BOLETÍN YACENTE (SANTO ENTIERRO 2024)

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1949 2024

Edita

Hdad. del Santo Entierro de Cristo, Santa Cruz en el Monte Calvario, Soledad de María Santísima en Sus Dolores y Alegrías de Nuestra Señora en la Gloriosa Resurrección del Señor.

C/ Daoiz, 29. 21710 Bollullos Par del Condado. Huelva santoentierrobollullos@gmail.com

Dirección y Coordinación

Junta de Gobierno

Consejo de Redacción

Alberto Díaz Almenta, Alberto Espina Valderas, Vladimir García Moreno, Grupo Joven.

Fotografías

Germán Moreno, David Toscano, Mercedes Sauci, Archivo de la Hermandad, Álvaro Villarán, Cristina Cabrera.

Foto Portada

David Toscano

Indice

7.- Editorial

8.- Saluda del Obispo

10.- Saluda del Hermano Mayor

12.- Saluda del Párroco

14,. Honrando el legado

16.- La muerte de Cristo, sentido...

20.- Cartel 75 aniversario

23.- Sumo y Glorioso Dios

26.- La entrevista

29.- Misericordia Señor

30 .- Semana Santa en el Recuerdo

32.- Cristo muriendo, reina

34.- La urna proceso de restauración

36.- Cultos conmemorativos

42.- Via Crucis Magno

44.- Cónicas actos de apertura

46.- Lope de Vega

48.- A mi Cristo Yacente

50.- Cultos

52.- Anuario

61.- Camino a los altares

63.- Te veo

65.- 75 pasos hacia la Gloria

66.- Gracias

67.- Reparto de papeletas de sitio

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75 Años de amor y entrega recogidos en esta Novedosa Edición Especial “YACENTE”, que viene a sustituir en este año tan simbólico para nuestra Corporación la tradicional revista anual “SOLEDAD” que DM se editará posterior a la Cuaresma para aventurar lo que será el Preámbulo del Cuatrocientos Aniversario Fundacional de la Hermandad en los años venideros.

Obispo de Huelva

Excmo. Rvdo. D. Santiago Gómez Sierra

En el largo discurrir de vuestra Hermandad, que hunde sus raíces en el siglo XVII, la imagen del Santo Cristo de la Buena Muerte que tallara Rafael Barbero Medina hace ahora setenta y cinco años, es un hito más en vuestra historia. Vuestra Hermandad rinde culto especialmente a los sagrados misterios de la Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Y ahora estáis recordando la llegada de la nueva imagen de Cristo yacente a vuestra corporación.

Como dice Santo Tomás de Aquino: «El culto de la religión no se dirige a las imágenes en sí mismas como realidades, sino que las mira bajo su aspecto propio de imágenes que nos conducen a Dios encarnado. Ahora bien, el movimiento que se dirige a la imagen en cuanto tal, no se detiene en ella, sino que tiende a la realidad de la que ella es imagen» (Summa theologiae, 2-2, q. 81, a. 3, ad 3). En vuestro caso concreto, la venerada imagen del Santo Cristo de la Buena Muerte, representa a Jesús en su sepultura, lo que nos lleva a tener los sentimientos de la Virgen Santísima en su Soledad, que espera contra toda esperanza y que vela a su Hijo, que resucitó de entre los muertos.

Para nosotros, la imagen del Señor muerto es un anuncio del amor más grande que se ha entregado por nosotros, la semilla que se pone en la tierra para que de su fruto. Así nos lo recuerda la antigua homilía del Sábado Santo: «jQué es lo que hoy sucede? Un gran silencio envuelve la tierra; un gran silencio porque el Rey duerme.

La tierra temió sobrecogida porque Dios se durmió en la carne y ha despertado a los que dormían desde antiguo. Dios en la carne ha muerto y el Abismo ha despertado. Va a buscar a nuestro primer padre como si fuera la oveja perdida. Quiere absolutamente visitar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte. Él, que es al mismo tiempo Hijo de Dios, hijo de Eva, va a librar de su prisión y de sus dolores a Adán y a Eva. El Señor, teniendo en sus manos las armas vencedoras de la cruz, se acerca a ellos. Al verlo nuestro primer padre Adán, asombrado por tan gran acontecimiento, exclama y dice a todos: Mi Señor esté con todos. Y Cristo, respondiendo, dice a Adán: Y con tu espíritu. Y tomándolo por la mano le añade: Despierta tú que duermes, levántate de entre los muertos y Cristo seró tu luz».

Que, cada vez que contempléis al Santo Cristo de la Buena Muerte, surja en vosotros esta preciosa meditación: quiere visitar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte para darnos vida, vida en abundancia, la vida que no acaba, la que nace de su gloriosa Resurrección. Y «muerto es que es la Vida, triunfante se levanta» ‹Secuencia del Domingo de Pascua). Que con nuestras vidas y nuestras obras sepamos sembrar vida, la vida del Resucitado.

Con afecto os bendigo.

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Hermano Mayor

Nuevamente me dirijo a los hermanos de esta hermandad, aprovechando la oportunidad que me brinda la edición de esta revista con motivo de la celebración del 75 aniversario de la hechura del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.

Iniciamos la conmemoración de esta efeméride con la Exposición “Yacente” con parte del Ajuar del Señor así como elementos de su paso procesional, nuestra admirada Urna, además de imágenes y bocetos originales de su escultor Rafael Barbero Medina, en la antigua cárcel los días del mercadillo navideño.

En esos días también se llevó a cabo la presentación del cartel conmemorativo en la Parroquia de Santiago Apóstol, con la participación de la Banda de Cornetas y tambores de la hermandad de Ntro, Padre Jesús Nazareno de Huelva y del programa de actos para esta celebración.

Uno de los objetivos que nos fijamos en la hermandad de cara a la celebración del 75 aniversario del Señor, era acercar la imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte a los hermanos y al pueblo de Bollullos, rompiendo el estigma y el miedo que se le tiene a la muerte, porque tenemos que tener en cuenta como cristianos que Jesucristo muere para salvarnos, y sin Muerte no hay Resurrección.

Con todo ello, la hermandad ha programado una serie de actos, incidiendo como no puede ser de otra manera, en los pilares en los que se asienta toda hermandad, como son Culto, Formación y Caridad.

Con tal motivo celebraremos en el mes de Enero unas jornadas Eucarísticas y Vigilia de adoración a Jesús Sacramentado. En el mes de Febrero celebraremos un Solemne Besapiés Extraordinario al Señor y una conferencia formativa sobre la muerte clínica de Jesucristo. Finalizaremos en el mes de marzo con la participación en el Via + Crucis del Consejo de hermandades, celebrado a propuesta de esta hermandad este año como Via+Crucis Magno con todas las imágenes de Cristo de nuestra ciudad, aplicado con motivo de la Beatificación de nuestro paisano y quien fuera también hermano de esta hermandad D. Antonio Jesús Díaz Ramos. Es un motivo de celebración para la Iglesia de Bollullos esta Beatificación y esta hermandad, como no puede ser menos, quiere ser partícipe de ella.

La celebración de este 75 Aniversario, va acompañada como no puede ser menos, de una obra social, encaminada a dignificar la vida de las personas necesitadas, fijando colaboraciones con las entidades locales “Aprodimax” y el “Centro del Alzheimer”, y con la asociación “Caminos y Quebradas” que preside nuestro anterior director espiritual D. Antonio Fidalgo, y que tiene su acción en Perú, y con el Proyecto “Hacer el Bien” que las Hijas de Cristo Rey llevan a cabo en países de África y Sudamérica, y que forma parte de la Obra Social que esta hermandad puso en marcha el año pasado.

