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Entrevista


Una entrevista es un dialogo en el que la persona (entrevistador), generalmente un periodista hace una serie de preguntas a otra persona (entrevistado), con el fin de conocer mejor sus ideas, sus sentimientos su forma de actuar. A continuaci贸n se presentan las entrevistas realizadas durante el semestre, con personajes tan cotidianos como taxistas, zapateros, boleros hasta pilotos y escritores, pasando por fisicos y pastores.


Cuando se trata de hacer un retrato escrito de alguna persona, generalmente iniciamos con la integraci贸n de sus rasgos f铆sicos m谩s representativos en la imagen mental que hemos construido, sin embargo para el presente caso me permito comentar inicialmente lo que no se ve con la vista, pero que si se percibe al estar en contacto con este personaje invitado, en ocasi贸n de la entrevista, entonces pasamos de lo subjetivo a lo subjetivo


Entrevista Emergente Por: Jesús Macías

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s viernes por la mañana y de repente me asalta un pensamiento sorpresivo que me hace exclamar, ¡es viernes y no he transcrito la entrevista pendiente!, ni la he concluido en las partes que señale, me contesto más tranquilo: -bueno me queda lunes y martes porque hoy va a ser imposible, tengo que ir al centro a la Academia de San Carlos a un examen profesional y ya no regreso a Xochimilco, bien para el lunes está bien-, esto porque estoy bien consciente de que el fin de semana esta prohibido hacer algo relacionado con actividad que no sea de recreación o diversión, ya por hábito y para evitar preocupaciones innecesarias, el fin de semana representa la posibilidad de reponerse del trajín de los días hábiles, ya es un hábito y creo que ha funcionado, me permite recuperar fuerza y entusiasmo para los lunes, por cierto los peores días de mis semanas, no me gustan, será que tengo alma de albañil o porque no he logrado desprenderme del placer de los fines de semana, en fin será la semana entrante y pasa la angustia. Por la tarde de este viernes me dirijo al centro de la ciudad, como lo tenía planeado y por precaución destino tiempo de sobra para no llegar retrasado al examen profesional que inicia a las cinco de la tarde, resulta que el tránsito esta vez fue benévolo y llego cerca de mi destino una hora antes de lo previsto, esta oportunidad me permite elegir un buen lugar de estacionamiento lejos de la Academia de San Carlos, pero cerca de la salida, que considero será después de las siete de la noche y es hora mucho más complicada por la ruta del poniente que por la del oriente, en la primera tendría que atravesar la Avenida Circunvalación , el mercado de la Merced, San Pablo y demás avenidas y calles complicadas, en cambio por la ruta alterna, únicamente transito por la calle de Bolivar y salgo casi directamente a la Avenida Cuauhtémoc, la cual me acerca a mi destino, -que bien es una de las ventajas de prever el tiempo y de llegar temprano-. Con el auto bien ubicado, camino sin prisa cerca de la plaza de Santo Domingo y ubico que dispongo de una hora para hacer lo que me venga en gana, ya sea comer algún apetitoso antojito o platillo, tomarme un café en la cafetería de la calle de Madero o simplemente chacharear los productos chinos de a diez, de a diez,


estoy en esto de la decisión, cuando de pronto veo mis zapatos llenos de polvo que más que negros, se miran grises por la tierra ligera de mi andar del día, entonces decido ocupar parte de mi hora de asueto para limpiar los zapatos con alguno de los boleros de la Plaza de Santo Domingo, ya que ando por ahí, de inmediato ubico a uno de los boleros libre y me dirijo a él rápidamente y subir al sillón forrado de tapiz de plástico rojo y tomar el periódico que se ubica en la parte superior de mi cabeza y así gozar del pintoresco paisaje que una tarde de viernes me regala el centro de la ciudad. Después del clásico -súbale patrón-, me recibe con una enorme sonrisa un peculiar personaje de cabello lacio entre blanco y negro, peinado de raya en medio como se dice, de piel morena, delgado, tal vez de más, con la barba medio crecida por la falta de afeitadas de la semana, con unos enormes dientes frontales, uno de ellos carcomido por las caries que se observa amarillo, descuidado pero todavía completo y en su lugar y vestido de camisola y pantalón de algodón azul marino, con unas botas en café claro que llamaron mi atención por el tono del color casi beige y por la precisión del amarre de sus agujetas, estéticamente enlazadas a las botas. Con una gran disposición a la plática, me pregunta ¿Cómo los quiere con tinta o con grasa?, antes de responder le comento que solo tengo un billete de doscientos y que si lo puede cambiar, a lo que él me contesta: no se preocupe jefe yo aquí lo cambio, entonces con tinta o con grasa?, yo le respondo después de pensar rápidamente que tengo tiempo y que los zapatos ya se lo merecen y le digo: -con tinta- , él me dice –claro es mejor, muchos de mis compañeros le dicen a sus clientes que le ponen tinta, pero en realidad no es tinta, es uno de esos productos que ahora han inventado que parece tinta, pero es un solvente con color, yo en cambio, sigo usando la tinta porque no me gusta engañar a la gente, y empieza a sacar del interior de la base del asiento unos botecitos de plástico, unas latas de grasa y unos trapos para iniciar su trabajo. Entonces se hace un gran silencio en mi interior y me llega la idea de aprovechar la conversación con este hombre que se ve que le encanta hablar y que de alguna manera es parte de su trabajo diario y hacerle una entrevista, entonces le digo: –oiga , le puedo hacer algunas preguntas acerca de su trabajo-, con eso de que ando en busca de historias que tengan tintes de originalidad parece el personaje, el lugar y el momento adecuado para sacar una buena plática de esta circunstancia, y antes de que termine la pregunta él me contesta: -pero claro, qué quiere saber-, sus botas son muy originales no?, claro soy bien chingón así como usted me ve son muy listo, no parezco pero soy bien abusado, estuve en el ejercito ahí aprendí un resto de cosas, yo era vago, sin aspiraciones y huevón, entonces un soldado, bueno un señor que era soldado me invitó a trabajar en el ejercito, no me dieron de alta porque él me dijo que quería que yo trabajara con el particularmente y que él me iba a pagar, me dijo te ves listo y cabrón y eso me gusta, me pregunto: ¿cómo ves?, entonces yo le dije pues va y le entre al ejercito, ahí aprendí a desarmar y armar las pistolas, los rifles, me enseñaron a ser organizado, a comer bien y a tener limpieza en mi persona, la verdad me la pase bien. Cuánto tiempo estuvo en el ejército, pregunté:


