Revista Iglesia en Jaén Nº 432

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Carta del Director

Seminaristas ¿especie en extinción? EDITA: OBISPADO DE JAÉN VICARÍA de COMUNICACIÓN DIRECTOR: Antonio Garrido de la Torre vicariodecomunicacion@diocesisdejaen.es

COLABORADORES: Manuel Carmona, Manuel López Alberto Molinero Juan Raya Ildefonso Rueda José Antonio Sánchez Julio Segurado Seminario Diocesano de Jaén. CORREO ELECTRÓNICO: iglesiaenjaen@diocesisdejaen.es MAQUETACIÓN: José Carlos Ruiz Mariscal SUSCRIPCIONES: Jesús Jiménez. Plaza Santa María, 2. Apartado 039 - 23080 Jaén. Teléfono 953.230.036 Fax 953.230.039. Depósito Legal J-121-1990. IMPRESIÓN Gráficas La Paz de Torredonjimeno, s.l.

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Cuando llega el mes de marzo, al celebrar la fiesta de San José, nuestra Iglesia diocesana de Jaén mira especialmente a su corazón. El Seminario, como acertadamente definió el decreto «Optatam totius» del Concilio Vaticano II, es el corazón de la diócesis. Y hablar del Seminario conlleva necesariamente hablar de vocaciones al sacerdocio. Durante este mes, nuestros seminaristas van a realizar de una forma más específica una campaña que vienen desarrollando durante todo el curso para el fomento de las vocaciones. Las vocaciones y su escasez actual nos preocupan. Preocupan a nuestro Obispo, como en varias ocasiones ha insistido D. Ramón, y preocupan también a los que componemos esta Iglesia que camina en Jaén. Pero no se trata de una preocupación que nos lleve al derrotismo o al conformismo. Es una preocupación esperanzada, porque sabemos que en este tema de las vocaciones (como en tantos otros) es el Señor quien tiene la iniciativa y el nos dará pastores según su corazón. Viendo las cifras de vocaciones sacerdotales podríamos hablar de los seminaristas como de una especie en extinción. Parece como si su escasez los estuviera poco menos que condenando a la desaparición. Puede dar la sensación que en la sociedad actual, tal cual están muchos jóvenes, es casi imposible plantear la posibilidad de la llamada al sacerdocio. Hace unos días, se publicaba una encuesta que era estremecedora: el 40 por ciento de los jóvenes «estaría dispuesto a mentir, engañar y romper las reglas para tener éxito en el trabajo». Así es como todo se relativiza en función de unas metas en las que se pone erróneamente la felicidad. Esta misma encuesta afirmaba que un amplio porcentaje de jóvenes carecen de ningún modelo de referencia. Por eso, los autores de este trabajo destacan la importancia de que los jóvenes «identifiquen modelos de referencia a la hora de recibir una orientación ética adecuada para el futuro desarrollo personal y profesional». Nuestro modelo de referencia es Cristo. Es Él quien llama y es Él quien nunca abandona a quien elige para ser un amigo que lo anuncie. La vocación es cosa de dos. Si es una comunicación de Dios con el hombre, muy importante es el emisor del mensaje pero es necesario que el receptor escuche la llamada. Sabemos que el emisor cumple su función. Conocemos que Dios sigue llamando. Que la vocación sacerdotal es necesaria dentro de la Iglesia y que el Señor utiliza sus instrumentos para llamar a los que Él quiere. Mucho me temo que la parte que falla es la del receptor. Hoy día hay muchas interferencias y distorsiones en nuestra sociedad actual, que impiden que los jóvenes puedan plantearse serenamente la vocación al sacerdocio. No nos quedemos en una crítica estéril a la hora de plantearnos el tema vocacional y expongamos sin miedo los testimonios de unas vidas que son plenas gracias a la entrega por completo en el sacerdocio. Para que nuestro corazón diocesano no tenga taquicardias ni arritmias, para que sus latidos llenen de vigor todo el cuerpo, no nos olvidemos de la oración. Pidamos con esperanza al Dueño de la mies que mande trabajadores a su viña. Y trabajemos en una pastoral vocacional vigorosa que, estoy convencido, debe comenzar por el testimonio ilusionado de los que hemos tenido la inmensa fortuna de haber sido llamados por Dios para ser sus sacerdotes. Antonio Garrido de la Torre vicariodecomunicacion@diocesisdejaen.es

Para reflexionar... Prueba de amistad «Mi amigo no ha regresado del campo de batalla, señor. Solicito permiso para ir a buscarlo». «Permiso denegado», replicó el oficial. «No quiero que arriesgue usted su vida por un hombre que probablemente ha muerto». El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió, y una hora más tarde regresó mortalmente herido, transportando el cadáver de su amigo. El oficial estaba furioso: «¡Ya le dije yo que había muerto! ¡Ahora he perdido a dos hombres! Dígame, ¿merecía la pena salir allá para traer un cadáver?» Y el soldado, moribundo, respondió: «¡Claro que sí, señor! Cuando lo encontré, todavía estaba vivo y pudo decirme: Juan... estaba seguro de que vendrías». 2 / 8 MARZO 2009


LA VOZ DEL OBISPO

22 de marzo: Día del Seminario No podemos resignarnos a desplazar a San José de esta jornada por ser día laborable su Festividad del día 19. Por este motivo hemos trasladado el «Día del Seminario» al domingo más próximo. Ello nos da ocasión para encomendarle al Santo Patriarca, desde su Fiesta hasta el día 22, el presente y futuro de las vocaciones al ministerio sacerdotal en la Iglesia diocesana y los actuales seminaristas, Rector y Formadores de nuestro Seminario. El lema de la Jornada, en el contexto del Año Paulino que celebramos, es: «APÓSTOLES POR LA GRACIA DE DIOS». Es para vosotros seminaristas, sobre todo. Si miráis al horizonte Dios os ve ya en presente. Otros os esperamos, pronto, como futuros Apóstoles. Mientras tanto seguid descubriendo a quien es ya vuestro tesoro: Jesucristo. No dudéis en dejarlo todo por Él, ¡merece la pena! Hace no muchos días me decía un sacerdote ya mayor: si tuviera que empezar a vivir no dudaría ir de nuevo al Seminario. Me daba esta razón: «lo haría, porque, a pesar de no pocas cruces, siempre he sido feliz y lo soy.» Apóstoles para transmitir certezas y no ideologías; para hacer patente el amor de Dios a través de la humildad que habéis descubierto en Cristo; para ser sus testigos y ministros al servicio del pueblo de Dios. La Comunidad diocesana os apoya y reza por vosotros. 1.- El Seminario: Casa de todos. En este hogar diocesano se forjan los hombres de Dios al servicio, más adelante, de todos los fieles diocesanos y de toda la Iglesia. En esta casa de todos, corazón de la Diócesis, se acompaña y ayuda a los jóvenes que han escuchado la invitación de Jesús a seguirle a donde Él diga, dejándolo todo. En el Seminario, un grupo selecto de formadores y profesores, tienen, en nombre de toda la

Iglesia diocesana, la delicada e importante responsabilidad de formar a los candidatos para el sacerdocio ministerial, de acogerles, hacerles fuertes en su vocación, discernir si han sido llamados de verdad. Gracias de corazón por tan importante servicio. Tienen plena actualidad las palabras de Juan Pablo II en su Exhortación Apostólica Pastores Dabo Vobis, año 1992, que podemos recordar: «La institución del Seminario mayor, como lugar óptimo de formación, debe ser confirmada… como casa propia para la formación de los candidatos al sacerdocio, con Superiores verdaderamente consagrados a este tarea. Esta Institución ha dado muchos frutos a través de los siglos y continúa dándolos en todo el mundo» (n. 60 a). El Seminario diocesano cuenta en la actualidad con 13 candidatos. Puedo asegurarles, pues lo vivo día a día desde muy cerca, que reina un ambiente de gran serenidad, piedad personal y comunitaria, de estudio, de alegría, inquietud pastoral y misionera… Todo ello es garantía seria e idónea para la preparación de las nuevas generaciones de sacerdotes. Es cierto también, que, se puede más. 2.- Las nuevas vocaciones: Tarea de todos: La pastoral vocacional es un problema clave en las Iglesias de nuestro entorno. También en la de Jaén. Es preocupante que en el presente curso académico haya llamado un solo joven a las puertas de nuestro seminario.

