Revista Hermanas de la Cruz, Nº 19

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Sumario

SANTA ÁNGELA DE LA CRUZ Página

1. Editorial - Santa Ángela, una mujer enamorada de Dios............................................. 4 2. Perfil Espiritual de Santa Ángela - Humanizar el dolor ......................................................................................................................... 7 3. Jubileo de la Misericordia - «Derramar el buen olor de Cristo» Las obras de misericordia espirituales ..................................................................10 4. Para dar razón de nuestra fe Comentarios al Catecismo de la Iglesia Católica con Santa Ángela de la Cruz - Dios es Padre, Todopoderoso y Creador II .................................................13 5. Me gusta contarte cosas... - Un “seise” santo ...............................................................................................................................17 6. Sor Ángela de la Cruz, cartas a... - ...Las Familias .......................................................................................................................................21 7. Hablamos de ella - Cincuenta años de la presencia de las Hermanas de la Cruz en Roma. 1966-2016 ..................................................................................................................22 - Interés en Barcelona por las Hermanas de la Cruz .............................24

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Sumario

SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA Página

1. I Aniversario de la Canonización de Madre María de la Purísima - Celebramos la grandeza de Dios en sus Santos....................................27 - Santa María de la Purísima de la Cruz, una vida para el encuentro con Dios .............................................................................................28 - Milagros morrocotudos ..........................................................................................................34 - Una inmensa satisfacción, una gran alegría, un deseo cumplido ....................................................................................................................37 - La alegría para empezar el curso ............................................................................39 2. Testimonios - Tres días que no olvidaremos jamás......................................................................41 - “Hermana María de la Purísima, en el día a día” ....................................43 CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA - Clausura del Proceso Diocesano del Siervo de Dios José Torres Padilla................................................................................................ 48 - Apertura del Proceso del Siervo de Dios José de Torres Padilla en Roma ...................................................................................49 - Gracias recibidas........................................................................................................................ 50

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SANTA ÁNGELA, UNA MUJER ENAMORADA DE DIOS En este último cuatrimestre de 2016 serán canonizados nuevos santos de la Iglesia Universal. Nosotras en nuestra Compañía de la Cruz contamos con dos grande celebraciones: Día de Santa Ángela de la Cruz, 5 de noviembre y 18 de septiembre de Santa María de la Purísima. En esta editorial hablamos de Santa Ángela de la Cruz, fundadora de nuestra Compañía. Santa Ángela no era una mujer cualquiera, ni una simple religiosa fundadora de un convento. Era una mujer, una religiosa y una fundadora excepcional. Pero era antes que todo eso, otra cosa. Era una persona profundamente enamorada de Dios. Quizás este aspecto, el de la intimidad de su alma, sea el que pueda quedar oculto ante la grandeza de su vida. Su interior, lo esencial, es invisible a los ojos, pero es lo que explica lo que los ojos ven, del mismo modo que las invisibles raíces son las que permiten que existan los ricos frutos de los árboles. 4


EDITORIAL

Santa Ángela, una mujer enamorada de Dios deuda grande para con Él. Por amor se convirtió en una servidora entregada, alegre, generosa…, por amor a Dios, por agradecimiento a Él estaba dispuesta a arrodillarse ante todo el que sufría, ante todo el que necesitaba ayuda. Nosotros torpes como somos, nos fijamos sólo en lo que se hace, cuando en realidad lo importante es el motivo por el que se hace. Sin una motivación religiosa, sin hacerlo por Dios, sin agradecimiento a Él, lo que hacemos pierde su sentido. Así se cumple la palabra de Cristo,

Santa Ángela amó y creyó en Dios. Cuando todos le decían que su obra no podría sobrevivir ella confió en la Divina Providencia y siguió adelante. Por eso triunfó. La obra fundada por ella ha sido y es un ejemplo de cómo actúa la Iglesia ante la pobreza. Ella vivió entre los más pobres y como los pobres.

“el que se ha hecho el último por amor, será considerado el primero”.

Además hubo otras muchas cosas en la vida interior de Santa Ángela. Su alma la entregó a Cristo, el Señor la aceptó y compartió con ella el tesoro de su abandono en la Cruz. Fue con Él, por Él y para Él, auténticamente pobre entre los pobres. Se quedó en la cruz enfrente y muy cerca de la de Jesucristo.

Pero para vivir esa humildad, hace falta algo, sin lo cual resulta no sólo dificilísimo sino imposible. Hace falta estar enamorada de Cristo humilde. Y hacerlo todo con Él, pues sin su ayuda no podemos hacer nada.

El amor de Santa Ángela fue total, lleno de obras y obras reales. Un amor de entrega y servicio. Amaba al Señor y como persona enamorada comprende lo mucho que le debe a Dios, tiene una 5


EDITORIAL

Santa Ángela, una mujer enamorada de Dios El ejemplo de Santa Ángela, como el de todos los santos, nos pone ante una doble realidad: la necesidad de proclamar claramente que sólo Cristo es nuestro Señor, el único que tiene derecho a ocupar el primer lugar en nuestra vida; que debemos acudir rápidamente a servirle allí donde Él más nos necesita, donde desea ser servido: en los pobres. Jesucristo es lo primero en nuestra vida y, por Él, lo son los pobres, pues allí donde hay dolor, allí nos está esperando nuestro Dios necesitado de nuestra ayuda. Agradecimiento, paz y confianza. Tres cosas que llenan nuestros corazones y nos hacen sentirnos felices ante esta festividad de nuestra Santa Fundadora. Pero lo más importante no es solo eso. Lo más importante sigue siendo lo que vinimos buscando cuando entramos en la Compañía de la Cruz: Dios. Eso es lo que hemos anhelado siempre y lo que seguimos buscando. Dios. Solo Dios. Nuestra Santa Madre nos decía:

“Este es el secreto de la felicidad religiosa: el amor de Dios y el olvido de sí misma. Poned vuestro amor sólo en Dios y nada más que en Él, y ya se acabarán todas las penas y amarguras de la vida viviendo en un festín continuado1”.

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Sor Ángela de la Cruz. Colección de Máximas Espirituales. Sevilla 1939.

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PERFIL ESPIRITUAL DE SANTA ÁNGELA (IV)

Humanizar el dolor

Asombra, al acercarse a la figura de Santa Ángela de la Cruz, el amor ardiente y apasionado de la Santa por la Cruz de Cristo. Sus palabras, sus escritos y sobre todo su vida, estuvieron cada vez más centrados en la Persona de Cristo, y, como en el caso de San Pablo, “Cristo crucificado” (2 Cor 2,2). Podría parecer a primera vista, que esa búsqueda apasionada, casi ‘obsesiva’ de buscar la Cruz en todas las formas, maneras y caminos que la hicieran presente y real en su vida, era fruto de alguna forma de ‘masoquismo’: sufrir por sufrir; gozar sufriendo. Nada de eso! El amor de Santa Ángela por la cruz era fruto de una identificación cada vez más profunda y total con Cristo. Efectivamente, en la vida de Jesús, la Cruz no fue algo tangencial, periférico, superficial o accidental. Jesús no murió de un simple ‘accidente’, por una rebeldía o reacción repentina ante las autoridades romanas y judías. Jesús fue anunciando repetidamente su Pasión y su muerte en Cruz a lo largo de toda su predicación y actividad misionera. Él mismo, como dejó constancia Lucas en su Evangelio, llegó a afirmar: “Tengo que pasar por la prueba de un bautismo, y estoy angustiado hasta que se cumpla” (Lc 12,50). Tampoco en el caso de Cristo, la Cruz fue una especie de obsesión masoquista. En la mente 7


PERFIL ESPIRITUAL DE SANTA ÁNGELA (IV)

Humanizar el dolor

de Cristo los conceptos de Cruz y de Salvación están esencialmente unidos de tal forma, que no hay ‘redención sin cruz’ pero tampoco hay ‘cruz sin redención`. Desde esta perspectiva salvífica de la Cruz puede entenderse y hasta justificarse la fijación de Santa Ángela por la Cruz de Cristo. Efectivamente, desde el amor a Cristo crucificado combatió sin tregua el carácter duro, rebelde, levantisco que tenía. El Jesús que muere mansamente en la Cruz perdonando a todos sus enemigos e incluso al apóstol que lo había vendido por treinta monedas de plata; el que perdonó al resto de los Apóstoles que habían huido cobardemente abandonándolo a su suerte, es para Santa Ángela el paradigma, el modelo, el referente nuclear de todo su universo espiritual, la exigencia máxima de la dulzura y la mansedumbre de la que, sin proponérselo expresamente, hizo gala a lo largo de su extensa vida. Todo lo vio, todo lo percibió, todo lo enfocó (personas, asuntos, servicio a los pobres, problemas personales y congregacionales) desde ese ángulo. La Cruz le enseñó a “vivir en paz con el dolor”, como dejó escrito el Padre Francisco en su famosa Oración. Desde esa centralidad del Cristo crucificado, hay que entender su amor y su servicio preferencial a los pobres y necesitados. - En ellos vio siempre al que, a causa de su Pasión, “no tenía siquiera apariencia ni presencia humana; despreciable y desecho de los hombres, fue llamado ‘varón de dolores’ y ‘sabedor de

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PERFIL ESPIRITUAL DE SANTA ÁNGELA (IV)

Humanizar el dolor

dolencias’, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no le tuvimos en cuenta (Is 53,2-3). El servicio generoso, total, gratuito a los más necesitados que quiso ejercer personalmente Santa Ángela y que quiso que ejercieran sus seguidoras, no procedía en su raíz más profunda de la simple compasión humana. En este sentido hay que afirmar que Ella nunca se sintió ni tuvo sicología de lo que llamaríamos hoy “asistente social”. Ejercido humanamente según todas las normas éticas y profesionales exigidas por la sociedad de hoy, el motivo fundamental y determinante para la Santa fue siempre y de forma inequívoca, sobrenatural: centrada permanentemente en la persona de Cristo que se identifica con la persona necesitada en alguna de las muchas dimensiones en que se presentan las necesidades. Recordó constantemente las palabras claras y orientadoras de Cristo: “lo que hicisteis con alguno de estos hermanos míos más humildes y necesitados, conmigo lo habéis hecho” (Mt 25,40). - En ellos quiso servir al Cristo que en la Cruz había perdido incluso su figura humana. “Humanizar el dolor”, darle al dolor esa componente de humanidad propia del hombre, es una de las tareas fundamentales que, a partir de su ‘enamoramiento’ de Cristo, (y éste crucificado), ejerció Santa Ángela y dejó a las Hermanas de la Cruz como uno de los elementos fundamentales de su Carisma Si echamos una mirada por rápida y superficial que sea a nuestro ‘crucificado y dolorido mundo’, descubriremos de forma inmediata no solo la actualidad del Carisma de Santa Ángela, sino la urgencia de que también los que no formamos parte de la Congregación por ella fundada, nos enrolemos en el ejército de personas creyentes que, a partir de una fuerte vivencia de la Cruz, nos comprometamos a erradicar los innumerables e injustos dolores del mundo. Antonio Mª Calero, SDB

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«DERRAMAR EL BUEN OLOR DE CRISTO»

Las obras de misericordia espirituales

«Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños a mí me lo hicisteis»1. Santa Ángela vio con tanta claridad la misión de la Compañía de la Cruz: primero, ayudar al prójimo en sus necesidades corporales y espirituales, para, segundo, llevar a tantas almas a Cristo. Quería Dios que la diminuta patrulla que nació el 2 de agosto se extendiera por todos los rincones llevando alivio, pero sobre todo deseaba Madre Angelita que se viviera un doble procedimiento: que las hermanas se encontraran con Cristo en los pobres y que estos se lo encontraran en las Hermanas de la Cruz. A todos los abandonados, de los que nadie se acuerda, cuando ya no tienen donde recurrir, surge la esperanza en un pareja de hermanas, cooperadoras de la misión del Redentor para aliviar el dolor y la miseria. Escribía la hermana María del Salvador: «Eran verdaderas misioneras, que con su ejemplo derramaban el buen olor de Cristo por las pobres barriadas…llevando la luz y la esperanza a las almas olvidadas y abandonadas de todos»2. Cada día vuelven las hermanas de la Cruz, según el camino abierto por Sor Ángela y a semejanza del Maestro, cargadas de obras de misericordia: «Porque ¿quién tiene tiempo y fuerza de voluntad para permanecer 1 2

Mt 25, 40. Hermana Mª del Salvador. Bosquejo biográfico de Sor Ángela de la Cruz. BAC. Madrid, 2012. P. 362.