Como seis años de ser un huevón y no saber nada pase a ser un chavo listo, porque ahí donde me ve, parezco pendejo pero soy bien abusado, por ejemplo los amarres de los zapatos y de las botas los aprendí ahí, vea sus zapatos, jalo las agujetas y no corre, en cambio va a ver como se los voy a poner para que no tenga problema de apretar o aflojar las agujetas, es más cómodo. Y se salió del ejercito?: Si me salí me canse del orden y de la chinga y también me salí porque me ofrecieron otro trabajo mejor en la fábrica de la “Mabe”, armando estufas, luego, luego aprendí a armar las estufas, armábamos un chingo de estufas al día, éramos bien rápidos, pero me volví mañoso, porque robábamos, todos teníamos que robarle a la fábrica así era como la ley de la fábrica, le teníamos que entrar todos y no rajarse, piezas, herramientas y todo lo que podíamos robar había que hacerlo, ni modo, también éramos bien pedos, todos los días chupábamos y el patrón nunca nos descubrió, entrábamos bien pero al salir salíamos bien pedos, de hecho por eso me salí de ese trabajo porque todos los días me emborrachaba y ya me estaba gustando, además tenía muchos problemas en la casa y yo creo que todos porque al salir todavía nos íbamos a gastar el dinero en la bebida. Tiene familia?: Si tengo a mi vieja, a dos hijas y a un hijo, ya están grandes, pues cuántos años cree que tengo?, no se: 62, no hombre más, 65, no, más 68, no más, tengo 69 años y pronto le voy a entrar a los 70 como ve? Y estoy entero, nunca me enfermo, eso si en la cama ya no la hago. pero para la chamba estoy bien puesto, aquí llego antes de las ocho de la mañana y me voy ya en la noche, después de las siete, hay veces que me voy a las ocho o más. Listos sus zapatos jefe, eh qué tal quedaron, yo le contesto: bien, ahora va ver los amarres, desata las agujetas y las vuelve a amarrar y dice: ya ve, las jala y expresa: que tal corren, vea, le digo que soy bien chingón, deme el billete para irlo a cambiar, pero tengo que ir hasta allá porque aquí no me lo cambian, ahí le encargo mis cigarros por si los chavos quieren uno, son de a tres pesos, es que si los dejo aquí, estos cabrones se los roban, son ratas. Mientras Benito porque me enteré de su nombre en el transcurso de la plática va a cambiar el billete, atrás del sillón están un grupo de jóvenes que se la pasaron durante toda la boleada, jugando un juego de mesa y fumando cigarros de tabaco y de mariguana y en repetidas ocasiones, decían: Benito dame un tabaco, pagaban los tres pesos respectivos y seguían en el juego, el ambiente de la plaza de Santo Domingo, es muy activo, vendedores por todas partes, personas que transitan con toda calma y con grandes bultos, niños correteando alrededor de la fuente y los clásicos sujetos que te ofrecen impresiones, invitaciones o lo que requieras de impresión y también estos tipos fumando mariguana en plena plaza, de repente se separan del grupo para abordar a un posible cliente y si no resulta regresan ala juego y a seguir fumando, que parece que es lo único que se pasan haciendo. Después de un rato regresa el bolero Benito, me da mi cambio y le retribuyo la boleada y la plática con diez pesos adicionales, me sonríe satisfecho y contento enseñando su carcomido diente frontal y me retiro a mi examen que pronto empezará.


La mayoría de los taxistas poseen un sinnúmero de anécdotas y vivencias, positivas y negativas, que se dan en la interacción con distintas personas volviendo el ambiente urbano más interesante.


Taxi: Trabajo para la sociedad

Por: Fernando Martinez

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stuve trabajando en un banco casi 20 años, después de un tiempo vino un recorte de personal por el presupuesto además de la situación que estaba pasando el país y me liquidaron. Yo no lo esperaba, me quedé de repente sin trabajo. Comencé a buscar muy optimista en bancos pensando que por la experiencia que yo tenía me iba a ser fácil colocarme pero pues no. Me llevé una sorpresa muy desagradable ya que por la edad que yo ya tenía, en ese entonces 45 años, ya no me fue posible encontrar empleo. Entonces compré un carro y lo hice taxi, se me hacía la manera más fácil de generar dinero porque yo en esas fechas todavía tenía responsabilidades de hijos en la escuela y tenía que generar. Compré las placas con un conocido que tenía y comencé a trabajar, tuve un problema como al año ya que me comenzaron a decir que las placas no estaban dadas de alta y que me podían quitar el carro y llevarlo al corralón. Tuve que parar un mes pero la persona que me las vendió arregló el papeleo y afortunadamente todo salió bien. Comencé a ofrecer mis servicios, hice unas tarjetitas donde anotaba mi teléfono y la gente me fue llamando, tanto que en una agenda yo anotaba el compromiso, como pasar a algún lugar a recoger a alguien o lo que fuera el servicio y así trabajaba generalmente con base en mi agenda. En un día de trabajo normal me levantaba a las 5 de la mañana para bañarme y salir a las 6 en punto a trabajar. Si ya tenía mis clientes, me dirigía a donde tenía que recogerlos, para llevarlos a la escuela o a algún otro lugar, y si no me seguía trabajando hasta que tenía algún cliente. Así ya me iba arrimando para pasar a recogerlos y ya de ahí me seguía una o dos horas con ellos, iba a la casa, desayunaba, descansaba un rato y me volvía a salir a la calle a trabajar, a buscar pasaje. Como comenté, tenía clientes y una vez llevé a una señorita que andaba muy ligada a la cosa de la iglesia, era teóloga. Entonces iba a dar clases a una escuela allá en la colonia Roma en la calle de Orizaba. La llevé y me dijo: “espéreme, me tardo como hora y media”, era un viernes y eran como las 12.30 más

