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EDITORIAL

¡Granos, es por Ud.! Estimados Amigos y Lectores Año 21 - nº 104 Febrero / Marzo 2015 www.consulgran.com Director Ejecutivo Ing. Domingo Yanucci Equipo Técnico Antonio Painé Barrientos María Cecilia Yanucci Marcos Ricardo da Silva Diseño Gráfico Oraculo Marketing (Brasil) Impresión: www.imprentaecologica.com.ar Revista bimestral auspiciada por: F.A.O. Red Latinoamericana de Prevención de Pérdidas de Alimentos Red Argentina de Tecnología de Post-Cosecha de Granos Dirección, Redacción y Producción: ARGENTINA América Nº 4656 (C.P. 1653) Villa Ballester - Buenos Aires, República Argentina Tel/Fax.: (5411) 4768-2263 consulgran@gmail.com BRASIL Av. Juscelino K. de Oliveira, 824 CEP 87010-440 -Maringá - Pr- Brasil Tel/Fax.: +55 44 3031-5467 gerencia@graosbrasil.com.br Rua dos Polvos 415 CEP: 88053-565 Jurere - Florianópolis - Santa Catarina Tel.: +55 48 9945-8565 graosbr@gmail.com LOS CONCEPTOS EXPRESADOS SON RESPONSABILIDAD DE LOS AUTORES Cómite Editor Ing. J. Ospina (Colombia) Ing. J. da Souza e Silva (Brasil) Ing. Celso Finck (Brasil) Ing. Flavio Lazzari (Brasil) Ing. C. A. de Dios Ing. A. M. Suárez Ing. J. C. Rodriguez Ing. J. C. Batista Ing. J. Eliseix Ing. A. Casalins Ing. M. Fucks CONTÁCTENOS :

(5411) 4768-2263 consulgran@gmail.com 02 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

Gran alegría nos da llegar una vez más a sus manos, Sabemos que la gran mayoría de Uds. comparten la Granos con sus colegas y que la coleccionan, de manera de servirles como elemento de consulta oportuna. El día 17 de marzo estamos reunidos en Montevideo para tratar con los responsables de la Post-cosecha Oriental temas como: Post-cosecha de precisión – Control de plagas – Aireación y refrigeración de granos – Termometría y Humedímetros. Esperamos que pese a lo complicado de la fecha muchos puedan aprovechar esta llegada personal de la Granos a nuestro querido Uruguay. Las Jornadas de Actualización se van a repetir a lo largo del año en Argentina, Paraguay y Bolivia. El bagaje técnico de primer nivel, que siempre pretendemos que esté presente en estas páginas, no pierde actualidad. En esta edición presentamos una interesante nota del Dr. Flavio Lazzari (Brasil) sobre conservación de soja, que se complementa con la nota de TAS de soja. Este año muchas toneladas de soja pasaran por las plantas de silos. Haciendo una interesante retrospectiva Ing. Alicia Orrea nos comparte una nota sobre la cosecha del maíz y su evolución en la Pampa Argentina. Nuestro querido amigo el Dr. Jaime Gaviria (Colombia) inicia el tratamiento de un tema que preocupa a muchos, la problemática del control de palomas. El Ing. Marcelo Hoyos, responsable para Sudamérica de la línea ambiental de Basf, nos ilustra con el tema de zonas de ataque de los roedores sinantrópicos. Del Congreso de Silo Bolsa presentamos una nota sobre degradación de Pirimifos metil 50 y DDVP, dos productos de amplio uso en nuestra región. La Dra. Concha Collar (España) comparte con nosotros una nota sobre matrices resistentes de Maíz y Almidón. También tenemos las notas de actualidad, del Ing. Gustavo Manfredi, Lic. Jorge Ingaramo y los espacios de Cool Seed News, No solo de pan, etc. En el centro de la revista encontrará una versión reducida del Afiche Calendario 2015, recuerde de pegarlo bien a la vista. También tendremos la versión mayor que llegará a Uds. en forma gratuita. El Granos SAC Expo Post-cosecha se realizará en septiembre en Rosario, pero aún no tiene fecha definida. Gracias a las firmas e instituciones que publicitan y apoyan esta tarea a servicio del sector que acondiciona, conserva, comercializa e industrializa granos y semillas. Que Dios bendiga sus familias y trabajos. Con afecto.

Domingo YANUCCI Director Ejecutivo Consulgran - Granos



Sumario 06

Conservación Cuali-Cuantita y del Valor del Grano de Soja Almacenado

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Las Palomas, Una Plaga Urbana, con la Cual Convivimos

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¡¡¡Patria…Campo…Cosecha…Postcosecha e Historia!!!! La Juntada de Maíz

26

Matrices Panaderas de Harina de Maíz y Almidón Resistente: Una Forma Saludable y Sabrosa de Comer Pan

33

TAS (Tiempo de Almacenaje Seguro) en Soja

36

Control de Roedores. Modelo de Diagnóstico por Anillos.

40

Disipación de Pirimifós-metil y Diclorvós Aplicados Durante el Almacenamiento de Granos de Maíz (Zea mais L.) Por Todos Lados Precios en Baja

47 50

No Se Trata de Criticar por Criticar, pero ¿Ahora Qué?

51

Diplomatura en Buenas Prácticas Aplicadas a Granos Almacenados

Nuestros Anunciantes

04 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

Secciones Fijas 02 52 53 54

Editorial No solo de pan... Utilísimas CoolSeed News


50 | GRANOS | Junio / Julio 2014


Conservación Los riesgos de pérdidas de calidad, peso y valor de granos de soja pueden ocurrir desde la maduración fisiológica hasta el momento antes del proceso o industrialización.

Conservación Cuali-Cuantita y del Valor del Grano de Soja Almacenado Por: PhD Flavio A. Lazzari, PhD Sonia M. N. Lazzari | Consultores

La biodeterioración del grano de soja es un proceso aireación y la refrigeración como una medida de gran imbiológico causado por hongos de campo y de almacena- portancia. miento. Puede ocurrir antes o durante la cosecha, en la Importancia del tenor de humedad de los granos de recepción (debido a largas filas para descarga), secado soja. (secadoras insuficientes) y principalmente en el almaceEl grano de soja tiene un comportamiento bastante namiento. peculiar en lo que se refiere al tenor de humedad (TH%). Los hongos de almacenamiento reducen tanto la cali- En la Tabla 1 se observa la reducción acentuada que ocurdad como el peso de los granos. Por lo tanto es de gran re en el TH de los granos a partir de la maduración fisiolóimportancia el control de los factores que favorecen el desarrollo fúngico, que son la humedad y temperatura del grano. El grano de soja es comercializado en base a su peso y su calidad. Los descuentos aplicados en el momento del recibimiento de las cargas de soja, debido a problemas de calidad, pueden ser elevados y reducir substancialmente la lucratividad del productor. Las pérdidas durante el almacenamiento también pueden ser altamente importantes. En esta nota ponemos énfasis en las medidas de manejo durante la recepción, secado y almacenaje, buscando el mantenimiento de calidad y la reducción de elevadas mermas durante Flavio Lazzari| Ing. Agrónomo / Fitopatólogo | flaviolazzari@gmail.com el almacenaje. Se destaca el uso de la 06 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015


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Conservación gica hasta la cosecha. Normalmente el proceso de maduración fisiológica (momento en que la semilla logra el mayor peso de materia seca) ocurre cuando el grano tiene un TH alrededor de 60-65%. En un período de aproximadamente 21-28 días, la humedad del grano de soja, tiene una reducción dramática, bajando de 60-66% a 13-16%, esto es 4 veces. El punto de cosecha está determinado por el TH% del grano, normalmente en la faja de 14 a 16%. Tabla 1. Tenor de humedad en porcentaje (TH%) de semillas de soja a partir de 28 días antes de la cosecha. Variedades / TH%

Fuente: F.A. Lazzari, 1990 (tesis de Doctorado), Saint Paul, MN – 1990.

Alertamos sobre el hecho de que almacenar soja húmeda en silo bolsa implica riesgos de deterioro de granos por hongos aeróbicos y por bacterias anaeróbicas. La producción de CO2 es un indicador de la actividad fúngica en la masa de granos de soja. Tabla 2. Tenor de Humedad en porcentaje (TH%) de semillas individuales de tres variedades de soja en el momento de cosecha.

Fuente: F.A. Lazzari, 1990 (tesis de Doctorado), Saint Paul, MN - 1990.

Los valores numéricos son medias de 50 semillas individuales por variedad. El TH% determinado electrónicamente o en estufa es la media aritmética de la humedad de semillas individuales que componen la muestra que está siendo analizada. El TH% de semillas individuales explica una realidad más completa de las condiciones de la humedad dentro de una carga o lote de semillas en la cosecha. El TH% determinado en 200, 250g que representa la muestra, raramente consigue ser representativo de la carga de un lote. Ese tipo de información es de vital importancia, pues permite anticipar problemas que vienen del exceso de humedad del producto, que es el factor determinante del crecimiento fúngico, y consecuentemente del deterioro de semillas (pérdida de vigor y germinación) y granos (pérdida de calidad y peso). Recibimiento de Soja El grano de soja que llega del campo se presenta normalmente húmedo, caliente, con cantidades variables de impurezas y materias extrañas, granos quebrados/partidos y granos verdeados. Este producto puede precisar de cuidados como limpieza y secado antes de ser almace08 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

nado. Una porción importante de la cosecha de soja ingresa con humedades abajo de 14,0%. Por lo tanto, con pre-limpieza y aireación es posible reducir 1 - 2 puntos porcentuales de su humedad y almacenar sin la necesidad de secar. Granos de soja con 14,0% de humedad – basado en los riesgos de desarrollo de hongos de almacenamiento - son considerados granos húmedos. Grano húmedo, caliente y con materias extrañas e impurezas puede ser mantenido temporariamente en silos pulmones bajo aireación (que consiste en el insuflado de grandes cantidades de aire ambiente), para evitar el calentamiento microbiológico de la masa de granos y la consecuente biodeterioración. Lo mejor sería la aplicación de aire refrigerado artificialmente, pues, permite usar aire con temperaturas más bajas y en cualquier condición climática. Granos de soja húmedos, con TH% arriba de 12,0%, pueden ser mantenidos en silos pulmones con el uso de aireación con aire enfriado artificialmente. En algunas regiones del País, y dependiendo de las condiciones climáticas durante la cosecha, no es necesario secar el grano antes del almacenamiento, apenas pasar el producto por la pre-limpieza y almacenar. Almacenamiento de granos de Soja. Debido a su anatomía y características intrínsecas (materia grasa, proteína y embrión) el proceso de infección y daño fúngico que ocurre en el grano de soja es diferente del que ocurre en semillas de cereales como en los granos de maíz, trigo. La anatomía del grano de soja con un pericarpio fino que se rompe fácilmente durante la cosecha, un embrión expuesto y rico en proteína y materia grasa son un excelente substrato para la mayoría de los hongos de almacenamiento. Los hongos de almacenamiento crecen a través de los tejidos blandos de los cotiledones sin producir densa estructura aérea de micelios y masas de esporos, de esta forma no denuncian su presencia. A medida que la actividad fúngica aumenta, las enzimas fúngicas degradan los lípidos y proteínas de los cotiledones, y el aumento de temperatura acelera su deterioro y oscurecimiento.

Figura 1. Estructuras de almacenamiento de soja. Silos metálicos en propiedad rural y complejo de almacenamiento de una cooperativa con silos de concreto.

La almacenabilidad del grano se refiere a las condiciones físicas y/o biológicas que interfieren con el tiempo durante el cual el grano de soja puede ser mantenido almacenado sin pérdidas de cantidad y/o calidad. Los principales factores que afectan la almacenabilidad y la cualidad del grano de soja durante el almacenamiento son:



Conservación Tenor de Humedad – Es el factor más importante en el mantenimiento de la calidad de los granos. Granos de soja con humedades en la franja del 13-14% serán infectados y deteriorados por hongos de almacenamiento en un corto período de tiempo. Estos hongos crecen rápidamente en esas franjas de humedad y en temperatura media de 20-25°C.

Figura 2. De izquierda a derecha: aspecto de la colonia de Aspergillus flavus en placa de Petri, vista de la colonia (esporos, micelios) en lupa, estructura de la vesícula vista en microscopio.

Figura 3. Granos de soja empedrados o aglomerados por micelios de hongos de almacenamiento.

El grano de soja tiene un alto contenido de lípidos, cinco veces más materia grasa que la mayoría de los granos de cereales, esto resulta en una alta humedad relativa de equilibrio en el espacio intergranular. La humedad relativa de equilibrio del aire intergranular para el grano de soja con 14% y 20°C de temperatura es de 75%, adecuado para germinación de esporos y crecimiento de hongos de almacenamiento. Temperatura – granos de soja almacenados a 15°C tienen un período de preservación de hasta 10 veces más de que los almacenados a 25°C. De esta forma, la utilización de aire frío natural o artificial es una excelente medida para la conservación del grano. Aireación con aire enfriado artificialmente: • reduce el desarrollo de hongos • reduce la bio-deterioración de los granos de soja • mantiene la calidad sanitaria y nutricional del grano • reduce el aumento del tenor de acidez de la materia grasa • reduce pérdidas de peso (consumo del grano y de la MG por los hongos) • reduce la merma (pérdida de agua, pérdida de peso, pérdida de calidad y rechazo de las cargas) • un grano de mejor apariencia (mejor calidad en la comercialización) • reducción de los costos de almacenamiento Granos dañados, (amohosados, deteriorados, fermentados, quemados por el secador, picados por insectos), partidos (medio grano formado por la ruptura de los cotiledones) y quebrados (pedazos de grano de soja) – interfieren con la aireación y consecuentemente con la 10 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

almacenabilidad del producto, pues los hongos invaden más rápidamente granos dañados que granos enteros o sanos. Granos en malas condiciones físicas y sanitarias perjudican la circulación de aire y el enfriamiento de la masa. Cantidad de materias extrañas e impurezas, pedazos pequeños de grano de soja, semillas de malezas – interfieren con la almacenabilidad del grano de soja, pues forman bolsones o camadas dentro de la masa de granos. Duración del tiempo de almacenamiento – La almacenabilidad puede ser de días, semanas o meses, dependiendo de la comercialización, condiciones del producto y del depósito. Períodos largos de almacenamiento tienden a ofrecer mejores condiciones para el desarrollo de hongos que crecen en tenores de humedad más bajos. El hongo A. restrictus crece lentamente y precisa de un período largo de tiempo para observar su presencia, así como para observar sus daños. Si el período de almacenamiento de la soja fuera largo, la masa de granos debe estar con niveles relativamente bajos de impurezas y materias extrañas, granos partidos y quebrados (fragmentos de granos y tegumentos). El almacenamiento, a largo plazo, exige que el lote de granos este en óptimas condiciones físicas y sanitarias para resistir las variables responsables por bio-deterioración.

Figura 4. De izquierda a derecha, porciones de granos de soja mostrando de forma ilustrativa la severa bio deterioración provocada por hongos de almacenamiento.

Condiciones deseables: mantener la humedad del grano en la franja de 12-13% y la temperatura del grano en la franja de 14-16°C, posibilitando excelentes condiciones de almacenaje. Histórico del grano - Grano de soja con pasado malo (lluvias en la cosecha, almacenamiento en carritos a campo por varios días, largas filas para descarga, granos calentados microbiológicamente, secado a altas temperaturas y granos deteriorados) son de mayor riesgo en el almacenaje. Tipo de estructura de almacenamiento – silos de concreto, chapas de acero son los mejores y más seguros para almacenar soja, que los graneleros horizontales. Además de permitir la segregación por atributos de calidad, como: tenor de proteína, materia grasa, variedades, color del hilo, tamaño del grano y otros de interés de los procesadores y consumidores. Silos menores reducen los riesgos de la biodeterioración y consecuentemente de las mermas.



Conservación Tabla 3. Principales hongos aislados de semillas, granos y harina de soja en franjas de distinta humedad (%).