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LA VOZ DEL OBISPO No perdemos, por ello, nuestra esperanza, porque «Dios no permitirá que su Iglesia carezca de ministros» (OT 6). Dios es el que llama, siempre atiende a nuestras súplicas y somos muchos los que pedimos vocaciones sacerdotales. Estemos seguros que habrá siempre jóvenes y adultos que escuchen su voz, si acertamos a presentarles en el momento más adecuado a Jesucristo. Pedimos: «Buenos y santos sacerdotes», porque la penuria de vocaciones no es pretexto para disminuir la vigilancia sobre cualidades del seminarista, todo lo contario. Nuestros tiempos exigen verdaderos hombres de Dios, de fe firme y con una formación espiritual, doctrinal y pastoral seria y muy completa. Es tarea del seminario, y respuesta generosa de la persona. Sobre estas bases es tarea de todos, Obispo, sacerdotes, padres y educadores, sobre todo, pedir a Dios y buscar estos regalos del cielo para cultivarlos hasta producir tan altos frutos. Nadie puede sentirse extraño a esta causa, y no podemos resignarnos ante la escasez actual de vocaciones. Sería peligroso. Debemos preguntarnos si hacemos todo lo posible, cada uno en su situación, por avivar en el pueblo cristiano esta urgencia y necesidad por despertar nuevas vocaciones, apoyarlas, hacerlas madurar.

3.- A la Delegación diocesana de pastoral vocacional: Gracias. Debemos agradecérselo de corazón y apoyar, con interés, sus propuestas y acciones, muy ricas y variadas. Nos consta su generosa entrega. Me llamó la atención, gratamente, poder saludar en el Seminario hace pocos días a un numeroso grupo de sacerdotes jóvenes que, con el Delegado Episcopal y un matrimonio, analizaban la posible apertura de un Seminario Menor diocesano, para la preparación de jóvenes con inclinación al sacerdocio, como otro espacio posible para incrementar las vocaciones sacerdotales, además del Centro Vocacional Manuel Aranda. El pasado día dos se reunió el Consejo del Presbiterio diocesano, en sesión extraordinaria, para reflexionar sobre esta misma propuesta. Seguiremos este estudio y esperamos, con la luz del Señor, informar a los fieles diocesanos sobre sus conclusiones y resultados. Queridos jóvenes: Si alguno escuchara el susurro amoroso de la voz de Dios en su interior que no dude en responder. Algo grande tiene el Señor reservado para ti. Dios dará la respuesta oportuna a nuestra súplica. Continuemos insistiendo con plena confianza en su presencia: ¡Dadnos sacerdotes santos!

El Seminario hoy Pedro Ortega Ulloa Rector del Seminario Trece jóvenes están en camino. A las siete y treinta se oye una súplica. «Dios mío ven en mi auxilio…». Así comienza el día en común. Luego vienen los grandes interrogantes (filosofía) y las apabullantes respuestas (teología). La mañana es de reflexión, escucha, diálogo. Estas cuestiones no son sencillas. ¡Hay tanto que escuchar, amar y pensar! De alguna forma la vida de nuestro mundo pasa por cada clase. Al medio día otra súplica: «… y hambre de justicia a los que tenemos pan». La tarde a veces se hace interminable y el esfuerzo parece imposible. Una cruz en la mesa de estudio nos alienta. Al final: «gracias porque al fin del día…» Desde el «ven en mi auxilio» hasta «gracias» transcurre la aventura de la vocación cada día. El crecimiento de cada día, la escucha necesaria, la alegría de ser llamado, la paz de los otros y el esfuerzo del pensar son los espacios

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donde sucede el milagro de la vocación. ¿Cómo continuar la tarea de Jesucristo «buen pastor»? se preguntan cada día estos trece jóvenes. Y van viendo que la llamada a ser «cura» es cuestión de amor. Amar a la Iglesia que nos da al Señor Jesús. Amar a los compañeros que buscan responder al Señor Jesús. Amar a tanta y tanta gente con la que dentro de poco o dentro de unos años se encontrarán. Se preparan para ser servidores de la alegría de Dios al encontrarse con lo perdido. Un día ejercerán el ministerio de la alegría de Dios que se encuentra con la «oveja perdida» y la «moneda perdida». En medio de este caminar suceden las crisis. Le cuento una: no es posible continuar la tarea de Jesús, el buen pastor; estoy cercado por la debilidad; necesito que me quieran; soy un «extraño» en mi sociedad… El acompañamiento espiritual nos hace ver cómo la crisis es causa de nueva orientación. Aprendemos a discernir cómo la crisis purifica.


NUESTROS PUEBLOS Y PARROQUIAS

NUESTRO CORAZÓN

¿Para qué sirve Gracias a Dios un cura a comienzos del siglo XXI? Germán García Aguilera Seminarista Para lo mismo que sirvió a finales del siglo I: para ser la imagen más cercana posible de Jesús, cuidar las relaciones entre los cristianos, ser puente para que los hombres pasen a través de él y vayan a Dios, (mediación) y para vincular esta comunión interpersonal con la Palabra (Pastor) y con los sacramentos (presencia de Dios en este mundo, indicio de los bienes de allá arriba). Lo que hace que uno sea cura no es la tarea que desempeña sino la señal con la que ha sido marcado en el rito de la ordenación. Esta lo configura con Cristo para siempre y lo habilita para hacer aquello que ningún otro cristiano puede hacer: presidir la Eucaristía y perdonar los pecados. En definitiva considero que el buen sacerdote es aquel que respondiendo a la llamada de Dios dedica por completo su vida al servicio de Dios.

Juan Carlos Torres Un año y tres meses después de haber sufrido una hemorragia cerebral, tras dos operaciones y un largo periodo de rehabilitación, que aún prosigue de modo autopersonal, he podido reincorporarme al Seminario Diocesano de Jaén, con la gran alegría del reencuentro con compañeros, formadores y profesores, para continuar los estudios de Teología, a pesar de los dolores físicos, porque quien quiera ir en pos de Jesús debe tomar su cruz cada día y seguirle.

