Vivir mutando mabele ediciones

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ASÍ LO HAN QUERIDO, ASÍ TE LO ENTREGAMOS...

Para poder disfrutar de este hermoso ejemplar, se necesitan unas condiciones concretas. Si no te consideras hecho de la materia con la que se construye lo que está más allá de lo visible, de la realidad que palpita sutilmente debajo de la piel. Si no te fascina un mundo que muta, se mueve, gira, convulsiona, y se nutre de todo y de todos. Sé prudente. No que te acerques más.

Creemos en el poder de la palabra, en la creación visceral que provoca la vida que nos aprieta en las entrañas, en lo que sentimos cuando miramos y vemos.

No

dudamos y, a pesar del adoctrinamiento y la pereza, nuestra mente no está abotargada ni paralizada, nuestra mente muta. “VIVIR MUTANDO” son diferentes maneras de entender la existencia/experiencia creativa. Los autores emplean su talento hurgando, taladrando en nuestra cordura, para luego, acariciar la herida o dejarla a la intemperie. Poemas, relatos, elucubraciones, ilustraciones, pinturas, collages, fotografías... que nos dejan petrificados ante el abismo, que nos llevan a estados de ensoñación; orgasmos celestiales. Irreverentes deseos de vivir/morir mutando.

No hemos pretendido otra cosa que mostrar, tras un ejercicio de malabarismo recolector lo que nos han confiado, evitando circunstancias curriculares que despistan, abruman, deslumbran, decepcionan... Exclusivamente nos dejamos embaucar por el trabajo. Gracias.

E.M


ALFONSO BREZMES

11 “Me asomo cada noche a un pozo en cuyo fondo tiembla un rostro que me llama, y me deslizo por una cuerda de palabras, y me hundo en un lago de silencios, mientras arriba comienza a amanecer y, entonces, me voy quedando dormido, hasta que otro rostro llega, y se asoma al fondo de este pozo, y se desliza por una cuerda de palabras, y se hunde en un lago de silencios, mientras arriba comienza a anochecer, y poco a poco se va quedando dormido, y comienza a soñar y, soñándome, me salva.”

ALFONSO XEN RABANAL

15 Escribo porque disiento. Primero lo hice conmigo mismo. Me gusta investigar. Lo que escribo en el blog (elblusdeluzazul.blogspot.com) aunque ahora las he retirado, yo lo llamo: Bufhadas, que son vomitonas de palabras en directo, sin apenas corrección o sin más corrección, pues pienso que en el acto de vomitar no hay posible corrección, en este caso estilística, ya que las arcadas tienen sus propias normas.

AMPARO PANIAGUA

23 Intento sobrevivir con los recursos de que dispongo, cuando me dejan.Ya sobrepaso los cuarenta y hay actitudes y comportamientos humanos (deshonestos, deplorables y reprobables) que no toleraría más que a la fuerza. Es decir, en contra de mi voluntad. Menos mal que aún queda un corazón medianamente sano y profundamente emocionado que es capaz de denunciar y destilar versos.

ANA VARA

27 Las dos células que me donaron al principio de mis tiempos, se han unido, han tenido hijos, y estos, más hijos... Una auténtica pesadilla la cantidad de células, todas de la misma familia, que no se llevan muy allá, y se ven obligadas a convivir en el mismo edificio. Y para colmo, las dichosas células se creen perfectas. Me cansan: Hace tiempo que me planteo prescindir de ellas y convertirme en un ser “acelular”.


ANA VEGA

30 Resilencia/Escribir/Instinto/Gato salvaje/Invicta.

ÁNGEL GONZÁLEZ

34 Emboscado y perfectamente mimetizado en el Sistema tan amable en el que me he criado, me he metido el cuchillo de campaña entre los dientes y he decidido asaltar unos cuantos momentos de las vidas de los demás y creer, con ello, que hice bien. Sé poner caras de pena cuando hablo con las gentes de estos mundos de la escritura.Y gracias a esas caras de pena me han embarcado en proyectos que siempre me han venido grandes y en los que nunca he estado a la altura. Pero, a veces, las cosas cambian. Por eso me he animado a participar en este “Vivir Mutando”.

ANTONIO ALFECA

38 Escribir es, fundamentalmente, cuestión de tripas. Las manos hacen el resto.

BAPTISTE BLEU

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He visto el Club de la Lucha 39 veces (no es coña) estoy muy orgulloso de mi marca.


BEGOÑA LEONARDO

45 No tengo remedio. Respiro porque escribo y muto porque al escribir soy la que me espía, me reconoce, me contamina y avanza sin permiso. Trabajo con las palabras y resisto en esto del vivir, porque son ellas las que me sustentan, dan cobijo, me mueven, me revuelven... permiten la combustión de las almas que leen mis poemas. Es puro egoísmo, con mis versos consigo ser mejor, más libre. Tengo una hija que todavía me quiere y una cabeza con mucho pelo.

DAVID GONZÁLEZ

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Escribo para limpiarme por dentro.

DOMINGO LÓPEZ

54 Escribo a veces, últimamente menos porque la mayor parte del tiempo lo empleo en la tarea de sobrevivir, que es labor ardua...

Foto: García Alix

ESTELA AGUILAR

57 Soy una mutante inconformista debidamente insertada en la sociedad. Medianamente hipotecada, con un trabajo de los de madrugar a diario, con afición por la montaña y las letras, con dos niños pero sin perro. No veo la tele apenas y en la radio ya solo música. Me saturan los políticos y las noticias y decidí dejar de verlos. Navego y naufrago por la red. Cuelgo mis pequeños engendros en un blog y leo mucha poesía para saciar mi hambre de letras. Mi actual consigna es ir viviendo y seguir creciendo...


FERNANDO RGUEZ (GUN)

págs 23,86,94 Sólo hay que conseguir detener un instante, una sensación, un sentimiento y encontrar un soporte para transmitirlo.

GREGORIO ANTOLÍN

61 Francotirador gráfico autodidacta. Experimentador ecléctico en diferentes disciplinas creativas y delincuente vocacional sin manual de instrucciones. En la última década, he derivado en un interés desmedido según mis allegados, por los medios audiovisuales y en concreto con las posibilidades que brinda un buen PC bien pirateado conectado a una banda ancha decente, además de despilfarrar litros y litros de pintura acrílica industrial y otros potingues, embadurnando soportes variopintos con intenciones supuestamente metafísicas y resultados francamente aterradores.