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menos entre los meses de junio o julio. La esperé pero me bajé del carro porque había un tianguis en Álvaro Obregón y anduve ahí viendo, media hora o cuarenta minutos, rápido, no fue mucho tiempo. Cuando regresé ya no estaba mi carro, lo habían robado. La verdad que fue un dolor muy grande. Mi primera impresión fue decir: “ya me quedé sin carro y sin dinero”, pues era mi única manera de generarlo para la casa y me preocupó mucho. Conforme pasa el tiempo pues se va uno resignando pero de entrada es una impresión muy fuerte cuando volteas a ver tu carro y no lo encuentras, o sea no lo ves. Le pregunté a un señor en un zaguán, ahí de enfrentito, que si no había visto a alguien que se hubiera llevado un taxi que estaba ahí parado y me dijo: “yo no sé nada” pero en ese momento yo lo vi medio sospechoso, como evadiéndome la pregunta porque hasta se metió en su zaguán y no me quiso comentar más. Hasta pensé que él estaba en complicidad, que él había visto que me fui y les pasó el pitazo a los rateros supongo, pero se piensan muchas cosas en esos momentos. Total, le pregunté a una patrulla que a dónde me correspondía levantar el acta. Estaba en la delegación Cuauhtémoc levantando el acta cuando alguien nos hizo favor de llamar a la casa diciendo que habían encontrado un taxi desvalijado, porque yo traía tarjetas con mi número en el coche. Llegó un familiar a la delegación diciendo que lo habían encontrado por el monumento a la Raza. Entonces se fue mi papá y una de mis hermanas allá para que ya no le quitaran más piezas. Fuimos con los agentes, se lo llevaron al corralón de allá de cabeza de Juárez y el sábado llevé todos los papeles y lo recogí. Lo que le robaron fue el motor, la marcha y el radio. El motor, por cierto, tenía como un mes o dos meses que se le había comprado media máquina. La media máquina incluye todo lo que es el monoblock, todo lo que lleva dentro. Nada más las partes de afuera era lo que no había comprado pero era una máquina nueva. Yo creo que por eso se la robaron. Pienso que en la misma refaccionaria donde me lo vendieron le pasan el pitazo a los rateros porque qué casualidad que casi fue luego, luego. Durante el tiempo que no tuve el taxi, como tenía yo un auto particular y tenía mis clientes, me hablaban y me decían: “pase por mí a tal hora”. Entonces yo no necesitaba mucho el taxi, mi carro era un Tsuru y en ese hacía mis servicios. Con él me estuve manteniendo mientras y como al mes y medio, entre que me prestaban y lo poquito que tenía ahorrado, pues logré juntar para comprar las partes que le habían robado al carro y pues lo pusimos a volar. Pero quien se iba a imaginar que salgo, por decir, hoy a las 6 de la mañana a trabajar, tenía trabajo y todo, a las diez de la mañana me detengo en un tianguis que se pone en Plutarco entre Municipio Libre y Zapata todos los jueves, lo dejé en la calle de Emperadores, enfrente de la casa de una clienta con la que siempre trabajaba, y me crucé Plutarco para ir al tianguis porque lo ponen en el camellón. Anduve rápidamente porque había mucho trabajo y yo no quería perder realmente mucho tiempo, pero como había llovido me estaban ensuciando el estribo del carro, y a mí me gustaba traerlo siempre limpio, por


eso quería comprar una jerga y cuál va siendo mi sorpresa que cuando estoy esperando que pasen todos los carros para cruzar Plutarco hacia donde había dejado mi carro, no estaba. Fue cosa como de 7 minutos y dije: “otra vez mi carro, no puede ser, ya no está, ¡qué barbaridad!” y pues sí, le pregunté a un señor que andaba ahí barriendo que si no había visto quien se había llevado un taxi estacionado y dijo: “no, discúlpeme, no me di cuenta”. Se habían ido hasta mis lentes, para colmo, y yo sin ellos no puedo leer ni escribir ni nada. Entonces lo primero que hice fue llamar a una amiga con la que actualmente trabajo. Me pregunto cuando me escuchó: “¿qué tal tu nuevo día de trabajo?” y le dije: “me acaban de robar otra vez mi carro”, “no me digas, y ¿en qué te puedo ayudar?”, “pues si me puedes echar la mano en acompañarme a la procuraduría para levantar el acta”. Acudió conmigo en su carro además para que me ayudara a leer. Jamás supe del taxi, me dieron un teléfono para llamar y preguntar, fui a Cabeza de Juárez y nunca encontraron mi carro. Actualmente creo que no hay mal que por bien no venga, que fue de esa manera y el que no me asaltaron. Estuvo mejor a que así hubiera sido, tal vez me salvé de un accidente importante porque había tenido conatos de golpes muy fuertes en un transcurso de 15 días antes y pienso que hay que verlo por el lado positivo. Se eligió a este personaje por el interés de conocer más acerca de su trabajo, sobre las experiencias que vive regularmente un taxista y los peligros o situaciones a los que se encuentra expuesto diariamente. Así mismo se pretendía ahondar en lo polémico que resulta su trabajo para la sociedad y conocer, desde su punto de vista, la perspectiva que se tiene del taxista al vivir de forma paralela experiencias como cliente y como prestador de un servicio de transporte público en las calles de la ciudad de México. El taxista entrevistado es una persona de entre 60 y 65 años de edad, su complexión es delgada y fuerte, con cierta vitalidad a pesar de su edad. Su rostro denota cierta rudeza, rasgo que se acentúa con la barba y bigote que lleva. Su cabello tiene ya algunas canas, sin darle un color totalmente blanco. Su aspecto es aseado y bien vestido sin parecer exagerado. Su tono de voz es grave y fuerte.



Don Rodolfo: El Zapatero

Por: Isabel Pacheco

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odos los días somos acosados por un sinfín de imágenes, algunas no nos significan nada, otras estimulan nuestros sentidos, nos hacen sentir satisfacción, ira, decepción, etcétera, pero hay otras que nos evocan sensaciones del pasado, esas que el estar de nuevo frente a ellas nos hacen sentir lo que sentimos cuando estuvimos frente a ellas la primera vez… Como bien sabemos para que una imagen sea ésta debe estar conformada por diversos elementos, por llamarlos de algún modo. La presente entrevista pretende descubrir un poco la personalidad de un hombre que ha sido pieza clave en el paisaje de una colonia, él ha estado en ese mismo rinconcito por más de veinte años, desempeñando un oficio que le ha llenado de satisfacciones y no solo eso sino que ha acercado a la lectura a más de uno, incluida yo por ejemplo. Él es Rodolfo Carriles Bravo, zapatero y además vendedor de múltiples ejemplares de lectura desde revistas de moda, ecológicas, historietas, hasta literatura dirigida a adultos. Siempre le encontraremos sentado en su banquito dentro del local ubicado en la afueras del mercado de Santa María Nonoalco, Mixcoac, rodeado de sus revistas y zapatos, el hombre de 76 años de edad, cabello cano, complexión robusta, rostro siempre amable, caminar erguido a paso tranquilo, y siempre vestido de gris es don Rodolfo, quién nos ha regalado la oportunidad de conocerlo con dos amenas platicas en la comodidad de su local. Don Rodolfo lleva trabajando en este oficio poco más de medio siglo, ama y valora lo que hace porque dice: “es la labor que me ha permitido salir adelante”. Tuvo en el pasado otros empleos, laboró como empleado federal y obrero textil, pero nunca ha dejado su trabajo como zapatero ya que aun cuando tuvo esos otros empleos a la par siguió reparando calzado, se desempeña como zapatero desde que tenía 22 años de edad. Las reparaciones más solicitadas son el cambio de tapas, costuras, reposición de suelas, arregla tenis y pinta zapatos, también hace otras como reparar bolsas de piel, les cambias los cierres y las pinta, pero nunca deja de trabajar (el lunes 21 de marzo por ejemplo, me regalo un poco más de su tiempo e incluso se dejo retratar).


