uer ía un a kh ad i t an bu rd a c om o l a q ue y o us o . H ic e q ue le cos ie ­ ran una sar i y un a b lusa y ella celebr ó la Sem ana N acion al u sánd o ­ la s. C uan do su t i o m at er no, el "Po et a" (45). l a v i o vestida aSI, o bser v ó : "S i t ú m isma no te sientes i nc óm oda , el vest id o n o t iene nada de ma lo . Pued es u sar lo para i r a cua lq uier pa r t e". Hub o un a gr an f iesta el dr a 11 en la casa d e la Sra. Peti t, en honor de l Poeta

( 4 5 )

Rablndra n ath Taq o r e, Qui en se h all ab a en B ombay d u r ant e la Sem ana Nac i o nal ; ( p re m i o N o oe l d e liter at ur a en 19 1 1, pri m er p re mi o no eur ope o) .


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y el la tuvo que avisar si asist i ría usan do el " c rudo " . Recordó en t o nces la obs ervaci ó n del Poeta y h o n ró esa f iesta asist iendo con el m ismo t raj e k hadi . El la no rec i b ió por ell o men os respe t o qu e e l q ue so l l a rec ib ir cua ndo u saba sus cos to sas saris d e seda . D espu és de t od o, asist ió a tod as las reuniones y funci ones usan do khad i y, en todas aqu e llas en q ue parti cipé, pude ver qu e e l respeto por ella hab ía aum enta d o deb ido a su vesti me nta . Y fue así co mo el tío y la sob r ina, qu ienes han adqu iri do f am a en el pa í s p or su sent id o art ísti co , nunca rec hazar o n la khadi desde ese p u nt o de vi sta. Po r el cont rari o, i nt rod ujero n el kh addar co mo u n tr aj e para muj eres, qu e pue de usarse en las reu n io nes de la gente r ica . Est a d am a, que estaba ac ost umb rada a usar saris y otras prend as de la más f ina t extu ra, se sent ía org u l losa de usar u na sar i de k ha di y un a blusa khad i , sin sent irse avergonz ada por su peso . H ast a q ue esta act itud se refl eje en gr ande s gru p o s de hom b res a m u je res, o se ad o p te -a cualquier costodu ran te est e pe ríodo d e tran sici ón , no c reo qu e sea p os ib le co nve rti r el sv ad esh i en un movi mi en to a n ivel n acio ­ nal, ya que, tal com o est án l as co sas, si hay algun a tela que p ueda p r od uc i rse eco nó m icam en t e en ci ent os d e m i les de cod o s, es sin du d a l a k hadi . Pero no co m pad ezo a los que usan k had i. No cre o c arecer de sentid o art Istico , y p ara m is oj os la kh ad i es bast ante artí sti c a. Pued o dec i r por propia experienc ia y por la de otros , qu e -en vez d e ser co m o el p erca l que se p ega a mi cuerpo debid o a la t r an sp i­ rac i ó n d u rante el ver an oeste " cru d o " t iene la pro p iedad de absorbe r la hu m ed ad . La k ha d i es un a te l a su p er ior y más ú t il. Es m ás be ll a q ue el pe rca l p orqu e t iene alm a. Po dem o s deci r que la khadi tiene u na personalidad pr opia , si se le pue de atribuir pe rso­ n alidad a una tela . Podemos saber, si lo deseamo s, quié nes part ici­ pa ro n en cuáles procesos de la man u f actu ra de cuá l p iez a de khadi. H ay art esan 13 en la f abricació n d e khad i. Y p od erno s ver q ue no la h <l Y ~!1 .., ! p or cal . A si com o no hay d os hojas igu ales en el árbo l, tarnp o c o p ueden habe r do s largos igua les d e h i lo h i lad os a m an o y de k h ad i tej ido a ma n o . N ingú n pin t or pu ede p i nt ar dos o bras ex acta m en t e igu ales, de m anera sim ilar , n in gú n tej ed o r de k h adi p ued e p r od uc ir d os l argos exactamen t e igu ales en cali da d . Para alguno s, esto pu ede ser c ausa de pe sar . Pr obab lem ente c reen qu e lo co rre ct o es p roducir mil es d e co d os de tel a de id ént ica cali dad cuya s piezas no se pueden d istin guir en tre si . Est e tip o de produc­ ción m ecán ic a tie ne sus apli cacion es, pero nunca se reco nocerá co m o un art e. Si n o p ud iéramo s p r od ucir alfileres, o no pud i ér a­ m as obten er papel de id én tica calidad , nos sentir ramo s perdi dos .


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Pero aún en esta era de me canizaci ón , aún hoy d ia, la gente qu e aprecia el arte, prefiere el papel he cho a mano. 1 oda el mund o podrá ver la diferencia entre el pap el hech o a mano y el fabri c ad o mecánicamente . El pap el hecho a mano es la expre sión d e una cie r t a calidad de individualidad, del arte de su f abrica nte . Tal vez ese papel manual por "exclusivo", no pueda esta r al alcanc e d e muchos. Todo cuanto d eseo demo str ar aq ui es que hay un ar te presente en la khad i , al i gu al qu e en el p apel manual, per o que está ausente en lo s p roduct os fa br icad os i nd u str i alm en te Si n o hubi é­ r am os desarrollado un preju ici o c ont ra l os prod u ct s de la I n di a, habr rarn os ap reciado también el arte que está p resen te en el khaddar . En Escoc ia, el tw eed prepa rad o p o r l as m uje res C O Il lana sigue sien do c onsider ad o su p eri o r a la var ied ad p rod uc i da a má q u i­ na. Los noble s escoseses dem uest ran , al u sarlo q ue la belle za y el ab rigo que se enc uentr a en su burda c alid ad , n o se pued e enc on t rar en la su avidad de la v arieda d pr oducida a máq u ina . E l t w ecd hech o a m an o se co nsi de ra artlstic o y elegante , y p or lo tant o cu est a m ás d in ero . D esgraciada m ente pa ra la I nd i a, la kh ad i a m an o se con sid eró despect ivam ente co rn o ro p a pa ra las cl ases inferi o res; como si n o hubiera art e en el la. Nadi e le asigna va l or y el tej ed or de kh adi apenas pued e ganar 8 an n as al d ra. z C órno p od em o s espera r q ue un p a ís no mu era de ham bre ? Aqu í , e n este pa ís , no se aprec ia la artesanía. Lo s ricos fascinados por las merc ancía s ref in adas y hecha s a má qu in a que p roceden d e Eu ro pa, las consideran ar t íst i­ cas, y el resultad o es qu e en sus h oqara s y en su s r opas, n u nca auspician la arte san ¡'a de l a India, con el arte que conti ene : " com ­ p árela co n los hoga res de su s amigos ri cos y luego d rqarne q u ién alient a mejo r el sv adeshi " . Lo que me d ij o era ci ert o y me sent i d i sminu ído . E st oy con venci do de que el d ¡' a en que la I nd i a se sien t a orgu l losa de usar khad i hilado a m an o y pague p OI" ella en virtud del arte qu e contiene, el hambre desapa rece rá del pai s y hallarem os qu e los pobre s, a quien es les resulta difícil in clu so adquirir cer eales para comer, obtendrán fácilmente los m edios para co m er l os, Hoy día he trardo co n mi go una gran cant id ad de khadi . Más aú n, est arnos frente a un a situa ción en la que pu ed e ser nece sario aband onar una activ id ad que pr oporcion a trabajo a algu nas muje­ res y a gente pobr e. Por lo tanto he tenido que usar lo mejor de mi capacidad pa ra demostrar algun as ve rdades ev i den tes. Para mí , l os sacos, las camisas de tipo hindú y ot ras p rendas he chas de I<hadi son bastante be llas . Si , no obs tante , no puedo log rar que el lector


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me siga, qu isiera decir que la khadi tiene muchos otros usos. Puede usarse para confeccionar maletines escolares y hamacas para niños . Sillas, sofás y otros artículos de mobil iario se pueden formar con ella. Se puede fabricar grandes alfombras con khadi teñ ido. Puede servir para doseles o espaldares. Se puede hacer con ella pañuelos de l t amañ o que se desee. Tirantes; bolsas, fundas de almohadas, cubrecamas , y muchos otros artículos de ut ilidad pueden hacerse con ella. Invoco la ayu d a d e to dos los lectores para popular izar la "crudo" , U n teñ idor Kh at ri (4 6 ) ha llegado a teñir la tela svadesh i co n ti n te kh ad i. C on su ay ud a, estoy o b te n ie n d o kh ad i t eñ id o de rojo . La kh ad i rosada e s m ejor p a ra cu brecam as , etc. Q u is ie ra que to d o s lo s lec t o re s recu e rd en q ue actu almente hay un g ra n número de muj er es e mp le ad as e n e l h ilad o. Algunas de ellas llevaban vidas in m o ra les y otras no pod ían ni s iqu iera co nsegu ir leche para sus h ijos ; estas he rm an as e stán ahora ga na ndo algo de diner o m ediante una oc u pación h one sta . Qui ero que cad a uno d e los lectores parti­ cipe activ amente en la p ro m oc ió n de esta ar tesan ía que pu ede ter­ minar c o n e l ha m b re en la India y p uede a y ud ar a la ge nte a llevar • vid a s más p u ras. f Cual q uie ra qu e qu iera ha cer un pedid o d e khadi, debe escri­ birle al A d ministrad o r de la Se cc ión khad i, y no a mí. Si me escri­ bes, es p robabl e que t arde en obtene r respuesta. Los p rec ios de las vari edades de khadi que se han alma cenado en el Ashram pueden o bte nerse e scribiénd ol e al Administrad or. Saty ágrah-Ash ram. (Del Gujarat i) Návaj ivan, 2 5- 4- 1920

(46)

Miembro de una comunidad de artesanos dedicados a los tintes.


105

34.

USO MAYOR DE LOS TELA RES MANUALES -

44.

A l E ditor de

Y oun g I nd i a,

Esti ma d o Señ a l' M , R , Gandhi : "T od os lo s p at riot as de la In di a co inc iden en q ue nu est ro pa ís d eber te au to ab astece rse de r op a y qu e no d eberí a impo r ta rse ni h il o ni t el as ex tranj eras, E l p ro bl em a rad ic a en es able cr cuál es el m ej o r y m r ápi do de lo s m ed i os p ara l oqrar este obje t ivo , Se ha p redi cad o qu e el m edio es l a ruec a :::o el ch ark ha . Noso tr os. sin em bargo , creem os que h ay m ed ios más f ác il es, y m ás ráp i do s y Cu ále s so n? en to d o aspec to m ej o res para cu mp lir' esta m et a. Perm it i d no s d c l arar ensegu id a cuá les son: l } aum enta r el n ú m e ro de tel ares m anu ales en la I nd ia. 2) pred ica r q ue es u n deber im per ati v o de cad a in do sen t irse sat isfech o en este m o me n t o co n ro p as campar at rvam en te bu rdas hech as co n h iIos producidos en l a I nd i a y dej ar d e use: ropa s im po rt ad as y ro pas hechas en la I ndi o n hi lo im p ort ad o (espec ialmen te f in o ). a pesar d e lo confo r­ ta ble que p ueda ser usar estas ropas , Es necesarra u na breve í

á

é

exp licac ión . Uno d e los fac tores

ardin ales que se deb en rec orda r en rel aci ó n a esto es que, si la actual pr odu cci ón de t ren zado y esta mbr e - p rod uci da sir usa: el ch ai kha - se co nvi rt ie ra en l ap a, sena p rác t icame nte su f ic ien te pa ra vestir a l a I nd i a con su pr op ro proci uct o , sup o n iendo que el pa rs estuvi er a lis to para usar só lo ropas bu rdas. De hec ho , se export an (47) de l a I nd ia cacla ario u n os 14 3 m il lo nes de li br as de h il o y tr enzado hec h os en nuestro pa ís. Conve rt id. esto es, tejed estos elem ent os el1 rop a en la Ind ia y p rep arad a nuest r o p ueblo p ar a q ue haga el pequ eño sacr if ic io dPo con ten t arse en este m om en to c o n la bu rda ror a así p ro d uc ida , y el gran pr o bl em a de au t oa bastecer a la I ndia co n rop a se hab rá resu el­ t o en un pl az o m uy c ort o , A q u í , la p i im era pregunta qu e n s asalt a es si los tel ares ma nu ales y m o to rizad o s qu e ex ist en ac t ua l­ m ente en l a India po d rán teje r la can t id ad m enc i onad a d e hil o y conv ert ir la en ropa , La respu est será negat iv a. ¿Q u é debem o s hacer enton ces? L a respuest a es ob via: au m enta r el núm er o d e

