El Expositor Bautista

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ISSN 0327-2222 Abril 2014

¡JESÚS DIO SU VIDA POR VOS!

• El significado de la cruz • ¿Alegría o tristeza? • María Magdalena, transformación y fidelidad



Contenido Año CIV - Número 1, abril 2014 ISSN 0327-2222 Registro de la propiedad intelectual Nº 278.901 Editor responsable: Néstor O. Golluscio Secretario de redacción: Roberto Martín Administración: Isabel Sadoski Impreso por: Grancharoff impresores Tel: 4684-1551 :: www.grancharoff.com Diseñadora gráfica: Silvana Di Tondo Redacción: Virrey Liniers 42, piso 5 (1174) Buenos Aires, Argentina Tel/fax: 4864-2711, (Línea rotativa) E-mail: eeb@sion.com Tirada: 2.600 ejemplares © 1999 El Expositor Bautista www.elexpositorbautista.com.ar www.ceba.sion.com Cuenta corriente Banco Galicia Nº 11907/4-007/1 Banco Nación Nº 129.368/23 El Expositor Bautista es una publicación mensual de la Confederación Evangélica Bautista Argentina. El Expositor Bautista respeta la opinión de sus colaboradores y no debe suponerse que siempre comparte el contenido de los artículos que publica. El Expositor Bautista se reserva la decisión de publicar cualquier artículo. Todo artículo cuya publicación se solicite, debe llegar firmado por el autor o la persona que lo envía. El Expositor Bautista no se hace responsable por ninguno de los servicios y/o productos que se ofrecen en sus avisos publicitarios. Toda responsabilidad está a cargo del avisador. Para publicitar en este medio, dirigirse a nuestro Departamento de Publicidad.

Editorial

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El desafío a no cansarse

Escribe Néstor O. Golluscio

Tema de tapa

Familia

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Más cerca antes de apagar la luz

Escriben José Luis y Silvia Cinalli

06

Escribe Wilfredo Calderón

08

¿Alegría o tristeza?

28

Escribe Esteban Ditimore

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María Magdalena, transformación y fidelidad

Asociaciones

El significado de la cruz

Escribió Eduardo Lorenzo

Adoración

12

Adoración en espíritu y verdad

Escribe Marcelo Villanueva

Servicio social

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Cuidar a los que cuidan

Pastores

32

¿Es bíblico tener apóstoles hoy?

Escribe Juan Stam

Primer Retiro de Pastores de la Región Metropolitana

Escribe Roberto Martín

Por último

34

¿Cuánto hace que no hablás de Cristo a otra persona?

Escribe Jorge Ferrari

Escribe Jorge Galli

Historia

20

Llega la azul y blanca

Escribe Arnoldo Canclini

Jóvenes

23

De pastores y ovejitas

Escribe Febe Jordá

Representación de la Crucifixión (Iglesia Bautista Cristo para Todos, Adrogué, Buenos Aires). Foto de Roberto Martín

abril 2014


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Editorial >•

El desafío a no cansarse “No nos cansemos, pues, de hacer el bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gálatas 6:9).

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os discípulos del Señor estamos llamados a hacer el bien; es lo que se desprende naturalmente de nuestra sagrada vocación. Transitamos generacionalmente una etapa cultural dominada por un estilo de vida donde los valores se cuestionan, los principios morales se relativizan, y las enseñanzas éticas se ridiculizan. No solo por aquellos que se autodenominan “ateos prácticos”, sino, también en muchos casos, por los que presumen algún nivel de fe. La fórmula es “sálvese quien pueda” para ser la idea rectora de multitud de actores sociales en diversos campos. Esta realidad tiene como corolario una serie de productos espirituales como la indiferencia, la apatía, la defensa a ultranza de los intereses personales y, en muchas ocasiones, la indolencia y el más descarado desinterés en el prójimo (proximus, ‘el que está cerca’). Muchísimos creyentes verdaderos, genuinos, ante esta ola irrefrenable de maldad espiritualizada, muy sutilmente caen en la trampa de cansarse de hacer el bien, pues llegan

El Expositor Bautista > abril 2014

Pr. Néstor Golluscio Presidente de la Confederación Evangélica Bautista

a la falsa conclusión de que en un mundo malvado eso es en vano. Si el apóstol Pablo exhorta a “no cansarse” es, sencillamente, porque también en el primer siglo los creyentes de la región de Galacia se estaban cansando, aunque vivían en un contexto muy diferente al nuestro. Ahora, la clave de este mandato apostólico es LA PROMESA: “a su tiempo segaremos, si no desmayamos”. Sí, mi hermano; sí, mi hermana. ¡El bien trae fruto! Vamos a cosechar a su tiempo, ya que eso es una ley del Reino indiscutible e innegable. Como consecuencia de tu relación con el Dios vivo, Él te movilizará a hacer el bien, va a fluir como una consecuencia “natural”. Y es allí donde —con una actitud de obediencia, persistencia y constancia— deberás tomar la decisión en tu ámbito familiar, laboral, social y ministerial de hacer el bien aun cuando existan “aparentes” circunstancias que nos quieran llevar a la errónea conclusión de que de nada sirve hacer el bien.

Aunque parezca que la cosecha no viene, ya va a llegar…, ya va a llegar. Es imprescindible que, como Iglesia, entendamos que aquellos que están cerca de nosotros y que todavía no tienen una experiencia con el Señor no “miran” nuestra teología, ni nuestra liturgia, ni mucho menos nuestra eclesiología. La gente común, no creyente, no analiza ni discute las posturas doctrinales de la segunda venida del Señor, ni el movimiento apostólico y profético, ni si la iglesia debe ser celular con un gobierno de doce… ¡No hermanos! ¡La gente ve simplemente si hacemos o no hacemos el bien como respuesta coherente de nuestra vocación cristiana! Si por alguna razón estás cansado o te estás cansando de hacer el bien, es el momento de “internarte” en la presencia misma del Señor, quien es nuestro Sumo Bien, y dejar que Él te renueve y te impulse a creer que —a su tiempo— vas a recibir la cosecha prometida, aun en un sistema anti Dios como el que estamos transitando. Él sigue siendo fiel. Dios te bendice. EEB


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Tema de tapa >

El significado de la cruz A

fines de marzo, o principios de abril, en el transcurso de lo que llamamos Semana Santa, todos los cristianos, tanto los genuinos como los nominales, volverán a recordar la historia de la cruz. Unos contemplarán la silueta del Calvario, y con profunda consternación y reverencia adorarán al Crucificado que agonizó en medio de malhechores, el que con su muerte hizo posible la redención del mundo pecador. Los otros, motivados solamente por la tradición religiosa, pero sin una conciencia de salvación genuina, quizás adoren la cruz, hagan de ella un amuleto y hasta la lleven junto al pecho, sin percibir el verdadero mensaje que la misma proyecta. Tal vez tenía razón el que dijo, para explicar cómo profanaban los religiosos nominales la cruz de Cristo: “En el tiempo de las bárbaras naciones, en las cruces colgaban los ladrones; pero hoy, en el siglo de las luces, del cuello de los ladrones cuelgan cruces”. “La palabra de la cruz” (ho lógos tou staurou), o la “teología de la cruz” era “locura a los incrédulos” del tiempo de Pablo, y lo sigue siendo para los de hoy. Lo que les causa asombro es que el Dios encarnado sufriera la muerte ignominiosa y degradante que solo se aplicaba a criminales y sediciosos. La cruz, como instrumento de ejecución y pena capital, fue inventada por los persas, de donde la trajeron los griegos al occidente, desde el tiempo de Alejandro el Grande. Los romanos, como herederos de la cultura y costumbres griegas, y por la crueldad que los caracterizaba, también adoptaron la crucifixión como pena de muerte. El Expositor Bautista > abril 2014


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Unos la entienden como tragedia. Otros como tradición religiosa. También están quienes la tienen como objeto de culto. Solo algunos la comprenden con genuina conciencia de salvación. La historia nos habla de distintas formas de cruz o stauros. Por ejemplo, estaba la crux simplex que no era más que un poste vertical; la crux commissa, que tenía forma de “T”; la crux decussata, con forma de “X”, y la crux immissa, cuyo poste vertical sobrepasa la viga transversal. Esta es la que todos conocemos y que, se cree, fue la que usaron para dar muerte a nuestro Salvador. Los escritores de los evangelios no elaboraron una “teología de la cruz”, pero cuando mencionan este instrumento de ejecución no solo dan de él un sentido histórico sino que adjudican también un carácter kerigmático y cúltico. Véanse los siguientes pasajes donde se anunciaba que Jesús sería “levantado”, “dando a entender de qué muerte iba a morir” el Señor.

Padre me ha enseñado’” (Juan 8:28, NVI).

“Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre” (Juan 3:14, NVI).

“El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios” (1 Corintios 1:18 , NVI).

“Por eso Jesús añadió: –‘Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, sabrán ustedes que yo soy, y que no hago nada por mi propia cuenta, sino que hablo conforme a lo que el

“Pero yo, cuando sea levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo. Con esto daba Jesús a entender de qué manera iba a morir. –De la ley hemos sabido –le respondió la gente– que el Cristo permanecerá para siempre; ¿cómo, pues, dices que el Hijo del hombre tiene que ser levantado? ¿Quién es ese Hijo del hombre?” (Juan 12:32-34, NVI) Sin embargo, es en los escritos paulinos donde el interés de la cruz stauros y la crucifixión no es tanto histórico sino teológico. El apóstol hallaba de interés prioritario el significado salvífico de este evento.

Lo veía como única razón para que el cristiano se gloríe (Gálatas 6:14); reconocía su valor como

Wilfredo Calderón Obispo de la Iglesia de Dios, Guatemala.

medio de reconciliación (Efesios 2:16); proponía sus implicaciones para el cristiano, como un ejemplo de obediencia (Filipenses 2:8); y lo consideraba como la única base para la paz con Dios (Colosenses 1:20). El escritor de Hebreos veía la cruz y lo que sucedió en ella como elementos concomitantes de la glorificación y exaltación de Jesucristo, luego de haber consumado nuestra redención: “Puestos los ojos en Jesús(...) el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Hebreos 12:2). Jesús no necesitaba morir en la cruz para reasumir su posición de eterna gloria, pero una vez hecho el sacrificio expiatorio en el Calvario, su regreso al Padre coronaba con gloria el plan supremo de salvación. Los cristianos no debemos atribuirle a la cruz una posición de adoración, ni usarla con una actitud fetichista o idolátrica. Nuestro concepto de ella debe fundarse en su connotación histórica, su valor simbólico y su relación con el sacrificio redentor de Cristo Jesús. EEB abril 2014 < El Expositor Bautista


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Qué significa la Semana Santa

¿Alegría o tristeza? La seguridad de la salvación en Jesús, y la esperanza en su regreso, marca la abismal diferencia.