Siempre se ha considerado muy consciente por lo que a sus clientes les cobra lo justo por su trabajo, él mismo dice que no le gusta abusar. En su labor el trabajo llega de repente, puede un fin de semana estar de lo más tranquilo, como no darse abasto con tantos encargos el fin de semana siguiente, opina que es generalmente antes de que llegue la quincena que la gente manda a reparar su calzado, piensa que tal vez para pagarlo a penas reciban la quincena. Expresa que en su trabajo se debe ser muy cuidadoso porque hay personas que actúan de mala fe ya que ha tenido que pagar calzado porque la gente se lo roba, de pronto llega un “cliente” y dice que determinados zapatos son suyos, entonces paga lo mínimo por la reparación pero luego llega el verdadero dueño y se encuentra con que alguien más se llevo sus zapatos, dejándole el problema a Don Rodolfo, quien con todo y la experiencia de haber atravesado por situaciones como estas aun piensa que a los clientes debe tratárseles lo mejor posible porque si no se pierden. En una colonia donde hace mucho tiempo existe una parroquia-con un reconocimiento cultural debido a su belleza y antigüedad-, un mercado y recientemente hasta una canchita de futbol pero no hay ni una sola biblioteca, era valioso que al tiempo que ibas a comprar tus tortillas pudieras pasar a comprar las historietitas de “Archie” o las protagonizadas por “capulina” a precios muy bajos por tratarse de publicaciones ya pasadas, de esto hace ya como 15 años aproximadamente, de cuando niñas como mi hermana y yo pasábamos a comprar nuestras historietas con don Rodolfo, nosotras dejamos de comprar las historietitas a diferencia de don Rodolfo quién no ha dejado de vender, -no sé si aun las de “Archie y sus amigos” o “las aventuras de capulina” pero de que aun vende revistas, historietas y demás, las vende-. Si a don Rodolfo el oficio de zapatero le viene de antaño, el de vendedor de revistas aun más, ese oficio se lo heredo su suegro, quién vendía revistas muchísimos años antes de que se levantara el mercado, es su suegro quien incluso consigue el local mismo donde él ahora vende el material de lectura y desempeña sus labores como zapatero. Los ejemplares que vende los consigue de distintas maneras, viejos contactos le llevan a vender las revistas y sus hijos también. Como él mismo menciona su trabajo le ha llenado de satisfacciones y ha compartido conmigo una de ellas, el mismo me lo dijo así: ¡Aunque usted no lo crea señorita yo fui famoso! Y empezó su relato: En alguna ocasión mientras trabajaba en su local, llego una señorita de un programa de televisión a entrevistarlo, el dice que fue algo así como lo que hace Cristina Pacheco en su programa de canal once “Aquí nos toco vivir”, recuerda vívidamente que la señorita se metió a su local y le hizo varias preguntas sobre su oficio de zapatero, mientras que un joven con una cámara se quedo afuera filmándolo todo. Hace aproximadamente tres años que don Rodolfo fue grabado en video para la televisión y expresa que le parece una cosa bonita que la gente en la calle lo siga reconociendo y lo detenga para decirle que lo vieron en la pantalla.


Como iniciara este texto, todos los días somos acosados por miles de imágenes, algunas no nos significan nada, otras estimulan nuestros sentidos, etc., pero sin importar lo que provoquen en nosotros esas imágenes lo importante es en algún momento crear conciencia de su existencia, prestarles atención porque quien sabe, a lo mejor estamos frente a una de esas imágenes que pasaran a la historia…


La arquitectura abarca la consideraci贸n de todo el ambiente f铆sico que rodea la vida humana: no podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilizaci贸n, porque la arquitectura es el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando s贸lo el puro desierto.


Arquitectura: Arte y técnica

Por: Nancy

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a arquitectura es el arte y técnica de proyectar y construir edificios y otras estructuras y espacios que forman el entorno humano. La palabra «arquitectura» proviene del griego arch, cuyo significado es ‘jefe’, ‘quien tiene el mando’), y tekton, es decir, ‘constructor’ o ‘carpintero’. Así, para los antiguos griegos el arquitecto es el jefe o el director de la construcción y la arquitectura es la técnica o el arte de quien realiza el proyecto y dirige la construcción de los edificios y estructuras, ya que la palabra techne significa ‘saber hacer alguna cosa. Bertha nació en la ciudad de México, tiene 32 años de edad, estudio en la facultad de arquitectura en la Universidad Nacional autónoma de México, actualmente trabaja en un despacho independiente formado por varios amigos de su antiguo trabajo. Reside en la delegación Álvaro Obregón, con su pareja. Su trabajo es parte fundamental en su vida y trata de disfrutarlo al máximo, ya que como ella comenta “no todo es miel sobre hojuelas” y existen algunas limitaciones en su trabajo que impiden en algunas ocasiones el éxito total de sus proyectos. Físicamente es una persona esbelta, de tez morena clara, de pelo negro y largo, usa lentes, es una persona formal, profesional y responsable en cualquier ámbito. Sus intereses van apegados al arte y arquitectura en comunión. La elección de la carrera fue un poco difícil, ya que siempre me han gustado las estructuras, el hecho de realizar una construcción que soporte por ejemplo sismos o terremotos y el hecho de ser reconocida por construcciones de centros de diversiones, hospitales, escuelas y tantas cosas que tenía en mente con respecto a arquitectura, porque los arquitectos tenemos tantas cosas en mente que no dudaría hasta en hacer diseño ¿eh? Jajaja, parte de mi elección también la base en las condiciones en las que vivía anteriormente, pues no teníamos lo suficiente para invertir en una casa. Inicialmente no era lo que yo buscaba, pero fue mejorando con el tiempo y con el cambio de turno que


