Plataforma 2015 - Factor Común

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del 8 al 12 de septiembre - elecciones de representantes consejo directivo

Lista 7

(Común)

Factor

Espacio paricipaivo de graduados, docentes e invesigadores

Propuestas para el trabajo

participativo en el Consejo Directivo Presentación ¿Quiénes somos? // ¿Por qué nacimos? // ¿Qué se vota?

Forma de Trabajo ¿Cómo queremos trabajar en el Consejo Direcivo? // ¿Cómo podemos generar más paricipación y debate?

Defendiendo Exactas

Acerca de la lucha coleciva por el presupuesto // #Defendamos Exactas

@FactorComun

Factor Común Exactas

Docencia

Concursos: ¿Qué sucede con los criterios de selección docente? // Didácica y pedagogía

Investigación ¿Qué se invesiga y quién lo define? // ¿Dónde se invesiga? // ¿Quiénes invesigan?

Extensión

¿Cómo hacemos extensión? // ¿Quiénes opinan?¿Quiénes paricipan?

factor_comun@agrupaciones.fcen.uba.ar


Índice general 1. ¿Quiénes somos? ¿Por qué nacimos? 1.1. ¿Cómo surgimos? . . . . . . . . . . . . . . . . 1.2. ¿En qué situación está la UBA? ¿Y la FCEN? 1.3. ¿Por qué nos presentamos a elecciones? . . 1.4. Lo que viene. . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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2. ¿Cómo queremos trabajar en el CD? 3. Defendiendo Exactas 3.1. ¿Qué pasó este año? . . . . . . 3.2. ¿Cómo se resolvió? . . . . . . . 3.3. ¿Qué había detrás del conflicto 3.4. Algunas conclusiones. . . . . . .

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4. Docencia 4.1. Criterios de selección y formación docente . . . . . . . . . . . . . . . . . 4.2. ¿Concursos versus carrera docente? Líneas para el debate . . . . . . . .

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5. Investigación 5.1. ¿Qué se investiga en la FCEN? ¿Quién lo decide? . 5.2. ¿Cómo se investiga en la FCEN? . . . . . . . . . . . 5.3. Investigar es trabajar . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5.4. Algunos temas centrales que proponemos repensar

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6. Extensión y Sociedad 6.1. Algunas propuestas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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7. Candidatos de Factor Común

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. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . por el presupuesto? . . . . . . . . . . . . .

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. . . . . . . . . . . . . . . . . . y discutir

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Sección 1

¿Quiénes somos? ¿Por qué nacimos? . Ese es nuestro nomAnte todo, nos gustaría presentarnos: somos bre, pero los que llenamos ese nombre somos graduados/as, somos docentes, y somos investigadores/as de esta Facultad. Nos organizamos para trabajar de forma colectiva, para tornar grupal lo que ya era individual, pero también para motivar, para convocar a nuestros compañeros y compañeras para que encaren con nosotros un trabajo, para que dediquen un esfuerzo que resignifique el valor de lo colectivo: porque queremos mejorar y transformar nuestra Facultad, pensando la Universidad. ¿Sobre qué pretendemos constituirnos y crecer? Sobre un espacio “no ocupado” que incluye los debates que no se dan, la gente que hoy por hoy no participa, los espacios de discusión que no existen. Entonces sí, lo que queremos es contribuir a la generación de más debates, nuevos y mejores. Y, sobre todo, incentivar la participación en el claustro de graduados. Cada cual sabrá dónde buscar en el pasado y a qué causas remitir este diagnóstico que hacemos: falta participación y falta discutir, ambas cosas por igual. Mientras tanto, hace muchos años que sólo dos voces contrapuestas se gritan de lado a lado, con distintos estilos. Por momentos, desde fuera se ve como una escena inmóvil, cuando no un diálogo de sordos. De la gestión a la revolución, de la falta de crítica a la crítica absoluta, de la Facultad perfecta a la desastrosa, pongan ustedes los nombres, pero lo que nos parece claro es que uno se siente atrapado en esta polaridad. No hay puntos de acuerdo entre estos conjuntos cerrados: sólo se intersectan en la disputa, en la denuncia. Factor Común no pretende ocupar exactamente el lugar de una posición intermedia, sino que procura crear un espacio con voz propia, donde exista plena apertura en el debate de ideas. Puede que tengamos coincidencias con una u otra posición, dado que no pretendemos imponer ideas inflexibles o dogmáticas. Más aún, Factor Común no pretende desestimar el trabajo de los compañeros de otras agrupaciones, ni inventar todos los debates y los modos de conducción que guíen a nuestra Facultad. Simplemente priorizamos hacer lo que aún queda pendiente, sobre la base de discutir lo que no se discute. Y, de nuevo: buscamos convocar a los que hoy no se sienten convocados a participar, para trabajar de forma colectiva y en unidad. 3


SECCIÓN 1. ¿QUIÉNES SOMOS? ¿POR QUÉ NACIMOS?

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1.1. ¿Cómo surgimos? Sin misterios, sin confabulaciones. Simplemente algunas y algunos graduados, docentes e investigadores de la Facultad nos empezamos a encontrar. ¿Específicamente dónde y cuándo? Por ejemplo, acompañando la consigna #DefendamosExactas, participando de las asambleas convocadas por los estudiantes, mientras la FCEN se plantaba firme y desplegaba su bandera frente al Rectorado, y también escuchando la versión de las autoridades en el Aula Magna. Encontramos, pues, que existían miradas similares -aunque no iguales- sobre Exactas, y sobre todo comprendimos que habían muchas ganas de fortalecer el trabajo colectivo como claustro de graduados, para tratar de mejorar todo lo que no nos convence de nuestra Facultad. Así es como en Factor Común confluyen aquellos que nunca participaron en una agrupación, los que sí ya lo han hecho -algunos, durante mucho tiempo-, y otros son los que hicieron Punto de Inflexión y decidieron que era tiempo de cambiar.