Se consultó a nuestro Director Espiritual y a la Delegación de Patrimonio del Obispado de Huelva, la incorporación de un juego de Potencias al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, ya que desde el aspecto de la Liturgia la imagen de Cristo debe llevarlas siempre, ya que representa la Divinidad de Cristo. Esta decisión se sometió a Cabildo de Hermanos el pasado mes de octubre, y habiendo recibido la aprobación favorable tanto del cabildo de hermanos como por parte del Obispado se les colocará al Señor. Dichas Potencias han sido donadas por un grupo de hermanos y miembros de la junta de Gobierno y pudieron verse en la Exposición “Yacente” que realizáramos el pasado mes de diciembre.

Seguimos trabajando en la remodelación y enriquecimiento de la Urna que realizara nuestro paisano, el Ilmo. Señor Don Manuel Cano Lagares y que consideramos como la obra cumbre de nuestra Semana Santa. Ya el año pasado pudimos ver el redimensionado del paso, la realización de una nueva parihuela, así como la ejecución del moldurón y esquinas de los respiraderos. Este año se ha llevado a cabo la segunda fase, consistente en el afianzado y consolidado toda la estructura de la Urna, recuperando piezas que se habían deteriorado con el paso de los años, y la ejecución de una canastilla sobre la que irá la Urna en el paso, y tratamiento y barnizado de la misma, según el proyecto que se presentó al cabildo de hermanos. Estos trabajos se están llevando a cabo en el taller de los hermanos Caballero de Sevilla.

Animo a todos los hermanos a participar de forma activa en la vida de la hermandad, y agradezco a todos los que colaboran con todas las actividades que organiza la hermandad durante el año, ya que sin vuestra ayuda no sería posible.

Pedimos al Santísimo Cristo de la Buena Muerte, a la Virgen de la Soledad en sus Dolores y a la Virgen de las Alegrías, que nos ayuden a seguir trabajando para poder seguir creciendo como hermandad y como cristianos.

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Saluda del Párroco

Rvdo. D. Rufino D. López Muñoz

Desde estas líneas es una satisfacción saludaros. Así pues, daros un caluroso y anímico saludo lleno de fuerza para este año que se presenta lleno de actividades y elogios que glorifican a Dios.

Sí, un setenta y cinco aniversario que no pasará sin dejar huella. Debemos esforzarnos, no solo por la expresión pública de nuestra fe, sino también, y más importante por el crecimiento personal de la realidad de una hermandad, sus tradiciones y su arraigo en la Fe cristiana. De este modo podremos introducir esa realidad que supone la veneración de un Cristo yacente que desde la belleza escultórica nos hace elevar el espíritu a ese Dios que es comunión y no nos deja solos.

La participación en las diversas realidades de la hermandad, como son los cultos, procesiones, actos de convivencias… no son más que momentos que hemos de aprovechar para ver como la mano de Dios aparece junto a nosotros por medio de esas realidades que nos envuelven, un envoltorio que no debe quedarse en un mero papel de regalo que nos rodea momentáneamente, todo lo contrario, busquemos en nuestro interior ese encuentro con el Dios que viene hacia el hombre para provocar la conversión.

Sirvan las distintas actividades programadas para estos setenta y cinco aniversarios para ese acercamiento a la realidad de un Dios que quiere por cada uno de nosotros.

La muerte de un Dios vivo que se mantiene firme en una espera de Resurrección para todos, por lo que no debemos pensar que en ese acontecimiento de sepulcro acaba todo, a la inversa, comienza todo. El sepulcro es espacio de principio no de fin, así hemos de contemplar los cristianos esta realidad de Cristo, al cual nos asemejamos. La realidad humana está cargada más allá de la muerte, de una vida para la eternidad, donde seremos semejantes a nuestro Dios, que, aunque lo tenemos yacente, esperamos la participación en su resurrección. Por tanto, debemos ampliar nuestro horizonte de la realidad humana a la divina, esa realidad que se contempla en el Cristo yacente en el sepulcro.

Sea este nuevo año un tiempo de alegría cristiana, donde el encuentro con Cristo sea fomentado por nosotros mismo para nosotros mismos y así poder favorecer el encuentro con los hermanos. Llevemos la promesa de resurrección, conversión y cambio a todos los hermanos que son, los que, en la comunidad, refuerzan nuestra visión de ese Dios que vive siempre presente en todos y que desea que el hombre viva.

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Honrando el legado. Logotipo

Queridos hermanos de nuestra antigua hermandad. En estas líneas que se me ofrenden me gustaría expresar de nuevo este sentimiento de euforia y alegría que me invade por poder celebrar con vosotros esta efeméride. Se acercan fechas muy señaladas en el calendario, y es el momento de rendir culto al Cristo de la Buena Muerte. Han pasado setenta y cinco años desde que la mayor expresión de fe que puede dar la liturgia cristiana llegó a la villa de Bollullos y en especial a nuestra querida hermandad.

Este logotipo ha sido el fruto de un corto pero intenso recorrido junto a vosotros, siempre siendo fiel a mis sagrados titulares. Comencé con tan solo siete años sin ser aún hermano, perteneciendo a la pequeña procesión de gloria de la cruz del grupo joven. Con doce se despertaron en mí las ganas y la ilusión de querer llevar un hábito de nazareno, es raro que, teniendo mi entorno familiar una relación más cercana a otras hermandades, un niño con tan poca edad decidiera de voluntad propia querer participar en el cortejo fúnebre del Santo Entierro. Tras cuatro años de esta relación llega a mi vida de nuevo la llamada del grupo joven. Viví los años más bonitos de mi vida: teatros, tómbolas, besamanos, trabajos de priostía, cruces de mayo, noches de tumba… Todo me parecía poco para mi hermandad, mi familia. Durante mis años de estudio me mantuve algo apartado por la incompatibilidad, pero aun así no fallé nunca a la llamada del Viernes Santo ni a ningún culto ordinario. Ahora, y en este periodo de mi vida, me presento con la mayor de las ilusiones de poder entregar a mi hermandad el logotipo del 75 aniversario.

El logotipo es el resultado de más de veinte ideas y bocetos, que podrían representar este acontecimiento. Pero en el momento que nació, sabía que ese sería el elegido.

Para mí el Cristo de la Buena Muerte, a pesar de ser ya despojado de su corona de espina tras su muerte, sigue siendo rey y por eso debe de quedar reflejado en este logotipo. Él es la joya más preciada de nuestra hermandad y que mejor manera de representarlo, que en el interior del joyero que lo cobija cada tarde del Viernes Santo. Seguidamente y alzándose sobre todo lo demás, aparece la torre de la iglesia, símbolo de que nos debemos a él y a su parroquia. Cómo evitar no acordarme de nuestra madre, en el centro de toda esta simbología se encuentra la cruz de Santiago, y es curioso que al dibujarla se me asemejaba a una daga, séptimo dolor de maría: El entierro de Jesús y la Soledad de María.

Por último, dar las gracias de nuevo por permitirme formar parte de este boletín extraordinario que quedará para el recuerdo de todos nuestros hermanos. Ha sido un placer realizar este recorrido primero personal y luego profesional que ha cumplido el objetivo que me marqué, Honrar el legado y crear el que ha día de hoy es el Logotipo del 75 Aniversario del Cristo de la Buena Muerte.