(47)

Su b ra y ad o en e l o r igi n a l ( N , d e la T ,)


106

t elares. Será difícil aumentar enseguida el núme ro de telares mecá­ nicos. Se tendría que im p o rt ar una gran cantidad de maquinaria (de tej ido) desde paises extranjeros. Ello implica un retraso de dos o tres años, dej ando de lado, por el momento, las d ificultades que surg en de una tasa de sf avorable de cambio y el alto im p uest o a la im p or t ac ión p ara este t ipo de telares fab r iles, rec ientemen t e est a­ blec id o . Por o tro lad o , aumenta r el número de telares ma nu ales no es di f ícil . Pued en ser f abr icado s en la In dia en un per l ad o m u y co r to de ti em po y a un co sto m uy baj o . A t ravés d e u n cálcu lo , basado en las estadist icas d el año 19 19 p u blic ada s p o r la D irecc ió n General d e Est ad /stic as, - c on las qu e no quiero mo rt i f icar a vues­ se pu ede d em ost rar f ácilm en te que par a nuest ro s t ros lec to resprop ósi t os act ua les seri'a p ráct ic amen te su f ic ient e qu e d up licá ra­ m os el n úm er o ex ist en te de t el ares m anuales. Y ap elo a los lect ore s pa ra q ue consideren el asu nto c on ex t rem o cu ida d o po r la impo r­ t anc ia que el asu n t o d m anda, y p ara qu e pon gan sus po deros os hom bros en la ruec a" . Aten t am ent e, S.B. Mitra (Respuesta) Cálcuta 19 de Ab ril

E l corres po nsal p arece ign orar el hech o d e qu e la propaganda de hil ado man ual im p lica la de tejido a m ano. La India no puede au t oa b as t ecerse de ro pa si el hil o hil ado a m an o no puede ser teji­ do a m an o. Pero la sola mul tiplicación de los telares manuales no puede reso lver el p ro b lem a. El art e de t ej er a m an o no h a muerto . H oy d ra hay en la In d ia m ás tela res m anu ales en funcio namiento que tel ares me cán icos. Pero la mayo r la teje hilo extranjero. Ap oyo de to d o co razó n la p ropue sta de que deberlamos usar sólo ropa burd a e indu c i r a lo s tej edo res a q ue t ejan sól o h ilo i nd io . El co rresp onsal t am bién d eberla h aber reco me ndad o a lo s "di rigen­ tes" q ue ap elen a los in dustriale s pa ra qu e no ex po rten hi lo. Sólo que es casi imp osibl e indu cir a los propi etari os de f áb ric as a qu e ced an las grandes ganancias que obtienen por exportar hilo. Si sólo los indu striale s y otros capitalistas se meti eran esto en la cabe­ za, ciertamente podrían lograr un boicot completo del hilado a


107

mano. No es suficiente log rar sólo el boicot contra la ropa extran­ jera . Es absolutamente necesario dar a millones de campesinos una industria complementaria. Deben utilizar como lo hicieron antes, sus horas libres en alguna ocupación complementaria a la agricul­ tura. Los millones de hombres que viven en semi-hambruna por falta de ocupación, deben hallar una artesanía sencilla en sus hoga­ res. y ésta es, nuevamente, el hilado a mano. Lo que el corre s­ ponsal nos insta a hace r ya está en marcha . El número de tela res manuales aumenta, el pueblo se ha decidido a usar ropa burda. Pero el hilado manual universal, por sí mismo, puede solucionar inmediatamente el problema de la creciente pobreza de las masas. Dejadme reforzar mi convicción. La India no puede autoabaste­ cerse, estar contenta y vivir sin temor mientras prescinda del hila­ do manual . Es por ello que el señor Krishna Rao de Másulipatam instintivamente reconocía el deber (dharma) de hilar a mano como un rito sac ram en tal . Las ma sas c on su clara imaginación c ierta­ mente lo han reconocido como tal. Pido a todos los que piensan como el Dr. Mitra que no desv íen la opinión nacional del hecho central. El hilado a mano incluye todo lo que el corresponsal sugiere, pero incluye mucho más. Un océano necesariamente incluye todo lo que aporte un río . Young India, 11- 5- 1921

35.

Vol. 20,1966

TESTIMONIO DE UN INTELECTUAL

"Un conocido novelista de Bengala vino una vez a verme sólo para contarme su experiencia . Me d ijo que trabajaba en la rueca regularmente y que, en consecuencia, su arte había mejorado. No quiero profundizar mucho en esto. Sólo deseo mostrar que la inte­ ligencia de los inteligentes se agudiza con el trabajo físico de cual­ quier tipo y, si el trabajo es beneficioso para el pueblo, se santifica. El hilado, al ser un trabajo limpio, ligero y agradable es el mejor medio de semejante trabajo físico y es, en la actual condición del país, el árbol celestial que satisface nuestros deseos". (Del Gujarati) en Návaj ivan Página 373

30/X/1921 Vol. 21 1966


108

36. SVADESHI VERUS KHADI?

3

"Svadeeshi" es una palabra sumamente conocida. Es una palabra amplia. Una palabra así puede tener un efecto bueno y uno malo. El mar es vasto. Pero si no lo fuera no podríamos obte­ ner oxígeno . Sin embargo el mar, como el fuego, lo devora todo. En él se lavan inmensas escor ias y sin embargo, se mantiene puro. En cuanto nos alejamos de la costa notamos que el agua es transpa­ rente como el vidrio . Bajo los rayos del sol, su espuma brilla como perlas y diamantes; el resplandor de esas gemas no tiene compara­ ci ón con el del mar. El mar permite que los barcos neveguen en sus aguas y, sin embargo. si alguien tomara su agua salobre, se en ferrn ar ia. Obtenemos agua potable y dulc e de pozos, arroyos y pequeños riachuelos . El svadeshi entonces es un mar, un océano. Siguiéndolo, aunque sólo sea en parte, las naciones pueden prospe­ rar. Cuando se expl ica su sign if ic ado , la palabra impresiona. Pero actualm ente, si nos lanza m os de cabeza al mar del svadeshi, pode­ mos ahogarnos . Ahora mismo, el svadeshi no es m ás que una aspi­ ración que est á m ál all á de nuestra capa cidad. Algunos d icen que en nombre del svadesh i harán o comprarán can dad os svadeshi y n o co m prarán los candados Ch u bb . Algunos pref er irian cu ch ill os con p oco fil o pero nacio n ales an t es que com­ p rar los d e marc a Rogers, y comprarían un o qu e n o pudiera ni co rtar vegetal es, mien tr as o t ros intent an f ab r ic ar esos cuch illos nac i on al es. Algu n os p iden p ap el svad esh i, m ien t ras o t ros quieren ti n ta, p o rtap lu m as y aguja s. Así, todo el m undo elige y pi de un prod u cto svadeshi pa r sa tisfacer su inclinació n po r el svadeshi . Pero esto no pu ed e ser b en ef ic i oso pa ra nuest ro p ars. Só lo d esp res­ ti gia la pa labra svadeshi y se dañ a la cau sa. El c ons t ru cto r de una casa n o co loca balco nes, pó rt ic os, pu er­ t as y ventan as al co m ienzo , y no d ispone los muebles al p ri nc ip io . E n primer lu gar , p one l os ci mi en to s, luego levan t a las p aredes y c landa están l istas, emp iezan el en luc ido y l as p in t a. L o mi sm o sucede co n el ed if ici o del s adesh i . A h o ra debem os habe r co mp rendid o el signi ficad o d el svade­ sh i y habre m os con oci do su s usos pr ácti cos lo suf ic ien te como par a en t ender su verd ad ero sent id o y su im p o rt anc i a. H asta aho ra no s hem os engañado a nosotros mi smos en nombre del svadeshi y hem os ef ectu ado unos po cos cambios . Adoptamos el svadesh i co mo la ropa produ cida en nuestro p ats . Ese fue el primer paso. Luego comprendimos que el hilo extranjero tejido en la India no era svadeshi y sólo beneficiaría m mirnamente al p a ís. Así IIega­


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m os al segundo paso, cu and o nos per suadi m os de que S I ser ía svades hi la ropa tejida en las f ábr icas de nu estro s paí ses con hi lo h il ado po r ell as. Pero por ex per ienci a ap rend imos q ue aún est o no servía a nuest ro p ropósi to . U no d e sus efecto s pe rjud icia les fue qu e el p rec io de l a rop a pr oduci d a en fá bri cas su b ió co n side rab le­ m en te y la escasez de rop a parecía inminen te . El tercer paso se alcanz ó cu and o p refer im os "o p a tej i da a m ano aunq ue el hi lo fuera h il ad o en fábr icas. N i siq u iera aq uí demostra m os haber asid o el verd adero sign if icad o de svad eshi . Ah o ra, al ll egar al cu art o paso parece q u e hem o s ap rend id o qu e sv ad esh i signif ic a kha di t eji do a m ano co n hil o a m ano . To do lo demás es fa lso e inúti l. Kh adi signi fica la ruec a. zCórn o podr " m os l c unr khad i sin el l a? A l igua l qu e a l a in depen denci a, al " crud o " t enem o s derec ho desde nuestr o nacim ien to , y la obl igac ión de toda n uestr a v ida es usar la K h ad i y sól o a el la. Cu alquie r a qu e no cu m pla esa u b lig a­ ción es un ignorante co mplet o d e lo q ue es el svar ádj. El o bj et iv o d el svadesh i o svará dj só lo pue d e ser y es, qu e el hambr ien t o pu ebl o de la Ind i a pu ed a ser alimen t ado, qu e el ham ­ br e sea deste r rado del pa ís. que la cast id ad de l as m ujer es de la de la I nd ia sea cu st odiad a y que lo s niñ us de l a In d ia puedan obt e­ ner un p oco de lech e. Mient ras la ru eca n o se vuelva u niversal , como lo es la cocin a, creo que es im posible que la Ind ia vuelva a ser pr ósper a.

Su p o ned que la Ind ia fu era li bre d e act u ar co m o l o d esea e imp ortara la ropa má s barata, y qu e, a pesar de la diferen cia en las con d ic ion es pa r a obten erla en 1nglat er r a y aqu 1", se introduj era el " com e rci o lib re ", (esto es, com erci o sin arance les pro teccion istas) , en t o nces la situac ión de la I nd ia seri a m uc ho pe or d e lo qu e y a es. A SI com o nu estro pu e blo no p ued e pasárselas sin cocin as en sus casas aun cuan do alguien les of reci era coci nar su comid a sin cobrarles nada, de igu al mane ra no pueden p rescin d ir d e la rueca .

.. i Oue pro ble m a es la coci na ! En c ada ho gar u na co ci na, u n fu ego qu e ti ene que ser encen di do en cada casa. i Ou é mo lestia! A l r om per el alb a cad a am a d e casa de be tr agar hurn o . ¡Q u é op r e­ sión! "z Oué ocurrir ía si , desvi ados por argum en t os tan f alaces, elig ié r amos t omar nu estr o s alime n tos en u n c lub co m ún en c ad a al dea, al desh acernos d e nu est ras coc inas ? ¿Puede algu ien d uda r de q ue l os n iños del país ser ia n de scuid ados ? La destr ucc ión d e la coci na fa mi li ar no es ec on o m ía, es l a c ie ncia de la fa t ali d ad . N o merece el hono r de ser llamada una cien cia.


