Ficciorama 10

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MENTE

Catalogo de compras navideñas 2010 Juguetes para niños grandes y pequeños Libros de emovampiros y autoayuda Selección musical navideña • West end capítulo 4 Oración al divino santa • Agüero y bobería pregunta por nuestra ficcitarjeta de descuentos


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El derecho a la opinión es el derecho a la existencia de la opinión. El respeto por la opinión de otros consiste en defender su derecho a expresar lo que quieran, libres de interferencia y coacción; NO es respeto aceptar la validez de una opinión antes de que ésta sea demostrada. Afirmar el valor preconcebido de una idea que no se somete a prueba alguna es AUTOCOMPLACENCIA.

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Cosas interesantes: flickr.com/ photos/tommy_pariah/


Escrito e ilustrado por Ficciorama En vista de los avatares de la globalización, y para no perder lo poco que nos queda de identidad, he tomado lo mejor para crear la primera empresa líder en regalos y solicitudes navideñas puerta a puerta. Aclarado este asunto he de proceder con el motivo de estas líneas. Acordaos oh Divino Santa –para ser honesto hace mucho que no escribía una carta navideña (la ultima fue hace mas de 25 años) así que disculparas si cambio algunas notas – que dijiste a la venerable “todo lo que quieras pedir pídelo y nada te será negado” (ten presente, que antes solo eras Divino Niño s.a. y tu alcance era menor, ahora que tienes Amazon no podrás decir que no) lleno de confianza en Vos, que sois mas que la verdad, venimos reconociendo tus largos años de no respuesta (si te diste cuenta el contenido de mis cartas hacia un recuento de mi “buen” comportamiento, las “buenas” acciones que hice y mis nobles intenciones) ayúdanos a salir del camino del mal informativo para llevar una vida bieninformada, concédenos por los meritos infinitos (ser recompensado por tu buena voluntad con un buen juguete de Tonka para arriba) de vuestra reencarnación y vuestra infancia… perdón, por ahí no es. Nos entregamos a vos o

divino omnipotente seguros de que harás uso del correo electrónico y los portales de ventas, y así no será frustrada nuestra esperanza y de que en virtud de vuestra divina providencia (Master Card, Visa, American Express) acogeréis y despachareis favorablemente nuestra suplica (acordaté que siempre me enviabas “lápices de color”) ¿que carajos estabas pensando?, ¿qué quería ser colorista? bueno si en parte lo termine siendo, pero por la santísima trinidad del diseño, esta vez no te equivoqués con el obsequio. Amen. Pd: El asunto de las no respuestas a mis cartas me hacia suponer que tu sistema de correos con Adpostal era mala cosa (arcaico, además no contabas con tantos asistentes) lo que me llevaba a cuestionar por tu lugar de operaciones ¿dónde carajos esta el centro de operaciones del divino niño?, si Santa tiene el polo norte ¿el Divino tendría su base en la Antártida?, esa duda nunca se resolvió, esto debido a que la magia se rompió gracias a la mala actuación de tus emisarios, pues el día en que vi en el armario de mis padres los regalos, esto resulto en la conclusión mas desmoralizante para aquellos años, el Niño Dios no trae nada, solo firma las ordenes de compra y el mensajero resulto ser mi papa. Las cosas pasan.


Desde Octubre, los parlantes de buses, busetas y colectivos anuncian la ofensiva navideña. Su objetivo: fijar en la mente subliminales estribillos re-encauchados (como si uno nunca los hubiera oído antes) para así, por un instante, invitar al agotado trabajador, quien transita por las ahuecadas calles capitalinas, al mundo de la fantasía cumbiambera. Dicha fantasía nos lleva del insomnio de Pastor López hasta las rimas psicotrópicas del graduado Loco Quintero; cuyos cadenciosos ritmos son copiados, a modo de falso tributo, por insulsas bandas de críos con aires de nostalgia. Hasta cuando Divino Santa, hasta cuando.

Grabado en los estudios del Vaticano, la colección de The Essential se enorgullece en presentar, por primera vez, los inéditos cantos al divino niño interpretados por las Veleritas Milagrosas de Zutana, un canto a la alegría navideña para toda la familia.

Desde lo más profundo de las calles del Bronx capitalino, surge el gran cantautor y tenor Beto Cartuccelli. Su melodiosa voz de tarro unido a lo más sofisticado de la moderna ingeniería de sonido, crean piezas como: Allá en la 26, Boxer, Serenata Ramplonatta . Una autentica joya en bruto para deleitar la cena navideña

El fracasado grupo de cuerda San Nikolo, sin mayor excusa, crea una predecible pieza en honor a su contraparte, Krampus. Aunque destacan en el disco los acordes a cuatro manos ejecutados magistralmente, el resto es insípido y poco sorprendente.

Este año augura el exitoso y triunfal regreso de los Niños Cantores de Kasuka. El disco tiene los sencillos remasterizados Si no me querés, sabueso que hueso y Payasito chimplon. Pero la gran sorpresa es la inclusión de sus grabaciones inéditas de las busetas y los colectivos de Soacha.