El sacerdote es… - Un enviado, que habla en nombre de Dios, es un hombre que se compromete a fondo, se olvida de sí mismo, ama con algo más que con palabras y que entrega su vida de verdad y hasta el fin. - Un hombre capaz de dar el salto hacia la inseguridad, hacia la incertidumbre de la pobreza; que aún pudiendo tener superioridad no la utiliza en nombre propio. - Un enamorado de una forma de vida sencilla, amante de la paz, puro de conciencia y dispuesto a nunca traicionar, capaz de aceptar cualquier tarea, de acudir donde sea… libre y obediente, tenaz y espontáneo, dulce y fuerte. - El sacerdote debe ser ejemplo y apoyo de su comunidad, debe ser cercano y ayudar a los pobres, los necesitados, los que sufren, como hizo Jesús. - Es el enviado que da a conocer a Cristo para que así conociéndolo podamos creer en Él. Por eso como dice la Biblia: «Rogad al dueño de la mies para que mande obreros a su mies» (Lc 10, 2), y si de verdad lo crees de corazón, pidamos para que las personas sean capaces de escuchar la voz de Dios que los llama… «Como la vocación es una gracia, lo primero que hay que hacer si queremos vocaciones es… orar» (Padre Arrupe). 5 / 8 MARZO 2009


NUESTRO CORAZÓN

Sobre la Formación en el Seminario Juan Jesús Cañete Olmedo Vicerrector del Seminario Cuando comencé mis estudios en el Seminario recuerdo que era recurrente la siguiente afirmación: pero para qué le sirve a un cura saber de filosofías, tantas teologías, historias y otras cosas, con saber decir la Misa y ser bueno basta. Ahora llevo ya 16 años de sacerdote, en esos años he sido párroco, profesor y hoy soy formador del Seminario. He aprendido muchas cosas y ésta que os comunico es, como diría Descartes, clara y distinta. El sacerdote tiene que ser un hombre de cultura, tiene que conocer al hombre de hoy, tanto en sus aspectos esenciales como en sus aspectos psicológicos y sociológicos. Tiene que profundizar en el Misterio de Dios tal como se ha revelado en la historia, especialmente en Jesucristo. Tiene que saber comunicarlo a ese hombre que vive inmerso en el mundo. Tiene que aprender a pastorear el rebaño que el Señor pondrá en sus manos. Díganme ustedes si basta con celebrar la Misa. El seminarista de hoy tiene que recibir una formación que lo capacite para conocer la historia y poder interpretar los signos de los tiempos; para conocer su mundo y poder desvelar el misterio divino que se muestra en la creación; para conocer al hombre de hoy ,su esencia, sus anhelos, sus inquietudes y poder responderle con la única palabra que sana, libera y salva; para penetrar en el misterio de la fe que ilumina la historia, el mundo y al hombre, sólo así podrá ser la luz y la sal que el Evangelio demanda.

LA GRAN FAMILIA DEL SEMINARIO David Martínez Díaz Algunas personas piensan que cuando los seminaristas tomamos la decisión de entrar al Seminario, perdemos a nuestra familia o nos alejamos de ella. No son así las cosas sino que nuestra familia aumenta en la gran familia del Seminario formada por seminaristas, formadores, Hermanas Mercedarias del Santísimo Sacramento, colaboradores del Seminario… Son tantas personas que nos respetan y nos quieren… Recientemente hemos celebrado el Día de los Padres en el Seminario, un día cargado de alegría e ilusión. Empezamos con la celebración de la Eucarística, esta celebración es, de modo especial, un motivo de gozo en este día. Una vez finalizada; nos dirigimos al salón de actos para poner en escena nuestra alegría y nuestras ocurrencias con algún sobresalto que otro para algunos y en especial para nuestro nuevo compañero Antonio. Más de cien personas comimos juntos compartiendo el gozo del mutuo cariño con nuestra familia. 6 / 8 MARZO 2009


NUESTRO CORAZÓN

La Espiritualidad en el Seminario La formación de pastores, objeto fundamental de los Seminarios Mayores: «Toda la educación de los seminaristas debe tender a la formación de verdaderos pastores de almas a ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo, Maestro, Sacerdote y Pastor» Finalidad específica de la formación espiritual: «La formación espiritual del Seminario tiene una finalidad específica: cultivar la espiritualidad del presbítero diocesano secular. Es necesario que haya una formulación clara de esta espiritualidad en el proceso de formación espiritual de los seminaristas. El Seminario iniciará y capacitará al seminarista para vivir la espiritualidad de presbítero diocesano secular. El cultivo de esta espiritualidad garantiza la coherencia y unidad en la formación espiritual del seminarista». Medios para vivir la espiritualidad en el Seminario: «La formación espiritual… debe darse de tal forma que los alumnos aprendan a vivir en trato familiar y asiduo con el Padre por su Hijo Jesucristo en el Espíritu Santo… Enséñeseles a buscar a Cristo en la fiel meditación de la Palabra de Dios, en la activa comunicación con los sacrosantos misterios de la Iglesia, sobre todo en la Eucaristía y el Oficio divino; en el Obispo, que los envía, y en los hombres a quienes son enviados, principalmente en los pobres, los niños, los enfermos, los pecadores y los incrédulos. Amen y veneren con filial confianza a la Santísima Virgen María, a la que Cristo, muriendo en la cruz, entregó como madre al discípulo».

Diáconos de la Santa Iglesia de Dios Jesús Delgado Vílchez. Diácono En el curso 6º del Seminario, curso pastoral, los seminaristas somos enviados a alguna Parroquia de la diócesis para convivir con el sacerdote y aprender a ser guías de la comunidad. Desde el 2 de noviembre fui destinado con D. Andrés Nájera, a la Parroquia de «El Salvador» de Alcalá la Real y a la Parroquia de «Nuestra Señora del Rosario» de Charilla. Así, cada fin de semana, que puedo, vivo con aquellas comunidades y su párroco la fe, las alegrías y las penas de la vida. Uno va comprendiendo poco a poco eso en las celebraciones con unos sentimientos tan distintos como son un bautizo o un entierro. Uno, además, puede ir conociendo las diferencias entre una Parroquia más urbana y una más rural. También uno experimenta la alegría de ser acogido por una comunidad que espera tanto de los sacerdotes (y de los que vamos hacia el sacerdocio), que nos quieren y rezan por nosotros. Unas comunidades formadas por personas tan distintas pero con ese mismo amor infundido por Dios. Otra experiencia gozosa es la relación con los sacerdotes. Primeramente con el sacerdote que te acoge en su casa, te enseña y te ayuda a conocer el ministerio en esas horas de oración y trabajo escondido que nadie ve y sólo Dios y cada sacerdote conocen. Después con los sacerdotes de la ciudad y del arciprestazgo donde ya empieza uno a experimentar la acogida fraternal, que en mi caso todos y cada uno de ellos me ha manifestado con pequeños gestos. Todo esto no es todo color de rosa, también uno ve sombras, problemas y dificultades, como esas sombras que uno experimenta en sí mismo y que sino se ven con la mirada misericordiosa de Dios causan mucho sufrimiento. Permitidme dar gracias a todos aquellos que nos abren las puertas de su casa, de su vida y de su caminar para ser compañeros de viaje hacia el Dios de la vida y del amor. 7 / 8 MARZO 2009


NUESTRO CORAZÓN

Campaña vocacional del Día del Seminario José M. Pancorbo Seminarista Con motivo del Día del Seminario, este año los Seminaristas estamos visitando los fines de semana de Febrero las Parroquias de Andújar (Divina Pastora, San Miguel, Santa María y San Bartolomé, Cristo Rey) y la de Marmolejo. En cada parroquia participamos en la celebración de la Eucaristía, y nos reunimos con diversos grupos de niños, jóvenes y adolescentes. Y en este mes de marzo nos estamos encontrando con jóvenes de los Institutos y Parroquias de Jaén. En estos encuentros damos testimonio de nuestra vocación. Esta labor la llevamos realizando desde el comienzo del nuevo curso en la pastoral vocacional, por la que hemos tenido encuentros vocacionales en las diferentes parroquias de los Arciprestazgos de la Diócesis de Jaén. Así vamos dando a conocer el Seminario, y sembrando la buena noticia de la vocación en nuestra Diócesis. El día 21 de Marzo, en el Santuario de Ntra. Sra. de la Cabeza, el Seminarista Juan Carlos Córdoba Ramos será admitido como candidato a las Sagradas Órdenes del Diaconado y Presbiterado. Este día, muy temprano saldremos de Andújar, acompañados por los jóvenes que lo deseen, caminando hacia el Santuario. Será una larga caminata como largo es el camino de nuestra preparación al Ministerio sacerdotal. Será una caminata alegre como alegre es nuestro camino de preparación.

