Rudimentario
Lugares que no existen
Se proponen una serie de ficciones, imágenes, mundos imaginados, y en base a estas crear y simular las atmósferas propicias capaces de sugestionar como estimular una experiencia, un acercamiento a lo mas primitivo y elemental. Rudimentario no es productivo en su sentido estricto, tiene una condición hedónica intrínseca, carece de programa y es la percepción y la imaginación su material. Es de algún modo un proyecto inexistente, no como un objeto terminado que responde a determinados condicionantes sino como un fantasma capaz de sugestionar la mente, de volver la arquitectura en sueño, un lugar imaginado, una arquitectura sin forma arquitectónica. Para amplificar efectivamente esta estimulación, el sujeto debe desprenderse de si mismo y el objeto debe desprenderse también de toda posible asociación arquitectónica, no debe reconocerse entonces sujeto u objeto.
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