Polvo / Siberia
Qué difícil decidirse entre este “Siberia” y el anterior “In Prism” (2009). El retorno a los estudios del cuarteto de Carolina del Norte en 2008, tras más de 10 años de silencio, se rompía con un disco espectacular que callaba esas bocas que defendían que su carrera nunca sería lo mismo que a mediados de los ’90, cuando editaron los imprescindibles “Today’s Active Lifestyles” (1993) y “Exploded Drawing” (1996). La reunión supuso, además, volver a los orígenes y fichar por Merge. En aquel “In Prism” había de todo, o por lo menos, de todo lo que se podía esperar de ellos, tan dominadores de todas las vertientes de lo que entendemos como rock alternativo (y noise, hard-rock, indie, grunge, etc…). Este “Siberia” suena muy en la misma línea (buenas noticias) pero dividiendo su propio discurso en una parte más potente y de más peso en el total (unas dos terceras partes), y otra más improvisada, donde “Old Maps” lidera esta idea diferenciadora. Soberbios.
Fuzz / Fuzz
Para quien no lo conozca, Ty Segall es el tío más productivo del panorama independiente actual. Por encima incluso de Thee Oh Sees y sólo comparable a los tiempos mozos de Prince. Su carrera en solitario comenzó en 2008 y ya le ha dado tiempo a editar ocho álbumes en solitario (acaba de cumplir 26 años). El último, hace tres meses. El anterior hace justo un año. Toca la batería, la guitarra y canta en sus discos. Y, por si fuese poco, está involucrado en varios proyectos más, como The Traditional Fools, The Perverts, un disco junto a Mikal Cronin o estos nuevos Fuzz, su vertiente más garajera. Aquí no hay momentos de calma o transición como puede haber en sus discos, sino que es, directamente, tralla. Rock, psicodelia, garaje y lo-fi en 35 minutos sin descanso. Una bomba. Tiene hasta el detalle de justificar las canciones más largas con unos finales del tipo Led Zeppelin o Jimi Hendrix (“Loose Sutures” o “One”) que quitan el hipo. Un superdotado.
Dr. Dog / B-Room
Desde que en 2001, esos estudiantes de arte de Filadelfia llamados Raccoon se cambiasen el nombre por el de Dr. Dog, no han parado de crear música y editar discos a cascoporro. El ritmo de grabación está casi en disco por año. “B-Room” viene a suceder a “Be The Void” (2012) y subir un peldaño más en calidad en ese inagotable laboratorio donde parece que no se acaban las ideas. La fórmula continúa siendo la misma: pop-rock de los ’60, con técnicas analógicas de esa misma época y, por supuesto, regustillo lo-fi que tira para atrás. El objetivo es, descaradamente (he aquí la única pero evidente pega) parecerse a los inimitables Love y su atemporal “Forever Changes” (1967 y, para un servidor, mejor disco del siglo XX). La psicodelia aquí es mucho más moderada, más inocente. También es cierto que los contextos no tienen nada que ver, pero no se puede negar que este sexteto se lo curra una barbaridad. Van hacia arriba, ojo. A ver dónde acaban.
Pearl Jam / Lightning Bolt
Qué fácil es criticar a una banda consagrada venida a menos. Pearl Jam, la antológica (sí) banda de Seattle edita nuevo álbum y ya hay preparados no sé cuántos textos que lo pondrán a parir incluso antes de haberlo escuchado. A “Lightning Bolt” le ha vuelto a ocurrir, como ya sucediera con el inferior “Backspacer” (2009). No creo que estuviese justificado semejante linchamiento en ese momento, pero mucho menos que se repita la misma situación ahora con su décimo álbum de estudio. Los culpables (junto a otros míticos) del nacimiento del grunge, los autores de “Alive” y “Jeremy”, esa banda con el mejor vocalista de siempre… está claro que no volverán a firmar un “Ten” (1991) o un -infravalorado y para mí el mejor- “No Code” (1996), pero eso no da derecho a nadie a tratarlos con el desprecio de esa llamada “prensa especializada”. A la mierda todos, ¿qué cojones esperaban? El disco contiene detalles de los mejores Pearl Jam de toda la vida, y eso ya lo justifica todo.
46 INDIEFERENCIA MAGAZINE Noviembre 2013