Encuentro de Monaguillos El pasado día veintiuno de Febrero tenía lugar en la población de Arjona un encuentro arciprestal de Monaguillos, en el que intervinieron más de sesenta niños de diferentes edades, desde los ocho años hasta los doce, organizado en colaboración con el Seminario Diocesano de Jaén. Comenzó la convivencia en torno a las 10 y media de la mañana con la acogida. Los niños cantaron y jugaron con dinámicas para conocerse y tener una primera toma de contacto. Tras la acogida se desplazaron todos hasta la parroquia de Santa María donde tuvieron un rato de oración y conocieron la figura de los Santos mártires, San Bonoso y San Maximiano. A continuación los niños se dividieron en cinco grupos, con un seminarista cada uno y cada grupo se reunió y recibió una catequesis, en la que los niños participaron. Después todos a jugar, en tres grandes grupos: unos al futbol, otros al pañuelo y otros a los relevos. Tras el rato de juego se reunieron todos en la casa de Cáritas para almorzar. Tras reponer fuerzas los monaguillos cantaron de nuevo canciones y recibieron un obsequio conmemorativo de la convivencia. Con esta pastoral se pretende acercar progresivamente a los niños la figura de Jesús. 8 / 8 MARZO 2009


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Encuentro de jóvenes en Andújar Juan Carlos Córdoba Ramos En la mañana del pasado sábado 21 de febrero, nuestro Seminario Diocesano junto a sus formadores organizó un encuentro vocacional con jóvenes de Andújar, con vistas a la Campaña Vocacional de este año, que tendrá lugar en dicha ciudad durante el mes de Marzo. El encuentro tuvo lugar en el Colegio Madre del Divino Pastor, gracias a la disponibilidad de las hermanas franciscanas que nos ofrecieron cuanto nos fue necesario, y en compañía de los párrocos de la ciudad. La jornada comenzó con una dinámica de acogida a las 10; 30 de la mañana, para dar paso a una oración en la capilla del colegio, con la participación de unos 80 jóvenes de diferentes parroquias de la localidad. Allí oramos de modo especial por las vocaciones a los diferentes estados de la vida eclesial. Alrededor de a medio día, en el salón de actos se proyectó un video y su correspondiente catequesis acerca de ¿por qué ser sacerdote?... Nos parece importante presentar la diversidad de respuestas ante la inagotable riqueza de la llamada del Señor Jesús; por ello, esto fue motivo para una reflexión por grupos donde los jóvenes tuvieron ocasión de manifestar sus inquietudes, y presentarlas después durante una puesta en común, enriquecida con el testimonio de D. Juan Francisco Ortiz, párroco de San Bartolomé de Andújar, con lo cual quedó concluida la jornada. La experiencia fue bastante positiva en lo que se refiere a la diversidad de posturas ante la posible llamada vocacional. Nuestro deseo es que todo joven con la luz del Espíritu, escuche la voz del Señor en su corazón y descubra el camino que le lleve a la plena felicidad en su vida.

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NUESTRO CORAZÓN

«Llamó a los que Él quiso» (Mc 3, 13)

Testimonios de nuestros Seminaristas ¿Qu ié Yo h n es Jes e vis ú to si s para mí, q ti? emp ue b re usca tanto lo m en Jesús e s una ejor me v , a u p y a a fallar ersona d la felicid na perso una . n e preg a unta Y ante e confian d, lo qu a que es za, e e má t sta s ¿qué s el s pu a a mi l egur ¿Cóm quier e ado, ú i d d n e a o a ico q d mi s de se cerc No h ue s llenar m mí? vida ay q ntiste la é i vid ano a fue y con ue te reco v a, o cac certe sigue no n za q por lo cosa cer esta er miedo ión al s g i r ue n a ndo a s, pe . o ento ro co llamada Al princ cerdocio que rno a i ib n p ? p crece a a elim el tiemp orque s io de mi in upue s o me v stam ocación uno, . Siemp ar de m doy re h i e yo lo pues nte v c ue id ay q nues tuv ue e a, result nta de q tenía q t r o s Él lo qu a s ue p e. No qu u tar d e qu q e Todo herm u h e e e e ga iere i l a e nado rder mu ría es q spuestos o tengo r a t o s sto lo f n o s . chas ue s y y ui fo a q l q o l u o u eam e pa rjand Grac os fe que el e ha cre que creí sa o de ias, ci a Se lices Seño ba dela p e q sirvié ñor quie do con n u r, po ndolo re d r ha te del S eño, en e ca berte an la Ig a tra da lesia fijad tísimo. vés o en de y so bre mí. todo en e sos MAN

¿Quién es Jesús para ti? Es una persona única que ha entrado en mi vida desde mi infancia y que a medida que le he ido conociendo y tratando se ha convertido en el único capaz de dar sentido a mi existencia. ¿Cómo sentiste la vocación al sacerdocio? Fue surgiendo desde pequeño a la vez que iba conociendo a Jesús. Desde luego que hubo una resistencia, hasta que Él venció. Por supuesto la familia, la escuela y sobre todo la parroquia, fueron lugar propicio para que surgiera la vocación. ANTONIO LOZANO MARÍN

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¿Quién es Jesús para ti? Jesús para mí es el sentido de mi vida, Él es el centro de todas mis acciones. Cada vez soy más consciente de que sin él nada puedo hacer, todo es vacío y sin sentido. Todo lo que soy y tengo se lo debo a Él. ¿Cómo sentiste la vocación al sacerdocio? De muy pequeño, cuando asistía a la catequesis comencé a plantearme lo de ser cura. Poco a poco me fue inquietando esa cuestión y a partir de entonces hacía todas las cosas con vistas a entrar un día en el Seminario. El Señor me iba guiando y me confirmaba su llamada a que le sirviera. JAIME GONZÁLEZ FERNÁNDEZ


NUESTRO CORAZÓN

¿Quién es Jesús para ti? Para mí Jesucristo es Diosconmigo. Es Aquél que está siempre a mi lado. Ese Amigo que siempre está ahí por más veces que le falles, que espera a toda costa, en quien siempre puedes confiar porque permanece hasta en los peores momentos. ¿Cómo sentiste la vocación al sacerdocio? Mi vocación no la he descubierto por una gran revelación ni una situación especial, sino por un cúmulo de pequeñas cosas donde he visto a Dios conmigo al contemplarlas en conjunto. Los signos más importantes han sido una serie de personas que Dios ha colocado en mi camino y que son un verdadero don. CARLOS SÁNCHEZ MORAGO

¿Quién es Jesús para ti? Para mi Jesús es el Amigo en el que sé que puedo confiar, porque conoce lo más hondo de mi alma, es también el Maestro que nos enseña a entregarnos a los demás como Él lo hizo y como lo sigue haciendo cada día. ¿Cómo sentiste la vocación al sacerdocio? La verdad es que la sentí de pequeño, siendo monaguillo en mi parroquia, poco a poco los años iban pasando por mí, y cada vez me sentía más atraído por la figura del sacerdote, y me pregunte, el porqué de esa atracción y descubrí que el Señor me llamaba por medio de él. Y aquí estoy, Señor. MANUEL BAUTISTA SÁNCHEZ