realicé en mi tercer semestre, ya que en el turno de la tarde no me daba tiempo de realizar mis trabajos y en la mañana si fue un desgaste emocional y físico, pero ha valido la pena cada una de esas horas en las que no dormí. Existen incovenientes al trabajar, en el despacho nosotros somos los responsables de contratar a las personas que van a laborar con nosotros y siempre tratamos de buscar a gente que de verdad se comprometa con su trabajo, ese es uno de nuestros inconvenientes, que a veces una que otra persona irresponsable se cuela y nos hace quedar mal. Alguna vez se nos perdieron varios focos que le dejamos al albañil con el que siempre trabajamos y se desaparecieron un día laboral, al siguiente su ayudante no regresó y pasaron días y nada, cuando nos dimos cuenta de que esta persona nos estaba robando parte de la inmobiliaria, corrimos al albañil y a su ayudante. Uno de los puntos que nos dio en ayudante fue el retraso con la paga, el cual es otro inconveniente que tiene el despacho, ya que algunas de las empresas con las que trabajamos retrasan los pagos y nosotros tenemos que sacar el pago de los materiales que utilizamos, pero finalmente si llega el pago y es jugoso para todos. Mi jefe es una persona responsable, tal vez se nos desfasan unos días pero entregamos el proyecto. Lo que hace Santiago cuando las empresas retrasan sus pagos es pedir un préstamo para pagar los materiales, la mano de obra y a nosotros que trabajamos directamente dentro del despacho nos retrasa el pago, pero finalmente nos paga y en ocasiones hay retribuciones por esperar. Finalmente le afecta el préstamo a él ya que va dentro del pago, cómo debes saber si la empresa se retrasa con el pago se le cobran intereses. Prácticamente soy socia y mano derecha de Santiago, mi jefe, pues soy la persona responsable de cotizar los precios, firmar contrato con agencias, instituciones o empresas con las que trabajamos, vigilo el avance que hay en cada una de las obras en la que nos encontremos trabajando, en algunas ocasiones cuando hay contrato de personal nuevo Santiago me consulta y doy referencias para que se guie. No trabajo directamente en el despacho mis ocho horas, hay ocasiones como te mencioné que salgo a ver el avance de la obra, en otras ocasiones cuando me encuentro realizando las cotizaciones estoy en mi casa pues me siento más cómoda trabajando aquí, algunas ocasiones el cliente me pide que vaya a su oficina y les informe del avance. Conocí a Santiago en otro despacho donde nos encontrábamos laborando. Un buen día él me dijo que mejor iba a poner su despacho con otros socios y lo motivé pues honestamente nunca pensé que fuera capaz de hacerlo ya que para tener tu propio despacho debes de invertir. Antes de perderlo de vista por algún tiempo, me preguntó que si me iría con él y respondí que sí. Cuando me salí de este despacho y me quedé sin trabajo él me localizó y me pidió que me fuera a su despacho que había creado, me sorprendí pero como no tenía trabajo no lo dudé y acepté inmediatamente.


La arquitectura no deriva de una suma de longitudes, anchuras y alturas de los elementos constructivos que envuelven el espacio, sino dimana propiamente del vacío, del espacio envuelto, del espacio interior, en el cual los hombres viven y se mueven. En esencia lo que nos dice es que la arquitectura no se basa en la construcción en si, sino más bien en los vacíos y la adaptación de estos a través de la interpretación de ellos mismos al convivir con el ser humano. Tradicionalmente, la arquitectura ha sido considerada una de las siete Bellas Artes. Determinados edificios u otras construcciones son obras de arte ya que pueden ser considerados primariamente en función de su forma o estructura sensible o de su estética. Es en este “tener sentido” en que puede distinguirse la arquitectura (como arte) de la mera construcción. Así es como ésta es capaz de condicionar el comportamiento del hombre en el espacio, tanto física como emocionalmente. Aunque en la actualidad suele considerarse que la principal actividad de la arquitectura va dirigida al diseño de espacios para el refugio y la habitación (las viviendas), sólo a partir del siglo XIX comenzaron los arquitectos a preocuparse por el problema del alojamiento, la habitabilidad y la higiene de las viviendas, y a ampliar su ámbito de actuación más allá de los monumentos y edificios representativos. La evolución a la especialización y la separación de ámbitos laborales es similar a la de otras profesiones. En los siglos pasados los arquitectos no solo se ocupaban de diseñar los edificios sino también de asuntos que hoy competen a otras profesiones diversas. “Una elección de carrera forma parte importante de tu desarrollo y maduración. Todos los seres humanos nos encontramos ante situaciones en las que forzosamente debemos seguir un camino. Desde las cosas más cotidianas hasta las vitales tenemos que elegir. Cuando realicé mi selección de carrera tuve que enfocarme en lo que me hiciera feliz y donde me sintiera satisfecha de mi trabajo, pocas veces en la vida nos damos cuenta de que si no nos sentimos a gusto con lo que realizamos, entramos en un estado de frustración.”


Historia de un hombre que luchó por sus sueños y por encontrar el amor de su vida, ayudado por la magia y la música Los viajes interiores de Lansbury Frapp lo llevan a recorrer, a su manera, los imprevisibles caminos de la vida, que en su trayecto inicial no anuncian más destino que las incógnitas de oro que guían a quienes deciden ir en busca de su ser, del amor y del inmortalizarse en vida y muerte. Al final del día cada quien se responderá si valió o no la pena. ¿Qué es ganar? ¿Qué es perder? Así, el amor, la repulsión a su profesión, a su oficina y a sus “jefes”; su alucinar al 99.3% de las mujeres defeñas, uno que otro indeseable y varios sueños, lo suben a un avión sin boleto de regreso. ¿Qué es evolucionar? ¿Cambiar o permanecer?


Astronauta Terrestre: F.J Koloffon

Por: Carolinna Rosas

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bogado de papel (refiérese a su titulo universitario) pero escritor de corazón. Ser escritor es lo que más me apasiona en esta vida, si estudie leyes fue más por presión de mi padre que por gusto propio, con los años de estudio aprendí a “querer” la carrera pero no me bastaba, había algo que me faltaba. Ese algo era escribir, poder plasmar mis ideas, mis sueños, mis pensamientos, todas aquellas historias que había creado en mi cabeza. Siempre me gusto escribir pero lo hacia de una forma muy amateur, no me sentía capaz de ser un escritor, pero fue el amor quien me enseño y me abrió las puertas, las cuales con el tiempo me conducirían hacia mi camino, el de las palabras y la tinta, el de ser un escritor. Tiene poco tiempo que decidi ponerme el traje de escritor, será unos 6 o 7 años que supe realmente que quería ser escritor, en alguna época de juventud quise ser músico, lo intente pero bueno, ya te imaginaras como me fue que ahora soy escritor jajaja.. Fue una noche sentado frente a mi computadora, comencé a escribir todo aquello que llevaba tiempo guardado en mi cabeza, era como si se sintiera libre por primera vez mi alma y todo empezó a fluir, como un río que lleva un cause indefinido, al parecer sin rumbo fijo pero que al final de la madrugada me llevo a terminar de escribir el primer capitulo del Astronauta Terrestre. Durante más de 1 año le dedique casi todas mis noches, madrugadas y desvelos al Astronauta, por esas fechas yo me encontraba en la maestría, mi papá se sentía orgulloso y emocionado de que yo comenzara a escribir mi tesis, eso era lo que el creía que yo hacia en las madrugadas, me sentía un tanto culpable por esa situación pero estaba decidido a llevar mi sueño hasta las ultimas consecuencias, a veces me desanimaba y tenia ganas de mandar todo a la chingada, pero ella (su novia y actual esposa) era quien me alentaba a continuar, y así fue como en una cena familiar celebrando el cumpleaños de mi padre me arme de valor y puse sobre la