1.2. ¿En qué situación está la UBA? ¿Y la FCEN? Vemos que la situación que atraviesa la UBA es crítica. El rector de la Universidad, Alberto Barbieri, junto con una Franja Morada liderada por Emiliano Yacobitti (actualmente Secretario de Hacienda de la UBA, denunciado por corrupción y patoterismo en múltiples ocasiones) viene avanzando en imponer un modelo de Universidad mercantilista. Este año lo sufrimos en nuestra Facultad, que tiene una idea de Universidad marcadamente distinta, más allá de las diferencias que podamos tener los distintos actores políticos que convivimos en su seno. Creemos que la unidad lograda a través del #DefendamosExactas es vital para poder dar esta pelea por defender la Universidad pública que tanto queremos. También consideramos que esta defensa no debe limitarse a que Exactas pueda seguir funcionando como lo venía haciendo, sino que puede ser mucho más efectiva y potente si además logramos avanzar en cuestiones a mejorar en nuestra Facultad y en la Universidad en general. Si querés seguir leyendo sobre este tema, andá a la Sección 3 Defendiendo Exactas.

1.3.

¿Por qué nos presentamos a elecciones?

Las épocas electorales motivan debates en torno a las políticas de la Facultad que involucran a todos los claustros. Creemos que estos momentos son auspiciosos para analizar desde una mirada crítica la política de la FCEN, en sus diversos aspectos, y abrir la discusión sobre qué debemos cambiar y cómo se podrían encarar nuevos rumbos. Desde Factor Común decidimos presentamos a las elecciones de Consejo Directivo porque queremos plantear otros enfoques y otras ideas respecto de los que ya existen. Y queremos representarte, pero no queremos ser sólo meros representantes, sino convencerte de que la participación y el trabajo colectivos, a través de discusiones abiertas y honestas, son la forma inicial de todo tipo de trabajo en el Consejo Directivo y en las distintas comisiones de la Facultad. Queremos hacer Factor Común para aportar de conjunto a la Facultad y trabajar constructivamente para mejorar o transformar lo que vemos que no funciona bien.


SECCIÓN 1. ¿QUIÉNES SOMOS? ¿POR QUÉ NACIMOS?

1.4.

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Lo que viene. . .

A continuación, trataremos de hacer un diagnóstico, retomando debates actuales e históricos acerca de nuestra Facultad y la Universidad. Para tratar de identificar qué situaciones deben ser transformadas y qué es lo que debe mantenerse; qué es lo urgente y lo importante. Esto sin perder de vista qué tiene para decir nuestra Facultad —nuestra comunidad— sobre la Universidad, qué tiene para aportar al país y qué tiene que hacer junto con la sociedad de la que forma parte. Habremos de seguir el esquema con los ejes clásicos “docencia-investigaciónextensión” aun cuando sabemos que actualmente los límites tienden a desdibujarse y que las categorías mismas son, incluso, muchas veces cuestionadas con razón. Hemos tratado de establecer planteos concretos, que necesariamente atraviesan el conjunto total de las problemáticas. Tratamos de ser breves, pero no con el ánimo de sobresimplificar. Asumimos que lo que no está en las líneas que siguen, está necesariamente implícito en el trabajo colectivo que falta y que se viene. Esperamos, entonces, tener tu atención.

¿Qué se vota? Entre el 8 y el 12 de septiembre de este año, se llevarán a cabo las elecciones de representantes del claustro de Graduados en el Consejo Directivo de la FCEN. ¿Qué es el Consejo Directivo de la FCEN? ¿Cómo se compone? El Consejo Directivo es el órgano de co-gobierno de la Facultad. Es el órgano mediante el cual se toman decisiones institucionales acerca de las distintas actividades en las que está involucrada, desde los concursos de selección docente y sus nombramientos, hasta las políticas generales de nuestra Facultad. Se compone de: 8 profesores 4 graduados 4 estudiantes ¿Cómo hago para votar? En estas elecciones pueden votar todas aquellas personas que estén empadronadas en el claustro. Las/os graduadas/os de Física, Computación y Matemática votan en el Pabellón 1 y las/os graduadas/os de Biología, Química, Atmósfera, Oceanografía, Geología, Paleontología y todos los Profesorados lo hacen en el Pabellón 2, desde el martes 8 hasta el viernes 11 de septiembre de 10 a 20hs. El sábado 12 de septiembre, también se puede votar, de 10 a 16hs, pero únicamente en el Pabellón 2.


SECCIÓN 1. ¿QUIÉNES SOMOS? ¿POR QUÉ NACIMOS? Debates históricos, pero pendientes Nuestra Universidad toma decisiones a través de un co-gobierno de docentes, graduados y estudiantes. Esta forma de gobierno fue planteada por primera vez en la Reforma Universitaria de 1918. Más allá de que consideramos que el co-gobierno es mucho más democrático que la forma en la que se toman decisiones en otros niveles educativos, desde Factor Común entendemos que existen debates pendientes —por cierto, históricos— respecto de la democratización en la UBA: la posibilidad de obtener algún tipo de claustro único docente en el que estén representadas todas las personas que como docentes se desempeñan en el seno de nuestra Universidad, la discusión acerca de las proporciones de cada claustro en la composición del Consejo Directivo y la discusión acerca de la elección directa (y ponderada) de Decanos y Rector. Se trata de reclamos históricos del movimiento estudiantil que valdría la pena discutir como graduados/as. Por ejemplo, hoy en día todas/os las/os docentes auxiliares (Ayudantes de 1ra y JTPs) votan en el claustro de graduados, mientras que en el claustro de profesores sólo pueden votar los profesores regulares, e incluso para presentar una lista en dicho claustro, se requieren al menos 8 profesores titulares. Estas disposiciones determinan que una ínfima cantidad de docentes obtengan mitad de la representación del Consejo Directivo, lo cual debería ser al menos motivo de discusión. Sería, de hecho, un paso superador el crear algún tipo de espacio para la discusión en la Facultad de nuevas ideas en torno a la representación, que resulten más democráticas, si fuere posible. Entendemos, por cierto, que estos cambios no dependen de forma directa de la FCEN (corresponde al Consejo Superior de la UBA tomar esta resolución), pero queremos llamar la atención sobre lo importante que sería que nuestra Facultad tome una postura y pueda conducir el debate en el Consejo Superior. Desde Factor Común creemos que nuestra Facultad se debe un debate profundo al respecto de estas cuestiones, sin dogmatismos, permitiendo que se escuchen todas las voces, de forma tal de llegar a alguna propuesta innovadora que pueda aumentar la democracia interna de la Universidad.