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VIDA DIOCESANA

XXI Jornadas Culturales de Santo Tomás de Aquino «Saúl/Saulo/Pablo. Pasión por el Evangelio» José Delgado Vílchez. Seminarista Durante los días del 16 al 19 de febrero, se han celebrado un año más, las vigésimas primeras Jornadas Culturales Sto. Tomás de Aquino. Estas ponencias son organizadas por el Seminario Diocesano de Jaén, el Centro de Estudios Teológicos «San Pedro Pascual» y la Delegación episcopal para el patrimonio y el diálogo fe- cultura. El objetivo de estas jornadas es entrar en relación con nuestra realidad actual, tratando un tema concreto que se desarrolla desde distintos puntos de vista, durante los cuatro días que duran. Este año, como no podían ser menos, han versado sobre S. Pablo, con el título: «Saúl/ Saulo/Pablo, Pasión por el Evangelio». El primer día, contamos con la intervención del profesor de nuestro Seminario, D. Enrique Cabezudo Melero, que nos introdujo a los distintos documentos, canónicos y apócrifos, religiosos y profanos, a través de los cuales podemos comprender la figura del Apóstol, con su conferencia: Fuentes para el conocimiento de S. Pablo. El segundo día D. Francisco Pérez Herrero, profesor de la Facultad de de Teología del Norte de España, pronunció la charla Judío con los judíos y griego con los griegos. San Pablo modelo y estímulo para la nueva evangelización. En ella nos comentó el discurso de Pablo a los judíos en la sinagoga de Antioquía y a los griegos en el Areópago de Atenas. A partir de aquí nos mostró la excelente forma de predicar del santo y nos invitó a tomarlo como ejemplo en la actualidad. Comunidades de San Pablo fue el tema de la tercera ponencia, a cargo del profesor de la Pontificia Universidad de Salamanca, D. Jacinto Núñez Regodón. En su explicación muy pedagógica, nos mostró las características comunes a todas las Iglesias creadas por S. Pablo y la relación que éste tenía con ellas. Por último D. Fernando Rodríguez Garrapucho, profesor de la Pontificia Universidad de Salamanca, con su disertación titulada Católicos y Luteranos: ¿De acuerdo con S. Pablo en la Doctrina de la Justificación?, nos hizo comprender, a la luz de un documento escrito conjuntamente católicos y luteranos, la relación que las dos Iglesias Cristianas mantienen y la opinión de cada una en relación a la Doctrina de la Justificación. Clausuró las Jornadas como es costumbre el Mons. D. Ramón del Hoyo López, que una vez más en este año, nos invitó a fijarnos en la persona del Apóstol de los gentiles como modelo de cristiano que nos provoca el encuentro personal con Cristo.

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VIDA DIOCESANA

25 aniversario del Centro Juvenil Salesiano DO.SA. de Jaén La Comunidad Salesiana de Jaén ha dado a conocer el Programa de actividades que ha preparado para la celebración del 25 aniversario de la creación del Centro Juvenil DO.SA. de Jaén: «Te invitamos a compartir con nosotros esta efeméride y a dar gracias a Dios y a María Auxiliadora. Porque a lo largo de 25 años nuestro Centro Juvenil, siendo lugar de encuentro, de promoción humana y cristiana, de integración, ha ido modelando muchas vidas jóvenes de nuestro barrio y de Jaén. Es muy significativo que coincida con el 150 Aniversario de la fundación de la Congregación Salesiana. A este respecto, nuestro Rector Mayor D. Pascual Chávez ha manifestado recientemente: los jóvenes del Oratorio de Valdocco de Turín han sido cofundadores de los salesianos junto con Don Bosco. También en Jaén, el 8 de Diciembre de 1970, comienza oficialmente la obra salesiana con la Residencia de Santo Domingo Savio, centro de acogida de Jóvenes de familias desestructuradas. Años más tarde en 1984, en la calle Tetuán, se inicia la andadura del C.J. DO.SA. Que el recuerdo actualizado de tantos acontecimientos y la constatación de tanto bien como se ha hecho a los jóvenes de Jaén, nos impulse a afrontar con confianza los retos que la realidad actual depara. Agradecimiento y reconocimiento, pues, a los jóvenes que han formado parte del mismo, a los animadores lo han hecho posible, a la Congregación Salesiana, y a todas las instituciones públicas y privadas que han colaborado.»

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VIDA DIOCESANA

Jornada de formación del clero y de los seglares sobre «La Parroquia, lugar de Comunión» Antonio Garrido de la Torre Dentro del ciclo de ponencias de la formación permanente de los sacerdotes de Jaén, organizado por la delegación episcopal del clero, ha tenido lugar recientemente un encuentro de convivencia sacerdotal que se ha desarrollado en el seminario diocesano de Jaén. Según aparece en el plan diocesano de pastoral del obispado de Jaén, el presente curso debe aprovecharse para profundizar en la comunión eclesial. La parroquia es de por sí un ámbito ideal y necesario para crear comunión. Y este fue el tema que trató el profesor Jesús Sastre García, sacerdote, doctor en teología, filosofía y ciencias sociales y profesor del Instituto Superior de Pastoral de la Universidad Pontificia de Salamanca. Por la mañana impartió dos conferencias a los sacerdotes, que contaron con la presencia del Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo, y por la tarde tuvo también otro encuentro con los seglares, en donde abordó el tema de«la parroquia como lugar de comunión». El ponente también dio pistas y sugerencias para que las comunidades parroquiales sean más vivas. Renovación «Yo creo en la parroquia, la misión de la parroquia me parece insustituible y la parroquia del futuro necesariamente ha de hacer una renovación en profundidad», afirmó como punto de partida Jesús Sastre García. A modo de recorrido histórico, el autor afirmó que la parroquia nació en tiempos de evangelización del contexto rural, en el siglo IV, y surge «para adaptar la acción pastoral de la primitiva comunidad urbana a las zonas rurales recién evangelizadas». Sastre dijo que «desde sus comienzos se concibió la parroquia como Iglesia local en una comunidad extra muros, a cargo de un presbítero». Posteriormente analizó el papel de la parroquia desde la reforma carolingia hasta el concilio de Trento. Ya en los siglos XVIII y XIX la parroquia vive la influencia de los cambios sociales. Se empieza a ver la importancia de los laicos en la acción pastoral y la necesaria independencia de la Iglesia respecto de los poderes públicos. Antes del concilio Vaticano II hubo intentos de renovación parroquial, especialmente el llamado «movimiento litúrgico». Este ayudó a la parroquia a descubrir su origen «histórico y comunitario», a «valorar la Palabra de Dios» y a la «purificación de las devociones», agrega el autor. En el concilio Vaticano II se exhorta para que «florezca el sentido comunitario parroquial, sobre todo en la celebración común de la misa dominical». Según el ponente, la parroquia debe tener una participación viva de los laicos, debe apostar por los procesos de iniciación cristiana y debe permanecer fiel a lo 14 / 8 MARZO 2009

que es su propia vocación: ser en el mundo el hogar de comunión de los creyentes, ser la casa abierta a todos. Definición La parroquia, desde le concilio Vaticano II, queda definida como «célula de la diócesis», como «comunidad de fieles que se reúne para la Eucaristía, da testimonio del Señor resucitado y evangeliza el entorno». En este sentido, la parroquia no se puede comprender como una sección administrativa de la diócesis o un apéndice para ofrecer servicios. «En la parroquia se dan los elementos fundamentales que constituyen la vida cristiana: Palabra de Dios, sacramentos, comunidad, ministerios y atención a los necesitados. Esto hace que la parroquia tenga vocación de globalidad», afirmó el profesor Sastre. Pero es necesario, según él, «que las parroquias se renueven, que salgan al encuentro de los que no vienen al templo». La Iglesia más cercana El sacerdote Jesús Sastre constató en sus ponencias que «en la práctica, la parroquia es la referencia eclesial más cercana y común para los creyentes». Para renovar la vida parroquial, el autor sugiere «no dar por supuesto que existe la parroquia», sino «crearla, con comunidades que cultivan la vida de fe, el compromiso social y la labor evangelizadora». «La parroquia-comunidad debe sentirse en estado de misión» y debe ayudar a «superar el divorcio actual entre la Iglesia y la sociedad». Para este profesor, la parroquia debe tener tres dimensiones fundamentales: misionera, evangelizadora y de iniciación cristiana. «No podemos prescindir de la parroquia: la solución está en su renovación, para la cual se necesita una «pedagogía de cambio»», concluyó el ponente.


