GUIA PARA MEJORAR TU SALUD Y LA DEL PLANETA

Page 21

responsabilidad no es nuestra, pues el sistema capitalista actual está pensado para que no reflexionemos sobre ello. No obstante, en última instancia si que tenemos nuestra cuota de responsabilidad, sobre todo cuando conocemos la realidad y las consecuencias de nuestra forma de consumir. Realmente lo que necesitamos es recibir información eficiente, real y clara, sin que haya ocultación ni distracción por parte de los medios de comunicación, haciendo caso omiso al bombardeo de publicidad, para finalmente poder realizar elecciones acertadas a la hora de consumir. Daniel Goleman, autor de “Inteligencia ecológica”, afirma que para que ésta sea posible, es necesario integrar el impacto ecológico en el diseño de la producción industrializada, así como ofrecer información transparente a los ciudadanos. En este sentido, considera esencial el desarrollo de la ecología industrial, una disciplina científica que se inició a finales de los años 90 en el ámbito universitario. Para los nuevos expertos en ecología industrial, las empresas son pequeños ecosistemas interrelacionados que deben integrarse en los ecosistemas naturales y sociales que los acogen. El principal objetivo es cerrar el ciclo de los materiales, reduciendo a nivel cero de residuos los procesos industriales mediante su minimización y reutilización, buscándose la mayor eficiencia de dichos procesos. Es el único camino que pueden y deben seguir las industrias para colaborar en la sostenibilidad de la sociedad y el planeta. Actualmente en España se forman técnicos en ecología industrial sólo en la Universidad Politécnica de Cataluña y en la Universidad Autónoma de Barcelona. En consecuencia es una ciencia con futuro, pero actualmente en pañales y con un efecto real escaso. Por el momento, los ciudadanos no se pueden fiar de los productos que se encuentran en el mercado y tienen que hacer el esfuerzo de informarse, comparar y elegir. Las etiquetas ecológicas son de gran ayuda en este sentido, aunque no son oficiales ni tampoco fiables en todos los casos. El aval ecológico alimentario está apoyado por leyes y se encuentra bien asentado en el mercado, pero en otros ámbitos, como por ejemplo en el sector textil, falta claridad, control y rigor. Un producto puede llevar la etiqueta “verde” y seguir siendo contaminante, poco eficiente o dejar una gran huella ambiental. Por tanto no nos contentemos con leer el calificativo “verde” o “ecológico” en la etiqueta de un producto, porque en muchos casos su presencia, aunque bienintencionada, se debe a una estrategia comercial por considerar que un producto es 21


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.