El Paraiso estaba aqui al lado

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ROBER PALLÀS CARDEAL FACULTAD DE BELLAS ARTES DE BARCELONA | | | | | | | | | | | | | INCIACIÓN AL PAISAJE. LABORATORIO DE LAS NATURALEZAS | | | | | | | | | | | | | PROFESOR : DR. JOSEP MATA I BENEDICTO CURSO 20092010 | | | | | | | | | | | | | “... LA MATERIA TIENE SU PROCESO Y EL FINAL DE LA OBRA TIENE UN TIEMPO PRÓPIO...” | | | | | | | | | | | | |

| LANDart | Inciación al Paisaje | Elementos Naturales | 011


| | | | | | | | | | | | | INCIACIÓN AL PAISAJE. LABORATORIO DE LAS NATURALEZAS | | | | | | | | | | | | | ESTA PUBLICACIÓN TIENE UN CARACTER RECOPILADOR DEL PROCESO CREATIVO. EXPLICADO ATRAVES DE SUS FOTOS Y TEXTOS QUE LO ACOMPAÑAN | | | | | | | | | | | | | DISEÑADO POR: ROBER SINT | | | | | | | | | | | | | TODOS LOS CONTENIDOS © 2010 PERTENECEN A SUS AUTORES. IMPRESO EN BARCELONA | ESPAÑA | | | | | | | | | | | | | NINGUNA PARTE DE ESTE LIBRO PUEDE SER REPRODUCIDA DE NINGUNA MANERA SIN EL PERMISO ESCRITO DEL AUTOR. EXCEPTO EN EL CONTEXTO ACADEMICO | | | | | | | | | | | | | PUEDES CONSEGUIR ESTA PUBLICACIÓN EN N. 14 DEL PASAJE PONIENTE , 08840 VILADECANS | BARCELONA | ESPAÑA T +34 677 52 78 47 | ROBERSINT@GMAIL.COM HTTP://ROBERSINT.BLOGSPOT.COM | | | | | | | | | | | | |

| LANDart | Inciación al Paisaje | Elementos Naturales | 02


| | | | | | | | | | | | | CONTENIDOS | | | | | | | | | | | | | INTERVENCION DEL ESPACIO NATURAL. PARQUE NATURAL DEL REMOLAR FILIPINAS. | BARCELONA | CONSTRUCCIÓN DE 4 INSTALACIONES UTILIZANDO MATERIALES PRINCIPALMENTE DEL ESPACIO NATURAL. TRABAJO DE CAMPO EN UN ESPACIO NATURAL, QUE PRETENDE PROFUNDIZAR UNA CUALIDAD DE LOS “ELEMENTOS NATURALES”, EXPERIMENTANDO LOS COMPORTAMIENTOS Y POSIBILIDADES PLÁSTICAS DE LAS DIFERENTES MATERIAS. ENTENDIENDO EL PRÓPIO CUERPO COMO UN CENTRO DE EXPERIÉNCIA Y LA TOTALIDAD DE ESTE COMO UNA HERRAMIENTA DE CREACIÓN. | | | | | | | | | | | | |