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Sección 2

¿Cómo queremos trabajar en el Consejo Directivo? Tenemos una mala y una buena noticia para darte, empecemos por la mala. Lamentablemente no tenemos soluciones mágicas para los problemas que vemos en la Facultad y en la Universidad. No tenemos la posta, no te vamos a mentir y decirte que tenemos las propuestas salvadoras para terminar con todos nuestros problemas. Entonces, ¿cuál es la buena noticia? La buena es que sí tenemos una propuesta de cómo empezar a caminar hacia solucionar nuestros problemas, hacia mejorar nuestra Facultad y hacia transformar y refundar nuestra Universidad. En estas líneas vamos a desarrollar cómo queremos trabajar desde el Consejo Directivo para poder avanzar en todos estos puntos. Como decíamos anteriormente, vemos que actualmente las demás listas de graduados ejercen una representación en el Consejo Directivo de sus propias opiniones, y que, en general, no hay un diálogo o debate real con los demás graduados, sino que pasa por convencernos de sus ideas o visiones. En cambio, nosotros queremos trabajar en el Consejo Directivo de una forma completamente distinta, nuestra prioridad es generar espacios abiertos de trabajo y participación junto a todas y todos los graduados que quieran aportar. Queremos que los graduados/as, docentes e investigadores/as de Exactas podamos participar activamente en mejorar nuestra Facultad, y para eso buscamos abrir el espacio que tengamos en el Consejo Directivo para que no represente nuestra voz en particular (es decir la de Factor Común), sino que represente a la de todo el claustro. Para lograr este objetivo tenemos algunas ideas sobre cómo trabajaríamos en caso de ingresar al Consejo Directivo como representantes del claustro de graduados: Reuniones quincenales abiertas con los Consejeros Directivos. Como no queremos representar nuestras propias opiniones ni llevar sólo propuestas nuestras, vamos a realizar reuniones abiertas no sólo para pensar ideas y propuestas, sino para entre todos llevarlas a la práctica. Reuniones abiertas de graduados por Departamento. Pensamos que es necesario articular todos los departamentos de la Facultad, y, para ello, creemos que es importante poder debatir en cada uno qué problemas atraviesa, como así también hacia dónde se dirige académicamente. Pensamos que, en primer 7


SECCIÓN 2. ¿CÓMO QUEREMOS TRABAJAR EN EL CD?

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lugar, es importante encontrarnos entre los graduados de cada departamento y debatir sobre el estado de situación de la docencia, la investigación y la extensión en nuestro departamento para luego poder aportar en estos aspectos a Exactas en general. Comisiones temáticas de trabajo. Otro espacio de participación que queremos crear son comisiones para trabajar en proyectos concretos. Por ejemplo si queremos modificar y actualizar las encuestas docentes, la idea sería crear una comisión de trabajo entre los interesados en el tema para avanzar en este punto. De esta forma podemos construir no sólo ideas de forma participativa, sino también proyectos concretos que le den forma a esas ideas. Encuestas de opinión. Para poder conocer la opinión general de graduados, docentes e investigadores sobre distintos temas de relevancia creemos necesario hacer encuestas de opinión. También nos parece importante en el caso de tener que tomar decisiones en el Consejo Directivo sobre proyectos que hayan generado mucho debate.


Sección 3

Defendiendo Exactas 3.1.

¿Qué pasó este año?

Este año comenzó con un conflicto importante para nuestra Facultad: se pretendía aumentar los gastos de funcionamiento en tan sólo un 10,5 % con respecto al 2014 (es decir, a $10,5 millones, cuando en 2014 fueron de $9,5 millones). Esta situación de ahogo presupuestario no comenzó este año: entre los años 2004 y 2014, el presupuesto de gastos de funcionamiento para la FCEN, expresado como porcentaje del presupuesto total de la UBA, disminuyó un 50 %. No obstante, en el mismo período el número de alumnos de grado y doctorado de nuestra Facultad se incrementó en un 30 % y 40 %, respectivamente.

3.2.

¿Cómo se resolvió?

El conflicto generó importantes niveles de organización de gran parte de la comunidad de Exactas en torno al reclamo al Consejo Superior y al Ministerio de Educación para que resolvieran la situación presupuestaria de la facultad y la UBA. Gracias a la lucha y la organización, y luego de la histórica concentración del 17 de junio, en la cual más de 2000 estudiantes, graduados y docentes de la FCEN nos sacamos una foto con la bandera de #DefendamosExactas, se logró un aumento de presupuesto para todas las facultades. El Ministerio de Educación asignó una partida presupuestaria extraordinaria de $15 millones para gastos de funcionamiento a repartirse entre las facultades de la UBA. La FCEN recibió $1,8 millones, lo cual implica un aumento total de 29,5 % con respecto al año anterior. Sin embargo, esto no logra revertir los recortes de presupuesto de años anteriores ni los manejos excesivamente centralizados y antidemocráticos de los gastos de funcionamiento por parte del Rectorado (70 % del total), y nada nos asegura que el año que viene a la hora de repartir el presupuesto no se vuelvan a implementar los “techos” que perjudican a nuestra Facultad. Sin embargo, lo que conquistamos representa un paso adelante, una base sobre la cual pararnos y seguir conquistando las demandas necesarias para que la Facultad y la UBA funcionen adecuadamente. Victorias como esta demuestran que a través de la participación, la organización y la lucha podemos cambiar la realidad de forma colectiva.

