16 obstinada muerte, / sueño de garza anochecido a plomo / que cambia sí de pie, mas no de sueño, / que cambia sí la imagen, / mas no la doncellez de su osadía” No sé, pero hallo en “Nostalgia de la muerte”, “Muerte sin fin” y “Morir Todavía” una feliz coincidencia, aunque nos parezca forzosa. Llamémosle intertextualidad, inconsciente literario o como querramos. Pero creo que estamos ante un fenómeno de la conciencia poética de cada autor. Unos en su tiempo, Villaurrutia y Goroztiza, y el otro, Rodríguez, en el suyo. viii Este último, con prematura hondura, empezó a ser universal por cantar lo humano, la muerte.