VIDA DIOCESANA

Pablo, el Apóstol y Testigo Judío, romano y griego José Antonio Sánchez Ortiz Hoy vamos a acercarnos a este gran Apóstol y testigo de la fe para conocer sus raíces, su formación y, en definitiva, aquellos aspectos que conforman su personalidad. En primer lugar, sabemos que San Pablo es un judío de sangre. De hecho así lo reconoce en numerosas ocasiones, como, por ejemplo, en la carta a los Filipenses: «Circuncidado al octavo día; del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo e hijo de hebreos; en cuanto a la Ley, fariseo» (Flp 3, 5-6). San Pablo se define como «hebreo e hijo de hebreos», es decir, judío de padre y de madre. Un judío de la diáspora que comienza a formarse en la Ley Judía con el rabino de la sinagoga de Tarso, y que completará su formación en Jerusalén, donde con 13 o 14 años se trasladó para ser educado a los pies del gran rabino Gamaliel, el Viejo, según las normas más rígidas del fariseísmo (Hch 22, 3). Pero San Pablo no sólo tiene una formación judía, sino que está en contacto y conoce muy bien la cultura griega, por la enseñanza que recibe tanto en Tarso como en Jerusalén. Tal es así, que sus cartas están dictadas en un griego de nivel medio, según el uso común del siglo I, y que se conoce con el nombre de Koiné. Y, además, utiliza expresiones y categorías propias del helenismo, como algunas referencias que hace a cuestiones de la vida cotidiana, a competiciones deportivas; ó incluso la utilización de los términos espíritu, alma cuerpo, que usa para explicar al ser humano. Por último, destacar también que el Apóstol de los Gentiles es y se presenta como «ciudadano romano» (Hch 22, 25-28), por lo que él mismo nos indica que otro de los pilares de su formación será la cultura romana. Y es que San Pablo, como nos recordaba el Papa Benedicto XVI en una de sus catequesis paulinas, «está en la frontera de tres culturas diversas —romana, griega y judía— y quizá también por este motivo estaba predispuesto a fecundas aperturas universalistas, a una mediación entre las culturas, a una verdadera universalidad». En definitiva, podemos decir que San Pablo es judío de sangre, romano de nacimiento y griego de cultura, y lo que es más importante, como veremos otro día, un cristiano por gracia, convencido, para gloria de Dios y de la Iglesia.

Iniciativas solidarias en Cáritas de Alcaudete Como cada año, Cáritas de Alcaudete ha llevado a cabo diversas iniciativas durante las pasadas navidades, coincidiendo con la llegada masiva a la localidad de inmigrantes para la campaña de aceituna. En Alcaudete, la labor de Cáritas se desarrolla a lo largo de todo el año a través de la realización de diversos talleres destinados a la promoción y formación de determinados sectores de la población como son: mujeres gitanas o niños y jóvenes, y este año además, discapacitados. Junto a esto, lógicamente lleva a cabo la que siempre se ha denominado «atención primaria» con ayudas puntuales a las personas que lo solicitan, pero sin duda, un capítulo aparte merece la campaña que cada año tiene lugar en fechas recientes, destinada a atender a la cada vez más numerosa llegada de inmigrantes, en su mayoría subsaharianos, que acude a la localidad para la campaña de recogida de aceituna. Para ello, son varias las actividades extraordinarias que se realizan, así por ejemplo, en el mes de Diciembre, en los días cercanos a la Navidad se celebró en un salón de actos cedido generosamente por el Club de Tenis, un certamen de villancicos en el que participaron alumnos de los centros educativos de Alcaudete, del centro de día de los mayores y coro parroquial de Santa María, obteniendo una recaudación que ascendió a 867,53 •. Por otra parte, más de 3.000 euros se han obtenido de beneficio con la «tienda solidaria» instalada durante las navidades en un céntrico local cedido gratuitamente. Una tienda que se ha montado con la aportación de artículos por parte de vecinas y vecinos, cofradías y comercios que han participado haciendo donaciones de trabajos, como labores de ganchillo, bordados, mantelerías, figuras y bastantes objetos, que posteriormente se han puesto a la venta. Además, un buen número de vecinos ha querido colaborar con donativos en metálico por importe de 4.400• para un fin específico: el reparto de comida a una media de 120 inmigrantes, diariamente, durante los meses de diciembre y enero. Para este fin han entregado también muchos alimentos como pan, latas de conservas, leche y otros. Junto a lo donado en metálico o en especie, no es menos importante la labor del voluntariado, labor callada y generosa sin la cual poco podría hacerse. Cabe destacar cómo todas estas actividades: tienda solidaria, certamen de villancicos, reparto de comida a inmigrantes se han desarrollado por medio del esfuerzo de todos ellos. 15 / 8 MARZO 2009


MANUEL LÓPEZ PÉREZ

Soliloquios en la lonja DON MARTÍN Con su proverbial silencio y me imagino que sin abdicar de su perpetua sonrisa, nos ha dejado don Martín. Martín Jiménez Cobo, era un cura bondadoso y servicial, nacido en Mancha Real en 1928 y ordenado en 1951. Doctor en Filosofa y Letras, experto en Filología Clásica, su servicio a la Iglesia Diocesana lo compaginó con la docencia en la enseñanza secundaria y con una constante entrega a la cultura provincial. Investigó, escribió y publicó mucho sobre su pueblo natal. Indagó sobre las antigüedades romanas de la provincia. Y animó, como cronista oficial, las inquietudes culturales de Larva, el pueblo donde inició su pastoreo sacerdotal. Fuimos muchos los que por compartir con él inquietudes, le tratamos y nos honramos con su amistad. Yo le conocí cuando era párroco del Salvador de Baeza y en mi joven condición de «becario» hube de ocuparme de ordenar los archivos que allí se custodiaban. Luego, compartí con él parejas inquietudes: los encuentros de los cronistas oficiales..., las tareas de la Academia Bibliográfico-Mariana..., e incluso fuimos vecinos de página en la segunda etapa de «Iglesia en Jaén «. Y por supuesto coincidíamos en muchos actos culturales en los que la figura de don Martín era puntual e inevitable: conferencias en la Económica o el Instituto de Estudios Giennenses, tertulias del Arco de San Lorenzo, charlas de la Academia Mariana, presentaciones de la revista «Alto Guadalquivir», congresos nacionales o provinciales de cronistas... Siempre luciendo la sonrisa del hombre bueno, siempre calmoso, apaciguador, sentencioso, su bondad y su timidez aportaban al grupo una buena dosis de fraternidad, de sana amistad, de enriquecedor cambio de impresiones. Así, hasta que precisamente el último día del año nos dejó. Quizás su marcha ha venido a recordarnos aquella cita Latina que los los clásicos escribieron sobre los muros de la vieja Universidad de Baeza: «Donde hay humildad allí está la sabiduría». 16 / 8 MARZO 2009