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JUBILEO DE LA MISERICORDIA

«Derramar el buen olor de Cristo. Las obras de misericordia espirituales» horas y horas al lado de los pobres enfermos abandonados, escuchando sus tristes ayes y empapando su espíritu en las desoladoras escenas del dolor? ¿Quién sino la Hermana de la Cruz, para quien el pobre es su hermano y el enfermo imagen de Nuestro Señor Jesucristo, al que firmísimamente creen consolar y aliviar con su ternura y delicadezas de caridad, en persona de la humanidad doliente?»3. De este modo, llevan a cabo con naturalidad y cotidianamente las obras de misericordia espirituales: Enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que se equivoca, perdonar al que nos ofende, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos del prójimo y rezar a Dios por los vivos y por los difuntos. Un padre moribundo les pidió que se encargaran de su niña, Sor Ángela consultó con el Padre Torres y fue la primera huérfana que comenzaron a atender las hermanas. Luego vinieron más huérfanas, los colegios, las residencias de ancianas, catequesis… diferentes apostolados donde con ilusión enseñan la verdadera ciencia de la Cruz: «para que antes que entre en ellas la malicia, conozcan a Dios y puedan librarse de las celadas (engaños) del enemigo y conserven la inocencia el más tiempo posible»4. Lo primero Dios, el sabio consejo de las hermanas no puede ser otro que animar a que vivan la fe con la práctica de los sacramentos, que cumplan los mandamientos de la ley de Dios corrigiendo a quien haga falta porque buscan la gloria de Dios y la salvación de las almas, no quedar bien con la gente. Perdón, consuelo, paciencia, son tantas las virtudes que este género de vida enseña. Estar todos los días cerca de la Cruz enseña a esperar 3 4

Santa Ángela de la Cruz. Un programa espiritual para cada año. Roma, 1987. P.445. Santa Ángela de la Cruz. Un programa espiritual para cada año. Roma, 1987. P.445.

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JUBILEO DE LA MISERICORDIA

«Derramar el buen olor de Cristo. Las obras de misericordia espirituales» y aliviar, no arrojar nunca la esperanza y a ejemplo de la Santísima Virgen María enjugar las lágrimas de los que rodean la cruz del enfermo, de la miseria, de la ignorancia. Como Jesús perdonar siempre, buscando el abrazo de reconciliación de los hermanos y la paz del instituto. Las flaquezas del prójimo les ayudan a ejercitarse en la paciencia. Y, cuando ya no hay nada que hacer, rezar por los vivos y no olvidar nunca a los difuntos en el Santo Sacrificio del Altar, ofreciendo sufragios por las hermanas, familiares, allegados y bienhechores. Termina Santa Ángela el comentario a las obras de misericordia con una invitación: «¿Ven qué hermoso es nuestro instituto? Para estos tiempos el único y el más a propósito. Demos gracias a Dios porque nos ha llamado, para que practicándolo nos santifiquemos»5. Este Año Jubilar de la Misericordia que llega a su termino sólo tiene como objetivo nuestra santificación con la práctica de las obras de misericordia. De nada sirven los estudios, las conferencias, los libros sin una puesta en práctica del amor a Dios en los hermanos: «Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños a mí me lo hicisteis»6. Ignacio Guillén Montoto Párroco de San Bartolomé Aguadulce (Sevilla) 5 6

Santa Ángela de la Cruz. Un programa espiritual para cada año. Roma, 1987. P.445. Mt 25, 40.

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DIOS ES PADRE, TODOPODEROSO Y CREADOR II 3. Ha creado el mundo de la nada El Señor ha creado libremente el mundo por amor, y ha querido que las criaturas que creó participaran de su ser, su sabiduría y su bondad. La razón de esto es que tanto el amor como la felicidad tienden a darse, a comunicarse, a difundirse, a volcarse en otras personas. «Lo que deseo es llevar nuestra mente a la consideración de que Dios es creador, todo cuanto existe ha salido de sus manos. A mí también me ha creado y me conserva dándome todo cuanto tengo y me conviene; desde toda la eternidad tenía dispuesto el plan de mi santificación y los medios con que debía realizarla»1. Así lo experimentamos en nuestra vida cuando compartimos las alegrías con nuestra gente. Del mismo modo, Dios al hacer que el mundo existiera nos ha comunicado su gloria, su felicidad y poder, y nos llama a gozar para siempre de su compañía, más aún de su vida divina por medio de la gracia santificante; primero aquí en el mundo, en el tiempo, después en el cielo por toda la eternidad. Los que no creen dicen que ha sido el hombre el que ha creado a Dios, sin embargo, lo católicos afirmamos que es Dios quien creó al hombre, “todo lo visible y lo invisible”. Nunca se han parado a pensar que nadie se molesta en convencernos que no existen las sirenas, lo unicornios, los centauros, etc. porque todo el mundo sabe que no existen. Eso no ocurre con el Señor. Dios no fabricó el mundo con materiales que ya existían sino 1

Santa Ángela de la Cruz, Un programa espiritual para cada año. Roma, 1987. p.105.

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PARA DAR RAZÓN DE NUESTRA FE

Dios es Padre, Todopoderoso y Creador II que lo hizo de la nada, antes de Dios no existía nada de nada. Y si Dios ha hecho esto qué es lo más difícil, no podrá hacer algo bastante más fácil que es dar la vida después de la muerte: la resurrección.

4. Dios cuida con amor de todas las cosas: la Providencia Un padre no se desentiende de su hijo cuando viene al mundo. Lo mismo hace Dios que es Padre, no se desentiende del mundo ni de nosotros una vez que nos ha creado. Así Madre repetía innumerables veces a las hermanas: «Las exhorto a la confianza en la providencia, que ya saben que su bolsillo no tiene fondo»2. Dios tiene cuidado de todo, de las cosas más pequeñas y de los grandes acontecimientos del mundo, de la historia y especialmente de nosotros: «No andéis preocupados por la comida, por el vestido… ya sabe vuestro Padre del cielo que tenéis necesidad de todas esas cosas. Buscad primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura»3. Y Santa Ángela nos lo recuerda: «Tened mucha confianza en Dios, que su Providencia no os ha de faltar; pero para que no os falte, tenéis que buscar primeramente el reino de Dios y su justicia y lo demás se os dará por añadidura»4. Dios siempre actúa bien y jamás se equivoca, de ahí que podamos y debamos confiar todo en Él, pues no hay nadie más interesado en nuestra felicidad que Dios. Hablar de ”buena o mala suerte”, es una equivocación, un absurdo sin sentido. La buena y la mala suerte, sencillamente, no existen. ¿Qué son exactamente? ¿En qué consisten? ¿De quién dependen? No se dejen engañar, existe Dios, Padre bueno y su providencia que gobierna todo y nada se le escapa, lo demás son meras supersticiones más o menos inofensivas pero que nos hacen olvidar que todo viene dispuesto por Dios, que el azar ciego o la casualidad no existen. Hay alguien que todo lo ordena y lo guía: 2 3 4

Santa Ángela de la Cruz, Epistolario, n. 527. Mt 6, 31-33. Santa Ángela de la Cruz, Un tesoro en vasija de barro, n. 204, Roma 2011.

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PARA DAR RAZÓN DE NUESTRA FE

Dios es Padre, Todopoderoso y Creador II el Señor. Este es un motivo de la fe: es más lógico, más racional, creer en que Dios lo tiene todo en su mano y nada se le escapa a creer que todo es una cadena continua de casualidades. El horóscopo, el tarot, la magia, la adivinación, la brujería, el espiritismo, son supersticiones que desvían del culto que debemos a Dios, y además todas esas cosas provienen del demonio y nos conducen al demonio. Son una ofensa a Dios providente que nos cuida y nos guía. En la actualidad podemos comprobar con facilidad como, a menos religión más superstición. Es decir, que cuanto menos religiosas son las personas, se entiende de la única Religión verdadera, la Católica, más se vuelven a las supersticiones de las religiones falsas; y es que «cuando el hombre deja de creer en Dios, empieza a creer en cualquier cosa»5. Hoy, por ejemplo, no se cree en el verdadero y único Dios, sin embargo, se cree en el dios comodidad, en el dios dinero, en el dios placer, en el dios fama, en el dios fútbol, en el dios moda, en el dios cuerpo, etc. Por eso, Madre Angelita nos trae a la memoria que los beneficios que hemos recibido de la providencia son innumerables, «haberle dado la vocación religiosa y haber allanado los inconvenientes quitando los obstáculos; y traerla de la mano hasta verla dentro de la casa religiosa, y ponerla en los brazos de su Santísima Madre, para que le alcance la perseverancia y sea su Maestra enseñándole el valor de las virtudes, para que su práctica se le haga suave y fácil. Ve la brevedad de la vida, y que por breve penar eterno gozar. Ve la mentira de los goces de este mundo y los muchos desengaños hasta de personas íntimas. Y ve la Providencia de Dios, que la ha apartado de esos peligros y de los enemigos que rodean las almas y las precipitan»6. El Señor nos acompaña siempre, nos mantiene en el ser y dirige todo a su fin, a su perfección. Por eso tenemos 5 6

Chesterton, G.K., ¿Por qué soy católico?, Ciudadela, Madrid 2009. Santa Ángela de la Cruz, Epistolario personal, p. 383, BAC, Madrid 2003.

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PARA DAR RAZÓN DE NUESTRA FE

Dios es Padre, Todopoderoso y Creador II que reconocer la dependencia completa que tenemos del Señor que será para nosotros una fuente de alegría interior, libertad verdadera y confianza. «Si Dios está con nosotros, ¿Quién estará contra nosotros? […] Ni la muerte, ni la vida, […] ni el futuro, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor a Dios»7. «Disfrutad de todo lo que la providencia les proporcione en lo espiritual y corporal, sin olvidar la gran misión que pesa sobre nosotras. No acobardarse por nada, si Dios está con nosotras ¿quién contra nosotras? Nadie ni nada»8. Aunque en numerosas ocasiones los caminos de la providencia nos resulten desconocidos o desconcertantes; aunque haya momentos en que le lancemos a Dios un angustiado “¿por qué”?, sólo al final de nuestra vida cuando lo veamos “cara a cara”9, comprenderemos toda nuestra existencia y entonces entenderemos el sentido último de los sufrimientos por los que pasamos, de todas las personas, lugares y situaciones que vivimos. «Para los que aman a Dios todo les sirve para el bien»10. Gabriel Calvo Zarraute Párroco de Santa Ana Fuenlabrada (Madrid)

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Rm 8, 31-39. Epistolario 243. 1 Cor 13,12. Rm 8, 28.