IVÁN RAFAEL

65 Tuve una infancia feliz llena de moratones, brechas y chichones, hasta que a los cinco años de edad me caí de un columpio y me clave un guijarro en la rodilla izquierda dejando al descubierto una cosa blanca y viscosa que los testigos del siniestro afirmaron era mi propia rótula. Desde entonces mantengo la afición a mirarme por dentro aunque una bolsa de pellejo rellena de sangre tapa mi rodilla. Con cada nueva caída estalla. Luego se vuelve a cerrar; así ha sido hasta ahora.

JAVIER DEL SASTRE

69 “Sin intención de incordiar, pero con la firme idea de hacerlo, suelo recoger palabras por los rincones, por las acequias y por los cruces de caminos. Las recojo con la idea firme de estrujarlas, de soliviantarlas hasta hacerlas zumo, o néctar o ambrosía que se adhiera a vuestros corazoncitos o a vuestras torpes mentes inquietas que aún no acabaron por despegar, por completo. Esto es sólo el principio...”


JAVIER FLORES LETELIER

72 Desconozco mis raíces ya que fui rechazado al nacer con el argumento de no parecerme a nadie de los que vigilaban mi parto-, la crueldad abre puertas a los matices sombríos de la fraternidad. Estoy vagamente bautizado por un proceso sumario. Soy un condenado feliz, y aunque ignoro mis orígenes, la historia de mi hambre no está en venta.

JORGE M MOLINERO

77 Yo no debería estar aquí

Ya hay demasiados soy un intruso un impostor empecé a escribir a los 32 ¿Pensabas un novísimo testamento? ¿Te creíste la gran esperanza blanca? No, simplemente buscaba porno en internet y me saltó algo de Bukowski

JULIÁN ALONSO

80 Transitando entre el underground y la oficialidad, he perdido mi tiempo con no demasiada fortuna, entre radio, prensa, fotografía, crítica, relato, poesía (discursiva y visual) y numerosos proyectos y causas perdidas, con los que he hecho poca fortuna y muchos amigos. Sigo en la brecha y cumplo regularmente años sin proponérmelo.

MANOLO CAMPOAMOR

págs 50,80


MARÍA SOLÍS

86 "Lamentablemente, algo de hombre de provecho y mujer como Dios manda. Afortunadamente, también chica de la curva, mala hija y el vecino-convicto que siempre saludaba".

MARTA WATERME

págs 41,45 Dibujo para crear, plasmar en una hoja de papel mis sentimientos, pensamientos, formando perspectivas diferentes del mundo, viendo las cosas de forma subjetiva. Para ello, abro la mente para imaginar, dando mayor interés a todo lo que me rodea.Todo al revés, pongo color donde hay oscuridad, cambio lo perfecto por lo imperfecto, bondad por maldad. Mirar a través de las cosas puede aportarnos una visión diferente de todo, en ese caso, el mundo se vuelve un lugar interesante con una inmensidad de elementos por descubrir. La realidad es aburrida, imagina, crea, aprovecha el infinito pensamiento.

ULISES PANIAGUA

90 Escribir es tan necesario como el acto de respirar. Escribir sobre lo que no cuadra en los engranajes del mundo, es una manera de cambiarlo. Al escribir un poemario con una temática llena de ira, un cántico de malditos, no hago más que reflejar una necesidad de los marginales. Es una cuestión de congruencia con los extraños días que vivimos. El acto poético, sin embargo, trasciende el interés panfletario o vivencial: aspira a la belleza, aún en su fealdad implícita. La necesidad de poetizar y buscar el mensaje literario es tan añeja como el acto mismo de la escritura".

VICENTE MUÑÓZ

Escribo poesía & prosa edito vinalia trippers desde mediados de los 90 & vendo zapatos en los ratos libres me dedico a la ensoñación

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“Yo soy el orujo exprimido en el año de la mala cosecha, yo soy el excremento del can sarnoso, el zapato sin suela en el carnero del camposanto, yo soy el montoncito de estiércol a medio hacer, que nadie compra y donde casi ni escarban las gallinas. Pero te amo, pero te amo frenéticamente”. De “Hijos de la Ira” Dámaso Alonso


Brezmes-11

Alfonso

PARAĂ?SO EN OBRAS

Alfonso Brezmes


SWEET DREAMS Se reúnen, oscuros y noctámbulos. Fuman, conspiran, ejecutan. Seducen. Asesinan. Suelen aprovechar que el mundo duerme. Carecen de escrúpulos, y casi nunca cumplen su palabra. Raptan, roban, fornican. A veces aman, reinciden y luego huyen. Estamos hechos de su materia, dijo el poeta; están hechos a nuestra medida, añado yo. Antes de que huyan del todo, habrá que soñarlos.


NOCTURNO FINAL La noche es un soldado herido que huye por las trincheras del sueño y se sube a los últimos trenes, y se sube a los techos de los coches donde muchachas semidormidas twittean con fantasmas insomnes, y se sube a los taxis sonámbulos para llevarse consigo a las sombras. La noche es un soldado que agoniza mientras la muerte le hace el boca a boca. En las aceras los hombres-lobo se desvisten de sus cuerpos para despistar a los mastines del alba. El día depone su tregua. Las metáforas se van agotando. Sólo queda una última bala. La noche es una máscara antigás que va a posarse sobre el rostro del soldado muerto.


QUERIDO MONSTRUO

Espía de la fiebre, criatura que sales de la noche y acaricias mi pánico con húmedas aletas, regresa otra vez y hunde en mí tu arpón de cartón-piedra, antes de regresar de nuevo a tu película increíble, de donde no debiste salir nunca para hacerme soñar de esta manera con alguien que me busca y que se empeña en conducirme a su reino de sombras, y no me deje ya nunca volver hasta este lado gris de la pantalla.