Herencia de siglos

Imaginería Tras la diáspora artística que trajeron consigo las desamortizaciones del siglo XIX y el posterior florecimiento de cofradías y hermandades, surgió el deseo de acrecentar y renovar la imaginería, buscando un nuevo realismo y una nueva iconografía que se adaptara a los gustos de la época. No había en la provincia en estos años talleres de imaginería. Sin embargo, la circunstancia de que en el Cabildo Catedral y la Curia Diocesana se contara con preclaros sacerdotes originarios o vinculados a la zona levantina o que menudearan las amistosas visitas al antiguo obispo de Jaén, don Antolín Monescillo que de aquí fue elevado al Arzobispado de Valencia, hizo que se propiciaran los contactos con los talleres levantinos, en lugar de hacerlo con los sevillanos. Y fue así como empezaron a llegar a nuestros templos hermosas imágenes salidas de escultores valencianos, en las que se conjugaba admirablemente la talla, con las vestiduras tan gratas al mundo cofrade. Un ejemplo de esta corriente es la talla de Simón Cirineo, que en 1892 hizo el valenciano Luis Montesinos para la cofradía de N. P. Jesús. Quizás si algún día se hiciera una catalogación de esta imaginería levantina aún presente en los templos de la diócesis, en muchos casos en injusto olvido, nos llevaríamos gratas sorpresas.

Semblanza y memoria martirial ANTONIO CAÑADA FERNÁNDEZ. Capellán del Convento de MM. Franciscanas de Martos. 32 años. + 30 de septiembre de 1936 en Monte Lope Álvarez (Martos). Nació en Torredonjimeno el 9 de junio de 1904. Hijo de una viuda, en 1914 ingresó en el Seminario. Se ordenó subdiácono en 1925, diácono en 1926 y presbítero el mismo año, cantando su primera misa el 30 de diciembre. Sirvió como coadjutor en Cabra del Santo Cristo; capellán en Jamilena y luego pasó a Martos, donde destacó como propagandista de la Acción Católica y capellán de las clarisas. Detenido con su hermano Juan, le llevaron en un camión al cementerio de Monte Lope Álvarez donde fue asesinado la noche del 30 de septiembre de 1936.


VIDA DIOCESANA

El Obispo bendice la nueva sede de COPE-JAÉN La Cadena COPE en Jaén ha inaugurado oficialmente sus nuevas instalaciones, que están situadas en la calle Federico Mendizábal, número 10. El nuevo director de COPE- Jaén, D. David Santos, también ha tomado posesión del cargo en el mismo acto de inauguración. Al frente de la emisora de radio, D. David Santos sucede a D. Óscar Velázquez, de grato recuerdo por su eficaz

gestión, y que ha sido destinado como director a la emisora de COPE en Santander. D. David Santos procede de COPE Córdoba y en los últimos tres años ha ejercido de delegado en la emisora de COPE en Guadix. La inauguración de las nuevas instalaciones ha contado con la celebración litúrgica de la bendición, presidida por el Sr. Obispo de Jaén, D. Ramón del Hoyo, quien ha tenido unas palabras en las que ha destacado el papel de los medios de comunicación al servicio de la verdad. A esta celebración han asistido el presidente de la Cadena COPE, D. Alfonso Coronel de Palma, el director general, D. Jenaro González del Yerro, el director regional, D. Joaquín López, el Vicario de Comunicación del Obispado de Jaén y director de la programación socioreligiosa de COPE Jaén, D. Antonio Garrido de la Torre, el hasta ahora director de la emisora en Jaén, D. Óscar Velásquez, y el nuevo director, D. David Santos, además de los trabajadores de la emisora, concejales del ayuntamiento de Jaén y representantes de otros medios de comunicación.

Acercarnos a nuestra Catedral Pepi y Alberto. De las tres capillas que se alzan junto a la sacristía, la del centro, corresponde a Santa Teresa, de la que escribiremos hoy. En el centro del retablo, destacamos una talla de la Santa con un libro abierto en la mano, a su izquierda San Juan y a la derecha San Roque. En el ático contemplamos una talla de la Inmaculada y se corona con un medallón que presenta al Salvador en relieve policromado. En el testero izquierdo nos sorprende un Precioso cuadro de gran tamaño de San Pedro Poveda, pintado recientemente por María García (teresiana). En el testero derecho, observamos un confesionario que ocupó el canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Jaén, hoy San Pedro Poveda que como sabéis fue el fundador de la Institución Teresiana. Su gran obra llega hasta nuestros días en Jaén, representada por un centro de enseñanza concertada existente en el barrio de la Alcantarilla y del que se han beneficiado miles de niños y jóvenes, entre los que figuran nuestra hija y nuestros nietos. Por todo ello nos sentimos orgullosos de nuestro Santo; su semilla de entonces se extiende hoy Por todo el mundo. 17 / 8 MARZO 2009


VIDA DIOCESANA

Apuntes sobre D. Guillermo Navarrete Rojas Parroquia de San Carlos Borromeo. Me viene a la mente una imagen bastante descriptiva de su persona: se imaginan un pequeño puzzle de aquellos en cubos de cartón ¡qué material más frágil! pero que, si se ha conservado bien, aún permanece en algunos hogares como una reliquia. Don Guillermo podría parecernos eso, un pequeño puzzle que sacábamos sobre la mesa, todas sus caras ahí, visibles; bastaba darle vueltas a esos cubos para descubrir una sorprendente figura. Unos éramos capaces de descubrir más de un dibujo, otros, por mucho que giraran las piezas, no conseguían nada; quizás las piezas giraban y se posicionaban de una manera arbitraria, pero no era difícil entrever la figura. Unos consiguieron ver al sacerdote sencillo, sin retórica, llano, libre de prejuicios sociales, directo… que vivió la vida como quiso vivirla, aunque acortara su existencia. Aún para eso hay que ser valientes. Incapaz de demostrar dolor y sufrimiento ante su enfermedad.

Podía dejarse caer ligeramente sobre el altar, mostrando ligeramente un quebranto, pero se incorporaba inmediatamente, aún sabiendo algunos que no podía tenerse en pie. Qué cabezón (cariñosamente), qué poco le gustaba que le mandaran; muchas veces se enfadaba con nosotras cuando intentábamos aconsejarle que se cuidara. Otros vieron más al amigo, al hombre de calle, que los confortaba en cualquier lugar, con su dialéctica cercana, de andar por casa. Guía espiritual de otros, generoso en hacer caridad de la verdadera «que no se entere tu 18 / 8 MARZO 2009