110 Al abolir la rueca nos hemos invitado a sufrir hambre e inmo­ ralidad. Si desterramos la cocina, invitamos a la muerte. Al reins­ talar la rueca llevaremos luz a nuestros hogares que han quedado desolados. De ahí que en las actuales circunstancias, nuestro deber espe­ cial y mayor sea la tela manual. La khadi tendría tanta demanda como la manteca. El hilo hilado a mano sería considerado tan valioso como la leche. También la rueca es tan venerable como la vaca. Así como un hogar sin una vaca no es un hogar, asimismo un hogar sin una rueca no es un hogar. De igual manera qu e un hom­ bre r ico o un pob re no co ns id e ran degradante el or deñar a una vaca, igu a lm en t e el rico y el po bre -tod os- deben considerar el h ilado no co mo algo d eg rad a nte si no co m o algo q ue co n t ri bu ye al sosté n de la famili a. Una vaca a ve ces patea y ex ige forraje. L a rueca es t a n benevo le nte qu e no patea ni nece sita ningún tipo d e alime nt o . Podé is obten e r de e lla hi lo, b lan co como la leche, a vuestro deseo . Un a vac a rind e lech e de ac uerdo c on su ca p ac idad. La rue ca d a el h ilo de acuerdo con nuest ra capa c ida d . La p reser ­ vac ió n de la rueca equ ivale a p rotege r a la vac a. Cua lq u iera q ue p reserve la rueca debe usa r só lo khadi qu e con tenga u rd iembre y trama h ilados a mano . Me siento, y tod os d eberíamos sent irnos así, ave rgo nz ad o de que e l Com ité Provi nc ia l de l Co n greso te nga q ue pregonar la khadi. E l hech o de q ue la ropa e xtran jera o prod uc ida indu st rialmente se siga vend iendo m ient ras que n o se vende el crudo , n o es c ierta­ me nte seña l de pro sp e rid ad para la India. Es corno c ome r afre c ho e n ve z de cereal es. a protecc ió n d e la vaca se ha vu e lto cas i im posib le , e xcepto a tra vés de la re insti tuc ió n de la ru ec a. Com o los granjeros de la Ind ia no tiene n dinero, vende n su s reses o las ha cen p adecer ham­ b re. Así com o e l pu eblo de la In d ia es débil, tambié n Jo es su ga na do, y a q u e e l país se ha lla e n banca rro ta. La India u sa sus rec ur so s d e capi tal para so brev ivir. El ca p ita l se ago ta d ía a d ía. L a Ind ia no ob t iene su f ic ie n te oxígeno y se s ie nte so fo cad a . El p ueblo de la In d ia se ve obl igado a pe rm a nec e r ocioso cuatro meses al año. La gente que se ve así, forzada a es tar sin trabajo, no pue de más q ue arruin arse . Para decenas de miles de personas, la rueca es la única ocupación que puede complementar su ingreso agrícola o, dicho más enfáticamente, no hay ninguna otra más. (Del gujarati)

Navaj ivan 5- 3- 1922

Vol. 23

1967


111



113

D edi c ad o a Flo ra Tr ist án la p ari a, y al In ca G arc ilaso el m est izo .

G LOSA RIO GANDHIANO

NOTA INTRODUCTOR IA :

1. A l igual qu e en lo s nombre pr opios ame rind ios (véase H u anc ay o == Wanc ayo), exis ten va r ias graf ías para los n om b res pr p io s ind o s, cuyo or igi nal se expresa en cual q u iera de los ap ro­ x imadame nt e doce al fabe t o s de l a India y cu ya lransc ripción al al fabeto l at in o p ued e conducir a pr onun ciar los equi vo c ad am ent e (Ej em p l o : Svaraj se p ro nu nc ia co n el acen to t ó n ic o al f in al y la j o ta inglesa: Svaráadj ) . 2. Las lengu as in das co no cen vari os acen to s t ó n ico s en u n a sola p alabra: adem ás, la du r ac i ón y n ivel de l t o no p rod u cen el " acent o " , N o rm alm ent e la voc al p ro lo ngad a cae al p rinc ip io d e la palabra, como en el alemá n, q ue es ot ra leng u a indogerm án ic a.


114

3. Este no es un glosario científico ni es Gandhi un camino al hinduismo. Gandhi a veces impuso significados nuevos, diferen­ ciándose de un escriba hindú. (Un creyente lo asesinó por entre­ guista a la religión ajena y "enem iga").

4.

Usamos el gentilic io "indo, inda", contrario de "amerin­ d io", pues la Ind ia no es un estado "hindú" teocrático, sino laico, abarcando a casi igual número de musulmanes como Pakistán, entre otras relig iones.

5. El hindustani, idioma mestizo entre hind i' y urdu, prefe­ rido por Gandhi, desapareció con la vivisección entre Pakistán e "Hindustán" (India). El hindi tiene sólo dos géneros, el m . y el f., como el español (En sánscrito hay, además, lo neutro). Hoy se fomenta un h indi sanscritizado, divisionista y antipático, en la India, mientras que Pakistán fomenta las ra íces árabes del úrdu. "acre"; inglés para fanega.

1/4 hectárea (0,25 ha)

el adharma

Sustantivo, adjetivo. V éase Dharma. Quien actúa en forma adhár­

mica hace daño pues desconoce su propia ley y sigue un camino

ajeno, alienado. D esor ientación .

el aghori

Mendicante de una secta que real iz an prácticas muy severas.

la AHIMSA: la ausencia de dañar (himsa). No-violencia, en el Bra­

sil "firmeza permanente" ; mansedumb re, etc. ; en las Filipinas

"agrappa".

Ahmedabad, pronúnc iese "ámdabad"

Ciudad india, en partes barriada (barrio miseria, favela), centro

industrial como Pittsburgh, Ch imbote. Sitio de la huelga de los

obreros textiles en 1918 cuyo sindicato fue formado por Gandhi

mismo.

Aniruddha

Nieto de Krishna. Krishna era venerado por Gandhi como "autor"


115

de la G ita. com o u n ser casi pe rfecto y sabio (Per fecta es sólo la

la No vio lenc ia, pero ningú n Profeta) .

V erdad ~ D ios

=

Anna, Annas

"P en ique" , centavo, frac ción de la rupia. E n la época de nuest ras

ci t as, su die c iseisava parte. V éase Pice (p ro nú nci ase "paisa " ) ,

ent o nces 1/ 64 parte de la rupi a.

A sh adh: Mes que co rr esponde apr o x im adamen te al m es de ju l io.

el A 5H RAM (m asc.)

Co m una labora l para f ami l ias y solt eros / so lt eras f rugales. U n

ásh ram gand h iano es un lugar de en trena m iento práct ico par a

tareas pa t r ió t icas, y de pe rfe cc io nam iento esp ir it ua l po r añad id ura.

En Sabár m al i/Ahm d abacJ ex ist ía, desde 1915, el Satyág rAshram .

E n 193 6 se fu ndó Waruh a acerc a de N agpu r Sévagram , la "aldea de

serv ic io " Sévagram (seva :; servic io , gram == aldea; pronu nc iac ió n:

Sévagram) . L a Comu n idad del A rca fu ndada en Fr anc ia po r L anz a

del Va st o , ofrece o t ro m od el o de ash ram don de h ay m uch os niño s

y poco s adu l to s cél ibes.

Assám

" A dor able Ass árn", estad o in do cerca de la ordil ler a de l H ima­

lay a, p ró xi m a a Ne pa l. L os nat ivo s están emp aren tado s co n los

tibet anos. Pronu ncia ci ó n : A sám .

la Atmaj Atm an

= A lma

Auta rq u ía, A uto su f ici enci a, A UT OA BA 5 TE C IMI E N T O , self ­ su ff icienc y . Conc ep to cla ve de la pedagog ía qan sh ia n a y tamb ién de las com u nid ades pr e- inc aicas.

el Baj ra ( "bad j ra" ) : un m ijo / so rgo en la co m id a veget ariana. Bengala (B angla Desh rn ás lo que hoy es la Béng al i nd ic a, Est ad o ind o qu e p rod uj o m ucho s pat rio ta s. A l tamen te alfabet a, pat ria de l premio No bel 19 13, R abind r ana th Tagore quien hi zo po r el idio­ m a de su pr ov in cia lo q ue L u t ero h a b ía hech o p or el alemán y lo


116

que aún no se ha hecho con el Quechu a: d arl e vigenci a actual, es decir, o fr ecer le un vocabulario moderno a una lengua avasallada. la Bhakti (fem en in o) Dev oción amoro sa a Di os, dife renciad a de la medit ación y de la erudi ci ón teológi ca. Un inculto analfab et o sería capaz de Bhakti, amando a Dios co n toda su alma . Con sid erem os cómo la devo ción irracion al al Señ o r de los M il agr os (Lim a) gener a, a veces, amor al pr ój im o. la Bhágav ad G ít a, véase G ita la i3hima Ekadesh i (f emen ino, la bhim aek adesh i) O nceavo día d el mes que correspo n de ap rox . al m es d e jul io : Día de ay u no . Bi h ár Est ad o in d o . A l l í nac ió Gáuta ma que d evino el Perf ecto > Buddha y que cam inó p o r sus cam pos pol vor ient o s co n sus di sc íp u los du rante 4 0 año s. Bo ico t Véase u n d icc io n ari o gener al. T ipo de h uel ga: Boy cott. B ase, (pr onún ci ese "b oas") Sub h as Cha ndra , gene ral, un b r illa nte patriota, co m o los Li bed ador es latin o ame ri c anos. Resig nad o a la vi olenci a, se al ió co n l os j apo neses y los alem an es en la Segunda Gu er ra Mundia l. E n su b m ar in o se f ue a Al emani a, murió en u n accidente aéreo . Brahmaputra: río ind o de 27 00 km de largo . ti ene u n delta de 75 .0 0 0 Km2!

i Con el Ganger

Brahmín: sacerdote , eru dito, am auta, muy po r "encima" del paria. Casta más alta. Casta: Or iginalmente, división social según la profesión, pero hoy: estrato petrificado en la pirámide soc ial. En el Brasil nunca hubo castas porque estas son contrarias a nuestro mestizaje afro-amerin­ do-i bérico .


117

el CHARKHA

Ru eca de h ilar. E n el mo m ent o de rei nt roduci r el ch arkh a (en

1918) , y a no se usaron ruec as en los h ogares indos y Gandhi tuvo

que bu sc ar los ú lt imos m o del os en p uebl os alej ados. Véa se T ak li>

huso col gant e, t al com o lo u san las m uj eres and inas.

Chaturmas

E l p er íod o de cuat ro meses de estaci ó n de lluvi as.

el DHARMA (masc u l ino)

Vocaci ón anc est ral y personal cuyo ejercicio co nl leva sat isf acci ó n

persona l y el cum p limiento co n las oblig aciones soc i ales. In ap ro­

p iadamente t rad ucido co mo "re l igi ón" , mej o r " ley " . Lo con t rario

(véase) es ádh arma , desorient ac ió n, licenc ia, alie nac ió n.

Dharmwar

Hay 2 c iud ades ind as de ese n ombre, una en A ndh ra, la ot ra en

K ar nát ak.

la Dhoti (f emenino )

La dh o t i es u na p ieza d e te la d e apr ox . 1 x 5 m . Idealm en te

blan c a, es usada co mo p ren da inferi or ex te ri or po r los ho m b re. Al

igu al qu e la Sari ( la p renda fem en in a), no t iene co stu ras n i cie rre s

relámp agos, y ésta " sá b ana" se mant ien e en su siti o gracias alas

p li egues.

EA ST IN DI A COM PA NY

Ve rsió n br itánica de lo s Tre ce de la Isla del G al lo. Co nq u ist ó al

subc on ti nent e por m añ a, co me rci o, int riga s, autén t icos y falsos

apo rt es civ il iz ator ios, con vi ol encia mayo rmente su t il y fa risa ica.

"Lo s hu esos de 105 tej edo res baln queab an en 105 cam po s de la

Ind ia" - n o por una conquista et n oc id a sin o por la f alt a de poder

eco nó m ic o de los nativos frente a la Inglate rra p rot agon ista de la

prim era revolución industr ial. Pero Gandh i nunca od ió a los ingle­

ses, al co ntrari o.

Fagan

Cor responde aprox imadam ente al mes de ma rzo .


118

La GITA (B hágavad GITA, fem eni n o) L a G ita co n sus escasas 700 est rofas dobl es es la p er la inc ru st ada en el poema más l argo de l mundo, el Ma h- ab hárata de 10 0 .0 00 estrofas (véase M .), qu e tra ta de una batalla en la cual se en f ren t an parien tes como en A y acuch o y q ue fu e in terp retada po r G an dhi como "l a batal la en el alma d e cad a un o". G andh i la ll am ó su " gram áti c a ét ica ", Vi nob a la ll am ó su "madre", y los patri ota s o sab ios h ind úes (T r'lak , Au ro b ind o) suelen escr ibir su p ropi o com en t ari o de la Gi t a c uya en señanz a, act ivi st a, prescr ibe : "A ctúa , pero ren u nci a a los f ru t o s" . A f ir m a G u ill er m o de HU M BO L D T (e l herm ano de A lejan ­ dro ) : "La Git a es el poema m ás h erm o so y qui zá el ú nic o po ema ve rd ade ram ente fi losófico q ue enc on t ra 10 5 en tod as las li ter af ur as co noc idas " . Segú n él, el aut o r de la G i t J es "u n sab io que h ab la desde l a p len it ud y el en tu siasm o d e su co no cim iento y su se nti­ m iento . N o es u n filóso fo en t ren ado po r un a escu el a que estr uc ­ t u ra su ma te ria l seg ún un m ét od o de te rm in ado y q ue ll ega a los pr inc ipios ú lt imos de su doctr ina sigu ie ndo e l h ilo d e u n en laza­ m ien to ingenioso de las ideas " .