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a época de Semana Santa es una temporada del año en que nuestros sentimientos son más religiosos que en otras ocasiones. La asistencia a los templos es mayor, hay procesiones religiosas por las calles y varios actos piadosos surgen a la vista del público. Los sermones se centran en la muerte y la resurrección de Jesús. Es decir, todo el mundo quiere actuar en esa semana como si fuera un seguidor fiel de Dios. Sin embargo, siendo honestos con

nosotros mismos, debemos preguntarnos si estos sentimientos y actos públicos religiosos son realmente cristianos. Al ver el contraste entre esta semana y el resto del año, puede ser que la religiosidad mostrada en esta época sea solamente una formalidad social, una tradición empolvada por los siglos o ritualismos sin sentido en la vida diaria. Es muy posible sentir y mostrar una actitud piadosa que no sea una actitud cristiana. Puede ser que la asistencia a los templos y la participación personal en los cultos sean solamente una visita anual o eventual, así como se visitan los cementerios, sin sentir una relación viviente con el Cristo vivo que da sentido a la vida diaria.

También puede ser que nuestras reflexiones, lejos de señalar la obra victoriosa de Cristo, estén ocultando el significado bíblico del Cristo de la cruz y de la tumba vacía. La cruz, en los días de Jesús, llegó a ser un símbolo de odio, amenaza, violencia y pecado; el cumplimiento de las palabras dichas hace muchos siglos: “... el día que de él comieres, ciertamente morirás” (Génesis 2:17). El mismo Creador de la vida y el Formador del hombre fue quien transitó el camino de la cruz llevando consigo el poder exterminador de la muerte.

Pero la cruz adquirió una nueva dimensión cuando Jesús, quien llevaba en Él el secreto de la vida y la muerte y el perdón, murió en ella. El mismo Creador de la vida y el Formador del hombre fue quien transitó el camino de la cruz llevando consigo el poder exterminador de la muerte. Por eso, la cruz se convierte en esperanza para todos los hombres, de cualquier religión o ideología, porque donde reinaba el pecado y la muerte, se ofrece a todos el reino de la vida sobre la muerte y el reino del perdón sobre el pecado.

El escenario La muerte de Cristo, además de ser la consecuencia del pecado, fue El Expositor Bautista > abril 2014


Tema de tapa >> también un acontecimiento que tuvo por escenario el pecado. Los poderes económicos, sociales, militares, políticos y religiosos de aquel día se habían convertido en el vicio, la mentira, la violencia, el despojo, la injusticia y el crimen, como procedimientos normales de la vida del pueblo. Es comprensible, entonces, la oración de Jesús: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34). Lo anormal se había convertido en normalidad; los autores de aquel drama tenían una conciencia muerta, no sabían lo que hacían. Pero qué significa la muerte y la resurrección de Jesús. Validan sus propias palabras, que Él es el Hijo encarnado de Dios. Ahora podemos confiar y estar seguros de que sus promesas se cumplirán en el mundo y en nuestras vidas personales. Muchas personas, a través de la historia, han profesado ser mensajeras de Dios, pero solamente Jesús afirmó que era mensajero y a la vez el mensaje de esperanza que Dios había enviado a este mundo. Al leer las palabras: “Yo soy el camino, la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6), entendemos que Él es la única esperanza para los hombre y a la vez que las demás religiones y filosofías proclaman una esperanza falsa. La muerte cruel en la cruz manifestó al mundo la obra final del pecado. Jesús murió como si fuera el más grande pecador que jamás viviera. ¿Por qué? Pablo explica la razón de su muerte: “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” (2 Corintios 5:21). El hecho de la resurrección es la prueba de que el amor siempre va a ganar la batalla contra el odio; la verdad no puede ser vencida por las mentiras del diablo; la oscuridad del pecado no puede apagar la luz divina;

que la justicia de Dios es más fuerte que las injusticias diabólicas y que la vida no termina con la tragedia de la muerte física. En la Semana Santa siempre se da énfasis al sufrimiento y la muerte de Jesús, pero el pensamiento dominante debe ser la victoria sobre la muerte. No se debe llenar la vida con la tristeza de la muerte, sino dejar que Dios nos llene con el gozo de la vida eterna que nos ha dado por conquistar la muerte. No deben concentrarse sobre la figura de un Cristo sufriente, sino dejar que el gozo de saber que Él vive llene nuestros corazones. En este tiempo sería pertinente recordar aquella caminata de los dos discípulos de Emaús que volvieron confundidos a su casa (Lucas 24:1335). Después de la muerte de su Maestro salieron de Jerusalén con angustia y frustración. Al descubrir que el compañero del camino era Jesús, al partir el pan, no descansaron sus pies para andar por el mundo proclamando la victoria sobre la muerte, no cesaron sus labios de proclamar la vida que Él ofrece, ni cesaron de trabajar para que brillara la vida sobre la muerte. El hecho de la resurrección es la prueba de que el amor siempre va a ganar la batalla contra el odio

El mensaje de la resurrección de Jesús –y la vida que Dios ofrece a quienes entregan su vida por fe a Él– es un desafío a iniciar el camino de la redención humana, de la liberación del pecado. La vida que ahora vivimos, por fe en Él, nos muestra la posibilidad de tener un mundo nuevo que comienza con un hombre nuevo. En Cristo somos una creación nueva (2 Corintios 5:17-18). ¿Puede imaginar lo que significaría si tuviéramos un mundo

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cristiano? Significaría un mundo sin odio, sin amenazas, sin vicios, sin derramamiento de sangre, sin mentiras, sin injusticias, sin crimen, sin explotación, sin opresión, etc. Esto sería el dominio de la vida nueva en Cristo sobre la muerte del pecado. Jesús invita a todos a llegar a Él y recibir de Él el descanso espiritual que cada ser humano busca. El Señor observaba al pueblo de sus días y notó que era un pueblo cansado por haber tratado de vivir por todas las leyes. Todo el mundo se esforzaba en agradar a Dios y no podían por sus propios esfuerzos. Por eso, les dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga” (Mateo 11:28-30). La invitación de Jesús es aún más válida en el día de hoy que en el día en que habló al pueblo. El pecado sigue esclavizando a los hombres, y las religiones falsas ofrecen la liberación a la vez que dejan a los hombres engañados y más lejos de la verdad. Cristo ofrece cambiar la muerte por la vida eterna. Gozosas son las personas que han aceptado la invitación y en Él han descubierto la vida eterna. Cada persona que ha experimentado el cambio espiritual que Dios ha realizado en su vida siente un gozo inmenso en proclamar las buenas nuevas de Jesús y la vida nueva que Él ofrece. Cada cristiano debe ser el portavoz del Señor en ofrecer a todos los que todavía andan en la oscuridad del pecado la nueva vida que Él ofrece al pueblo a través de la Semana Santa. Querido lector, que tenga una Semana Santa significativa este año. Y que el resto de su vida refleje la vida que usted descubrió en esa semana. Respuesta, año XXII, Nº 2.

EEB

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El compromiso

María Magdalena, transformación y fidelidad E n un momento de la historia se hizo una gran confusión con las mujeres alrededor de Jesús. Y, para simplificar el tema, no hubo mejor idea que unificar algunos personajes, lo que solo derivó en mayor desorientación. Una de esas mujeres era María, la hermana de Marta y Lázaro, que ungió a Jesús con un perfume de gran precio. Esta María ya pertenecía a los discípulos, probablemente a ese grupo de mujeres que servían a Jesús con sus bienes. Hay otro acontecimiento distinto a este. Una prostituta, arrepentida y dolida por la vida que llevaba, se echó a los pies del Maestro y, llorando, lavó los pies del Señor y los secó con sus cabellos. En esa ocasión los que estaban en la casa comenzaron a inquietarse. Y aquellos que siempre estaban atentos a la posibilidad de críticas acusaron a Jesús de dejar que una mujer de esa condición le tocara su cuerpo. Esos pensaron y juzgaron que –si era profeta– debería saber la condición moral de la mujer.

El Expositor Bautista > abril 2014

María Magdalena evidentemente era una mujer cercana a Jesús, con una profunda gratitud por los cambios que se habían operado en ella por la intervención del Maestro en su vida. Más allá de las controversias suscitadas alrededor de este personaje de la intimidad de Jesús, el relato bíblico no da lugar a ninguna otra interpretación: la actitud de gratitud por el cambio operado en su ser. Jesús provoca un tipo de lealtad en María de Magdala digno de imitar. Ella permaneció fiel y cerca del Señor en los momentos más críticos de su ministerio: la así llamada pasión –es decir juicio–, crucifixión y resurrección. La Escritura la presenta tempranamente en relación a Jesús, probablemente en el primer año de su ministerio, al destacar a un grupo de mujeres que ayudaban económicamente al grupo de los discípulos. Se menciona –entre otras– a María Magdalena, con la aclaración de que el Señor la había librado de siete demonios. Para quienes tienen familiaridad

con este tipo de opresiones, decimos simplemente que son personas que pierden el control de una o varias partes de su personalidad, y son dirigidas por espíritus de maldad que se alojan en su alma. Estos pueden estar en su mente, en sus emociones o en su voluntad. El grado de influencia varía y cada caso es diferente a otros, aunque los antecedentes psicológicos o demoníacos son frecuentemente comunes: violaciones, abusos, violencia física, desviaciones sexuales, ritos satánicos en el ambiente familiar, etc., etc. Toda persona puede ser liberada si se encuentra con Jesús. María Magdalena había experimentado cambios radicales en su personalidad, y la gratitud, admiración y amor por Jesús eran, por supuesto, completamente lógicas; el que mucho perdonó o sanó, mucho amor recibió en gratitud. Es inexplicable, a veces, cómo alguien que recibió un milagro de provisión, de sanidad, o cualquier intervención evidente de Dios, no se convierta en un fiel seguidor y servidor del Señor.


Tema de tapa •

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La presencia del Señor en nosotros merece una vida entregada alegremente a Él.

Eduardo Lorenzo Expastor Iglesia Cristo para Todos, Adrogué, Buenos Aires.

La Magdalena sí. Ella fue un ejemplo de servicio. Primero, al servicio de sus bienes. También la vemos a los pies de la cruz, junto al pequeño grupo que se arriesgó a mostrarse como discípulos, cuando –a los ojos de todos–la causa de Jesús estaba perdida. El peligro de correr la misma suerte que el Señor era real y lógico. Así que, el amor primero superó el amor a las riquezas. Luego, el amor superó el peligro de su propia seguridad.

Junto a la otra María, acompañó a José de Arimatea a bajar de la cruz el cuerpo del Señor. El amor, superando la sensación trágica del fin, acompañó el cuerpo de Jesús hasta la tumba. Y, junto a la otra María –la hermana de Lázaro–, sentadas, meditaron frente a la tumba cerrada. Las dos también fueron las primeras en la mañana del domingo. Cuando fueron a ver el sepulcro para llevar sales aromáticas recibieron la sorpresa de encontrarse con Jesús. Amor que

supera la tristeza; amor que recibe el gozo. María Magdalena, María la madre de Jesús y la otra María, son estímulos permanentes para que el amor de Jesús se transforme en nosotros en una fidelidad y compromiso a prueba de cualquier dificultad, oposición o peligro. La presencia del Señor en nosotros –el mayor milagro–merece una vida entregada total y alegremente para servirlo a Él. EEB

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Adoración >

Adoración en espíritu y verdad

En la adoración, lo esencial no tiene que ver con formas externas sino con un corazón dispuesto a adorar a Dios en espíritu y verdad.