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SECCIÓN 3. DEFENDIENDO EXACTAS

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3.3. ¿Qué había detrás del conflicto por el presupuesto? Todos los años la UBA recibe del Estado una partida presupuestaria que luego el Consejo Superior distribuye entre las distintas facultades. El presupuesto de la UBA para 2015 aumentó un 30 % con respecto al año anterior. Por este motivo, nosotros responsabilizamos principalmente al Rector de la UBA, Alberto Barbieri, quien pretende que la Universidad se financie con recursos propios. Este modelo de Universidad, donde las unidades académicas deben someterse a la competencia en el mercado para captar capitales, no es nuevo sino que es el modelo mercantilista que plantea la Ley de Educación Superior (LES) menemista, que aún hoy sigue vigente. Justamente, la Facultad de Ciencias Económicas, que Barbieri presidió por años, es el mejor exponente de las políticas de la LES. Bajo su gestión, dicha Facultad incrementó sus ingresos por recursos propios hasta superar los provenientes del Estado Nacional, a fuerza de imponer posgrados carísimos y de brindar servicios empresariales usando la infraestructura estatal y modificando la currícula. Es preciso recordar que esta ley fue rechazada por nuestra Facultad en 2010, a raíz de un proceso masivo de discusión, cuando se decidió institucionalmente no presentar sus carreras para su acreditación ante la CoNEAU en tanto no se derogue la actual LES y se sancione una nueva ley. Por estos motivos, nosotros consideramos que en esta disminución del presupuesto subyace una estrategia de extorsión para que Exactas adopte el mismo modelo que ya funciona en otras facultades, profundizando su dependencia de los recursos propios. Esto está enmarcado en una constante puja por parte de los sectores aliados a Barbieri por imponer el modelo mercantilista en toda la UBA. Dentro de los ejemplos, que abundan, podríamos mencionar las denuncias contra el Secretario de Hacienda y presidente del comité de la UCR Capital, Emiliano Yacobitti, por amenazas a Alejandro Bercovich, uno de los periodistas que llevaba adelante una investigación por malversación de fondos de la Universidad, en parte vinculados a la financiación de la campaña electoral de Martín Lousteau. Se pone de manifiesto que nos encontramos ante una conducción de la UBA que busca hacer negociados con la Universidad y que está implicada en múltiples hechos de corrupción.

3.4. Algunas conclusiones. . . La situación de crisis en la UBA es preocupante. Como graduados, docentes e investigadores de la FCEN tenemos un rol importante que jugar. Es necesario confluir en unidad y de forma interclaustro, como sucedió en este conflicto, para defender la educación pública y también fijar puntos de acuerdo para mejorar la educación que ya tenemos. En este sentido, consideramos necesario seguir organizándonos en contra del modelo mercantilista de Barbieri, y por una distribución presupuestaria transparente y democrática en la UBA. Es una realidad que gran parte de los gastos de funcionamiento de las distintas facultades dependen hoy en día de los recursos propios que se obtienen a partir del arancelamiento de posgrados y cursos, convenios con empresas, concesiones de espacio público para uso privado, entre otros. En este sentido, que la UBA obtenga el financiamiento adecuado y que éste provenga del Estado, como corresponde a una Universidad Pública, es un motivo más para continuar organizándonos.


Sección 4

Docencia Creemos esencial discutir el estado de la docencia universitaria y de las políticas académicas que se llevan a cabo actualmente, tanto en lo que refiere al plano pedagógico como a la selección, permanencia y evaluación de los/as docentes y la implementación de políticas institucionales. El trabajo docente en Exactas suele ser visto sólo como un complemento a las tareas de investigación u otras labores profesionales. ¿Cómo influye esta visión a la calidad docente? ¿Cómo resolver la tensión entre docencia e investigación? Para nosotras/os el factor determinante es saber qué graduados queremos formar, y así tener una guía a la hora de seleccionar a los docentes que puedan llevar a cabo esta tarea.

4.1.

Criterios de selección y formación docente

El sistema de selección docente en nuestra Facultad es usualmente considerado como un mecanismo claro, abierto, de mayor transparencia que los existentes en otras facultades de la UBA, o incluso en otras universidades nacionales. Sin embargo, aunque acordamos con esta visión, también consideramos que esto no significa que no se adviertan arbitrariedades, que los mecanismos de selección sean totalmente justos o acordes a la hora de evaluar una labor docente o que en defensa una supuesta excelencia académica se vulneren derechos laborales. No discutimos que el ingreso a la docencia deba realizarse a través de alguna modalidad de procedimiento concursal. Pero sí nos interesa focalizarnos en los aspectos deben ser priorizados cuando se evalúa a los postulantes a un cargo docente. En nuestra Facultad subyace la concepción que sostiene que un buen docente es aquel que posee conocimientos específicos del área que enseña, dado que no se requiere que posea formación pedagógica. Más aún, esta supuesta excelencia académica está medida según la cantidad de publicaciones, informes técnicos, entre otros, que pueda poseer un aspirante a un cargo. A partir de esto, podemos reconocer que la formación docente tiene un rol menospreciado en Exactas, algo claramente ejemplificado en la evaluación y valoración en los concursos de selección docente. Si bien nuestra Facultad cuenta con un Centro de Formación e Investigación en Enseñanza de las Ciencias (CeFIEC) además de 7 carreras de profesorado, los mismos tienen un impacto muy bajo a nulo sobre las prácticas docentes universitarias. Es aquí donde nos preguntamos, ¿qué tipo de calidad de enseñanza tiene una Facultad don11


