EL MUNDO NÚMERO 371 / MARTES 20 DE DICIEMBRE DE 2016
B @ LEÓPOLIS
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>ÉRASE UNA VEZ / INVENTOS
La anestesia metamérica
> Fidel Pagés Miravé describe en 1921, por primera vez en el mundo, una novedosa
técnica de anestesia regional, conocida hoy en día como epidural. Elena Soto rebajes con diferentes tipos de sustancias, esponjas soporíferas, mesmerismo o un buen chute de alcohol, tras la mortalidad por infecciones postoperatorias, una de las pesadillas de la cirugía fue el dolor. En el siglo XIX, con los nuevos hallazgos en campo de la química, la biología y la fisiología, este lastre comenzó a soltarse. En 1846 el odontólogo William Green Morton realizó la primera demostración pública de un nuevo agente anestésico, el letheon, patentado por él, que no era otra cosa que éter, al que se fueron sumando otros, como el cloroformo. Pero, además de las sustancias, surgieron nuevas técnicas y una de las más empleadas que, en la actualidad sigue siendo esencial en los hospitales, es la anestesia epidural. La primera experiencia de este método la realizó, en 1885, el neurólogo neoyorquino James Corning con un perro al que insensibilizó la zona espinal administrándole una pequeña dosis de cocaína, pero el verdadero pionero de la epidural fue el cirujano militar español Fidel Pagés Miravé (1886-1923) que no sólo ideó la técnica sino que realizó una descripción tan completa de ella que sigue teniendo plena vigencia hoy en día. Corría el año 1921 cuando en la Revista Española de Cirugía aparecía el artículo titulado Anestesia metamérica, en el que Pagés comunica un nuevo método de anestesia re-
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A la izquierda, el cirujano Fidel Pagés Miravé. / A la derecha, ilustración original de la publicación ‘Anestesia metamérica’, aparecida en 1921, en la que se muestra la exacta colocación de la aguja de punción en el canal espinal
gional por abordaje del espacio epidural. Por primera vez en el mundo aparece publicada una descripción de la técnica, con sus indicaciones, contraindicaciones y complicaciones, contando sus experiencias en las 43 operaciones que había realizado. En el artículo, a modo de guía, aparecían con todo lujo de detalles listados de materiales y fármacos, junto con todos los datos necesarios para que cualquier facultativo pudiera replicar el procedimiento. ´Pero, inexplicablemente, un descubrimiento de tal envergadura no consiguió despertar la suficiente atención. Pagés Miravé comenzó su forma-
ción médica en la Universidad de Zaragoza, donde obtuvo el título con un expediente brillante e ingresó por oposición en el Cuerpo de Sanidad Militar. Durante años es trasladado a diferentes destinos: Melilla, Toledo, Ciudad Real o Madrid y, en 1916, por su experiencia en el tratamiento de heridos de guerra y sus conocimientos de francés y alemán, se le concedió una comisión de servicio para viajar a Austria-Hungría, lugares en los que se dedicó a la inspección de los campamentos de los prisioneros realizando múltiples intervenciones. Tras el desastre de Annual, Pagés fue enviado junto con otros ciruja-
SI ES SUSCIPTOR DE
nos al norte de África para atender a las tropas españolas que estaban sufriendo numerosas bajas; al hospital de campaña en Melilla llegaba una gran cantidad de heridos y fue en este lugar donde se convirtió en una leyenda, ya que gracias a sus técnicas y a la organización de un equipo de cirugía móvil para asistir a los soldados lo más cerca posible de la línea de batalla, salvó muchas vidas. En paralelo a su carrera como médico militar, Pagés también desarrolló una actividad científica y de divulgación que se refleja en distintas publicaciones y que le llevará a convertirse, en 1919, en editor fundador de la Revista Española de Ci-
LE INVITAMOS AL
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rugía, donde apareció descrita por primera vez la técnica de la anestesia epidural. Su prematura muerte a los 37 años en un accidente automovilístico, unido a otras causas, como el escaso interés que existía hacia la producción científica realizada en España, llevó a que el descubrimiento de la epidural cayera pronto en el olvido. Pero, afortunadamente, el método de Pagés ya era conocido por algunos facultativos fuera de nuestro país, entre ellos Alberto Gutiérrez, cirujano argentino del Hospital Español de Buenos Aires. De modo que cuando Achilles Dogliotti, profesor de Cirugía en la Universidad de Modena, presentó en 1931 su técnica de la anestesia peridural segmentaria, que era un calco de la de Pagés, el procedimiento se difundió rápidamente por todo el mundo, siendo conocido como método de Dogliotti. El médico italiano recibió el crédito de su descubrimiento, a pesar de que éste ya había sido descubierto una década antes. Pero Alberto Gutiérrez ya conocía esta técnica mucho antes de la presentación de Dogliotti y comenzó a reclamar el reconocimiento para Pagés en diversas publicaciones. En su trabajo Anestesia metamérica peridural, que apareció en 1932, lo reivindica como pionero del método. La traducción del artículo al inglés y su posterior difusión en Estados Unidos fue el espaldarazo definitivo para el investigador español. Tras unos años de polémica, la comunidad científica internacional y, finalmente, el propio Dogliotti reconocieron que el autor primigenio era el español. Sin embargo, su restitución no ha dejado mucha huella en nuestro país donde su figura continúa siendo bastante desconocida.