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l próximo 7 y 8 de noviembre podremos participar del Segundo Congreso de Adoración organizado por el Área de Educación Cristiana y Adoración de la Confederación Evangélica Bautista y el Departamento de Música Arte y Adoración del SITB, bajo el lema “Adoradores en espíritu y verdad”. En Juan 4:21-26 encontramos el relato del encuentro del Señor Jesús con una mujer samaritana. La conversación entre ambos giró en torno a la adoración. La samaritana trató de defender su postura referida a determinados lugares y formas de adoración, y Jesús le habló de la “adoración en espíritu y verdad”. Lo esencial en la adoración no tiene que ver con formas externas, sino con un corazón dispuesto a adorar a Dios en espíritu y verdad. La siguiente historia, aunque ficticia, bien podría ser real. No tiene como fin criticar a alguien sino que la presento con intención de hacernos reflexionar sobre las modalidades o formas de adoración. La discusión se desarrolló alrededor de cuál es la forma correcta de adorar a Dios. Léanla, por favor, con detenimiento, para luego arribar a algunas conclusiones. El Expositor Bautista > abril 2014


Adoración >

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Marcelo Villanueva profesor del Seminario Internacional Teológico Bautista.

Era una tarde soleada en la ciudad de La Plata, Argentina. La compañía Gospel Robots concluía su última gran invención: el Imitatronic, robot con cualidades para imitar a la perfección todo lo que veía hacer y decir a los seres humanos. Las primeras pruebas se realizaron en la empresa y con personal de la misma. Luego llegarían las pruebas externas con total éxito. El Imitatronic podía convertirse en vendedor de supermercado, construir una casa como un albañil, diseñar una página web, o cuidar de un jardín lleno de plantas. Lo interesante es que el robot también estaba diseñado para imitar a un verdadero adorador; su computadora lo guiaba para actuar como tal. Primero, le indicó viajar en el tiempo e ir al tabernáculo de Moisés. Luego, al primero y el segundo Templo, hasta imitó todos los ritos conocidos. Pero, su computadora no afirmaba que fuera un verdadero adorador. Decidió volver a trasladarse en el tiempo y advirtió que la muerte y resurrección de Jesús habían producido cambios significativos. Ya los ritos antiguos pasaron a ser solo imágenes de un presente y futuro aún más perfecto, donde la adoración no era en base a ritos estrictos y faltos de emociones. Así, el robot decidió volver al siglo XXI, y un domingo a las 10:00 visitó la Iglesia Bautista de la Sana, Única y Perfecta Doctrina. Allí se entonaban los himnos que, por generaciones,

fueron emblema de la denominación. Y comenzó a imitar a los cristianos; tomó un himnario, se puso el traje de “cristiano fiel”; en pie, enderezó su columna y cantó a viva voz: “Oh, Dios eterno, tu misericordia…”. A pesar de esto, una leyenda en su computadora indicaba: ROBOT EN ADORACIÓN FALSA. Luego, el aparato le indicó visitar la Iglesia Híperpentecostal del Súper Espíritu Santo, un caluroso domingo a las 17:00. Allí los cristianos aplaudían, gritaban, saltaban y danzaban al compás de las canciones. Al imitarlos, externamente parecía estar alabando al Señor, pero su computadora continuaba escribiendo en rojo: ROBOT EN ADORACIÓN FALSA. Por último, viajó a Australia, y allí asistió a una iglesia conocida como la Iglesia de los Rubios y Rubias Haciendo Rock Inglés. Se puso los jeans y camisa suelta, se colgó una guitarra eléctrica por debajo de la cintura, y comenzó a cantar repitiendo infinidad de veces la misma canción. Aun así, la computadora seguía titilando en rojo: ROBOT EN ADORACIÓN FALSA. Frustrado por no lograr el cometido que se había propuesto, el Imitatronic volvió a la compañía Gospel Robots.

Como podemos apreciar, en esta historia ficticia no había una forma en que el robot pudiera adorar “en espíritu y verdad”. Veamos algunas características necesarias para este tipo de adoración más allá de las formas.

Adoración en verdad La palabra griega aletheia se traduce como ‘verdad’ en el Nuevo Testamento, y tiene una connotación más bien intelectual, a diferencia de las palabras hebreas que, si bien incluían el aspecto intelectual, se centraban mayormente en lo moral y existencial. A la luz de esto algunas características de la adoración a Dios en verdad son las siguientes: 1. La verdad puesta en práctica desde el intelecto, es decir, la verdad revelada en la Palabra de Dios. He visto que muchas letras actuales no tienen la calidad literaria de los salmos o los himnos bíblicos. Es decir, no hay un esfuerzo intelectual por parte del escritor a fin de que la congregación adore en verdad, a partir de cantar dichas canciones. Un detalle es la poca descripción o referencia de a quién están dirigidas las canciones. Al respecto debemos tener en cuenta lo que aparece en nuestras Biblias. Los siguientes himnos bíblicos nos demuestran lo contrario. Por ejemplo, en Filipenses 2:5-11 está bien claro a quién está dirigido el himno, más allá de todas las bases doctrinales del mismo. Vemos que la palabra “Dios” aparece cuatro veces, mientras que “Jesús” aparece tres veces. En Apocalipsis 11:15-18, el vocablo “Señor” aparece dos veces y “Jesús” una vez, en apenas cuatro versículos. Tuve la oportunidad abril 2014 < El Expositor Bautista


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Adoración •

de analizar diez canciones incluidas en los tres últimos discos de salmistas muy conocidos, y estos son los resultados: en total, “Jesús” aparece solo tres veces; “Dios” aparece dos veces y en una sola canción, mientras que “Señor” tres veces. Y lo más triste es que no hay referencia a quién están dirigidas cinco de las diez canciones estudiadas. 2. La verdad no es una imagen o copia de la verdad. Hebreos 8:1-2 (NVI) señala: “Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, aquel que se sentó a la derecha del trono de la Majestad en el cielo, el que sirve en el santuario, es decir, en el verdadero tabernáculo levantado por el Señor y no por ningún ser humano”. Este pasaje nos dice que Jesús es el verdadero sumo sacerdote, a diferencia del sacerdote del ritual levítico, que era una imagen del verdadero. Es interesante notar cuánto copiamos de otros. En la actualidad, con el avance de las comunicaciones, veo un profundo interés en muchos siervos en simplemente imitar a otros. 3. La verdad en relación a los lugares y las formas. Quiero prestar atención a este tipo de adoración, la adoración en espíritu y verdad. La discusión entre los judíos y los samaritanos giraba en torno al lugar de adoración, en especial con referencia a dos montes: Gerizim y Sion. Estos montes pueden reemplazarse en la actualidad por diferentes artistas o movimientos de música eclesiástica, como por El Expositor Bautista > abril 2014

ejemplo: Hillsong, Marcos Witt o Israel Houghton. De la segunda y tercera características deriva una cuarta característica. 4. La verdad es el reconocimiento y aceptación de nuestras características culturales. Para adorar en verdad debemos mostrarnos ante Dios tal cual somos.

Adoración en espíritu A su vez, también podemos encontrar algunas características de la adoración en espíritu o por el Espíritu. 1. Dios es Espíritu. Para adorar en espíritu tenemos que haber recibido el Espíritu Santo y vivir bajo su guía. Muchos quieren imitar formas externas, tales como levantar las manos, aplaudir o danzar. Pero, si no han aceptado a Jesús como su Señor y Salvador, es muy complicado que lo puedan adorar por el Espíritu. Lo que estarán haciendo, al igual que el robot Imitatronic, es imitar la forma, pero no la esencia. 2. La adoración por el Espíritu puede tener varias formas externas, si reconocemos que todo viene de Dios. Por ejemplo, en Hechos 2:17-21 (NVI), y en especial en el v. 21, se nos dice: “y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo”. No dice: “y todos los bautistas, pentecostales, presbiterianos, católicos, o quien sea, serán salvos.” 3. La adoración en espíritu incluye las canciones y cánticos espirituales. Colosenses 3:16 y Efesios 5:19 se refieren a esta forma de adoración en el espíritu. El primer

texto dice: “Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza: instrúyanse y aconséjense unos a otros con toda sabiduría; canten salmos, himnos y canciones espirituales a Dios, con gratitud de corazón”. El segundo señala: “Anímense unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales. Canten y alaben al Señor con el corazón” (ambos textos corresponden a la NVI). 4. La adoración en espíritu debe ir acompañada de orden y de entendimiento (1 Corintios 14:15-17). No por el mero hecho de poder explicar todo lo que pasa cuando adoramos, sino porque –como enseña el apóstol Pablo– Dios no es un Dios de desorden sino de paz (1 Corintios 14:33). Hay una consecuencia bíblica de una adoración espiritual, y es el fruto del Espíritu que debe caracterizar a los adoradores en espíritu. El fruto del Espíritu debe ser una de las marcas de la adoración en espíritu o por el Espíritu. La lista que menciona el apóstol Pablo (Gálatas 5:22-23) debe hacernos reflexionar acerca de si realmente somos una iglesia que adora en espíritu. La iglesia que lo hace por el Espíritu debería tener amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. Ruego a nuestro Dios que Él te ayude a tener una vida de adoración en la que las formas sean útiles y necesarias, pero no te esclavicen ni te impidan adorar en espíritu y verdad. Las formas no son lo más importante en la vida de cada uno de aquellos que son siervos y siervas del Señor. EEB


CONFEDERACIÓN EVANGÉLICA BAUTISTA

Asociación Civil Religiosa

Virrey Liniers 42, tel.: 4864-2711 legalytecnica@confeba.org.ar Ciudad Autónoma de Buenos Aires CONVOCATORIA ASAMBLEA GENERAL EXTRAORDINARIA SE CONVOCA A LOS SEÑORES SOCIOS ACTIVOS DE LA CONFEDERACIÓN EVANGÉLICA BAUTISTA A LA ASAMBLEA GENERAL EXTRAORDINARIA A REALIZARSE EL VIERNES 16 DE MAYO DE 2014, A LAS 16:00 HORAS, EN PRIMERA CONVOCATORIA, EN LA CALLE VIRREY LINIERS 42, CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES, para tratar el siguiente: ORDEN DEL DÍA:

1.- Lectura y aprobación del orden del día. 2.- Designación de dos socios para firmar el acta, juntamente con el presidente y el secretario. 3.- Autorizar las siguientes operaciones: 3.1. Venta del lote 218, Nomenclatura Catastral: Circunscripción XII, Sección D, Chacra 119, Parcela 1, de Colonia El Bermejo, en el Departamento Libertador General San Martín, provincia de Chaco, con 9 ha, 65 áreas, 85 centiáreas y 85 dm2. 3.2. Donación del inmueble sito en la calle Rivadavia 4711/4715, ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires. Nomenclatura Catastral: Circunscripción VI; Sección C; Manzana 222 g; Parcela 15; UF 2; Planta Baja; Polígono 00-02; Partida 18.776.

Miguel A. CHARAF Secretario Néstor O. GOLLUSCIO Presidente

Suscripción a:

El Expositor Bautista

A p e l l i d o y n o m b r e s : .........................................................................E - m a i l : ..................................................................... C a l l e y N ú m e r o : ..........................................................................................................................C P : ....................................... L o c a l i d a d : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . P r ov i n c i a : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Te l / Fa x : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . C e l . : . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Argentina: suscripción por un año $100 (tres ediciones).

