DISCURSO III CONFERENCIA INTERNACIONAL DE LAS MUJERES GITANAS 24-25 DE OCTUBRE DE 2011 Buenos días, En primer lugar no puedo dejar pasar, lo que es un acto de cortesía y sobre todo de justicia, por eso quisiera aprovechar la ocasión para públicamente dar la gracias al Consejo de Europa, al Gobierno de España y al Instituto de Cultura por ese impulso y esa la visibilidad que hoy le estáis dando a las mujeres gitanas; y no porque pensemos que las mujeres gitanas queramos el mejor sitio, sino porque es de justicia histórica el deseo q tenemos las mujeres gitanas de dejar atrás el papel de actrices secundarias y ser protagonistas de nuestro propio desarrollo como persona y de nuestro propio futuro por eso creo y estoy convencida que es el momento de la Mujer Gitana. Mirad si es importante la participación social y política que en mi país en los últimos años, en los 30 años de democracia que llevamos, creo que el pueblo gitano hemos demostrado mucho a la sociedad, y creo que hemos evolucionado, y hemos avanzado el doble en la mitad de tiempo que la sociedad en general. Hoy aquí podemos ver los diferentes perfiles de mujeres gitanas que hace tan sólo hace 20 años era impensable, inimaginable que hubiera Gitanas Abogadas, Médicas, Políticas, Empresarias, hasta Fiscales; y hoy en día ya las hay. Por tanto estamos experimentando un desarrollo importante como Pueblo, seguimos dando muchas muestras de convivencia, de capacidad de influir en la cultura que nos rodea, sin renunciar a los valores de nuestra cultura, y también estamos dando muestra de ser un grupo que está luchando por incorporarse a la sociedad. Cada vez estamos dando muestras de que no nos vamos a resignar con el papel que algunos nos quieren otorgar permanentemente como la gente que estamos a la cola de la sociedad, y la gente que vivimos en el último de nuestros países. Pues estamos dando muestra que no nos resignamos, que no nos conformamos con que no otorguen ese fatal destino, y si eso lo estamos haciendo como grupo étnico, y si esto lo estamos haciendo como la minoría más importante de muchos países en el mundo y con total seguridad la minoría étnica más importante de toda Europa. Es un hecho incontestable q, dentro de nuestro pueblo la mujer gitana estamos avanzando el doble en la mitad de tiempo y somos la garantía de continuidad de nuestro derecho a nuestra propia diversidad cultural y por ende de nuestro pueblo.
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Y permitidme realizar algunas reflexiones en torno a un concepto que yo creo fundamental en la forma y en el modo de hacer las cosas. Ya lo dijo Voltaire: “Con la misma fuerza que rebato tus ideas lucharé por el derecho que tienes a mantenerlas y a exponerlas”. Y Parafraseando a Voltaire y en representación de la Federación de Mujeres Gitanas, Fakali, que me honro en presidir, quiero hacer un canto en honor a la igualdad especialmente a la igualdad que nos corresponde a todos los seres humanos, porque desde Fakali no creemos en la igualdad, si esta igualdad como gitanas, comienza excluyendo a los hombres. Creo que la construcción de la igualdad justamente empieza por la capacidad de nosotras como mujeres, de ser protagonistas exclusivas como mujeres y como gitanas, de nuestro presente y de nuestro futuro, sin que nadie se atreva a apartar nuestra voz y sin que esa voz nuestra, sea utilizada para excluir a nadie. Hoy estamos aquí para hablar de lo que yo considero una de las cosas más importantes por la que tenemos que apostar. Creo que estamos convencidas que las mujeres gitanas tenemos que dar esa proyección gitana hacia donde están los centros de poder. El fundamento de nuestro futuro está aquí, en las ganas de participar, ( y hoy es un ejemplo de ello) hay que tenerlo bien claro que es la única, creo yo, la única manera de ganarnos nuestro sitio en esta sociedad tan competitiva y tan depredadora , que es la política, los medios de comunicación, las universidades, las empresas y esto que estoy diciendo todavía en nuestros oídos y en nuestros pensamientos puede considerarse hasta como un lujo, un lujo que no está a nuestro alcance, porque si no hemos superado todavía la batalla de la educación todo esto se convierte en un círculo vicioso, porque si no estudias no tienes trabajo, y si no tienes trabajo es muy complicado pensar en la participación y en política, por lo tanto nos convierte en esclavas de un sistema dominante en el que deciden por nosotras y por nuestra gente, y además nos condenan a un fatal destino. Por eso siempre insisto en que las mujeres gitanas no nos resignamos ni no nos conformamos; pero tampoco podemos estar esperando que nos den el sitio. Y es verdad que esto de la participación es un LUJO muy necesario, y ese lujo ha hecho que las mujeres no gitanas, como otros sectores de la población, hayan desarrollado una auténtica revolución desde la que se ha producido un gran avance en el acceso a sus derechos y en el acceso a la igualdad; y ese reconocimiento que yo hago también a esas mujeres para eliminar las barreras del sistema patriarcal dominante bien demoledor y eficaz para tener a las mujeres fuera del circuito del saber y fuera del circuito del conocimiento, eso que tanto daño ha hecho al avance de los derechos fundamentales de las mujeres, pues eso que ellas han tenido bien claro que la incorporación de los derechos ha sido a través de esa participación política, que ha sido el camino con el que han roto esa esclavitud por ser mujer.