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UN “SEISE” SANTO Te voy a contar una cosa que me hace sentir muy feliz. ¿Tú sabes quienes son los “seises”? Siempre he admirado a esos niños que, vestidos como principitos, bailan en la Catedral de Sevilla. ¡Qué envidia! A mí me hubiera gustado ser uno de ellos. Vienen de una tradición muy antigua, échale allá por el siglo XVI por ahí. Son famosos y cuando bailan, que lo hacen tres veces al año en la Catedral, asisten muchísimas personas, no sólo por la liturgia en honor del Señor o de la Virgen, algunos también por la curiosidad de ver a esos diez niños bailando.

D. Manuel González García

Obispo de Málaga y de Palencia Empezaron siendo cuatro, más tarde seis (1877-1940) (de ahí el nombre de seises) y ahora son diez. Su baile es siguiendo el ritmo pausado de alguna canción con letra de la Eucaristía o de la Inmaculada, pero no como si fueran unas “sevillanas” sino con un ritmo tipo palaciego, parecido a esos bailes que se ven en los palacios antiguos de las películas principescas. Un baile muy delicado y “fino”, para que nos entendamos.

¿Por qué te cuento esto? Porque me da mucha alegría poder tener un santo en los altares que fue “seise sevillano”. Santo vestido de seise no va a estar en los altares,porque llegó a ser Obispo de Málaga y de Palencia, D. Manuel González García, o mejor, San Manuel, (me tendré que acostumbrar porque eso de San Manuel no me suena). Cuando leas este articulito ya habrá sido canonizado y proclamado Santo por el Papa Francisco (16 octubre 2016), Santo porque fue muy bueno, un sevillano campechano, de buen humor, 17


ME GUSTA CONTARTE COSAS...

Un “seise” santo de sonrisa atrayente y semblante pacífico pero, sobre todo, porque era un enamorado de Cristo en la Eucaristía. A lo mejor otro día te cuento el por qué lo llamaban: “el Obispo de los Sagrarios abandonados”. Como siempre me pasa, me enrollo y no te cuento lo que pretendo, pues atiende: lo que quiero decir es que conoció a Sor Ángela y a sus Hijas, sobre todo en Málaga porque mira, las quería tanto que en su mismo palacio les dejó unas dependencias, con entrada por otra calle, para que instalaran allí su convento y allí estuvieron siete hermanas haciendo mucho bien por los barrios de la marinera ciudad. Aquella fundación fue la última casa que se abrió estando Sor Ángela en vida. Ahora te quiero contar una cosa un poco triste. En los años de la guerra civil, incendiaron el palacio arzobispal y, medio ocultos y escuchando los insultos, tuvieron que salir del palacio el Sr. Obispo, las siete Hermanas y algún personal más. ¡Qué mal lo pasaron! Se refugiaron en el sótano del colegio Marista, que estaba deshabitado, lugar donde depositaban la basura y allí rezaron el rosario; el Sr. Obispo les dio la absolución por si sucedía algo, ya me entiendes. D. Manuel quiso pagar a las Hermanas los billetes del tren pero no tenía dinero,entonces hermana Salvadora sacó quinientas pesetas que el Sr. Obispo le había entregado para sus obras de caridad y con ellas pudieron solucionar que D. Manuel se refugiara en Gibraltar y las Hermanas pudieran viajar en tren hasta llegar a Sevilla ¡Aquí hay que respirar aliviados, menos mal, porque se le pone a uno el corazón “en un puño”! Madre Ángela había estado muy preocupada por ellas y cuando las vio en casa experimentó una alegría inmensa y se sintió santamente orgullosa de sus Hijas; su reacción inmediata fue dar gracias a Dios y les recomendó con mucho afecto que descansaran que bien merecido lo tenían. ¡Pobrecitas estarían extenuadas! 18


ME GUSTA CONTARTE COSAS...

Un “seise” santo El santo Obispo no se olvidó nunca de las Hermanas, mis “siete” las llamaba él, que, aunque no lo dijera, les habían ganado el corazón y mantuvo una relación epistolar con ellas, sobre todo con hermana Salvadora de Cruz que había sido la superiora en Málaga. Por cartas seguía muy interesado por la salud de Sor Ángela y enterado de que estaba muy delicada y enferma. Escribió a las Hermanas: “¡Cuánto siento y pido por la enfermedad de Madre” (26/VI/1931) Se da la circunstancia de que Madre Marciala, que fue Madre General, también fue del grupo de las “siete” de Málaga. Permíteme ahora que te dé algunos datos biográficos de nuestro “Seise Santo”. Mira, nació en Sevilla el 25 de febrero de 1877; a los diez años bailaba con los niños en la Catedral y a los doce entró en el seminario. Lo ordenó de sacerdote nada menos que otro santo: D. Marcelo Spínola. Estuvo en la parroquia de Palomares y en Huelva y en 1916 fue consagrado Obispo en la Catedral de Sevilla, cuatro años después el Papa Benedicto XV lo nombró titular de Málaga, donde tuvo que pasar, ¡pobrecito mío!, el calvario de los incendios y la persecución. En 1935 Pío XI lo nombró Obispo de Palencia donde se encuentra su sepulcro, a los pies del Sagrario, aunque murió en Madrid el 4 de enero de 1940. El santo Papa Juan Pablo II lo Beatificó en 2011 y Papa Francisco lo Canoniza el 16 de octubre de 2016. Tengo que decirte que a mí me gusta ir a la Casa Madre de las Hermanas de la Cruz porque me parece que, pisando aquel suelo, me corre por las venas algo de santidad. Me imagino a Santa Ángela, en vida, entrando y saliendo para atender a todos; pienso en Santa María de la Purísima imitando al máximo a Madre Ángela e incluso limpiando cuando le tocara ese suelo que nosotros pisamos. Me sorprendo con el detallazo de San Juan Pablo II yendo a rezar ante el altar de Sor Ángela y ahora que te hablo 19


ME GUSTA CONTARTE COSAS...

Un “seise” santo de D. Manuel pienso en el estallido de santidad que se produciría cuando aquel febrero del año 1932 nuestro nuevo Santo fue a visitar a Sor Ángela que se encontraba muy enfermita. Pidió verla y, después de contemplarla largo rato en silencio, seguramente rezando, ¿sabes lo que le dijo cuando la vio tan delicada? Pues te lo digo: “Viva Jesús y su Cruz,y las Hermanas de la Cruz en ella, hasta la muerte”. Las cosas de los santos que calan muy hondo en la sabiduría de la Cruz. ¡Como para no sentir felicidad cuando se entra allí y le vienen a uno ganas de decir: “¡Sor Ángela, hija mía, que se me pegue algo de tantos santos que han estado por aquí!” y eso sin contar a tantas Hermanas que han volado para el cielo y que son santas “sin altar”. Bueno pues, Sor Ángela murió aquel 2 de marzo de 1932, unos días después de su visita y el Santo D. Manuel, que murió ocho años más tarde, escribió a las Hermanas: “Apenado por muerte egregia Fundadora, consuélame pensar que el Corazón de Jesús, empezará a trocar sus largos años de heroicas abnegaciones y cargas de Cruz, por claridad de Cielo para su preciosa alma y bendiciones de reflorecimiento de observancia y amor a la Cruz en sus hijas”. ¿Qué te pareció? Como te dije al principio me siento muy contento de que un santo más de esta tierra de María Santísima pueda proclamar al mundo aquello que alguien dijo de que: “Un santo triste es un triste santo”. Por eso esta pareja de sevillanos: Sor Ángela y San Manuel González traslucían en su semblante, en su sonrisa, en su trato amable y en el brillo de sus ojos la alegría de sentirse amados de Dios y de amar a todos porque todos somos hijos de Dios. ¡Señor, concédenos parecernos, siquiera sea, un poquillo a ellos! Luis Cornello Espina, sdb.

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...LAS FAMILIAS FUNDAMENTOS DE LA CARIDAD EN LA VIDA DE FAMILIA (Introducción de la Carta n. 108 Sor Ángela de la Cruz, Epistolario personal, BAC)

Alabado sea Nuestro Señor Jesucristo Muy querida familia en Dios Nuestro Señor: Se pasa el verano, tiempo muy propicio para morir a nosotros mismos, por la convivencia más estrecha que vivimos en este tiempo en las familias. Dios, nuestro Señor, nos rodea de sus dones y su amor. Este es un beneficio al que debemos corresponder dándole algo que mucho le agrada. ¿Sabéis lo que es? La caridad fraterna en la convivencia de la familia. Esta virtud es la vida de las familias: donde no se practica con perfección hay mucho que lamentar, así como donde reina hay muchas virtudes que admirar. La experiencia me ha dado a conocer que para que sea sólida y eche raíces en el alma, se tiene que tomar el trabajo de adquirirla de más lejos que lo que nosotros solemos tomarlo; y así, algunas veces, su práctica es un poco superficial, que con algunas cosas sencillas la perdemos un poco. La caridad tiene que estar fundada en el conocimiento de Dios, del prójimo y de nosotros mismos. Resultando de estos très conocimientos: el pensar bien, sentir bien y hablar bien de aquellos con los que convivimos. Y de estas tres últimas cosas, como consecuencia legítima, se sigue: honrar, defender y ayudar, a los miembros de nuestro hogar. CONTINUARÁ... (En los próximos números, desarrollaremos el conocimiento de Dios, del prójimo y de nosotros que Santa Ángela nos enseña)

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CINCUENTA AÑOS DE LA PRESENCIA DE LAS HERMANAS DE LA CRUZ EN ROMA 1966-2016 En 1894, con motivo de la beatificación de Fray Diego José de Cádiz, Sor Ángela de la Cruz, por mandato del Cardenal de Sevilla, Sanz y Forés visitó Roma acompañando a Hermana Adelaida de Jesús, sanada milagrosamente por Fray Diego José de Cádiz, cuya curación formó parte de su Proceso de Beatificación. Sor Ángela visitó Roma como peregrina y como Fundadora. Su camino de cruz pasó por aquella Ciudad Eterna, donde la fe de los fieles católicos es confirmada por Pedro y sus sucesores y el testimonio cristiano recibe el influjo perenne de la sangre de los apóstoles y de los mártires, primeros testigos del que venció en la cruz. En Roma, Ella experimentó una simpatía particular por un Santo, entre los muchos cuyos sepulcros visitó: San Benito José Labre. Este santo mendigo la conmovió especialmente. Su alma vibró en armonía con su espiritualidad, frecuentando su sepulcro por tres veces. Gracias a los recuerdos que dejó en su Diario romano podemos entrever lo que pasó por su alma. En coloquio con el Santo de la pobreza y la humillación así escribía: “Todo me conmovía y daba gana de fundar una comunidad pobre que tuviera por distintivo el espíritu de humillación”. Y estos sus deseos no quedaron para Dios perdidos, viéndose realizados después de 70 años, con la fundación de una casa en Roma, el 29 de junio de 1966, bajo la protección de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo. Desde entonces, la pequeña comunidad, según el carisma de su Santa Fundadora, desarrolla una misión apostólica en pleno corazón de Roma, al servicio de la Iglesia, visitando y asistiendo a enfermos pobres, de día y de noche, en sus propios domicilios, gratuitamente,. Este año Jubilar de la Misericordia se han cumplido los 50 años de la presencia de las hijas de Sor Ángela en la Eterna Ciudad, donde se ha elevado un canto de gratitud a Dios con la celebración de un solemne Tríduo de Acción de gracias los días 26, 27 y 28 de junio. 22