SECCIÓN 4. DOCENCIA

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de los docentes no necesariamente poseen herramientas pedagógicas que les permitan variar sus estrategias de enseñanza?, ¿los conocimientos simplemente se transfieren a los estudiantes?, ¿con qué elementos cuenta un docente para resolver distintas problemáticas? Desde Factor Común estamos convencidos de que la formación docente es fundamental para favorecer una enseñanza que promueva el pensamiento crítico, así como la construcción colectiva del conocimiento. Consideramos que de la mano de la revalorización de la formación pedagógica, es necesaria una revisión en la forma de evaluación en los concursos docentes. Otro de los puntos cuyo impacto en la selección docente es inconstante o no se toma verdaderamente en cuenta, es la evaluación mediante el sistema de encuestas docentes que realizan los estudiantes, quienes deben completarlas obligatoriamente para formalizar la aprobación de una materia. Si bien consideramos que sus resultados deben tenerse en cuenta en la evaluación de un aspirante a un cargo, también reconocemos que es necesaria la reformulación de ciertos aspectos que no son representativos a la hora de evaluar la actividad de una asignatura o de una labor docente. A partir de esta realidad, desde Factor Común proponemos repensar y discutir la actual situación de la docencia de la Facultad sobre la base de las siguientes ideas: Que exista una valoración de la formación pedagógica en los concursos, a través de un puntaje específicamente asignado a este aspecto. Si bien es importante valorar la antigüedad docente y la experiencia en la disciplina, éstas por sí solas no alcanzan para garantizar la excelencia de un docente. Se necesita, además del conocimiento particular de su disciplina, un conocimiento didáctico específico que le provea al docente de herramientas para variar y enriquecer sus estrategias de enseñanza. Sería interesante reformar ciertos aspectos de las encuestas docentes dado que ciertos puntos que se valoran no necesariamente son útiles para evaluar la calidad de la docencia, así como muchas veces no se condicen con la naturaleza de las materias en cada Departamento. Una posibilidad sería plantear distintas encuestas por Departamento —previa discusión interclaustro en los CODEPs y en Comisiones de Carrera— donde sea posible incluir aspectos que actualmente no son considerados dada la naturaleza general de la encuesta. Que exista un espacio de la Facultad para asesorías didácticopedagógicas compuesto por especialistas que acompañen procesos de reformulación de materias, acompañamiento didáctico, diseño de materiales innovadores, entre otros. También sería interesante que los docentes de nuestra Facultad puedan acceder a cursos y/o jornadas de capacitación docente, donde puedan adquirir nuevas herramientas pedagógicas. Esto podría ser un punto de partida para una vinculación de los distintos Departamentos con el CeFIEC y los profesorados, y para la revalorización de éstos últimos.


SECCIÓN 4. DOCENCIA

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Pensar la posibilidad de que los CODEPs y Comisiones de Carrera discutan posibles mejoras, sugerencias o planes de acción en lo que a docencia respecta, sobre la base de un análisis de las encuestas que tenga como objetivo mejorar la docencia y acompañar a los docentes.

4.2.

¿Concursos versus carrera docente? Líneas para el debate

El sistema de concursos, tal como se aplica hoy en nuestra Facultad, no puede desvincularse del impacto que genera sobre la estabilidad de los trabajadores docentes. Ahondando en esta línea, la estabilidad laboral de los docentes auxiliares es aún menor que la de los profesores, ya que estos últimos cuentan con períodos de designación más prolongados, concursos de renovación, indemnización en caso de que no se renueve su designación, mientras que los primeros no poseen ninguno de estos beneficios. Es necesario discutir la posibilidad de concursos de renovación para auxiliares y debatir sobre algún tipo de indemnización para los docentes, en tanto trabajadores, que pierdan sus cargos como consecuencia del sistema de concursos. También nos preguntamos cómo se soluciona el ingreso de nuevos docentes, es decir, la posibilidad de generar nuevos puestos de trabajo ante la situación acuciante de falta presupuestaria y el aumento en la cantidad de estudiantes. Actualmente, la propuesta de la Facultad es la de dividir cargos de dedicación exclusiva o semi-exclusiva en cargos simples. Esta política nos preocupa ya que conspira en contra del concepto de investigador de la Universidad. Convocamos a debatir otras posibles salidas para resguardar las fuentes de trabajo frente a esta situación que enfrenta nuestra Facultad. En la UBA, están quienes se posicionan del lado de la implementación de una carrera docente como única posibilidad de garantizar los derechos laborales de los docentes versus quienes sostienen que los concursos abiertos y periódicos son casi la única garantía de calidad. Por nuestra parte, consideramos que, más allá de la defensa que pueda hacerse de la sustanciación de concursos abiertos y periódicos, estos no garantizan los mínimos derechos de estabilidad laboral; se convierten en un mecanismo que incentiva la competencia en una actividad como la docencia que, paradójicamente, se enriquece a través del trabajo colaborativo. Por otro lado, también acordamos que la discusión de una carrera docente que ahonde en la estabilidad de los trabajadores no puede ser sostenida sin detallar los mecanismos de evaluación que garanticen el cumplimiento de las obligaciones de los docentes. Así, se vuelve interesante pensar algunas particularidades de estas dos modalidades: ¿Qué se valora en cada una de estas formas de selección? ¿Es necesario optar entre una u otra? ¿Se podrían buscar formas convergentes? La comunidad de nuestra Facultad debe darse a un debate plural y sincero donde las argumentaciones resulten más de fortalezas propias y menos de la identificación de debilidades ajenas, donde las distintas opciones sean presentadas como perfectibles y no excluyentes. Esto se vuelve aún más acuciante en el


SECCIÓN 4. DOCENCIA

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marco de las discusiones sobre la implementación del Convenio Colectivo de Trabajo, el cual fuera recientemente publicado en el Boletín Oficial y las autoridades de la UBA pretenden desconocer. Desde Factor Común buscamos aportar ideas a este debate, y deseamos que la síntesis surja de las necesidades y condiciones de toda la comunidad de la FCEN.


Sección 5

Investigación La discusión respecto de la estructura científica nacional —sus fortalezas y debilidades actuales e históricas— no sólo nos resulta sobremanera interesante, sino que también la creemos necesaria. No obstante, en las líneas que siguen, nos centraremos específicamente en las problemáticas científicas de nuestra Facultad, como un primer paso en esta dirección, más cercana a nuestra vida cotidiana. Con el tiempo, trataremos de contribuir al debate que la discusión sobre política científica nacional merece, paso a paso, día a día, a partir de hoy.