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Por eso digo que esto que nos parece un lujo es muy necesario para el futuro del pueblo gitano, muy especialmente para las mujeres gitanas, para que tengamos un futuro como pueblo, para que nuestra cultura y nuestra identidad no sea diluida en una sociedad capitalista, de consumo, de valores individualistas que además en medio de una crisis tan sangrienta y tan virulenta como la que estamos padeciendo, está haciendo trizas a las capas más vulnerables de nuestra población. Por lo tanto para nosotras este lujo, es un lujo necesario que tiene que estar a nuestro alcance. Y los gitanos y las gitanas que tengan claro este concepto tienen una obligación con su pueblo de que nuestra identidad y nuestro orgullo tiene que ser proyectado socialmente en estas sociedades democráticas, (aquí en la época de la dictadura franquista estaba prohibido reunirse, no existía participación social de nada y estaban coartados todos los derechos,)y ahora es por eso hay que poner en valor esa participación e incardinarla en todos los ámbitos de la sociedad. Hoy el 15M es una nueva forma, el otro día miles de personas en todo el mundo salieron a las calles; también hay muchos gitanos que estamos participando en ello, y esa es otra forma de hacer posible que nuestra voz se escuche. Sea desde donde sea, si nos sentimos orgullosas y respiramos como gitanas este compromiso y esta implicación se la debemos a nuestros antepasados y se la debemos a nuestro futuro. Hasta ahora estamos utilizando las organizaciones gitanas, unas mejor, otras peor, pero por lo menos tenemos ese mínimo de camino común que utilizamos como plataforma social para que nuestra voz se escuche. Claro que cuanto mejor trabaja una entidad social más fuerte y más nítida se escucha su voz, y esto nos ha servido en una primera etapa pero no nos podemos quedar aquí, tenemos que seguir avanzando. Ya no nos vale el discurso del victimismo que nos condena a ese fatal destino, y que nos provoca una bajada de autoestima como pueblo y como ciudadanas, porque la historia hay que recordarla para que no se olvide y para que no se cometan los mismos errores del pasado, pero el futuro no se construye mirando atrás, el futuro no se alcanza de cara vuelta hacia el pasado, porque sólo así se alcanza el rencor. Y hoy estamos contemplando de nuevo que nuestra historia está volviendo a recobrar los duros latigazos que estamos viendo en esta Europa tan democrática que presume de valores y de principios pegándole una patada a los derechos fundamentales de nuestra gente. Y lo único que me ocurre como joven gitana es que me hierve la sangre de tanta injusticia. Por eso tenemos que espabilarnos, hay que presionar a los poderes públicos y hay que decirle a la sociedad mayoritaria 3
que no sientan solidaridad con nosotros ni con nosotras, a nuestros gobernantes hay que decirles que no hay que sentir solidaridad, que con nuestro pueblo hay que hacer justicia, que para nosotras, la justicia es que hay que trabajar en contra del racismo, de esos estereotipos que nos condenan a estar en el último vagón de cola de nuestra sociedad. Que no podemos seguir siendo los grandes desconocidos y que nos siguen incluyendo entre las capas más deterioradas de nuestros países, pues nos negamos, nos negamos, porque ese no es nuestro papel y nos lo cuelgan las leyes antiguas, nos lo cuelga la prensa amarilla, nos lo cuelga el boca a boca; a la sociedad hay que decirle: sociedad solidaridad con nosotros no; y a nuestros gobiernos exigirles que hay que ponerse codo con codo a eliminar el racismo porque el racismo corroe las entrañas de nuestras sociedades y las pudre. Y No se pueden construir sociedades modernas dejando a la gente tirada en la cuneta. Aquí tenemos otro ejemplo, se gastan miles y miles de presupuestos menos de los que nosotros quisiéramos, se gastan fondos para mejorar la situación gitana y tan sólo una noticia de 5 segundos y va al traste con todos esos esfuerzos porque el poder que tienen las nuevas tecnologías, los medios de comunicación es tan aplastante el poder, que contra eso no te puedes sobreponer; y necesitamos mucha gente de nuestro lado, gente que crea no sólo por la causa gitana, sino gente que crea de verdad en la construcción de una sociedad verdaderamente democrática en la que todos puedan disfrutar de un mismo espacio común