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Dra. Hebe E. de Caramutti

Dr. Eduardo Zóffoli

Dr. Luis Daglio

Lic. Delia Arévalo

Escribana

Abogado

Abogado

Psicóloga

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Atención de adultos y adolescentes Evaluación psicodiagnóstica

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Servicio Social Cristiano >

Cuidar a los que cuidan Jorge Galli Es psicólogo, profesor en el Seminario Internacional Teológico Bautista y en Eirene Argentina.

“Q

uiero que me cuiden”, “No me están cuidando”, “Siento que me descuidaron”. Estas expresiones se escuchan con frecuencia en ámbitos laborales, eclesiales, familiares, y aun en las relaciones de pareja. La necesidad de ser cuidados se corresponde con la capacidad de cuidar; cuando esta falla nos sentimos desamparados. En esta presentación nos proponemos reflexionar sobre el cuidado como una de las dimensiones que mejor definen al ser humano, y como vocación y misión que algunas personas asumen en vida.

1. El cuidado El cuidado es un atributo constitutivo del ser humano; hace a su esencia. Si bien entre casi todos los animales se observan expresiones de cuidado, entre los humanos este es constitutivo del psiquismo. Somos seres necesitados de cuidado; si no nos cuidan, perecemos. • Etimológicamente, “cuidado” viene del latín coera y se usaba en un contexto de relaciones humanas de amor y de amistad. Cura quería expresar la actitud de cuidado, desvelo, preocupación por el otro. El sacerdote o pastor es el que El Expositor Bautista > abril 2014

Para aprender a cuidar de los otros sin negarnos a cuidar de nosotros mismos. se dedicaba a la “cura de almas”, como una forma de acompañamiento, de cuidado del otro. • Los filósofos dicen que el cuidado posee una dimensión ontológica, lo que quiere decir que penetra en la constitución del ser humano. • Los psicólogos hablan de la teoría del apego. En 1958 J. Bowlby postula que el ser humano desarrolla desde sus comienzos una intensa vinculación hacia una única persona (figura de apego) vinculación que, una vez establecida, se mantiene constante. Los experimentos de Harlow con monos mostraban la preferencia de los monitos hacia los peluches en lugar de los robots que proveían alimentos. • Hay algo en los seres humanos que no se encuentra en las máquinas. Algo que surge a través de millones de años de proceso evolutivo cuando emergen los mamíferos: el sentimiento, la capacidad de emocionarse, de envolverse, de afectar y sentirse afectado. Si programáramos una computadora que tuviera todas las respuestas, todas las soluciones a nuestros problemas y que, haciendo clic, nos diera el remedio exacto, aun así moriríamos. Porque le falta el pathos. Le falta el sentimiento, que es el que da el cuidado. El pathos

fue antes que el logos. Por eso, una computadora no puede cuidarnos, tiene mucho logos, pero cero de pathos. Una computadora no tiene capacidad de empatía. • La gran dolencia de nuestro tiempo no es la falta de información sino la falta de cuidado que produce soledad y desamparo. Rollo May, psicólogo estadounidense atento al drama de nuestra cultura moderna dice: “En la actual situación de episodios racionalistas y técnicos, perdemos de vista al ser humano. Necesitamos volver humildemente al simple cuidado. Creo que solo el cuidado nos permite resistir al cinismo de nuestro tiempo”. Me pregunto si en nuestras iglesias no está pasando lo mismo. Hemos perdido de vista el simple cuidado, el cuidado de unos por otros. • Leonardo Boff lo dice así: “Importa colocar en todo el cuidado. Eso significa concederle el derecho de ciudadanía a nuestra capacidad de sentir al otro, tener compasión con los que sufren, obedecer más a la lógica del corazón, de la cordialidad, que a la lógica de la conquista y del uso utilitarista de las cosas”.

2. El cuidado a otros El cuidado de unos hacia otros es


Servicio Social Cristiano >> inherente a todos los seres humanos. Pero hay personas que sienten una vocación, un llamado, una misión de vida en el cuidado de otros. Estas personas, llamadas a cuidar, se capacitan y asumen el cuidado por otros, como una profesión. Son las llamadas profesiones reparatorias. Enfermeras, médicos, trabajadores sociales, acompañantes terapéuticos, pastores. Profesiones que son llamados a asumir los dolores de otros. También podemos llamarlas profesiones vicarias, porque toman el lugar de sufrimiento junto al otro o por el otro. Ahora bien, estas nobles profesiones tienen un riesgo. Numerosas investigaciones han demostrado que las profesiones reparatorias, es decir, aquellas que trabajan con la restauración de la salud física, emocional o espiritual de los demás, suelen caer en el mismo problema que intentan solucionar: la enfermedad. Estos profesionales suelen estar de tal forma identificados con su papel que arriesgan su propia salud. En un estudio realizado por la organización Enfoque a la Familia sobre la salud del pastor se difundió la siguiente información: • El 75 % pasa por una crisis en su ministerio. • El 45 % experimentó una sensación de derrota que los llevó a dejar temporalmente el ministerio. • El 90 % piensa que no tiene suficiente preparación para enfrentar el ministerio. • El 52 % piensa que el ministerio pastoral es insalubre. • El 66 % se siente presionado por sus congregaciones. • El 28 % cree que su sueldo es inadecuado. • El 58 % de las esposas tiene un trabajo fuera de la casa. • El 81 % cree que el tiempo que pasa con su familia es insuficiente.

• El 70 % considera que no tienen a nadie como amigo cercano. • El 55 % no tiene a nadie con quien hablar de sus tentaciones. El mismo estudio identificó que las causas de mayor desgaste pastoral son: • La política eclesiástica. • La escasez financiera. • Las relaciones difíciles con los líderes. • La relación con el Consejo Directivo. • Las altas expectativas de las iglesias. Los que tenemos el llamado a trabajar en el cuidado de otros, deberíamos tener muy en cuenta las primeras señales de alarma que nos avisan sobre los riesgos que estamos corriendo: • Pérdida de gozo y sentido de gratitud (espíritu). • Mal humor (relaciones). • Somatizaciones (cuerpo). • Cinismo. Burnout: El síndrome de burnout (síndrome de agotamiento laboral o fatiga laboral crónica) es un padecimiento que consiste en la presencia de una respuesta prolongada de estrés en el organismo ante factores estresantes emocionales e interpersonales que se presentan en el trabajo; incluye fatiga crónica, ineficacia y negación de lo ocurrido. También se llama síndrome de desgaste profesional u ocupacional, síndrome del trabajador desgastado o consumido, síndrome de quemarse por el trabajo, síndrome de la cabeza quemada. Esta nueva patología debe darse a conocer para que no se extienda como una epidemia entre todos los que trabajan en el cuidado de otras personas sean maestros, médicos, líderes. Algunos síntomas de esta afección son: astenia y agitación al mismo tiempo (tics nerviosos,

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temblor de manos), palpitaciones, taquicardia y pinchazos en el pecho. • Aumento de la tensión arterial, dolores musculares (sobre todo en la zona lumbar), cefaleas, problemas digestivos. • Trastornos del sueño e inapetencia sexual. Al reflexionar sobre esta enfermedad surge la pregunta: ¿Deberíamos considerar insalubre la tarea del cuidado pastoral de la personas? De ninguna manera. ¿Qué es lo que lleva a los profesionales del cuidado del otro a caer en estados de agotamiento crónico? ¿Qué es lo que hace que un líder, pastor, diaconisa, misionera, o todos aquellos que tienen funciones ejecutivas en la iglesia, entren en una crisis por la sola razón de su trabajo, de su ministerio? Debemos conceder que la tarea del cuidador es compleja porque: • Es con personas. • Está en la “vidriera”. • Es cambiante. • Es una época de transición. • Es difícil complacer a todos. Por ejemplo: *

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Si es muy joven, le falta experiencia. Si su pelo es canoso, es muy viejo. Si tiene más de tres niños, tiene muchos. Si no tiene ninguno, está dando mal ejemplo. Si habla con notas, sus sermones son enlatados y secos. Si habla de improviso, no es “profundo”. Si es atento con los pobres, está tratando de impresionar a la congregación. Si con los ricos, está tratando de ser un aristócrata. Si usa muchas ilustraciones, descuida la Biblia. Si no las usa lo suficiente, no es claro. Si condena el mal, es caprichoso. Si no lo hace, es por conveniencia. Si predica por una hora, es vano y pomposo. Si menos, es haragán. Si predica la verdad, ofende a muchos. Si no, es hipócrita. abril 2014 < El Expositor Bautista


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Si se descuida en agradar a todo el mundo, está hiriendo a la iglesia. Si agrada a todos, no tiene convicciones. Si predica acerca de los diezmos, es amante del dinero. Si no, se descuida del desarrollo de la gente. Si predica todo el tiempo, la gente se cansa de oír a un mismo hombre. Si invita a predicadores visitantes, está esquivando su responsabilidad.

Todas estas razones son muy válidas para explicar por qué muchos de nuestros líderes cristianos caen en un estado de agotamiento. Pero, debemos admitir que no es la única razón, ni la principal. Necesitamos asumir que el mayor desafío de nuestro trabajo ministerial no viene del trabajo en sí, ni de la complejidad de la tarea, ni de los problemas de las personas. La principal causa por la que nos “quemamos” viene de nosotros mismos. No me miren así por ser morena, el sol ha bronceado mi piel. Mis hermanos se enojaron conmigo; me obligaron a cuidar de sus viñedos, por eso no pude cuidarme a mí misma, mi propio viñedo.

Cantares 1:6, NTV

3. El cuidado a nosotros mismos “Tengan cuidado de sí mismos y de todo el rebaño sobre cual el Espíritu Santo los ha puesto como obispos para pastorear la iglesia de Dios, que él adquirió con su propia sangre” (Hechos 20:28, NVI). Al despedirse de los ancianos de Éfeso, el apóstol Pablo comienza su sermón de despedida exhortando a “tener cuidado de sí mismos”. Algunos de los criterios que pueden ayudar al cuidador a cuidarse a sí mismo son: a) Reconocer su finitud. El El Expositor Bautista > abril 2014

pastor debe saber que él no pasa de ser un ser humano. Cuando no tiene respeto para su dimensión humana, el cuerpo se cansa, el alma se agota y el espíritu pierde la alegría de servir. Algunos pastores deben recordar que ser pastor y ser humano no es incompatible. El apóstol Pablo nos recuerda que “tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros” (2 Corintios 4:7, NVI). Dios ha dispuesto que nadie que ejerza el ministerio de la predicación, la enseñanza y del cuidado, “tenga un concepto de si más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado” (Romanos 12:3, NVI). Según Lothar Hoch1, la primera condición para ser pastores y pastoras, diáconos y diaconisas, misioneros y misioneras, profesores o catequistas de la Iglesia de Cristo es asumir nuestra condición humana, como seres frágiles y carentes. Quien encuentra que, al convertirse a Cristo y recibir el don de Espíritu Santo, se deja de ser persona humana, se está engañando a sí mismo porque está queriendo sobrepasar los límites que el Creador le impuso. Cuando, por una concepción errónea o pretenciosa de lo que significa ser pastor, dejamos de confrontarnos con nuestra propia debilidad y nuestras sombras, la tendencia es que no sabremos entender las imperfecciones y las sombras de los otros. Muchos tienen miedo de oír en profundidad los dolores de las otras personas porque nunca oirán ni se confrontarán en profundidad con sus propios dolores y sus propios miedos. Nadie es capaz de acoger en la otra persona aquello que no acogió dentro de sí mismo. Nadie escucha 1 Conferencias Carnaham, 2009. ISEDET.