mesa el borrador del Astronauta, todos juraban que era mi tesis, miles de cosas pasaron por mi cabeza en ese momento pero cual fue mi sorpresa de que recibieron positivamente el libro y me alentaron a publicar, entre ellos mi papá; y en 2005 el Astronauta Terrestre, la primera novela en México con un soundtrack ve la luz y ocupa el 3er lugar en ventas y descargas por Internet. La música, como el escribir siempre ha sido fundamental en mi vida, y a pesar de no ser el mejor músico del mundo con ayuda de amigos creamos Mexican Favorito, banda encargada de musicalizar el Astronauta Terrestre. Todos los días lo hago, pequeñas frases, cuentos, cosas que vienen de la nada a mi mente, de manera más formal si es a lo que te refieres, si, a mediados de este año saldrá mi segundo libro, El Trompetista, que por supuesto que tiene un soundtrack. ¿Qué sería de la vida de un hombre sin la música?, Por desgracia la banda se separo hace un tiempo por motivos personales, solo compusieron una ultima canción para el libro “Todos hemos querido ir al mar”; en esta ocasión varias bandas participaron en la banda sonora, siendo los Románticos de Zacatecas los encargados del tema principal e inédito de El Trompetista. Me paso algo muy curioso y extraño con esta novela, la termine de escribir en marzo del 2010 y en enero del 2011 me sucedió tal cual 1 capitulo, era como si yo siguiera los mismos pasos que el personaje principal, y esto tiene que ver con la novelería: aun no se si fue una extraña casualidad o si al igual que mi personaje lo que escribía se vuelve realidad. “…Detuve la atención en distintos negocios y en la gente que se ganaba el pan de cada día como podía. Un mundo de personas ofrecían sus conocimientos y su trabajo expendían, así como los pasteleros vendían sus pasteles y las chicas rudas sus costillas. Plomeros, ebanistas, payasos, fruteros, herbolarios, voceadores y caricaturistas ataviaban las banquetas, mientras las avenidas estaban plagadas de negocios y oficinas. Cerrajerías, boutiques, cines, teatros, despachos de arquitectos, de abogados y contadurías. Talleres de coches, restaurantes, florerías, salones de belleza, agencias de publicidad, consultorios, salas de masaje y lavanderías. Tiendas de discos, de muebles, de antigüedades, casas de apuestas, de bolsa, bancos, escuelas y jugueterías, y enseguida caí en cuenta que en el camino había de todo, cualquier clase de comercios, profesionistas, vendedores ambulantes y tiendas, inclusive bibliotecas y librerías, pero no había ningún negocio donde escribieran novelas a la medida… “ Fragmento extraído de El Trompetista Así es como nace la novelería, tu te encargas de tener un hijo y plantar un árbol, y nosotros de escribir tu libro.


“Mi vida tiene banda sonora incluida, y sus canciones las he ido escogiendo con el paso de los días. Basados en las historias del libro hemos hecho música, aunque basadas en canciones también se han hecho vidas y algún personaje de la novela”, dice Mexican Favorito en lo que muchos consideran un viaje al espacio interior, a bordo de un avión de papel en el que sus tripulantes desaparecen y se van. Un disco Hecho en México y en una casa. Un disco casero con sonido a casa, con olor a amor y con sabor a ochenta-y-dos miles en los que todo es posible. Con diez canciones, dos tracks en blanco y un bonus track, le da vida a la Banda Sonora Original de El Astronauta Terrestre, lo que lo convierte en el primer soundtrack original de rock-pop-alternativo de su especie en México.


“Te amo por lo que eres y no hay nada que puedas hacer para cambiarlo�

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Daniel Hernández: Mi Pastor

Por: Gabriela Carrillo

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no de los anhelos más grandes en el ser humano, ser amado incondicionalmente, es sin duda una promesa cumplida para Daniel Hernández Rodríguez. De 45 años dedicado a cumplir “el propósito divino para su vida” a pesar de todos los obstáculos que se le presenten. Paciente y perseverante, como él mismo se describe, busca siempre la excelencia en todos los aspectos de su vida, principalmente en lo que a su actividad como pastor de la iglesia se refiere. De aspecto severo, un tanto austero, manifiesta gran seguridad, muy confiado de su entorno como si lo tuviera todo bajo control, pero sin llegar a expresar despotismo. De complexión robusta y estatura media, revela su gran experiencia y conocimiento a la hora de exponer el tema de Jesucristo como salvador y redentor de la humanidad. Con mirada firme y como perdida en el espacio me cuenta de manera muy elocuente y pasional cómo empezó su andar en el camino de la verdad y la vida. Mis pastores habían decidido enviar a todo el equipo pastoral a recibir un entrenamiento bíblico. Por esa razón, Raúl mi pastor, me pidió que fuera su asistente. Para ese entonces tenía diecisiete años y recién terminaba la escuela secundaria. Acepté gustosamente pues tenía la esperanza de que la experiencia me ayudaría a confirmar el llamado de Dios a un ministerio. Había servido activamente en mi congregación por más de cinco años como diácono, presidente de jóvenes y maestro de niños. Sin embargo, esa nueva responsabilidad provocó en mí el intentar doblar mis disciplinas espirituales. Esto fue muy duro pues cargaba sobre mí la expectativa autoimpuesta de ser ejemplo y de cumplir con lo que todos querían que yo fuera como líder. Durante este tiempo oraba de cuatro a cinco horas por día. Pero mis oraciones eran largos monólogos solitarios. Eran horas de perfecta intercesión, pero no dulce comunión con Dios, como yo esperaba. Ayunaba por lo menos tres veces a la semana. Mi vida estaba dominada por una compulsión de hacer y hacer. Dupliqué mis esfuerzos para ser un cristiano ejemplar, pero cuanto más me esforzaba por alcanzar metas espirituales más fuerte afloraba en mí la naturaleza humana. Así fue que empezaron a salir a flote las áreas de mi