y cada uno aporte lo mejor de sí mismo y de su pueblo. Por eso los gitanos que tengan capacidad de influenciar no sólo nos vale con subir y ya está, que es muy valioso, sino que además estando en esos centros de poder, deben de sacar la bandera gitana, y los que estamos por detrás nos debemos de sentir orgullosos y orgullosas de los que están sacando esa pancarta, porque en la medida que podamos hacer esa comunión llegará el momento en el que la sociedad pensará que contra nosotros y nosotras no puede nadie, porque no habrá fisuras en nuestro pueblo. Pero no podemos coger el camino equivocado en esto que llamamos la participación social y política, el camino de los borregos no podemos tomarlo, y si nos tenemos que convertir en una china en el zapato de los partidos o del partido en el que uno está, entonces estaremos logrando tener mucha más fuerza y gozaremos de mucho más respeto. La causa no puede ser una mercancía porque así en lo único que nos convertiremos en mercenarios que compran y venden porque entonces nuestra causa nunca jamás hallará la justicia que se merece.
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Y como mujer gitana he de decir que nosotras que partimos desde muchas más distancias con respecto a la sociedad mayoritaria, hoy, mientras vemos a las mujeres no gitanas en mi país luchando para acceder a los consejos de administración de las grandes multinacionales, luchando por la paridad democrática, teniendo el mayor ejemplo con una ley de igualdad, de violencia de género….y las gitanas aún seguimos luchando para ir a las escuelas. Por ello, considero la necesidad de dedicar medidas específicas que aseguren un mayor nivel de incorporación de las mujeres gitanas a las escuelas, a la Universidad, al mercado laboral, a la política y a todas las esferas donde podamos llevar nuestra gitaneidad. Queremos contribuir al desarrollo de nuestra sociedad y NO nos resignamos a ser una carga sino que queremos consagrar el futuro de nuestra gente cada día sin renunciar al único patrimonio que hemos poseído que es nuestra cultura. Y quisiera ir finalizando, Que como mujer gitana nuestro papel en la participación política y social es un ejercicio de CIUDADANÍA de enorme valor porque ponemos un pedazo de dedo en toda la llaga, y porque además significa desde dentro y hacia afuera que las gitanas no le tenemos miedo a nada, y aquí hay muchas mujeres gitanas que habéis venido desde muchos países y desde diferentes continentes y estáis demostrando hoy mismo que contra nosotras no se puede, y si no pudieron contra nuestros antepasados, no van a poder ahora que estamos más y mejor preparadas. Y ese es el mensaje que creo que debemos de trasladar a todos y a todas, a los gachés y a los gitanos que las mujeres gitanas somos el motor de cambio de todo aquello que hay que cambiar y la garantía de la conservación de todo lo bueno que tenemos que seguir conservando de nuestra identidad. Que somos las propias mujeres gitanas sin intermediarios de ningún tipo las que debemos de luchar y administrar nuestras propias reivindicaciones, aunque sin el trabajo de todos los sectores jamás llegaremos a cumplir nuestros objetivos. Por ello, reivindicamos el derecho a mantener nítida nuestra identidad, nuestra cultura, pero nos negamos rotundamente a seguir ancladas en el tiempo, somos las gitanas del Siglo XXI. Y aquí me quiero despedir lanzando un mensaje de ánimo. Las gitanas nos tenemos que poner en marcha, sin miedo, sin complejos, porque las mujeres gitanas, tengan la condición social que tengan, tengan el estrato social que tengan, desde nuestras mujeres más ancianas, mayores hasta las niñas, nuestras mujeres lo que NO tienen, es precisamente miedo. Nuestro pueblo no es un 5
pueblo con miedo. Es un pueblo que no tiene más fronteras que el aire que respira, si no tienes aire no puedes respirar te mueres, pues esa es la única frontera que tenemos el aire que respiramos; que nos hace falta.
Y ya si me despido queriendo hacer un homenaje a todas esas madres gitanas, y aprovecho para dárselo también a la mía porque nos han sabido enseñar que hay un futuro mejor, y mi homenaje a tantas mujeres especiales que teniendo tantas dificultades son un vivo ejemplo de superación demostrando día a día su gitaneidad con valentía. Opre Romnja, Arriba las Mujeres Gitanas.
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