Fuente: Christensen & Meronuck 1986; Lazzari 1993

Como reducir mermas causadas por la humedad, temperatura y hongos de granos de soja almacenado: Prestar mucha atención al TH% del grano de soja para cosecha. Soja muy seca o muy húmeda significa prejuicios para el productor. La soja representa riesgos más elevados de biodeterioración durante el almacenamiento si el producto no está con la temperatura y la humedad adecuadas. Limpiar el producto en máquinas de pre-limpieza para remover granos chochos, inmaduros, quebrados, partidos, mitades y materias extrañas (semillas de malezas). Especialmente finos que interfieren con la aireación o refrigeración artificial. Las mermas técnicas que ocurren en soja almacenada (variando de 2 a 8%) son debidas a pérdida de agua del grano por simple evaporación para el ambiente, pérdida de materia seca debido al consumo fúngico (mayor responsable por las mermas) y pérdidas en los transilados. En la tentativa de reducir las mermas, los almacenadores han agregado agua al grano antes del despacho. Algunas tentativas son exitosas, otras no. Uno de los daños económicos más serios causados por los hongos de almacenamiento es la reducción de peso a través del consumo puro y simple de la materia seca del grano. Semillas y/o granos individuales que mantienen tenores de humedad favorables para el desarrollo fúngico serán infectados. Cuanto más elevados sean el TH y la temperatura, mayor será el consumo de materia seca por hongos. La acidez de la materia grasa de soja también aumentará mucho debido a las lipasas (enzimas producidas por hongos) utilizadas para degradar los lípidos (grasa, aceite). Tabla 4. Temperatura (°C), tenor de humedad (%), infección de hongos (%), germinación (%) y pérdida de materia seca (%) en semillas de soja almacenadas en cámara fría a 15°C y humedad relativa de 75% por 180 días.

Fuente: Lazzari 1988

Airear y/o refrigerar la masa de granos inmediatamente después de la cosecha para mantener la temperatura baja y uniforme. Si, el cuello de botella de la humedad son las secadoras, piense en la refrigeración artificial como una excelente herramienta de apoyo al mantenimiento del grano húmedo en silos de espera (silos pul-

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món) por algunos días y de esta forma ampliar el flujo de secado sin que ocurran pérdidas de calidad o cantidad. El secado del grano de soja debe realizarse a baja temperatura (no superior a 50-60°C para no causar daño a la proteína). Esa temperatura es la de la masa de granos. El enfriamiento debe ser iniciado tan pronto como se inicia el llenado del silo o almacén granelero para bajar y uniformar la temperatura. La refrigeración artificial representa grandes ventajas, pues no depende de las condiciones climáticas. Los equipamientos son móviles, pueden ser usados en varias unidades almacenadoras y en todos los tipos de granos para el control de insectos, principalmente en las regiones más calientes del país. El llenado del silo es una operación muy importante. La mayoría de los casos de calentamiento de los granos es debido al exceso de impurezas, granos quebrados, partidos, materias extrañas acumuladas en algún punto. En el caso de los silos, la tendencia es que las impurezas se acumulen en el centro de los mismos. El cono es una barrera física para la aireación y un gran riesgo de deterioro, pues si la termometría no indica aumento de temperatura, grandes porciones del granel serán biodeterioradas. Recomendamos no usar los desparramadores de impurezas, pero después de llenar el remover el centro, pasar por las máquinas de pre-limpieza y devolver el producto al silo, sin las impurezas y materias extrañas. Monitoreo de la temperatura y humedad de la masa de granos de soja almacenados. Cualquier aumento en la temperatura o alteración de calidad es una señal de alerta. Siempre desconfíe de su sistema de termometría. Un foco de calentamiento fúngico, debido a la acumulación de impurezas, materias extrañas y fragmentos, pueden estar generándose a pocos centímetros de la termocupla del cable de termometría sin que el mismo sea detectado. Conocer los límites de esta tecnología (puntos fuertes y principalmente los puntos flacos). Se recomienda insuflar aire frío, en silos vacíos, usando el equipamiento de refrigeración para evaluar la termometría comparando los valores que muestran los censores los valores del aire frio insuflado. Disponga de un sistema portátil para chequear el sistema fijo o complementar los datos obtenidos. Recuerde, la termometría son los “ojos” del almacenador, no confié de más en el sistema. Evitar infiltraciones de cualquier tipo sea vía goteras o problemas estructurales. La tendencia futura es para estructuras que permitan el máximo de flexibilidad en términos de capacidad de recibimiento y segregación (clasificación). Para esto son necesarias tolvas pequeñas y auto-limpiantes, gran capacidad de limpieza, batería de silos de porte medio. La refrigeración artificial es la más nueva herramienta a disposición de los que conservan granos. Puede ser usada aisladamente o asociada con otras prácticas destinadas a extender la almacenabilidad del grano de soja. La



Conservación acidez del grano de soja es un factor de calidad directamente relacionado a la intensidad de la actividad fúngica. Los beneficios de la refrigeración artificial son muchos: • remueve el calor y la humedad intergranular resultante de la respiración fúngica. • permite mantener granos húmedos de soja en los silos pulmones cuando tenemos cuellos de botella en el secado. • reduce las diferencias de temperaturas dentro de la masa de granos almacenados. • regulariza la humedad de la masa de granos. Granos provenientes de diferentes potreros o que se cosecharon en diferentes horas del día tiene humedades diferentes. La refrigeración permite una mejor uniformidad de la humedad. • a pesar de que la refrigeración no es práctica y/o económicamente viable para secar granos húmedos de soja, una pequeña cantidad de agua es removida del grano en el proceso de enfriamiento. Esto es beneficioso cuando el grano está húmedo. Mas puede causar pérdida de peso si el grano está seco como para almacenarse o comercializarse. El objetivo final de la refrigeración artificial orientará a su aplicación.

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Si la preocupación es refrigerar la masa de granos debido a una camada de granos húmedos, granos en proceso de calentamiento microbiológico, la orientación es insuflar aire frío día y noche para remover la humedad y enfriar la masa de granos en el menor tiempo posible. Producto refrigerado mantiene sus características físicas, sanitarias y nutricionales por largos períodos de tiempo. Por lo tanto, el uso de la tecnología de refrigeración artificial en soja almacenada puede representar ganancias importantes en la venta del grano debido a su mejor calidad y consecuente mayor rendimiento industrial.

Sonia M. N. Lazzari | Bióloga / Entomóloga



Control de Plagas La paloma urbana, (Columba livia) es una especie introducida en América por los colonizadores de mediados de los siglos 17 y 18, que se ha desarrollado en todo el continente, especialmente en los entornos urbanos, donde encuentran las tres condiciones ambientales claves para su establecimiento: comida, refugio y sitio para anidamiento.

Las Palomas, Una Plaga Urbana, con la Cual Convivimos Por: Jaime Gaviria Londoño | GaviAgro SAS

Las palomas son, por su constitución y conformación morfológica, granívoras, es decir, que su biología está hecha para alimentarse de granos, se caracterizan por su pico, corto y recto endurecido en su terminación, córneo, encorvado en la mandíbula superior, algo ganchuda y la parte basal flexible y forrada de piel que envuelve las fosas nasales. Sin embargo, las palomas urbanas se han acondicionado de tal manera que no solo consumen granos sino también sobras de comida de los humanos y por ello abundan en las cercanías de donde se proveen de comida. En general, las palomas urbanas, no hacen nidos en los arboles, aunque eso no es una regla estricta. Ellas prefieren los orificios de las edificaciones, sitios debajo de los techos, puntos de soporte de las estructuras, bordes de muros altos, y otros espacios que les brindan las construcciones de los humanos y donde ellas se sienten seguras. Las palomas urbanas, no conocen los predadores del campo. Ellas no han sido atacadas, en general, por halcones, ni serpientes, ni por otros predadores del entorno rural. Quizá sus mayores predadores pudieran ser los gatos que rondan en el entorno urbano. Sin embargo y a pesar de los gatos y otros predadores, las palomas continúan creciendo en general en todas las poblaciones a medida que se van urbanizando. Los humanos hemos aprendido a convivir con las palomas y en cierta forma las toleramos en nuestro entorno 16 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

hasta límites que rayan en la contaminación directa y desafortunada, como son las palomas que sirven de modelo comiendo en las manos de los turistas que luego ponen la foto en las redes sociales para que sus amigos vean como ellos “aman a los animales” sin darse cuenta que se están exponiendo a una infinidad de enfermedades y parásitos, que si lo supieran huirían del lugar. La contaminación de

Jaime Gaviria Londoño| gerencia@gaviagro.com


www.revistagranos.com los pisos, andenes, avenidas, parques y otros lugares frecuentados por las palomas y los humanos se transmite especialmente en los zapatos del desprevenido caminante que pasa por las zonas donde hay excrementos frescos, menos frescos y secos de palomas que deambulan por el lugar, o que anidan en edificaciones o arboles cercanos y que depositan sus excrementos en el piso y, sin darse cuenta se impregna los zapatos de mortíferos residuos que pueden contener el inóculo de graves enfermedades y caminando, caminando los va llevando a su casa, a su trabajo y a los sitios que frecuenta. La contaminación descrita no respeta estrato ni posición social. La explicación al número tan grande de excremento que arrojan las palomas está en que el sistema digestivo de las palomas es diferente. En muchos mamíferos, incluido el humano, el alimento que se ingiere en el día, es procesado lentamente por el sistema digestivo que se deshace de sus residuos una o dos veces por día y puede voluntariamente contener su evacuación para buscar el mejor sitio para disponerlos. Las aves no, ellas requieren una ingesta de alimento casi continua y tienen un sistema digestivo muy rápido que va evacuando los residuos o excrementos a medida que se van procesando, debido a que para poder volar las aves son más livianas que los otros animales y por ello carecen de vejiga para la orina y de almacenamiento de excrementos en su sistema intestinal.

Cálculos realizados por observadores de palomas indican que estas comen unas 6 veces por día (cada 2 horas x 12 horas) y entre comida y comida defecan unas 5 veces, lo cual significa, si esto es cierto, que una paloma urbana deja diariamente en el entorno que frecuenta, unas 30 defecaciones. Con este dato, se puede calcular que una población de 100 palomas pueden dejar diariamente 3.000 defecaciones y en la semana 21.000. Los excrementos de las palomas son semilíquidos y muy corrosivos, porque están compuestas de una parte de orina filtrada por el sistema de riñón y otra de sólidos provenientes del sistema digestivo, se van en los zapatos de los transeúntes, otra parte se lava con la lluvia contaminado las aguas, otra parte se seca y se volatiliza con el viento haciendo parte del polvo que respiramos comúnmente. Este problema de la volatilización de los excrementos de las palomas urbanas, es especialmente serio en sitios como los aires acondicionados, sobre los cuales muchas palomas anidan buscando el calor que produce el motor del equipo, la seguridad contra gatos y otros predadores y el refugio que les ofrece la cobertura de los equipos para su anidamiento. Como los nidos de las palomas urbanas están conformados principalmente por excrementos que sirven de pegante a pajas, hilos, pedazos de cuerdas y otros, este excremento, junto con los que el ave y sus crías depositan sobre el equipo se va secando y volatilizando

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Control de Plagas para luego ser absorbidos por el ventilador del aire acondicionado, infectando el aire del entorno respirado por las personas. En muchos países, las autoridades y muchos estratos de la sociedad, de forma miope, protegen a ultranza las palomas urbanas, cuando lo que deberían hacer es tomar medidas para mantener controlada la población, de tal forma que no representen un riesgo para la salud de la gente. Prohibir alimentarlas como se hace en otras partes y advertir a los ciudadanos los peligros que representan para su salud. Se deberían estudiar y ejecutar campañas como por ejemplo la de volver a los palomares en las plazas de los pueblos, donde se puede controlar el desarrollo de la población, mantener el entorno limpio y alimentar allí al número de palomas que se estime conveniente, erradicándolas de otros sitios donde son nocivas. Hay muchos elementos, dispositivos y estrategias que pueden ser utilizadas en el entorno urbano para alejarlas de las viviendas y edificios. Estos productos podrían dividirse, a su vez en dos: los que se utilizan para ahuyentarlas como son los sonidos, réplicas de predadores, dispositivos visuales y táctiles que se utilizan alternadamente para mantenerlas lejos del entorno tratado. En este grupo están los repelentes, que son sustancias olorosas que disturban el ambiente donde suelen estar las aves, haciendo que se alejen del lugar, los repelentes tienen una amplia gama de usos y presentaciones que permiten su aplicación en diversos entornos y sistemas ecológicos. Algunos de los repelentes tienen acción sobre roedores y murciélagos, que son especies indeseables en el entorno humano. El segundo grupo de productos está relacionado con la exclusión, es decir impedir que las palomas estén o permanezcan en un determinado lugar. Estos incluyen las mallas livianas especiales, tratadas UV y garantizadas para uso por años, para encerrar áreas, forrar edificaciones, cubrir los techos por encima y por debajo para evitar el percheo en el primer caso y para eliminar el anidamiento en el segundo. Las mallas también se usan para proteger orificios y entraderos. En este segundo grupo también se incluyen los llamados Spikes o barreras de barras puntiagudas en plástico o metálicas, que son muy visibles para las aves y evitan que ellas se posen en bordes de muros, aleros de techos, antepechos de ventanas, aires acondicionados, y otros, donde al ser instaladas, funcionan por años sin hacer daño a las aves ni ocasionar distorsiones en el paisaje o en la arquitectura de las edificaciones. Muchos de los sistemas de Metro en USA las utilizan prioritariamente en los tramos y estaciones elevadas, para mantenerlos libres de palomas y sus excrementos. Los sistemas de exclusión se complementan con elementos disuasivos como los caminos plásticos electrizados que pasan desapercibidos a la vista humana y sin hacerles daño a las palomas les advierten, con una descarga eléctrica, la imposibilidad de estar en ese sitio, pudiendo 18 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

ser instalados en grandes longitudes y espacios para ser controlados por una sola unidad. En todo caso, las estrategias de exclusión, ahuyentamiento o las que se utilicen solo tendrán éxito, si se rompe la cadena de la supervivencia que está dada principalmente por las fuentes de alimentación y disposición de agua. Las palomas son aves de largo vuelo que pueden ir por comida a sitios lejanos de su entorno de anidamiento y volver hasta allí varias veces en el día para alimentar a sus crías. Por ello en una infestación de palomas se distinguen las residentes que son las que tienen su anidamiento en el entorno donde viven y las palomas que llegan desde otros entornos en búsqueda de comida y agua, pero que anidan en sitios diferentes. Muchas empresas que trabajan con granos y alimentos nos consultan sobre como deshacerse de las palomas y nosotros les decimos: Primero que todo eliminar las fuentes de comida y agua, las palomas son una de las pocas especies de aves que pueden succionar agua y tragarla sin tener que levantar la cabeza. Efectuar una campaña de des-anidamiento y luego, de inmediato, colocar los dispositivos de exclusión más adecuados, con el cuidado necesario para no dejar sitios sin tratar o elementos mal colocados. Estas son las mejores soluciones para erradicar a las palomas de un sitio, ello requiere una inversión que se retribuye rápidamente, acciones de tipo administrativo para crear conciencia entre los operarios, mantener una férrea disciplina de aseo y eliminación de barreduras y residuos, así como un estricto programa de mantenimiento y atención de emergencias de derrames, para evitar de todas formas la fuga de granos, subproductos, polvo o cualquier tipo de material que les pueda servir de alimento. En el entorno urbano en general, se requieren campañas para generar conciencia entre la población y las autoridades de salud, que deben tomar en serio el creciente problema de contaminación por excrementos de estas aves, compañeras oportunistas de nuestro entorno.


