PRIMERAS SOCIEDADES DE LA ALTA AMAZONíA

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centrales y septentrionales se la conoce como ceja de selva o de montaña. A medida en que la cota altitudinal baja la selva de altura va cambiando paulatinamente y se convierte en lo que en el antiguo Tahuantinsuyo se conocía como yunga. Sourdat y Winkel califican a la alta amazonía como el subsector periférico de la cuenca amazónica más cercana a la línea equinoccial, adosado al segmento más volcánico de los Andes (1997: 321)2. Estos autores afirman que el paisaje natural de la amazonía esta ordenado con lógica desde las vertientes de los Andes hasta las llanuras pantanosas del nivel de la base fluvial. Resaltan que en la franja Subandina hay una zona de pie de monte particularmente desarrollada y notable que califican de “periandino”, pues los paisajes de la Amazonía ecuatoriana están marcados por la proximidad de los Andes, tanto en su geología como en el tipo de suelos que allí se han formado. Las potencialidades y limitaciones de cada paisaje están relacionados con el clima, el relieve, el suelo y su drenaje (ídem: 323). En este sentido la llamada ceja de montaña es un ecosistema muy particular caracterizado por su inclinación, su vegetación húmeda siempre verde, una capa de suelo orgánico poco profunda, con drenajes muy hondos y la exposición constante de las capas minerales andinas, por efecto de la erosión y los deslaves. Esto se debe en gran parte a la deforestación inducida por el hombre. La ceja de montaña es una zona de transición muy rica en biodiversidad, donde el descenso paulatino hacia la planicie amazónica está marcada por capas altitudinales donde se desarrollan determinadas especies que normalmente pueblan sólo la franja a la que pertenecen, este fenómeno es conocido como endemismo. La variedad de especies dentro de cada capa no es muy amplia, pero la sucesión de distintas especies dentro de un rango vertical relativamente corto da cuenta de una tasa elevada de biodiversidad. La selva baja está cubierta por un espeso manto de bosque húmedo (pluvisilva tropical) que abarca unos 50 500 de kilómetros cuadrados. Acosta-Solís

afirma que se diferencia de la anterior solamente por la mayor temperatura y por una constancia en la igualdad de la planicie (1977: 221-222). Este botánico calificó a la Hylea amazónica como “un maremágnum de árboles, arbustos, lianas, epifitas, saprofitas, y parasitas; dentro de la selva, el estrato de las copas no permite la entrada de los rayos solares, pero se puede distinguir la forma de los troncos y la clase de corteza de los mismos. La mayor parte de los árboles tienen bases muy disformes (triangulares o anguladas) y con raíces gigantes que serpentean en el suelo, pero principalmente las Moraceas y Euforbiaceas”(idem: 222) La cuenca amazónica cuenta con la más grande variedad de especies, géneros y familias botánicas del mundo. Se destacan las palmeras de los géneros Mauritia, Cocos, Euterpe e Iriartea. Los guarumos del género Cecropia y los ceibos de los géneros Ceiba y Eriodendron son las especies frecuentes. El caucho Hevea es frecuente a lo largo de las planicies secas o en las tierras altas que rodean a las llanuras inundables. El látex procedente de estos árboles fue una de las principales causas de la intrusión del “hombre blanco” en la amazonía desde los mediados del siglo XIX. El comercio del caucho procedente de la Hevea brasilensis, conformó verdaderos imperios, sin dios ni ley, que saquearon el medio ambiente y esclavizaron a miles de nativos de varias etnias a lo largo de Colombia, Ecuador, Perú y Brasil. Luego del decaimiento de este jugoso negocio a inicios del siglo XX, las especies maderables finas y comunes han sido el blanco del comercio internacional. Acosta-Solís menciona “árboles de la familia de las Lauraceas, los canelos (Persea) varios del género Berthotelletia y de Hymenea spc, y muchos conocidos localmente como : copal, aguamo, sapotillo, mindal, manzano, cedrillo, batea-caspi, huito, doncel, moral, ajua, palo maria, aguacatillo, sisín, mataplao,guayacan, etc”. Dice además que en la selva descrita existen muchas “maderables de buena calidad como el copal, aguano, sapotillo, canelo, mindal, manzano, cedrillo, batea- caspi, huito, doncel, moral, ajua, palo María, aguacatilio, sisin, mata palo, guayacán, etc.…” (Ídem 222) Primeras Sociedades de la Alta Amazonía | 13


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