HABLAMOS DE ELLA

Cincuenta años de la presencia de las Hermanas de la Cruz en Roma. 1966-2016 El domingo 26, a las 18,30, en la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat, tuvo lugar la Celebración Eucarística presidida por el Emmo. Sr. Cardenal Carlos Amigo Vallejo, OFM, arzobispo emérito de Sevilla. El lunes 27, a la misma hora, la Celebración Eucarística estuvo a cargo del Excmo. Mons. Miguel Angel Ayuso Guixot, MCCJ, Obispo titular de Luperciana y Secretario, en Roma, del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso. Culminando el martes 28 con la solemnísima Celebración Eucarística, presidida por el Emmo. Sr. Cardenal Carlos Amigo Vallejo, OFM, esta vez en la Iglesia de San Juan de los Florentinos, al término de la cual se bendijo una preciosa pintura, obra de Raúl Berzosa. Enmarcada en un artístico marco ovalado, dorado y policromado, completado por dos angelitos preciosamente logrados, obra de Alberto Pérez Roja. El acto fue del todo emocionante cuando las 30 Hermanas de la Cruz, que se encontraban en Roma para estas celebraciones, formaron la procesión en dirección hacia la Capilla donde presidía ya el cuadro y que desde ese momento de la solemne bendición recibiría el culto y el amor no sólo de sus hijas y devotos romanos sino de todos los fieles que a través del tiempo llegarán a Roma de todos los países. La emoción pasó de tono cuando el Coro entonó preciosamente el himno a Santa Ángela “Ya ondea la bandera…” al que no sólo las Hermanas se unieron sino también la multitud de fieles españoles que las acompañaban. El precioso gesto de generosidad del párroco, Don Luigi Vetturi, en favor de la Compañía de la Cruz, no ha sido indiferente; en la homilía fue resaltado y más tarde elogiado por todos, así como la generosidad con que se prodiga en ayuda de los pobres enfermos, asistidos por las Hermanas, desde que conoció la figura y santidad de su Santa Fundadora, sensibilizando a sus parroquianos, en gestos de amor y caridad, en su favor.

¡Todo sea en alabanza y gloria de Dios y de su humilde “Obrerita Ángela de la Cruz”! 23


INTERÉS EN BARCELONA POR LAS HERMANAS DE LA CRUZ Nunca me pude imaginar que tendría que hablar en público sobre Santa Ángela de la Cruz y sobre la Compañía por ella fundada. Una mañana de enero me telefoneó la Hermana Superiora de la Casa Madre de Sevilla, diciéndome que había llamado un sacerdote de Barcelona preguntándoles, quién podría hablarles de la Compañía de la Cruz, y que las hermanas habían pensado en mí para hacerlo, puesto que vivía aquí. Este sacerdote, D. Antonio Turú, es Misionero de Cristo Rey y responsable de la Unión Seglar San Antonio María Claret, un grupo muy numeroso de gran actividad espiritual y apostólica. Me impresionó que, en una sociedad tremendamente laicista y poco practicante como la de Barcelona, a raíz de la Canonización de santa María de la Purísima, surgiera este interés por conocer más a santa Ángela y a la Compañía por ella fundada. ¡Vaya tela! Pensé, y qué responsabilidad tan grande hablar y representar a la obra de las Hermanas de la Cruz. Durante la preparación vi la cercanía de la Hermana a la que le consultaba las ideas que iba teniendo para hacer el guion dándome siempre esa confianza basada en el abandono y en la voluntad de Dios que tan bien saben vivir ellas. Fueron días de releer y llevar a la oración escritos, libros sobre la fundación y la historia del Instituto, la vida y obra de Santa Ángela, de santa Mª de la Purísima y mis recuerdos de las veces que estuve con ellas, las Beatificaciones y Canonizaciones, etc. Fui interiorizándolo y afianzándome más en lo que yo había visto y vivido desde pequeña, y que ahora debía transmitir durante un rato a unas personas que lo querían conocer. Por eso llegué a aceptar que esta misión no podía ser más que por voluntad de Dios. Ha sido un revulsivo profundizar mucho más en su espíritu de silencio, su vida de penitencia y mortificación, su caridad verdadera, la constante entrega, la sonrisa en sus caras no quejándose ante las contrariedades, la continua 24


HABLAMOS DE ELLA

Interés en Barcelona por las Hermanas de la Cruz vida de oración, porque por las calles van rezando hasta sus zapatillas. A la charla, un domingo a las diez de la mañana, asistieron más de 200 personas, muchas de ellas jóvenes, llenando el salón de actos. Desarrollé el guion intentando hacerlo ameno y asequible para tantas personas que nunca habían oído hablar de las Hermanas de la Cruz. En una hora y media resumí y expliqué la historia del Instituto, su carisma y su impresionante labor con los más pobres y con los que sufren. Reseñé su manera de vivir la pobreza, su desprendimiento de TODO, que se convierte en alegría verdadera, pues su felicidad la basan en no anteponer nada a Dios. El Señor las llama para que estén con Él en la Cruz, y sólo por ese amor dan su vida tal y como lo vio Santa Ángela en su visión del Calvario, siendo esa su auténtica verdad y que por eso atraen tanto. Cómo van dando meditaciones sin hablar, en sus asistencias, en sus atenciones y en sus conventos, viviendo el evangelio hasta sus últimas consecuencias. No están donde se ven sino donde hacen falta. También les conté cómo conocí a santa María de la Purísima y el privilegio que tuve al poderla llevar en el coche en varios desplazamientos desde Jerez a Sevilla, en los que pude hablar con ella y comprobar que estaba delante de una Santa. Al acabar se me acercaron varias personas, todas coincidieron en agradecer haber conocido a las Hermanas en sus pueblos antes de emigrar a Cataluña. Una señora de Écija, muy devota de Sta. Ángela, conocía muy bien el convento de allí y, cuando volvía, siempre iba a saludarlas porque las quiere mucho. Un señor, muy impresionado, me dijo que a partir de ese día, intentaría vivir de otra manera. A muchos les sorprendía que actualmente hubiese tanta entrega, tanto sacrificio y tanta santidad en estas monjas. Otra señora mayor y sencilla, con su marido, de Fuentes de Andalucía, me dijo que las Hermanas habían ayudado y socorrido mucho a sus padres y familia. Estaba muy emocionada y me dio varias veces las gracias. Al final se repartieron novenas, estampas y trípticos. Este encargo me ha dejado huella, así como una riqueza espiritual grande. Siento una gran satisfacción por haberlo hecho e intentar dar a conocer más a santa Ángela de la Cruz, su carisma y el Instituto por ella fundado. Doy muchas gracias a la Providencia divina y a las Hermanas por su confianza. Lo que no sé yo, pero que no dudo, es el fruto que sacará Dios de todo esto. A.E.R. 25


I ANIVERSARIO DE LA CANONIZACIÓN DE MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA


CELEBRAMOS LA GRANDEZA DE DIOS EN SUS SANTOS

El día 18 de septiembre, domingo, con motivo de la festividad de Santa María de la Purísima de la Cruz, celebraremos la santa misa en la capilla de la Casa Madre, a las 10,30 h. de la mañana. La misa será presidida por el Ilmo. Sr. D. Teodoro León, Vicario General de la Archidiócesis de Sevilla. Podrán concelebrar todos los sacerdotes que lo deseen. Y el día 31 de octubre, aniversario de su muerte, todos sus devotos podrán venerar sus reliquias y encomendarles sus problemas y dificultades.

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SANTA MARÍA DE LA PURÍSIMA DE LA CRUZ, UNA VIDA PARA EL ENCUENTRO CON DIOS Queridos lectores, ha pasado un año desde el día feliz de la canonización de Santa María de la Purísima de la Cruz. Sí, nos encontramos ya celebrando el primer aniversario de su canonización. No puedo dejar de recordar que, durante los largos meses de preparación espiritual para ese acontecimiento de gracia, mi pensamiento, teniendo como fundamento la vida espiritual de esta santa Hermana de la Cruz, se detenía con frecuencia en varios puntos de reflexión: la santidad deberíamos enfocarla desde la humildad, sirviendo siempre a los demás y siendo fieles a la voluntad de Dios. De ahí que la canonización debería ser un encuentro con Dios a través de la mediación de Santa María de la Purísima de la Cruz. Y así fue. El 18 de octubre de 2015, en la Plaza de San Pedro, se hizo más fuerte en todos nosotros la certeza de que el Cielo es nuestro puerto definitivo, el lugar donde Dios nos espera, la meta de nuestra vida. Desde el tapiz que colgaba en la fachada de la basílica vaticana, el rostro sonriente de Santa María de la Purísima de la Cruz, dirigido a cada uno de nosotros, nos comunicaba el núcleo de su mensaje: todos estamos llamados a la santidad. Todos, sin excepción, debemos esforzarnos por ser santos, cultivando un estilo evangélico de humildad y servicio, de abandono en la Providencia y de escucha constante de la voz del Espíritu. Así lo refirió el Papa Francisco en su homilía: “Los santos proclamados hoy sirvieron siempre a los hermanos con humildad y caridad extraordinaria, imitando así al divino Maestro […]. Santa María de la Purísima, sacando de la fuente de la oración y de la contemplación, vivió personalmente con gran humildad el servicio a los últimos, con una dedicación particular hacia los hijos de los pobres y enfermos”. 28


I ANIVERSARIO DE LA CANONIZACIÓN DE MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA

Santa María de la Purísima de la Cruz, una vida para el encuentro con Dios Desde la vida espiritual de Santa María de la Purísima de la Cruz, tan cercana en el tiempo a nosotros, podemos decir que la humildad se gana en la medida en que hay un verdadero conocimiento de sí mismo; cuando se aceptan las oportunidades de someter el propio juicio y de obedecer; cuando se atiene uno a lo previsto y exigido para todos, sin buscar ser excepción; cuando se reciben con alegría las humillaciones, incluso injustas, las reprensiones, correcciones, insultos; cuando se valoran las virtudes y cualidades de los demás por encima de las propias; cuando no se tiene inconveniente en tomar para sí los trabajos de menor consideración o los lugares más modestos; cuando no se toma uno a sí mismo demasiado en serio; cuando se adquiere el convencimiento íntimo de que sin Dios no podemos dar un paso.

Para ser grande primero tienes que aprender a ser pequeño. La humildad es la base de toda verdadera grandeza.