| LANDart | Inciación al Paisaje | Elementos Naturales | 03



| Inciación al Paisaje | Dr. Josep Mata i Benedicto | Docencia | 05

Nuestro propósito no es formar operarios de laboratorio, artesanos del mundo moderno, ni metodologistas de la configuración; nuestro propósito es integrar el pensamiento, formar pensadores delante del Universo, delante de un mundo que “se piensa”, que se hace consciente, que se imagina, que se configura gracias a ellos. Es la formación de la conciencia como centro de percepción la que opera y necesita expresarse en su reflexión exterior, para ampliarse y crecer. La manera de este desarrollo es la técnica, es el oficio. La técnica es el seguimiento constante de los movimientos de la propia conciencia durante la experiencia, atendiendo a sus modificaciones y a su propio proceso. No es el dominio instrumental el determinante, ya que una vez se conoce la finalidad, se pueden idear los medios; de aquí el carácter interdisciplinario de nuestra formación, ya que es el dominio perceptivo, la conciencia, en definitiva, la que determina y condensa el sentido. La superposición de los Conceptos de Unidad que emanan de esta percepción, crea un sedimento, un bagaje que prepara para un estado de unidad desde el cual afrontar una operación, una obra, como imitación del orden implicado y generativo, profundo en las formas de la naturaleza y de la cultura; este orden nos da la pista sobre el secreto de oficio o conciencia más interna, que consiste en expresar el concepto de unidad vigente como imagen de un mundo. Insistiendo en esta experiencia, podemos llegar a recuperar un concepto de unidad que acumule todo lo anterior y Proponga un nuevo Centro de Expresión. Este concepto de unidad estará plenamente realizado, no en las formas exteriores, en las cuales se expresará y manifestará, sino en las formas interiores. La experiencia del arte es experiencia interior a partir de operaciones exteriores, en este constante traspasar los límites dentro-fuera, fuera-dentro, pero la gnosis del arte se realiza definitivamente como tal en el interior, siendo imprescindible su expresión exterior. Esta expresión, es el testimonio de esta gnosis, de esta experiencia y, como tal, deviene Obra en el ser humano, como integración de todo el pensamiento.



| Revista EXIT #38 | George Simmel | Filosofía del paisaje | 07

Innumerables veces caminamos a través de la naturaleza salvaje y percibimos, con los más diversos grados de la atención árboles y aguas, praderas y campos de trigo, colinas y casas y los miles de cambios de la luz y las nubes; pero por el hecho de que prestemos atención a esto en particular o de que también veamos conjuntamente esto y aquello, aún no somos conscientes de ver un “paisaje”. Antes bien, precisamente tal contenido aislado del campo visual ya no puede encadenar nuestro sentido. Nuestra consciencia debe tener un nuevo todo, unitario, por encima de los elementos, no ligado a su significación aislada y no compuesto mecánicamente a partir de ellos: esto es el paisaje. Si no me equivoco, raramente se ha puesto en claro que el paisaje aún no está dado por el hecho de que toda suerte de cosas estén extendidas unas junto a otras sobre un trozo de la corteza terrestre y sean contempladas inmediatamente. Intentaré explicar desde algunas de sus presuposiciones y formas el peculiar proceso espiritual que a partir de todo esto produce por vez primera el paisaje. En primer lugar: que las cosas que son visibles estén en un sitio “natural” de la tierra (acaso con obras humanas, pero que se subordinan a aquél) y no en calles con tiendas y automóviles, esto, no convierte todavía ese sitio en un paisaje. Por naturaleza entendemos la conexión sin fin de las cosas, el ininterrumpido producir y negar de formas, la unidad fluyente del acontecer que se expresa en la continuidad de la existencia temporal y espacial. Si designamos algo real como naturaleza entonces mentamos o bien una cualidad interna, su diferencia frente al arte y lo artificial, frente a lo ideal y lo histórico, o bien el hecho de que debe valer como representante y símbolo de aquel ser-global, el hecho de que escuchamos susurrar su corriente en él. “Un trozo de naturaleza” es realmente una contradicción interna; la naturaleza no tiene ningún trozo, es la unidad de un todo, y en el instante en el que algo se trocea a partir de ella no es ya naturaleza, puesto que precisamente sólo puede ser “naturaleza” en el interior de aquella unidad sin fronteras trazadas, sólo como ola de aquella corriente global.