5.1. ¿Qué se investiga en la FCEN? ¿Quién lo decide? Actualmente, más allá de la investigación que se realiza física y materialmente en nuestra facultad, no es ésta quien define qué se investiga ni cómo se investiga. De hecho, al pensar en las “líneas de investigación”, podríamos —y deberíamos— preguntarnos: ¿las mismas se definen a partir de los intereses particulares de cada investigador y/o de su capacidad de conseguir financiamiento? ¿Y qué implicancias concretas conlleva el hecho de que este financiamiento provenga en algunos casos del ámbito privado? ¿Son realmente los investigadores quienes deciden qué investigar o se hallan enteramente subordinadas a los enfoques que predominan en los distintos organismos que otorgan financiamiento en nuestro país (CONICET, Agencia)? ¿En cuánto se parecen y en cuánto difieren, en verdad, los investigadores UBA de los investigadores CONICET? Y finalmente: ¿en qué punto se distinguen los organismos nacionales respecto de los internaciones en lo que respecta a la lógica que determina las investigaciones —el qué, el cómo, el por qué y para qué—, que no es otra que la del paper y las métricas de empresas privadas —corporaciones que manejan las publicaciones y los rankings de impacto—? Bastaría volver en el tiempo para comprobar que estas discusiones no son nuevas. Sin embargo, están fuera de la agenda de discusión pública en nuestra facultad. Queremos ser claros: desde Factor Común, nos resulta realmente difícil identificar políticas claras a nivel institucional respecto de la investigación que hacemos. Esto implica que existen numerosos -muchos de ellos, seguramente valiososproyectos de investigación, pero aislados y sin una coordinación general institucional que los englobe y discuta cómo articularlos para resolver problemáticas puntuales del país (o al menos de la Ciudad y/o la Provincia de Buenos Aires). En todo caso, 15


SECCIÓN 5. INVESTIGACIÓN

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cabría decir que nuestra facultad sí tiene una política científica —implícita, si recordamos la distinción que hizo Amílcar Herrera—: ya que la decisión de promover la incubación de empresas privadas o de subordinar sus propios criterios a las lógicas de las revistas internacionales es claramente una definición (de) política (científica). Las agrupaciones oficialistas parecen conformarse con la “gestión” administrativa de los recursos, pero sin establecer prioridades en base a definiciones estratégicas, como son las que parten de considerar las relaciones entre lo que se investiga y el entramado social del que formamos parte. En este sentido creemos que la Facultad debe tomar un rol más activo, y definir una política propia de Ciencia y Tecnología, focalizada en problemáticas puntuales del país, con el fin de ayudar a su desarrollo social, científico y tecnológico. Esto requiere que institucionalmente la FCEN discuta cuáles serían estos temas y, una vez definidos, se les dé un marco y apoyo para que se los desarrolle. En esta instancia es importante abrir el diálogo con movimientos sociales, ONGs, instituciones estatales, para ampliar el diagnóstico y poder vincular la idea de extensión con una verdadera investigación anclada en el territorio. Somos conscientes de que esta iniciativa supone nuevos recursos, redireccionar los ya existentes o firmar los convenios adecuados, pero esto no debe obstaculizar el debate.

5.2. ¿Cómo se investiga en la FCEN? En los últimos años, es posible detectar al menos tres ejes de discusión principales en lo que respecta a las labores de un/a investigador/a en la UBA. Comprendemos que los mismos se hallan atravesados por la problemática de falta de presupuesto, no sólo vinculada a la situación económica de la Universidad sino también a la relación Facultad-Universidad. El primero de ellos es la subdivisión de cargos docentes de dedicación exclusiva en cargos de dedicación simple ante la falta de nuevos puestos docentes frente a la creciente población estudiantil. Esta política de división de cargos es irreversible y atenta directamente contra la pérdida de autonomía en materia de investigación de la Universidad en general y de la Facultad en particular, frente a otros organismos tales como CONICET. Este procedimiento promueve la degradación del concepto del investigador UBA así como la pérdida de la posibilidad de plantear temas estratégicos y/o prioritarios que no sean tenidos en cuenta por otros organismos de investigación. A su vez, la división de estos cargos constituye la pérdida de fuentes de trabajo y frena la incorporación de investigadores que por diversas condiciones o por elección no ingresan a la carrera de investigador de CONICET. Por otro lado, el advenimiento en los últimos años de institutos de doble dependencia UBA–CONICET también favorece la pérdida de autonomía con respecto a quién es el que define los lineamientos principales o las problemáticas a investigar que se desarrollan en cada instituto, incluso en los criterios a la hora de que sus integrantes graduados (becarios) elijan a sus representantes dentro de su instituto. La creación y conversión de estos institutos ha sido aceptada por cuestiones de acceso a mayor presupuesto, pero no debe perderse de vista el rol que juega la UBA en cuanto a que no posee una política claramente diferenciada en materia de ciencia.


SECCIÓN 5. INVESTIGACIÓN

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Otra de las problemáticas radica en la naturaleza de la doble exclusividad UBA– CONICET, donde el/la investigador/a realiza tareas de investigación financiadas principalmente por el CONICET (recibe un subsidio si a CONICET le resulta viable su proyecto), pero su salario es pagado por la UBA como un cargo full-time.

5.3.

Investigar es trabajar

Hace años que las y los becarios de investigación (doctoral y postdoctoral) están en lucha por el pleno reconocimiento de sus derechos. La visión que sostiene que hacer un doctorado o un postdoctorado no es trabajar no tiene sustento: las y los becarios de investigación somos trabajadores, pues dedicamos cada día el tiempo requerido para contribuir con nuestra labor al desarrollo de las ciencias en nuestro país. Desde Factor Común nos sentimos parte de esta lucha y consideramos que ya es tiempo que se reconozca nuestro trabajo como investigadores/as en formación.

5.4.