Xen Rabanal-15

Alfonso


patocracia bues ... en algún momento el horizonte se quedó estático y lo perdimos mientras nos hundíamos. Necesito pensar eso si he de partir en su búsqueda. No quiero escuchar a aquellos que proclaman su desaparición. Son los que afirman que el poso del año del fin del mundo lo conforman las máscaras que cayeron. Nada más. Puede ser cierto: tantos y tantos desaparecieron, aquellos que sólo eran imagen, que sus ecos se confunden en una niebla que tiene algo de arqueología, un submundo de adeptos al vacío, momias que esconden su propia clave, ahorcados con su adn, narcisos suicidados en el espejo, ya sin posible interpretación, seres transgénicos que no fructifican, transmutados en psicópatas, zombis, siervos, corresponsables on line de la patocracia fascista. Cada cual es el primero y el último de su propia especie que desaparece. Aherrojado en las cavernas, subsumiendo su vacío, creyéndonos exclusivos en la norma general. Encerrados en nuestros nichos, lanzamos sondas de palabras o líneas de farlopa que rebotan y regresan a nosotros sin ninguna información, prostituyéndose en el espejo un poco más a cada vuelta, difuminando el dolor hueco en cada radio que parte, que regresa al centro de lo que somos: una rueda encadenada a nosotros mismos, incapaz de avanzar, de buscar una conexión si hemos de ceder algo de nuestro viciado espacio. Más allá de nosotros sólo alcanzamos a ver sombras pixeladas. Ya sólo somos en la simulación, nuestra realidad es la apariencia, nuestro horizonte un algoritmo sin variables, una niebla de números que no podemos despejar... pues significaría romper la burbuja en la que nos reconcomemos mientras saldamos lo que nos quede de conciencia, de dignidad... de sangre. Ya somos replicantes, ecos que desconocen la esencia. Hemos de cambiar


las doce uvas por las trece lunas. Nunca quise este espejo de palabras encadenadas al vacío. Aborrezco esta charca putrefacta. Necesito oxígeno para seguir cantando este blues a la luz azul de la luna en mi frente. No quiero formar parte de otro submundo y esto encadena al óxido de los egos. Los psicópatas zombis son legión. Si he de buscar algo nuevo debo salir de mí, levantarme de mis raíces. Puede que sólo sea otra excusa y me haya de comer mis propias palabras. Puede que no haya otra cosa qué comer. Lo único que sale de las ovejas es su mierda. Poco queda para que unas a otras se devoren y así seguir cagando puntos suspensivos, lo único que somos aquí, abono, si no nos crecemos y rompemos la burbuja: estos: ...

oporto blues Hace ya mucho tiempo que rompí el espejo que esta sociedad me puso frente a los ojos en cuanto los abrí. Ahora, desnudo y fumando, me dedico a contemplar la noche serena de Oporto apoyado en la ventana de esta pensión... y me pierdo entre sus sombras de colores, sigo el rastro de esos murciélagos que de día se disfrazan de gaviotas, tropiezo con las estrellas que siempre me han guiado aun sin verlas entre la niebla, saboreo el cansancio en mis piernas, anhelo otra Super Bock, mientras pienso en estos últimos meses.


Hoy, entre cuesta y cuesta, sorprendido ante los milagros de esta ciudad, me he dado cuenta de que necesitaba cantarme para cantarte. Sabía que al buscarme, aunque fuese tropezando de barra en barra, te encontraría. Necesitaba ser de la luz sus partículas, pues mi grito es todo lo que soy... fragmentos que han de adquirir forma de onda cuando me observes. No soy un ser humano completo... y me alegro... pues existen muchas cosas que desconozco, y ya no quiero aprenderlas solo. Ya he recorrido demasiados kilómetros en silencio, con los colores que en mí se recluyeron... de los que devine en oscuro. Sé que formo parte de esa tierra de nadie en donde dos eslabones se friccionan, no pertenezco a lo que muere pero no alcanzo a ver futuro... por ello reconozco mi vacío e intento llenarme con mis sentidos de animal... todo en mí chirría pero de ese crujido me surto, de ahí nace el grito de mi Blues, lo que te canto desde el punto ciego de un alma extirpada, donde miro hacia el abismo, ese que no siempre es hacia abajo, donde se filtraron demasiadas lágrimas que nunca afloraron, las mismas que me oxidaron, las que me destruyen y alimentan... porque ese óxido soy yo... es mi rastro de tantos años de camino solitario, buscando una revolución que no se vendiese, redactando manifiestos cuyo primer punto debía rellenarlo cada uno desde dentro... los siguientes siguen en blanco... siempre esperando la destrucción de los espejos. Hoy quiero camino, necesito camino. He roto todos los mapas y sólo me fío del satélite de mi instinto... el que hoy me lleva hacia ti contigo. No sé nada de finales pues mi hábitat es la frontera entre dos mundos que siempre han puesto peajes para acercarse a mí... todos me apuntan con sus armas... por ello, cuando se matan, puede parecer que disparo contra todos. He buscado y sigo buscando aquello que, a cada paso, se diluye como espejismo. Puede que viva en un espejismo o puede que, ante el polvo de mi avance, los espejismos desaparezcan.


Me enorgullezco de saber leer entre las sombras. Admiro los edificios viejos, el asfalto cuarteado, la Flor Negra que nace entre las grietas de los colores de Oporto... me identifico con ella... pues soy nacido de la rotura del tiempo, sin luz, alimentándome del legado de otras estrellas que no se ven bajo la luz social del día. Para mí eres la Perla Negra, en tu cuerpo la encuentro y sólo en tu clítoris puedo leer futuro y pasado y trasciendo. Contigo veo más allá de esa luz falsa, la que sólo alumbra al desfile de la virtualidad de la máscara. Lo que quería decirte es que excitas en mí las dos neuronas que me quedan: la de ahí arriba... y esa otra que está a mitad de camino de ningún sitio... el camino ...

tiempo de cruces de caminos … tiempo necesario para rasgar las cuerdas del alma, otear en la oscuridad y preparar el hoodoo que engrase mis dedos, buscando, como siempre, robarle otra nota a la noche que se cierne sobre los caminos. Allí construyo chimeneas de hadas con los reflejos que desconocen su origen: luz muerta que entierro en el barro y Pachamama purifica. Busco limpiar de malas hierbas el sendero que hollaré: energías negativas que siempre acechan, y destilo las sombras para extraer de ellas la pureza del tránsito, la fracción necesaria de su espectro, allí donde mora la armonía que necesito, agua pura para mis pupilas desmemoriadas que buscan esa Luz... la misma que Occidente extirpó en sus ojos. Sé que soy un habitante de las fronteras, es lo único que racionalizo en la