Postcosecha Latinoamericana

¡¡¡Patria…Campo…Cosecha…Postcosecha e Historia!!!! La Juntada de Maíz Por: Ing. Agr. Alicia Noemí Orrea | Universidad Nacional de Rosario

Para las generaciones actuales, identificadas con las modernas cosechadoras automotrices utilizadas para la recolección de granos y con los “prácticos silos bolsa”, además de otros avanzados sistemas de almacenamiento y de conservación y control de los mismos, tales como los sistemas automatizados de control de la temperatura y aireación de los graneles, tal vez les resulte muy difícil y hasta lejano, comprender el significado de “la juntada del maíz”, tan co-

munes en la época en que se llevaron a cabo. Dicha forma de recolección de los granos, marcó un período muy importante en la historia de la agricultura en la Argentina, hasta que fue reemplazada por la recolección mecanizada. EL TRABAJO DURO…… Desde épocas muy lejanas de la historia, ya perdida en la noche de los tiempos, el ser humano debió luchar por


Postcosecha Latinoamericana su subsistencia empleando y sacrificando su esfuerzo físico para realizar todas las labores que le permitieran obtener de la tierra los alimentos que necesitaba. Entre los trabajos que realizaba estaban los de la recolección de los frutos y los cereales, que en los primeros tiempos generosamente en estado silvestre la naturaleza le reportaba, pero luego debió recurrir a su ingenio para hacerlos producir de la tierra con su propio trabajo, convirtiéndose así en agricultor. Aun así, cada una de aquellas agotadoras tareas no eran más que una serie de extenuantes trabajos para la misma finalidad que la de nuestros días, pero que apenas sirvió para un tipo de agricultura pobre y limitada, con un margen muy estrecho entre la sustentación y el hambre, amenaza de la cual el género humano jamás estuvo libre. La lucha por la supervivencia era la preocupación constante del hombre primitivo. Así, durante miles de años el ser humano continuó con un método de trabajo agrícola sin que se crearan los elementos necesarios para aliviar tan agotador trabajo. No obstante, el ser humano fue siempre remiso a través de la historia a adoptar los métodos que le permitieran aliviar sus tareas y acrecentar su producción, más aún cuando surgen los primitivos elementos de mecanización que ayudaron a mejorar sus condiciones de vida y ahuyentar el fantasma del hambre. En el transcurso del siglo XIX se llevaron a cabo importantes inventos que permitieron al ser humano librarse de gran cantidad de tareas pesadas, pero la recolección de cultivos como el arroz, el algodón y el maíz debieron esperar aún muchos años para que la mecanización llegara a ellos. En nuestra zona podemos citar el caso del maíz, que se lo recolectaba en su totalidad en forma manual. “UN RECUERDO DE OTROS TIEMPOS”…. Muchos aún recordarán aquellas épocas de trabajo en “la juntada de maíz”, pues así se la mencionaba. Época de duro trabajo, sacrificios, sinsabores y nostalgias, era el momento esperado para recolectar los frutos de un año de trabajos, cifrados en la esperanza de ver recompensados los esfuerzos del agricultor y de mucha gente que tenían como única fuente de trabajo las labores del campo. Cuando el maíz llegaba a su madurez, el agricultor (colono o chacarero se lo denominaba), comprobaba si el marlo estaba seco y desgranaba varias mazorcas o espigas de distintos lugares del campo. Si los granos resbalaban fácilmente entre las manos y hacían un sonido metálico, era el mejor momento para comenzar “la juntada”. La juntada propiamente dicha comenzaba en nuestra zona hacia mediados del mes de marzo, esperando generalmente a empezar después del día 19, día en que la Iglesia conmemora la festividad de San José. Siendo desde ya los agricultores devotos católicos en su mayoría, difícilmente comenzaban dicho trabajo antes de ese día. “Los juntadores” Llegada esa fecha los agricultores (algunos ya lo hacían con anticipación), contrataban a peones juntadores para 20 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

llevar a cabo el trabajo de recolección. Si la chacra donde se realizaba el trabajo contaba con una familia numerosa, y en condiciones de poder trabajar, los mismos se encargaban de levantar la cosecha; caso contrario se recurría a peones contratados. En la mayoría de los casos se empleaba para este trabajo a gente del pueblo en cuya zona estaba ubicada la chacra. Así familias enteras prácticamente abandonaban el lugar donde vivían y se instalaban provisoriamente en el campo para juntar el maíz. Las mujeres trabajaban a la par de sus familiares y los niños los acompañaban en la ruda tarea. Pero la demanda de mano de obra o juntadores hacía que muchas veces debía emplearse gente de otras zonas del país (peones golondrinas como se los solía llamar). Muchos de ellos llegaban de las provincias de Córdoba, San Luis, Santiago del Estero, Corrientes, o de la lejana Tucumán, recorriendo las zonas maiceras del país buscando este tipo de trabajo. Algunos ya eran contratados anteriormente o venían con alguna recomendación de otros compañeros o familiares que ya conocían la zona donde irían a trabajar. Los que venían por primera vez a la zona o al pueblo sin ninguna referencia o recomendación, lo hacían como quien dice “a la aventura” de poder conseguir trabajo o alguna changa. En la mayoría de los casos llegaban en trenes cargueros y de la misma manera que los “crotos”, seguramente colados en los vagones de carga. Las empresas de ferrocarriles no les cobraban boleto a quienes se dirigían a levantar cosechas. En períodos posteriores a la Segunda Guerra Mundial, el gobierno otorga el medio boleto a estos obreros, pudiendo viajar ya sin problemas, prohibiendo en cambio que lo hagan sobre el techo de los vagones o en las chatas de los trenes. Una vez llegados a un pueblo, averiguaban por medio de algún comercio. De esta manera se arrimaban a almacenes de campaña, de ramos generales, boliches, casas cerealistas o cooperativas agrícolas que podrían ser lugar de concurrencia de algún colono que iba allí para suministro de víveres, elementos de trabajo, tomar alguna copa o averiguar precio de cereales. Por lo general, donde más concurría el agricultor era a las casas de acopio de cereales, pues allí se surtía de todo lo necesario para su chacra: desde lo mínimo indispensa-


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ble para el hogar hasta semillas, combustible, arneses, y también implementos o herramientas agrícolas que luego pagaba con su cosecha. Allí entonces el colono que aún no tenía juntadores para su maíz, y a través de sugerencias de los comerciantes, contrataba algunos de estos obreros. Una vez ya formalizado el trato, el colono recogía del pueblo a los peones o juntadores con una chata rastrojera (especie de carro de cuatro ruedas de mediana altura con llantas de hierro tirada por caballos), y en ella cargaba a los juntadores y todas las pertenencias que ellos traían. Si se trataba de gente del mismo pueblo que pasaban la temporada de cosecha en el campo, llevaban consigo parte de las pertenencias de sus casas, como camas, colchones, ropa, y hasta un brasero para encender el fuego, además de los elementos de cocina. Ya en la chacra se instalaban en alguna pieza o galpón, o a falta de esto se construía una especia de choza fabricada con palos o tirantillos de madera unidos con alambre, y a manera de pared se colocaban cañas, chala de maíz o plantas de guinea, y se techaba con chapas de zinc. Allí en medio de las mayores incomodidades y muchas veces en lamentable promiscuidad convivían dos o tres meses, sufriendo toda clase de penurias a causa de tanta precariedad. Cuando se desataba algún temporal de lluvias, tan común en esa época del año, y que solían durar de 10 a 15 días, era frecuente que lloviese más adentro que afuera. En medio de estas largas y penosas temporadas de trabajo y sacrificios en tareas casi inhumanas, los más perjudicados eran los niños de estas familias, ya por el hecho de una enfermedad imprevista o por el hecho de no poder asistir a las escuelas al no contar con medios de transporte. Esto constituía un verdadero problema social, pues estos niños perdían buena parte del período escolar, con sus lógicas consecuencias. Para quienes eran del pueblo y la chacra no estaba muy distante, contando con algún medio de transporte como sulkis o jardineras, el problema era menor, ya que diariamente se trasladaban al campo llevando la comida para el mediodía, y una vez finalizada la jornada al anochecer, retornaban a sus hogares para estar con sus familias.

“Comienza la Juntada”…….. El maíz, que por lo general se sembraba desde fines de agosto hasta comienzos de Setiembre, llegaba a su madurez a mediados de marzo o principios de abril del siguiente año. Era época de cosecha, “la juntada”, se acostumbraba a decir. Cuando se comenzaba la juntada el colono organizaba “el reparto de luchas”, llamándose así el conjunto de surcos que tomaba a cargo cada juntador, y pudiendo variar según la capacidad de cada uno y según la extensión del cultivo, en número de 15 a 20 surcos si eran uno o dos juntadores, o 30 o más surcos si se trataba de una “cuadrilla” (conjunto de trabajadores), o un grupo familiar (hombres, mujeres y niños de todas las edades de un mismo grupo). En estos grupos uno de ellos representaba al resto frente al patrón, haciendo una juntada solidaria, y repartiéndose en partes iguales lo que hacían entre todos. El juntador debía ser competente y con muy buena predisposición para el trabajo, pues según la superficie del cultivo, se contrataba la cantidad de peones. Su indumentaria debía consistir en lo posible de prendas muy resistentes, como géneros muy fuertes, pantalones hechos con un tipo de loneta; blusas y gorra o sombrero de género, calzando en lo posible zapatillas de lona en días buenos y secos, o los famosos botines “Patria” para los días de humedad, muy difundidos en esa época. A quienes sus condiciones económicas no les permitían disponer de esta indumentaria, es de suponer que en la mayoría de los casos, usaban lo que tenían en disponibilidad, es decir: lo más viejo. Su equipo de trabajo constaba de la “maleta”, una especie de bolsa larga, de 150 a 160 centímetros de largo por 40 centímetros de ancho, construida de lona resistente, recubierta en la parte inferior por un cuero grueso liso que permitía un desplazamiento más fácil entre los surcos. En la parte de la boca disponía de dos argollas de hierro o ganchos, los que se enganchaban a su vez a otros dos ganchos o argollas de una especie de cinturón grueso de lona, de cuero o simplemente de bolsa de arpillera, y que el juntador se ajustaba a la cintura, pasando la “maleta” entre las piernas. De esta manera la iba arrastrando entre los surcos, quedando la boca de la misma abierta para introducir las espigas recolectadas. Complementaba su equipo la imprescindible aguja chalera o deschalador, como comúnmente se la denominaba. Consistía en un clavo o un pedazo de diente de horquilla, al cual se le colocaba una serie de arandelitas de cuero en toda su longitud, dejando sólo la punta afilada al descubierto, y con una especie de empuñadura o manopla, también de cuero, que protegía la mano contra posibles cortes o pinchazos de las malezas. “El trabajo del juntador” Iniciado el trabajo, el juntador se desplazaba entre dos hileras de plantas de maíz arrastrando su maleta, deschalaba la mazorca o espiga de maíz con la ayuda del deschalador, y luego con ambas manos sacaba la chala y con un movimiento de torsión de izquierda a derecha, desprendía la espiga adherida a la planta y la echaba dentro de la maleta. Una vez llena ésta, el contenido de espigas se vaciaba GRANOS | www.consulgran.com |21


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Ing. Agr. Alicia Noemí Orrea| aliorrea@gmail.com

en una bolsa de fuerte tejido de yute de medida 0,75 por 1,20 metros, comúnmente llamadas bolsas rastrojeras. Estas bolsas se repartían estratégicamente en varios lugares de la “lucha”, en cantidades de 4, 5 o 6 por lugar, que se denominaba “parada”. Se llamaba “tirón” o “tirada” al recorrido efectuado al llenar la maleta y llegar a la parada de bolsas. Se calcula que con dos maletas y media se llenaba la bolsa rastrojera, que tenía una capacidad de 80 a 100 kilos de maíz en espigas. También, si quienes juntaban eran mujeres embarazadas y niños que se veían imposibilitados de arrastrar la maleta, en lugar de maletas se solía usar canastos de mimbre de tamaño grande. Luego, alguno de los hombres del grupo se encargaba de vaciar el contenido de los canastos en las bolsas. Éstas se llenaban hasta el tope dejando en la parte superior una especie de copete a manera de corona, que le daba un colorido aspecto. El rendimiento de trabajo diario variaba según las condiciones del maizal y la capacidad del juntador. En cultivos limpios y de buen rinde el promedio de trabajo era alto. En condiciones favorables un juntador, y de acuerdo a su capacidad, podía juntar desde 6 y 7 a 12 y 14 bolsas diarias, aunque algunos aseguraban haber juntado entre 15 y 20 o más bolsas durante el día. Aunque algunos juntadores eran muy competentes y ligeros, estos eran casos aislados, por lo tanto, referente a los altos promedios de juntada, dejaremos que algunos veteranos juzguen la veracidad de tales hazañas. Un juntador en buenas condiciones de trabajo podía ganar de 5 a 10 pesos moneda nacional diarios en los años 1940 -1945. El problema surgía a veces cuando se debía trabajar en maizales con muchas malezas. En estas condiciones los juntadores se resistían a seguir trabajando. Las malezas más comunes eran los abrepuños, chamico, cola de zorro, chinchilla, abrojo y otros, que dificultaban en gran medida el trabajo y por lo tanto los juntadores exigían un sobreprecio por bolsa para compensar la lentitud de la tarea. Las malezas solían ser un verdadero calvario para quienes realizaban estos trabajos, ya que eran vulnerables a sufrir alguna pinchadura o arañazo en cualquier momento, que podían provocarles infecciones o molestias intolerables, generalmente en las manos al ser las partes más expuestas 22 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

del cuerpo. A esto debemos agregar que para adelantar el trabajo, el juntador solía comenzar su jornada aun antes de la salida del sol, y con un breve intervalo al mediodía, continuaba hasta el anochecer. (Normalmente se acostumbraba a realizar jornadas de sol a sol.) Avanzada la temporada y con las primeras heladas de otoño, se agudizaba el sacrificio en esta labor. El rocío mojaba los pies, y en lotes con mucha gramilla también se mojaba la ropa hasta la cintura. Las escarchas de las heladas en las chalas de las espigas podían producir cortes y lastimaduras en las manos y que necesariamente tenían que ser curadas. Por la noche debían lavarse bien las manos con un jabón casero y untarlas con crema o aceite de glicerina, y si no se disponía de esto se aplicaba en su lugar grasa unto sisal para calmar los dolores y suavizar las heridas y paspaduras causadas por el frío. Además, no faltaban los dolores musculares y sobre todo el de cintura, ya que al avanzar la temporada las plantas de maíz comienzan a volcarse y era necesario inclinar mucho el cuerpo hacia adelante, para alcanzar las espigas de las plantas caídas, trabajando de esta forma el día entero. Al tratar de erguirse era inevitable que el dolor se sintiera. Todo esto hacía más sacrificada la vida de estos trabajadores. “Llenando la troja” Mientras que los juntadores seguían con la recolección, el chacarero o colono diariamente, en especial por la tarde y antes del anochecer, sacaba las bolsas llenas que se hallaban en cada lucha para evitar la humedad del suelo, del rocío o de la lluvia. Lo hacía con la ayuda de un peón o mensual o de alguno de sus hijos mayores, utilizando la clásica chata (comúnmente de dos barandas, habiendo también algunas de tres, que eran las usadas para cargar el trigo que se cortaba con máquinas espigadoras), arrastrándola con cuatro caballos. Si el terreno era blando a causa de lluvias recientes, se ataba un caballo más denominado “cinchero”. La chata debía entrar en la lucha de cada grupo de juntadores, se contaban las bolsas y se alzaban a la chata hasta completar la carga que, si el terreno lo permitía, no podían ser más de 32 bolsas paradas, o sea, cuatro hileras de ocho bolsas a lo largo de la misma. Durante muchos años las bolsas se levantaban generalmente a pulso, teniendo en cuenta su peso, que podía ser de 80 a 100 kilos. Se necesitaba un buen esfuerzo entre dos personas para izarlas. Con el correr de los años comienza a hacerse popular un tipo de aparejo o guinche accionado por una manivela con reducción a engranajes que enrollaba una cadena alzadora. En el ambiente chacarero se lo conoció como el “aparato”, y se lo instalaba a un costado de la chata amurado a una de las barandas. Este “aparato”, que en un principio sólo lo usaron los que estaban en mejor posición económica y eran propietarios de la tierra, alivió en forma considerable la levantada de bolsas. Una vez cargadas las bolsas en la chata, se llevaban al lugar de la chacra donde previamente se había levantado “la troje o troja” (comúnmente llamadas trojas), especie de silo casero que se erguía no muy lejos de la casa y que daba un aspecto muy particular a la fisonomía del campo. Las trojas


Postcosecha Latinoamericana se preparaban con debida anticipación a la juntada, pues en ellas se almacenaba el maíz ya juntado. Su construcción difería mucho de una chacra a otra, en el sentido del tamaño, que variaba de acuerdo a la producción de maíz que se obtenía, y en caso de necesidad se construían dos o más trojas. En otros casos estaba la prolijidad con que algunos la confeccionaban, que según fotos que aún se conservan de aquellas épocas, pueden verse como verdaderas maravillas, y quienes no las conocieron piensan que se tratarían de algún tipo de silos similares a los modernos. Otros chacareros en cambio, las construían como podían sin mirar en absoluto los detalles. Las construcciones de las mismas se efectuaban siempre en lo posible, eligiendo un terreno en lugares altos, secos y abiertos, para evitar que el maíz fuese afectado por la humedad del piso. Se procedía a marcar un círculo en el suelo con un diámetro de acuerdo a la troje que se necesitaba, y que podía variar de 6 u 8 metros a los 10 o 12 metros, en los casos especiales de mucha cosecha. Luego se cavaba con una pala una pequeña zanja de una media palada de profundidad en todo su contorno. Cada dos metros aproximadamente se plantaban tirantillos o troncos finos de álamo u otra madera similar. Luego, a manera de pared se procedía a buscar cañas que siempre abundaban en la chacra, o tallos de maíz de guinea, sorgo, o la misma planta de maíz ya seca. Estas se colocaban paradas una al lado de la otra bien juntas dentro de la zan-

ja circular. Alrededor de esta troje se comenzaba a colocar alambre blanco grueso a manera de aro de contención, con una separación aproximada de 20 centímetros entre uno y otro, colocados en forma superpuesta. Las cañas y palos se sujetaban a este alambre con una vuelta de otro alambre blando más fino; así quedaba la primera etapa de esta construcción. En el suelo o piso, para aislar la humedad, se colocaba una camada de algún material seco, como ser paja de lino, pasto o chala, y se comenzaban a volcar en el interior las bolsas de maíz que se traían del rastrojo con la chata. En los primeros años la descarga de chata a troje se hacía en forma directa utilizando un planchón de madera o tablón que se colocaba de la chata a la troje y sobre el cual un hombre con la bolsa de maíz cargada sobre sus espaldas caminaba hasta la misma y vaciaba el contenido en ella. Este método casi brutal, exigía un esfuerzo máximo al que llevaba la bolsa, con el peligro de una caída a causa de un resbalón; más aún cuando se debía levantar el tablón en la parte de la troje a medida que se iba llenando ésta. “EL CARRITO DE ENTROJAR”…… Posteriormente aparecen los comúnmente llamados “aparatos o carritos de troje”, que primero usado por los más pudientes, y después de uso generalizado, contribuyó a facilitar el entrojado de maíz. Este “carrito de entrojar” era una especie de caja cuadrilonga, abierta en la parte su-