El humilde reconoce lo que hay de bueno, pero también lo que hay de malo, valorando con verdad lo uno y lo otro. Sabe que en su vida hay cualidades y dones, pero los agradece a Dios; experimenta íntimamente la verdad de estas palabras de San Pablo: ”¿Qué tienes que no lo hayas recibido? Y, si lo has recibido, ¿a qué gloriarte como si no lo hubieras recibido?” (1Cor 4, 7). Y ser consciente de los dones de Dios –de los talentos recibidos– lleva a no vanagloriarse de ellos, sino a sentir la responsabilidad de darles fruto. De esta manera, los santos, como Santa María de la Purísima de la Cruz, son conscientes de poseer muchos y grandes dones de Dios, pero no constituye un motivo de soberbia ni egoísmo, porque no caen Uno de los momentos de la Canonización. en el error de apropiárselos, 29


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Santa María de la Purísima de la Cruz, una vida para el encuentro con Dios sino que los agradecen a Dios; y su humildad les lleva a pensar que otros hubieran correspondido a esos dones mucho mejor y les hubieran sacado mayor partido. Esta es la humildad que adquiere el alma cuando intuye la cercanía de Dios, y ante tanta maravilla de santidad y belleza se siente nada. Así lo expresaba Santa María de la Purísima de la Cruz, recordando la enseñanza de Santa Ángela de la Cruz: “Humildad: intentando vivir el “no ser, no querer ser” que Madre tanto deseaba inculcarnos. Sabía el afán innato que todos tenemos de preferencias”. Otro pensamiento que acudía a mi mente durante los meses de preparación era éste: el 18 de octubre de 2015 iba a ser una fiesta de toda la Iglesia. Santa María de la Purísima de la Cruz pertenece al patrimonio de santidad que constituye la insondable riqueza del misterio de la Iglesia: su doctrina espiritual y su ejemplo nos indican una vía que todos nosotros, según la vocación que hemos recibido, estamos llamados a recorrer, viviendo para los demás, confiando siempre en la vida sobrenatural. Esta idea se percibe con claridad en las palabras pronunciadas por el Papa Francisco el mismo día de la canonización: “El testimonio luminoso de estos nuevos santos nos estimulan a perseverar en el camino del servicio alegre a los hermanos, confiando en la ayuda de Dios y en la protección materna de María. Ahora, desde el cielo, velan sobre nosotros y nos sostienen con su poderosa intercesión”. Orientar nuestra vida hacia los demás es la clave de la vida cristiana: “Si alguno desea ser grande, sea siervo de todos” –dice el Señor– (Mc 10, 40). Servir es lo que más ennoblece a una persona. En realidad, el sentido de nuestra vida en la tierra es solo este: servir a los demás, viendo en ellos el rostro de Cristo en la tierra. Así imitaremos a Jesucristo, que dijo: “Yo estoy en medio de vosotros como quien sirve” (Lc 22, 27); y también: “El Hijo del hombre no ha venido a ser servido sino a servir” (Mc 10, 45). 30


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Santa María de la Purísima de la Cruz, una vida para el encuentro con Dios A esto dedicó su vida Santa María de la Purísima de la Cruz: servir a los demás, sin excepción: llevando una sonrisa a la casa de los pobres, sirviendo a los pobres, con los medios pobres, curando las llagas que provocan el sufrimiento y la pobreza. Ella, como tantas veces nos recuerda el Papa Francisco, huía de la mundanidad que puede invadir la existencia cristiana y empobrecer la vida religiosa, situándose en todo momento y lugar en Dios mismo. Ese es el ideal que debe mover nuestra vida. Y decidirnos a servir tiene un efecto inmediato en la vida cristiana, pues exige ir prescindiendo del propio yo, de la propia comodidad, de la sensualidad, del egoísmo, y emplazar todos los talentos que se tienen al servicio de los demás, sin esperar agradecimientos. Hemos de tener sensibilidad para advertir quién nos necesita, empezando por las personas más cercanas. Acercarse al dolor, a la enfermedad, a la miseria, a la soledad es siempre una buena experiencia que nos hace pensar sobre el modo nuestro de vivir; y nos lleva a ser más sobrios, más desprendidos, a valorar mejor los dones que hemos recibido de Dios, y a sentir la responsabilidad de emplearlos mejor. Es un gran antídoto contra el egoísmo y la frivolidad. Este talante es el que nos enseña Santa María de la Purísima de la Cruz, que siempre quería hacer la vida agradable a todos los que pasaban por su lado, pues detrás de cada persona veía a un hijo de Dios. En muchas ocasiones, Santa María de la Purísima de la Cruz, siendo Madre General, les hizo considerar a las Hermanas de la Cruz que el amor al prójimo sería también el criterio por el que se juzgará nuestra vida. Así lo exponía el Señor: “Entonces dirá el Rey a los que están a su derecha: Venid benditos de mi Padre, tomad posesión del

Las Hermanas en una de sus asistencias a enfermos pobres en sus domicilios.

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Santa María de la Purísima de la Cruz, una vida para el encuentro con Dios reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer; tuve sed y me disteis de beber; peregriné y me acogisteis; preso y vinisteis a verme. Y le responderán los justos: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, cuándo sediento y te dimos de beber?, ¿cuándo te vimos peregrino y te acogimos, desnudo y te vestimos?, ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte? Y el Rey les dirá: En verdad os digo que cuantas veces hicisteis eso a uno de estos mis hermanos más humildes, a mí me lo hicisteis” (Mt 24, 34-40). Por último, pensaba que Santa María de la Purísima de la Cruz tenía que ser nuestro modelo para ser fieles a la voluntad de Dios. El vínculo espiritual que nos une a ella es inseparable de su figura y de su historia; la figura y la historia de una mujer que se ha santificado cumpliendo sin reservas la misión que Dios le confió, siguiendo el carisma de Santa Ángela de la Cruz. Este es el mejor criterio seguro de santidad: la fidelidad en el cumplimiento de la voluntad divina hasta las últimas consecuencias. El Señor tiene un proyecto para cada uno de nosotros; a cada uno confía una misión en este mundo. El Santo no entiende su vida fuera del proyecto de Dios, solo vive para realizarlo contando con su gracia. Nosotros debemos corresponder a esa gracia no poniendo obstáculos, amando a Dios de la manera y en el modo en el que Él mismo nos lo va pidiendo. Dios ha querido libremente

El Santo Padre saluda a los fieles recorriendo la plaza después de la Canonización.

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Santa María de la Purísima de la Cruz, una vida para el encuentro con Dios escogernos dándonos una vocación determinada y hemos de agradecerlo, secundando lo que Él vaya pidiendo. Por lo tanto, Santa María de la Purísima de la Cruz nos habla de fidelidad a la vocación que Dios nos ha dado a cada uno, nos habla de perseverancia, del deber de corresponder a la gracia de Dios que nos viene del Cielo en cada circunstancia. En la vida del cristiano, don y esfuerzo personal se entrecruzan sin poder separarse. Hemos de suplicar perseverantemente la ayuda de Dios, conscientes de nuestra poquedad, y agradecerle los frutos que nos concede. El mejor modo de expresar esta gratitud, será amar cada día más los sacramentos, custodiar celosamente —junto a todos nuestros hermanos en la fe— los bienes con los que Dios ha querido enriquecer a su Iglesia. Permitidme recordar al menos uno de estos bienes: la estrecha comunión, verdadera devoción filial al Papa, que Santa María de la Purísima de la Cruz siempre enseñaba. El Papa es el Vicario o representante de Cristo en la tierra. Y para todos los cristianos, el centro de la unidad de la Iglesia: al estar en comunión con el Papa, se está en comunión con toda la Iglesia universal. Esta comunión constituye un baluarte capaz de defender la fe de los cristianos frente a los influjos de una secularización que pretende anegarlo todo. La unión con el Papa, en estos momentos, significa sobre todo generosidad para anunciar junto a él a Jesucristo: “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible, y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret”. Con estas hermosas palabras abrió el Papa Francisco la Bula de convocatoria del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, en cuyo contexto fue canonizada Santa María de la Purísima de la Cruz. Santa María de la Purísima de la Cruz, que fue llamada a entrar en las profundidades de la divina misericordia, interceda por nosotros y nos obtenga vivir y caminar siempre en el perdón de Dios y en la inquebrantable confianza de su amor. Teodoro León, Pbro. Vicario General 33


MILAGROS MORROCOTUDOS Tarde calurosa la de ayer en Madrid; los termómetros rozaban los cuarenta grados y el poco viento que soplaba era sofocante y arrastraba una neblina pesada y densa. Caía una verdadera manta de calor, pero no se notaba. La juventud y frescura de los casi cien años de Coralí, son contagiosos, incluso en lo físico. Sentada en su butaca, perfectamente peinada y vestida de blanco, la voz enérgica, animada y divertida. Coralí de la Cámara es amiga de juventud de Santa María de la Purísima, a la que conoció en Cercedilla en un mes de julio hace ya más de cincuenta años,… y de sesenta,… y de setenta. Tercera de cuatro hermanas, su delicada salud y continuos cólicos de niña le obligaron a separarse durante la guerra de su familia que vivía en Madrid y marcharse con sus tíos, primero a Barcelona y después a París. Alumna aventajada en las clases de costura en el Colegio del Sagrado Corazón, de sus manos salieron bordados primorosos. Con un trabajo tan intenso, sus ojos, que hoy ya sólo distinguen formas difusas, se resintieron y fueron causa de preocupación para sus hermanas, hoy todas ya en el cielo. La buena memoria de Coralí nos ha regalado testimonios de aquellos veranos en la sierra y de una amistad fuerte que perduró a lo largo de los años entre las hermanas Salvat y las hermanas de la Cámara quienes estuvieron entre el reducido grupo que acompañó a María Isabel a Sevilla en diciembre de 1944 para ingresar como postulante en el convento de la Compañía de la Cruz. Cuenta Coralí que en casa de los Salvat se guardaba una antigua receta de rosquillas que salían riquísimas y una vez se les ocurrió al grupo de amigas hacerlas y venderlas en la estación. No contaban con que uno de esos trenes que venían repletos de posibles “clientes”, traía también a Ricardo Salvat, el padre de María Isabel. La aventura acabó en gran regañina, eso sí, las rosquillas tuvieron éxito y 34


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Milagros morrocotudos

dio tiempo a vender al menos media cesta. Travesuras aparte, los veranos transcurrían entre caminatas por la montaña, tardes de lectura, juegos y excursiones por otros pueblos de la sierra. La Santa era una niña como el resto, una más de la pandilla, una chica alegre y sonriente que disfrutaba del campo, de la lectura y de los ratos de charla con sus amigas. Coralí es un testimonio vivo de aquellos años y de esa, que el P. Teodoro León ha llamado, santidad cotidiana a la que todos estamos llamados. Recordando la canonización, ahora que va a cumplirse el año, comentábamos lo rápido del proceso y cómo nos acostumbramos a los hechos más sorprendentes como si fueran lo más natural. ¿Quién de nosotros hubiera pensado, cuando se dieron los primeros pasos del proceso en Sevilla que estaríamos en Roma viendo a María Isabel canonizada en menos de veinte años? “Es algo tan extraordinario”, se me ocurrió decirle a Coralí; y con seguridad y firmeza me contestó: es que ella es extraordinaria. Extraordinaria en lo ordinario, en palabras de la propia Santa.

“Me hace unos favores morrocotudos” dijo Coralí sobre su amiga María Isabel unos días antes de la Beatificación en Sevilla en 2010. La fe mueve montañas y los favores se hicieron milagros, milagros de Coralí, o sea, milagros morrocotudos. Si hace seis años pedía salud para asistir a la beatificación de Sor María de la Purísima, el pasado mes de octubre y ante el asombro de todos y la inquietud de bastantes, era ella una de las primeras en apuntarse a la peregrinación a Roma organizada con motivo de la canonización de su amiga e intercesora. Entre un acontecimiento y otro, una rotura de cadera le había dejado sin poder andar, pero en carrito se llega a todas partes y por supuesto, también a Roma. Cuando le preguntaban si estaba segura de querer viajar tan lejos, respondía que sin duda, con todo lo que había rezado para poder vivir un acontecimiento tan grande y además afirmaba tener la presunción de que el Papa le iba a saludar. Nadie puso objeción ni quiso quitarle ilusión alguna por mucho que fuera prácticamente imposible en medio de tantísima gente que pudiera pasar algo así. Por eso, cuando tras la ceremonia de canonización, y en el recorrido por la Plaza de San Pedro, el Papa se bajó del papamóvil y se dirigió derecho a Coralí, a todos nos recorrió un escalofrío por el cuerpo. “Me retiró el pelo de la frente, y me dio un beso en cada mejilla; no dijo 35


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Milagros morrocotudos nada, pero su mirada era tan dulce” repite Coralí que ha adornado su cuarto de estar con una fotografía nueva: la de ella con el Papa. Ondeaba el tapiz de Santa María de la Purísima en la fachada de San Pedro aquella tarde de octubre mientras la nueva Santa iba regalando este y otros milagros. Cada uno tiene el suyo, incluso los que estuvieron allí con el corazón y el pensamiento o vieron la ceremonia por la tele.

