comentario primera máxima

COMENTARIO. El tema de la primera máxima versa sobre la elección de opiniones acerca de personas sensatas y prudentes que ayudan a conseguir un conocimiento más verdadero. El propósito es saber observar, discernir y juzgar según nuestra razón, renunciando a aquellos individuos de los que sus opiniones puedan ser objetos expuestos a la duda. Este planteamiento es una clara influencia del pensador Montaigne según el cual hay que seguir las leyes, las costumbres y la religión del propio país, vista la diversidad de costumbres. Según el sabio, resulta contradictorio seguir opiniones y conductas de individuos que carecen de calma y de asentamiento. Solamente actuando de esta forma se podrá llegar a conseguir un conocimiento verdadero. Pero, ¿cómo se puede saber si esas opiniones son válidas para conseguir el buen conocimiento?

Descartes afirmaba que ante todo había que establecer como dudoso todos aquellos principios y juicios, incluyendo aquellos de los que se tuviera mucha certeza de que fueran válidos. Por tanto, a través de la razón bien guiada y a través del método, será capaz de intuir verdades claras y distintas proporcionando así un conocimiento verdadero. Así en palabras de Descartes, “y no seguir con menos constancia las opiniones más dudosas, una vez que me hubiese determinado, que si hubiesen sido muy seguras”.

Aunque para ello sea necesario “caminar siempre lo más recto que pueda hacia un mismo lado, y no cambiar el rumbo por débiles razones”.