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Postcosecha Latinoamericana perior y de cavidad cónica. En la parte inferior disponía de una compuerta basculante para la descarga del maíz y en las partes frontal y posterior sobresalían dos brazos hacia arriba con una roldana cada uno que le permitía deslizarse sobre un cable suspendido. Estos carritos estaban fabricados en su mayoría de madera. Luego surgen modelos hechos con armazón de hierro y recubiertos de chapa preferentemente galvanizada que le otorgaba mayor duración, y con una capacidad de aproximadamente 120 -130 kilos. Para su instalación se plantaba un poste conocido vulgarmente como “palo de la troje”, de 10, 12 o 15 metros de alto según la medida de dicha troje. En su parte superior se amarraba el cable de aproximadamente un largo dos veces mayor a la altura del palo y que se fijaba a otro poste de baja altura, plantado en forma inclinada a su correspondiente distancia de la troje, dando al cable una inclinación de unos 40 grados. El cable era comúnmente de fabricación casera, hecho con el mismo tipo de alambre usado en la troje. De acuerdo con el largo necesario se cortaban cuatro tramos iguales y se doblaban en la mitad dejando un ojal, que se sujetaba a un lugar fijo. Del otro extremo se procedía al retorcido hasta darle forma. Era común, utilizar para este trabajo una de las ruedas de la chata, que previamente colocada en el lugar y con la rueda levantada, se le ataba un alambre en cada rayo de madera cerca de la maza, y haciéndola girar se obtenía el retorcido que se deseaba. Una vez instalado y tensado el cable, se colocaba debajo el carrito trojero. La chata con las bolsas de maíz atracaba a su costado y volcaban el contenido de las mismas en dicho carrito, no más de una bolsa por vez. La elevación del carrito a través del cable era de tipo funicular: del otro lado de la troje una persona con un caballo tirando de la cincha con una soga o cadena, elevaba el carrito hasta llegar sobre la troje; allí la compuerta inferior se abría dejando caer su contenido. Dicha compuerta se abría tirando una soga, cadena o simple alambre enganchado debajo de la tapa, ya sea en forma manual o bien atando la misma contra el suelo, tal que al llegar arriba el carrito, la tapa se abría en forma automática. El que montaba a caballo sólo tenía que volver sobre sus pasos y esperar la nueva carga y el grito de aviso para la siguiente tirada. A medida que la troje se iba llenando, se colocaban más cañas o tallos para aumentar la altura, llegando a los 6 o 7 metros, o hasta los 10 o 12 metros en las de mayor tamaño. Una troje de 8 metros de diámetro por 5 o 6 metros de altura tenía capacidad para unas 1500 bolsas rastrojeras, que representaban aproximadamente unos 1000 quintales (100.000 kg.) en granos de maíz. Al completar el llenado de la troje, se formaba en la parte superior un cono o copete de espigas, que a la distancia ofrecían una bella y colorida vista. A veces solían surgir contratiempos en las trojes, especialmente con las de mayor diámetro. Los alambres de contención no resistían la presión por el peso de las espigas de maíz, que terminaban cortándose, debiendo reponerse los mismos de inmediato, pues si se cortaban varios juntos, se produciría lo que comúnmente decían: “se reventó la troja”, con el inevitable vuelco de su contenido con los trastornos que esto implicaría, siendo la solución más práctica solicitar 24 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

urgentemente la desgranadora y de esa manera evitar todo un nuevo trabajo de entrojado. “LA BANDERA” En los altos del palo de la troje se solía izar una bandera hecha de lona o bolsa de arpillera. Como generalmente nadie llevaba reloj pues era un artículo de lujo, desde la misma chacra el colono se encargaba al medio día de “levantar la bandera”, para que a la distancia fuera vista por los juntadores indicando la hora del almuerzo. Uno tras otro los juntadores se encaminaban hacia la chacra y se disponían a almorzar. (Algunos directamente almorzaban en el lugar del trabajo junto a las paradas de bolsas.) Era muy común un puchero o un guiso y a veces algunos bifes, comidas sencillas pero un apetito feroz tras una agotadora jornada entre las chalas. “SE TERMINA LA JUNTADA” Ya terminada la juntada en una chacra, los juntadores arreglaban las cuentas con el colono, y si en la zona en alguna chacra aún no se había juntado el maíz por falta de personal, allá iban a proseguir con este brutal oficio, muchas veces hasta los meses de Julio o Agosto, soportando los rigores del invierno y las penurias en su continua lucha por la supervivencia. “LA LARGA ESPERA POR UNA ESPERANZA”……. Allí en las chacras quedaban las trojes llenas esperando la llegada de los desgranadores; a veces durante meses solía desgranarse el maíz cuando ya se estaba efectuando la nueva siembra o más tarde aún, en los meses de Octubre o Noviembre. O sea, que en ocasiones sobrepasaba un año el ciclo entre siembra, maduración, juntada y desgrane y que el chacarero debía soportar, haciendo frente a todos los embates económicos que rigurosamente le sucedían. Pero allí guardada estaba su esperanza, el fruto de un año de sacrificios, que a veces recompensaba con rindes generosos pudiendo llenar una o dos trojes de buen tamaño. Era motivo de justo orgullo en donde aprovechaba la oportunidad de fotografiarse con su familia al pie de las mismas, quedando así un fiel testimonio de una época. “LA DESGRANADA”….. La llegada de la desgranadora a una chacra era todo un acontecimiento. Los modelos primitivos, al igual que las antiguas trilladoras de parvas de trigo o lino, eran estáticas, se instalaban de frente a la troje, en la cual se abría un boquete a la altura de la noria o draga de carga, y se la accionaba por medio de una larga correa plana desde un motor a vapor instalado a la distancia. Una verdadera legión de personas atendía estas máquinas, contándose su dueño, maquinistas, foguistas, aguatero, ayudantes, engrasador, bolseros, costureros, estibadores y peones que echaban el maíz de la troje en la draga o noria de carga. El maíz caído dentro de la draga era acarreado por la noria hasta el cilindro desgranador, donde se separaban los granos del marlo para luego caer en las zarandas de limpieza, y de allí por una noria directamen-


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te a las boquillas de las bolsas, que acto seguido eran cosidas por el costurero, pasando luego a la balanza y cargadas en los carros fleteros si se trataba de carga inmediata; caso contrario eran estibadas a corta distancia de allí. Los marlos salían despedidos por otro conducto a un montón; una parte de estos marlos se usaba como combustible para alimentar la caldera del motor a vapor y el resto quedaba en posesión del colono, pues era un elemento muy valioso es esas épocas, usado como combustible para las cocinas económicas y los asados, y que contribuía a un gran ahorro familiar. Justamente por esta causa, el uso del motor a vapor en estas faenas comenzó a declinar, siendo reemplazado por los primitivos tractores que funcionaban a combustible kerosene o agricol, debido a las quejas de muchos agricultores, especialmente de quienes no disponían de mucho maíz, pues el motor a vapor les consumía gran cantidad de marlos y el sobrante no alcanzaba para el uso familiar hasta la próxima cosecha. “LLEGA LA JUNTADORA MECÁNICA” Así se concluía todo un ciclo de la cosecha de un cereal como el maíz, el cual durante muchos años no recibió los beneficios de la mecanización, y cuando los hubo, no se trató de una solución definitiva, como en el caso de las antiguas juntadoras deschaladoras de uno o dos surcos. Su resultado dejaba mucho que desear, solamente suplantaba al juntador pero seguían siendo necesarias las trojes con sus inconvenientes y costos, y luego el proceso de desgranada. La solución definitiva surgió con una gran creación argentina, que fue la plataforma recolectora de maíz, denominada “el maicero’ y que se aplicó directamente a las cosechadoras de cereales (corta y trillas) automotrices, que en una sola operación juntaban, desgranaban, limpiaban y embolsaban el maíz ya listo para ser depositado en la estiba o galpón, o directamente destinado a la venta. Este notable invento argentino surge al comenzar la década de 1950, motivado por la necesidad de solucionar el problema de la juntada de maíz a causa de la escasez de mano de obra, y en donde se envió a soldados que cumplían con el servicio militar a realizar este trabajo. Tres conocidos industriales con grandes capacidades creativas comenzaron, cada cual por su cuenta, a diseñar y perfeccionar sus propias plataformas maiceras hasta lograr sus objetivos. Fueron ellos: Miguel Druetta, Santiago Giubergia, y el más destacado por el éxito de su creación, don Roque Vassalli, quienes dieron solución definitiva a este inhumano trabajo como fue el de la juntada de maíz a mano. “LA REPERCUSIÓN SOCIAL”……. El cambio fue notable con la introducción de esta nue-

va máquina, pues lejos de dejar a mucha gente sin trabajo como en un principio se afirmaba, la verdad resultó otra. El hecho de darle a la máquina corta y trilla una utilidad a su función, la cosecha de trigo y la de maíz, hizo que se incrementara la cantidad de este tipo de máquinas, y quienes antes estuvieron sacrificando sus vidas en el arduo trabajo de la juntada para ganar unos pocos pesos, fueron después a trabajar en tales máquinas, ya sean de bolseros, costureros, alzadores de bolsas e incluso algunos con más entusiasmo por la mecanización, dieron sus primeros pasos como ayudantes de maquinistas, y maquinistas luego, siendo muchos los casos en que llegaron a ser dueños de este tipo de máquinas. “LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA” El proceso agrícola experimentaba un enorme cambio, por la rapidez con que se efectuaba la cosecha mecánica del maíz comparada a la juntada manual. Cuatro personas trabajando de sol a sol y juntando un promedio de 10 bolsas maiceras por día en un maíz de un rinde de 50 bolsas en espiga por hectárea, y en un sembrado de 20 hectáreas totalizando 1000 bolsas de cosecha, necesitaban 25 días de trabajo para su recolección, agregando a esto el tiempo para alzar las bolsas 10 del campo y llevarlas a la troje, la construcción de la misma, y luego el tiempo empleado por la desgranadora, totalizaba 30 o más días. Con la llegada de las primeras cosechadoras con el maicero juntador, la mayoría de cuatro surcos, otras de tres o de cinco, todo este proceso de trabajo no pasaba de 2 o 3 días entre cosecha y alzada de bolsas; tiempo de trabajo que se fue reduciendo a medida que se perfeccionaban los nuevos modelos de máquinas, y después con el trabajo a granel el lugar de bolsas. Si tomamos en cuenta los tiempos actuales, las modernas y sofisticadas cosechadoras, de grandes capacidades y amplio frente de recolección, el mismo trabajo no excede de 4 o 5 horas, pero con una drástica y lamentable eliminación de mano de obra con sus dramáticas consecuencias. “PARA LOS QUE SE FUERON” Así, de esta manera queda reflejada en parte una dura época que perduró en esta zona hasta la segunda mitad de la década de 1950, desapareciendo ya en el comienzo de los 60. Pero siguió quedando en el recuerdo imborrable de mucha gente que vivió y sufrió esa grande y triste epopeya que fueron las juntadas de maíz. Varias generaciones de seres humanos que, con su lucha silenciosa entre los surcos, en arduo y sacrificado trabajo han dejado parte de su vida, su juventud y su cultura entre los maizales en procura de su subsistencia o de un mejor pasar. A todos estos anónimos luchadores que mucho dieron y poco recibieron, el deber que a todos nos corresponde hacer, es rendirles a ellos con nuestro corazón y nuestro reconocimiento, el más sincero homenaje. Entre ellos, se lo dedico a mi madre María Ana Durante de Orrea, a mis abuelos maternos, tías y tíos, los cuales han sido testigos activos de todo lo descrito en estos apuntes…… GRANOS | www.consulgran.com |25


Postcosecha Latinoamericana Matrices Panaderas de Harina de Maíz y Almidón Resistente: Una Forma Saludable y Sabrosa de Comer Pan Por: Dra. Concha COLLAR | Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos, IATA-CSIC

La demanda creciente de alimentos sabrosos, saludables y densos en nutrientes junto con el crecimiento significativo del colectivo de intolerantes al trigo, han favorecido la creación y expansión de un nuevo mercado de productos de cereales a partir de granos alternativos al trigo y al centeno. En este contexto, los retos y oportunidades de cereales distintos del trigo (maíz, cebada, avena, sorgo y mijo) merecen especial atención debido a sus componentes nutricionales únicos –almidón, fibra dietética, almidón resistente, minerales, vitaminas y compuestos bioactivos-. El uso de harinas de maíz en galletería, fabricación de chapatis, arepas, y en general de productos étnicos y de productos de panificación no fermentados se ha efectuado con éxito. Sin embargo, los retos y oportunidades del maíz en panadería fermentada se han abordado escasamente, a excepción del pan “broa”. La mayor parte de las investigaciones se han centrado en la sustitución parcial de la harina de trigo por harina de maíz, almidón de maíz, formulaciones basadas en almidón de maíz, almidón de maíz tratado térmicamente, germen de maíz desengrasado y mezclas de harinas de maíz extruidas. La adición de almidón resistente, definido como la fracción de almidón que no se digiere en el intestino delgado y puede ser fermentado en el colon por la microbiota selectiva promoviendo el crecimiento de Lactobacilos y Bifidobacterias y aumentando la viabilidad de los probióticos, conlleva beneficios tanto tecnológicos como saludables (Homayouni et al., 2014). El almidón resistente que resiste la hidrólisis in vitro con α-amilasa tras 2h 26 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

de incubación tiene una incidencia directa sobre la respuesta glicémica. Su consumo previene el estreñimiento, aumentando la frecuencia de la excreción, y el volumen fecal, disminuyendo la producción de compuestos mutagénicos y disminuyendo el pH colónico y los niveles de amoníaco. Se ha confirmado que la ingesta de 6–12g of

Dra. Concha COLLAR| ccollar@iata.csic.es


Postcosecha Latinoamericana RS en una comida proporciona efectos positivos sobre la glucosa postprandial y los niveles de insulina (Behall et al., 2006), mientras que ingestas de aproximadamente 20 g/día promueven la salud (incremento del bolo fecal) (Murphy et al., 2008). Así mismo el Commonwealth Scientific and Industrial Research Organization of Australia (CSIRO) ha recomendado que la ingesta de RS debería ser de 15–20 g/día para abordar el cáncer de intestino en Australia (Baghurst, Baghurst, & Record, 1996).

sustituidas al 40% simultáneamente por R (20%) y WF (20%) (Y-R-WF, W-R-WF). Se obtuvieron de esta manera 8 formulaciones diferentes. Las harinas asociadas (100g) se mezclaron con agua (110%), levadura prensada (4%), BöCKER F (1.5%), sólidos de leche descremada (5%), sacarosa (3%), goma de garrofín (8%), sal (1.5%), grasa vegetal (4%), propionato cálcico (0.5%), y Novamyl (7.5 mg) y se amasaron siguiendo el procedimiento descrito por Brites y col. (2011).

