GUIA PARA MEJORAR TU SALUD Y LA DEL PLANETA

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Para evitar las tentaciones, cuando salgamos a comprar ropa conviene hacerlo con un plan, como por ejemplo, elaborar antes de salir de casa una lista de las prendas que de verdad nos hacen falta, disponiendo luego de más tiempo para probarnos los modelos que de verdad nos sientan bien y pensar en los colores que combinan con el resto de nuestro vestuario. De esta manera ahorraremos tiempo, dinero y recursos naturales. Por otra parte, si adquirimos un estilo personal que no esté fuera de moda a los pocos meses, hará mucho más por nuestra imagen que vestir igual que la mayoría, diferenciándonos del resto. También conviene pensar en si las prendas nos servirán después de su vida útil, ya sea como trapos para la limpieza o como material para crear de forma artesanal, objetos útiles o de arte reciclado. Cualquier destino de reutilización será mejor que el contenedor, existiendo siempre el solidario recurso de regalarlas, si no están muy estropeadas, a personas u organizaciones que recogen ropa usada para quienes no pueden comprarlas. Lo importante es que sea cual sea la prenda elegida, debemos comprometernos a cuidarla durante el mayor tiempo posible. Trataremos de no exponerla a riesgos que puedan estropearla, como mancharlas de grasa en la cocina, de pintura u otras sustancias en los pequeños arreglos caseros, desgarrarlas jugando con animales o romperlas haciendo deporte. Para ello, deberíamos tener prendas resistentes reservadas para tales usos. Otro aspecto loable sería el que las arreglemos cuando sea necesario o reconvertirlas en otras prendas. Para ello, si nosotros no sabemos, siempre están los sastres y costureras de barrio que están deseando reparar los daños, adaptarlas a nuevas tallas o reconvertirlas en nuevas prendas. El lavado es la principal amenaza para la integridad de cualquier prenda. Requiere mucha agua, energía y detergentes que perjudican el medio ambiente, teniendo en cuenta que si no se trabaja en el campo o en un taller, en muchos casos bastaría con un enjuague rápido o simplemente airear la prenda. Cuando de verdad haga falta el paso por la lavadora, esperaremos a que la carga sea completa, programaremos la temperatura mínima y utilizaremos la mitad de la cantidad de detergente (ecológico a ser posible) recomendada por el fabricante, o la “eco-bola de lavar”, que prácticamente no necesita detergente. En el caso de que la suciedad sea difícil de 52


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