en la otra persona aquello que no aprendió a oír dentro de sí mismo. Quien no conoce su propia humanidad no tolera la del otro. Por otro lado, basta que un ministro de la Iglesia se conozca razonablemente bien para que se torne humilde, para que sea tardo en juzgar a otros y cauteloso en considerarse un modelo para los demás. Ahora, el Espíritu Santo no solo nos capacita para la osadía de ejercer el ministerio. Él, igualmente, nos capacita para asumir nuestra flaqueza. Solo cuando permitimos que el amor del Señor, a través de la acción del Espíritu Santo, revele la dimensión de nuestra miseria humana, nosotros entenderemos el misterio de la gracia de Dios y de la justificación por la gracia que penetra en los poros oscuros de nuestra existencia. Este es el sentido dialéctico de la afirmación del apóstol Pablo cuando dice: “porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” (2 Corintios 12: 10). b) Pedir que nos cuiden. Otro criterio para cuidarnos a nosotros mismos es pedir a otros que nos cuiden. El trabajo solitario nos hace vulnerables a una salud frágil y quebrantada. Hay diferentes razones por la cuales escapamos a pedir el cuidado de otros: • Consideramos las cosas del área personal y familiar como irrelevantes para nuestro ministerio. • Tenemos dificultad para hablar de nuestros problemas con nuestros colegas, o por miedo de no ser comprendidos o por falta de confianza entre unos y otros. • Experimentamos a nuestros colegas más como competidores que como hermanos en Cristo. • Tenemos dificultades para hablar de nuestros problemas con los miembros de un equipo porque eso podría manchar nuestra imagen delante de nuestra comunidad.


Servicio Social Cristiano •

• Tenemos dificultad para hablar de nuestros problemas con la dirección de nuestras iglesias porque no estamos seguros de ser bien comprendidos.

4. El cuidado de Dios Dios nos invita a descansar “Entonces los apóstoles se juntaron con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho, y lo que habían enseñado. Él les dijo: Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco. Porque eran muchos los que iban y venían, de manera que ni aun tenían tiempo para comer. Y se fueron solos en una barca a un lugar desierto” (Marcos 6:30-32). Después de la exitosa gira misionera, los apóstoles se reportan a Jesús para informarle sobre los resultados. (Nada más satisfactorio para un vendedor que reportar el cumplimiento de objetivos a su jefe). Parece que el Señor no presta mucha atención al informe. Le importa más el obrero que la obra. En un gesto de delicadeza imprevisto, les dice “vamos a descansar”.

Dios nos invita a disfrutar “¿Qué saca el trabajador de aquello en que se afana? He visto la tarea que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que en ella se ocupen. El ha hecho todo apropiado a su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones, sin embargo el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho desde el principio y hasta el fin. Sé que no hay nada mejor para ellos que regocijarse y hacer el bien en su vida; además, que todo hombre que coma y beba y vea lo bueno en todo su trabajo, eso es don de Dios” (Eclesiastés 3:9-15). Permitirse el placer. Los cristianos, y en particular los pastores, tienen

ciertas resistencias a la experiencia placentera. Pareciera que el peso de los principios del puritanismo anglosajón terminó por arrancarnos los buenos oficios que puede ofrecer, a la salud, experimentar el placer como un don de Dios. Fuimos creados como seres sensuales. Tenemos cinco sentidos que nos permiten disfrutar de una buena comida, de una grata melodía, de un bello paisaje, de una suave caricia. ¿Será que el Señor nos dio los sentidos para que reprimamos las sensaciones placenteras? El placer tiene una función reparatoria de nuestro desgaste diario y renovador de nuestras energías agotadas. El famoso happy hour es algo más que una estrategia marketinera para atraer gente a los bares después del horario de oficina. Es una respuesta a la necesidad de relajarnos y estar con amigos en una charla distendida sin más obligación que pasar un buen rato. Los que pasan días y meses lidiando con las cargas ajenas, necesitan experimentar el placer en cuerpo, espíritu y mente de un tiempo de solaz. Puede ser tomar un helado en la plaza, escuchar una buena música, compartir una rica comida, asistir a una exposición de cuadros o ir a pescar. No importa qué; importa relajarnos, complacernos y reconocer los “mimos de Dios” a través de las cosas bellas y placenteras que la vida nos regala.

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Conclusión El cuidado es parte constitutiva del ser humano. Somos seres que necesitan cuidado y que damos cuidado. Sin el cuidado dejaríamos de existir como comunidad, familia y como humanos. Hay personas que sienten vocación por cuidar de otros, por compartir la carga de otros y asumir los dolores de otros. Son las profesiones reparatorias o las profesiones vicarias. La humanidad les debe mucho a estos profesionales. Los que trabajamos en profesiones vicarias estamos en un dilema: somos llamados a asumir los dolores de otros, pero tenemos dificultades en asumir los propios. Si descuidamos el cuidado de nosotros, o si no permitimos que otros nos cuiden, terminaremos por ser incapaces de cuidar de otros. Erich Fromm decía que el amor al otro y el amor a sí mismo no son excluyentes sino que se complementan. Es urgente que eduquemos a la iglesia a cuidar a sus líderes. Es urgente que los ministros comencemos a cambiar alguna cosa referida a la forma en que cuidamos a los demás. Es urgente que aprendamos a cuidar de los otros sin negarnos a cuidar de nosotros mismos. Tema presentado durante una capacitación para pastores y líderes organizado por el Área de Acción Comunitaria de la CEB, quien tiene entre sus objetivos el “fortalecimiento familiar”. EEB

Estudio de caso: Elías, el profeta fundido ¿Qué síntomas presenta y que diagnóstico haríamos? ¿Cuáles son las causas de su estado? ¿Qué tratamiento le ofrece Dios?

Preguntas para reflexionar y aplicar:

¿Cuáles son algunas formas de cuidar de sí mismo que deberían ser practicadas a nivel individual? ¿Cuáles son algunas formas de cuidar que la iglesia debería ofrecerle a los que cuidan? abril 2014 < El Expositor Bautista


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Historia >

Las Islas Malvinas

Llega la azul y blanca

El Expositor Bautista > abril 2014


Historia >>

Con estilo sencillo y ameno, Canclini pone a nuestro alcance una serie de relatos en el libro Malvinas: historia en historias, del cual hemos seleccionado este, evidenciando facetas desconocidas de lo ocurrido en las islas a lo largo de su historia.

E

l 6 de noviembre de 1820 fue un día excepcional. En medio de un cuadro muy patético, por primera vez la bandera argentina se agitó con los vientos de la tierra malvinera. Tal vez alguno diga que había pasado demasiado tiempo desde que la Argentina existía como nación en 1810. Hay que considerar que la “nueva y gloriosa nación” estaba luchando por su existencia y que no contaba con una flota que le permitiera hacerse presente en los rincones del antiguo virreinato. Todos sabían que aquello era tierra argentina y no había necesidad de aclararlo. Fue aún más claro que con la Patagonia, reclamada por Chile como suya. Por eso, no hubo presencia oficial en el sur continental hasta 1878 y en Tierra del Fuego hasta 1884. Pero hacia fines de 1819 circuló la noticia de la depredación que estaba sufriendo la abundante fauna que por entonces poblaba las islas, por lo que inmediatamente se dirigieron allí naves de las más diversas banderas para explotar esa riqueza. Esos eran también los años en que, desde nuestro país, se habían destacado corsarios que asolaban la navegación española de todo el Atlántico y aún más allá. En su mayoría, eran

marinos extranjeros, que combinaban la guerra con lo que entonces era un comercio lícito. Algunos ni siquiera conocieron Buenos Aires. El norteamericano David Jewett actuaba en ese oficio desde 1816. Al zarpar en enero de 1820, llevaba instrucciones secretas del gobierno de Buenos Aires, con relación a las Malvinas. Aunque ese documento no se haya conservado, vale la pena pensar que se tomaron medidas para que constara la soberanía en aquellos tiempos en que el país estaba sumido en tremendas luchas interiores que el mismo año llevaría a la disolución nacional. Jewett había nacido en una familia de marinos en 1772. Entró a la armada de su país en 1791 y con la corbeta Trumbull participó en la guerra con Francia en campos tan diversos como Haití y Trípoli. En 1815 entró al servicio de Buenos Aires con la Invencible, con la que hizo varias capturas. Recibió patente de corso en 1820, situación en la que fue enviado a las Malvinas. Luego pasó a las órdenes del imperio brasileño, sin participar en la guerra con nuestro país. Ya retirado se casó en 1826 y falleció en 1842. El viaje de la Heroína, como se llamaba su fragata, fue muy largo y

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Dr Arnoldo Canclini Pastor e historiador.

sumamente azaroso. Algunos dicen que el nombre de la nave era alusión a la dama chilena Xaviera Carrera, cuyos hermanos tuvieron una tortuosa carrera, interrumpida por el fusilamiento; los rumores le atribuían cierta relación romántica con Jewett. En busca de naves enemigas, primero fueron hacia el Atlántico norte y frente a las costas españolas lograron algunos éxitos. Pero luego, todas las desgracias del mar se lanzaron furiosamente sobre Jewett y sus hombres: las tormentas, la indisciplina y el escorbuto. Más de una vez debió sofocar, no sin sangre, alguna rebelión. Solo la Providencia impidió que la nave quedara convertida en un fantasma ambulando sobre las olas. Pero no había olvidado la misión encomendada. A fines de octubre llegó a Nuestra Señora de la Soledad, donde encontró no menos de cincuenta embarcaciones dedicadas a la caza de lobos marinos. Su situación estaba realmente al límite. Leamos cómo él lo contaba en su posterior informe al gobierno: El estado de la Heroína al entrar en este puerto no puede describirse adecuadamente, ni apenas imaginarse. Solo diez marineros efectivos para abril 2014 < El Expositor Bautista