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La muerte de Cristo, sentido y valor que transforma nuestra muerte

“Nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles” (1 Co 1, 23). Después de casi dos mil años, estas palabras de San Pablo a los Corintios, continúan percutiendo sobre la conciencia de las generaciones actuales que, desde una extensa pluralidad de posturas, siguen intentando “resolver” el misterio de la muerte de todo un Dios. La pregunta sobre el sentido y el valor de esta muerte de Cristo no ha perdido vigencia. Son muchos los que siguen planteando si era necesario llegar a ese momento atroz que parece restar toda credibilidad al que se presentaba como hijo de Dios y Mesías.

La rebeldía ante el aparente sinsentido de la muerte de Jesús, tienta al mismo Pedro, incapaz de asociarla a la persona del Hijo de Dios. Aquel que se adelanta a todos los apóstoles en el momento de confesar la divinidad de Jesús, iluminado por la gracia del Padre, no puede entender que haya de pasar por el sufrimiento, el oprobio más encarnizado y, finalmente, la muerte (cf. Mt 16, 21-22). La reacción de Jesús es de singular vehemencia. Reprueba a Pedro porque su forma de pensar es mundana y no según la voluntad divina.

En esta misma línea se mueve el sentir de los llamados “discípulos de Emaús”. Ellos habían sido seguidores entusiastas del Nazareno y habían depositado en él una esperanza inusitada de que restauraría el antiguo esplendor de Israel y daría cumplimiento a las antiguas promesas de los profetas. La muerte de Jesús quiebra radicalmente sus expectativas; se retiran de Jerusalén, la ciudad santa, y se ponen en camino en dirección opuesta, hacia quién sabe dónde. El encuentro con el Resucitado será clarificador, providente, transformante. Encontrarse con el Jesús vivo les ayudará a encontrar el sentido de su muerte y de toda su vida. El mismo Jesús les explicará y abrirá su entendimiento con sus palabras y gestos. Al mismo tiempo, supondrá retomar el camino hacia Jerusalén, con toda la carga simbólica que ello supone: volver a la ciudad elegida para ser presencia permanente de Dios entre los hombres, volver para vivir y transmitir con gozo el plan de salvación de Dios, un Dios de vivos y no de muertos (cf. Mt 22,32; Lc 20,38).

En ambos textos podemos comprobar que la muerte de Jesús resulta incomprensible desde una perspectiva simplemente mundana, terrenal. Solo adquiere sentido desde Dios, es decir, desde el plan de salvación diseñado por la Santísima Trinidad: el Padre que envía al Hijo, el Ungido del Espíritu Santo, para que se haga sacrificio de expiación perfecto por todos los hombres1 .

Así es, la muerte que hasta la llegada del Verbo encarnado era considerada como una maldición, consecuencia dramática del pecado original, se transforma en un acto de “consumación” y de “perfección” cuando el sujeto que la padece es Cristo, el Hijo de Dios. Esto se debe a la intención y la actitud con la que Nuestro Señor afronta su muerte en cruz. La comunión de voluntad en obediencia al Padre de Getsemaní (“no se haga mi voluntad, sino la tuya”)2, así como las palabras de la institución de la Eucaristía en la Última Cena con los Doce (“esto es mi cuerpo que será entregado por vosotros”; “esta es mi sangre derramada por vosotros y por muchos para el perdón de los pecados”)3, son un claro testimonio del sentido que Jesús le da a su muerte4.

Jesús concede a su muerte un carácter de sacrificio expiatorio. Se trata de una muerte salvífica. El Señor afronta su muerte siguiendo los rasgos del Siervo de Yahvé, que expía los pecados “de muchos”. De esta forma, inaugura la salvación definitiva y establece la nueva alianza.

Esto nos permite entender la afirmación de R. Latourelle: “Ante el sinsentido y el absurdo aparente de la muerte, el cristianismo presenta una plenitud y hasta una sobreabundancia del sentido totalmente inédita”5.

1 La Cruz, como misterio de nuestra redención, es un acontecimiento que parte del Padre, es donación de Dios a la humanidad, iniciativa del Padre que envía al Hijo, como expresión de un amor insondable de Dios que se anonada para salvar al hombre (cf. J. RATZINGER, Introducción al cristianismo, Ed. Sígueme, Salamanca 1971, p. 246).

2 Lc 22,42; y también Mt 26, 42.

3 Lc 22, 19-20. Las palabras sobre el pan y el vino, son el signo de la entrega de Jesús y de cómo entiende su vida y su muerte violenta que es inminente.

4 G. Müller nos ayuda a percibir cómo sólo a través de una hermenéutica cristológica, es decir, contemplando el sentido que Jesús da a su muerte, es posible adquirir la comprensión del valor de la muerte propio del cristianismo: “A partir del acontecimiento pascual, los testigos neotestamentarios atribuyen a la muerte en cruz de Jesús una importancia salvífica universal. Jesús aceptó la muerte, por obediencia a la voluntad de su padre, como un sacrificio en virtud del cual se expía el pecado (muerte expiatoria) y se abre la nueva alianza como comunión eterna de vida de los hombres para todos cuantos se abren a su vez, en la fe y en el amor, al reino de Dios.” (G. L. MÜLLER, Dogmatica. Teoría y práctica de la teología, Ed. Herder, Barcelona 2009, p. 294.)

5 R. LATOURELLE, “Muerte” en R. LATOURELLE, R. FISICHELLA (dir.), Diccionario de teología fundamental, Ed. Paulinas, Madrid 1992, pp. 10171021.

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Como nos sigue diciendo el teólogo canadiense, “tan sólo un misterio puede responder al misterio de la muerte: el de la muerte temporal para la vida eterna.” Este es el motivo por el que el cristianismo considera la muerte, a la vez, consumación y advenimiento. Cuando el cristianismo defiende este concepto de la muerte, lo hace porque desde la Revelación – fuente de la visión cristiana – el hombre no es un ser para la muerte, sino para la vida; esto significa afirmar y al mismo tiempo superar la realidad de la muerte. La vida tiene sentido porque la muerte tiene sentido. La muerte es vista en clave pascual: es una “pascua”, un paso que desemboca en la vida eterna6.

En el discurso sobre la muerte de Cristo, sobre su sentido y su valor, no podemos olvidar que la Escritura subraya claramente que Dios es Amor. Esta característica que define al Dios de los cristianos es clave para afinar nuestra comprensión sobre la cuestión que estamos viendo.

Podemos afirmar que Dios ha hecho de la muerte del hombre el misterio del amor de Cristo al Padre y, al mismo tiempo, el misterio del amor del Padre a Cristo y, a través de él, a todos los hombres. Con esto queremos decir que la muerte humana se convierte en acontecimiento de salvación para Cristo y para el mundo. Cristo no niega la muerte, sino que le da a la muerte su sentido más profundo. En su verdadera humanidad, Él conoció y vivió nuestra muerte en todo lo que tiene de amenazador, de tenebroso; en todo lo que representa de angustia, de experiencia de la impotencia humana. Más que nadie Cristo conoció una muerte de soledad absoluta, de sufrimientos corporales indecibles, de humillación y de fracaso completo. No se le ahorró nada de lo que representa la muerte como aniquilación de la existencia humana. Pero, precisamente, porque Cristo hizo “suya” la muerte desde el elemento fundamental que define a Dios, el Amor, le confiere a la muerte su verdad y su sentido más profundo.