Gujrat (pronúnc iese "gúdjril t" ). a veces " G uja raí " , un a p rovinc i a co mo el Punj áb , Nádiad . Adje tivo y gen t il ic i o : quj arati . L a p at r i a ch ic a, el t erruño d e G and h i. En e l vern acu l ar gud jeráti escr ibió su Aut o biogra fía, un o de su s legados má s p rec i oso s p ues da valo r a un id io ma poco con ocid o; amen a, veraz , es u n a m ina de in f o rm aci o­ nes. Ed ito ri al K raf ft , Ca l le Reco nqui sta 319- 3 2 7, Bu en os Ai res, 1955, T radu cc ió n Manuel Gurre a.

Hardwar Un lugar de pe regr ina c io nes y feri as.

Hári 1. Corr espond e al alem án "He rr" : E l señor , D io s. 2. Cuando se u sa co mo ep í te to d e Vishnú, el Con se rvad or (uno de la trinidad hind ú . O tro es Siva el D est ru ct o r. Fin almente Brahma q ue n i destr uye ni co nserva sino "e s" y " está"). si gn i fic a "el qu e el imina y se ll eva nuest ro sufrimi ent o ".


119 H ind u ismo

Rel igió n antiquísi m a que no co nvierte sin o po r atr acc ión norma l.

En c am b io , los cristi anos y lo s m u sul m anes pro set iliza n com o sea.

H ind ú y j ud i o se nace.

Bud dh a y Gandhi "ref o rm aro n " al hindu ism o .

Hindustan T imes

De c an o d e los periódico s de la In d ia. El segundo de los cu at ro

h ijos de Ga ndh i, a pesar d e su educ ació n rad icalment e an t i-e sc o l a­

r izada, y más bien aut od idáctica, lleg ó a ser su d irecto r.

"1 ncidente de Ben ares"

A pri nc ip io s del siglo, en un d iscu rso m uy fu ert e co nt ra su pom pa ,

G and h i escand ali zó a los pr íncip es. Los m ar aj ás (Ma há radjas) dej a­

ron el estrad o de ho n or en protesta , casi h ubo t u m ul t o . La j uven­

tu d patri ó t ica violent a escuc hó aten t amen te. en t re ella Vi n ob a

Bh ave.

" I nd ian O pinio n", inic iado en A f r ica del Su r , má s t ard e " H árijan ",

tí t u lo del periód ico de lu ch a de Gand h i.

Ka mad henu : la vaca q ue obsequia abu nd ancia

(Pro n únc iese K aam adh eenu ) Co rn ucop ia. V aca m ít ica que co nce­

d ía t od o cu an t o se le ped ía. L a vaca es p ara Gandhi y lo s hi ndúes

en gene ral el sím bo lo de la co m p asió n: ella no hace d año a n in q ún

ser que respire pu es como la hu m ild e h ie rba , pero produce p ara su

ternero l a lech e qu e es un al imento comple to y apr opiado para el

hom bre. E l símbolo de la vio lenc ia sería el "tigre" que t iene que

alimenta rse de seres v iv ient es y no obsequ ia nad a.

el KHADDAR I LA KHADI: tela n ac ion al y manu al.

Ambos té rminos se usan ind ist in ta me nte. Bayet a, cordell eta,

c rudo , lela hecha po r l as p rop ias ma nos o por artesa nos vecinos .

Estéticamente superior (aunque a veces inferior en calidad y

co nfort) a l a tela hech a con lo s último s adelant os de la técnica .

Gandh i recomendó a ric os y pobres el pr oducir y u sar tel a elabo­

rada en la ruec a ;::; el cha rk h a o en el huso col gante ;::: t akl i, co m o

símbo lo d e su independenc ia eco nóm ica y com señal de su sol ida ­


120 ridad con los pobres e impedidos. Término gandhiano clave como lo es "autoabastecimiento". K hilafa t : término relacionado con la autonom ía poi ítica de los c a lifas musulm ane s en los años veinte, en la Turquía vencida des­ pu é s d e la Pri mera Guerra Mundial . el Kum b h Mel a Feria religiosa en u n lugar significat ivo . Para su peregr inación a Mach u Picchu, la "Gra n Fraternidad Un ive rsal" usó e ste t érm ino. La kh : 100.00 0 Cien mil . En cambio, erare: diez millones. el Ma h ab há rat : un libro muy ant iguo. Género: neutro. Lo Mahá­ bhárat (Mahaa: "g rande", como en Mahatma. "Bhaarat" -;::. nom­ b re de la Ind ia ). Epopeya siete veces más ex t e nsa que la Iliada y la , O d isea j u ntas (l OO 000 versos}, "Canta las hazañas de los hom­ bres y las guerras del lej a no pasado, diez siglos antes d e Cristo . C o m o los clásicos eu ropeos, descr ibe batallas en que los dioses se m ezc la n c o n lo s seres h u m anos, al punt o d e que es impos ible saber cuál es la p arte histó r ica y cual la mitológica" (Fischer) . "Como po r una lámpara elevada es alum b rada por la al egó rica GITA (700 versos dobles), en medio de seis capí t ulos antes y d oc e ca p ít u lo s despu és" (Vinoba), resum iendo las fábula s. disertaci ones f ilosófi­ cas y d isc u sio nes teológicas del Mahabhárata, en el momento histó­ rico c u an d o los d o s b andos se preparan para la batalla decisiva. La G it a se in icia c u a nd o el héroe Ardjuna se da cuenta que en las filas o p uestas se en cu e nt ra n parientes carnales (la situación angustiosa de la batalla decisiva de Ayacucho en la cua l 5 m il peruanos lucha­ ron a l lad o del virrey y 3 mil por !a independencia). Má nc he st e r en el candad o de Láncash i re (G ran Bretaña): Ciudad inglesa protagonista de la primera revolución industrial al instalarse all í los telares mecánicos cuyos productos, introducidos a la fuerza en las colonias preindustriales, desplazaron del trabajo a millones de tejedores manuales, causando hambruna. Véase East India Company.


121

un estad o indo; Má Icata, Málabar : regiones indas; Madrás (acento tónico al final), Puna ("Poona"), Nagpu r: ciuda­

Mánipur:

des indas.

Margashírsha:

mes que corresponde aproximad am ent e al m es d e

marzo.

Los Marváris Los poblad ores de la región d e Marva r. Tienen fa m a d e co me r­

ci an t es, co m p arab le en eso a los levantino s, y pr esentes en t odas

pa rt es, co m o lo s gita nos. Hasta en Panam á hay de sus " c asas hin­

dú es". Algunos marva ris son usureros, t odo s so n lucha dores.

Maund

:::= 30 ki los.

Un idad d e peso de varios valor es que osc il an desde m enos de 25

ha sta má s de 80 libra s avoidup ois, utilizado en Orie nte y en Espa­

ña ; en Beng ala eq u ival ía a 100 libra s troy. 30 k il os.

Mogul Empe ro rs, em p er ado res mong ole s:

La Indi a, m ucho de sp ués de Alejandr o Magn o , fu e in vadid a por lo s

mongol es qu e, convert ido s al islam, se qued aron y, al igu al qu e en

España, pro dujer on una c ivi l izaci ó n adm i rab le, m esti z a, t ol erant e.

Los pr ó xim os co nqui st adores fu eron los in gleses.

Muselina Tela clar a y tr ansp arent e h echa co n hi l os d e algodó n muy fin os y retorc idos, y cu y a t extur a es de t af etán . "Mu sel in a de lana, de seda", et c. La m uselina es un tej ido de hilo s lax o s qu e, a pe sar d e su suavi d ad y tra nsparen ci a, es muy só lid o. Sus h il o s d e t r ama sue­ len ser die z vec es m ás fin os qu e lo s de urdimbre. Es teji d o m uy usado en la co n fecc ió n d e cort in as. El o rgandl es u n a vari ed ad de mu selin a. (Larous se d e Ci encias y T écnicas).

Nádiad, Champáran, Gújrat, Punjáb: Regiones de la In dia Návajivan Publish ing Hou se, Ahmedabad 14.

La editorial fundada por Gandhi ("Nu eva V ida" ::: Nava Jiv an)

para difundir su literatura a pre cios eco nó m icos. Sus librit o s ba ra­

tos y de calidad eran accesibles al pobre.


122

La Pancháyat, fem.: gobierno comunal.

La Pancháyat =- consejo de 5 notables en la aldea. Paanch :::. c inco

Pardeshi: no nacional, no solidario, económicamente alienante.

(Pardeeshi es un adjetivo como svadeshi, pero su contrario. Par

ajeno; deesh = país) . Los productos pa rdeshi pueden ser más per­

feccionados y más duraderos, m ás confortables que los productos

svade sh i. Sin em b argo, el patriota prefie re la hermosa olla de

barro, manual, a la de alum inio, fabri cada en serie, por ejemplo,

aunque el plástico par ezca "resistente". Pardeeshi es no confiar en

las fuerzas propias, es f alta de soli d ar idad co n los pobres.

el Pártidar, m asc.: po r heren cia, el ca-p ro p ietario de algún te rr eno

Percal

T ela de algodó n y de l igament o d e taf etán qu e se u sa p ara cam i­

sería y ropa interi o r y que n o es sino u n ca lic ó f ino d e textura

apre t ad a. (Larouss e)

Pice : pen iq ue

Pronúnci ese "país" : pequ eña moneda de cobre cu y o val or era

in feri o r a un cent avo . (Véase Anna, Rupia).

Punjáb ;::. Panjáb (co n el acento t ónico al final).

Región f ért il, atrav ezada po r ci nco :::: p anch rí os, co m p arti da con

el Pak istá n. La p art e inda es la patria de los Sikhs, yen el la bulle

el mismo aut on omi sm o qu e en el paí s vasco (Eu skadi equiva ld ría a

Kh al istan ). Esta d o indo y regi ón pa k istan í.

el Ramáyana (ma sc.) : un l ib ro sagrad o muy qu erido por el hindú

Ga nd h i.

Rupia, mase.: el rup ia.

Signo monetario d el Pakistán y de la India. Fracciones: Anna,

Pic e. Valor: un qu into del marco alemán, qu izás un décimo de

dólar. El sueldo de hambre so lid ar io que cobrábamos los volunta­

rios en la escuela gandhiana era de 35 rupias mensuales, de los

cual es 9 iban a la coc ina comunal.

Sánscrito

Antigua lengua sistemática como el latín (algo sintética como el

esperanto), originada unos 400 años antes de Cristo. Sus cuatro


123

docenas de signos so n ta n fon ét icos que perm it en repr od u cir e l

españo l. En 1958 h ab ían 2 9 2 pu b licac iones o rig inales en sá nscri t o.

la Sari (fe me n ino) P re nd a fe meni na de 9m d e larg o , vé ase dh o t i.

el Shastra (s), (m asc.) sagra da s escr ituras,

e l shastri (s) (m asc .) escr iba.

Los shas tr as son las sagrad as escr itur as hi ndúes. qu e so n m uch as, y

q ue se co nt radi cen com o c u alq u ie r Esc rit ur a. y q ue co n t iene n

algu na s p ágin as in human as. Los shast ris son su s in t é rpr e tes p ro fe­

sio n ales. Gandhi n o acep t ó to dos los co nsejo s d e estos escri bas .

Af irm ó q ue s i algu ien le pod ía probar que el pe c ado de la llam ad a

intoc abi lida d d e los pa rias en su actua l fo rma era parte fu nda men ­

t al del hi ndu ism o. ten ía q ue sepa rars e d e su religión hindú que

para é l era tan q ue rid a co m o su espo sa. Crel a q ue la into cabi lid ad

era un m a len t en d id o de las Escri t ura s.

e l SATYAG RA H "Satyaag ra " (gra fí a usual per o no fon é ti ca :

S atyagra ha )

Lucha no v iolen ta (m asc ul in o, el satyágrah a).

T raduc ido a l co n te xto br asi leñ o. sat yá gra h a ::: " fi rme z a pe rm a­

nente" , al fi lipi no : " A grap p a" .

El t é rm in o no e xist ió a nt es de Gandh r aun que su s co m po ne nte s

sean tom ados de l sá nsc rito . el "la tí n " de la Ind ia . Sa t y a = ve rac i­

da d , la Ve rda d ; ágraha :=: afer rar se a u na cos a o u na id ea : la co m­

bin ació n: ad he sión a la Verd ad .=:: Satyág raha.