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Historia •

atender el buque, asistir a los enfermos, a los moribundos y enterrar a los muertos, sin la más distante esperanza de socorro, sino de los salutíferos efectos de la tierra fresca, y una cesación parcial de la trabajosa obligación de navegar el buque en medio de una serie de tempestades y fríos rigurosos, cuya fatiga, con la desesperación consiguiente al presenciar la rapidez de la mano de la muerte, y el terror y padecimientos ocasionados por la violencia del tiempo, casi me dejó abandonado. Ocultando lo precario de su situación, el 2 de noviembre cursó una nota a los capitanes de aquellas embarcaciones, que nos ha quedado por la transcripción que hace de ella el famoso marino inglés James Weddell, que fue uno de los que la recibieron en su nave Jane: En ella decía: Señor: Tengo el honor de informar a Ud. de mi llegada a este puerto comisionado por el Superior Gobierno de las Provincias Unidas de América del Sud, para tomar posesión de las estas islas en nombre El Expositor Bautista > abril 2014

del país al que naturalmente pertenecen. Al desempeñar este deber, deseo obrar con la mayor deferencia y equidad hacia todos los pabellones amigos. Uno de los objetivos principales es evitar la abusiva destrucción de los recursos tan útiles para aquellos cuyas necesidades los compelen o convidan a visitar estas islas y auxiliar a los que deseen abastecerse a poca costa. Como su objetivo no es contravenir estas disposiciones, creo que puede disponer de mi buque, donde podré alojarlo todo el tiempo que usted quiera. Suplico a usted al mismo tiempo haga saber esto a los otros súbditos británicos que se hallen en estos parajes. Pero no basta con una nota. Ante los ojos curiosos y sorprendidos de ingleses, estadounidenses y otros, el día 6 hizo desembarcar a sus hombres. Se debería decir más bien: “A sus hombres que podían mantenerse en pie mientras durara la ceremonia”. La formación debe haber sido muy peculiar, porque para entonces solo

vestían harapos. Los uniformes raídos habían sido compuestos para darles algo de la dignidad que requería la hora. Se armó un mástil. Un tambor y un silbato tuvieron a su cargo el toque musical del caso. Jewett leyó una proclama que desconocemos y la nave hizo sonar los veintiún cañonazos de rigor. Por supuesto, no hubiera podido resistir ni siquiera una pedrea de los circunstantes, pero no había motivo alguno para presumir que aquellos a quienes consideraba súbditos de naciones amigas hicieran acto alguno de violencia. No ocurrió nada de eso, ni en el momento ni en el mes que permanecieron allí, simbolizando el orden y la ley. El relato circunstanciado que James Weddell ha dejado de esas jornadas es muy laudatorio para con Jewell de quien dice: “Me recibió con gran cortesía y, a pesar del aspecto agotado y mutilado de su buque y tripulación, él adoptó un aire de fuerza y autoridad superior a lo que yo esperaba”. La noticia se esparció por todo el mundo, habiendo sido publicada incluso en periódicos de Estados Unidos y España. Nadie protestó ni observó nada. Aquella mañana de primavera mostró cómo un país que solo podía mandar hombres harapientos, mantenía su virilidad y su deseo de defender lo propio. EEB


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Jóvenes >

De pastores y ovejitas A nosotros se nos han perdido demasiados jóvenes, y aún siguen perdiéndose…

E

n ocasiones, la educación de los hijos en las familias cristianas se convierte en una tarea especialmente ardua. Muchas veces se suman a la inseguridad o impericia paterna, el entorno de los hijos según el medio en que se mueven, y la terrible franja de edad que conocemos como adolescencia, y que dura una infinidad de años. En esos momentos, los padres sinceros y honestos se dan cuenta de que necesitan ayuda. Cuando los hijos se desvían por caminos que no auguran nada bueno, cuando se niegan a seguir asistiendo a la iglesia, cuando se resisten a las indicaciones sabias que aporta la familia y que demandan un cambio de actitud o comportamiento, los padres y las madres acuden a los pastores de la iglesia, para solicitar auxilio. Si no fuera porque se ha repetido ya en demasiadas ocasiones lo que a continuación describiré, no me tomaría la molestia de abordar el tema. En todo caso, reciban estas palabras como reflexión en voz alta, por si pueden ser de utilidad.

Vuelvo a la cuestión. Las familias, sabiendo que si sus hijos no se entregan al Señor están perdidos y condenados eternamente, viendo que se alejan de todo lo que “huele a iglesia”, observando las nuevas amistades y las dinámicas en las que entran, piensan en posibles soluciones. Algunas ideas que se les ocurren van en la línea de que la iglesia podría jugar un papel mucho más importante en la vida cotidiana de los adolescentes si se acercara con sabiduría a ellos, si se les dedicaran más horas, si no hubiera dos o tres meses de vacaciones de las actividades en verano, si los horarios de estas actividades cubrieran los horarios clásicos de las tentaciones más frecuentes a su edad… Al abrir el corazón desesperado a los pastores, la respuesta que muchas veces se ha obtenido es: “La iglesia no es una guardería”. Perdón, ¿cómo dice…? En la adolescencia, la voz de los padres, incluso la de los padres cristianos, es la que menos escuchan los hijos. Buscan a sus iguales, y muchas veces se dejan influenciar

Febe Jordá Pedagoga y escritora.

y transitan caminos peligrosos, quizá precisamente por la educación que han recibido basada en principios y que les ha marcado límites. Que la voz externa a la familia que se necesita en esos momentos sea una voz cristiana, desde la iglesia, ¿no les parece una magnífica idea? Es verdad que el esfuerzo que requiere la atención de esta edad tan difícil y complicada podría decirse que es casi sobrehumano. Pero yo añadiría: sin embargo es necesario, imprescindible. Es más, si pensamos la iglesia con visión de continuidad del testimonio del Pueblo de Dios y de futuro, cae por su propio peso que de quienes nos hemos de ocupar en primer lugar es de los niños y de los jóvenes. Y aun hay otra razón que imprime urgencia: ellos no miden el tiempo igual que los adultos. Voy a poner un ejemplo: si en una iglesia los grupos o células de hogar tardan seis meses en ponerse en marcha, es posible que no abril 2014 < El Expositor Bautista


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Jóvenes •

ocurra nada irreparable. Seis meses para un joven, por el contrario, ¡es toda una vida! Lo mismo ocurre con tres meses o con uno solo… Y si las ovejas se nos han desperdigado, lo que hayan recibido en ese tiempo de alimento y cuidado, como son más tiernas y maleables, puede dejar en ellas una huella o una herida, incluso cicatrices, difíciles de obviar. Soy consciente de que quizá estoy hablando de una manera un tanto radical, casi en blanco y negro, y según unos datos sesgados. Pero es que en mi Biblia no encuentro la cita que dice “la iglesia no es una guardería”, sino más bien encuentro citas que dicen todo lo contrario. ¿Recuerdan la oración de Jesús en Juan 17? Dirigiéndose al Padre y refiriéndose a sus discípulos, dice: “Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que

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me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió…” (v.12). A nosotros se nos han perdido demasiados jóvenes, y aún siguen perdiéndose… y ninguno de ellos ostenta el título de “hijo de perdición”. El mismo Señor se preocupaba activamente de guardar y de cuidar amorosamente a los suyos, a sus ovejas, porque Él era el buen pastor, el que da su vida por las ovejas. Los otros pastores, los que deben seguir su ejemplo como Príncipe de pastores, jamás pueden decir que la iglesia no es una guardería. La iglesia está encargada, junto con la familia, de dar cobertura y protección espiritual, muy especialmente en los momentos en que el enemigo zarandea a nuestros pequeños, los confunde y los tienta. Y toda esta tarea espiritual, aparte de oración intercesora, incluye la toma de conciencia, el clamar por sabiduría y ponerse manos a la obra sin dilación. Aquellas otras palabras de Jesús referentes a piedras de molino atadas al cuello y arrojarse al mar son también pertinentes (Marcos 9:42). Porque hay pequeños que han dado testimonio de creer en el Señor y se los hace tropezar, y esto es imperdonable, según esta advertencia. Añado aquí una consideración más respecto a lo de devolver la pelota al campo de la familia, cuando vemos que los chicos son más complicados de lo que nos gustaría:

¿Qué pastor, digno de llamarse así, dejaría –impasible y sin pestañear– que se perdiera un adolescente solo porque no tiene una familia creyente que lo atienda? ¿Quiénes deben ocuparse de los más pequeños? Todos, con delicadeza y conocimiento de lo que se hace. Los pastores buscando quiénes, de los más apasionados por Jesús, de los más fieles, pueden encargarse de la parte importante de la tarea, e instándoles a que se preparen para hacerlo de la mejor manera posible. Pongamos que en nuestra iglesia no encontramos los recursos para atender a los nuestros: ¡el Pueblo del Señor es grande y rico, y bastará con buscar entre nuestros hermanos cercanos quién lleve a cabo ya este trabajo! Porque, recordemos: no podemos permitirnos perder tiempo con ellos. Además de las familias, hay muchos que saben que la iglesia sí debe ser una guardería, para todos (además de otras cosas). Y sin títulos ni cargos oficiales, o con ellos, se ocupan de nuestros pequeños, de nuestros hijos despistados, en la iglesia y fuera de la iglesia, en su casa y andando por el camino, y en ocasiones mucho más allá de sus fuerzas. ¡A todos ellos un millón de gracias, de todo corazón! Adaptado de Protestante Digital, septiembre 2013 EEB



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Familia >

Más cerca antes de apagar la luz Los últimos minutos en el día de un matrimonio son trascendentales para la calidad de la relación.

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ás cerca antes de apagar la luz, es el subtítulo del libro Conversaciones íntimas para parejas, escrito por los doctores Les y Leslie Parrott. Ellos sostienen que los últimos minutos en el día de un matrimonio son trascendentales para la calidad de la relación. Cuanta más atención se da a ese tiempo, más descansados se levantarán y más cerca se sentirá el uno del otro. Si bien es cierto que una cama cómoda hace que el descanso sea una experiencia más confortable, también es cierto que más importante que ello es la calidad de la relación. Además, si tenemos en cuenta que, El Expositor Bautista > abril 2014

en promedio, pasamos un tercio de nuestra vida en la cama, y que normalmente los matrimonios conversan no solo acerca de lo que sucedió en el día sino de lo que planean hacer en adelante, la buena administración de esos minutos es de extrema relevancia. He aquí algunas sugerencias para aprovechar mejor ese tiempo: • Jamás discutan por la noche. “Desperdiciarán una buena noche

de descanso y, de todos modos, no podrán solucionar nada hasta la mañana siguiente”, Rose Fitzgerald Kennedy. Imagina lo que sucedería si los dos decidieran valorar todos los aspectos positivos del día y no hablar de cosas negativas. ¡Tu matrimonio se revolucionaría! • Oren juntos antes de dormir. Ya sea de rodillas o sentados en la cama, agradecer por lo vivido y encomendar el descanso a Dios pidiendo su protección, tiene que transformarse en un hábito de cada noche. • No traten de hacer una lista de los pendientes para el otro día. A menos que tengan lápiz y papel para anotar aquello que temen olvidar, es


Familia •

mejor concentrarse en dormir plácidamente. Mañana será un gran día y necesitan estar descansados para aprovecharlo al máximo. No usen el tiempo de descanso pensando en cómo resolver un confl icto. Por regla general, el diálogo personal durante la noche suele irritar a quien lo practica haciendo que su respuesta al problema sea dramática, acalorada y ofensiva. El descanso permite un corte emocional saludable para tener una perspectiva más objetiva en un asunto importante. Tóquense mientras duermen. Las caricias son una forma auténtica de comunicación. “Qué placentero es disfrutar de una tierna caricia luego de un día difícil o sencillamente descansar lado a lado, tomados de la mano mientras se duerme por la noche”. Solo un roce, ¡pero es maravilloso! Los científicos han comprobado que tocarse puede reducir la tensión, levantar el ánimo, mejorar la autoestima e, incluso, fortalecer el sistema inmunológico. Compréndanse. Voltaire escribió: “El oído es el camino al corazón”. “El escuchar atentamente a tu pareja, a lo largo del día y en lo profundo de la noche, es el mejor atajo para llegar a la intimidad”, Les Parrott. Los esposos pueden demostrarse apoyo incondicional con el solo hecho de escuchar con empatía e interés. Tomen tiempo para planear una vida intensa. Uno nunca sabe lo que puede surgir de las conversaciones íntimas antes de dormir. Qué triste es pasar por esta vida sin descubrir el verdadero propósito por el que nacimos. Hay personas que simplemente sobreviven; viven sin pasión y sin entusiasmo. ¿Qué

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Dres. José Luis y Silvia Cinalli Pastores de la Iglesia de la Ciudad, Resistencia, Chaco. www.placeresperfectos.com.ar

pueden hacer para que valga la pena vivir la vida? ¿Cuál creen que sería su mayor aporte para la

humanidad? ¿Qué es lo que realmente les gustaría hacer? Seguramente en eso Dios los quiere usar y puede que el propósito compartido surja de una conversación en una noche cualquiera. ¡Incluso podría ser hoy! www.placeresperfectos.com.ar

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Pastores >

Una opinión

¿Es bíblico tener apóstoles hoy? Hay mucha obsesión con títulos, oficios y el poder lucir y ser importante. Se emplean constantemente las técnicas de publicidad y promoción del mundo secular.