Experimental Para la preparación de las masas panarias y los panes de harina de trigo, maíz y sus mezclas, se han utilizado harinas comerciales de Triticum aestivum (WT), y de Zea mays variedades blanca (W) y amarilla (Y) procedentes del mercado español. El almidón resistente (R) producido por ConAgra (EE. UU.) bajo la marca HI-MAIZETM260 se obtuvo de Ingredion Germany GmbH; la masa agria deshidratada de trigo (BöCKER F), de BöCKER (Minden, Germany); la goma de garrofín Standard locust Bean Gum Palgum, de CAROB, S.A. Lbg Palgum™, y Novamyl 10000 una α-amilasa maltogénica termostable, de Novozymes (Dinamarca). Las masas y los panes se prepararon a partir de a) harinas individuales (WF, Y y W), b) harinas de maíz sustituidas al 20% por R (Y-R, W-R), c) harinas de maíz sustituidas al 20% por WF (Y-WF, W-WF), d) harinas de maíz

Perfiles físico-químico, sensorial y nutricional de matrices panaderas basadas en maíz. Los panes obtenidos exclusivamente a partir de las harinas individuales de maíz Y y W (Figura 1) recibieron puntuaciones sensoriales moderadas en términos de color de corteza y miga (8-11/15) y sensación en la boca (6-7/15), y moderadas/altas en aroma (12/15), textura (12-13/15) y uniformidad alveolar (8-12/15), particularmente los panes Y (Figura 2). Adicionalmente, los panes de harina de maíz presentaron bajo volumen específico (≈2.03mL/g), valores altos de dureza (5.12-5.68 N), cohesividad media/alta (0.6) y alta luminosidad de la miga (63-67), tintes verdosos y amarillos en la miga especialmente en las muestras Y (a= -2.2, b= 25.8), y valores altos de índice de blancura especialmente en las muestras W (WI= 65) (Figura 1). Las características morfológicas evidenciaron

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Postcosecha Latinoamericana diferencias significativas entre las matrices individuales de Y y de W: el 92% de los alveolos son <1 mm2 en las muestras Y, mientras que el 90% de los alveolos presentaron un área entre 1 y 10 mm2 en los panes W. Así pues la densidad alveolar y la relación alveolo/pared alveolar fueron superiores en las muestras Y (53 cells/cm2, 22%) que en las de W (30 cells/cm2, 9%), proporcionando una estructura más densa, abierta y porosidad más homogénea en los panes Y que en los W, en buen acuerdo con las apreciaciones sensoriales para la uniformidad de los alveolos (Figura 2). Los valores del modelo de Avrami para la cinética de endurecimiento de la miga mostraron similar dureza de los panes frescos (T0=5N), pero mayor velocidad y extensión en el endurecimiento para los panes Y (n=0.86; k=0.125; T∞=31 N) que para los W (n=2.6; k=0.043; T∞=18 N) a tiempos largos de almacenamiento. A tiempos cortos de almacenamiento (≤ 2 días), los panes W que siguen una curva de endurecimiento sigmoidal (Figura 3), presentaron valores de dureza más bajos y cinética de envejecimiento más lenta. Desde el punto de vista nutricional, el contenido de polifenoles fue ligeramente superior en las muestras de pan Y (283mg/100g pan) que en las de W (260mg/100 g pan), asociado al mayor contenido de flavonoides (274 vs 249mg/100g pan) de la variedad amarilla. La sustitución de las harinas de maíz Y o W por R al 20% o WF at 20%, condujo a panes de perfil sensorial, volumen específico, y color de la miga similar (Figuras 1 y 2). Además, la incorporación de R no afectó significativamente el perfil textural instrumental ni la cinétic a de envejecimiento, pero modificó las características morfológicas de la miga (aumento del % de alveolos pequeños en muestras Y y el de grandes en W). La adición de WF a las formulaciones de la masa disminuyó significativamente la dureza inicial en un 40%, y ralentizó la cinética de envejecimiento. La sustitución simultánea de las harinas de maíz por R y WF al 40% no modificó ni las apreciaciones sensoriales ni las características de color de los panes resultantes comparadas con las de sus homólogos respectivos Y o W. Bigger specific volume (+28% Y-R-WF, +36% W-R-WF), softer crumb bread (-64% Y-R-WF, -62% W-R-WF), Sin embargo, los panes compuestos basados en harinas de maíz Y y W presentaron estructura más aireada y porosidad más homogénea de la miga, así como envejecimiento en menor medida y más lento que sus homólogos a base de maíz (Figuras 1 y 3). Hidrólisis del almidón y fracciones de interés nutricional de matrices sencillas y compuestas basadas en harina de maíz. Las fracciones del almidón de relevancia nutricional determinadas en las harinas, y en los panes mediante digestión ‘‘in vitro’’ del almidón, incluyen almidón rápidamente digerible (RDS), almidón lentamente digerible (SDS), y almidón resistente (RS). Basado en la digestibilidad del almidón, el ensayo determina la velocidad a la que la glucosa es liberada del almidón y absorbida pos30 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

Figura 1. Rebanadas centrales de panes de harina de maíz amarillo (Y) y maíz blanco (W), y de sus mezclas con almidón resistente (R) y/o harina de trigo (WF).

Figura 2. Valoraciones sensoriales de panes de harina de maíz amarillo Y (A) y maíz blanco W (B) y de sus mezclas con almidón resistente (R) y/o harina de trigo (WF). Figura 2A

Figura 2B

Figura 3. Curvas de evolución de la dureza de la miga de panes de harina de maíz amarillo (Y) y maíz blanco (W), y de sus mezclas con almidón resistente (R) y/o harina de trigo (WF).

teriormente (Figura 4). Las harinas WF, Y y W del estudio proporcionaron 61.1%, 52.2% y 58.6% de SDS, respectivamente. Los tratamientos mecánicos y térmicos cambian la estructura y la digestibilidad del almidón. En este estudio,


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Postcosecha Latinoamericana Figura 4. Curvas de hidrólisis total del almidón de panes de harina de maíz amarillo (Y) y maíz blanco (W), y de sus mezclas con almidón resistente (R) y/o harina de trigo (WF).

las etapas del proceso panadero –amasado, fermentación y cocción- provocaron en conjunto cambios cuantitativos inversos en las fracciones del almidón. Desde la harina al pan, SDS disminuye de 61.1 a 7.5% (WF), de 52.2 a 8.5% (Y), y de 58.6 a 12.2% (W); RS cae de 2.5 a 1.8% (WF), de 15.4 a 4.3% (Y), y de 15.5 a 5.5% (W); sin embargo RDS se incrementa desde 20.2 a 58.5% (WF), desde 25.4 a 49.3% (Y), y desde 22.1 a 42.2% (W). En los panes, los contenidos de RDS, SDS y RS (g/100 g pan, as is) se sitúan entre 37.1 (Y-R, W-R, W-R-WF) y 58.5% (WT), entre 6.2 (WF,Y, Y-WF, Y-R-WF) y 20.9% (WR) y entre 1.80 (WT) y 12.0% (Y-R, W,Y-R-WF, W-R-WF), respectivamente. La sustitución de harinas de maíz por RS incrementa la fracción de SDS entre 94% (YR) y 71% (WR), dobla (YR) o triplica (WR) la cantidad de RS, y reduce los niveles de RDS entre 22% (Y-R) y 6% (WR). La ingesta de

SDS ha demostrado incidir en un menor incremento y más sostenido de la glucosa plasmática. De hecho, la incorporación de RS disminuye sustancialmente la cinética de hidrólisis “in vitro” en los panes de maíz Y y W (Figura 4), proporcionando valores para C∞ (21-17%), k (18%) y H90 (28-13%), que conducen a Índices de Glicemia estimados un 16-13% más bajos, respectivamente. La sustitución de las harinas de maíz por harina de trigo WF en ausencia o presencia de R no modificó significativamente la cinética de hidrólisis del almidón (Figura 4) ni las fracciones del almidón nutricionalmente relevantes. Las tendencias nutricionales deseables para las fracciones dietéticas del almidón – bajo contenido de almidón RDS y alto de SDS y RS contents – se ajustan bien a los perfiles de los panes compuestos Y-R, W-R, W-R-WF, que muestran menor grado de hidrólisis del almidón, así como digestibilidad más lenta (Figura 4) con valores más bajos para C∞ (57-60), k (0.046-0.059) y H90 (57-59), y en consecuencia Índice de Glicemia estimado (71). En términos de salud asociados al almidón resistente y las dosis para su efecto prebiótico (Homayouni et al., 2014), una ingesta diaria de 100g de panes Y-R, W-R, W-R-WF, y/o W-R-WF, proporciona suficiente almidón resistente como para afectar positivamente los niveles de glucosa postprandial e insulina, mientras que 170g suministran la cantidad necesaria para promover la salud. Agradecimientos.- Investigación financiada por las instituciones españolas Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y Ministerio de Economía y Competitividad (Proyecto AGL2011-22669, Investigadora principal Dra. C. Collar), con la colaboración del Departamento de Ciencia de Alimentos del Alma Mater Studiorum de la Universidad de Bolonia.

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Postcosecha Latinoamericana

TAS (Tiempo de Almacenaje Seguro) en Soja Por: Ing. Agr. Domingo Yanucci | Consulgran – Revista Granos - Grãos Brasil | graosbr@gmail.com

Muy poco se sabe sobre el concepto de TAS, pues los estudios básicos de su definición se desarrollaron con variedades que no están en uso, y como es lógico, en condiciones de laboratorio y regulando factores que en la práctica son imposibles de gobernar. De cualquier forma resulta interesante adentrarnos un poco en el tema del TAS, que tiene tantas implicaciones en la práctica del día a día. En principio el TAS se refiere al tiempo que el grano puede ser conservado en forma segura, en función de las variables de humedad y temperatura. Claro está que no es lo mismo un grano que una semilla, en esta última es fundamental la energía germinativa, que normalmente es lo primero que se afecta en un almacenamiento inestable. También debemos definir lo que llamamos seguro, esto varía de autor en autor, por ejemplo, algunos hablan de una pérdida de peso seco de 0,5%. Generalidades del secado de granos. Respiración del grano. TAS (tiempo de almacenaje seguro para soja). Cantidad de días que se puede almacenar el grano en esas condiciones antes de perder el 0,5% de la matéria seca. Fuente: Yanucci. 2001.

mantener o mejor aún, disminuir la temperatura de lo que se pretende conservar. Grafico 1. TAS en soja.

El gráfico nos muestra los resultados de otro enfoque de TAS en soja. Vemos por ejemplo que para este autor una soja con 18% a 25ºC tiene un TAS de menos de 5 días. (Gráfico Nº 1). Nunca se deben considerar los factores aislados, ya que siempre se da entre ellos una interacción. En el gráfico Nº 2 relacionamos algunas variedades estudiadas. Grafico 2.

“Mientras más alto es el contenido de humedad y temperatura de la massa de granos, más intenso es el processo respiratorio, lo cual acelera el deterioro de producto por la ación de insectos y microorganismos.”

Entonces, por ejemplo, una soja con 18% de humedad a 25ºC se puede conservar por 18 días. Pero cuando hablamos de 25ºC esta temperatura debe ser estable, como normalmente los granos y los hongos que los acompañan siempre respiran, producen calor y tiene a aumentar la temperatura, por esta razón debemos implementar alguna práctica de aireación con aire natural o refrigeración, para GRANOS | www.consulgran.com |33


Postcosecha Latinoamericana La humedad favorece el desarrollo de los hongos, muchas veces se presenta una sucesión ecológica: una especie de hongo genera condiciones inadecuadas para él y favorables para otra especie que le continuará. Hongos encontrados en Soja:

Un aspecto interesante es ver como se comporta el TAS cuando el grano pasa de un nivel de humedad y temperatura a uno inferior. Por ejemplo, si la soja se encuentra en una situación de TAS de 15 días y transcurren 7 días sin calentamiento, ha consumido prácticamente la mitad de su TAS, cuando pase por ejemplo a una situación de TAS 100, solo tiene disponible la mitad, el 50% ya fue consumido antes. Esta es una idea que la mayoría de los responsables de granos no evalúa correctamente, por eso a veces se pregunta ¿Qué pasó con la soja que estaba con 13,5% e 20ºC, como todos los años, pero este año presenta mayores deterioros y mermas? Un factor de gran importancia para considerar el TAS en la práctica es la confiabilidad del nivel de humedad. Normalmente los métodos rápidos no son exactos, tienen errores y cuanto mayor es la humedad del grano, mayor es el error. Esto normalmente está acotado en la medida de se controlen adecuadamente los determinadores de humedad. Un error mucho mayor se da en la extracción de muestra. Por ejemplo cuanto mayor sea la mezcla de humedades en una masa de granos de un camión, mayor debe ser el número y el volumen de la muestra que se debe obtener para disminuir el error. Las fallas del muestreo llevan a errores de la determinación de la humedad en la masa de granos de Soja y puede llevar a que se tomen peligrosas decisiones de manejo. Ej. 1) Datos de humedad en Soja: 15 - 12,8 – 12,5 – 12,5 – 13,2 – 13,2-13 – 14 – 14,5 – 12,3% Promedio: 13,3 % Diferencia entre menor y mayor valor: 2,5 %

Ej.2) Datos de Humedad de soja: 12,5 – 14,2 – 13,7 – 13,2 – 13,8 – 13 – 13 -13,6 – 14,2 – 13,5% Promedio: 13,47 % Diferencia entre menor y mayor valor: 1,7 %

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Podemos apreciar que cuanto mayor es la diferencia entre el valor mayor y el menor de humedad (mayor heterogeneidad) mayor debe ser el número de muestras que las mismas sean representativas. Para tener un error de 0,2% que es aceptable, se necesita un número de muestras incompatibles con la práctica. Por esto podemos asumir que siempre estamos trabajando con errores muy grandes. OBSERVACIÓN: lo aconsejable es trabajar con un error máximo de 0,2% Otro aspecto importante en la práctica de definir el TAS es la mezcla que se produce en las tolvas, grandes tolvas y las bajas velocidades de ingreso al silo, generan más heterogeneidad en la humedad de la masa de granos que se pretende conservar. Cuando el sistema de secado no es eficiente, muchas veces el grano sale del secador con grandes diferencia de humedad. A este problema se suma el fenómeno de la segregación (cuando el silo no tiene desparramadores) que hace que se acumule material más pesado y normalmente más cargado de hongos debajo del punto de carga, generando una región de riesgo en el almacenamiento, lo que reduce la TAS en el corazón del silo. Entonces el sistema de automatización del secado, buenos sistemas de pre limpieza (aspiración de material liviano) y los desparramadores ayudan a tener bajo control el TAS de la soja. Los almacenajes deben disponer de confiables sistemas de determinación de temperatura. CLASIFICACIÓN DE LA DISPERSIÓN DE HUMEDAD DE GRANOS PARA EL ALMACENAMIENTO

A: Muy buenas condiciones para almacenar. B: Grano que exige frecuentes controles en las regiones con alta humedad relativa. C: Grano que exige cuidadosos controles de temperatura durante el almacenamiento. D: Masa de granos que requiere cuidados extremos y se recomienda procesar lo antes posible.

Foto 1. Mezcla de granos de soja con diferentes niveles de humedad, diferentes temperaturas y manejos, almacenados por 60 días sin una buena aireación ni control de temperatura.