| Revista EXIT #38 | Rosa Olivares | El Paraíso estaba aquí al lado | 09

¿Quién oye a los peces cuando lloran? Esta es una de las preguntas que Henry David Thoreau nos dejó para que pensáramos, para que reflexionásemos sobre los aspectos aparentemente más cotidianos de la vida. Detrás de frases, ejemplos, comentarios, el autor esconde ideas como cuchillas, palabras que son bombas unipersonales. Entre la Naturaleza y el pensamiento, entre el hombre y la sociedad, el filósofo, el caminante, nos adentra en el bosque de las sensaciones, nos lleva por esos campos donde la soledad es el refugio, donde la belleza está en cada rama, en cada hoja. Une, así, la idea de Naturaleza con el ideal de sociedad, hace del hombre un buscador de tesoros en la inmensidad de su propio interior. Con las palabras más sencillas, con las ideas aparentemente más simples va desgranando verdades, nos va transmitiendo una inquietud que nos obliga a caminar, física y espiritualmente. H. D. Thoreau, San Agustín, Petrarca, Immanuel Kant, Fray Luis de León, Kano No Choomei, Friedrich Schiller, Arthur Schopenhauer, Joseph Conrad, y tantos otros escritores han hablado de la naturaleza, y lo han hecho ejemplificando en ella los sentimientos, las sensaciones, los temores de los hombres. Pero en la literatura, como en la naturaleza, “sólo lo salvaje nos atrae. El aburrimiento no es más que otro nombre para designar la domesticación” (Thoreau). La idea de una naturaleza esencialmente buena, en la que hasta la destrucción, lo terrible, lo salvaje, es noble y por lo tanto bueno, donde la belleza está más cerca del abismo que de la tranquilidad, domina en la formación de conceptos como lo sublime. La belleza y el terror se suman ante la admiración del hombre por la naturaleza como fuente creadora de vida, esencia y semilla, escenario al que el hombre se asoma finalmente con su propio tamaño ínfimo. Nada somos frente a la inmensidad del mar, frente a las altas cumbres, los bosques inexpugnables. Ante esta belleza salvaje el hombre mira hacia dentro de sí mismo, en silencio y soledad. Todos los paseos nos conducen hasta nosotros mismos, toda meditación posible gira sobre nuestros sentimientos, la muerte, el amor, la soledad. Parece que en la naturaleza nos podemos, aún, reencontrar. En el camino, en



| Revista EXIT #38 | Rosa Olivares | El Paraíso estaba aquí al lado | 11

el sendero, nos pensamos en lentitud y silencio. Ajenos a un mundo ruidoso, veloz, superficial, que hemos creado buscando protección y riqueza, alejándonos de lo que somos, de los árboles y de los ríos. Somos espectadores de la magnitud del horizonte, solos como un personaje de Caspar David Friedrich frente a un mar de hielo, frente al espejo de nuestras tormentas interiores. “La vida está en armonía con lo salvaje. Lo más vivo es lo más salvaje” (Thoreau). Es la naturaleza salvaje la que preserva el mundo, la que define la tierra, la que explica nuestra propia naturaleza. | | | | | | | | | | | | |



| | | | | | | | | | | | | OBJETIVOS | | | | | | | | | | | | | EXPERIMENTAR EL LUGAR Y LA OBSERVACIÓN DEL ENTORNO EN UN ESPACIO NATURAL DESAROLLANDO LA CALIDAD DE LA MIRADA REFLEXIONAR ALREDEDOR DE LOS CONCEPTOS NARRATIVOS ELEMENTALES DEL ESPACIO/TIEMPO. CONECTAR DE FORMA DIRECTA EL CUERPO Y EL ALMA. EXPERIMENTACIÓN DE SOPORTES Y RECURSOS GRÁFICOS, FOTOGRÁFICOS Y DIGITALES EN LAS EXPLORACIONES DEL LENGUAJE BÁSICO DE NARRACIÓN CON LA IMAGEN. DESARROLLANDO CAPACIDADES GENERATIVAS DE UN PROCESO DE CREACIÓN COHERENTE | | | | | | | | | | | | |

