Cultura de paz y convivencia escolar

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PRINCIPIOS/VALORES

DEFINICIÓN

OBJETIVOS EDUCATIVOS ASOCIADOS

— Descubrir, sentir, valorar y confiar en las capacidades personales y colectivas que conforman la realidad y el clima de los centros educativos. — Desarrollar la afectividad, la ternura y la sensibilidad hacia las personas del medio social cercano, y también a nivel universal, favoreciendo el encuentro con los otros y valorando las diferencias (sexo, edad, raza, religión, nacionalidad...) como algo enriquecedor. — Favorecer una actitud crítica, solidaria y comprometida frente a situaciones que vulneren los derechos humanos. — Valorar la convivencia pacífica, favoreciendo la cooperación y la responsabilidad compartida. — Rechazar el uso de la fuerza, la violencia o la imposición resolviendo los conflictos de forma constructiva y creativa, a Rechazar la violencia Implica tanto el rechazo explícito de la través del diálogo, el acuerdo, la negociación... violencia como la prevención de su — Reconocer la propia agresividad y canalizarla constructivamente a través de actividades que favorezcan el bien común. — Promover relaciones de diálogo, de paz y de armonía en el ámbito escolar. aparición. — Reconocer y tomar conciencia de las situaciones de conflicto que pueden presentarse, descubriendo y reflexionando sobre sus causas y buscando formas de resolución no violenta de las mismas.

Respetar la vida

Compartir con los demás

Escuchar para entender

Presupuesto básico del catálogo de los derechos humanos, sin el cual no es posible el ejercicio de los demás derechos.

La cultura de paz es por esencia una cultura de la cooperación. Compartir con los demás implica enfatizar la cooperación como método pedagógico, y remite a la participación. Para dialogar se requiere capacidad de escucha activa. El diálogo sincero y sin temores implica tolerancia y el respeto a las diferencias como clave esencial de la democracia.

Conservar el planeta La definición de paz lleva implícita una estrecha relación entre el concepto de desarrollo humano sostenible, la democracia y el respeto por los derechos humanos. Respetar y cuidar a todos los seres vivos del planeta.

Redescubrir la solidaridad

La solidaridad adquiere en la actualidad un significado ético que designa la convicción de que cada persona debe sentirse responsable de todos los demás como requisito que nos ayuda a vivir mejor unos con otros, en un encuentro necesario y libre, en el que cada cual gracias a la cooperación, el desinterés y la generosidad, ofrece lo mejor de sí para el bien de la comunidad, a la vez, que desarrolla también todas sus potencialidades.

— Plantear actividades que fomenten compartir conocimientos, recursos, materiales… — Proporcionar experiencias de cooperación, de solidaridad y responsabilidad, que favorezcan el aprendizaje de las capacidades asociadas a ellas. — Mejorar las relaciones interpersonales dentro del contexto escolar. — Favorecer el trabajo en equipo, el reparto de tareas, la colaboración y la búsqueda compartida de soluciones a los problemas. — Promover el diálogo y el consenso como forma de resolver los conflictos. — Desarrollar el sentimiento de pertenencia a la humanidad. — Promover el reconocimiento de la dignidad de toda persona y el respeto a las creencias y formas de vida de cada individuo. — Tomar conciencia de que la uniformidad y la imposición sólo llevan a la pobreza intelectual y a la pérdida de la libertad. — Entender la tolerancia como un estilo y forma de vida. — Sensibilizar ante los problemas ambientales. — Tomar conciencia del efecto de nuestros comportamientos sobre el equilibrio del entorno, favoreciendo un clima y cultura del centro basado en los principios éticos medioambientales. — Mejorar y disfrutar de los espacios naturales del centro educativo, fomentando su conservación y el respeto de la naturaleza — Favorecer experiencias socio-comunitarias orientadas a mejorar la capacidad de analizar las actitudes y los comportamientos ambientales a la vida cotidiana escolar, familiar y social. — Una educación pro-social y para la convivencia orientada a constituir un esfuerzo individual y colectivo capaz de contrarrestar la cultura de la violencia (directa, cultural y estructural) y de consolidar una nueva manera de ver, entender y vivir el mundo. — Una educación que favorezca una convivencia humana sin exclusiones basada en las relaciones igualitarias entre hombres y mujeres. — Una educación del cuidado y de la ternura que supere las dinámicas destructivas y desnaturalice todo tipo de violencia — Una educación resuelta a satisfacer las necesidades humanas básicas y a movilizarse a favor de la cultura de paz; que democratice el conocimiento y permita el acceso de todos a la información como exigencia para el ejercicio de una ciudadanía verdaderamente democrática; y configure un orden mundial basado en la seguridad humana. — Una educación para la crítica y la responsabilidad ligada al reconocimiento del valor del compromiso ético, de la asociación con los demás para resolver problemas y trabajar por una comunidad mundial justa, pacífica y democrática.

Tuvilla Rayo, J (2003): Valores mínimos para crear en la escuela, espacios de paz. En AAVV: Actas del I Congreso Hispanoamericano de educación y Cultura de Paz. Universidad de Granada, Granada.


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