Adora a Cristo Bendito Señor, mi Rey, mi Dios. Tu nombre sea exaltado por siempre, Rey del cielo. Mi alma te canta, se deleita en tu presencia. Junto a ti he aprendido a ver la Luz. A tu lado he hallado descanso, mi Señor.
Eres la alegría de mi corazón, la esperanza de mis vigilias. Mi corazón salta en mí al escuchar tu nombre. Amo tus palabras, la verdad que hay en ellas. Mi vida es adorarte, servirte, Señor.
¿Dónde esta mi alegría? sino en ti. Y mi esperanza, ¿donde esta? Solo en ti Señor. Cuando miro al cielo veo tus pisadas, Anhelo seguirte en las nubes, anhelo ver el dulce mover de tu Espíritu.
Tu espíritu me enseño, que no solo lo agradable es bueno. Pero todo lo que viene de ti es bueno, mi Señor. Y me llevas de la mano, con precisión y destreza. Sacando mi alma de abismos y angustias. Llenándome de tu misericordia, mi Dios.
Todas las bendiciones nos fueron dadas en Cristo. Fuimos llamados de la oscuridad, a heredar la Verdad. Y a seguir al Autor de la Vida, caminando el camino angosto. Que lleva a la verdad y a la vida.
Si tú amas a Cristo, adóralo, levanta tu corazón en adoración.
Se levanta una canción en toda la tierra. Una canción de adoración a Cristo. Que levanta los corazones, de tristezas, de angustias. Y los lleva a ver a Dios, a Cristo, nuestro Señor.
Henry Padilla Londoño