E xcusa s par a no pensar Escrito e ilustrado por Cafemaco Ha llegado el fin de este disparejo 2010. Un año de sorpresas, cambios aparentes e ilusiones más o menos serias de progreso cierra la primera década de este nuevo siglo. Recuerdo ahora la retórica en boga a finales de la década pasada, cuando la impresión del fin de una era, reforzada por nuestra fascinación natural por los números redondos (en particular el irrelevante número 2000), nos dio el espectáculo risible de las supersticiones milenaristas, incontables profetillas, vaticinios huecos y un mar de babas con ruido; invenciones simplonas de fácil digestión para los medios y la masa en general. El furor del cambio de milenio se disipó, y muertos Neo, el Rap Metal y otras imposturas, avanzamos por el sendero de ésta supuesta nueva era con la prudencia de quien entiende —acaso inconscientemente— que las divisiones temporales en nuestra historia son subjetivas, parcializas y de carácter retroactivo. La cotidianidad pesa más que los sueños de cajón, por más complacientes que sean. La idea del cambio inmediato es, me atrevo a decir, una de nuestras ilusiones colectivas imperecederas. Ya sea la inminencia de un desastre natural, el cumplimiento de una profecía religiosa, o la proyección de nuestros anhelos íntimos, no podemos abandonar fácilmente el apego a esperanzas no siempre justificables, o la confianza en su validez y culminación.

La superstición es parte de nosotros, es el resultado de contar con un cerebro que busca información, que prefiere una teoría conspiratoria a la ausencia de una explicación. Domesticar nuestros impulsos supersticiosos requiere voluntad, tiempo y paciencia, bienes de intercambio escasos en esta temporada de recesión. Mucho más cuando las panaceas del mito social, el agüero y el cliché, en cantidades inagotables y siempre a nuestra disposición, nos invitan a renunciar a nuestra responsabilidad (y nuestro derecho) de pensar con claridad. Podrías acusarme, gentil lector, de construir un falso argumento en torno a la idea insulsa de criticar nimiedades de nuestra conducta y costumbres. Solo puedo responder que la superstición no está limitada a pequeños rituales y gimmicks, sino que es una contramarcha de la mente, la suspensión de nuestras facultades críticas a favor de la credulidad. No puedo creer que este fracaso humano no tenga consecuencias en la realidad. Es apenas natural querer estar tranquilos y satisfechos, pero la tendencia a leer el mundo con ojos autocomplacientes, a ver lo que queremos ver y no aceptar los hechos en sí mismos actúa en contra nuestra. El culto vano e inofensivo que fue la Obamanía ha dado paso a la queda desilusión de sus seguidores al descubrir en su líder a un burócrata pragmático pero fundamentalmente ineficaz. Más cerca de casa (aunque no del corazón), la farsa conformista del uribismo se resquebraja en medio de epifanías a medio cocer y acusaciones de te-lo-dije, reminiscentes de nuestros infelices comentaristas deportivos. Y en nuestra más reciente elección presidencial, la maquinaria política convencional se las arregló, con falacias bobas y más de un paso en falso del contrario, para aplastar a un opositor incauto y confiado, abanderado de una horda adolescente inclinada a proclamas fáciles de esperanza y cambio. Lo peor de Mockus Vs. Santos es que uno de los dos tenía que ganar. Ejemplos inmediatos de la esfera política, pero buenas muestras del efecto de la credulidad en la mente colectiva. Acostumbrarnos a los placebos mentales empeora el golpe de la desilusión y nos deja mal preparados para enfrentar la realidad. Es tradición el echar mano del tiempo y el descanso de la temporada de fin de año para reflexionar, considerar con calma el año que ya pasó y formular planes y resoluciones para el siguiente. No hay nada malo en esto, aunque la laxitud del ambiente degenera nuestro buen propósito y tiende a convertirlo en un listado de mentiritas optimistas, por sí solas una forma de superstición. Para variar un poco la norma, me propongo a mí mismo este plan navideño: recordarme que como pienso es más importante que lo que pienso, que la reflexión no es un gesto grandioso, sino un acto saludable para la mente, y que un poco de escepticismo aplicado a la vida práctica es un regalo que puedo darme todos los días.


El burro no la sabe amarrar La exitosa y reconocida doctora Zoila Lame C., nos presenta su mas reciente investigación, con un sublime tono feminista, que subvierte el orden mismo, y define la masculinidad como un aditamento insulso y poco comprometido, dándole un giro hacia el lado femenino del ser.

Una pulga en la La saga fiasco / inmensidad del mar Amanecida Los más prestigiosos presentadores de la tele colombiana pasan por el ojo de aguja del gran Anton Bronca Segura. Sin pelos en la lengua Segura nos ofrece un honesto conjunto de etnografías reveladoras de las intimidades de estos seres que son más que telepronter y polvo maquillador.

La best seller internacional, Atup Nimier, presenta para la temporada su primera entrega de la saga fiasco: Amanecida, en la que introduce el origen de los emovampiros ebrios y como deben luchar por el suministro de tequila, que esta en manos de los licántropos chupa güaro.

Ocho / Bolitas de caca Este dandi de la calle, gurú del boxer y califa del asfalto nos presenta sus mejores letanías al placer de rendir culto al trono de porcelana, manteniendo los límites en lo que llamara autocomplacencia contemplativa y como allí ocurre la verdadera iluminación que alguna vez buscó el mismo Siddartha.

cosas interesantes: flickr.com/ photos/purple_bottle/


Por Ficciorama

Te deseamos una feliz anti-navidad (en el buscador de Youtube escribe): The lobo paramilitary christmas special • the night santa went crazy


P o r

tu.tv/videos/south-park-8x14-latino Ya llegó la navidad / tiempo de felicidad / Para animales de cualquier tamaño / es navidad, una vez al año... —South Park, (Episodio 14, Temporada 8)

C a f e m a c o

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