Algunos temas centrales que proponemos repensar y discutir Posibilidad de crear una comisión de referentes departamentales que haga un relevamiento de los temas de investigación actualmente en desarrollo y que trabaje activamente —a futuro— en la identificación de temas de investigación prioritarios/estratégicos (en relación a su verdadero impacto social) por Departamento. La misma debería evaluar los recursos tanto humanos como económicos existentes y proponer líneas de investigación de efectiva realización, teniendo en cuenta además la experiencia que otras universidades y organismos de investigación han ido desarrollando en estos últimos años (CONICET, INTI, INTA, CONAE, etc.). A partir de lo anterior, y en forma complementaria a las tareas que pudiera realizar dicho grupo/comisión, creemos que es necesario profundizar en la generación de verdaderos grupos interdisciplinarios que permitan una interacción creativa entre los distintos investigadores de la FCEN. Defender la existencia de los cargos con dedicación exclusiva, pero ya no desde un punto de vista puramente filosófico, como resistencia frente a la falta de presupuesto o planteando una falsa dicotomía UBA/CONICET, sino con el objetivo claro de revalorizar dichos cargos. Que la FCEN apoye la campaña “investigar es trabajar” para que se reconozca el trabajo de las y los investigadores en formación.


SECCIÓN 5. INVESTIGACIÓN

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Sección 6

Extensión y Sociedad Planteada por primera vez en Latinoamérica como un eje principal de las discusiones que impulsó la Reforma Universitaria de 1918, la extensión incorporaba la idea de que la Universidad desarrolla sus funciones en una sociedad y, por ende, debe necesariamente establecer lazos con ella, de modo de establecer un compromiso de cooperación con los sectores más postergados. Con el tiempo, esta concepción pareciera haber mutado: hoy, a menudo, se entiende esta misión de la universidad como la mera divulgación de saberes a un público que carece de ellos, o como eventuales/sostenidos aportes de la institución a la cultura general. En general, pues, el vínculo se establece en forma unilateral. Para aquellos graduados que no están familiarizados con el tema, la Facultad actualmente desarrolla una gran cantidad de actividades englobadas bajo el título de “Extensión”, las cuales son mayormente coordinadas por la Secretaría de Extensión, Cultura Científica y Bienestar (SECCB). Entre las múltiples tareas que la Facultad desarrolla, cabe distinguir aquellas destinadas a su propia comunidad —léase, las de Bienestar (becas, deportes, cultura), el Programa de Historia de la FCEN, actividades y publicaciones destinadas a Graduados— de aquéllas que, efectivamente, están destinadas a establecer lazos concretos con la comunidad en la que la universidad se inscribe —programa de subsidios “Exactas con la Sociedad”, UBA XXII, actividades en el marco de la “Popularización del Conocimiento y Articulación con la Enseñanza Media”, entre otras—. No pretendemos a través de estas líneas efectuar un diagnóstico definitivo respecto de las políticas que la FCEN viene desarrollando, pero, a continuación, sí señalaremos algunos aspectos que nos parece importante considerar y discutir a futuro: Observamos que existe una importante desarticulación entre las tareas que desarrolla la SECCB y lo que sucede puertas adentro de cada departamento. Por caso, existen divulgadores —alumnos de grado— y coordinadores/responsables por cada departamento —con cargo informal—, lo cual apoyamos y celebramos, pero, por el contrario, no existe una política definida por parte de la Facultad, que comprometa eficazmente a los distintos miembros de cada departamento. En relación a lo anterior, entendemos que, si se analiza críticamente la situación, lo que predomina es un enfoque liberal en las acciones que la Facultad lleva a cabo. La extensión se concibe así como una actividad individual: las declaraciones que claman por el carácter “interdisciplinario, interdepartamental o 19


SECCIÓN 6. EXTENSIÓN Y SOCIEDAD

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interinstitucional”, son sólo declaraciones, pero las acciones concretas se dejan libradas al mero voluntarismo de una o más personas. Por eso, difícilmente pueda caracterizarse al programa “Exactas con la Sociedad” como un esfuerzo sostenido y dirigido; es, en todo caso, un esfuerzo económico sostenido en el tiempo —lo cual valoramos—, pero que carece, una vez más, de una acción dirigida y consciente por parte de la Facultad, que podría, por ejemplo, permitir que proyectos de interés social se sostengan en el tiempo. Consideramos que la Facultad, en forma deliberada o de modo pasivo, adopta una visión asistencialista-paternalista que atraviesa gran parte, si no todas, las acciones que lleva adelante la Facultad. El modelo “divulgativo” que subyace este enfoque determina que la universidad se establezca como centro de poder: no resulta necesario escuchar que tiene para decir la sociedad, mucho menos sus sectores más vulnerables (consideremos, por ejemplo, en cuanto a los destinatarios de las actividades, el llamativo desbalance que existe -en favor de la primera- en la relación institución educativa privada vs pública). Algunas preguntas que dejamos planteadas: ¿Es la extensión la transferencia de un conocimiento por parte de un “experto” a un “no-experto”? ¿Es, por el contrario, un proceso de comunicación? ¿Y no debería incluso priorizar la relación de la universidad/facultad con los sectores más desfavorecidos de la sociedad? La comunidad de la Facultad dice poco. La sociedad dice más bien nada. De modo que es difícil contestar estas preguntas si ni siquiera forman parte de la agenda de discusión. Finalmente: ¿es la extensión, entonces, tan importante -para la FCEN- como la docencia y la investigación? La generalizada falta de participación -o marginalidad de aquellos que participan en tareas de extensión-, cuando no el desconocimiento liso y llano por parte de los miembros de nuestra comunidad, y la importancia que estas tareas adquieren en los concursos, en la consideración de nuestros colegas, etc., dan una respuesta clara a esta pregunta.

6.1.

