Ruta urbana Santurtzi Algorta

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Ruta Urbana

Santurtzi Portugalete Areeta Algorta ..


Recorrido Urbano Santurtzi - Algorta


Comenzamos el paseo en el puerto de Santurtzi. Al fondo, edificio de la cofradĂ­a de pescadores, aĂąo 1916




Junto al paseo, veremos un atunero, no en el mar sino en tierra. Es el atunero Agurtza, que acoge un centro de interpretaci贸n del arte de la pesca, en este tipo de barco. Hay visitas concertadas los S谩bados y Domingos y puedes solicitarla en

Turismo santurtzi.org



Desde el Agurtza veremos el palacio Oriol, hoy convertido en hotel. Para verlo mĂĄs cerca tenemos que pasar por un puente cercano que cruza las vĂ­as.


Continuando por el paseo que bordea el mar, enseguida divisaremos el puente colgante. Lo podemos cruzar por la pasarela superior que tiene unas interesantes vistas. Si

Las entradas se compran en las mismas tiendas de acceso al transbordador. Antes de pasar el puente, podemos ver el casco antiguo de Portugalete que estรก muy cerca. Ayuntamiento, Iglesia, Torre de Salazar y las empinadas cuestas de sus calles.






Una vez cruzado el transbordador, lo primero que encontraremos en direcci贸n a la desembocadura, es un peque帽o parque. Desde all铆 se tiene una bonita vista, tanto del puente como del conjunto. Hacia el horizonte, veremos el puerto de Bilbao. El parque, tiene un conjunto escult贸rico que representa la lucha del hombre con el mar.



En ĂŠsta parte del recorrido, se muestran opulentas edificaciones y varios palacetes de principio del siglo XX.



Alexander Von Humboldt, Pas贸 por esta tierra en el a帽o 1801 y para hacernos una idea de la trasformaci贸n de la zona, de la diferencia en el paisaje y de la influencia del mar, veamos con sus ojos el paisaje de aquellos a帽os.


Alexander Von Humboldt Humboldt .1801

El Ibaizabal desemboca junto a Santursa, más allá de Portugalete, que forma allí un abra ancha y pintoresca. Junto a Santursa está la barra, a menudo peligrosa para los barcos. Y enfrente una aldea Algorta.


Parece evidente, que el eminente geógrafo solo identifico la aldea de Algorta sin ningún puerto construido en aquellos años. Lo que nos hace suponer, que la costa que en un principio fue un lugar para vivir del mar, pasó a ser el destino de la burguesía con el sano propósito de disfrutar del mar.




Al final del paseo marĂ­timo veremos nuestro destino. El puerto viejo de Algorta, nos ofrece algunos bares y restaurantes para descansar de nuestra ruta





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