Niebla. Y en esta ósmosis de Oscuridad y Luz, me nutro de una nota llena, negra, y del fotón que la porta. Miro, miro hacia mi interior y el exterior que me imponen, sin saber durante años cuáles eran las luces y cuáles las sombras, así me educaron en la niebla, pues vivo el momento que aparenta ser infinito en el que la luz entra por mis pupilas y me da la vida y me muestra la muerte... y necesito Luz para absorberla, lubricar la Pupila oxidada, lo que canto: el blues a la perla de luz azul... pues sé que en este instante sólo soy una sombra perdida en la oscuridad de un diafragma cerrado. Son otros tiempos de silencio, afinando la palabra imaginada, buscando un contraste perezoso en aparecer... hasta hoy. Tiempo de cruces de caminos, tiempo necesario para mi voz de Blues en la frontera, la misma, en donde me despido ya de aquellos que no quieren avanzar, aun a ciegas, ni unir sus gritos para expulsar del aire a los chemtrails fascistas que refractan la luz que ya... ya no nos llega. Busco mi imagen inversa, el doble necesario que perdí al romperme en el espejo. A él le canto para que mi voz se engarce con su silencio, que copule conmigo e induzca a que las crestas y los valles se anulen entre sí... allanando el terreno para caminar, por fin, juntos... sin antipartícula. Busco en mí semilla no transgénica para ser principio oscuro y romper los ecos al crecer en el vacío. Ese es el tránsito en la Niebla. He mostrado dos partes de mí: esa interna que canté entre la niebla y el grito ante los tiempos descritos y temidos que se ahonda en mis carnes. El camino siempre es hacia dentro, fuera ya sólo va quedando el paso errante del zombi que huye de la luz, tiempos sin conciencia, tiempos de podredumbre que no abona mentes: los tiempos del hombre muerto.


Aquellos a quienes admiro, desgraciadamente pocos, siempre han arriesgado para ofrecer un punto de vista necesario para el avance... ya sea literario o social. El hombre muerto es conformista, el hombre occidental es conformista... y ya está muerto. Solo desconozco el primer paso y, por ello, mi desconocimiento avanza conmigo. Sólo desconozco el primer paso y, al darlo, el desconocimiento avanza conmigo. Solo desconozco el primer paso y, es mi pesar, el desconocimiento avanza conmigo. el desconocimiento avanza conmigo, (es un primer acorde) Anarquía es re-evolución ...

aunque me sale de los cojones no me sale de los cojones ponerle un título ... todo el mundo revolotea, es como si inconscientemente algo les dijese, más bien un eco en su vacío, nunca se han de preguntar dónde nació ese eco, si algo o alguien dentro de


ellos alguna vez se forjó una opinión, contrastó las informaciones y habló, sí, eso que ahora es ese puto eco lejano que no vocaliza el cabrón, que te den, a ver si lo están grabando, si lo oye el membrillo ese que transmite todas las ondas, las alfa beta, eso que ya desconocemos en la Omega de nuestras bocas grandes pa tragar rabos y rabas, y después disimular con la boca pequeña, la omicrón que simula el asombro, el que precede al silencio de ese zombi con aluminosis en el sobaco y el roll-on de plástico en el paquete, bien colocao, no sea que se escurra y salga al sol su íntimo deseo de desorodizarse el culo, ¡oh, sí!, por dentro, como ese eco que nació en las redes que nos afixiaron, la primera revolución virtual, inútil, justo antes del silencio, puto eco, cuando todo el mundo revoloteaba, intuían que ya no quedaba polen para maquillar su ego, el que se merece todas la mieles todos los laureles virtuales, que ya se tirará del photoshop pa meter un filtro de sangre en el puto cromo del avatar, si la historia lo requiere, la inventada día tras día, ese día tras día en el que huimos de la realidad, y nos hacemos siervos del disney al simular un feérico mundo de colores, ¿de dónde ostias sale este eco?, sin sombras sin muertes, yo lo hago to bien, levanto la fascitis palmar, recojo los sobres de mi silencio, el discapacitado que se muera, se está moviendo el rexooonna, se lo ha buscao, un puto dependiente, hay que ser hombre, asumir los retos de la vida, si quiere comer que curre, todos estamos jodidos pero aquí estamos: con dos cojoooonnes, ¡sí! (!qué gozada en la próstata!), puto eco, no lo oigo entre el revoloteo de los egos ...


Paniagua-23

Amparo

Fernando Rguez (Gun)


QUÉ SABE NADIE... O A QUIÉN LE IMPORTA...

Qué sabe nadie si tras esa puerta una mujer ama a una mujer, un hombre espera, a su novio para cenar, o una pareja heterosexual planifica sus vacaciones. Qué sabe nadie de sus deseos de adoptar un hijo... o de su admiración por aquel actor. A quién le puede importar cómo viven un amanecer o que el jefe le tire los tejos. Qué sabe nadie de su flemón o de su dolor de cabeza, cada vez más insoportable. O de aquel viaje a Noruega que les hizo tan felices. A quién le importa que se conocieran en un avión. ¿A quién le puede importar sus vidas, mi vida? ¿A los vecinos del segundo, a los usuarios del metro con los que no siempre coincide? ¿A los de la mesa de al lado en un restaurante al que no volverá? ¿A la cajera del supermercado? Qué sabe nadie de sus horarios de trabajo, de sus gustos culinarios, sexuales o cinéfilos. De sus miedos o anhelos. Qué sabe nadie de mi amor secreto o de si me gusta la nata o el chocolate. Esos extraños que se atreven a opinar ¿qué licencia se han tomado para juzgar...? Ellos no tienen la verdad, sino su verdad. Y sus gustos culinarios sexuales o cinéfilos. ¿Quiénes son para fijar el límite entre correcto o incorrecto, entre normal o anormal? ¿Qué se esconde tras sus puertas? ¡Ni lo sé, ni quiero saberlo!. ¡Qué me importa!