Lo que sucede en Cristo no solo le afecta a Él, sino que tiene una repercusión en toda la humanidad, ya que Él no es simplemente un individuo, sino que su humanidad ha sido asumida por la divinidad. Por ser el Hijo de Dios hecho hombre, el ser de Jesús une todo lo humano a todo lo divino. Esta repercusión universal de lo que le sucede a la humanidad de Cristo y, en concreto, la repercusión universal de su muerte, la refleja el famoso teólogo alemán K. Rahner: “Por la muerte de Cristo se abrió de un modo nuevo para el mundo entero aquella realidad espiritual que Él poseía desde el principio y actuaba en su vida, cuya consumación llegaría por la muerte.” 7

6 Cf. Íbid.

7 K. RAHNER, Sentido teológico de la muerte, Herder, Barcelona 1965, pp. 68ss.

Para los que viven su vida como un misterio de muerte y de vida con Cristo, la muerte se convierte en el punto culminante de la apropiación de la salvación, inaugurada por la fe y los sacramentos. No es tanto límite como cumplimiento, maduración y fructificación. Es pérdida de sí, pero encuentro con Dios y vida en Dios.

En la muerte que es esperanza contra toda esperanza, el hombre se abandona al Dios de la promesa. La muerte así vivida y realizada en este abandono total y confiado se convierte realmente en encuentro con Dios en Jesucristo. En nuestra muerte real acabamos de vivir nuestra configuración con Cristo. Morimos realmente con él, para resucitar con él.

La liturgia de exequias recoge esta misma idea en uno de sus Prefacios propios: “Él quiso morir, uno por todos, para que no muriéramos nosotros para siempre; más aún, él entregó su vida, uno por todos, a fin de que viviéramos eternamente para ti.”

En definitiva, desde que murió Cristo no hay ya en el universo un acontecimiento más importante que la muerte. El verdadero sentido de la vida es prepararse a morir, es decir, madurar para la vida eterna. Morir es nacer para siempre. El cristiano es aquel que tiene fe en la buena nueva de la muerte que desemboca en una vida en la que ya no se conoce ninguna muerte. Podemos sentir la impaciencia de no ver, pero sabemos que llegará el día que no acabará nunca porque estaremos con Cristo (cf. Flp 1,23).

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Cartel 75 aniversario

Jesús Lagares Valladolid

Se trata de una obra pictórica realizada al óleo en su totalidad, sobre una tabla con bastidor. Este soporte está tratado con un aparejo magro, compuesto por cola de conejo, yeso mate (sulfato cálcico) y blanco de España. Esta imprimación dota al soporte de una superficie lisa y adecuada para trabajar en ella, además de aportarle aún más valor artístico.

Se trata de un cartel colorido y realista, en el que se muestra con formas figurativas elementos esenciales que caracteriza a la Cofradía y, en especial, al Cristo de la Buena Muerte. Los contrastes acentuados hacen identificar a la pintura como dramática y misteriosa, con un cierto sentido barroquizante.

En la parte central del cartel se representa un primer plano del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, realizado con pequeñas manchas y líneas, dotadas de realismo y volumetría. La imagen del Cristo tiene un tratamiento suave y elaborado, siguiendo la misma fisonomía original, sin perder su verdadera configuración. Desde la perspectiva representada nos muestra una de las heridas, mientras baja su mirada inerte hacia el pueblo. Su mentón reposa sobre el pecho, dejándose entrever unos tímidos dientes. Se destaca por su limpieza, sin apenas restos de sangre ni dolor, con una apaciguadora imagen de reposo. La luz incide de forma acentuada sobre la imagen, creando de esta manera grandes claroscuros que le aportan a la imagen dramatismo nimbado de misticismo. Los ondulados cabellos del Cristo descansan sobre un cojín aderezado.

La imagen del Cristo la custodia una colorida ornamentación que responden a la forma de los respiraderos del paso procesional. Los tonos utilizados son los identificativos de la Hermandad: burdeos y negro que representa el luto, el misticismo, la solemnidad, la devoción y la fe. La caoba del paso se ha transfigurado a la esencia cromática de la Hermandad. Este atractivo colorido envuelve a la imagen en un elegante patetismo, dejando paso entre manchas vaporosas a los siguientes elementos representados en la parte inferior.

A la izquierda, en la parte inferior, se eleva la singular Torre e Iglesia de Santiago Apóstol en Bollullos par del Condado, monumento identificativo de esta localidad, además de ser la sede de esta Cofradía. En esta ocasión, la técnica está aplicada con manchas más sueltas e intuitivas, sin desvirtuarse de la configuración del edificio. Entre manchas sutiles se funde con el monte florido en la parte inferior derecha. Sobre este cerro se alza la Cruz vacía, con sudario y escalera. Esta imagen melancólica escenifica un antiguo paso que procesionaba en la Hermandad, y que mostraba la soledad tras haber descendido a Cristo de la Cruz. Hoy en día se sigue utilizando esta recreación en altares de cultos, pero no procesiona.

Bajo el óvalo en el que se representa al Cristo de la Buena Muerte, surge una calavera y huesos cruzados, diseño que se originó en la Baja Edad Media como símbolo de la muerte. Éste además de ser memento en las lápidas, también se utilizaba en el paso del calvario, hoy desaparecido.

En la parte superior e inferior aparecen distintas leyendas escritas, que anuncia la efeméride en el 75 aniversario del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, de Bollullos par Del Condado en el año 2024.

Es un cartel lleno de misticismo, dramatismo y recogimiento. La serenidad del Cristo invita a la contemplación, el cual nos muestra un rostro lleno de misericordia, que parece contemplar al pueblo que lo vio nacer, Bollullos par del Condado. Es una representación con línea solemne que caracteriza a la Hermandad del Santo Entierro.

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Sumo y glorioso Dios

Ilumina las tinieblas de mi corazón

Y dame Fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta, sentido y conocimiento, Señor, para que cumpla tu santo y verdadero mandamiento.

S. Francisco de Asis

La entrevista

Exdirectivo de la Junta de Gobierno y Hermano de la Hermandad

“SI HUBIÉRAMOS SABIDO EN AQUEL ENTONCES TODOS LOS QUE ENTRAMOS EN LA HERMANDAD, EL PROGRESO QUE IBA A TENER, YA TE DIGO QUE NO DARÍAMOS CRÉDITO.”

Manuel Camacho, conocido cariñosamente entre los hermanos de esta Hermandad por “Manolo el lirito”, forma parte de la Junta de Gobierno desde el año de 1982 hasta el año 2016, en estos años ha ocupado cargos relevantes como Diputado Mayor de Gobierno y Vocal de Manifestaciones Religiosas entre otros. En la actualidad, puede considerarse como una gran persona que ayuda incondicionalmente a la Hermandad y colabora activamente de los proyectos, cultos y actividades varias que esta lleva a cabo.

Por Jesús Moreno Espina.

Manolo, ¿Cuál fue el primer contacto con la Hermandad?

Pues mira, con tan sólo seis años, empecé a vestirme de nazareno; recuerdo que de niño ayudaba a poner los hachones que había antiguamente, lo que hoy en día ha sido remplazado por los cirios de los nazarenos, a limpiar las pocas jarras que había ya que no teníamos tantos enseres… y 10 años más tarde, entre en la Junta de Gobierno gracias a que el hermano mayor me quería dentro.