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Roedores

Control de Roedores. Modelo de Diagnóstico por Anillos. Por: Ing. Agr. Marcelo Hoyos | Gerente Técnico de Higiene Ambiental - BASF Argentina

La base de todo programa de control de roedores es el correcto y acertado Diagnostico. Es el cimiento que sostiene luego las estrategias físicas, químicas y las acciones ambientales correctivas necesarias. Un error en el diagnostico dará por tierra todo el programa. Los grandes detractores de los programas de control son nuestros propios mitos. BASF desde hace ya muchos años viene trabajando con este método de observación y diagnóstico llamado “Modelo de diagnóstico por anillos”, es un sistema que permite recorrer el área afectada de una manera segmentada, sistemática, ordenada y documentada para lograr un diagnóstico más preciso sobre presencia y comportamiento de los roedores o prevenir futuras infestaciones. De alguna manera con la experiencia y conocimientos se pueden destruir los mitos que nos aferran a estrategias poco efectivas o peor aún, creer que estamos haciendo control cuando la realidad indica lo contrario. Obtener información del terreno. Se basa en cómo obtenemos la información necesaria para conocer hábitos de los roedores en ese ambiente (productivo-cultural). Así es como triangulando la información de campo que se obtiene a partir de nuestra observación visual en la recorrida o la inspección y con las preguntas a terceros involucrados que llevan el día a día en el predio, podemos construir un mapa de la realidad clave para desarrollar luego el programa definitivo de control. Los hábitos de los roedores sinantrópicos son muy variados, a pesar que existen patrones que se repiten, es importante descifrar ese comportamiento en el terreno y que factores antrópicos (humanos) influyen en éste. O sea qué estamos haciendo desde el manejo del ordenamiento y saneamiento de la planta para que exista esa 36 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

infestación actual o correr riesgos de una colonización potencial. Qué nos dice el ambiente. Trabajar en anillos o áreas concéntricas, es justamente y de acuerdo a nuestra experiencia, simular la actividad de los roedores en el lugar. Esta etapa se realiza sin las armas químicas. Se trata de encontrar la clave que les permite a los roedores conseguir alimento y tener ambientes propicios para anidar y perpetuarse en el lugar (colonizar). Es también interpretar el eco ambiente que permite la actividad de roedores. Los anillos también nos indican un patrón definido que puede a priori definirse como:

Ing. Agr. Marcelo Hoyos| ambiental-ar@basf.com


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Roedores Anillo externo. Presencia de Madrigueras. Anillo Medio. Zonas de Transito. Anillo interno. Lugar específico de alimentación. Pero esto no siempre ocurre así. Muchas veces encontramos madrigueras en el interior de las instalaciones. Para las empresas de control de plagas este modelo consta de dos fases: 1. La observación propia del terreno. 2. El dialogo con personal que trabaja o habita el lugar. Esto nos permitirá: • Identificar especies de roedores presentes la dinámica, las colonias activas y nivel de infestación actual o prever infestaciones potenciales. • Mapear y definir puntos y áreas críticas relacionado con los posibles daños a la planta. • Delinear un mapa para determinar visualmente el antes y el después (evolución). • Ajustar la programación y definir las estrategias de control más precisas. • Definir la programación de actividades de ordenamiento y saneamiento ambiental que deberá realizar personal de la planta. Las Áreas a observar. 1. Áreas Externas 2. Áreas Medias. 3. Áreas Internas. Recorrer estas áreas con personal con responsabilidad en el tema del control identificando nombre, cargo y teléfono de contacto. Áreas Externas Es todo aquel ambiente que va más allá del cerco perimetral externo y que involucra a zonas públicas (municipales) o Privados. Calles vecinas, baldíos, empresas, actividades productivas, terrenos, o instalaciones próximas, arroyos, desagües naturales, ríos, bajos inundables, plazas, etc. • Identificar: Basurales, terraplenes, alcantarillas, casas o galpones activos o abandonados, sector de basura, drenajes, desagües, huertas, cultivos, animales (perros), fuentes posibles de alimentos. Qué actividad llevan a cabo los vecinos. Asentamientos urbanos precarios, criaderos precarios de animales, aves, cerdos, corrales. • Observar: Actividad de roedores, cuevas de paso, caminos y madrigueras activas, estado del pasto circundante. • Consultar si hubiera posibilidad con los Vecinos, serenos, vigías, Preguntar por actividad, diurna, nocturna, movimientos y direcciones. Antecedentes y puede ser importante revisar el tema con el área de saneamiento de la municipalidad correspondiente. También identificar si las empresas realizan control con autogestión o con Controladores de plagas habilitados (indicar que empresa). • Registrar: Cambio de actividades productivas, de38 | GRANOS | Diciembre / Enero 2015

moliciones, obras, zonas críticas, puntos a mejorar desde el punto de vista ordenamiento y saneamiento. Índices de actividad. En ocasiones hay una responsabilidad que debe llevar a cabo el municipio ya sea del control como del ordenamiento y saneamiento. Indicar si fuera necesario, nombres de los responsables y sus cargos. Áreas Medias. Es aquella área que se ubica entre el cerco perimetral y las instalaciones cerradas. Son áreas comunes internas. • Identificar: zócalos, lozas, césped, árboles, troncos, muretes, arbustos, arreas sucias, balanzas, zona de residuos y basura, desagües, drenajes, área de tratamiento de aguas o residuos sólidos y líquidos, cañerías subterráneas, cámaras de inspección, cabinas tableros eléctricos, cableados, zonas de carga y descarga, bajo silos. • Observar: Actividad de roedores caminos, cuevas de paso, madrigueras, roeduras, manchas de grasitud por transito intenso, excrementos, pelos, olor a orín, pisadas en zonas húmedas o polvorientas (sobre tableros, caños, cables). Presencia de animales domésticos, alimento. • Contacto: Supervisores de mantenimiento medioambiente y eléctrico, Guardias, Personal y operarios turnos noche. • Preguntar: por actividad, diurna, nocturna, movimientos y direcciones, lugares de escape. Antecedentes. Manejo de residuos sólidos, rutinas. Cortocircuitos o incidentes vinculados a roeduras. • Registrar: Cambio de actividades productivas, demoliciones, obras, movimiento de materias primas, zonas críticas y áreas a mejorar desde el ordenamiento y saneamiento. Índices de actividad. Áreas Internas. Son aquellas relacionadas con construcciones cerradas o semiabiertas como galpones, comedores, cambiadores vestuarios, cocinas y baños.


www.revistagranos.com • Identificar: máquinas, tableros, rejillas, paredes, muros, techos cableados, desagües, caños, cable canal, sótanos, armarios. • Observar: Actividad de roedores caminos, cuevas de paso, madrigueras, roeduras, manchas de grasitud por transito intenso, excrementos, pelos, olor a orín, pisadas en zonas húmedas o polvorientas (sobre tableros, caños, cables). • Contacto: Empleados supervisores, turnos día y noche, supervisores responsables de mantenimiento y limpieza. • Preguntar: por actividad, diurna, nocturna, movimientos y direcciones, lugares de escape. Antecedentes. Manejo de residuos sólidos, rutinas, incidentes con equipos, si escucharon ruidos en los entretechos o percibieron olor fuerte o detectaron excrementos. Activación de alarmas. • Registrar: Lugares críticos o donde se encontraron huellas, lugares de acceso y huida. Índices de infestación y nivel de actividad.

La influencia del costo del rodenticida en el costo total del programa es muy baja en relación a los costos operativos. Elegir un producto de buena calidad no sacrifica márgenes ni agrega costos al programa al contrario se economiza el mismo por aumento de la eficacia y mayor satisfacción del cliente. Controlar roedores en ambientes agroindustriales es una tarea sistemática, que requiere capacitación, entrenamiento, mucha responsabilidad, criterio y trabajo en equipo. No es tan simple como colocar rodenticidas en cajas cebaderas y monitorearlas mensualmente. Desde el área de higiene ambiental de BASF queremos agregar un valor adicional a nuestros y productos como Storm, ofreciendo asesoramiento a quien lo requiera. Los conocimientos y experiencia que podamos compartir, representan un valor importantísimo para el éxito del programa.

Cuando lo barato sale caro. Otro punto importante es elegir el rodenticida adecuado y en este punto observamos con frecuencia muchas fallas en el terreno, justamente por la cantidad de productos rodenticidas que abundan en el mercado, los cuales confunden al momento de la elección profesional adecuada.

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Control de Plagas

Disipación de Pirimifós-metil y Diclorvós Aplicados Durante el Almacenamiento de Granos de Maíz (Zea mais L.) Por: Maria Jose Martinez | Laboratorio de Calidad de Granos- INTA Manfredi Julieta Strada |CONICET-INTA Manfredi Alejandra Patricia Ricca, Rojas Dante, Diego Cristos | Lab. de Cont. Químicos INTA-CNIA Bruno Cecilia, Balzarini Mónica | CONICET- Estadística y Biometría- FCA-UNC Conles Martha | Terapéutica Vegetal- FCA-UNC Dra. Mirtha Nassetta | ISEA-UNC Los granos de cultivos extensivos luego de la cosecha son en general almacenados hasta el momento de su comercialización. La calidad y el rendimiento de los granos durante el almacenamiento puede verse afectada por el ataque de insectos, ácaros y roedores. Los insectos y ácaros utilizan a los granos y harinas como alimento y los ensucian con sus excrementos, huevos, despojos larvales, capullos vacíos e hilos de seda (FAO, 2013). Controlar estas plagas es imprescindible no sólo por los daños directos que causan en los granos, sino también porque los estándares de comercialización argentinos prohíben la venta de mercaderías con insectos vivos (Carpaneto et al., 2013). Los insecticidas utilizados en pulverizaciones para el control de estas plagas son principios activos pertenecientes a los grupos químicos de los organofosforados como mercaptotión, diclorvós, clorpirifós-metil y pirimifós-metil y piretroides como la permetrina, deltametrina y lambacialotrina (Aldana Madrid et al., 2008; Casini y Santajuliana, 2008; Novo et al., 2014). Estos tratamientos con insecticidas sobre los granos pueden generar residuos que conducen a diversos problemas con la salud y la comercialización si no son correctamente realizados. En la Argentina, el organismo que regula la utilización de plaguicidas y la cantidad de residuos permitidos, es el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Sin embargo, la investigación sobre medidas orientadas a prevenir cantidades inadecuadas de residuos de plaguicidas aplicados en los granos almacenados es aún insuficiente en nuestro país. Existen en la bibliografía numerosos estudios sobre la dinámica de disipación de plaguicidas en productos almacenados, ya que se considera que la problemática de los residuos se agrava, tanto por el momento de su aplicación que en general es más cercano a su consumo, como porque en su disipación intervienen en menor medida los agentes meteorológicos tales como humedad relativa y temperatura. En este caso los factores que afectan la cantidad de los residuos son principalmente el tipo de plaguicida y su grupo químico, la dosis de aplicación y las características de la aplicación y del sustrato vegetal, como así también las características del almacenamiento y el tiempo transcurrido (Coscollá, 1993). Por residuo de plaguicida se entiende cualquier sustan40 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

cia especificada presente en alimentos, productos agrícolas o alimentos para animales como consecuencia del uso de un plaguicida (Codex alimentarius, 2013). El Límite Máximo de Residuos (LMR) es la concentración máxima de residuos de un plaguicida (expresada en μg/g, mg/kg o ppm), permitida legalmente en la superficie o la parte interna de productos de alimentación para consumo humano y de raciones. Los LMR tienen por objetivo lograr que los alimentos sean toxicológicamente aceptables (Codex alimentarius, 2013). El tiempo de carencia de un determinado plaguicida es el tiempo que debe transcurrir entre la última aplicación y el consumo a fin de asegurar que los niveles de residuos se encuentren por debajo de los LMR establecidos (CASAFE, 2013). Los LMR varían entre las legislaciones por lo tanto se debe ser cuidadosos al momento de la elección de principios activos considerando no solo los estándares de calidad propios sino de los países a los cuáles se destinan los alimentos producidos. Existen trabajos que aseguran que luego de largos períodos de almacenamiento los niveles de residuos de plaguicidas en los granos disminuyen notoriamente encontrándose reducciones de hasta el 85% de los niveles iniciales

Dra. Maria Jose Martinez | martinez.mariajose@inta.gob.ar


www.revistagranos.com (Holland et al., 1994; Kaushik et al., 2009) en función de las condiciones de almacenamiento, en especial la temperatura y humedad relativa, el principio activo, la presencia de luz y el tipo de granos almacenados (El-Behissy et al., 2001; Morton et al., 2001). Por estos motivos, los objetivos del presente estudio fueron analizar la dinámica de disipación de insecticidas aplicados durante el almacenamiento de granos de maíz, considerando las “Buenas Prácticas Agrícolas” en la aplicación de plaguicidas para la región central de Argentina y comparar los niveles finales de residuos obtenidos con los LMR establecidos por las legislaciones nacionales e internacionales a fin de asegurar la inocuidad de los alimentos producidos desde el punto de vista de la contaminación por plaguicidas. 1 - MATERIALES Y MÉTODOS Los ensayos experimentales fueron realizados en la Estación Experimental Agropecuaria (EEA) del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) ubicado en la localidad de Manfredi (Latitud 31° 49’ y Longitud 63° 46’), Provincia de Córdoba, República Argentina. Para los ensayos se dispuso de un galpón con techo y paredes de chapa de zinc debidamente acondicionado con estanterías de aluminio. Para simular las condiciones de almacenamiento, volúmenes de 13Kg de granos de maíz se colocaron en baldes plásticos negros de 20 litros de capacidad con sus respectivas tapas perforadas para permitir el intercambio gaseoso. El porcentaje de humedad de los granos fue del 14%. Las condiciones de almacenamiento de los granos se mantuvieron estables en un rango de temperaturas entre 20-25 °C y humedad relativa entre el 40% y 60%, tales registros se controlaron semanalmente con un termohigrómetro. Para realizar la aplicación se colocaron los granos sobre una placa de polietileno de 100 micrones, obteniendo una profundidad de capa de grano de 1 cm para lograr homogeneidad en la distribución del producto insecticida. Las aplicaciones fueron realizadas con pulverizador manual tipo Gerber de 1,5 litros de capacidad. El armado de los ensayos se realizó el día 1° de septiembre de 2010 (día 0) y ese mismo día se aplicaron los principios activos. Los insecticidas utilizados fueron pirimifós-metil (Actellic® 50 CE) (EC, 50%) y diclorvós (DDVP) (BAFOX®) (EC, 100%). Las dosis elegidas fueron las máximas recomendadas en la etiqueta de cada producto siendo para pirimifós-metil de 10 cm3/Tn de granos en 500 cm3 de agua y para diclorvós de 20 cm3/Tn granos en 1000 cm3 de agua (CASAFE, 2013). Se calculó el depósito teórico del principio activo (g/Tn) que se supone quedó en los granos inmediatamente tras la aplicación, en base a la concentración de ingrediente activo que tiene cada formulación comercial de los insecticidas ensayados (Tabla 1). Se aplicó un diseño experimental en bloques completamente aleatorizados con estructura factorial de los tratamientos con tres repeticiones. Todos los ensayos contaron con un tratamiento testigo por triplicado sin aplicación de plaguicidas. Los granos tratados se almacenaron por un período de 120 días durante los cuales se fueron tomando muestras con

calador apropiado siguiendo las directivas establecidas por las Normas IRAM (IRAM 23003-5, 1992) para muestreo de residuos de plaguicidas en cereales, semillas oleaginosas y sus subproductos; tomando muestras a los 2, 30, 60, 90 y 120 días desde la aplicación a fin de poder cuantificar los residuos presentes y caracterizar las curvas de disipación para cada uno de los principios activos (Tabla 1). Las muestras fueron conservadas en freezer a -30°C para su posterior análisis. Para la extracción de los plaguicidas del tejido vegetal se utilizó la técnica de QuEChERS (Quick, Easy, Cheap, Effective, Rugged & Safe) (Anastassiades and Lehotay, 2003). La técnica ha sido desarrollada para matrices con contenidos de humedad superiores al 75% por lo cual en la bibliografía se recomienda la adición de agua hasta alcanzar un contenido de humedad del homogeneizado de al menos el 80% (Lehotay, 2006; Mastovska et al., 2010). Una vez hidratada la muestra se realizó la “fase de extracción” mediante la adición de acetonitrilo seguido por el agregado de MgSO4 y NaCl (“tubo de extracción”). Se realizó un centrifugado y luego una “fase de limpieza” o clean up de la muestra mediante la incorporación de MgSO4, PSA y C18 (“tubo de limpieza”), seguido por una etapa de centrifugado y extracción del sobrenadante. El proceso de concentración de las muestras se realizó en baño maría bajo corriente de nitrógeno para evitar la oxidación y la introducción de agua u otros contaminantes. Luego se reconstituyó la muestra con tolueno debido a su mayor estabilidad en el almacenamiento. El ajuste y puesta a punto de la metodología fue realizada por el equipo de trabajo del Laboratorio de Contaminantes Químicos del Instituto de Tecnología de Alimentos del Centro de Investigaciones Agropecuarias (CNIA) de INTA en la Localidad de Castelar, Provincia de Buenos Aires a cargo de la Dra. Alejandra Ricca (Ricca et al., 2009; Ricca et al., 2011). El procesamiento de las muestras se realizó en el Laboratorio de Calidad de Granos de INTA Manfredi a cargo de la Dra. María José Martínez. A su vez se realizaron las pruebas de validación para la técnica analítica y se determinaron los Límites de Detección y Límites de Cuantificación verificando su utilidad para el fin propuesto. La determinación de residuos de plaguicidas se realizó mediante cromatografía gaseosa de alta resolución con detector de masa en el Laboratorio de Contaminantes Químicos de ITA-INTA Castelar mediante un cromatógrafo gaseoso Tabla 1. Principios activos aplicados, dosis, depósitos teóricos, fecha de aplicación y tiempo entre aplicación y muestreo, en los ensayos experimentales de aplicación de insecticidas en almacenamiento de granos de maíz.