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ara enfocar este tema, es necesario primero analizar los diferentes usos de la palabra griega apostolos. El término se deriva del verbo apostellô, que significa simplemente ‘enviar’. Por eso, (1) el sentido más general de apostolos, como en Juan 13:16, es cualquier persona enviada en cualquier misión (recadero, mandadero). Un aspecto más específico de este sentido (2) ocurre en 2 Corintios 8:23 y Filipenses 2:25 cuando mencionan los “mensajeros de las iglesias” (apostoloi ekkêsiôn), como delegados comisionados por las congregaciones para alguna tarea. En tercer lugar (3), la palabra significa ‘misionero’, que es el equivalente en latín (del verbo mitto, misi, ‘enviar’). En este sentido Jesucristo es el “misionero” enviado por Dios

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(Hebreos 3:1). Como veremos más adelante, Cristo no era “apóstol” en el mismo sentido que los doce, sino como “enviado” y “misionero” del Padre y prototipo de la misión de la Iglesia (Juan 20:21; Marcos 9:37; Mateo 10:40; Juan 13:20: Jesús es el Enviado del Padre). El cuarto sentido (4) es lo que generalmente entendemos por “los apóstoles”, como Pedro, Pablo y los demás. En ese aspecto, el término podría considerarse un título, de una primacía en cierto sentido jerárquica. Dados estos diversos sentidos de la palabra “apóstol”, es necesario en cada texto bíblico determinar cuál de ellos se está empleando. Serios problemas resultan cuando se confunde un sentido con otro. Los “apóstoles” de hoy toman pasajes donde el término significa ‘misionero’ pero los

aplican en el otro sentido y quieren atribuirse los títulos y autoridades de los doce y de Pablo. La Iglesia Católica hace algo parecido con su “ sucesión apostólica” a través de los siglos. Según el Nuevo Testamento, los apóstoles no tienen sucesores.

El trasfondo judío

El apostolado del Nuevo Testamento se basó en una práctica judía de designar un emisario, llamado ShaLiaJ, con plenos poderes para representar a quien lo había enviado (Esdras 7:14; Daniel 5:24; cf 2 Crónicas 17:7-9). El ShaLiaJ era una especie de plenipotenciario ad hoc. Eran comunes las fórmulas legales como “el que te recibe a ti me recibe a mí”, “lo que ustedes atan en mi nombre lo he atado yo”, y muchos otros


Pastores >>

parecidos, que aparecen también en el Nuevo Testamento (Marcos 9:37; Mateo 16:19; Lucas 10:16; Juan 13:20; 20:23). La comisión del ShaLiaJ era para una tarea específica y no era transferible a otras personas. El paradigma definitivo, Hechos 1: Después de suicidarse Judas, los discípulos sentían la necesidad de completar el número doce, como paralelo con las doce tribus de Israel. Con ese fin, guiados por el Espíritu Santo, definieron los requisitos indispensables para incorporarse en el apostolado. La elección se limitó a “hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que entre nosotros fue recibido arriba” para que “uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección” (Hechos 1:21-22). Además, la selección fue hecha por Cristo mismo (1:24; cf. 1:2). Veremos en seguida que todas estas mismas

condiciones se aplican al caso de Pablo. Ese texto, y otros, muestran que para ser apóstol en el mismo sentido que los doce y Pablo, era requisito indispensable haber sido testigo ocular y presencial del ministerio de Jesús (Hechos 1:21-22; cf. 1 Juan 1:1-4) y de su resurrección (Hechos 10:40-42; 1 Corintios 15). Por supuesto, tal cosa sería imposible después de morir los contemporáneos de Jesús. La iglesia ahora es “apostólica” cuando es fiel al testimonio de ellos, que tenemos en el Nuevo Testamento, y cumple así su “apostolado” misionero. Sobre el fundamento de ellos Cristo sigue construyendo la Iglesia (Efesios 2:20). Es importante reconocer que esta sustitución de Judas por Matías es el único reemplazo de un apóstol, precisamente para completar el número de doce. Este último no era sucesor de Judas sino su reemplazo. Después, al morir los doce y Pablo, ni el Nuevo Testamento ni la historia

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de la Iglesia narra la elección de algún sucesor de alguno de ellos. Al morir el apóstol Jacobo, nadie lo sucedió o reemplazó (Hechos 12:2). El grupo quedó cerrado, como es evidente en Apocalipsis 21:14. Obviamente, en esas puertas de la Nueva Jerusalén no aparecerá el nombre de ninguno de nuestros apóstoles de hoy. Toda esta evidencia bíblica deja muy claro que para ser apóstol, el candidato tenía que ser alguien del primer siglo. Nadie después de esta época podría haber sido testigo presencial del ministerio de Jesús y de su resurrección. Ese requisito descalifica de antemano a todos los “apóstoles” de nuestros tiempos modernos.

El apóstol Pablo

El apostolado de Pablo fue severamente cuestionado, precisamente porque él no había sido uno de los discípulos, como requiere Hechos 1, aunque sí era contemporáneo de abril 2014 < El Expositor Bautista


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Pastores >>

Jesús y sin duda testigo de su ministerio. Repetidas veces Pablo tiene que defender su llamado de apóstol, pero lo significativo es que lo defiende en los mismos términos básicos de Hechos 1: Él también había visto al Resucitado (1 Corintios 9:1; 1 Corintios 15), fue nombrado apóstol no por hombres sino por el mismo Cristo (Gálatas 1:1,15–17,19; cf. 1 Timoteo 1:1; 2:7), y él, igual que los doce, había realizado las señales de apóstol y la predicación del Evangelio (2 Corintios 12:12; cf. Romanos 15:18-19). En 1 Corintios 9:1-6 Pablo se defiende contra los que negaban que él era apóstol: “¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy; porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor”. A continuación, Pablo responde a los que lo acusan, afirmando que él tiene los mismos derechos de todos los apóstoles (9:3–6; cf. 2 Corintios 11:5,13; 12:11s). En este contexto, 1 Corintios 15 es especialmente importante. En este pasaje Pablo afirma vigorosamente la El Expositor Bautista > abril 2014

fe en la resurrección (15:1–8, 12–58) pero también, menos conspicuamente, defiende su propio apostolado (15:8–11). Después de definir el Evangelio como la muerte, sepultura y resurrección de Cristo (15:1–4), enumera una lista de los que podríamos llamar “los testigos autorizados de la resurrección” (15:5–8): Céfas, los doce, más de quinientos hermanos, Jacob, después todos los apóstoles y al final Pablo mismo. Por eso, de las varias personas que el Nuevo Testamento llama apóstoles, sabemos que tenían que haber sido testigos presenciales de la resurrección. Está claro que en este pasaje Pablo no está hablando solo de visiones espirituales, como tuvo él mismo (2 Corintios 12) y que tuvieron Esteban (Hechos 7) o Juan (Apocalipsis 4–5), que no podrían servir como evidencias de la resurrección corporal de Jesús. El verbo repetido en estos versículos de 1 Corintios 15 es “apareció”, y el sujeto activo es el Resucitado (cf. Gálatas 1:16). Eran visitaciones del Señor, apariciones por iniciativa de Él, para demostrar la realidad de su resurrección. Se trata de revelaciones corporales como las de Cristo durante los cuarenta días,

que constituyeron a sus receptores en testigos oculares del hecho. En ese sentido, Pablo reconoce que su propio caso es una anomalía, pues aunque era contemporáneo de Jesús, no había sido discípulo ni había estado presente con ellos durante los cuarenta días. Sin embargo, insiste en que su encuentro con Cristo en el camino a Damasco pertenecía a la misma serie de visitaciones especiales. Por otra parte, él afirma que su encuentro con el Resucitado fue la última de la serie (15:8; 1 Corintios 4:9), sin posibilidad de otras. Para mayor énfasis, Pablo afirma que Cristo lo llamó al apostolado no solo de último sino “como a un abortivo” (Gr. ektrômati), una excepción. Pablo era un apóstol “nacido fuera del tiempo normal”. No puede haber otros apóstoles después de él.

Otros apóstoles

Este pasaje habla de “todos los apóstoles”, además de los doce y Pablo (1 Corintios 15:7), pero todos ellos eran también testigos oculares de la resurrección. En cambio, de líderes que sabemos que no habían participado en esa experiencia, como


Pastores •

Apolos y Timoteo, el Nuevo Testamento nunca los llama “apóstol”. No podían ser apóstoles sin haber visto al Resucitado (y no solo en visión mística). Por eso, de todas las demás personas llamadas “apóstol” podemos estar seguros de que habían sido testigos oculares del Resucitado o si no, eran apostoloi solo en el sentido de ‘misioneros’ o de ‘delegados congregacionales’. Es muy significativo que tanto los doce como Pablo aplican los mismos requisitos básicos para el apostolado: solo pueden ser apóstoles los que habían visto al Cristo en su cuerpo resucitado y habían sido comisionados personalmente por Él para ser testigos de su vida y resurrección. De estos, el último fue el apóstol Pablo. Los apóstoles cumplieron una función histórica. Obviamente, nadie que no sea del primer siglo puede ser testigo ocular de lo que nunca presenció.