Ese primer año, igualé en la primera cuadrilla de hermanos de la Hermandad, ello fue gracias a Juan Carlos Ortega, quien era antiguo capataz de la Virgen Del Pasmo, persona entendida que se prestó a realizar ese servicio.

A la hora de salir, Juan Carlos Ortega no pudo ser capataz, entonces uno de los costaleros que estaba igualado, Pedro Morales Benjumea, dio un paso adelante y se animó a ser capataz ese año. Él era dueño de la casa que hoy ocupa la actual Casa de Hermandad.

¿Cómo eran las primeras cuadrillas de costalero? ¿Cuándo comenzaste a formar parte de ella?

La primera cuadrilla de hermanos costaleros de la hermandad se formó para la urna en 1982, el año anterior fue cuando se empezaron a formar las primeras cuadrillas de costaleros en Bollullos.

Antiguamente la urna no estaba preparada para ir a costal y se cargaba en el hombro. El paso de la urna calzaba 20 costaleros, y teníamos unos 14 costaleros de relevo.

Había costaleros de 16/17 años, y el paso pesaba, por lo que muchos de los que empezamos a salir de costalero salíamos a escondidas de nuestros padres, como era mi caso.

¿Fue importante la irrupción de la juventud en la Hermandad?

Importante fue y es, yo creo que casi todo lo que tiene las Hermandades de Bollullos es gracias a la juventud. Mi generación y algunas generaciones anteriores, fuimos los que llevamos para adelante la Semana Santa, antiguamente salían cuatro cofradías en Bollullos y la mayoría de los costaleros éramos jóvenes de 16-17 años.

¿Cristo y Virgen, eran dos barcos que navegaban a distintos puertos?

Bueno, desde mi punto de vista hubo algunos problemas, la primera cuadrilla no tuvo problemas con la cuadrilla de la Virgen de los Dolores, ya que la Virgen ese año salió con la cuadrilla de hermanos costaleros de la Hermandad de la Columna.

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La Virgen de los Dolores, al igual que la Urna, no estaba preparada para salir a costal y salía a hombro.

Los años siguientes, D. Antonio del Pino Lázaro, era contraguía de la Virgen de Regla en Sevilla y el hizo una cuadrilla en la Palma para la Virgen de la Amargura de la Hermandad del Perdón en el año 1983.

Hubo siempre un pique a lo hora de llevar a la Virgen de las Alegrías, y fue entonces cuando la junta decidió que un año la llevaba la cuadrilla del Cristo y al otro la cuadrilla de la Virgen De Los Dolores.

Con esos jóvenes empezó un mundo muy distinto al que había, se empezaba a recaudar dinero de otras formas, ya los jóvenes empezamos a tener más edad y a trabajar más en la Hermandad. Entre esos jóvenes estuvimos, Pascual Acosta, Francisco Manuel Pérez, entre muchos más que me cuesta recordar.

¿Cómo ha evolucionado la Hermandad desde entonces?

¿Cómo fue el salto a la Junta de Gobierno?, ¿Fue bien aceptado por los que entonces la formaban? ¿Quiénes formasteis ese movimiento que revolvió los cimientos de la Hdad?

Por aquel entonces, en el año 1975, murió Franco, y la Constitución se vota en el año 1978. En los años 1982-1983 empezaron a surgir los partidos políticos y en la calle Ramón y Cajal se encontraba la sede de UCD (Unión de Centro Democrático). En aquel entonces, uno de los miembros de junta era afiliado a ese partido. Nos reunimos en esta sede y con 16 años, entre en junta.Respondiendo a la pregunta, si fui aceptado, decir que fui muy bien recibido ya que la junta estaba muy necesitada de gente, de recursos, de todo…

Desde los principios hasta ahora, la Hermandad ha evolucionado a una rapidez inexplicable, de reunirnos en la sede del UCD, posteriormente, en la casa particular del Hermano Mayor, a tener una casa hermandad propia.

Si hubiéramos sabido en aquel entonces todos los que entramos que la hermandad, el progreso que iba a tener, ya te digo que no daríamos crédito. ¿Cómo ves a la Hermandad de cara a unos años?

Pues la veo con mucha proyección, la actual Junta de Gobierno está muy influenciada por mucha juventud, tenemos un grupo joven espectacular y todos con ganas de hacer crecer la hermandad remando en la misma dirección.

¿Qué personas dejamos atrás que merecen ser nombradas y tenidas en cuenta?

El hermano mayor, Antonio Juan Díaz Soto, fue un hombre que se modernizo a pesar de su edad. En aquel tiempo tendría 65 años, pero supo subirse al tren de la juventud. Fue hermano mayor “eterno” hasta los 85 años que falleció, para mí fue un hombre sensacional. No me quiero olvidar de Francisco Manuel Pérez Jiménez, José Jiménez, Pascual Acosta… Entre otros muchos.

Ya para terminar… ¿Esta es una hermandad familiar?, ¿Cómo la describirías?

Yo creo que esta hermandad al igual que las demás, tiene siempre un toque familiar; porque claro si una persona estaba en la Junta de Gobierno, te asegurabas de que venía su padre, su madre, su hijo, su hija…

No fue mi caso, yo llegue a Junta porque me gustaba la hermandad, y entre solo.

Gracias a las familias que formaban la hermandad, se creó la gran familia que tenemos ahora. La Familia del Santo Entierro.

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Misericordia Señor, Hemos Pecado

Ayúdanos a levantarnos, a restaurar nuestros errores

A perdonar a los que tenemos enfrente

Señor, déjame tomar un poco de tu amor, para poder vivir

Para poder vislumbrar la luz entre la multitud

Necesito de ti como el aire, necesito de ti como el agua

Señor déjame gozar de tu felicidad, de tu paz eterna

Agarra fuerte este corazón pecador, no lo dejes caer en la corrupción

Amen

emana anta en el recuerdo S

Cristo muriendo, reina

Con temblor y temor me pongo a escribir una reflexión sobre la realeza de Cristo relacionada con su muerte. Mi Señor y Rey perdone mi atrevimiento.

Acercarme al Cristo de la Buena muerte, desde mi propio carisma, no puede ser de otra manera que contemplándolo como Rey. Confío en la espiritualidad que llevo dentro: Cristo Rey de mi vida, carisma heredado del que siempre vio a Cristo como Rey al que había que acercar a todos los corazones. Un Rey vivo, un Rey que tenía derecho a reinar en todo y en todos. Un Mesías, un Cristo, que fue reconocido en todos los momentos de su vida como Rey, también en su Pasión y muerte. Un Rey agonizante que manifiesta su realeza sobre la muerte y el pecado, un Rey que reina muriendo. En esta faceta también lo reconoce, como Rey, José Gras: “Cristo clavado en la cruz REINA; Cristo rasgando los edictos de los tiranos de todos los siglos, IMPERA; Cristo muriendo da muerte al pecado y, matando al pecado VENCE”.

Mirar a un Cristo muerto, a un Cristo yacente, bajado de la Cruz reconocido como Rey, te provoca una actitud de silencio, recogimiento, humildad y adoración. Así quisiera acercarme yo hoy a mi Rey muerto, que vino a salvarnos.