FRENOPÁTICO DE ALGECIRAS Se cree el cartero; uno de esos que recorre las callejuelas de la ciudad a pie o en moto. De esos que traspasado el equinoccio de verano pocas veces trae buenas nuevas, si acaso algún desvelo disfrazado de postal. Y lo sabe. Y lo teme. La desesperanza del invierno es aún peor: un mensajero fumador de hierba, alcoholizado de miedo tras perder a su esposa, que tropieza con las piedras, confunde portales, tergiversa esquinas al punto de acabar en la orilla del mar donde ninguna botella trae mensaje. Resbala cuesta abajo, dándose de bruces contra una pared rebosante de graffitis de jóvenes de juventud aniquilada. Y se toma un chupito de orujo en el Pepe´s para enfrentar un terreno baldío llamado jueves que no le dará nada a cambio, y se dirá una vez más “¡este manicomio no es vida!”.


COQUETEOS CON LA MUSA Yo coqueteaba con ella en las tardes de primavera. Me acercaba a cara descubierta, sin trampas. Ella sabía que la buscaba y se dejaba seducir como doncella enamorada. Sólo le fui infiel una vez, por necesidad, aún sabiendo que le iba a provocar dolor de madre. Y como represalia sólo me permitió, desde entonces, dar a luz textos inconexos, armoniosas incongruencias de las que nadie quiso saber.

Lejos de permitirme iniciar la senda de los versos visibles, su venganza se consumó como un denso caos de metáforas por conquistar, de esdrújulas que no me aliviaban. Sólo parí dramatismos sin magia, un cúmulo de tristezas baratas. ¡Tenía que soñar salir de ese fango! Que las sirenas volvieran a surcar este mar, que mi tapiz volviera a rebosar hilos de oro. Que mi trato con ella volviera a ser tan fácil como contar con los dedos...


Vara-27

Ana


JARDIEL Y RETROCESO A mí, fea como un demonio, contrahecha, sin gusto para vestir, pobre como una rata, y con muchos años a la chepa, se me cayeron las bragas cuando Jardiel, el del almacén, se acercó a la cinta transportadora donde selecciono tapones a destajo y, asiéndome los glúteos con sus toscas manos, me susurró acercando sus morados y repugnantes labios a los míos: "¡Vamos Retroceso!". Con la impresión, di un respingo que me obligó a alejarme unos centímetros de la cinta transportadora, mientras los tapones pasaban y pasaban... Jardiel me volvió a repetir:"¿Vamos, Retroceso?". Esta vez con una mueca, amago de sonrisa, mostrando seis dientes podridos alojados en una boca de la que emanaba tal hedor que, no pudiéndolo soportar, me desvanecí y caí redonda al suelo. Los tapones seguían pasando, pasando... Cuando volvi en mí, o sea en Retroceso, me encontré en los brazos de Jardiel que agitaba enérgicamentre sus manos para darme aire mientras me interrogaba sobre mi estado. Al olor anterior, se sumaron los de sus trabajados sobacos y sus paseados pies. No pude más. Vomité hasta quedarme sin aliento. Vomité hasta que mis feos ojos de sapo se salieron de sus respectivos alojamientos. Jardiel, compadecido, y para demostrarme su solidaridad, arrojó su vómito junto al mío y nuestros miserables fluidos se hicieron uno. Comprendimos en ese momento que nuestro futuro estaría fundamentado en la comunión de nuestros deshechos. Esa misma noche, a la salida de la fábrica, Jardiel y yo copulamos como bestias irracionales intercambiando salivas, humores, orinas y excrementos ante la presencia de las ratas de la cloaca donde nos habíamos escondido que, al vernos, chillaban excitadas y enloquecidas animándose a seguir nuestro ejemplo.


Con el tiempo, nos trasladamos a vivir a la cloaca, ante la imposibilidad absoluta de pagar la hipoteca de un piso. Con más tiempo aún, nuestros, ya de por sí espantosos cuerpos, fueron tomando forma y maneras de nuestras compañeras roedoras. Y con más tiempo aún, nos convertimos en ratas muy grandes que ya no iban a trabajar a la fábrica. Los genes habían hecho su trabajo.

REFLEX -05 Considerando lo poquito que duramos y observando: lo-po-qui-to que -a-pren-de-mosConcluyo desde ahora mismo: que como la vida es tonta no -me-re-ce más -la -pe-na el molestarse a pensar.


Vega-30

Ana


ADMINISTRACIÓN “Hay que administrarse muy, muy bien”. Y la madre señalaba con el dedo índice el ticket de la compra, el precio exacto del pan que la niña ingiere. Ésta sufre un leve atragantamiento al sentir el peso de las monedas en su garganta. “Hay que administrase muy, muy bien”. Y también el tiempo, el que dedica ese padre y esa madre por dar de comer al hijo y exigir que éste pague con su sangre este beneficio extraordinario. Jamás en ningún animal ni ninguna especie más que la humana se ha visto esta exigencia infinita y atroz que convierte el cordón umbilical en una especie de pacto con el diablo o tal vez hipoteca bancaria. La niña, el hijo, ambos siguen contabilizando la felicidad en aquello que pueden comprar. Tal vez alcen la voz para pedir el importe exacto en monedas


de todo el sufrimiento acumulado que ese padre y esa madre provocaron al darle vida. Algo que ellos nunca les han tenido en cuenta.

HERENCIA Dolor de mandíbula de morder hacia dentro. Cicatrices que el agotamiento provoca en los brazos -también el vientre una sola vez-. Cansancio, palabra oleaje, turbia, agua sucia. Ella dice: “Todo lo que tienes lo heredaste de las putas de tu padre” Y nada más. Sentir esa antigua herencia tan arraigada que te perfora y quizá explica cierta marca entre las piernas u hostilidad en el rostro. Atada pues de por vida


a la miseria y las ratas pero nunca a la mansedumbre.