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Control de Plagas Perkin Elmer, modelo Clarus 600 con puerto de inyección con vaporizador de temperatura programable y control programable del sistema neumático con inyección de grandes volúmenes y muestreador automático. Columna capilar marca Varian, modelo Factor Four VF-5ms de 30 m x 0,25 mm (id, 0.25 μm) de fase estacionaria (95%) dimetil-(5%) difenil polisiloxano de bajo sangrado. Helio 5.0 de pureza. El cromatógrafo se encuentra acoplado a un espectrómetro de masas con fuente de ionización por impacto electrónico, analizador cuadrupolar, con prefiltro cuadrupolar y un detector. Los resultados de los análisis se expresan en microgramo de plaguicidas por gramo de material vegetal (μg/g) equivalente a miligramos de plaguicida por kilogramo de material vegetal (mg/kg) o partes por millón (ppm). En los dos tratamientos realizados se analizaron la media y desvío estándar de los niveles de residuos a los 2, 30, 60, 90 y 120 días desde la aplicación, el porcentaje de desaparición de los residuos, tomando como 100% de los residuos el valor a los dos días desde la aplicación (0% de desaparición de los residuos) y la tasa de disipación diaria (TDD), calculada como la diferencia de los residuos obtenidos entre las mediciones sucesivas dividido el total de días transcurridos entre éstas, este parámetro se mide en microgramos de plaguicida por gramo de material vegetal por día (μg.g-1/día). El análisis estadístico de los datos obtenidos se realizó a través de un análisis de la varianza teniendo en cuenta que las mediciones estaban correlacionadas por lo que se ajustó un modelo lineal mixto sujeto específico con comparaciones múltiples de LSD Fisher con un nivel de significancia del 5% (Infostat, 2013). Se analizó la influencia de los días desde la aplicación sobre el nivel de residuos de cada principio activo. 2. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 2.1. Residuos de pirimifós-metil El principio activo pirimifós-metil pertenece al grupo químico de los organofosforados. Según las recomendaciones para su uso, no se establecen períodos de carencia para dicho principio activo pero se recomienda dejar transcurrir de 20 a 30 horas entre la aplicación y el consumo (Novo et al., 2014). No obstante, hay trabajos que señalan que el amplio período de protección de este producto guarda relación con la persistencia de sus residuos (Lucini and Molinari, 2011). Los niveles de residuos de pirimifós-metil en las muestras de granos de maíz presentaron una dinámica de disipación en la cual a medida que transcurrieron los días desde la aplicación los niveles de residuos disminuyeron. Los resultados obtenidos pueden observarse en la Tabla 2 y Figuras 1 y 2. Los residuos de pirimifós-metil en granos de maíz encontrados a los dos días de la aplicación superan levemente al depósito teórico inicial esperado (5 μg/g) de acuerdo al porcentaje de principio activo aplicado en la dosis. Sin embargo, se encontraron por debajo del LMR aceptado por SENASA (10 μg/g), los EUA (8 μg/g) y Codex alimentarius (7 μg/g) a partir de 2 días desde la aplicación, mientras que superarían levemente a los establecidos para la UE (5 μg/g). Se encontró influencia estadísticamente significativa (p<0.05) de los días 42 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

desde la aplicación sobre el nivel de residuos a los 2, 30, 60 y 90 días y los residuos se encontraron por debajo del Límite de Cuantificación (LC=0,012 μg/g) a los 120 días (Tabla 2 y Figura 1). Otros autores han encontrado menores tasas de disipación de pirimifós-metil aplicado en almacenamiento (Holland et al., 1994; Kaushik et al., 2009). Singh y Chawla (1980) encontraron un 50% del contenido inicial de residuos tras 6 meses de almacenamiento en cereales como trigo, maíz y arroz. Al respecto, Yeboah et al. (1992), detectaron valores del 87% de disminución después de 8 meses en granos de maíz. En estudios similares se han detectado residuos entre un 35% y 54% de la concentración inicial después de 127 a 270 días de almacenamiento en trigo (White et al., 1997; Balinova et al., 2006; Fleurat-Lessard et al., 2007; Lucini and Molinari, 2011). Uygun et al. (2008) llegaron a la conclusión de que el almacenamiento no fue suficientemente eficaz para reducir los residuos por debajo de los LMR establecidos. En estudios de disipación de pirimifós-metil en granos de maíz, Sgarbiero et al. (2003), reportaron la persistencia del insecticida en los primeros 30 días después de la aplicación, con aproximadamente un 17% de reducción y degradación se acentuada entre los 30 y 60 días, presentando una reducción de alrededor del 56% de los residuos iniciales, es decir valores menores a los encontrados en el presente estudio (70% de reducción a los 60 días) (Figura 2). Considerando que la cinética de disipación consta de tres fases, la “fase de desprendimiento” debida a causas mecánicas; la “fase de degradación” por causas físicas y químicas; y por último la “fase de persistencia” determinada por el bloqueo del plaguicida en el vegetal (Coscollá, 1993), es posible establecer a partir de la TDD calculada para pirimifós-metil en granos de maíz las fases anteriormente descriptas. Tabla 2. Dinámica de disipación de residuos de pirimifós-metil aplicado durante el almacenamiento de granos de maíz durante un período de 120 días desde la aplicación (LMR SENASA= 10 µg/g)

*Valores de media ± desvío estándar de tres repeticiones por tratamiento (µg/g). **Porcentaje de desaparición de residuos respecto a los residuos iniciales a los 2 días (100% de los residuos). ***Corresponde a la diferencia en los niveles de residuos entre mediciones consecutivas dividido el total de días transcurridos (µg.g-1/día). 1Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05) entre tiempos desde la aplicación. Ref: ND= no detectado (LD = 0,006 µg/g), <LC menor al Límite de Cuantificación (LC = 0,012 µg/g).

Figura 1. Nivel de residuos (rojo) y porcentaje de desaparición de residuos (azul) de pirimifós-metil en granos de maíz almacenados a los 2, 30, 60, 90 y 120 días tras la aplicación.


www.revistagranos.com Figura 2. Tasa de disipación diaria (cuadrados blancos) y nivel de residuos (cuadrados negros) de pirimifos-metil en granos de maíz almacenados a los 2, 30, 60, 90 y 120 días tras la aplicación.

Durante el período de 2 a 30 días y de 30 a 60 días se encontraron valores de TDD más altos, coincidiendo con la “fase de degradación”, siendo de 0,056 μg.g-1/día y 0,067 μg.g-1/día respectivamente. Los valores disminuyeron a medida que transcurrió el tiempo desde la aplicación, siendo de 0,027 μg.g-1/día entre los 60 y 90 días y de 0,024 μg.g-1/día entre los 90 y 120 días, considerando estos como la “fase de persistencia”. En otros estudios en muestras de granos de maíz y alimentos obtenidas en mercado los residuos de pirimifós-metil fueron los más frecuentes, lo que puede deberse a

la gran cantidad de aplicaciones en postcosecha, y si bien, los niveles encontrados no excedían los LMR, es importante considerar que pueden ser dañinos por el “efecto cóctel” de varios plaguicidas en el cuerpo, en el cuál pequeñas cantidades acumuladas de estos contaminantes pueden potenciar sus efectos adversos sobre la salud debido a fenómenos combinados de adición o sinergismo (González Curbelo et al., 2012; Ogah and Coker, 2012). 2.2. Residuos de diclorvós El insecticida diclorvós también pertenece al grupo químico de los organofosforados, posee una alta tensión de vapor lo que le otorga la capacidad de eliminar rápidamente a los insectos por acción inhalatoria, haciéndolo apropiado para su uso en lugares cerrados, sin embargo, debido a esta propiedad tiene poca persistencia, concediendo a los granos almacenados un período de protección de 15 días. Según las recomendaciones para su uso, el período de carencia se establece entre 20 y 30 días desde la aplicación siendo de 20 días para la dosis menor de 10 cm3/Tn y 30 días para 20 cm3/ Tn, dosis utilizada en el presente estudio (Novo et al., 2014). Los niveles iniciales de residuos encontrados a los dos días de la aplicación son menores al depósito teórico esperado de 20 g/Tn, lo cual podría relacionarse a la alta volatilidad de este principio activo (Tabla 3 y Figuras 3 y 4).


Control de Plagas Tabla 3. Dinámica de disipación de residuos de diclorvós aplicado durante el almacenamiento de granos de maíz durante un período de 120 días desde la aplicación (LMR SENASA= 5 µg/g)

*Valores de media ± desvío estándar de tres repeticiones por tratamiento (µg/g). **Porcentaje de desaparición de residuos respecto a los residuos iniciales a los 2 días (100% de los residuos). ***Corresponde a la diferencia en los niveles de residuos entre mediciones consecutivas dividido el total de días transcurridos (µg.g-1/día). 1Medias con una letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05) entre tiempos desde la aplicación. Ref: ND= no detectado (LD = 0,003 µg/g), <LC menor al Límite de Cuantificación (LC = 0,006 µg/g).

Figura 3. Nivel de residuos (rojo) y porcentaje de desaparición de residuos (azul) de diclorvós en granos de maíz almacenados a los 2, 30, 60, 90 y 120 días tras la aplicación.

Figura 4. Tasa de disipación diaria (cuadrados blancos) y nivel de residuos (cuadrados negros) de diclorvos en granos de maíz almacenados a los 2, 30, 60, 90 y 120 días tras la aplicación.

Los residuos de diclorvós en granos de maíz superaron el LMR establecido por SENASA y Codex alimentarius (5 μg/g) a los 2 días desde la aplicación, encontrándose diferencias significativas (p <0,05) en los niveles de residuos a los 2, 30, 60 y 90 días. Los valores disminuyeron por debajo de este LMR a los 30 días desde la aplicación con lo cual estos granos cumplirían con la reglamentación de SENASA una vez transcurrido el período de carencia de 30 días (Fig. 4). Sin embargo si comparamos estos valores con el LMR establecido para la UE en 0,01 μg/g, considerando la TDD, deberían transcurrir más de 90 días para alcanzar un valor adecuado de residuos, lo cual es importante cuando los granos se destinan a la exportación a dicho mercado. Los valores de residuos encontrados a los 120 días se encontraron por debajo del Límite de Cuantificación del método (0,006 μg/g) (Figura 4). En estudios anteriores, realizados por los autores, se han reportado niveles de residuos de diclorvós en muestras de ensayos experimentales en maíz, por debajo del LMR a los 60 y 90 días desde la aplicación, confirmándose la influencia de los días de almacenamiento sobre el nivel de residuos (Strada et al., 2012). En estudios realizados en trigo se han 44 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

obtenido resultados similares con niveles de residuos aceptables en condiciones de almacenamiento a 25°C y 12% de humedad de los granos (Elms et al., 1972) y residuos menores a 5 ppm a los 7 días y niveles no detectables tras 30 días de almacenamiento (Cogburn and Simonaitis, 1975;). Sin embargo estos estudios son antiguos y no deberían utilizarse como una referencia actual debido al gran avance en materia analítica en la determinación de residuos de plaguicidas y la mayor exigencia en los estándares de inocuidad alrededor del mundo. Los porcentajes de desaparición de residuos fueron del 68% a los 30 días, 95,9% a los 60 días, 99,8% a los 90 días y 100% a los 120 días desde la aplicación (Figura 4), lo cual concuerda con estudios previos que revelan una disminución de los residuos de diclorvós del 96% entre los 60 días y 90 días (Strada et al., 2012). La TDD de los residuos fue mayor entre los 2 y 30 días siendo de 0,225 μg.g-1/día considerada la “fase de degradación” y disminuyó a medida que transcurrió el tiempo desde la aplicación, siendo de 0,086 μg.g-1/día entre los 30 y 60 días, de 0,012 μg.g-1/día entre los 60 y 90 días y de 0,01 μg.g-1/día entre los 90 y 120 días siendo la “fase de persistencia”. La vida media reportada para diclorvós en trigo es de 2 semanas en condiciones de almacenamiento con una temperatura de 30°C y 50% de humedad relativa (Desmarchelier citado por Holland, 1994). En este estudio, utilizando la TDD máxima la vida media calculada fue de 20 días. Si bien en el presente estudio los niveles de residuos fueron aceptables una vez transcurrido el período de carencia, en estudios de monitoreo en otros países realizados por Ogah y Coker (2012), se han detectado residuos de diclorvós en un 37 % de las muestras de maíz comercial y el 4% de estas excedían el LMR establecido (de 2 mg/kg para el estudio en cuestión), por lo cual estos alimentos estarían adulterados ya que contenían cantidades ilegales de residuos, lo cual puede ser debido a un abuso en la aplicación de estos insecticidas y producir problemas de comercio internacional considerando el estándar de cada país. El “período de carencia teórico o intervalo de seguridad” en este estudio experimental para granos de maíz, considerando la TDD calculada entre los 2 y 30 días (0,225 μg.g-1/día), sería de 19 días desde la aplicación para llegar al LMR de 5 μg/g coincidiendo


Se realizará en el Hotel Sheraton de Mar del Plata la edición 2015 de A Todo Trigo y Cultivos de invierno los días 29 y 30 de Abril. Para más información www.acopiadores.com

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Control de Plagas con lo establecido como período de carencia (20 a 30 días) de acuerdo a lo establecido en las “Buenas Prácticas agrícolas de aplicación” y los LMR para Argentina, sin embargo según lo anteriormente discutido es necesario considerar los estándares de inocuidad requeridos por otros países si las partidas de granos se destinarán a la exportación. CONCLUSIONES • Para mantenerse dentro de los LMR exigidos por la legislación Argentina, las aplicaciones de insecticidas en granos almacenados deben realizarse siempre considerando las recomendaciones para su uso. Los niveles de residuos de los principios activos estudiados siguen una dinámica de disipación en la cuál a medida que transcurre el tiempo desde la aplicación los niveles de residuos disminuyen. Los porcentajes de desaparición de residuos y las TDD fueron variables entre los principios activos en estudio. • Las aplicaciones de pirimifós-metil en granos de maíz para el control de plagas en granos almacenados, en la dosis recomendada para el máximo período de protección, no generan en los granos residuos por encima del LMR establecido por SENASA a las 48 horas desde la aplicación tras lo cual se considera cumplido el período de espera mínimo para el consumo. También cumplirían con los límites establecidos para los EUA y Codex alimentarius, superando el valor reglamentario para la UE en el cuál el período de carencia teórico sería de 4 días.

• Las aplicaciones de diclorvós en granos de maíz para el control de plagas en granos almacenados, respetando las dosis indicadas, disipan en forma adecuada alcanzando valores menores al LMR establecido por SENASA una vez transcurrido el período de carencia recomendado de 30 días. Sin embargo si se consideran los LMR establecidos para la UE en 0,01 μg/g los residuos se encontrarían sobre este nivel máximo permitido hasta 90 días en los granos de maíz para la dosis máxima recomendada en nuestro país de 20 cm3/Tn de granos. AGRADECIMIENTOS Estos estudios fueron realizados gracias al aporte del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria a través de sus proyectos PNCER 023531 y PNCyO 1127022.

Fernández Palma, Ferreccio, Rossi, Arias 46 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015


Girasol La cosecha está prácticamente concluida en el norte argentino con rindes superiores a los históricos. En el resto del país, el estado del cultivo va de bueno a excelente. La inestabilidad del precio del petróleo y de la paridad dólar-euro desconciertan a la demanda en los mercados mundiales. Los precios de los commodities caen notablemente. Este fenómeno, que era más claro para los aceites de soja y palma, terminó afectando también al girasol por lo cual, a nivel local, en los últimos 20 días los valores del grano cayeron aproximadamente unos 35 U$S/Tn.

Por Todos Lados Precios en Baja Por: Lic. Jorge Ingaramo | Economista | ASAGIR

El informe de la Bolsa de Cereales del 12 de febrero revela que se ha cosechado un 17% de área apta con 19,2 qq/ha de rendimiento, con un progreso inter-semanal de 1,8 puntos porcentuales y con un retraso de 6 puntos respecto del año anterior. La institución mantiene su proyección de 2,4 millones de toneladas para el total nacional (100.000 toneladas menos que el USDA). En Chaco, la cosecha ya terminó con un rinde de 19 qq/ ha, muy por encima de los qq/ha 11,5 del año anterior. Por su parte, en el centro norte de Santa Fe resta cosechar lotes en la zona de Tostado por falta de piso. Aun así, se avanzó en un 95% con un rendimiento de qq/ha 19,2. En las zonas núcleo -Norte y Sur- así como en el sur de Córdoba y en el centro -este de Entre Ríos-, los avances abarcan un rango de 35 a 25 puntos porcentuales. En la zona núcleo hay rendimientos de qq/ha 26 a 35, mientras que en el sur de Córdoba y en Entre Ríos lo rindes son de qq/ha 19,5. Es una pena que las mencionadas zonas no pasen en total de las 13.000 hectáreas. Así, lo cosechado a nivel nacional, asciende a algo menos de 413.000 toneladas. En el Norte de La Pampa -oeste de Buenos Aires- se estima que los cultivos se encuentran entre la madurez fisiológica y el llenado de granos. Las trillas comenzarán en los próximos 15 días y las condiciones ambientales permiten esperar rindes superiores a los históricos. En el centro de Buenos Aires y en la cuenca del Salado, los cultivos atraviesan diversas fases debido a disímiles fechas de siembra. También aquí las condiciones hídricas y sanitarias son muy buenas. Los sembradíos del sudeste y sudoeste de Buenos Aires

y sur de La Pampa, se encuentran en estadios reproductivos entre principios de llenado de grano y madurez fisiológica. La condición de los cultivos es buena aunque los perfiles hídricos serían apenas regulares en el sudeste. El estado sanitario es muy bueno y se realizan aplicaciones para el control de lepidópteros y chinche diminuta. En los primeros días de marzo comenzará la trilla y se esperan rindes superiores a los históricos.

