El pecado no es otra cosa que el rechazo del hombre al incondicional amor de Dios. Es parecido a lo que hace Pedrito.
En el Sacramento del Perdón nosotros nos damos cuenta del amor tan grande que Dios nos tiene.
Que nos quiere como hijos, sin condiciones. Que nos ha regalado a su propio hijo para hacernos como Él: hijos y capaces de amar sin condiciones.
Al darnos cuenta de todo ello, Nos miramos por dentro y nos damos cuenta de que
nosotros no nos parecemos al Padre Que no amamos Que nos enredamos en nuestras cosas Y no nos enteramos de que los que nos rodean nos necesitan para ser felices.
Y nos damos cuenta de que metemos la pata muchas veces con los más cercanos: esposo, esposa, hijos, padres, vecinos, amigos… Que hacemos daño a otros que están próximos: compañeros de trabajo, conocidos,…
Y cuånto bien dejamos de hacer por pereza y por desgana‌
Y Dios está deseando que nos demos cuenta de ello, para perdonarnos y darnos las fuerzas para empezar a parecernos más a Él. Y nos acompañará día a día en ese caminar. Y si, como es normal, volvemos a fallar, está esperando que lo reconozcamos para pedirle que nos ayude a volver a empezar.
Y nos pide que acudamos al Sacramento de La Reconciliaci贸n para mostrarnos su amor que es la energ铆a para empezar de nuevo.
¿Conocéis la historia de Zaqueo? ( Lc 19, 1-1) Bastó un encuentro con Jesús en su vida y él cambió por completo. En este encuentro, Zaqueo sintió que el amor de Jesús lo había perdonado.
PPS realizado por José Manuel Pérez Basado en el montaje de diapositivas de “ Y Pedrito se fue” Con imágenes recogidas en páginas de la web. 16 de marzo de 2010