| LANDart | Inciación al Paisaje | Laboratorio de las naturalezas | 13



| | | | | | | | | | | | | GENERALES EXTENSIVAS: MASA VOLUMEN PESO GENERALES INTENSIVAS: DENSIDAD | | | | | | | | | | | | | EXTRINSECAS: EXTENSIÓN/ VOLUMEN INERCIA/ MASA | | | | | | | | | | | | | INTRINSECAS: PUNTO DE FUSIÓN PUNTO DE EBULLICIÓN SOLUBILIDAD INDICE DE REFRAGCIÓN MODULO DE YOUNG | | | | | | | | | | | | | QUÍMICAS: CORROSIVIDAD PODER CALORIFICO ACIDEZ REACTIVIDAD

| LANDart | Inciación al Paisaje | Propiedades de la Materia | 15



| LANDart | Inciación al Paisaje | Los cuatro elementos | 17

En tiempos antiguos se le dió gran importancia a la comprensión de los elementos, puesto que se les consideraban los ladrillos de construcción del Universo, y muchos creyeron que ellos eran parte también de su estructura básica propia. Los Sabios de esos tiempos los vieron como un reflejo del universo. Estudiaron las estrellas y la naturaleza, y utilizaron la información que reunieron como un método para comprender a su Creador y a sí mismos. Todos nosotros ahora vivimos entre naturaleza, aún quienes viven en pueblos y ciudades, y a la mayoría de nosotros nos tranquiliza caminar por el campo o a lo largo de la playa. Pocos de nosotros se toman el tiempo para verdaderamente estudiarlos, pero si nos interesamos en seguir estas creencias antiguas, hallaríamos que la misma naturaleza contiene la clave de mucho conocimiento interno sobre nuestra propia naturaleza, y la parte que desempeñamos en el gran Plan Cósmico.

Esos mismos elementos se pueden interpretar como funcionando dentro de nosotros. Estamos hechos por las mismas leyes, y estos elementos no sólo se sienten alrededor de nosotros, sino que muy ciertamente se pueden expresar a sí mismos en muchas formas dentro de nuestra naturaleza. A causa de esto, los elementos son considerados por algunos como muy importantes, por analogía, se pueden comparar como sigue: Fuego equivale al Deseo, Agua equivale a las Emociones, Aire equivale al Pensamiento y Tierra equivale a la Estabilidad. Se nos dice que todo en la naturaleza está hecho con los 4 elementos básicos, y vale la pena examinar cómo esto puede afectarnos también.



| LANDart | Inciación al Paisaje | Los cuatro elementos | Fuego | 19

El Fuego es deseo. Es entusiasta, calentador,y la chispa de la vida. Es apasionado, emocional, indomable, el más poderoso de las fuerzas de la energía, porque él representa la fuerza del Espíritu. Es una llama que palpita, o una llama que destruye. . . Brilla en el Sol. Danza en el Fuego del hogar, atrae el ojo, y el deseo. Da color a la sangre. Es el pulso de nuestro ser. El Fuego es rojo. Es el calor moderado que mueve con deleite la tierra; el ansia por vivir, la luz por la que vemos. Dinámico, movible, lleno de chispas, atrevido, vital, inteligente en su urgencia. El Fuego es activo, se eleva. Es el principio de la vida. Su esencia es la vida, calienta, compele, excita, propulsa con entusiasmo. Ama la pasión de la juventud. El Verano es Fuego - el silencioso pero penetrante latido del corazón de la creación. Es vida en su plenitud. El Mediodía es Fuego, cuando el Sol quema más fuerte. Es estar de pie con los brazos estirados hacia el dador de vida, de luz y calor que fluyen hacia abajo - un acción de gracias a la alegría, la felicidad y la maravilla de juventud. El Fuego es el Cetro de nuestro nacimiento. Es la intrepidez y la irreflexión del joven. Es el salto de deleite salvaje, el bullicio de la excitación. Es nuestra esperanza, nuestra meta, nuestro deseo, nuestra energía y urgencia por el futuro. Vive. ¡Es! El Fuego yace derretido en el centro de la tierra, pero tiene el poder para abrirse paso a través de la corteza. Es nuestro impulso incontenible, nuestro calor, nuestra fiebre, nuestra pasión por amar u odiar. El Aire abanica sus llamas, pero se necesita de la Tierra para contenerlo. Solo el Agua puede apagarlo. El Fuego no puede construir, aunque es la esencia de “ser.” No puede absorber, pero por sí mismo, atrae a otros. Da vida, pero puede destruir la vida que da. Es tenazmente protector, pero se necesita protección contra él mismo. El Fuego es el Padre de la Esperanza y el deseo del Espíritu. Es la fuerza viviente. Somos Fuego. Con nuestra chispa de vida, somos divinos. ¡Vivimos!