Jesús recorrió el camino de la Pasión como Rey. Ese mismo Jesús que había rechazado en todo momento ser proclamado Rey durante su vida pública, no tuvo ninguna dificultad en aceptar esta aclamación en su entrada a Jerusalén, ni reparo en afirmar su realeza cuando Pilatos le pregunta ¿Tú eres Rey? Jesús con firmeza le responde: tú lo has dicho, si, soy Rey, pero mi Reino no es de este mundo”, para que quedara clara La condición de su realeza.

Su Soberanía quedó resaltada en lo alto de la Cruz, en aquel cartel que ponía su nombre: “Jesús Nazareno, Rey de los judíos” En lo más alto de su trono real, la Cruz, esa inscripción anuncia al mundo que Cristo es Rey. “En ningún momento de su vida –dice José Gras- se muestra Jesús tan Rey como en su muerte. Cristo muriendo vence la muerte, Cristo, venciendo la muerte, reintegra la Soberanía eterna de su Padre y la propia sobre toda la humanidad. Redimida esta, Cristo impera universal y eternamente en ella.”

Desde el trono de su Cruz penetra en el corazón del buen ladrón que le acompaña en esta muerte ignominiosa, reinando en él con la gracia y el amor porque si su trono fue la Cruz, el arma de su poder absoluto fue y es el Amor. Este amor de la entrega que rezuma el cuerpo roto y maltratado de Jesús es el que estremece el corazón del buen ladrón. “Acuérdate de mi cuando estés en tu Reino” y arranca la salvación del corazón misericordioso de Jesús: “Hoy estarás conmigo en mi Reino”.

No hay reinado de Dios fuera de la entrega. Jesús se entregó a la muerte dando inicio a su reinado. Continuemos nosotros por este camino. Hoy es tiempo de agradecer al Dios del Tiempo y de la Vida, por tanto amor derrochado en este pueblo sobre los que, con veneración y amor, se han acercado a este Cristo yacente que refleja la realeza de un Cristo crucificado.

Volvamos nuestra mirada a los 75 años de gracia de este Cristo entre nosotros, puro regalo de amor, por lo cual nos comprometemos a seguir anunciando su Reino, porque “Creemos que el mejor modo de agradecer y honrar el beneficio de la Redención, que es el triunfo infinitamente glorioso del rey de la justicia CRUCIFICADO, es no solo tributarle perennes homenajes de fidelidad, sino también prometerle y CUMPLIRLE CONVERTIRNOS, TODOS LOS QUE ADORAMOS SU SOBERANÍA, EN apóstoles y defensores de su derechos” José Gras.

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La urna proceso de restauración, ampliación y mejora

Allá por los años 50 se da comienzo a un gran proyecto que ilusionó e hizo necesario la casi paralización de la Hermandad de aquella época; la Urna del Señor.

Tomando fotografías antiguas, de la que desafortunadamente se perdió en el Gran Incendio de la Guerra Civil, como se recoge, en nuestro libro de actas en el año 1937, “en el gran incendio esta Hermandad perdió su Tesoro más preciado, las preciosas imágenes del Stmo. Cristo Yacente y Ntra. Sra de la Soledad, junto con sus enseres y la gran joya de oro fino que lo era la urna”

Una vez realizado el encargo al que después sería nombrado Ilustrísimo Sr. D. Manuel Cano Lagares, apodado “acitunitas”, comenzó su diseño y talla en su taller mientras que paralelamente se realizaban actividades, rifas y teatros para sufragar los gastos que este proyecto generaba, decenas de colaboradores se iban sumando al desarrollo de estas actividades que, sin dudas, sería la sinergia del nuevo tiempo de la Hermandad.

Años después, con la consecución de la talla de los respiraderos, se procedió a la ampliación del paso a lo largo para incluir una trabajadera más y aliviar la carga. Esta ampliación ya fue encargada a Manolo “El Guerra”, quien siguiendo los pasos cuidadosamente de su antecesor prolongó la talla hasta alcanzar la longitud de 4 metros.

En el nuevo devenir de los tiempos, desde hace unos años, la Hermandad viene queriendo intervenir este paso para garantizar su estabilidad, salud de la madera y sobre todo ajustar las proporciones que permita una mejora estética del conjunto.

Por ello, en esta ocasión la Hermandad en el año 2021, trasladó esta inquietud al cabildo, quien otorgó la confianza a los Hermanos Caballero de Sevilla, quien desde primer momento aceptó el encargo y mostró a la Hermandad las mejores formas de llevar a cabo este trabajo.

En una primera fase se realizó nueva parihuela, más proporcional (más corta y ancha), un nuevo moldurón de los respiraderos y esquinas de los mismos.

En una segunda fase, la que estrenaremos este año, apreciaremos el nuevo canasto sobre el que se eleva la urna, con friso tallado en cedro y una completa restauración del conjunto, mejora en la talla deteriorada sustitución de los cristales por unos antirreflejos y una nueva arquitectura interna que permita a la urna no sufrir futuros daños en los traslados, cambios de temperatura y peso.

Un trabajo que la Hermandad sigue de cerca, y que todos los Hermanos y devotos podrán disfrutar en la muestra de la misma y bendición que se lleve a cabo en su regreso.

Nos queda esperar a finalizar una futura fase que será la adquisición de nuevo juego de candelabros, corte celestial y juego de maniguetas.

Dios nos ilumine y nos de fuerzas para seguir trabajando en este precioso y merecido proyecto, el de dar un Trono Digno al Cuerpo Muerto de Jesucristo.

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VIA CRUCIS MAGNO

El pasado mes de diciembre esta Hermandad vivió una intensa agenda de actos que anticipaban lo que en breve va a suceder: se trata de la Apertura del 75 Aniversario de Stmo. Cristo de la Buena Muerte, un acto emblemático que consiguió abarrotar la Parroquia de Santiago Apóstol, como pocas veces se ha visto. El acto estuvo amenizado por la Banda de Cornetas y Tambores de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Huelva, previo al acto ofreció al pueblo de Bollullos un alegre pasacalle a lo largo de todo el mercadillo navideño, una vez en el interior de la Parroquia interpretó cuatro obras musicales de delicada exquisitez que conmovió al público allí expectante y que arrancaba en numerosos aplausos al final de cada pieza musical.

El acto contó además con el discurso de apertura del Sr. Hermano Mayor de la Hermandad, quien aludió a que vienen tiempos grandes para esta corporación, no sólo por lo que se aperturaba entonces, sino por lo que ha de venir de la mano del Proyecto Pastoral y del Cuatrocientos Aniversario Fundacional de la Hermandad en el año 2027.

Este también fue responsable de dar paso a Jesús Lagares Valladolid, autor del Magnífico Cartel del 75 Aniversario que deslumbró a todos los asistentes, y en especial al Concejal de Cultura quien en su intervención agradeció a la Hermandad el descubrimiento de este gran autor.

Valladolid a su vez agradecido a la Hermandad por el Encargo de la obra y por la acogida llevada a cabo, realizó un guiño a Nuestro Hermano José Ángel, responsable de las negociaciones con el artista y autor del logotipo del 75 Aniversario.

José Ángel Naranjo, nos deleitó con una breve disertación, en la que se ponía en valor la Imagen del Stmo. Cristo de la Buena Muerte no desligándola de la Bendita Imagen de su Madre de los Dolores.

Por último y no sin antes exponerse el programa de actos y la Obra Social del 75 Aniversario del Stmo. Cristo de la Buena Muerte, Nuestro Párroco y Director Espiritual D. Rufino dedicaba a la Hermandad palabras de agradecimiento y hacia extensiva la invitación al numeroso público allí presente a participar en todos y cada uno de los actos organizados por la Hermandad para tal magna efeméride.