No le ha hecho falta a Coralí una vista aguda para ver a Dios en la sonrisa de su amiga María Isabel, ni unas piernas fuertes para llegar a Roma y verla proclamada Santa ante la Iglesia Universal. Tampoco a María Isabel le ha hecho falta realizar actos extraordinarios ni sobrehumanos para ser santa: su inmensa Fe, esperanza y amor, esos que sigue repartiendo desde el cielo le han bastado para hacerse un hueco entre los santos de la Iglesia y junto a Santa Ángela servirnos a todos de modelo e intercesora. Olga Salvat. Madrid, julio de 2016

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UNA INMENSA SATISFACCIÓN, UNA GRAN ALEGRÍA, UN DESEO CUMPLIDO Una inmensa satisfacción, una gran alegría, un deseo cumplido. Todo eso fue para mí la Canonización de Madre María de la Purísima. El 18 de octubre de 2015 en la Plaza de San Pedro de Roma, en la tribuna, bajo el estandarte con la figura de la nueva santa lloré de alegría y de emoción. La ceremonia, tan preciosa, solemne y a la vez sencilla, me unió a las miles de personas que como yo quieren a Santa María de la Purísima, a las Hermanas de la Cruz y a Santa Ángela. Personalmente, recordé de forma muy especial a mis padres, que me enseñaron a querer y venerar a Sor Ángela y a las Hermanas, y a mi marido, que compartió conmigo el cariño por ellas. Tanto quería a Madre Angelita que fue el primero en decir que nuestra segunda hija llevara el nombre de Ángela de la Cruz cuando yo iba a proponérselo. Los tres están en el cielo y desde allí nos cuidan y ayudan a mí y a mis niñas. Ellos vinieron conmigo ese día, como hacen siempre, pero de forma muy especial, al igual que toda mi familia y las personas que quiero. También en la grandiosidad del Vaticano recordé al padre José María Javierre, biógrafo de Santa Ángela y de Santa María de la Purísima. Qué hubiera disfrutado. Él que se disgustó tanto porque la Canonización de Sor Ángela fue en Madrid y no en Roma e incluso fantaseó con llevar el paso de palio de la Amargura a la Plaza de San Pedro. Sor Ángela primero y luego Madre Purísima, y siempre las dos, me han ayudado en todas las facetas de mi vida. Las quiero. Confío en ellas. Y por sus méritos le pido a Dios misericordia y fuerzas para seguir adelante. También en lo profesional mi vida está ligada a la Compañía de la Cruz. Durante 34 años como redactora de ABC de Sevilla he tenido la dicha y el honor de escribir sobre la labor de las Hermanas y de la devoción a su fundadora Santa Ángela, y a la religiosa que siguió sus pasos de santidad, Madre María de la Purísima, y de poder contar en ese periódico de forma directa la Beatificación y Canonización de Sor Ángela y la Beatificación de Madre Purísima. Como todos sus devotos yo compartí mi cariño hacia Sor 37


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Una inmensa satisfacción, una gran alegría, un deseo cumplido Ángela con Madre Purísima de una forma natural y sencilla. La devoción a la madre me llevó a la devoción a la hija con la certeza que todo lo que viene del Instituto de la Cruz es bueno, porque yo como todos, sé que Santa Ángela y Santa María de la Purísima son santas y han visto reconocida su santidad por la Iglesia, pero también, como todos, sé que todas las Hermanas de la Cruz lo son, y su vida y su obra lo demuestran. Ellas son verdad en este mundo artificial y falso en el que vivimos, donde nada es lo que parece. Ellas lo parecen porque lo son y su testimonio llega al alma porque viven lo que dicen. Sus obras son el fiel reflejo de su ideario en humildad y silencio. Sin aspavientos. Sin marketing. Evangelio a pie de calle, al desnudo. Y para todos sin excepción. He dado muchas gracias a Dios por permitirme asistir a la Canonización de Santa María de la Purísima, esta vez solo como devota. Por poder vivir esa alegría con las miles de personas que la quieren como yo y para las que es un ejemplo de vida, un modelo de vida a imitar. Los numerosísimos fieles que llenaban la gran plaza del Vaticano Aunque sea a años luz guardaron gran recogimiento y silencio durante la Canonización. de su figura. Ahora le pido a Dios que prepare el camino para que pronto sea una realidad el reconocimiento de la santidad del padre Torres Padilla, el cofundador con Sor Ángela del Instituto de la Cruz. Un sacerdote santo. Si Dios quiere yo también escribiré de su vida y obras y si Él lo permite me encantaría asistir a su glorificación por la Iglesia. El Señor sabrá cuál es el tiempo adecuado y qué es lo que más conviene. En sus manos estamos. Gloria Gamito 38


LA ALEGRÍA PARA EMPEZAR EL CURSO Arranca el nuevo curso. Y con ello, los propósitos de ser mejor. De crecer, de hacer y lograr. Sanos y santos propósitos. Pero este curso será diferente a los anteriores. Las Hermanas de la Compañía de la Cruz cuentan con una nueva Santa. Y se cumple ahora el primer aniversario de la Canonización de Santa María de la Purísima de la Cruz en Roma. Madre Purísima, como nos gusta llamarla cariñosamente es el modelo de inicio de curso. ¿En quién fijarse, sino en ella? Ella vivió en un continuo inicio cada día. Renovando su compromiso como Hermana de la Cruz en cada momento. Manteniendo el entusiasmo y la lucha de cuando alguien se propone algo y lo quiere a toda costa. Ella vivió en ese minuto heroico de forma continua. No cesó el tiempo, ni el entusiasmo, ni las ganas, ni la alegría. Porque sin alegría y una buena sonrisa, no se puede conseguir nada en este mundo. Y, por consiguiente, en el otro. Los Santos son seres alegres, así que empecemos por ahí para no decaer, y mantengámonos en la alegría y esperanza como si no tuvieran fin. Porque realmente no tienen fin si las mantenemos.

Primer aniversario Madre Purísima estará para siempre indisolublemente unida al inicio de curso: es su época. El 18 de septiembre celebramos su festividad: la primera como Santa. Ese mismo día es también el aniversario de su beatificación en Sevilla. ¡Hasta la Macarena quiso estar en el Estadio de la Cartuja para ver subir a los altares a Madre Purísima! Un mes más tarde, el 18 de octubre, celebraremos el primer aniversario de su canonización en Roma. Un acontecimiento imposible de olvidar. ¡Roma!, que durante unos días fue el Cuatro Hermanas de la Cruz, dos con velas y una escenario de un gran convento de con flores acompañaban a la que portaba el relicario. las Hermanas de la Cruz. ¡Roma!, el colofón de un camino de santidad que acabó en la misma Plaza de San Pedro y ante el Santo Padre, que pronunció: declaramos y definimos

Santa, a la Beata Madre María de la Purísima de la Cruz. 39


I ANIVERSARIO DE LA CANONIZACIÓN DE MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA

La alegría para empezar el curso ¡Que gran bendición! Madre María de la Purísima Santa… El Santo Padre diría de ella: “Santa María de la Purísima, sacando de la fuente de la oración y de la contemplación, vivió personalmente con gran humildad el servicio a los últimos, con una dedicación particular hacia los hijos de los pobres y enfermos.” Roma fue algo que no pueden olvidar los amigos de las Hermanas de la Cruz. Fue la traca final. El súmmum de todo un proceso que ahora recordamos con mucho cariño. La experiencia de vida y belleza que llenó la ciudad eterna de Hermanas de la Cruz y allegados. De todos los rincones de Argentina y España. Junto al sucesor de San Pedro.

No hay muerte Pero los aniversarios no acaban aquí. El 31 de octubre es el aniversario de su muerte. ¿Muerte? Terrenal. Porque ella no murió. Sigue con nosotros, y lo que hizo ese 31 de octubre de 1998 fue pasar de una vida a otra Vida. Y los hechos nos lo confirman: no ha dejado de hacer milagros, atender plegarias y peticiones, darnos fuerzas y muestras del Amor inmenso de Dios y la Virgen por sus hijos. Ella es la demostración –aunque a ella no le guste que se lo digamos– de la santidad en la tierra a base de cariño, amor, ternura, buenas palabras, trabajo, sacrificio y mucha oración. Merece la pena pararse unos segundos y contemplarla, verla como modelo de inicio de curso. Fijarse en algún aspecto Habitación en la que se veneran las para que nos pongamos a trabajar y mejorar. reliquias de Santa María de la Purísima. Sus escritos nos pueden dar pistas. Y cada punto es un susurro que ella nos dice: “Ponga mucho amor en todo, es la varita mágica que transforma todas las cosas; de terrenas las hace eternas. Amor en el trato con todos; con espíritu de caridad, de servicio”. Cualquier punto vale. Todos llevan a Dios. Todos están unidos a su Voluntad. Y con ello, a la santidad. Ahora nos toca a nosotros recoger el testigo que ella cogió de Santa Ángela de la Cruz, cuya festividad es el 5 de noviembre. Será ese, un buen día para rezar a Santa Ángela y al Padre Torres Padilla, y pedirles por nuestras intenciones. Y las de todos los que nos rodean. Si rezamos a los dos, que tanto colaboraron en vida, nos escucharán desde el cielo, donde estoy seguro que también colaboran y nos escuchan. Son nuestros aliados y tenemos que aprovecharnos. Por eso, iniciemos el curso como queremos y debemos, con la vista puesta en el único camino, y que estos aniversarios y festividades, nos ayuden a llegar a la meta con una sonrisa de oreja a oreja. Alberto Espinosa Grau 40


TRES DÍAS QUE NO OLVIDAREMOS JAMÁS Me llamo Toni, pertenezco al grupo de Santa Ángela de Torreperogil. Quiero manifestar mi experiencia en Roma, en la Canonización de Santa María de la Purísima. Fue un viaje precioso y emocionante, emoción y gozo cuando llegamos el día anterior a la Canonización y en la plaza de San Pedro vimos el tapiz de Madre María de la Purísima colgado en la fachada de la gran Basílica. Allí todos aplaudimos con tal emoción que las lágrimas brotaron de nuestros ojos.

Así aparecía la Plaza de San Pedro la mañana del 18 de octubre.

La ceremonia fue preciosa, nosotros que cogimos buen sitio, tuvimos la suerte de ver al Santo Padre muy cerquita. Yo no me podía creer que lo que tantas veces había visto en la tele, lo estaba viviendo en persona. Que bien lo pasamos todos y cuánto disfrutamos. Aquello no era Italia, allí estaba España, donde por encima de todo predominaba Andalucía. La bandera española nos acompañó durante todo el viaje. Nosotros, un grupo de 40 personas, todos unidos, disfrutamos y fuimos muy dichosos al sentirnos privilegiados por poder asistir a tan gran acontecimiento. El día anterior asistimos a la Misa del peregrino, y al siguiente día de la Canonización participamos en la Misa de acción de gracias. Fueron tres días que no olvidaremos jamás.

Grupo de Peregrinos de Torreperogil para participar en la Canonización.