| LANDart | Inciación al Paisaje | Los cuatro elementos | Agua | 21

El Agua es emoción, sentimientos, sueños y alimento del corazón. Refresca, enfría, es húmedo, fluido, pesado y misterioso, toma la forma de cualquier cosa que lo contiene. El Agua es el alimento de la vida, y esencial para la vida, puesto que todas las cosas emergieron del mar. El Agua apaga la sed de la Tierra hecha estéril por el Fuego y el Aire. El Agua es serenidad. Es azul, claro y pasivo, pero se cuela por las grietas de nuestras defensas. Fluye con nuestro humor, y no se puede agarrar, ya que se resbala por las manos. Es la rápida corriente de una tormenta en ciernes, la pesada espuma a lomos de las mareas del océano. Puede corroer y ahogar. Empero también es la apacibilidad de las ondas en una piscina de cristal. Mueve, mengua, fluye, limpia, alivia. Es el brillo del Santo Grial, sostenido en alto y desbordando con amor, o repentinamente volcado para sofocar con lágrimas. Es el lamento de la alegría o el sollozo de la angustia. “Camina cuidadosamente con tu corazón, pues te atreves a caminar sobre el Agua”. El Agua es crepúsculo - el Sol, sombreado en el oeste, y la líquida luna de plata, escalando lentamente para reclamar el cielo oscurecido de las sombras. Es otoño - el temblor de las hojas a medida que pasa el ánimo del verano. El Agua es Madurez, la hermana del Sentimiento. Cambia. Ajusta. Es el azul jade de la depresión, y el tinte sutil, pasivo de la alegría. Es nuestro ser astral. Forma nuestros pensamientos, pero los pensamientos pueden darle forma. Es empujado e inspirado por los vientos del aire, absorbido en la plenitud de la Tierra, pero en una tormenta amenaza con ahogar el Espíritu, la energía, el deseo de la vida. Porque el Agua escupe en la cara del Fuego. Sólo el Agua puede traer la santidad del amor verdadero, el balance de la armonía. Es engañoso, sutil y huidizo. Tiene fuerza y poder, ritmo y ciclo, caridad y compasión. Es el espejo brumoso de los instintos subconscientes de nuestro pasado, y nuestra necesidad consciente del futuro. El Agua es el murmullo secreto de nuestro corazón, y la reflexión gentil del Espíritu en manifestación.