vida que nunca había tratado adecuadamente, en particular aquellas puertas abiertas al pecado. Cuando mi pastor me confrontó sobre estas cosas, descubrió en mí a una persona testaruda y rebelde. Esta situación causo un enfrentamiento muy fuerte entre nosotros y finalmente me sentí acusado de cosas que a mí parecer no había hecho. Entonces simplemente explote y me marché de la iglesia. Ingresé a la universidad e inicié una nueva etapa: un proceso de liberación, desde mi ciega y necia perspectiva, la verdad que fue más bien un proceso de esclavitud. Me liberé de las máscaras que inconscientemente escondían mi verdadero rostro emocional. Eso fue bueno y sanador pues me dio la posibilidad de conocerme y aceptarme como soy. Sin embargo era demasiado inmaduro en el manejo de mi nueva libertad, abusé de ella y abrí el alma a todo aquello que me alejase de Dios. Conforme trataba de pasar por nuevos caminos de desobediencia, me encontré sorprendido por un insólito descubrimiento: entre más lejos quería llegar, más cerca sentía a Dios. Tenía una noción de su presencia acompañándome a donde quiera que fuera. No me refiero a una programación mental religiosa queme condicionara de alguna manera. Hablo de una experiencia genuina con su presencia. Dios se convirtió en un compañero inesperado e inseparable, un “aguafiestas” que arruinó algunas de mis aventuras de rebelde. ¿Cómo era posible que cuando no lo estaba buscando, Él me siguiera? Esa presencia que angustiosamente procuré encontrar en mi adolescencia, ahora era ineludible. Tarde o temprano, tuve que admitir que Dios no era más que una idea encerrada en el sistema de la iglesia, era una realidad con la que tenía que lidiar. Pasaron un par de meses, tuve un encuentro transformador con Dios. Era un fin de semana de fiesta y pensaba irme con algunos amigos. Pero mientras planeaba lo que haría, volví a sentir esa presencia, a veces tan inoportuna. La verdad es que me enojé mucho, discutí con el señor un rato y en pocas palabras le dije: Estoy cansado de que me busques. Me echas a perder las cosas. ¿Por qué no te quedas encerrado en la iglesia, o si la prefieres, en mi cuarto? Déjame en paz. Dediqué mi vida a la iglesia, a tu servicio, y hasta donde yo veo, no he recibido nada a cambio. En la iglesia fui tratado injustamente. Por lo tanto, no quiero nada contigo ni con la iglesia. Si me estás buscando para servirte, puedes darte por vencido, porque nuca más lo haré. En ese momento puedo asegurarte que escuché la voz de Dios, diciendo “Quiero que sepas que aunque no vuelvas a servirme, Yo te seguiré a mando igual. Porque te amo no por lo que hagas por mí, sino por lo que eres. Y eres mi hijo, no hay nada más que puedas hacer para cambiar eso”. Su voz cambió mi vida en ese momento. En mi juventud quise rendir mi corazón a Dios a base de duras disciplinas, restricciones y mucho servicio, pero sin lograrlo. Ahora que no podía ofrecer nada, era amado tan intensamente como siempre, sólo que ahora lo sabía. A partir de entonces sentí una intensa hambre espiritual. Antes de eso quise hacer muchas cosas pues iba detrás de un ministerio que lograra complacer a Dios. Ahora caminaba detrás del Señor y mi único deseo era conocerlo cada vez más.


Soy un hijo amado para Él. Mi vida cambió radicalmente cuando descubrí mi valor a la luz del amor de Dios. Creo que constantemente tratamos de medirnos por nuestros logros personales o profesionales y en el sentido más vano y mundano, la gente trata de medirse a través de los bienes que tiene. Hay una libertad espiritual en el hecho de encontrarnos a nosotros mismos escondidos en el corazón del Padre. En ese lugar de aceptación incondicional no hay más necesidad de comparaciones.


Roberto Paz Garibay quien desempeña dos profesiones: la de Piloto Aviador del grupo cóndores y la de ser Diacono de la Basílica de Guadalupe .


De los aviones al cielo: Roberto Paz

Por: Ely Estrada

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ues desde niño me ha llamado la atención, tengo algunos antecedentes mi abuelo fue coronel y uno de mis tíos fue veterano del escuadrón 201 y desde que tengo uso de razón me han llevado al aeropuerto y me han gustado los aviones. De cierta manera es una tradición que sigue adelante, y que se dio por gusto y no por imposición como se da en algunos casos, donde se hace lo que digan los papas o cuando el papa es doctor el hijo tiene que ser igual o licenciado, en mi caso por fue gusto. Ese fue el caso de la profesión que tiene de ser piloto pero la de ser diacono como la escoge? Ser diacono antes que nada es una vocación del clero puesto que uno se convierte en ministro y es el primer grado del orden sacerdotal, en mi caso no fue algo que yo escogiera si no que así se dieron las cosas y fue mas bien un llamado que llego a mi vida. Es algo fabuloso yo llevo 33 años volando y 6 años de ordenado y es inscribible esta experiencia, a mi siempre me gusto la teología y ya llevo 15 años estudiándola , sin saber una ves como casi todos los domingos van las personas a la villa a comer gorditas de mas y a misa yo también lo hice y en misa nos entregaron una hojita donde decía que se les invitaba a los hombres mayores de 30 años a formar parte de los ministros ordenados pero yo no sabia que era así que marque y me inscribe y después de varios meses me devolvieron la llamada y empecé esta historia había veces que yo tenia o participaba mas bien en 5 ceremonias al día y al ver mi desempeño me dijeron que qué seguía a esta profesión y esta vocación que he desempeñado y es dije que no sabia por lo que me dijeron que lo que seguía era el diaconado el cual necesitaba de una preparación la cual se llevaba su tiempo y pues decidí estudiarlo y gracias a ello tengo una carrera en teología y un diplomado en teología dogmática, estudie en la escuela pontificia durante 6 años para estas preparaciones. Yo lo veo en la policía y hago un paralelo a ellas por que en la policía lo que hago es brindar un servicio a la sociedad por que ayudamos a las personas cuando tiene algún accidente a trasladarlos a los hospitales y a la


seguridad, y precisamente el diaconado significa lo mismo un servicio a la comunidad. Me imagino que durante estos años que lleva en ambas profesiones le han dejado muchas experiencias , algunas quizá marcándolo y dejándole una nueva forma de ver las cosas. Pues gracias a dios, si muchas experiencias porque me ha permitido crecer y conocer a grandes personalidades desde políticos que después forman parte de nuestros gobernantes hasta el papa, que fue lo mas impactante por que yo lo lleve durante su primer visita que realizo a nuestro país en enero de 1979, el sentirle cerca, el tocarlo y besarle la mano fue una experiencia inolvidable Yo entiendo esta vocación como un don que no cualquier persona posee, pues depende de un carisma y un don de humildad, de caridad y de pensar en los demás . Y fuera del ámbito religioso que anécdota lo marco? Pues una ocasión cuando preste mis servicios tuve que aterrizar en pleno anilló de circunvalación y fray Servando en donde esta la estación de bomberos para recoger a una persona que acababa de ser atropellada, el saber que dependía una vida de mi , alguien que no conocía y ni siquiera sabia como se llamaba , pero que al despegar todas las personas que nos rodeaban empezaran a aplaudir fue una vibra muy especial que no se puede olvidar y te dejan marcado. Estas profesiones que valores le han dejado: La de piloto : la realización de mis metas , mi plenitud laboral y personal el saber que concluí un sueño y el cual lo sigo llevando a cabo , aunque también estoy consciente de que mi carrera como piloto esta llegando al ocaso como todo lo que empieza. Y la de diacono; pues mi nuevo renacer , el volver a rencontradme y encontrar la paz, la sabiduría y sobretodo la tranquilidad y la ayuda a los demás. Veo que no es fácil ninguna d elas dos profesiones que desempeña pero agradezco el que nos halla dejado ver que hay detrás de esa mascara que uno pone ante los demás y conocer su historia y el permitirme darme cuenta que hay un mundo detrás de cada persona lleno de historias , aventuras y anécdotas por descubrir.