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TESTIMONIOS

Tres días que no olvidaremos jamás Por último, como broche de oro, la joven que llevábamos de guía, sin decirnos nada, nos llevó al convento que tienen en Roma las hermanas de la Cruz, cuando nos vimos allí la alegría fue inmensa. En la puerta había una pancarta con Santa María de la Purísima y le cantamos el Himno, luego subimos en pequeños grupos, porque el piso es pequeño, a visitar la capilla que es muy pequeñita pero preciosa. El viaje fue del todo maravilloso, algo imposible de olvidar, a veces pienso que la gran armonía que reinaba en el grupo era fruto de nuestra fe, porque sin ella sería distinto. Cuando se está llena de Dios todo se ve de otro color. Pasados varios días fuimos a Sevilla para participar en el triduo de acción de gracias que se celebró en la Catedral. Y como culmen de nuestra participación en los acontecimientos con motivo de la Canonización, fuimos a la Catedral de Jaén donde el anterior Obispo celebro una misa de acción de gracias por dicho acontecimiento. Allí se dieron cita varios pueblos de la Provincia. Damos gracias a las Hermanas de la Cruz, a las que tanto debemos. Ellas desde que éramos pequeñas, prendieron en nuestro corazón una llama que aún sigue encendida. Ellas con su testimonio hacen que nuestra fe esté viva. Doy gracias a Dios porque un día Santa Ángela se acordó de nuestro pueblo para fundar uno de sus conventos. Es un privilegio el poder estar cerca de ellas, porque a su lado tenemos una catequesis permanente. Como antigua alumna todo cuanto sé y soy se lo debo a ellas. Doy continuamente gracias a Dios por haberme dado tanto y gracias a la Santísima. Virgen, a Santa María de la Purísima y a Santa Ángela de la Cruz por su valiosa intercesión. No quiero terminar sin comentarles que este año de la Misericordia, ha sido muy especial para nosotras, ya que nuestra Patrona es la Virgen de la Misericordia, y el 24 de mayo la han coronado después de llevar 500 años entre nosotros Gracias Madre de Misericordia por tu divina presencia hace ya 500 años que entre nosotros Tú Reinas. Virgen de la Misericordia Patrona de Torreperogil

Tú que para otro pueblo ibas te paraste en el camino y no quisiste seguir para ser nuestra Patrona aquí en Torreperogil. 42


“HERMANA MARÍA DE LA PURÍSIMA, EN EL DÍA A DÍA” En estas vacaciones de verano, en las que todos los profesores y los alumnos de Colegios y Universidades, esperamos con tanta ilusión, yo me vuelvo a trasladar con el pensamiento, a mi querida Sevilla, donde el calor que será ya de 35 o 40 grados, los Jardines del Parque de María Luisa, estarán muy bien regados, y el majestuoso, sereno, y elegante Guadalquivir, seguirá, como siempre, pasando por el Puente de Triana, el Teatro de la Maestranza, y la Torre del ORO, para que los turistas españoles y extranjeros, que por primera vez han ido a Sevilla, puedan contemplar, ese conjunto ¡precioso!, que es uno de los muchos que tiene, la Ciudad de “HISPALIS…” Y es en esa Sevilla, elegante y sencilla, alegre y profunda, religiosa y festiva, como lo demuestran los sevillanos, con “Su magnífica Semana Santa, y su simpática, alegre y festiva “Feria de Abril, yo quiero hablaros de…

HERMANA MARÍA DE LA PURÍSIMA… UNA SANTA, que fue MADRE GENERAL DE SU INSTITUTO DE HERMANAS DE LA CRUZ, durante sus 22 años de mandato, y que yo tuve la ¡suerte! de conocerla, quererla y hablar muchas veces con ella. Cuando estuve en Roma en su Canonización, el día 18 de octubre de 2015, conocía a muchas personas, y a mucha gente con las que viajé en el avión, pero no conocía a otras muchas, y que, luego viviendo 3 días en el mismo Hotel de Roma, no sólo las conocí, sino que me las sigo encontrando en Madrid, y en Sevilla, y de vez en cuando, cogemos el “Móvil”, ya casi “necesario e imprescindible”, aunque yo, nunca lo llevo en el bolsillo, podemos hablar un rato. Y es que conocer a las HERMANAS DE LA CRUZ, a las que me llevaron, en Jerez de la Frontera, el día 17 de junio, de 1997 un día de mucho calor, que yo no quería ir, porque ese día tenía muchas cosas que hacer, DIOS, 43


TESTIMONIOS

“Hermana María de la Purísima, en el día a día” quiso hacerme un ¡BUEN REGALO!, y me lo hizo… ¿Por qué me lo hizo? Yo no lo sé. Lo que sí sé, es que me lo hizo. ¿Y sabéis por qué me hizo Dios ese regalo? Os lo digo: Porque yo al poco tiempo de conocer a las HERMANAS DE LA CRUZ, descubrí, algo que no había visto ¡NUNCA! Y es que las Hermanas de la Cruz, saben ponerte en relación, con las personas de todos los ambientes y niveles sociales, sin hacer ninguna distinción, como así se lo había aconsejado a SOR ÁNGELA , “El Padre Torres Padilla”, Canario de nacimiento y Canónigo de la Catedral de Sevilla, que vivía en “la Plaza de Santa Marta”, la plaza más pequeña de toda la Ciudad del Guadalquivir, y donde escribía, SOR ÁNGELA DE LA CRUZ, todo lo que al Padre Torres Padilla, le parecía lo más importante de la Fundación del “Instituto de las Hermanas de la Compañía de la Cruz” y que tuvo lugar el

“El día 2 de agosto de 1875” Un instituto para atender a los más pobres y necesitados de la sociedad…

Hermanas de la Cruz atendiendo a una de las ancianas que tienen en sus residencias.

Sin olvidarse de las personas de los niveles sociales más altos, y que son las que muy generosamente, y en “silencio”, sin llamar la atención de nadie, comparten su dinero, y a veces su tiempo, porque saben, que 44


TESTIMONIOS

“Hermana María de la Purísima, en el día a día”

“sólo compartiendo y repartiendo bien el dinero”, en cualquier momento histórico, es cuando la sociedad entera puede ir mejorando. Y las Hermanas de la Cruz, siempre sonriendo, y caminando “silenciosas” durante todo el año, porque, las Hermanas no tienen nunca vacaciones, porque si las tuvieran...

¿Qué haría el Cristo de la Cruz, sin ellas? Por eso, todas las Hermanas de la Cruz, desde que entran en el Noviciado, aprenden, de las Hermanas mayores, que el CRISTO DE LA CRUZ, al que se han Consagrado, las necesita “DISPONIBLES” “los 365 días del año”, para que puedan acompañar, ayudar y promocionar, a “Sus amigos más pobres, que son los preferidos del CRISTO DE LA CRUZ, a quienes hay que “cuidar, durante todo el año, hasta que “sus heridas”, se “vayan curando poco a poco”, que es lo que saben hacer muy bien todas, y cada una de las Hermanas de la Cruz, porque desde el Noviciado, les han enseñado, que las “HERIDAS,” sólo se curan bien, con las recetas del médico, y la cercanía, la paciencia, y la “sabiduría”, que Dios pone en el corazón de cada una de ellas, para que las persona sin medios económicos, también puedan curarse y vayan aprendiendo a vivir bien, porque las Hermanas de la Cruz, poco a poco y día a día les van enseñando, y ayudando, hasta 45


TESTIMONIOS

“Hermana María de la Purísima, en el día a día” que… Luís, el marido de Carmen, que por fin, también, las Hermanas de la Cruz, han conseguido que tenga un trabajo de albañil, porque les parece a ellas, que ese chico, bueno, responsable y trabajador, puede con su jornal, ir aportando en la casa para que María, su mujer, ya se vaya “apañando…”, con lo que Luís, lleva y con la ayuda de las “Hermanas…

“ASÍ EN EL DÍA A DÍA… HAY PROMOCIÓN DE LAS FAMILIAS…” Otra cosa importante en todas las Casas de las Hermanas de la Cruz, son… “LOS PATIOS, ¡PRECIOSOS! Siempre con vistosas flores, como quería SOR ÁNGELA DE LA CRUZ. Y mucho movimiento de personas, aunque se respeta siempre un ”Semi-silencio, y un silencio muy especial, en tiempo de Adviento y de Cuaresma, y con una Alegría Festiva, en dos fechas muy importantes…

Patio central de la Casa Madre en Sevilla.

¡NAVIDAD...! El NACIMIENTO DEL “NIÑO-DIOS”. Un Dios, que ha querido nacer como un niño pequeño, indefenso, y que además sus padres MARÍA y JOSÉ, por más que lo buscaron, no encontraron, más que “UN ESTABLO, para que su Hijo naciera… 46


TESTIMONIOS

“Hermana María de la Purísima, en el día a día” ¡Gracias a DIOS, los Ángeles, dijeron:

“OS TRAIGO UNA BUENA NOTICIA…” Que recibieron LOS PASTORES…, “los más insignificantes”, en su sociedad, pero los primeros que se encontraron con el “NIÑO-DIOS, recién nacido. Y por eso,

LA PRIMERA “SONRISA”, DEL NIÑO DE BELÉN, FUE PARA LOS “PASTORES…” ¡LA VIGILIA PASCUAL¡: JESÚS, QUE NOS QUIERE MUCHO A TODAS LAS PERSONAS LE CONDENAN A MORIR EN LA CRUZ Y ASÍ CON SU MUERTE SILENCIOSA Y“MUY GENEROSA”,

¡RESUCITA, Y TODOS ESCUCHAMOS… ¡ ¡ALELUYA…, ALELUYA! ¡ALELUYA…! Y TODOS SABEMOS… QUE JESÚS, HA RESUCITADO Y… ¡VIVE…! Se pasea por la vida, Y CAMINA A NUESTROS LADO, PARA, DECIRNOS “BAJITO”, • LO QUE TENEMOS QUE HACER, Y… • Lo que ¡NUNCA!, tenemos que hacer. Porque como muy bien nos decía HERMANA MARÍA DE LA PURÍSIMA ES, EN EL DÍA A DIA, QUE LO QUE TENEMOS QUE SABER HACER ES… • • • •

Querer a las personas. Educarlas en valores humanos y cristianos. Ayudarlas mientras lo necesiten. Y saber acompañarlas con cercanía…

PARA QUE CADA DÍA, SEPAMOS IR CONSTRUYENDO, UN MUNDO… MÁS JUSTO, MÁS ALEGRE, MÁS HUMANO Y MÁS CERCANO, QUE ES:

¡EL REGALO MÁS BONITO… QUE, CADA DÍA, NOS HACE A TODAS LAS PERSONAS ¡DIOS! Gloria Neve. R.J.M. Burgos. 10 julio de 2016 47


CLAUSURA DEL PROCESO DIOCESANO del Siervo de Dios José Torres Padilla

DON JOSÉ TORRES PADILLA

Sacerdote Diocesano, Director Espiritual de Santa Ángela de la Cruz y Cofundador del Instituto de las Hermanas de la Cruz