| LANDart | Inciación al Paisaje | Los cuatro elementos | Aire | 23

El Aire es pensamiento. Es movimiento, contacto, comunicación, y los impulsos de la mente. Es la flexibilidad de acción - lo rápido, lo alerta, lo chispeante y lo nuevo. Se estira hacia afuera y hacia arriba, hacia abajo y hacia adentro. Es flotante, flexible, cede ante el estado de ánimo, y sin embargo es aún fuerte y persistente. El Aire es primavera, la inocencia y la vibración del principio de una nueva estación, el brote de las hojas desde las semillas de la mente, y la fe en uno mismo, y la creencia en el propio destino. El Aire toca el color del Sol, y capta el pensamiento de la vida. Es la respiración del ser vivo. Si pudiéramos verlo, sería de color Amarillo. El Aire es hijo de la Sabiduría, nuevo en la vida, de ojos abiertos, expectante y apresurándose precipitadamente a la luz. A veces tormentoso, sopla, baila, fastidia, busca, pregunta, desarrolla y respira. Se esfuerza en aprender y enterarse. Puede rugir, aullar y atormentar. Es el suave toque de la inspiración - la fresca brisa primaveral de la razón, danzando en nuestros cabellos cuando caminamos por el valle del descubrimiento. Tiene la inocencia de los corderos retozando en la colina, y el estallido súbito de la luz encima de la oscuridad del horizonte. El Aire es la Espada de nuestra protección, un valiente retador a la voz de la emoción y del deseo. Crece, y en su crecimiento da nacimiento una y otra vez, lanzándose, arrastrando, haciendo olas en las aguas, ondula en los árboles de la tierra y abanicando el fuego del hogar en nuevas llamas. También puede cabalgar en la tormenta de su propia hechura. Sopla polvo en la cara de la estabilidad, convierte las ascuas en un furioso infierno y castiga las peñas en el mar, blanco con el rocío del ventarrón aullante de un amargo viento del este - la razón convertida en un disturbio. El Aire es una idea, un pensamiento objetivo, una llamarada de inspiración e ingeniosidad. Es el brillo del genio, o la inquieta agonía de una mente atormentada. Es el nacimiento de la comunicación, que yace en el Este, donde la fe y el día empiezan. El Aire es el alba de la conciencia a través de las brumas de la inocencia, y es el heraldo de la Inteligencia del Espíritu cuando respira sobre la tierra.



| LANDart | Inciación al Paisaje | Los cuatro elementos | Tierra | 25

La Tierra es estabilidad; es todas las cosas que nos traen nutrición, plenitud, y fertilidad. Es nuestra base y nuestra necesidad básica. La Tierra es el terreno bajo nuestros pies, la fundación sobre la que construimos nuestra vida. Es el centro de nuestro sentido común, nuestra sensualidad, y nuestros sentidos. Por ella tocamos, saboreamos, olemos, vemos y oímos con nuestros ojos y orejas. La Tierra es verde. Danza en las hojas, en los campos, y en los setos. Colorea las plantas que surgen a la vida desde los fundamentos de la estabilidad. La Tierra es su fuente raíz, como lo es para nosotros. La Tierra es la media noche. Una oscuridad eterna, donde no podemos ver, pero somos obligados a percibir. Es calurosa, bochornosa y silenciosamente protectora. Es la confiabilidad y la vulnerabilidad de la vejez. El tiempo de conocer y comprender - la parte de nuestra vida donde el crecimiento empieza y finaliza. Es el disco de la materialidad; circular, significando la redondez y plenitud de la naturaleza; el ciclo continuo de la vida; el fénix levantándose de las cenizas, el renacer anual de la tierra. La Tierra es invierno, donde todo aparenta morir, pero sigue viviendo bajo la superficie, debajo de la sólida corteza y en el moderado calor de la tierra. La promesa de un nuevo nacimiento por venir con la primavera, cuando la savia sube por las raíces de todas las cosas vivientes. La Tierra es confiable. Comprende la vida. Es la solidez del futuro, construido sobre los fundamentos del pasado. Es rica y oscura, fuerte e inmóvil. Contiene la sal de nuestras lágrimas y construye desde su refresco, pero puede quedar mustia por el calor de nuestro deseo. Ella nutre la raíz, le da sustento a la felicidad que requerimos. Siente su textura en tus manos. Siente la energía que penetra por las plantas de tus pies, cuando corres descalzo por el césped. La Tierra es estar en casa con uno mismo, integrado, sin obsesiones, fecundo y preparándose para todas las cosas. La Tierra es la Madre de la Fuerza, de la Justicia y de la Ley, la base del mundo físico y el habitáculo del Espíritu en manifestación.





















































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