El satyág rah fue desa rrol lad o por los res iste nt es c iviles como ar ma

co ntra la disc rim in ación racia l e n e l Af ric a d e l Sur. allí por e l a ño

1900. Lu cha ron co n respe t o. pero f irme me nt e , co i t ra ley es cr is­

tianas q ue . po r ejem pl o . co nvirt ie ro n a sus es po sas casad as po r

ri tos p aga n os en co nc ub in as. Gandh i t uvo éxit o d ura nte su s 2 1

año s e n S udáf rica ; u n o y o t ro e nemigo se con vir tieron en opos i­

t are s y ha st a en am iqos

E n p arte no gé nesis surge n gue rras de libera ció n realme nte sant as a

lo la rgo de la h ist ori a q ue a veces se lib ra n sin m ay o r violencia . Un

ejemp lo recie n te: lo s bo ico ts de Mart In Luth e r Kin g en EE . UU.

E l saty ágra ha t iene e n su a rsen al la hu elg a d e to do ti po : N o co op e­

rar con lo m alo, con lo hum illan te. Ins ist e e n la gran pu re za del


124

combatiente que a veces se expone a peligros mortales y vergüen­ zas. Fracasa y es ineficaz de antemano cuando mi adversario no tiene motivo para quererme. Presupone amor unilateral al princi­ pio de parte del satyágrahi . Cristo inclusive amó s in ser amado. El justiciero no violento e s un " sat y ágr a h i" (acento: antepenúl­ tima sí laba). Un satyágrahi, sin embargo, no es melodramát ico, sino sabe vivir con su s flaquezas y se ríe de sí mismo. Sabe como Sócrates que no sabe. Sabe como Lute ro que las buenas o b ras no le salvan. Ce rca de Gandhi s ie m p re había grupos que se reían a c a rc aj ad as. Lo contrario sería Duráag raha, la lucha heróica por u na gran causa (¿ju sta ?). p e ro s in am o r al op o sit o r, humilland o a ambos contrin­ c a n tes al est ilo d el patri ot a ir la n dés Bobby S and qu e ay u nó hasta la mu erte, o de lo s m á rt ires p alestin enses - t an t o á ra bes como judí os- qu e, por m o t ivos pen o so s d e en te nder, n o ven la luz d e la no vi ol enc ia . El SVADHARMA;: m i deb er irrenun c iable (m ascul in o, el svad h ar ­ mal Crecimi ento esp irit ua l cumpl iend o con la voca c ión y e l e stad o q u e so n mi d es t ino . M i deber persona l no es el tuyo, tú pu edes ser un e fic az c ar ni c ero , yo un traductor m eno s ilus t re - p elig ro s o se r ía troc a r, pu es yo se ría un mal c arnic ero, y tú un mal tr aductor. Svadharma p resupone un co n ce p t o d e or d en ben ef ic io so . N o cor rer a lo s co n f ines del planeta para se rvir , co m o parece e n se ñ ar la d o ct rina cr ist ina , mientras ha y tanto que m ejorar en mi prop ia co nd u ct a. Cad a c ua l n ac e co n su pan bajo e l b ra zo y su o po rt u n i­ dad de servir, que se ampliará a su debid o tiempo.

SVADHARMA lleva al aut o-gobierno personal y nacional. El svadharma de Francis co Pizarra, en Españ a e ra -de c u id a r a sus chanchos, construirles un establo má s bonito, asociarse a una cooperativa de chanchero s, aprender a leer y escribir, merecer la co n f ian z a de los dueño s cuyos animal es ap ace n t a b a, e tc. Los inc as, a diez m il k ilómetros de distan c ia, en el mundo mal llam ado "nu evo", tenían una idea muy clara d el svadharma pu es cad a súbdito nacía con su tarea definida y su programa de vida y, a u n q ue la autocrac ia inca no era democráti ca, nadie pasaba ham­ bre y los an cianos pod ían jubilarse. Nun ca me re cieron e l ca t ac lis­


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mo que comen zó cu an do Pizarra, im i t and o a la con q u ista de

Canaán en la preh istor ia y siguiendo el llamad o d e Jesú s y d el oro ,

los conqu istó y mató a millones, de scompon iend o a las cu lt u ras de

Indoam ér ica. Svadharm a es serv ir, per o la car id ad co m ie nz a p o r

casa.

TAGORE, Rabindranath llamado "The Poet".

Poeta máx imo y nacional, premio No bel d e 191 3. Co lega y var ias

vec es compl emento críti co d e Gandhi . Mú sico , pi n to r, f il ó sofo,

pat riota, trotamundo s, educado r, dramatu rgo, et c. F u ndó l a u n i­

ver sidad de Sántiniketan cerca de Cal cutta.

L a Takli ::: huso colg ante (véase el CHARKHA ::: l a rueca) . A vec es

las c am pesina s and in as y l os gandh ianos cam in an hilando .

T(lak - patri ota y prócer d e la in dep end enci a i nd a.

Como G6 khale (p ronún ciese G óokl e), T ilak es u n p róce r d e la

Independenc ia y autor de un co me n t ari o d e l a G i t a. Til ak era

h indú . Ambo s era n vener ado s po r G an d h i co m o su s 'gu ru s p o l í t i­

cos '. Comp árese como Lanza de l V ast o y H ild egard G o ss-M ayr

eran fuent es ind isp ensabl es d e i n fo rmaci ó n y eje mp lo ex ist en ci al

para Adolfo Pér ez E squ ivel , co o rd i na do r d e Serv ic i o Paz y J u st ici a

par a América Latina y pre mio Nobel de la Paz 198 2 (A r i as Sán­

c hez 1987) . En cambi o, el Oalai L ama (Nobel 89) ven er a a G and hi

co mo a su guí a p o l í t ico " (sin habe rl o v ist o j am ás).

peso eq u iv alen te de 2 1/2 on z as; el pe so legal de un

El Tola: antiguo rupia ; el peso d e 180 gran os.

Túlsidas: un po eta, santo y alfar ero med ieval. Tweed Pañ o de lana cardada, co n ligamento de tela o d e sarga, he ch o general me n t e con hilos de dos col ores que for m an cuadrit os u otros dibujos pequeños, y se emplea para traj es sport. (Larousse)

Y arda: medida inglesa: 0,914 metros, "codo" .

El Vajna: penitenc ia posit iva, ofrenda (p ronúnc iese "y adjnya " ) . Una forma de servir a dios, ofreciendo sacrificio.

Cuando un dis­


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cípulo de Gandhi hizo elexperimento de la 'reforma agraria volun­ taria por consenso', la llamó "BhuDan (bhu =: tierra, da := don)­ Yajnya", pues los sesenta mil kilómetros y más que caminó a pie de aldea en aldea durante 17 años eran para Vinoba una ofrenda religiosa más que un esfuerzo económico - poi ítico. También espe­ ramos que la muy lenta preparación de este librito sea humilde ofrenda a la Verdad. El Yoga!yogui. También un "Yugo" espiritual-corporal que se impone una mujer o un hombre para disciplinarse .


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EPILOGO Y COINCIDENCIA ANDINA: Gan ar el p an de cada d I'a " co n el sudor de la f rent e" APRECIACIONES DEL MOVIMIENTO ARTESANAL por Harris Davis

El sigu iente es el t exto d e una po nenc ia p resent ada por Harr i D avi s ante la A so cia c ión d e A rt esanos Alf areros d uran te su pl en a­ ri o llevad o a cab o en Da rtingt on Hall , en Septiem b re de 1980, En l o s inic ios de l mov im iento artes anal , sus impul so res t ení an una m ot ivació n esenci alm en t e co lect iva. Hoy en d l a, a menu do, esta pre o cupa ción se sacrific a en aras d e u n est il o de vida ind iv i­ dua l. Ha rri s Davis di scute en est e artí cul o las impl icanci as d e dicho fenómeno y cómo nuestras v idas se ven afecta das por las cre ciente s demandas d e una soc iedad de co nsu mo altamente t ecn o­ lógiz ad a. Puede deci rse que en el hemisferio norte el Movim iento A rte­ sanal Rest au rad or fue iniciado por William M orrjs. El fue uno d e los muchos intelectuales que a fines del siglo XIX, compr endi eron con horror las consecuencias espiritua lmente devastadoras de la revo lució n industrial en el ind iv id uo co m ú n y co rr iente. La cond e­ nó como un caso de correlación ent re las ganacias mat eriales y las pé rd idas espirituales. W illiam Morr is tuvo también una profunda


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inquietud social. Se convirtió en un activo colaborador de los pro­ gramas de educación para adultos y fundó un famoso taller artesa­ nal basado en esta preocupación para las víctimas del "progreso". Inevitablemente, este movimiento de restauración brotó de intelectuales que no tenían experiencia práctica con las artesanías. No fue resultado de la protesta de obreros industriales ante la pér­ dida de oportunidades creativas, pues ellos ignoraban lo que habían perdido. En consecuencia. el mov imiento fue dominado por el romant icismo y muchos perdieron de vista el hecho de que la creativ idad artíst ica era sólo una parte de la actividad artesanal y que, de hecho, im p lic ab a rnu ch ísimas faenas y duro trabajo manual. L as magn ífi cas ce rámicas de lo s pueblos p rimit ivos pre­ industr iales f ueron el resultado de un enfoque donde lo creativo no er a más qu e un incid ent e inc o nscie nt e d e una larga cadena de ta reas física s ext enu ant es. Los rest au racioni sta s desarrollaron el con cept o de que un artista pod ía y d ebía esc ap ar de todo esto, y fue as! que un irrea lis m o rom ánt ic o infiltró el movimiento. Elori­ gen social de los fundadores de este movimiento los ll evó a odiar l as máquinas. Su erud ic ió n clásica no lo s auto rizaba a lidiar con lo aparatos m ecáni cos. Como d ijo con fran quez a Arnold Toynbee, el erudito h istoriado r un iversal, en sus "M emorias" . No se t rataba de subord inarlas a las necesidad es del homb re. Eran simpl em ent e algo que deb ía evit arse. En co nt raste co n est a po sición , lo s alfareros prim itivos asu­ mían un enfoque holíst ico, autodidá ctico y de autoconfianz a que les p erm itía dom inar t odos lo s aspecto s de su ofic io, desde la ex t racci ó n de la arc i ll a hasta la term ina ción de la vasija. La reco­ lección de comb u stibl e y de mate r iales d e esmerilado ent re do s p ied ras era tamb ién p art e d el trabajo. E ran, y algunos todav ía siguen siendo, gent es que mu cho confiaban en su juic io e improv i­ sació n. Cuando el Movimiento Artesanal empezó a florecer al comen­ zar el siglo , ya hab ía p roveedo res que abastecían de materi as pri­ mas a la ind ustri a alfare ra. Este es un ejemplo de la especializa­ ci ó n y divi sión de labores que se desarrolla en forma natural, acomp añando el avance social y tecnológico. Hasta ci ert o punto, el lo fue positivo ya que racionalizó la economía y hasta enriqueció la vida co m un it aria. Pero hace mucho qu e hem os "superado" ese c ierto punto . Viv imos en una soc iedad que desapru eba el auto­ abstecimiento y la autoconfianza y se esfuerza del iberad am ent e por alcanzar grados muy altos de dependenc ia; y la gente, incluso