El proceso diocesano del Siervo de Dios Padre José Torres Padilla, que iniciamos el 5 de mayo de 2014, ha sido clausurado por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, el 23 de mayo de 2016 en la Casa Madre de las Hermanas de la Cruz. Han sido meses de tomar declaraciones sobre la fama de santidad del Siervo de Dios, que aún hoy día perdura entre las Hermanas de la Cruz y muchos fieles. Nosotros ahora no juzgamos. Ofrecemos sencillamente nuestro parecer ante Dios y a la Iglesia le pedimos el discernimiento acertado, porque lo avala la asistencia del Espíritu Santo. Hemos cumplido un deber de justicia. Se trataba de recoger con cuidado y extraordinaria responsabilidad la vida y los detalles del Padre José Torres Padilla, presbítero de nuestra Archidiócesis de Sevilla, Canónigo de la Catedral de Sevilla y cofundador con Santa Ángela de la Cruz del Instituto Religioso de la Compañía de las Hermanas de la Cruz. En dicho Instituto, desde su inicio hasta el día de hoy, la figura del Siervo de Dios no ha perdido su memoria y actualidad. Uno de los momentos de la Clausura del Proceso del Nuestro deber era que nada se Padre Torres en la Capilla de la Casa Madre, en Sevilla. perdiera, como encargó Santa Ángela de la Cruz a la Hermana Adelaida, quien redactó la primera biografía sobre el Siervo de Dios. En ella se recogen testimonios de las Hermanas de la Cruz y las personas que lo conocieron. Hay que resaltar que la primera promotora del proceso fue Santa Ángela de la Cruz, quien lo consideró santo en vida y después de su muerte. De ahí que pidiera su cuerpo al Cabildo Catedral, con el fin de ser enterrado en la Casa Madre de Sevilla. Además de cumplir un deber de justicia, este hecho, clausurar el proceso diocesano de canonización del Siervo de Dios, nos recuerda con claridad que la santidad es el destino más noble ideado por Dios para el ser humano. Él nos ha destinado a ser “santos e irreprochables”. La santidad es el clima del creyente. Es su vocación, como afirmó el Concilio Vaticano II. Y está claro que somos herederos de santos. Quiero subrayar además la huella impresionante que deja siempre en la comunidad el sacerdote santo. Pasan los años y el recuerdo revive con gozo y eficacia. Su vida nos emplaza a los presbíteros, a los laicos y religiosos a abrazar lo necesario con ardor. Ser pastor tiene un modo honesto de serlo: darlo todo con alegría, hasta quedarse sin nada. Y, además, tener la pasión de ayudar a formar pastores en comunión con la Iglesia. A ello entregó lo mejor de su vida el Padre José Torres Padilla. Este breve recuerdo del Siervo de Dios no quedaría completo si no mencionara su preocupación permanente por la vida consagrada. Su servicio a las religiosas y las horas 48


CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA

El Proceso Diocesano del Siervo de Dios dedicadas a la confesión y dirección espiritual fundamentan el apelativo cariñoso de “el santero de Sevilla”, con el que se le conocía popularmente en su época y hoy día se le sigue recordando en los Monasterios donde mantuvo una vinculación espiritual. Una vez más, nuestra Archidiócesis de Sevilla se siente bendecida por el Señor, que ha hecho maravillas y ha manifestado su gloria entre nosotros a través del Padre José Torres Padilla. Damos gracias a Dios porque realmente su vida es un ejemplo a imitar por los sacerdotes diocesanos seculares, su memoria y su legado nos interpelan, nos hace mucho bien para nuestra vida espiritual y para el ejercicio de nuestro ministerio sacerdotal: su palabra era vehículo de la Palabra de Dios; su mirada estaba transida de la misericordia de Dios para todos; sus manos transmitían la acogida de Dios; su semblante traslucía algo de la ternura del Padre; su vida era signo visible y transparente de la preexistencia de Jesús para todos, especialmente para los pobres, los enfermos y los desvalidos. Para nosotros, la difusión de su vida santa contribuirá a mantener vivo su espíritu de servicio a los pobres en el ejercicio de las obras de misericordia; servirá de ejemplo y modelo al clero diocesano secular y a muchos fieles para mantener una oración constante en la vida, amor a la Eucaristía y a la Santísima Virgen María, entrega al estudio y fidelidad al Magisterio de la Iglesia. Por ello, sin duda alguna, también será ejemplo para las nuevas generaciones de sacerdotes y su futura canonización supondrá un gran bien para la Iglesia. Teodoro León, Pbro. Postulador diocesano

APERTURA DEL PROCESO DEL SIERVO DE DIOS JOSÉ DE TORRES PADILLA EN ROMA El día 12 de julio tuvo lugar en Roma la apertura de las actas del proceso de beatificación y canonización del siervo de Dios José Torres Padilla, tras haberlo solicitado el Postulador de la Causa el pasado día 7 de junio. En la sede de la Cancillería de la Congregación para las Causas de los Santos se dio comienzo al acto a las cuatro de la tarde, estando presentes el canciller, Mons. Giacomo Pappalardo, el oficial encargado del protocolo, D. Marco Marrella, el Postulador de la Causa, Rvdo. Sr. D. Salvador Aguilera López, y las siete Hermanas de la Cruz que forman la comunidad romana. Un acto sencillo pero a la vez emocionante. Ante las cajas lacradas y selladas, llegadas de Sevilla, una vez clausurado el proceso diocesano y, tras rezar la oración del Padrenuestro, Avemaría y Gloria e invocar finalmente la intercesión de la Reina de la Sabiduría, se procedió a la apertura. El Canciller fue examinando la documentación para verificar si todo estaba conforme a los requisitos necesarios que permitan la consecución de la Causa. Más adelante, tras un examen más minucioso del material, se procederá a su encuadernación para que reciba la validez jurídica y se comience a elaborar la Positio sobre las virtudes. Con el corazón lleno de alegría al ver cada vez más cerca de los altares al “Santero de Sevilla”, se quiso poner el broche final al acto con unas fotografías que recordaran un momento tan importante y trascendental para la historia de la Compañía de la Cruz. 49


CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA

Apertura del Proceso del Siervo de Dios

Sede de la Cancillería de la Congregación para las Causas de los Santos. Las Hermanas de la Casa de Roma con el Postulador asistieron al acto de apertura de las cajas.

En una Roma calurosa y rebosante de turistas, ajenos por completo a lo que se estaba viviendo en la plaza de Pío XII, fácilmente se podía imaginar el tríptico de santidad que se vislumbraba en el cielo de la Ciudad Eterna: el futuro Santo flanqueado por Santa Ángela de la Cruz y Santa María de la Purísima, sus fieles hijas.

GRACIAS RECIBIDAS ¡GRACIAS PADRE TORRES! El día 5 de noviembre, día de Santa Ángela de la Cruz, era el día previsto para que nuestra madre se sometiese a una operación por aneurisma de aorta. Cuando estaba todo dispuesto para la operación, consideraron que la enferma no estaba en condiciones físicas aceptables para someterla a tan importante intervención; decidiendo aplazarla hasta que la viesen más recuperada, permaneciendo así en el hospital durante casi un mes. Transcurrido este tiempo y cuando parecía ya estaba todo en orden entró en quirófano, poniéndonos todos en oración conscientes de la importancia de la operación. Cuando había pasado un par de horas y desde nuestra ubicación en la sala de espera del área quirúrgica, empezamos a ver movimientos extraños de personal sanitario observando cómo en dicha área, entraban de forma acelerada todos los doctores que le habían atendido a ella en planta durante el tiempo de hospitalización. No sabíamos qué significaba todo aquello, ni siquiera si acudían por la operación de nuestra madre o por algunos de los otros pacientes a los que podían estar interviniendo en ese momento. Fuese lo que fuese nos alertó, añadiendo nerviosismo y preocupación al que ya teníamos. Nuestras oraciones se intensificaron pidiendo al Señor que no fuese mala señal lo que habíamos visto. En este momento, vimos claro a quien teníamos que encomendarnos; era al Padre Torres, del que tanto las Hermanas nos habían hablado. Teníamos la estampa con su oración y la empezamos a rezar intensamente, incluso cuando la tensión y el nerviosismo del momento impedían su lectura repetíamos: “¡Padre Torres!, ¡Padre Torres!, ¡Padre Torres!”, como si de un S.O.S. desesperado se tratase. Aún tuvieron que pasar varias horas más sin tener ninguna noticia y sin saber si aquello que nos había generado angustia era real o fruto de nuestro desconocimiento en cuestiones de médicos y hospitales. Por fin, tras cinco largas horas de operación, salió el cirujano casi exhausto para decirnos que la intervención había sido mucho más dura aún de lo que pensaban, que habían surgido graves complicaciones

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CAUSA DE CANONIZACIÓN DE JOSÉ TORRES PADILLA

Apertura del Proceso del Siervo de Dios imprevistas al introducir la prótesis que debía proteger la aorta, la arteria ilíaca se había roto provocando la pérdida de gran cantidad de sangre por lo que el rumbo de la operación hubo que cambiarse actuando de urgencia para tratar de salvarla. “Sólo les puedo decir que ahora mismo está con vida…” estas fueron las palabras que se nos clavaron en lo más profundo de nuestras almas… Pasaría a U.C.I. y había que esperar 24-48 horas hasta ver su evolución. Horas, días que pasamos angustiados pero muy unidos en la oración, pidiendo insistentemente a Dios nos dejase disfrutar de nuestra madre más tiempo, todos la necesitábamos mucho; habíamos perdido hace poco a nuestro padre y pedíamos al Padre Torres intercediera para no perderlo todo en tan poco tiempo. La oración del Padre Torres fue nuestra bandera, a él la teníamos encomendada todos; no sólo hijos, sino hermanos, primos y tíos de esta – afortunadamente- gran familia, que rezó con insistencia al Padre para que intercediese ante el Señor llevándole nuestra petición. D. José Torres Padilla. Pasadas las ansiadas primeras 48 horas y cuando empezábamos a albergar esperanzas, vuelven a decirnos que con las malas condiciones respiratorias que tiene la paciente era muy complicado que pudiera salir adelante. Pero el poder de la oración hemos podido comprobar la fuerza que tiene. Tan seguros estábamos que el Padre Torres nos ayudaría, que pusimos incluso como foto de perfil de nuestro ‘whatsapp’ su oración para que así, todo el que lo viese y todo el que nos escribiera, pudiese unirse fácilmente a nuestras súplicas. A la par que con la ‘tecnología’, contábamos con refuerzo: la Compañía de las Hermanas de la Cruz, (de la que nos consideramos familia porque así lo sentimos y así lo vivimos), desde varios conventos le pedían a Él por ella. Una hermana simpática y cariñosa nos contaba como ella, que andaba de paso haciendo sus ejercicios espirituales en la Casa Madre, bajaba a la cripta y daba golpecitos en la lápida del Padre mientras le decía: “¡Padre Torres! ¡Padre Torres! Despierte que tiene que ayudar a esta familia”. Por este poder de la oración del que hablamos y cuando aún no había pasado un día de este último y negativo informe médico; una enfermera de la U.C.I., un ángel de estos que siempre aparecen sin saber por qué en medio del dolor, se acerca a decirnos que si podríamos llevarle una radio pequeñita, que nuestra madre estaba mucho mejor y la había pedido para distraerse un poco. No dábamos crédito a lo que oíamos, entrábamos a visitarla y su mejoría era asombrosa; en menos de un par de días pasó a planta con una positiva evolución, en ningún momento produciéndose ninguno de los retrocesos que nos habían avisado que era lógico que se produjesen. Gracias a todos los que os unisteis a nuestras oraciones. Gracias Hermanas de la Cruz por tanta oración, tanto cariño y tanta ayuda. Gracias Santa Ángela y gracias Santa María de la Purísima. Y sobre todo, Gracias Padre torres porque si siempre hemos creído en los milagros, hoy podemos dar fe de ellos. Gracias porque estamos seguros que su intervención ante el señor ha hecho posible que hoy podamos estar disfrutando de nuestra madre. Familia Alonso-Morgado Barrau La Palma del Condado

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