“Sin esposo, porque estaba José de la muerte preso;

sin Padre, porque se esconde;

sin Hijo, porque está muerto;

sin luz, porque llora el sol;

sin voz, porque muere el Verbo;

sin alma, ausente la suya;

sin cuerpo, enterrado el cuerpo;

sin tierra, que todo es sangre;

sin aire, que todo es fuego;

sin fuego, que todo es agua;

sin agua, que todo es hielo”.

Lope de vega

A mi Cristo Yacente

Sobre tí, Santísimo Cristo Yacente, la hermana muerte, ha corrido ese tupido velo, que han apagado tus ojos. Oh Dios mío… Tú , que con una sola mirada, la noche más oscura, conviertes, en el más soleado de nuestros días, iluminando nuestros rostros… Siempre mi señor… Humilde pastor de hombres, que aceptas el dolor y la muerte, la aflicción y el más duro de los castigos. Ver a tu madre a tus pies, en ese agónico madero, siempre perdonando de nuevo, a tus verdugos.

Camina la tarde del Viernes Santo, sobre la fe de tus hijos cristianos, henchidos de fe, una vez más, en la esperanza de la resurrección, y del racheo acompasado, de esa nuestra insigne urna, y de ese palio, de tu Santísima madre de los Dolores, que nos regala su belleza a raudales, y nos abre el corazón, para que nos sintamos todos de verdad… hermanos.

Santo Entierro de Cristo, en tí, la vida siempre nos promete, la resurrección a los que soñamos, con algún día, poder ver tu rostro. Y el de tu amantísima madre, mi Virgen de la Soledad en sus Dolores, abriendo las puertas del cielo, sobre ese inmenso celeste. Mientras vas derramando sobre nosotros, tu espíritu Santo.

El viernes día 22 de marzo, VIERNES DE DOLORES

a las 8 de la tarde

FUNCIÓN SOLEMNE

En honor a

NTRA. SRA. DE LA SOLEDAD EN SUS DOLORES

en sufragio por nuestros hermanos difuntos

Con predicación a cargo de nuestro director espiritual

RVDO. SR. D. RUFINO D. LÓPEZ MUÑOZ en el transcurso de la Santa Eucaristía

IMPOSICIÓN DE MEDALLAS A LOS NUEVOS HERMANOS DE LA HERMANDAD

Y OFRENDA FLORAL A NTRA. SEÑORA

Desde el 10 AL 14 de marzo a las 8:00h de la tarde

SOLEMNE QUINARIO DE REGLAS

Con el siguiente orden: Domingo: Santo Rosario, lunes: Santo Rosario, martes: Rezo de la Corona Dolorosa, Miércoles: Santo Rosario, Jueves: Santo Rosario, para todos los días: Ejercicio del Quinario y Santa Misa.

La Santa Misa será Oficiada el Domingo por:

RVDO. SR. D. RUFINO D. LÓPEZ MUÑOZ

Párroco y Dir. Espiritual de la Hermandad

El martes, la predicación correrá a cargo de:

D. Francisco Javier Jiménez García, Diacono Permanente

Y lunes, miércoles y jueves a cargo de RVDO. D. CARLOS JAVIER RODRIGUEZ PARRA

Canónigo de la SIC de Huelva y Párroco de La Purísima Concepción de Huelva.

Las intenciones del Quinario irán requeridas por el alma de nuestros hermanos difuntos según los siguientes:

DOMINGO Hermanos de la Familia

Benjumea González y Hermanos de la Familia

Acosta Fernández

LUNES

José, Ana y María, Mercedes y Antonio Manuel

MARTES

Amparo y José María, Milita, Diego y Honorio.

Antonio y Mariana

MIÉRCOLES

José, Manuel y Mercedes, Antonio Juan Y Mariano, Rocio y Ricardo

JUEVES

Hermanos de la Familia Pérez Jimenez.

Desde las 19:00h. quedará expuesto en DEVOTO BESAPIÉS

la Sagrada Imagen del STMO. CRISTO DE LA BUENA MUERTE en la Capilla Parroquial Propia de la Hermandad.

El sábado día 23 de marzo, a las 9 de la noche

EXALTACION DE LAS SIETE PALABRAS

Y SOLEMNE ACTO DE SUBIDA AL PASO DEL STMO. CRISTO DE LA BUENA MUERTE

La parte musical estará a cargo del Coro Parroquial. PARROQUIA DE SANTIAGO APÓSTOL

El lunes 11 de marzo tras la Santa Misa

Reconocimiento a los Hermanos con 25 años de antigüedad en la Hermandad.

El viernes 15 de marzo, a las 8 de la tarde

FUNCION PRINCIPAL DE INSTITUTO

Con predicación a cargo de nuestro director espiritual RVDO. SR. D. RUFINO D. LÓPEZ MUÑOZ

Al Ofertorio, esta hermandad hará pública protestación de Fe y Jura de Reglas.

La parte musical estará a cargo del Coro Parroquial.

Camino a los altares

BEATIFICACIÓN DE NH RVDO. ANTONIO JESÚS DÍAZ RAMOS UN HITO HISTÓRICO PARA NUESTRA HISTORIA Y NUESTRA HERMANDAD

El 18 de noviembre, tuvo lugar un hecho histórico en la Historia de nuestra Parroquia, Nuestra Ciudad y como no, en nuestra Hermandad. Uno de nuestros Hermanos, que lo fue hasta el último día de sus vidas, vida que le fue arrebatada, se convierte en Beato por mandato del Santo Padre, junto a otros 19 sacerdotes, seminaristas y laicos que dieron su vida en 1936 por la Santa Iglesia y su Evangelio.

“SE LES SACRIFICÓ POR ODIO A LA FE. MUCHOS DE ELLOS TRANSITARON ADEMÁS POR UN AUTÉNTICO VÍA CRUCIS DE PERSECUCIÓN, ENCARCELAMIENTO, TORTURAS Y MALTRATOS, ACEPTADO CON RESIGNACIÓN, QUE FINALMENTE CONCLUYÓ CON SU MUERTE”

Así recogía el Diario de Sevilla en palabras de J.A. Saiz Meneses. Arzobispo de Sevilla, el mismo día de la Beatificación. En el contexto de una celebración en la Magna Iglesia Catedral de Sevilla donde participaron más de cien sacerdotes, diáconos y seminaristas, además de numerosos Obispos que acompañaron a Mons. Marcello Semeraro, Cardenal prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos.

Sobre las 11:30 horas de la mañana de ese sábado 18 de noviembre en Bollullos repicaban de alegría todas las campanas de los sagrados Templos de Nuestra Ciudad para testificar tan magno acontecimiento. A esto se une numerosos actos que la Familia en comunión con la Parroquia puso en marcha para testimoniar la vida y obra apostólica del Beato, así como reseñas del que fue su martirio.

Martirio que ha permitido que este Sacerdote y Hermano nuestro, sea Beatificado, para Gloria de Dios. Como ya esta Hermanda ha publicado y manifestado en varias ocasiones que nos complacemos de este gran hecho, y unimos nuestra Alegría a la Causa de Beatificación.

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Con la inocencia de un niño mis ojos te ven dormido, descansando en tu urna lejos ya de miradas furibundas. Te veo dormido en un lecho tallado de lamentos y arropado por una madre que riega con lágrimas tu cuerpo.