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los artesanos, obedientemente creen en su su b o rd in ac ió n a limita­ ciones impuestas por la div isión de labores . El he cho de que un sistema de aba stecimient o indu str i al ex is­ tiera a fines del siglo XIX - cuando se ini cia el m ovimi ent o art e­ sanal-, creó una situación en la cual los nuevos arte sanos iriq resan a la actividad cuando ya la mitad del pro ceso ind ustri aliz ad o r se había llevado a cabo . Esto es, con una profu nda Ignor an ci a acer ca de las materias primas, donde pod ian encontr ar se, qu é asp ec to tenían, y cómo se podían co n v er t i r en algo útil. En otra s palabras, la historia de los oríg ene s geo l ógico s d e las m aterias p rima s que un alfa rero util iza, era un lihr o acab ad o y, aunque p are zca sor pr end en t e, aún lo es. Con est a co m b i n ac i ón d e igno ran cia y r o m an t ic ism o, su m ad o s a un pr ofun do d esagl ado an te la s máquinas, lo s rest auracionista s d e las art esania s n o te n ían l a m en o r inclinaci ón po r en f re n t arse co n un en fo q ue h ol íst rco ni d e rev iv i r l a autodidaxia y autoconfian za del artes ano p re-i ndu st rral. Sin embarg o. a pe sar de su renuncia a us ar máquin as, su d epen d e n­ c i a resp ecto al comerciante que lo s abastecía, e n realidad sign i f ica ­ ba que la s odiada s m áquinas eran utilizadas par a e l los - pe ro p or una tercera persona, en algún lugar "sufici ent em ente" distant e. Todo esto además representaba una r az ón d e má s pa ra dep o sit ar co n f ianz a excesiva en un m erc ado abu nd ant e. Debemos recono cer que si la experien cia del cont ac t o direct o co n l as sustancia s primaria s con stituy e p art e de un of ici o in tegra­ do, y si es, además , algo que necesitamo s tanto e n término s pr ác ­ tic os como sicol ógico s, d e bem o s entonc es acerc arn os a ellas rac i o­ nalm ente como parte import ant e de nu estra heren cia tecuoló qic a. No p od emos aspirar a que la ar t esarua desempeñe un pa pel soci al p ráctic o en l a sociedad de hoy sin ac ep t ar igual m e nt e la nec esida d de tener un mayor do mini o d e su tecnol og ia - al me n os en aque­ llo, hoy olvidad o, que fu era útil para el homb re hasta el pr im er cu art o del presente sig lo. Tampoco podem o s d em o st r ar qu e somos capaces de presentar una contr ibuc ión válid a de proyect o s para una sociedad alternativa , mientras no lo hagamos. Si acepta­ mos la frase de Henry Ford de que "la historia es pura palabren a" e ignoramos el hecho de que por cada nueva pieza de te cnol o qr r adoptada, una m ás antigua es olvidada, lo estamos haci endo bajo nuestro propio r iesgo y nos volvemos cada día más dependient es e inválidos. Algunos de nosotros hemos avanzado más all á del concepto romántico de la actividad artesanal. Hoy tenemos la opción d e usar tecnología olvidada y menospreciada para preservar nuestra


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cordura; esta es una forma de protegernos contra la loca carrera en pos del "progreso" por razones ajenas a la humanidad. El Dr. Schumacher, autor del libro "Lo Pequeño es Bello", le dió a uno de sus subtítulos un profundo significado. Lo denominó "La Eco­ nom ía vista como si el factor humano tuviera importancia". El Dr, Schumacher fue un economista de profesión y por lo tanto realmente conocía y comprend ía el problema: todos estamos entrampados dentro de un sistema económico que sigue su propia dinámica cerrada y es claramente indiferencia ante las necesidades reales del hom breo Si tomamos la dista ncia necesar ia de la óptica predominante en el mundo ind ust rial y comercial apreciamos con toda claridad que muy poco de lo que se hace en este mundo toma realmente en cuenta a la gente. Yen ningún lugar se aprecia mejor lo dicho que entre 105 de spojados y pobres del Tercer Mundo . Después de vivir siet e años en el Perú, constaté por partida doble que ni la tecnolo­ gía moderna, ni el modelo en que se basa el me rcado internacional, van aparejados con los intereses de la población despose rda de privil egios, tanto del Primer Mundo como del Tercer Mundo. Se busca el desar rollo tecnológico al servicio de la industria para log rar ventajas comerciales y no para beneficio de la pobla­ ción a pesar de lo que digan los industriales. Cada innovación tecnológ ica viene acompañada del rechazo hacia la precedente. Si ret rocedemos en el tiempo, hasta alcanzar las tres últimas innova­ ci ones, veremos que su recuerdo se ha esfumado - se ha olv idado. Lo s industriales y los hombres de negocios parecen tener sólo dos ideales en mente: la automatización de los procesos y la elimina­ ció n de la mano de obra. Cada vez mayor producción es realizada por menos gente. Por ello considero que los economistas contemporáneos opi­ nan que una economía es saludable sólo si es una economía en expansión. Están obsesionados con el crecim iento y necesitan estarlo. Es obvio que la velocidad de redundancia creada por la automatización no la debemos tolerar, a menos que se inventen nuevos producto s que empleen la fuerza de trabajo excedente. Cabe señalar, sin embargo, que la automatización no es un fenó ­ meno que haya aparecido súbitamente con el advenimiento de los aparatos elect rónicos. Es una situación hacia la cual la fabricación de herramientas -aquella inclinación especialmente humana- ha


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estado orientándose a lo larg o de m uchos años. Cada herramienta, debido al cre ciente control que brinda sobr e los materiales, consti­ tu ye u n paso hacia la automat ización . L o que h oy día vem o s, no es más que una terrible aceleraci ón d e d ic ho proceso. Podríamos decir que se trata de una et ap a final en la cu al la he r ramienta se ha impuest o, y ha d eja d a los fabri cant es d e h er r amientas oci osos y con fundid os. Ya no les queda sino sen tarse com o id iotas y obe de­ cer los d ietados d e este uten si l io com pl ejo , con su m iend o lo q ue éste p ro d uce. N o o bst ant e, l a fue r za de t rab aj o excedente d ebe ser utiliz ada en to nce s haci a la co m pensac ió n y el estí m u lo del ávid o deseo d e L UJO de la soc ied ad de con su mo . H ay un pr oc eso co no­ c ido po r lo s econ om ist as co rn o el " p rin c ip io de l a raq uet a d e t eni s" que t rab aja im p lacabl em ent e p ara c rear l a il usi ó n de q ue l os lu j o s son en real id ad nec esidad es. En ot ras p al ab ras: para c rear un est ado de depend enc ia. E ste es el p roceso que d o m ina nuestr o est ilo de vida y ex p lic a el por qu é los paí ses de sar ro l la los d isp o ne n de una fra cc ió n t an af ren to sa despr op o rc ion ad amente grand e de l os rec u rsos m u nd ial es. Ev id ent em en te, la c reac ió n d e u n estad o de de pendenc ia es u na co nsecu enci a in ev i table de la co m p lej id ad cr ec ient e de l a tec no log ía avanzada. Es ind ud abl e que l a aut ocon fi anza , aut on o­ m ía, aut odi d ax ia y aut o ab astec im ient o de la c lientel a no fo rm an pa rt e d e lo s p l anes in d ust ri al iz ado res. O tra cara cterí st ica de u n sistem a q ue se basa en la alta te c no­ logí a y la au to ma t iz aci ón, es su necesid ad d e cont ar con técn ico s al ta m ente c al i f icado s. H ay po ca dem and a de t rabaj o pa r a lo s me nos t alent o sos y men o s cal i f ad os, y n i gu n a p ar-a aquel los que t engan t alen tos muy d e fic ient es y ca rezca n d e d ip lom as. E l h ec ho de q ue cada d ía se necesi te un gru po m ás red uc id o d e gente q ue a su vez t en ga un a m ayo r especi al izaci ó n, sign if ica asim ismo u n núm er o c ad a vez m ay o r- d e ot r a gen te inc ap az de enco ntrar un em pleo en un a soc ied ad donde sól o t alen t os y hab il id ad es pueda n ser ut i liz ado s. Imp lic a da ño a la auto est im a y sign if ic a para u na cant id ad de gen te ex asperac ió n, m argi nali zación , desesperació n, dr ogas y vand ali sm o . E st a co m b inac i ó n de al t a te c n o lo gía, auto m at iz ac ió n y ca li f i­ cació n técni ca ha p ro vo cado u n c rec im ien to eno rm e en l a d imen­ sión de las emp resas ind ust r iales, y ésto t iene a su vez un im p act o en el t ercer mu n do y - lo q u e es má s- en el desarro llo mun di al.


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Tanto las herramientas como las maquinarias comparativamente simples de hace cincuenta años han desaparecido del mercado, y por ende se ha vuelto muy difícil y muy costoso montar una empresa en pequeña escala, esto es, a escala humana. Este fenó­ meno es particularmente desastroso en áreas distantes y remotas. Facilita a la vez las actividades de las corporaciones transnacionales que operan en gran escala. Estamos así frente a una situación donde el individuo común y corriente se vuelve cada vez más indefenso -más dependiente­ y cada vez más urbano. En el tercer mundo ésto constituye una situación trágica que se traduce en el estancamiento de las pobla­ ciones remotas y en un mayor estimulo al crecimiento de las ciudades que ya están sobrepobladas. Las ciudades están sobrcpo­ bladas por doquier e, irónicamente, cada vez más se vuelven luga­ res donde la vida es insoportable en tanto que para distracción y pasatiempos gratuitos mejoran sus facilidades y zonas. La obsesión por el confort físico y el consumo va de la mano con el aislamiento . Tant o los ocupantes de conjuntos residenciales como los habitantes de las casas situadas en barrios periféricos, se hallan increíblemente aislados entre sí . La televisi ón, tal como es utili zada sin límites, bloquea incluso la comunicación entre los miembros de la misma familia. Lo que es peor, ahora se sabe que quita a los menores la posibilidad de art icular sus ide as, de expre­ sarse y de desarrollar la lectura . Fuerzas siniestras han sido liberadas y entran en acción: cada año se diseñan nuevas medidas para imped ir o para evadir la violen­ cia. Ya nadie en su sano juicio camina sólo de noche en una ciu­ dad . Salir de vacaciones sin dejar la casa ocupada es invita r al robo. Y ¿cuál es la causa? Podríamos pr eguntarnos. ¿Es que nadie ve acaso lo que es tan obvio? ¿O tal vez sucede que lo ven, pero se sienten incapace s de enfrentar a estas fuerzas que escapan de su control? En los países desarrollados, tenemos rápidamente una cre­ ciente cantidad de jóvenes resueltos a liberarse de la ciudad, huyendo de ella y buscando un modo más simple de vida. Para ello tienen que escapar de su dependencia de las sofisticadas máquinas industriales. La restauración de las artesan ías es parte conspicua de este movimiento. Pero en este caso, las artesanías descienden directamente de la producción aldeana y pre-industrial


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ni d e la industr ia campesina, sino de la resu r rec c ió n a rt ific ial de dicha época, por románt icos que odian las máquinas. La mayor parte de las veces, estos jóvenes se encuentran mal equipados para salir adelante, debido a sus antecedentes urba no s que los encas i­ llan en la estrecha especialización y debido a una total ignoranc ia acerca de la im po rt a n te pero olv idada tecnologla de ayer y anteaye r. Co m o ex plicamos anteriormente, el movimiento de restaura­ c ió n d e las artesanías, desd e la época d e Will iam Mo r ris, ha sid o p ros eguido por una industri a de abast ec imiento y bricolaje qu e se expande rápi d amente . Iró n ic am ente, ést a última ha creci d o much o más rá p id o que el p ropio m o vim ie n to d e restauraci ó n a rte­ sa n a l. La raz ó n de e llo se ex p lic a po r e l hec ho d e q u e , e l m o vi­ m ien t o res t aurac ion ista gen eró más int e rés en t re las ins t it u c io ne s edu cat ivas y la gente q ue pr ac t ic a p asa tie m p o s qu e en t re lo s ar te­ sa no s se rios q ue act ú a n so b re una b ase eco nó mi c a re a l, o se a, t ra­ t and o d e ga n a rse la v id a y d e se r hu m an o s al m ismo ti em p o . E n gen e ral pued e d ec irse q ue las ins ti t u ci ones ed u at ívas di s po ne n amp liam ente d e rec u rso s p ú b lico s fin an ie ro s y q u e la gente q ue se ent ret ien e co n p asat ie mpo s a rte san ales son p e rso n as co m p a ra ti va­ m e n te adine rad as que t ie nen ot ras fu e n tes de in gres o o p ro p ieda­ des. N ingu no d e e llo s se e nc u e nt ra baj o la ob ligac ió n de se r re al en té rmi n o s p rá ct ico s y de l pa n d ia rio . La in d u st ria d e l abast ec im ien­ to h a torn ad o es to en co n sid e rac ió n y la con sec u e nc ia es el su m i­ ni str o d e un a abu nda nc ia d e cos to sos apa ra to s y mat e riales, y m u y po co s ce ram is tas pa recen e nterarse q ue h ay alte rn at ivas d e m en o r co sto . La mayo r p arte d e l eq u ip o q ue se o fert a ti ne u n d ise ñ o m uy po b re y se acerc a m ás a un juguete q ue a u n a p ieza d esti n ad a al t ra b ajo . Lo q u e es pe or, p rov ocan u n a se n sac ión de d esamp a­ rada depende nc ia qu e f re na e l im p u ls o d e acabar o n e ste absurd o cons um ismo u rbano y m in a lo s esfue rzo s de aq u e llos qu e lo in te n­ t an . En el c o n tex to de l Terce r Mundo , d eja a lo s c am p es in o s y sus a n tig uas c ul t u ras d e sp ro vist o s de un va lo r prácli co de su pe rvive n­ c ia, dejándo les co m o ún ica a lte rn at iva e l tu rism o y son ac o sad o s por un a ava la nc h a de ré p lic as ind u st ria les. E l ind ividu o se vu e lve u n a vícti m a in d e fe nsa de las f ue rzas ec o nó m ic as, le janas y más allá de su con t ro l, su a ut oes t im a e instint o auto didácti c o qu eda n d es ­ tr o zados- t a n destr o z ad o s co m o la de lo s jó ve n es ur ba n o s de nu e st ra próspera socied ad cu a nd o co m p re nden q u e las dr ogas