mano derecha de lo que hace tu izquierda», de auxiliar al necesitado. Amante de la música clásica, nunca vi mejor colección de música para engrandecer el espíritu y con la que se sentía bien acompañado, miedoso de la soledad física, se sentía un hombre feliz, tumbándose sobre la hierba en esos días de primavera, aprovechando la escapada en alguna convivencia. Descubrimos su pinitos con la pintura, su afición por viajar a países lejanos y cómo no, volar por las alturas con esos pequeños artefactos que era capaz de construir y hacerlos volar, sobre todo en su juventud, cuantas horas nocturnas pegado a una emisora de radioaficionado para conversar. Un alma inquieta en definitiva, un hombre profundo, de cultura interior, austero aunque a veces tosco de maneras y celoso de su intimidad, un ser humano sin doblez, y sin disimulo. Siempre supervisando la tarea en la distancia, sin agobiarnos y dejándonos ser participes de la labor como cristianos. Amigo de sus compañeros de oficio, y consejero en su docencia. Hombre de fe. Poco amante de reunirse por reunirse, porque está estipulado. Marcaba en algunos libros sus pensamientos más sinceros, dando su asentimiento. Y maestro, sin duda, en la elaboración de homilías, que con facilidad creaba, porque expresaba con pocas palabras, como nadie, lo que le dictaba el corazón. Hasta siempre, como me despedí de ti en esa tarjeta, sacerdote y amigo. Ahora desde donde estás, intercede por tu parroquia, que ladrillo a ladrillo conseguiste hacer una realidad, una comunidad de piedras vivas que quiere caminar con la fuerza del Espíritu para hacer realidad el Reino de Dios. Se marchó un 23 de enero, después de convivir con su comunidad 38 años, estableció los cimientos para seguir construyendo iglesia y permanecerá vivo en nuestros corazones. Tus colaboradores no te olvidan.


LAS LECCIONES DEL SEÑOR

Domingo III de Cuaresma (B) La cuaresma se organizó como tiempo de preparación inmediata al Bautismo o a su renovación, para poder experimentar con más intensidad en el tiempo pascual el encuentro con el Resucitado en la misa del domingo y en la comunión fraterna. Lo propio de la penitencia cuaresmal es, pues, desprendernos de todo lo que impide o dificulta la pertenencia más plena a Cristo y a la Iglesia en la que fuimos iniciados por el Bautismo y su Confirmación. Consiste en purificar nuestra conciencia de toda adherencia extraña a la adhesión primordial a Cristo y su seguimiento; ese reajuste de nuestra mentalidad a los valores propuestos por su Evangelio, frente al contagio inducido por un ambiente donde sobre todo cuenta lo que más nos puede esclavizar: el afán por tener más y la aspiración a subir de puesto. Este tiempo nos ofrece así la ocasión de reconquistar con más firmeza la libertad de los hijos de Dios ganada para nosotros por Cristo con su muerte y resurrección. En esta dimensión nos quiere orientar hoy con su palabra el Señor. Como primera Lectura escuchamos las cláusulas de la Alianza que Dios estableció con los israelitas por medio de Moisés; aquellos diez mandamientos que el mismo Dios les dictó a título, precisamente, de liberador de la esclavitud para hacerlos su pueblo, tal y como les recuerda: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud». Lejos, pues, de quitarles la libertad, esos mandatos concretaban más bien las condiciones para conservarla. Los tres primeros libraban de la constante tentación a adorar los ídolos que esclavizan la vida de los hombres o cautivan su corazón, salvaguardando en cambio el verdadero culto al verdadero Dios: ese respeto a Dios que es la base consistente donde sustentar el respeto al prójimo y sus bienes, objeto de los siete mandamientos restantes. Y es que, al ser la expresión concreta del amor debido a Dios y al prójimo como consecuencia, marcan el camino que sostiene la libertad en los márgenes de la justicia. De ahí que el Salmo lo reconozca exclamando: «los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón»; «los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos». Con todo, es en el Evangelio donde hoy el Señor, al expulsar a los mercaderes del templo, alude a la inauguración ya en él de un culto nuevo: el que por fin abriría al cumplimiento perfecto de lo que el culto antiguo sólo podía figurar. Su gesto, en efecto, iba más allá de un mero alarde de celo profético por purificar aquel lugar: al advertirles mientras los expulsaba «no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre», se declaraba el Hijo del que allí habitaba en medio de su pueblo; y, al reclamarle los dirigentes judíos los signos que avalasen tal pretensión, frente al mismo Santuario, la parte por todos considerada asiento del mismo Dios, les anunció «destruid este santuario y en tres días lo levantaré». Remite así a su muerte y resurrección para entender su gesto. Y es Pablo, en la segunda Lectura quien hoy nos aclara el misterio: no, no es la ley antigua, sino Cristo y este crucificado quien condensa ya toda la fuerza y la sabiduría de Dios. Justo por ser el acto supremo del amor y del culto debido a Dios y del amor de Dios a los hombres donde fundar ya el amor de unos a otros, como Él nos mandó. Es el culto nuevo que el crucificado ya resucitado ofrece eternamente a Dios y al que nos asocia en la celebración de la Iglesia, como fuente del amor que nos libera.

MANUEL CARMONA GARCÍA

Domingo IV de Cuaresma (B)

En su origen, la cuaresma se estableció como tiempo de «iluminación»: la ocasión propicia para reconocer con claridad nuestra verdadera situación, a la luz del amor de Dios manifestado en la entrega de Cristo; la oportunidad, por tanto, de poder así renovar nuestra opción fundamental por Cristo, como camino luminoso que lleva a la vida, frente a las obras que precipitan en la muerte. Es pues el tiempo de enfrentarnos con la verdad de nuestra propia vida: lo que ésta es ante Aquél que no juzga por las apariencias ni cabe disimular, pero que siempre nos mira como Padre, con un amor muy por encima de lo que podamos merecer o nos pueda reprochar. Un amor pues liberador, al hacer compatible la aceptación de nuestra propia miseria con la superación del pecado al que ese amor nos lleva, como hoy Jesús nos quiere hacer entender. La primera Lectura narra la destrucción de Jerusalén y la deportación del pueblo, a causa de «la multiplicación de sus infidelidades, según las costumbres abominables de los gentiles». Una ruina total, por no prestar oídos a los mensajeros que Dios, movido de compasión, les suscitaba para hacerlos recapacitar. Pero Él no se olvida de su pueblo. Y por eso «movió el corazón de Ciro, el rey de Persia» que acabó con el poder de los asirios que los tenían desterrados, para que los dejara volver a su tierra y reconstruir el Templo. La misericordia de Dios volvía a imponerse así sobre la situación provocada por el pecado. El Salmo que sigue expresa muy bien los sentimientos que debieron tener en tierra extranjera los israelitas, acordándose de Jerusalén y añorando los cantos de Sión. Y es en el Evangelio donde hoy Jesús nos desvela cómo su entrega a la muerte no será sino la manifestación suprema del amor de Dios al mundo para que no perezca ninguno de los que con esa fe la miren y lo crean: como pasó en el desierto con aquella serpiente de bronce que Moisés elevó, para que al mirarla los mordidos por las serpientes no perecieran. Y es que si, mirando la Cruz con esa fe, nos dejamos seducir por el amor hasta el extremo mostrado por Dios en su Hijo clavado en ella, ya perderá su fuerza cualquier otro apego que mantenga aferrado a lo caduco el corazón; como tampoco habrá miedo ni temor a mirar bajo esa luz las obras hechas, sabiéndonos amados de antemano y hasta ese extremo por Él aunque haya mucho que cambiar de ellas. Eso sí, ante un amor tan definitivo el hombre también se juega su suerte definitiva de salvación o condena: todo depende de que se deje conquistar por ese amor, detestando ya las tinieblas que de esa luz lo alejan; o lo desprecie sin creer en Él, para no verse acusado por ellas. De ahí que Pablo, en la segunda Lectura, nos anime a que «ya que Dios, estando muertos por el pecado, nos ha hecho vivir en Cristo hasta sentarnos en el cielo con Él… nos dediquemos a las buenas obras que Él determinó practicásemos». 19 / 8 MARZO 2009



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