GOURMET El mejor gourmet de la ciudad apareció en el juzgado a primera hora de la mañana, mirada torva, gesto esquivo. Se detuvo un instante en el baño, frente al espejo, ante los desastres que le había causado la crisis sentimental sufrida por el abandono de Laura: aspecto desaliñado, ojeras y zapatos sucios. El juicio concluyó a las doce del mediodía. No hubo apelación posible. Por su descuido en el restaurante dos niños yacían ahora bajo tierra. Cuando lo esposaron pensó en su última cena junto a Laura, el vino tinto a media luz, su vestido azul…


Gonzá ez-34

Ángel

Ilustración Ángel González


ASUNTO: SOLICITUD DE BAJA DE LA LÍNEA XXX XX X321 Por la presente, les informo de que tengo en esta mano las razones por las que ya no estoy con Melisa, y sobre esta otra, con un peso bastante superior, las razones por las que creo que ustedes me han fallado. Si atiendo a cosas tan poco sutiles como el peso, he de pensar que estoy actuando de acuerdo con el criterio de un hombre cuerdo. Melisa y un tío de no sé qué sindicato se dieron un revolcón cuando servidor se encontraba dando una emotiva charla lingüística sobre ambigüedad léxica y ambigüedad estructural a decenas de enloquecidos estudiantes de primer año, y todo esto desde mi correspondiente cátedra de Lengua y Literatura en la Universidad de Alcalá de Henares. Dos alumnas que estaban situadas en la primera fila tenían esa manía de vestir sus cuerpos mediante pequeñajas minifaldas. Sus pubis, casi-visibles, hicieron que me equivocase un par de veces, aunque la mayoría de los estudiantes no se dieron cuenta de ello debido a que estaban enfrascados y concentrados en bostezar todo el tiempo. Lo peor de Melisa siempre ha sido lo mejor de Melisa, no sé si se me entiende... Melisa es bizca. Bizqueando, me ha enseñado casi todo lo que sé de mujeres, que tampoco es que sea mucho. Bizqueando Melisa, he aprendido a bizquear yo también y así hemos afrontado ese tipo de miedo que nos pasma cuando vemos que las personas a las que amamos no nos pertenecen en absoluto. He aquí la redención cuando ella me llama por teléfono y dice que se lo está haciendo con un ejecutivo de la Galp, o que se la está convulsionando a mi amigo de toda la vida, o que, básicamente, el hijo que espera no es exactamente mío pero que me quiere con locura. De ese modo, he logrado alcanzar una perfección espiritual tal, que he logrado reconocer la autoría


de unos cuantos niños que provienen de la lujuria más extravagante y bizqueante que nadie pueda imaginar. La fatalidad de Melisa es mi fatalidad, y su falda también fue mi falda durante aquella fiesta es la que nos travestimos y nos mezclamos con aquella comunidad, de la cual formábamos parte gracias a que Melisa tuvo la ocurrencia de colocar la palabra “cornudo” en el buscador de Google de su teléfono móvil. Desde ese momento todo vino rodado, engranándonos en el ansia por descubrir los límites de nuestros cuerpos. Otros hablarían de elasticidad, es cierto, pero Melisa hablaba de límites y engranajes porque ella veía la vida como una máquina en pleno rodaje. Mis aventuras sexuales como profesor siempre fueron sus aventuras, ya que, en realidad era ella quien las ideaba y ponía los medios a mi alcance para materializarlas. A cambio de óptimos resultados académicos, ella consiguió que yo fuese un auténtico depravado a horcajadas sobre mis más torpes alumnas. Y esto que puede parecer tan natural en el género humano, siempre que se haya alcanzado el grado de abstracción necesario, fue el detonante de la desintegración de mi libido porque, recordemos, la fatalidad de Melisa es mi fatalidad. Como intentaba explicarles, pronto el grueso de la comunidad estudiantil fue consciente de lo relativamente fácil que era conseguir aprobar mis asignaturas, ya fuese a través de mí o de mi chica, siempre disponibles y abiertos a todo tipo de..., lo que, debido a la ingente marea de peticiones, causó que esto que tengo ahora mismo agarrado con mi mano izquierda, como si quisiese estrangularlo, pasase por un largo periodo de agotamiento, que es como ella llamaba lo de la disfunción eréctil. Durante ese periodo de inactividad empezaron a caerme las primeras denuncias, siempre alentadas por la envidia insana del rector y de sus asquerosos acólitos. Perdí mi trabajo cuando ya estaba siendo consciente del enrome vacío que nos rodeaba. Lo mejor para Melisa también ha sido lo peor para mí porque ella siempre


quería más cuando yo me conformaba con lo mínimo. Yo ya lo había olvidado todo. Creía haber experimentado cualquier experiencia. Había que empezar de cero. Me dedicaba a vivir de las rentas, de lo poco ahorrado: ya llegarían tiempos mejores... Sin embargo, ella no podía estarse quieta. Melisa abrió nuevamente el buscador y se internó en las diversas comunidades virtuales que encontró en su camino. Quiso tanto, tanta hambre tenía, que se propuso fagocitar el vacío de todos los habitantes de este planeta que estuviesen conectados a la red por medio de una tarifa de datos. Mi amada araña, ese mismo día, vio cómo su iPhone asomaba las fauces por la pantalla y se la tragaba, dejándonos en casa a una especie de residuo orgánico. Yo quería llevar una vida normal, con nuestros hijos, o los de ella, según se mire. Lo mejor para Melisa, es decir, el tiempo que lleva consumiéndose en las tripas de su teléfono móvil, ha sido lo peor para mí. Siempre pienso que ahora es demasiado tarde para vengarme, pero la tarifa de datos, incluso la línea telefónica, son historia desde este preciso instante en el que les informo sobre mi agónico deseo de prescindir de sus servicios de inexistencia. Mis más sinceros saludos.