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representan una tentadora vía de escape y el vandali smo se vuelve la expresión de la exa speración. Personalmente considero qu e se viene llevando a cabo muchos intentos y e xperim entos con formas alternativas de vida y de trabajo, y que éstas son parte de un renacimiento espontáneo de la aldea. Ev identemente tamb ién con st ituye una re ac ción del joven urbano ante la e x a spe rac ió n que desc ribí anteriormente, y es lamentable que e nc ue n tre una fuerte oposici ón del sist ema prácti­ camente en toda s p a rtes. Durante mucho s años tuve int er és e n explora r 105 acercam ien­ tos alternativos a la tecnol oqra, pero sólo e l d es af ro de la impot en­ ci a q ue observé e n lo s Andes m e es t im u ló a lleva r a cabo un e st u­ di o ace rca d e la t ecn ologí a olvidada en el terreno de la in ge n ie r la m ecánica, la c ua l, si se asume en su integridad, cub re aspectos muy pr ó ximos a los de tod os los recursos e xistentes en los talleres m ecáni co s. Lo hace a un c os t o dram áticament e men or y rep res en­ ta p or lo t anto u n pa so importan t e ha cia la in d e pe n d e nc ia de los pueblo s de spojad os d e p rivil egi os del Terce r Mund o. aSI co m o para aquello s que buscan u n a sa lid a de la m ar aña con sumista e n el P rim er Mundo . Los resultad os de do s c ur sos su cesi vos dictados e n el " 8 a n ff Cent er fo r Continuing Educati o n" de Canadá - re acci o ­ nes a l e n t usi as m o y p ro d uc t iv id ad en los est ud iantes- e vide nci a n q u e este recurs o re pr esent a , tal vez p or p rim era vez , la p o sib ilidad d e q ue u n m ovimi ento al tes an a l pu eda cu m pl ir su mi sión , t a l c o m o la con cibi e ra Willia m Morr is : la de ex p res ar en término s prácticos la preo cup aci ón soci a l qu e él m an ifestara ta n enfá ti ca­ m ente. Fuen t e: Ce ram ic Revie w No. 76 - E E U U 1981


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TESTI M ON IO PERSO N A L 1955 - 195 7 Konrad Bo rst ha vi v id o durante c inco est acione s (seca, frí a, húm eda, seca, fr ía), o sea mucho m ás de un año en Sévag ram co m o edu c and o y ay uda nte en la escuela d e arte s y ofi cios inst al a­ da por Gandh i. Refie re ento n ces: "Así , al lle gar a la alde a-com una co m p ré m is p ri m eros pl át a­ no s a un vendedo r que se ap el l id aba Gand h i. M edi o mu nd o se llama G and h i, Casta ñeda, C hang, Schm id . .. " "Tuve d os con t acto s co n el penúlt im o de 10 5 cu at ro hi j o s d e Gandhi . E l p rim ero h abía m uert o en d esacue rd o co n su pad re, ad ict o al alco h o l y co nve rt ido a mu sulm án, a o t ra reli gió n ; el cuarto era el editor de un per iód ic o grand e de la I nd ia; el segu nd o muri ó en la car eél en Sud áf ri ca; el cuart o , Rámd as, vivía t od av ía y ha b í a f racasado en su enc omen de rí a, al act u ar co m o o bj et o r de co nc ienc ia contr a el f au. ic ant e d e un prod uct o de necesid ad gene ­ ral -l a l interna k ero seneq ue el fabric an te q uer ía vend er co n una pu b licid ad n oc iva al an al f abet o no in fo rm ado " .

1. "El luga r de esa escuela en Sév agram es un a pam p a d on de hay mu ch o polvo . En algun a o port u n id ad m e di el gu st o d e escup ir en la c al le. Me vio un homb re muy delgad o , d e vestim enta pulc ra y senci lla . Me reso nd ró am abl e y f i rm em ente sin cono ce rme: "Los camp esin os siempre escu pen y no saben q ue así ex po ne n a otros al p el igro del co n t agio de la tub erculosi s. U sted d eb e tapa r co n t ierra su saliv a", m e dijo Rámdas, " m ás o m eno s como h ace el gato con sus excr eme nt o s" .


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2.

"Rárndas Gandhi en otra oportunidad mencionó cómo su padre, el manso Gandhi, se había exasperado con él y lo había resondrado, salvándolo . sólo su madre. {La esposa de Gandhi murió después de 62 ~ños de casada con él, analfabeta a pesar de los esfuerzos de su esposo, que, sobre todo en los años pasados juntos en la cárcel -con ella y sin ella en total 2338 dras = seis años, se había esforzado en enseña rle a leer y escribir)". 3. "Un día abr mi correo en la baranda de aquella histórica choza donde los patriotas habían tomado la resoluc ión famosa de "Quit India" : isalqan de la India!, dirigida contra la entonces todopoderosa Inglaterra. En el sobre se encontró un folleto de turismo de la embajada alemana, mostrando un hermoso castillo con sus torres y baluarte s. Rámdas Gandh i comentó sin ser pregun­ tado, en un modo que no me hirió, pero que era bien claro : "A nosotros no nos interesan los príncipes, sus guerras y sus posesio­ nes" . Indudablemente, en una guerra campesina, Gandhi hubiese tomado el lado "de los de abajo" pues, como rnedij o el hijo de su secretario Desai : "Bapu fue el abogado de todo el mundo". í

4. "A propósito, este hijo de Mah-adac Desai me criticó cuando vio que, después de med io año de permanencia en la comuna labo­ ral, mi hilaza todavía sal í a con nudos e impurezas mientras que otros practicantes ya hilaban con cierta perfección . A propósito , este señor, nacido en 1924, cuando muchacho, habla pasado a máquina lacart a que Gandhi dirigió a Hitler, durante la Guerra Mundial" , "Estuve de camarero de un anciano alemán (por cierto, bien 5. renegón) que había colaborado con el abogado Gandhi durante los 21 años de aquel en Sudáfrica. El señor Cardes fue el último edi­ tal' de "India Op inion" y presenció el nacimiento del "Satyágra­ ha", El resum ió su impresión sobre el joven Gandhi variando una fórmula del Antiguo Testamento : "He was his brother's keeper" : Gandhi era el cuidado r de cualquiera como si fuera su propio her­ mano. 6. "A veces su rg i a en mí la duda de si Gandhi no era un farsan­ te, pues nadie podía ser tan bueno. Todos los dras escuché la ple­ garia con oraciones musulmanas, cristianas, hindúes, etc. Me dije­ ron que Gandhi había sido asesinado por un escritor muy creyen­ te y defensor de la pureza de la religión hindú, quien acusaba a


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G andhi d e ent regu ista a la re l igió n ene mi ga. Un d ía descub r un libro que el asesin o h ab ía escr ito, con el titulo "La consp i rac ión de Gandhi con lo s musulman es". D esd e en to n ces cr eo que Gandh i murió por la tole ranc ia y el am o r, au n al ad ve rsario " . í

7. "Para Am éri ca Latina ti ene rel evan cia el vinc u l o d ialéct ic o que G andhi establ ec ió entre la pol ít ic a y l a vida pr ivad a. Los gen e­ rales B ol ív ar y San M art ín fu eron hé roes, y f u er on elocue nte s so bre l os con cepto s d el hon or y la libertad . Pero Ga n d h i l im p i ó ca l lad a y eje m p l arm ente las let r i n as el e l a gent e po b re" . Q u iz ás se le p ued d esc ri b i r C0 ll10 un a c o m bin ac ió n de San M ar t ín F ray E sco b a per ua no , c on el San M art ín Gen e ral i be r ta­ da r " . " E l agregó un a di m ensió n in t eresan te al h ero rsm o : no l ene r mi ed o , c l ro está, p ero n o in f u nd i r m ied o a n adie , eso es nu evo , da nd o a ot ros la o po r t un idad de dev e n i r hér oes" ,

8. Los gand h ian o s a t iemp o comp let o h acen " on ce vo t os" l os cu ales " p ro m et en ob servar c o n hu m i ld ad " ( pu es h asta h ay h u rn il­ dad o rg u ll osa): 1) la n o v io len c ia 2) la bú sq ued a d e l a Ve rda d (p o r ej . m ed ian te la p ráct ic a de la verac id ad co n t ab le) 3) " no roba r " , en el sent ido de l an arqu ista Pro u dh on : " la propr ié té cest le vo l " . 4) u n a sex u al id ad al ser v ic io d e la f am i l ia, de l p ró j i m o y de d io s, (" c ast i­ iad " ) 5 ) F rugal id ad, au tod epe nd enci a : no tener nada , per o nada de su p érf lu o 6) lab o ra l man ua lmen te cad a o ía p ara so l id ariz arse con las may o r i as, e tc. 7 ) Co me r (c o m o si f uer a un a m ed ic ina ) só lo pa ra v iv i r 8) No tem er a n ad ie, n o ser tem id o p or n ad ie 9) Res­ pet ar po r igu al a to d a cr eenc ia. sect a, co nv icc ió n , ate is m o 10) Pre fer i r I p ropi o , lo casero , lo d el vec i n o y d el terr u ño a lo al ie­ n an te y l o anó n im o : Svad sh i, en qu ech u a : L L A Q T A PI R U ASQ A 11) N o ex cl ui r a n ad ie, no ex c om u lgar a nadi e, abo l ir la in t oca b i l i· dad .

ASHAD EVI , Ejempl o Imperativo 9. A shaD evi, alumn a d e R abi n d ra T aqo re , jun to co n su esposo A rya n áy ak an, en 1936 se p uso bajo l as ó rd ene s d el l ib ert ado r G andh i, d iri giend o su co m u n a-escu ela labo ral, modelo pa ra la reforma de la ed uc ació n , La prime ra mit ad de su v id a la d ed ic ó a


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las Bellas Artes, la segunda, durante 30 años, en uno y otro ejem­ plar villorio entre las 560 000 aldeas de la India, dió ejemplo y pre­ dicó la higiene y pediatría a los campesinos. Su símbolo podría ser la escoba: cada uno debe encargarse de la limpieza de su pro­ pio retrete, nada de servidumbre. Simultáneamente aprendió patriotismo de los explotados, creadores de la plusval ía. El traductor la vió recorr iendo estepa y selva, delcalza, bajo un sol abrasador o mojada por la lluv ia, y viajó con ella en tren, de tercera clase. Ya era tuerta, soportando con el pueblo las conse­ cuencias de la falta de médicos en el campo . Una terapista de los "intocables" que a pesar de que merece toda nuestra simpatía, lo que no significa que no tenga defectos, rehabilita su dignidad creando motivación: en teatro, artesanía o salubridad popular. Mad re por vocación, ingeniaba empleo para los ociosos y recetaba alegría a los viciosos... Como toda buena gandhiana , com ía po co, hilaba antes del am anece r en silencio , y, pulcra, vestía solo las telas que el pueblo teje todavía a mano, crudas y bellas. Su conducta aspiraba a la co n t i nenc ia de los sent idos. La hermo sura de esta anciana inspiró frases d e admiración y gracia a un embajador norteamericano en su informe dipl omático . Murió a los 70 año s; la so b revive una hija casad a que no comparte su afane s. Nacida en la casta de lo s sacerd o tes, AshaDevi, en perfecto sán sk ri t o (idioma ya no hablado, como el latín) recitaba la G ita, aquella escr itura hindu que se desarrolla cual d iálogo entre un chofer, realmente Dios, y su pasajero, el héroe en aquella batalla histór ica y san grien t a donde se confrontaron p ari entes en filas opuestas - com o en Ayacucho . La conti enda decisiva, pretexto para el canto celestial, fue interpretada por Gandh i com o una pará­ bola por la lu ch a en el alma. Con otros sold ado s por la Independencia, A shaDevi se entre­ gó man samente al juez po r infracciones a las leyes coloniales, pur­ gando dos años en la cárcel, años que parali zaron su colegio labo­ ral . La conquista del miedo permite somet er la doctrina de No Violencia::: Di os -=- la Verdad a una serie de experimentos vivencia­ les que arrojan errores y aciertos, avanzando paso a paso, "cada día con su afán" y no más, con la atención anclada en la pureza de los medios, esperanzado que el fin bueno llegará por añadidura. Algo concreto, como la veracidad en la contabilidad, importa más que algo grandioso. Por vias profanas, científicas encamina el


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serv ic io al prójimo hacia la Plenitud. AshaDev i lamentaba las sup erst icio nes de la rel igió n hindu (que provocan un an t i-c leric ali sm o ) y era partidar ia de las refor­ mas . Una de estas revoluc ion es rel ig iosas la pu so en marcha el "perfecto" Buddha, antes de la era c r isti an a.