Algunas propuestas

Continuar y profundizar Apoyar y fortalecer las figuras del divulgador y de los distintos responsables de coordinación de las tareas de popularización a nivel departamental actualmente existentes. Fortalecer el Programa de Historia de la FCEN: profundizar la difusión de sus publicaciones y también del curso extracurricular “Introducción a la historia de la FCEN” (¿darle puntaje? ¿convertirlo en una materia?). Apoyar y fortalecer el programa UBA XXII de educación en cárceles y, una vez más, hacer mayor énfasis en la difusión del mismo (hoy poco conocido por muchos de nuestros colegas/compañeros).


SECCIÓN 6. EXTENSIÓN Y SOCIEDAD Ideas para pensar y debatir a futuro Que la Facultad establezca políticas de extensión definidas: la extensión será así uno de los ejes prioritarios, y se podrá entonces incentivar el compromiso de toda la comunidad. Que los proyectos que se desarrollan en la Facultad tengan como horizonte claro establecer una verdadera vinculación de nuestra Facultad con la sociedad en la que se desarrolla, favoreciendo el diálogo entre saberes académicos y demandas populares: pasar de la transferencia a la comunicación bidireccional. Promover la extensión como una práctica transversal que atraviese las prácticas cotidianas de la FCEN, y pueda así interrelacionarse con la investigación y la docencia. Lograr que pasemos del voluntarismo a la acción colectiva y consciente. No sólo mirar “hacia afuera”: establecer algún tipo de área o grupo de evaluación y asesoramiento interno respecto de una cantidad restringida de problemáticas “clave” o prioritarias, evaluando el interés social de las mismas. Esta acción no sólo constituiría una política clara y deliberada, sino que permitiría concretar un trabajo interdisciplinario, interdepartamental e interinstitucional real y efectivo, que necesariamente pondría a la denominada extensión en el primer plano de la discusión. Comenzar a discutir mecanismos efectivos de asignación de puntaje —en concursos docentes o proyectos de investigación— para las tareas de interés social realizadas por nuestros colegas.

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Sección 7 Candidatos de Factor Común Titulares Eugenia Grotz: Graduada de Cs. Biológicas (Lic. en 2012 y Prof. en 2014). Docente en nivel medio y terciario. Ayudante de 1ra en Didáctica General y Problemática Educativa (CCPEMS-FCEN). Curso una Especialización en Educación Sexual Integral y participo en proyectos de investigación relacionados. Como estudiante milité en el FEM!, particularmente en La Mella. Fui vicepresidenta del CECEN y representante estudiantil en la CCPEMS. En 2013 junto con otros/as compañeros/as fundé Punto de Inflexión, agrupación de graduados de la FCEN.

Jonathan Tobal: Soy Licenciado en Ciencias Geológicas (2010). Actualmente, becario doctoral CONICET; el año que viene, quizás “posdoctoral”, quién sabe. Estuve o estoy en el CoDep, en algunas comisiones o grupos de trabajo, dando alguna que otra charla por ahí. También soy docente en la Universidad de Luján. Hago lo que puedo, y siempre es menos que lo que quiero. Marcelo Luda: Graduado en Cs. Físicas (2013) y estudiante del Doctorado en Física de la UBA desde entonces, con especialización en espectroscopia y tecnología láser. Como estudiante participé en la FIFA, el GlugCEN y milité en el FEM y en La Mella. Fui representante estudiantil en el Consejo Directivo de la facultad y representante por el claustro de graduados en el Codep de física. También participé de la construcción de Punto de Inflexión y participo de espacios de activismo relacionados con mi disciplina, como la JOFA. Florencia Boedo: Soy Licenciada en Ciencias Geológicas (2010) y este año me doctoré en la UBA dentro del mismo área. Actualmente, soy becaria posdoctoral CONICET y desde 2008 soy docente auxiliar en el Departamento de Ciencias Geológicas. Entre 2009 y 2011 fui representante de alumnos en la Comisión Curricular de Geología, y en el período 2011-2013 fui representante de graduados en CoDep.

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SECCIÓN 7. CANDIDATOS DE FACTOR COMÚN Suplentes Matías Barbeito: Graduado de la Lic. en Ciencias de la Computación de la FCEN (2015). Desde el 2010 soy docente en el Departamento de Computación de la Facultad, actualmente Ayudante de 1ra simple del área Algoritmos y Ayudante de 1ra exclusiva en el Departamento de Computación de la Facultad. Como estudiante milité en la Mella y en la Facultad en el FEM!, fui presidente del CECEN y representante estudiantil en el Consejo Directivo de la FCEN.

Vanina Fernández: Soy Licenciada (2008) y Doctora en Ciencias Biológicas (2014) de la FCEN-UBA, orientación ecología y comportamiento animal. Actualmente estoy realizando mi posdoc, con una beca del CONICET, en un proyecto de conservación de Ciervo de los Pantanos. Fui docente auxiliar en el EGE hasta el 2013. Participo en distintos proyectos de educación no formal del MinCyT y Ministerio de Educación de la Nación y co-dirijo dos tesinas de grado. Como estudiante milité en agrupaciones independientes y fui representante en CoDep de EGE. Christian Cossio Mercado: Soy docente auxiliar del Departamento de Computación (AY1 y JTP), y Becario CONICET, finalizando el Doctorado en Computación. Ingeniero en Informática (2009). Estoy interesado en el impacto social de la ciencia, y de su comunicación y popularización. Participo en la organización de talleres de electrónica aplicada y robótica para jóvenes en Villa 20, CABA.

Jeremías Likerman: Graduado de la Lic. en Cs. Geológicas (2010) y del Doctorado en la misma ciencia en el 2015, de la FCEN. Desde 2013 soy docente auxiliar del Depto de Ciencias Geológicas y actualmente becario postdoctoral del CONICET. Entre 2007 y 2009 fui representante de alumnos en el CoDep de Geología.

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Lista 7

(Común)

Factor

Espacio paricipaivo de graduados, docentes e invesigadores Elecciones de Claustro de Graduados en el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires

8 al 12 de septiembre de 2015

Titulares Eugenia Grotz Jonathan Tobal Marcelo Luda Florencia Boedo Suplentes: Matías Barbeito Vanina Fernández Christian Cossio Mercado Jeremías Likerman


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