Alfeca-38

Antonio


SHIT Sacrosanta red de alcantarillas y cloacas, S.A. Canalizada por los intocables afectados de fetidez encefálica La aerofagia invade la televisión, la radio, el periódico Las hemerotecas vienen rebosando pura mierda La infección se extiende en varias capas por toda la muchedumbre Y pueblan vertederos las cabezahondonadas Las mismas sinapsis coprofílicas de las que emanan Las leyes-cauce, los decretos-desagüe y las disposiciones de vientre A los suburbios sólo llega basura apenas fumable, comestible, inyectable No es extraño delirar con fragancias de rosas Cuando la intelligentsia vaticana promete el ciento por uno de lo invertido Sólo allá en el diamantino cielo y en exclusiva para sus clientes Mientras acá sólo es posible el cieno en toneladas métricas Y ni los cientos de camiones de limpieza de todos los servicios urbanos Ni todas las bacterias saprófitas del mundo podrían dar abasto Reventarían a poco -ellos y ellas, sí, también hechos mierdaNi todos los gigalitros de los ácidos más corrosivos Podrían reducir -ellos tampoco- la podredumbre a su mínima expresión Y cada mañana una espesa capa de sarro tartárico va trepando por las sábanas bajeras Amenazando a cada una de las células de la población De esas macrocobayas sujetas a experimentos-basura Y en quienes hacer recaer el peso de la gran cagada Que no para de colmar y colmar el grande océ-ano Mierda sólida, líquida, gaseosa, etérea y conceptual Mierda sintética y ecológica, mierda técnica y artística Mierda en barra, en cómodos packs, en tabletas monodosis El último grito en mierda digital pixelizada Mierda hundida en el fango y elevada al paraíso


Grandísima mierda extendida en radiaciones a todo el espacio Indigna hasta del más recóndito agujero negro.

De “ANALES DE LA HISTERIA” Venga, niños, ahora dejémonos de protoculos, enchufaos al trifasiculo. Estrujen botenvoten. Todos a la Mekadiskoteka. A mover el eskeleto. Barbudos afterbarbie. Carrañamodorrilla. De venta en farlacias. ¡Dejadme dormiiiiiiiiiiiiir! No puedo, no puedo, Mandangamandingo. Qué bárbaro, rey. Susanito, dime tú quién aporrea las cuatro esquinitas de mi cama. ¡¡¡Hey, a ver qué ACS!!! Mancuernillas, cornigacho, Burt Lancaster de Lan-come, colonia inmoviliaria. Absorbentes urinarios. Extralargos. Chufchufchuf. Juan Kung-Fú y Patxi Lakagaste. (niiiiiiiiinoooooooninoniiiiiiiiiiiiiiiiiii...!). Hai-tío, qué marrong.


Bleu-41

Baptiste

Marta Waterme


TYLER Y MARLA Me manché las manos con la sangre de tu vagina hacía el tacto de una misa hacía el cielo pelado y con grietas en tu piel quedan todavía las huellas del verano que acaba de pasar tu piel pelada y con grietas mi polla aún brilla por unos rastros de tu coño que acaba de pasar tu coño esa grieta aspersor y su himen aún caliente en la basura soy encima de Marla en la planta veinticuatro de un hotel teníamos la tele un poco alta en tu pelo el más rubio del baile todavía está el semen que acaba de pasar Y la nueva berlina de Chrysler suena en un anuncio como si estuviera estacionando en la habitación del hotel tras él oímos el anuncio de una empresa que mata a domicilio “¡Llame ahora y en treinta minutos tendrá su muerte en su domicilio!” Marla siempre tuvo el pelo muy rubio muy liso y muy largo “¡Gran variedad de muertes asequibles a todos los bolsillos!” entre los muslos de Marla permanece la saliva que acaba de pasar Marla llamó y encargó morir devorada por un animal “¡No quiero que quede nada de mí!” le gritó al tipo que estaba al otro lado del teléfono salgo ahí hago lo mío y me aplauden Y mi polla cada vez más tiesa entra y sale del coño empapado de Marla a sus enormes ojos azules le salieron grietas


a su coño sangre y de las grietas de su piel pelada salieron mis dientes para volver a entrar después Marla aplaudía mi boca se llenaba cada vez más de Marla Marla se reía con los labios llenos de grietas los dientes masticaban la piel pelada y con grietas de Marla mientras la polla entraba y salía de su coño “¡Llame ahora!” ¿Marla estás ahí? ahora cuelgo yo del vestido negro de Marla ahora quedan sobre las sábanas algunas sangres de Marla que acaba de pasar ¡De Marla no queda nada! ¡Ni los huesos! soy el que ha transformado a Marla en un gran montón de mierda cagué a Marla dos días después mientras ojeaba unas páginas de interiorismo soy el que fabrica mierda con Marla ¿Marla estás ahí? Marla cambió de piso Los vecinos se quejaban de su mal olor.

Inacabado.


De “REMAKE DE EL CLUB DE LA LUCHA” Para el gran baile escolar No sabe que su acompañante es un árbol en la intimidad Busca el vestido que le haga estar más guapa Ignorante de que su acompañante tiene los trapecios llenos de equilibristas Y el niño globo que quiere engullir un cañón con el hombre bala incorporado La chica sueña con su primer beso Y el árbol disfrazado de acompañante se saca las venas por la boca Para cazar y alimentarse de una estrella Llega el día y la chica está guapísima Abajo en el hall le espera el árbol disfrazado de acompañante Viste un elegante ataúd de pino y suda a chorros Ella le saluda con la cabeza mientras baja las escaleras sonriendo ¡Estabas tan guapa! ¡Estabas tan dolorosamente guapa! El árbol no podía respirar con todos esos electrodomésticos funcionando a la vez Con toda esa presión en la madera Soy un artista Tengo derecho a construir árboles con todo tipo de materiales Estos últimos son de ladrillo Pero ahora quiero fabricar árboles con carne humana Mi mujer la más hermosa del baile A cachos para construir un árbol Sobró material por lo que también fabriqué algunas flores Y ahora que ha pasado el tiempo tengo casa en la playa y una fotografía de mi esposa vestida para el baile.