Lic. Jorge Ingaramo | ingaramovan@arnet.com.ar GRANOS | www.consulgran.com |47


Girasol

El informe del USDA de febrero En la comparación con el Informe de enero se destacan las siguientes modificaciones: • Hay un aumento leve de 1,1 M de Tn en la molienda de las 7 principales semillas oleaginosas. Es atribuido principalmente al crecimiento de 2 M de Tn en el crushing de soja, que es sólo parcialmente compensado por disminuciones menores para los casos de algodón y canola. Esto produce una reducción de 1,5 M de Tn en los stocks finales de grano, una vez más imputables a menores existencias de soja. • La producción de los 9 principales aceites no se modifica con respecto a enero, aunque hay una suba del 0,6% en el de soja y una baja de la misma magnitud en el de palma. Los stocks finales caen 2,7% ya que el aumento del 4,7% en las existencias de aceite de soja es más que compensado por una merma del 7,6% en el de palma. Entre enero y febrero la relación stocks-consumo para el conjunto de los aceites baja del 10,4 al 10,2%. En la comparación con la campaña anterior surge que la producción de las principales semillas crecerá 5,5% mientras que el consumo lo hará apenas al 3,3%. Por ende, las importaciones subirán sólo 1,3% y se acumulará un 28,2% adicional de stocks finales que, para las 7 principales semillas, pasarán de 80,5 a 103,2 M de Tn. En el caso de la semilla de girasol la menor producción (7,1%) se traducirá en una caída del 17% en los stocks finales, disminución muy superior al 3,7% en que se reduce el crushing. Mientras que para el total de oleaginosas la relación stock-consumo crece del 19,2 al 23,9% entre ambas campañas, en el caso de la semilla de girasol baja del 8,6 al 7,4%. La producción de los 9 principales aceites crecerá 2,8% y el consumo lo hará al 4,7%, lo que requerirá de una suba del 2,2% en las exportaciones. Se digerirán stocks por el 2,7% y la relación entre existencias y consumo bajará del 10,9 al 10,2%. 48 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

Para el caso del aceite de girasol la producción caerá 3,6%, en tanto que el consumo subirá 2,1%. Pese a la baja del 5,6% en las importaciones se producirá una importante digestión de stocks (16% de merma). Así, la relación de existencias a consumo caerá para nuestro aceite del 13,5 al 11,1%. El USDA proyecta que en la Argentina se producirán 2,5 M de Tn de girasol y 1,06 de su aceite. Ambas cifras son similares a las pronosticadas en enero. Las producciones de nuestros tres competidores del hemisferio norte se modifican en relación a enero: 2,6% se reduciría en Rusia; en tanto que crecerían 2 en Ucrania y 2,2% en la Unión Europea. Para Rusia y Ucrania, las caídas interanuales son del 17 y el 12% respectivamente; mientras que la Unión Europea aumenta su oferta en 2%. El conjunto de los tres competidores producirá apenas 28 M de Tn con una baja de 3,03 M de Tn, o sea un 9,7% en comparación con 2014. Sigue postulando el USDA que la Argentina aumentará 7% sus ventas externas de aceite al pasar de 350.000 a 375.000 toneladas. Esto aumenta el share en el comercio mundial de 4,8 a 5,6%. Precios y mercados El INDEC, en su publicación de enero “Intercambio Comercial Argentino”, presenta la evolución -en dólares- de las ventas externas del complejo. Comparando 2014 con 2013, mientras las exportaciones totales del país caían 12%, las de nuestra cadena lo hacían en un 28% pasando de MU$S 711 a sólo 512. La cadena tenía una significación del 0,87% de las exportaciones totales (2013) y pasó a apenas el 0,71%. La publicación permite determinar que se exportaron MU$S 306; 92 y 114 de aceite, pellets y semilla de girasol respectivamente, con caídas interanuales del 32; 25 y 18%. La economía mundial está afectada por la altísima volatilidad generada por la precipitada baja del precio del petróleo y el derrumbe del euro, lo que implica el fortalecimiento del dólar y, por consiguiente, un perjuicio a los valores de los commodities que se transan en dicha moneda.


www.revistagranos.com Como se sabe, en los últimos días, hubo un pequeño repunte tanto del barril WTI como del euro luego de la sobreactuación inicial de los fondos especulativos pero nadie sabe cómo terminará esta película. Lo cierto es que la volatilidad demora los contratos por el lado de la demanda ya que cuando se producen movimientos bruscos la precaución es lo que domina. El petróleo, luego de tocar un piso de U$S 44,3, subió durante varios días hasta superar los U$S 50. Al cierre del 12 de febrero alcanzaba un valor de U$S 49,86 (clara volatilidad). La paridad dólar-euro se mantuvo (de enero a julio de 2014) entre 1,35 y 1,395. Desde entonces se precipitó hasta un mínimo de U$S/€ 1,12 el 23 de enero y luego comenzó a mejorar hasta el actual 1,133. Considerando el valor de los aceites en Rotterdam, promedio mensual de contratos en firme, bajaron en enero con relación a diciembre: 5; 4; 2 y 1% para los aceites de canola, girasol, soja y palma respectivamente. Si la comparación de promedios para enero considera como base el mismo mes de 2014, la baja para el de girasol es del 9%. Muy inferior al 19; 15 y 13% de los aceites de canola, soja y palma respectivamente. Al cierre del 12 de febrero, el aceite de girasol cotiza U$S/Tn 805 en Rotterdam (unos 72 dólares menos que en diciembre) para los contratos de febrero-marzo de 2015 y

U$S/Tn 827,5 para los de julio a setiembre del corriente año. Con respecto al aceite de soja, presenta una prima del 3,8% que se va ampliando hasta el 10,8% en julio. Considerando el de canola, nuestro aceite también tiene primas de 8,1 y 9,6% para febrero y julio respectivamente. El MINAGRI publicó precios FOB de U$S/Tn 718 y 850 al 11 de febrero, para los aceites de soja y girasol con caídas interanuales de 17 y 5,5 % respectivamente. Según el MINAGRI en los puertos del sur bonaerense se pagaron el 11 de febrero $/Tn 1.900 (U$S/Tn 221,5) y en Bahía Blanca se ofrecen U$S/Tn 235 por girasol-marzo. Compulsas efectuadas por ASAGIR (12/02) revelan U$S/ Tn 240 en Gral. Deheza disponible como para futuro. También se ofrecen $/Tn 2.000; puesto en Rosario (U$S 233 al tipo de cambio comprador Banco Nación). Los valores eran de U$S 275 hace sólo 20 días.

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La ralidade vista por Manfredi

No Se Trata de Criticar por Criticar, pero ¿Ahora Qué? Por: Gustavo Andrés Manfredi

¿Mayor productividad?...Uno imagina que si el sector agrícola va a consumir más cantidad de fertilizantes a pesar de la crisis económica será para potenciar el crecimiento y una mayor producción de granos y derivados, pero en la práctica no es tan así. Resulta que la cuestión también obedece en gran parte a menores rindes en la zona núcleo por un evidente agotamiento en proceso lento pero contundente del recurso suelo. Un claro ejemplo es la harina de soja con menor proteína lo cual es castigado en el precio internacional y que está preocupando seriamente al complejo agro exportador. Pero ¿Por qué ocurre esto? Nos preguntamos. Hay varias respuestas y razones para analizar; en el contexto inmediato aflora la situación financiera del productor o empresario agropecuario. Es que las políticas intervencionistas del estado mal administrador hicieron lo suyo durante esta década robada. Si, se le robó al campo que es el sector primario de este círculo virtuoso más que lo que pudo aguantar y así de esta forma las cadenas de valor se fueron afinando hasta perder la conductividad y perderse. Por ejemplo el caso de los frigoríficos con más de 138 establecimientos cerrados y 25 mil trabajadores despedidos en el transcurso de este despreciable tiempo político que tiene que vivir un país tan rico en potencial que da pena muchas veces al describir la coyuntura. Hacer soja y darle manija al monocultivo responde en gran parte al nudo del problema. Es que rotar es perder dinero. El trigo por ejemplo sigue siendo la variable de ajuste que este gobierno se empecina en arruinar y lograr “beneficios mediáticos” que son solo anuncios. En la práctica solo queda relegado en un precio lleno a un grupete de adictos y amiguitos a la ideología o solamente un cupo muy limitado lleno de filtros, disposiciones y formularios de una interminable burocracia del papelón. Como se sabe el maíz forma parte de esa rotación indispensable para aplacar el impacto del monocultivo sojero, pero…su costo de implantación supera cualquier presupuesto flaco y además su precio está sometido fuertemente a las tendencias de mercadeo internacional sin contar además de las retenciones que debe pagar y toda la maquinaria estatal del “no se puede”. Ni hablar entonces del resto. Es soja o soja. Hasta en el 50 | GRANOS | Febrero / Marzo 2015

tambo –sector en permanente crisis si los hay- tienen que destinar parte del campo con soja para ayudarse a pagar las cuentas y ponerle plata al rodeo para no cerrar el ordeñe. Armar un tambo lleva años. Cerrarlo apenas unos días… Hoy se sabe que en la provincia de Buenos Aires el presupuesto vial viene con recortes. Desde que asumió la actual administración de Daniel Scioli el mismo se redujo en un 50%. Así que habrá que olvidarse de aquel camino de ensueños donde se podía entrar los insumos al campo y sacar la producción a pleno. Ya no. Tal vez con algún dron gigante se pueda en el futuro, pero ni ahí en estos tiempos de furia. ¿Y por casa como andamos? Natalio Alberto Nisman. De aquí en más será un mártir en la historia reciente de nuestro país. La mega causa AMIA es un duelo eterno que no se puede cerrar así nomás. La corrupción mata. Y el ciudadano común ya está harto de tanta insignificancia y ninguneo al quebranto de las instituciones de la república. Las PASO serán el comienzo legal y formal del fin de ciclo y apertura a una nueva Argentina que todos debemos apoyar. La centro derecha encabezada por Mauricio Macri-Ernesto Sanz se posiciona fuertemente en el sector agroindustrial y el campo apoya expectante a los candidatos que asuman el compromiso de potenciar al sector que históricamente viene soportando la carga más pesada: “Alimentar a un país que quiere dejar el subdesarrollo en un pasado lejano y aventurarse al desafío de crecer en un mañana venturoso y en paz”. Termine, el resto depende de usted.

Gustavo Andrés Manfredi | agronomomanfredi@gmail.com


Diplomatura

Diplomatura en Buenas Prácticas Aplicadas a Granos Almacenados Organiza: Departamento de Extensión Facultad de Química de UCEL (Universidad del Centro Educativo Latinoamericano). Objetivo: Brindar herramientas y conocimientos en evaluación de riesgos, inocuidad y calidad alimentaria, seguridad y salud ocupacional y medio ambiente, aplicados a los granos almacenados. Destinatarios: profesionales relacionados con el almacenamiento de granos, personal jerárquico de empresas que desarrollan la actividad; profesionales relacionados con inocuidad y calidad de mercadería en acopios. CONTENIDOS: Módulo 1: SISTEMAS DE GESTIÓN. Módulo 2: HACCP, ISO 22.000 y FSSC 22000 Módulo 3: GMP, GPM Plus Módulo 4: SEGURIDAD Y SALUD OCUPACIONAL - OSHAS 18.001 Módulo 5: MEDIO AMBIENTE DEL ACOPIO - ISO 14.001

Módulo 6: BUENAS PRÁCTICAS APLICADAS A GRANOS ALMACENADOS Módulo 7: INSECTOS Módulo 8: CONTROL DE VECTORES Módulo 9: CONTROL BIOLÓGICO DE GRANOS Módulo 10: BIOCOMBUSTIBLES Módulo 11: MEJORA CONTINUA APLICADA AL ACOPIO Módulo 12: RRHH: EL ACOPIO Y LOS SISTEMA DE GESTIÓN Módulo 13: TALLER INTEGRADOR FINAL Inicio de actividades: Abril de 2015. Lugar, día y horario de cursado: Bolsa de Comercio de Rosario- Paraguay 777: 4to piso, los lunes de 18:00 a 22:00 Hs. Informes e inscripción hasta el 27/03/2015: APOSGRAN – Paraguay 777 piso 4º - Rosario – Santa Fe (0341) – 421-3471 / 78 Int. 2265 – aposgran@bcr.com.ar

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Utilísimas Aplicación en Android – Calidad de Granos Me llamo Esteban Pucci, soy de Pergamino, Prov. De Buenos Aires. Vivo en la ciudad de Rosario desde el año 2011. Soy clasificador de Cereales y oleaginosas y actualmente estoy cursando la carrera de Agronegocios. Siempre me ha gustado la tecnología y en éste último tiempo me he estado dedicando a aprender cómo desarrollar aplicaciones para dispositivos móviles, más específicamente en Android. No soy desarrollador sino más bien un aficionado con muchas ganas de aprender más sobre el tema. Mi intención es, a futuro, poder realizar más aplicaciones que estén relacionadas con las diferentes etapas de la producción y comercialización agropecuaria de nuestro país. Estoy convencido que este tipo de herramientas facilitan la labor dentro del rubro y fomentan la educación. En cuanto a la aplicación ‘Calidad de Granos’ es una herramienta destinada a aquellas personas que trabajan en los eslabones de la cadena agroalimentaria posteriores a la cosecha. Ésta aplicación resultará útil también a quienes se encuentren formándo en una carrera afín como herramienta de consulta rápida. Dentro de la aplicación encontrarán las normas vigentes del ‘Manual de Calidad, Muestreo y Metodología para Cereales, Oleaginosas y Subproductos’ actualmente en vigencia: Trigo Pan, Trigo Plata, Trigo Fideo, Trigo Blando, Trigo Forrajero, Soja, Girasol, Girasol Descascarado, Maíz, Maíz Flint, Sorgo Granifero, Cebada Cervecera, Cebada Forrajera, Avena, Lino, Cártamo, Centeno, Colza, Canola, Mijo, Alpiste, Arroz Cáscara, Subproductos de Oleaginosas, Pellets de Afrechillo, Maní en caja, Maní confitería, Maní Selección, Maní Aceitera, Poroto Blanco (Oval y Alubia), Poroto Distinto a Blanco Oval y/o Alubia. Por último, dentro de aplicación encontrarán una sección de contacto. Todas las sugerencias son siempre bienvenidas. Espero que les resulte útil. http://goo.gl/jUjKSz estebanpucci@gmail.com

Nidera Semillas certificó la norma ISO 9001 La calidad es el resultado del compromiso y profesionalismo de todas las áreas que integran el proceso de producción de semillas. Y aunque los clientes de la compañía vienen gozando de sus beneficios desde hace largo tiempo, siempre es bueno contar con nuevos avales internacionales. Esto ocurrió recientemente en Nidera, que acaba de certificar la Norma ISO 9001 para su Sistema de Gestión de la Calidad de su división Semillas en la totalidad de las Plantas que tienen en la Argentina para los cultivos de maíz, girasol, soja, trigo, cebada y sorgo. “La importancia de esta norma radica en que brinda nuevas herramientas a todas las instancias de la producción para continuar perfeccionando un sistema de mejora continua”, explica el ingeniero Sebastián Bravo, gerente del Departamento de Aseguramiento y Control de la Calidad de Nidera. El alcance de la certificación lograda por Nidera comprende a todo el Departamento de Aseguramiento y Control de la Calidad: a las actividades de laboratorio, de calidad genética, calidad de procesos, calidad de semilla padre, calidad del sistema de mutiplicadores y sus procesos conexos, como compras, recursos humanos, logística y mantenimiento. “Es una norma que está enfocada en brindar satisfacción a los clientes –explica Bravo-, que ahora además de contar con un seguimiento pormenorizado, comparable y medible, tendrán el marco que ofrece una norma internacional para analizar estos procesos”. El gerente de Nidera que atiende los aspectos ligados a la calidad resume el funcionamiento de la certificación afirmando que “la norma audita transversalmente todos nuestros procesos donde se asegura y genera la calidad, relevando el cumplimiento de los procedimientos y evaluando nuestra fortaleza operativa”.

Fe de erratas En la edición Nº 102 de Octubre/Noviembre de 2014, en la página 14, en la foto superior de la columna derecha, el epígrafe debe decir “Lic. Ignacio Clancy (Bolsa de Cereales de Buenos Aires)”.

GRÃOS BRASIL da Semente ao Consumo Ya está disponible la última edición de la revista Grãos Brasil: Aireación - Calidad- TAS - Control de Plagas - Mercado de Granos - Processamiento de Granos Almacenados y varias notas más. Para suscribirse consulte: consulgran@gmail.com gerencia@graosbrasil.com.br

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