Efesios 4:11

Frente a estas enseñanzas bíblicas muy claras, el mal llamado “movimiento apostólico” apela, sin interpretación cuidadosa, a unos pocos textos. El versículo principal es Efesios 4:11, tomado fuera de contexto. El tema de Efesios 4:7–16 es la unidad de la Iglesia con su diversidad de dones, todo orientado hacia el crecimiento del cuerpo (4:13–16). Pablo introduce este tema con una cita del Salmo 68, uno de los salmos más difíciles y con complicados problemas textuales. Pero el tema central de ese salmo está claro: Dios es un poderoso guerrero (68:35) que en diversos momentos ha descendido a la Tierra para liberar a su Pueblo (68:11–14,20-21) y después de su triunfo, sube al monte Sion

(o al cielo) llevando cautivos (68:1518,24,29,35) y reparte el botín entre su Pueblo (68:12,18). Pablo adapta la cita en varias formas, especialmente cambiando “Tomaste dones” (Salmos 68:18) en “dio dones” (Efesios 4:8), para aplicar la cita a la ascensión de Cristo y la venida del Espíritu con sus dones. Al volver al cielo, el Cristo vencedor repartió el botín entre su Pueblo. El énfasis cae sobre su ascensión y el momento histórico-salvífico en que el Resucitado victorioso envió el Espíritu como botín de su triunfo. El verbo “constituyó” (4:11, edôken, ‘dio’) es un pretérito punctiliar, que describe algo que Cristo hizo cuando ascendió, conforme también al modelo del Salmo 68. No dice absolutamente nada sobre el futuro, si Cristo seguiría dando apóstoles a la Iglesia, hasta su segunda venida, como podrían haber sugerido otros tiempos verbales. Como comenta I. Howard Marshall en el Comentario Bíblico Eerdmans (p. 1389), “Puesto que esta carta vino de una época cuando estaban funcionando apóstoles y profetas, es imposible sacar alguna conclusión desde este pasaje sobre su continuación o no en la Iglesia después”. De otros pasajes, como hemos visto, queda evidente que el apostolado no puede haber continuado después de morir los últimos testigos presenciales. En cambio, otros pasajes dejan claro que el don de profecía (y la falsa profecía) continuarían en la Iglesia. Al ascender, Cristo dio un don que era de una vez para siempre (apóstoles) y otro que había de seguir hasta su venida (profetas). El llamado apostólico corresponde en eso a su origen en el encargo de ShaLiaJ, que no era transmisible. Por otra parte, Pablo habla en 2

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Corintios 11:13 de “ falsos apóstoles (pseudapostoloi), obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo” (cf. Apocalipsis 2:2;) y, quizá sarcásticamente, de “superapóstoles” (tôn huperlian apostolôn, 2 Corintios 11:5; 12:11, NVI).

Conclusión Dos de los grandes vicios de la Iglesia evangélica hoy son la sed de poder, prestigio y riqueza de algunos de nuestros líderes y, entre los fieles, el culto, ciego y casi idolátrico, a las personalidades famosas. Hay mucha obsesión con títulos, oficios y el poder lucir y ser importante. Se emplean constantemente las técnicas de publicidad y promoción del mundo secular. Eso es totalmente contrario al espíritu de Jesucristo y del Evangelio. Mucho más acertado es el viejo refrán, “al pie de la cruz, todos somos párvulos”. Hace unos años, en un foro sobre el tema de los apóstoles, alguien intervino para decir, “Antes era suficiente el título de pastor, pero ahora con las enormes megaiglesias, llamarlos pastor les queda muy corto”. ¡Al contrario! Si el título “pastor” les queda corto para ellos, ellos se quedan demasiado cortos para el título de pastor.

Juan Stam

Juan Stam nació en Paterson, Nueva Jersey, en 1928. Vive en Costa Rica. Hizo los estudios doctorales con Oscar Cullmann, Bo Reike y Karl Barth en la Universidad de Basilea, Suiza, obteniendo su doctorado en teología en 1964. También realizó estudios posdoctorales en la Universidad de Tubinga, Alemania, con Hans Küng, Walter Kasper, Jürgen Moltmann, Ernst Kaesemann y Otto Michel. Enseñó en universidades y seminarios en casi todos los países de América Latina y en la India, Holanda, Estados Unidos y Canadá. Es autor de numerosos libros, ensayos y artículos.

Adaptado de Protestante Digital (2014)

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Asociaciones >

Primer Retiro de Pastores

Roberto Martín Secretario de Redacción. Texto y fotos.

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urante los días 14 y 15 de marzo, bajo el lema “Jesús: transformación y vida”, más de 170 pastores bautistas participaron del Primer Retiro de Pastores de la Región Metropolitana, región que comprende las zonas: Sur, Este, Norte, Oeste, CABA y Litoral Norte. El encuentro tuvo como centro la oración y la búsqueda de respuestas a los desafíos que se presentarán en los próximos años. En un verdadero espíritu de unidad y fraternidad, disfrutaron del encuentro en las cómodas instalaciones del Sindicato de Mecánicos del Transporte Automotor (SMATA), en la localidad de Cañuelas. Los pastores Norberto De Seta, Roberto Leconte y Alberto Prokopchuk tuvieron a su cargo la exposición de la Palabra de Dios. El grupo de adoración, bajo la dirección del pastor Jorge Pérez, de la iglesia en San Justo, guió a los congregados en varios momentos de exquisita adoración. Con la consigna de proponer ideas El Expositor Bautista > abril 2014

acerca de “qué hacer para duplicar la cantidad de iglesias en la región”, se realizaron tareas grupales donde se debatieron y sugirieron planes estratégicos de trabajo mancomunado para los próximos años. Cada grupo expuso las conclusiones a las que arribaron al resto de los participantes. Los organizadores recopilaron esas conclusiones para analizarlas y proponer acciones concretas. Exponemos aquí algunas reflexiones de los participantes:

Un hecho histórico Participar de este encuentro espiritual es un hecho histórico. Por primera vez estamos sumando voluntades desde las seis regiones que componen la Metropolitana (CABA, Zona Sur, Zona Este, Zona Oeste, Zona Norte, Zona Litoral). Buscamos el acuerdo para preparar una estrategia conjunta para extender el Reino, de cara al período 2014-2020. Nos reunimos en Cañuelas para esbozar un plan de trabajo que nos permita ir, entre todos, haciendo crecer el Reino y fortalecer a las iglesias. Esperamos que esta experiencia pueda ser imitada por las asociaciones del resto

del país, aunando esfuerzos con una visión en común. • Pr. Pablo Marzilli, IEB Restauración y Vida, Ramos Mejía, Buenos Aires.

Con visión de Reino Nunca participé de una experiencia similar. Fue muy bueno lo que ocurrió, sobre todo porque cuesta mucho hacer este tipo de encuentros, con un buen clima de unidad como el que vivimos aquí. Este es un avance muy grande, y el Señor lo hizo posible. En cuanto a las propuestas de cambios en la manera de trabajar en las zonas, las veo con optimismo. Hay mucho por hacer. Como las propuestas fueron muchas, y muy abarcativas, será tiempo de sentarse y hacer una selección, agrupamiento y simplificación, para trazar de una manera clara el rumbo a seguir. Algunos de los aportes fueron sumamente importantes en cuanto al hablar de “visión de Reino” y no tanto de la “iglesia local”. • Pr. Pablo Vernola, IEB Primera, Lanús, Buenos Aires.


Asociaciones •

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de la Región Metropolitana

De la teoría a la práctica Educar para influenciar El encuentro fue muy bueno. Cubrió las expectativas, por lo menos de los organizadores en cuanto a la asistencia. Tuvo una similitud al retiro organizado por la Asociación Nacional de Pastores en Córdoba 2013 porque surgieron temas similares. En esta ocasión lo auspicioso fue la participación de muchos hermanos de Capital y Gran Buenos Aires. En cuanto a una de las propuestas, de accionar favoreciendo la capacitación y formación de líderes, creo que el programa PROFORME es una excelente herramienta. Aunque sabemos que toda “capacitación” es y será muy útil, la “aplicación” es lo que vale. Varios consiervos, durante sus ministerios en el país, nos enseñaron y proveyeron de muy buenas herramientas para plantar iglesias; ahora lo que debemos hacer es ¡salir a las calles y hacer lo que ya sabemos! Un pastor me dijo: “¡Basta de comer dulce de leche; hay que darle de probar a los demás!”. • Pr. Omar Zaccara, IEB. Ministerio Puerta Esperanza, Ciudad Evita, Buenos Aires.

El evento fue excelente porque donde se fomente la unidad, la comunión, allí estará Dios. Era enriquecedor escuchar acerca de lo que Él está haciendo en sectores de la región. Y como estrategias para los tiempos que vienen, estoy absolutamente convencido de que el Señor quiere que enfaticemos que nuestras iglesias adquieran mayor relevancia, proyectando cómo influenciar a la sociedad que nos rodea, tan perdida y necesitada de liderazgo. Creo que una de las herramientas debe ser el fortalecimiento de la educación desde las iglesias, en términos de escuelas, de ciclos

terciarios, de apoyar a los jóvenes bautistas universitarios del país, que son muchos; hay un potencial tremendo ahí. La transformación, la acción, debe pasar por la educación. • Pr. Marcelo Díaz, Comunidad El Refugio, Wilde, Buenos Aires.

Conclusión Sin dudas, este encuentro fue enriquecedor para todos los asistentes. Cada uno de ellos, de una manera particular, hizo notar su satisfacción y su anhelo de participar en el próximo retiro de pastores a nivel nacional y también regional. EEB

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Por último >•

¿Cuánto hace que no hablás de Cristo a otra persona? No deberíamos dejar de decir lo que hemos visto y oído.

Jorge Ferrari Secretario Ejecutivo de la Confederación Evangélica Bautista

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l comienzo de una reflexión con una pregunta, sin una introducción, parece brusco, sobre todo cuando la interrogación es fuerte. Entendí que esta pregunta podría movilizar nuestro corazón y ayudarnos a buscar el corazón de Dios. En los primeros tiempos de la Iglesia primitiva, el ejemplo de los cristianos era poderoso y contundente. La afirmación de Pedro y Juan ante el concilio señala la disposición de que sus vidas y sus bocas hablaran de Cristo. “No podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hechos 4:20). También es singular que le reconocieran “que habían estado con Jesús” (Hechos 4:13). El mandato de Jesús, y la seguridad de la presencia y autoridad del Señor en la vida de los creyentes, eran suficientes para el testimonio, aun frente a una sociedad compleja que inmediatamente mostró –particularmente en los religiosos– que tenían que hacer algo para detenerlos.

El Expositor Bautista > abril 2014

Los mismos discípulos Pedro y Juan, llegando al templo, ante el pedido de limosna de un hombre postrado declaran lo valioso que podían presentar: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda” (Hechos 3:6). El mandato fue bien escuchado. El lugar de permanencia no era donde aguardaron la llegada del Espíritu Santo sino en la calle, en medio de la gente. Hoy observamos que la Iglesia no está haciendo discípulos, solo está haciendo “gente de Iglesia”. El Señor Jesús nos dio ejemplo, porque recorría aldeas, pueblos y ciudades. Y así les enseñó a sus escogidos, mostrando al Padre a la gente. “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17). Es posible que, al analizar nuestra relación con Dios, encontremos la razón de cómo vivimos la experiencia de la gracia del Señor y la obra del Espíritu Santo, a través del compartir las nuevas de salvación.

Es “respiratorio”, es “aliento de vida”, el observar cuánto de la vida de Cristo es mi vida. Además, cómo establezco mi relación con Jesús, cuánto vibra y moviliza mi corazón, cuál es la profundidad de pasión y compasión que tengo, al observar cómo la expresaba Cristo. La sociedad contemporánea es, en sus raíces, similar a la del tiempo de los primeros creyentes en Jesucristo. El fuego del Espíritu no ha disminuido, por lo menos desde la fuente que proviene de Dios. El avivamiento es tener pasión por la gente que se pierde. La misión no es solo para algunos –pastores, ministros del Evangelio– es para vos, es para todos. ¡Qué maravilloso sería si cada hijo de Dios le habláramos a otra persona acerca del amor de Dios en Cristo! Veríamos cosas extraordinarias de parte del Señor. Este es el desafío: hablale a otra persona acerca de Jesús; tu vida será movilizada a cosas extraordinarias. Dios te bendiga. EEB




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