Te veo tranquilo, sereno, los miembros caen despacio, ya no hay espinas ni cruz, el grito se ha vuelto silencio y Tú pronto serás la luz que guía en las tinieblas, el faro al que aferrarse ante el abismo de la tristeza.

Te veo

Te veo herido, ensangrentado, y quiero lavar tus heridas, aliviar la pesadumbre de quien te llora aún en vida. Te veo en tu urna cada Viernes Santo rodeado de claveles y hermanos, cubierto por tu manto bordado, llevado a hombros con paso esmerado.

Te siento muy dentro, en mi alma aquí sentado, beso la mano que me tiendes en cada paso que voy dando.

Te siento junto a mí y a mi vera he de tenerte cuando llegue mi momento y mi urna con tu urna se encuentre.

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Lagares Carretero

75 pasos hacia la Gloria

Al escribir estas líneas sobre nuestro Cristo de la Buena Muerte, no puedo evitar que se me vengan a la memoria tantas y tantas personas como lo han conocido a lo largo de estos años. Pienso en cuántos niños crecieron a su lado cada Viernes Santo o en cada visita a la Parroquia, viendo reflejadas sus caras infantiles en las caras de los angelitos que acompañan al Cristo flanqueando la urna. Y pienso también en cuántos jóvenes han ido creciendo al abrigo de sus faldones, portando con esfuerzo el peso inerte del Señor.

Y pienso en cuántos abuelos envejecieron pidiendo a nuestro Cristo paciencia y fortaleza para afrontar con fe y esperanza sus últimos años de vida, una vida cargada de quehaceres y sinsabores que el Señor bien les supo aliviar. Uno de ellos, el abuelo Manuel “Aceitunita”, honró a nuestro Cristo tallando con sus manos la que luego sería Su sagrada urna. Y quiso nuestro Cristo regalarme que yo viese aquellas manos del abuelo dando vida con su gubia a aquellos trozos de madera inertes, diríase como dándoles una nueva vida, quizás preludio de lo que Dios haría con nuestro Cristo, dar nueva vida a aquel cuerpo muerto sobre la Cruz.

Y pienso en mi padre, a quien el Señor llamó no hace tanto. Él también acompañó a nuestro Cristo muchos Viernes Santos y, quizás por ello, el Señor le quiso regalar una buena muerte, dura y triste para la familia, pero llena de esperanza en algo mejor. Seguramente se lo hizo saber nuestra Madre de las Mercedes unos días antes al pasar por su puerta, quizás aquel día Dolorosa, por saber que se marchaba un gran devoto suyo.

Y cuántas y cuántas personas han trabajado y luchado por conservar no sólo el patrimonio material de nuestra Hermandad, de nuestra urna, de nuestro Cristo, sino por conservar sobre todo el patrimonio inmaterial y espiritual que supone pasar de generación en generación la devoción al Cristo de la Buena Muerte y lo que ello representa para el cristiano.

Por eso, Cristo de la Buena Muerte, cada año transcurrido, cada Viernes Santo, cada procesión por las calles de nuestro pueblo era, y es, para todos, un paso más hacia la Gloria. A medida que el tiempo va pasando y más exiguas son nuestras fuerzas para acompañarte e incluso para visitarte en tu altar, más nos acercas al momento glorioso de la resurrección. Y bien que nos lo muestras pasados tres días desde el Viernes Santo cada Domingo de Resurrección. Nuestra Hermandad, que te venera en tu Divina Muerte, con gran acierto quiso añadir en su devocionario la fe en la gloriosa Resurrección.

Déjanos, pues, que te portemos con nuestros hombros o nuestro espíritu cada Viernes Santo, como tantos hicieron antaño.

No consientas, mi Cristo, que, mirando tu cuerpo sin hálito, sean lágrimas las que inunden nuestros ojos, sino más bien la alegría de la esperanza en algo mejor e imperecedero.

No permitas, Señor, que dejemos de honrar la memoria de cuantos hermanos nos precedieron y nos inculcaron la adoración a tu Buena Muerte. Y con San Francisco, ayúdanos, Señor, a alabarte por la hermana muerte, último paso hacia Ti.

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Gracias

(A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LOS DOLORES)

Ana Mari López

Virgen de los Dolores ¡Cuánto me duele

Cuando pasas por mi puerta

El día de Viernes Santo con tus vestiduras negras!

¡Ay Dolores! Si pudiera quitarte el puñal del pecho Y contemplar tu hermosura exenta de sufrimiento.

¡Qué ciertas aquellas palabras del anciano Simeón

Que con voz certera y clara

¡Vaticinó que una espada te atravesaría el alma!

¡Ay tu corazón de Madre, cuántas lágrimas tragara!

y cuantas te veo tragar cuando pasas por mi casa, ¡Qué fortaleza la tuya! Pues delante va tu Hijo

Envuelto en sábana blanca, Que, aunque de fino tisú no deja de ser mortaja!

¡Ay Dolores! Tus Dolores son los de una Madre Santa

Qué, con la entrega del Hijo, Su misma vida entregaba.

Corredentora con él, el cielo a muchos ganas. Siempre, siempre junto a tu Hijo, a quien nunca abandonaras, Ni si quiera en su pasión, que tu vida destrozaba. Hoy al verte en procesión, bajo el balcón de mi casa,

De mi alma agradecida sólo puede salir “Gracias”

Por tu valentía y audacia, cuando tu Sí a Dios dabas,

Esas lágrimas en tus ojos que resbalan por tu cara, Por tu dolor que te mata, por tu dolor que nos salva Virgen de los Dolores, ¡Gracias!.

Reparto De Papeletas De Sitio

Desde el día lunes 18 al jueves 21 de marzo de 19:00h. a 20:30 de la noche, en nuestra Casa de Hermandad sita en C/ Daoiz, nº 29.

Los precios de las papeletas son:

Cirios y Acólitos.......................................15.- €.

Varas e Insignias. ....................................20.- €. Bocinas......................................................25.-€.

Diputados …………................................30.- €.

Maniguetas……………...........................40.- €.

Presidencia……………….......................50.- €.

Costaleros y demás Hermanos............voluntaria.

El Viernes de Dolores no se atenderán peticiones de papeletas.

Para sacar la Papeleta de Sitio se deberá estar al corriente en la cuota de Hermano.

Papeletas De Sitio Online

En aras de facilitar la labor de los hermanos que viven o trabajan fuera, se propone la modalidad de papeleta de sitio digital.

Para ello se procederá de la siguiente forma: Mandar un correo electrónico con los siguientes datos a santoentierrobollullos@gmail.com

Nombre y apellidos

Insignia, cirio o acólito que desea sacar.

Paso que desea acompañar (Cristo / Virgen / Alegrías)

Adjuntar recibo de transferencia bancaria con la cantidad arriba indicada.

Una vez comprobado los datos correctamente se adjuntará al mismo correo la papeleta de sitio.

PLAZOS: Desde el 14 de febrero al 14 de marzo de 2024 para la papeleta online.

Nº DE CUENTA: ES55 2100 8377 4122 0020 7640 (caixabank)

Beneficiario: Hdad. del Santo Entierro.

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SERVICIOS FUNERARIOS NTRA. SRA. DEL CARMEN

AGENCIA DEL CONDADO

SERVICIO 24 HOR AS

Tel. 959 410 205

Avda. Constitución, 46

Móviles 696 76 69 19

696 90 05 22

B ollullos Par del Condado

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