A d iferenc ia de M aoTseTung, no le fue dado cu lm in ar su o b r a educativa. Ni el "pad re de la pat r ia" , Gan dh i, lo gró reform ar la soci edad h indu . Tan solo " aramo s el ma r" de l os p r o ble mas, co mu nes al Tercer Mun do . D esan imado s qu izás por t anta s f laqu ezas h u m an as, rec o rde m os q ue nuestra esper anza es el viv ir sin daña r a o tro s sere s, aq uí lla m a­ do "n oV iol encia", ó no- co op erar con l o mal o, y no es preci samen · te el éxito a cu alq u ier costo . Los m edi os buenos pued en ju st ifi ca r l os f ines, q ue vend rán po r añad id ura. El hambre fís ica y esp ir it u al se sati sfac ra cu ando sus alu m n os, en m edio de tanta apa tí a, cel eb ráb amos las f iestas folkl óricas. En su ex presió n d e p az y bell eza, equ il ib rio de l al ma, el art e mil en ari o con ti ene la sup erac ió n de l mar gin ado, y reconcili a a gr ingos con asiát icos, sab ios con ignor ante s, in cap aces co n c apac es. L os adobes d e Puru chu cho rec ue rd an al t rad uc t or el escena­ rio d e la vid a de A sha De v i, col ega de G an dh i. As h a signific a E spe ranz a. . . . Canta Rabi nd r a T agore : D ormí y so ñé j slep t and d ream t Que la vi da era gozo. th at life w as joy o D espert é y v í I aw o k e and saw Qu e la v id a era deb er. that l ifewas d uty . , aeted and a beh old: T rab ajé y compr end í Que el de ber es gozo . Du t y is Joy


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10. COMO VIVEN LOS N IÑOS CAMPESINOS DE LA INDIA. Konrad Borst

N osotros viaj amos por ti a a uno de estos puebl ecitos al ot ro lado del mundo que es lejos, pero tan lej os, que allá la gente esta­ ría co n la s pierna s h ac ia ar riba po rque la tierra, c o mo ya sabes , e s re d o nd a com o una naranja, de m an era qu e las pi ernas en t od o luga r de la tierra s ie m p re apuntan hacia el ce nt ro d e est e pl an eta . Esos pu eblos són tan tos qu e na d ie los pu ede c o n t a r, so n c omo las es t re llas e n e l c ie lo; exa ctam ent e 560 mil . E n su s casa s de adobe (qu e se c o ns t ruye n ag reg an d o es t iérc o l de vac a pa ra hacerlas más co nsis te n tes ) viven la gen t e qu e allá se llam a "i n do " y aqu í " ind io " . De noche, igual qu e aquí en la Si err a, no hay lu z sin o linter­ n as a kerosene ; cada cas a ti ene su perrito y, com o lo s padres n o tienen leche de vaca, casi sie m p re toman de cab ra ; com en plátanos, m a ngo , maní y chan caca. Cuando hay una fiest a d e m atr imonio se s irve arroz con leche. Sus vicios son el c iga rro y algo co mo la co c a qu e malogra los di entes y ha ce que la bo ca siempre esté roja . A su s vacas, no las comen, y hay un día en el año q ue se hace u n a f ies ta al ganado: las vacas y los bueyes (cebú) son maqu illa dos alegremente y adornados con cintas y adornos reluci entes. En cad a c asa encuent ras unos cinco n iños que se pelean, que se ayudan igu a lit o que aquí en el Perú . Sus nombres pueden ser Rachu, Várrumal, Udu, Ravel. Ellos tratan de estud iar en la ci u ­ dad para supera rse, pa ra ga n a r mucho d inero, pe ro el día que tienen una bonita casa en la cap ital ya no regresan a las cobachas de sus pad res.


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y como nadie regresa, las aldeas de la sierra siguen tristes. ¿Cómo podría cambiarse, mejorarse la vida del campesino? -El único camino es que los que saben enseñen a los que no saben, que los campesinos enseñen a la gente de !a capital, que los hijos estudiados regresen con sus conocimientos a las barriadas y lim­ pien las calles, cult iven el campo, ordeñen las vacas, etc. En la India moderna el gran Gandhi ha inventado una escuela que enseña los oficios que tos niños y lo s padres d eben saber para vivir m ás felices. Nosotros hemos conocido a esta escuela nueva ; en ella uno se admira porque los niños trabajan 3 horas al día, sólo po cos m omentos se sientan en la carpeta. El profesor con ellos. Los acompaña t rab aj and o, es artesano o campesino con un gran co razón y m ano s h áb iles. En esta escuela nueva no hay servi­ dumbre; los niños se rep art en t odos los t rabaj os. Con la ayuda de los gr andes lavan, coc in an, plantan, co sech an, reparan, limpian y est ud ian len guaje, art e, geogr af í a, m at em át ic as, escriben un diari o q ue el profesor revisa cad a día. Su p rop io parl am ento e ligen res­ po nsab les p ara c ada t rab aj o y un presidente. Aprenden a no ex p l o ­ tar el t rabajo d e o l ro s y reza n po r la paz en el mund o. Los ma est ro s deso bedec en hasta c ie rto pun to las leyes, ya que in cu l can a lo s n iñ os a no cumplir con el servic io militar obl i­ gatorio. L A PRE N SA, 1 de m arzo de 1975


143

AL LECTOR M e agr ad ar la dec i rle al so líci to lector d e m is escri t os - y a todo s lo s q ue esté n interesados en el los- qu e no m e preocupa en absol u to m ost rar una su perf ic ie de coheren cia. En m i búsqueda d e la Verdad he desca rta do mu cha s id eas y apr en d ido m uc has cos as nu eva s. A pesar d e m i ed ad avan zad a, n o t engo la sensaci ón de haber dejad o de cr ecer interiormente, ni ta m po co de qu e m i cr eci­ mi ento se d et endrá c o n la dis olu ci ón d e la carn e. Lo que m e p reo­ cupa en t odo moment o es mi di spo sición para obe decer al ll am ad o de la V erd ad, que es m i D ios; po r l o tan t o, cu ando algu ie n enc uen­ tre alg una co n t rad ic ció n en d os escrit os m i os sobre el mi smo tem a, si aú n t iene fe en mi sensatez, had a bi en en elegir , ent re ambo s. el últim o .

M . K. GANDHI Har ij an, 29- 4- 1933 , f).2.



145

BI BLlOG RAFIA

1.

L anza del V asto , en fra ncés : Ed . D en oel .

2.

Louis Fisc her L A V ID A del MA HA TMA GANDH 1, [ d. Peuser, Buenos A ires 1956 .

3 .

M . K . Gand h i A UTOB IOG RA F IA o M IS E XP ER IMENTO S CO N LA VERDAD, Col ecci ón Cúpu l a, Edi tori al Gu il le rrn o K raft Ltda ., Buen os A ires 1955 .

4 .

T O DOS LO S HOMB R ES SON H E RMAI\J OS, Ant oloqr a qan­ dhiana de la U N E SCO , Edi to rial Atenas, M ad ri d , 1981.

5.

Er ik Er ik son L A V ERDAD D E GAND HI , en lo s años 70 .

6 .

F riedric h List, (El gu r ú económ ico de G oo kha le) pco nom ista n ac ion al y oposi to r co n te mp oráneo de Ad am Smi t h, ob : as pr inc ipa les en Fo ndo de la Cultura Ec o n ónu c a, M éxic o , 1945 7 .

7.

R abind ranath T agor e (No bel 1913) Janes 1983 ( bol sill o) .

8.

V ar ias obras ("M i D ios", " Mi Soc iali smo ", "Base moral dpl vegeta r i an i sm o") t radu cid as (insp i rados por L anz a d el Vast o) del fran cés o de los orig in ales en ing lés en B uenos A ires: 1. E d i tor ial Dédal o ; 2. Ed it o r ial L a Pléyad e ; 3. E di tori al Su r .

9.

L os or igina les en inl gés en Ahm edabad 14, Ind ia.

R ECUE RD OS, Plaza y

Návajiv an Publi shing H ouse,



147

INDICE

-

RECITACION DIARIA DE GANDHI INTRODUCCION - José Sabogal Wiesse y Kon rad Borst PR EFACIO A LA SEGUNDA EDICION - Konrad Bo rst y Azril Bacal SO BRE GANDHI ' Una breve presentación La March ade la Sal elSATYAG RHy la/e l SATYAGRA HI Democracia Popul ar Ideal ista Prá ctico

7

9

15

17

19

21

23

lOS TEXTOS GANDHIANOS

1. SVADESHI 2. DISCURS O SOBR E SVADESHI EN

REUNION FEMENIN A DE NADI AD DISCU RSO SOBRE SVA DESH I EN LA

3. CONFERE NCIA MISI ONAL DE MADRAS 4 SIGNIFIC ADO DE SV ADE SHI 5. ¿SVADESH I CONTR A LA MECAN IZA­ CION? 6. DESAFIO DEL SVADESHI 7. " MENSAJE DE LA RUE CA EN LA GITA" 8. DISCUR SO SOBRE LOS "V OTOS DE

ASHRAM" 9. DISCUR SO EN CHIKHADORA 10. SVARAJ y SVADESHI 11 . DISCUR SO SOBRE SVADESHI, BOMBA Y 12. DISCUR SO EN LENGUA GU JARATI,

BANDHU SABHA, POO NA 13. ¿RAQUETA DE TENI S O RU ECA ?

10 de ene ro 1910

27

6 de iulio 191 9

28

14 de febrero 191 6 20 de marzo 1916

35

42

14de septiemb.1919 43

18 de agosto 1920 44

23 de octubre 1921 46

16 de febrero 1916 4 de agosto 1920 17 de abril 1918 17 de junio 1919 8 de agosto 1919 3 de abril 1921

48

51

52

52

55

60


148

14. AUTOGOBIERNO 15. ECONOMIA INDIA 16. DEL PANDI JAWAHARLAL NEHRU 17. DISCURSO SOBRE SVADESHI, AHMDABAD 18. UNA CARTA COMO POSTDATA AL GOBERNADOR,BOMBAY 19. DISCURSO SOBRE SVADESHI,BOMBAY 20. HILADO A MANO DOMESTICO 21 . SVADESHI PURO 22. NUESTRO PROPIO DEBER 23. NOTAS : ALGUNAS CONDICIONES 24. CARTA ABIERTA A LOS COMERCIANTES DE ROPA 25. COMO BOICOTEAR A LOS PRODUCTOS EXTRANJEROS 26. NOTAS ADORABLE ASSAM 27. ENTREVISTA PARA "MADRAS MAlLo 28. COMO MATAR EL SVADESHI 29. DIFICULTADESDELSVADESHI 30. PREAMBULO : INQUIETUD DE LOS COMERCIANTES 31. SVADESH I 32. TEJIDO A MANO 33. UTILlZACION DEL KHADI 34. USO MAYOR DE LOS TELARES MANUALES 35. TESTIMONIO PERSONAL SOBRE LA LIRIC.L\ RUECA 36. ESVADESHI VERSUS KHADI

- -

23 de septiemb .1921 60 8dediciembre 1921 60 8 de diciembre 1921 65 8 de diciembre 1921

65

25deagosto 1919 7deseptiernbre 1919 8 de septiembre 1920 19 de septiemb 1920 23 de febrero 1921 julio 1921

69 72 73 74

7 de julio 1921

79

77 77

4dejulio 1921 82 10 de octubre 1921 83 15 de septiemb.1921 85 91 6 de octubre 1921 6 de octubre 1921 94 5 de marzo 1922 21 de abril 1920 febrero 1916 25 de abril 1920

97 98 100 100

11 de mayo 1921

105

30 de octub re 1921 5 de rn arzo 1922

107 108

GLOSARIO EVALUACION DEL MOVIM lENTO ARTESANAL TESTIMON 10 OE 1955 - 1957 COMO VIVEN LOS NIテ前S CAMPESINOS DE LA INDIA BIBLlOGRAFIA

113 127 135


149

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IMPRESO EN LOS TALLERES G RAFICOS DEL INSTITUTO ANDINO DE ARTES POPULARES DEL CONVENIO ANDRES BELLO noviembre 1990 QUITO路 ECUADOR


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