Luis Mauricio García Salazar es licenciado en Física, egresado de la Facultad de Ciencias de la UNAM, estudió Etnohistoria en la Escuela Nacional de Antropología e Historia y se especializó en Filosofía de la Ciencia en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Actualmente su interés es la visión de la religión sobre el Universo. Mauricio tiene una imagen muy modesta y fresca, conservando un aire de adolescencia y misticismo; demostrando sus conocimientos en ideas claras y concisas con términos dignos de una personalidad única, sedienta de conocimiento. Su gran satisfacción es haber cumplido sus anhelos de la astronomía que siempre tubo de niño.


Astronomía según: Mauricio García

Por: Adriana Cerón

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uis Mauricio García Salazar es licenciado en Física y aceptó la invitación de una comida a una pequeña fonda perteneciente al patio de una bellísima arquitectura colonial del Centro Histórico de la Ciudad de México; combinándose así el pasado con el presente nos cuenta el surgimiento de su inquietud por el universo y cómo esta misma lo ha llevado a buscar más respuestas a la infinidad de posibilidades de la explicación del existencialismo y la visión del mundo, otorgándonos una anécdota en la que él resume estas inquietudes, que más por ser científico, es el lado humano y sus incógnitas en el universo. Cuando yo iba en la primaria, me interesó mucho la Astronomía, me quedaba horas en la azotea de mi casa viendo la luna, de hecho cuando estaba en sexto de primaria pasó algo muy curioso, porque vi como la luna se empezó a oscurecer de una forma muy extraña y resultaba que era un eclipse de luna, sin que realmente tuviera mucha conciencia de la física de este fenómeno, fue algo muy impactante para mi, a raíz de esto me empecé a interesar más por saber que era la Astronomía. En las pláticas de orientación vocacional de la secundaria empecé a preguntar dónde podría estudiarla y resulta que ninguna universidad del mundo, excepto en Chile, existe la carrera de Astronomía como licenciatura, ya que es un área y especialización de la Física, aún cuando la Astronomía es la primer ciencia de la humanidad, pero se ha ido complejizando que ha requerido más conocimientos de la Física. Todo esto me orillo a estudiar Física en la Facultad de Ciencias de la UNAM; estando allí empecé a tomar cursos que me ayudaron a especializarme en la Astronomía y me empezó a interesar no solo la parte moderna de la Astronomía, si no su historia misma y al platicar con un filósofo de la Física, me sugirió que estudiara Arqueología, para entender la otra parte de la Astronomía no occidental, por lo que entre a estudiar Etnohistoria en la ENAH para aplicar la Astronomía en la Antropología. En la licenciatura de Física mi inquietud era la cosmología, la relatividad general y con el origen del Universo, es Astronomía no observacional, digamos la parte más teórica, la que te permite imaginar que hay más


allá de todos esos multi-universos que existen, por lo que también empecé a estudiar Filosofía de la Ciencia y empecé a vincular otras cosas con la Etnohistoria y la Astronomía e interesarme en el existencialismo: qué significa el Ser y cuestionamientos de nuestro propio lugar dentro de la sociedad con conceptos muy abstractos como el miedo y la obscuridad. También conocer la religión ya que te permite ver el universo con otros parámetros, a comparación de la ciencia son dos formas de ver el mismo fenómeno. Curiosamente cuando era estudiante de la Facultad de Ciencias y tendría como 22 años, habían puesto películas en la biblioteca Amoxcalli, y la última película que pusieron era “Doce monos”, estaba tan entrado viendo la película, que se me fue el tiempo. Ya como pude salí corriendo, pero me quede sin metro en el Deportivo 18 de Marzo, en ese tiempo estaba viviendo solo y no me quedó de otra, más que caminar; fue exactamente un once de diciembre, un día antes del de la Virgen de Guadalupe; empecé a caminar y me encontré con los peregrinos que iban hacia la Basílica, y fue muy gracioso, porque fue la primera vez que entendí el “Lobo estepario” de Herman Hesse, ya que venía mucha gente con el mismo fin, que era la adoración de la Virgen, pero yo los veía como si estuviera en una vitrina, porque se me hacían muy extraños, era interesante estar con ellos, pero fue la primera vez que me vincule con la gente, ya que de alguna forma la Física si te abstrae un poco de la realidad social y esa experiencia con el pretexto de quedarme sin transporte alguno y tener que deambular solo por la noche, hizo que me acercara con los peregrinos y empecé a marcar esas diferencias en como yo veo el mundo y como ellos ven el mismo mundo. Para mí fue muy revelador para muchos sentidos, porque no entendía qué hacían aquí, y más, qué hago yo aquí, ¿qué tuve que hacer para llegar a este punto?, prefiriendo otra cosa, mas que seguir y seguir caminando, estaba muy lejos de mi casa y sentía angustia y curiosamente di a parar a la Basílica. Desde ese momento siempre procuro salir a caminar en serio, para volver a sentir esa experiencia, porque eran todos los peregrinos comportándose como un solo ser, yo y la noche, hablando en otro lenguaje, porque me preguntaban si venía a adorar a la Virgen, yo les contestaba: “estoy aquí, porque no tengo otra alternativa”; una señora me llego a decir: “es que Dios te trajo aquí”. - “Yo no sé lo que me trajo aquí”. Esta entrevista fue muy amena, mientras Mauricio me platicaba yo me podía imaginar los posibles escenarios en los que se desarrollarían sus fantásticas anécdotas y el universo en el que él vive, ya que gracias a la entrevista uno se puede dar la oportunidad de conocer el mundo de cada persona, la forma en la que ven la vida. A mí en lo personal, los personajes cotidianos al observarlos no me puedo limitar en pensar toda una historia detrás de ellos. Me fascinan las historias y es una de las razones por las que me metí a estudiar Diseño y Comunicación Visual, siendo las personas fuente de inspiración, exaltando sus cualidades y desventuras en escenarios fantásticos y perspectivas irreconocibles para lo común.



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