Leonardo-45

Bego単a

Marta Waterme


LA MERCERÍA Abrí la puerta. Sentí una rara sensación, un olor penetrante me dejaba sin aliento. Parecía no haber nadie aunque, tenía la certeza de que me observaban. Unas manchas rojas en el borde del mostrador y unos gemidos que venían de la trastienda me hicieron retroceder, pero soy curiosa y no me fui. Observé a mi alrededor; era una tienda bonita de principios del siglo veinte. Conservaba el encanto vintage que tanto se lleva en los últimos tiempos; unos encajes maravillosos sobresalían de sus cajas, cintas en tonos pastel colgaban de una balaustrada de caoba... y, algo que me fascinó, la lámpara de cristal con lágrimas en tonos rosados que colgaba del techo, una delicia para la vista. Pensé en mi abuela, sin duda esta era la mercería de la que tanto me hablaba de cuando vivía aquí; sí, no podía ser otra. Lo que me sorprendía era que después de tantos años siguiera conservando su esencia. De repente, una voz delicada me decía: -Voy enseguida. -Sólo necesitaba unos botones -musité. Inmediatamente se dejó ver; sus manos ensangrentadas y su pálido rostro me dejaron petrificada. -No se preocupe, es que estamos haciendo una escabechina ahí dentro... me lavo y en breve estoy con usted. Quise irme, salir corriendo, pero mis piernas se negaban a moverse. No sé cuantos minutos pasarían hasta que volvió a presentarse delante de mí, pero se me hizo eterno. No tengo por costumbre ponerme en lo peor, aunque, la situación era cuanto menos rara y confusa, y yo seguía sintiéndome observada.


No salió sola, un chico jovencísimo la acompañaba. Lo presentó como su auxiliar. - A lo mejor quiere ayudarnos, tenemos un pequeño problema... con una mano, no somos capaces de dejarla en su sitio. Me desmayé, ya sé que es algo exagerado pero es lo que pasó. Cuando volví en mí y quise incorporarme... -Tranquila, pasemos dentro, un poquito de agua fresca seguro que le hace recobrar el color. No abrí la boca, di media vuelta y salí de allí como alma que lleva el diablo. -Perdone, perdone...-me gritaban detrás. Me detuve, pues pensé que me alcanzaría y sería peor. -¿Le hemos asustado? la sutileza no es nuestro fuerte. -No, no se preocupe, he recordado que tengo algo urgente que hacer, volveré. Por supuesto mentía. Como no insistió, aliviada seguí mi camino a paso más que ligero.

Habían pasado varias semanas cuando, leyendo el periódico, descubrí la noticia que parecía escrita para mí: “Cerrada por orden judicial, la mercería más antigua de la cuidad, regentada por la heredera de la familia Bernal”.

Dedicaba su trastienda a fines macabros relacionados con el cine de terror. “No comprendo este atropello. La sangre, miembros, vísceras... pertenecían a vagabundos. Personas excluidas, sin reclamar. Lo que hacemos es arte.” Declaró la propietaria.


JAULAS CETRINAS ASOMAN CABEZAS SIN MANZANILLA Dejarse el alma con las entrañas en el retrovisor que todos vean que salpiquen tantas vísceras... Adiós amigos compañeros de batallas me voy a la humilde morada allá en las cumbres donde no llegan los escombros los derruidos montones de mierda que asoman por la vida propia y la ajena maloliente.

Jaulas cetrinas asoman cabezas sin manzanilla a dónde tantos buceadores de la ponzoña a dónde torticeros mancillados de esperanzas no, ya no queda ya no hay nada aquí mi cabeza da vueltas no soy capaz de separarla del tronco hay mutilación de campanas trotamundos dubitativos


alabanzas de dos por cuatro de escalinatas de oro de macizos mosaicos. Ay, cuántos oropeles barnizados de miseria... No, mi sobria cabellera se purifica rechinando cuando paso mi dedo muerto por encima.

CUANDO LAS RATAS LO PERMITAN Para entrar en el infierno hay que estar vivo hay que estar sin hogar sin comer y así sin dormir sólo cuando las ratas lo permitan.

Las oposiciones para el infierno son tan fáciles de aprobar...


Gonzรกez-50

David

Manolo Campoamor


DISOCIACIÓN

Todavía hay días en que mi mente, ante tanta injusticia como ve y

sufre, le crujen los dientes

y

quiere alzarse en armas

y

salir a la calle y que empiecen: a rodar cabezas: sin embargo, sabio

y

castigado a través de los siglos, el cuerpo ya no la sigue.

LA CAMPANA

La primera carrera en la que competí tuvo lugar en le patio del recreo de un honesto colegio entre los escolares


de 4º de educación general básica: el primer curso mixto al que asistí: se trataba de una carrera de resistencia, no de velocidad, y

consistía en dar vueltas alrededor de dos palmeras, una a cada extremo del patio: en cuestión de minutos, con evidentes síntomas de agotamiento, mi mejor amigo por aquella época, Alfredo, me dijo:

solo quedamos nosotros, y anadió: si nos paramos al mismo tiempo, los dos seremos campeones: así que en la vuelta siguiente, en el lugar convenido, cumplí, como un paisano, con mi palabra, mientras Alfredo, mi mejor amigo por aquella época, seguía corriendo y

daba todavía otra vuelta más, con los brazos en alto coreando su victoria: cuando la señorita Charo hizo sonar la campana que anunciaba el final de la infancia, entré en clase corriendo:


de eso hace, y

se dice pronto,

cerca de cuarenta aĂąos, pero desde entonces ya nunca mĂĄs he dejado ni de correr ni de hacer trampa.


L贸pez-54

Domingo


TOCABA CORRER “A veces lo cuento y alguien se sonríe, reíd, reíd...” ÑU – “Tocaba correr” - La noche del juglar (1998)

La Marilin dijo por la derecha y el Bodeler que por la izquierda y yo al volante y la avenida que se terminaba y había que girar a algún lado y en el asiento de atrás iban magreándose el Janfri y la Monse y la Lida también, a mi espalda, tapándome de vez en cuando los ojos con la manos y diciéndome cu, cu quién soy y en el loro sonaba a todo volumen los Stones y por todos lados había botellas y humo de canutos y risas. El buga, un Alfa de pijos, lo habíamos ligado al principio de la noche y ya casi amanecía y fue el Bodeler, tirándose el pegote, quien dijo primero lo del alunizaje, ¿aluni que? pregunto la Monse con las tetas fuera y un yoes trompetero en la comisura de los labios. Jurdeles, nena, pillamos pasta gansa y seguimos la juerga en malibubích. Me salté otro semáforo y otro más de propina y torcí a la izquierda haciendo derrapar peliculeramente las ruedas, saltando el bordillo, rascando la carrocería con un quiosco de la Once, ciego perdido, con una litrona vacía bajo el pedal del freno. El pasaje aplaudía, enroscados en el pedo, cantando de joda precaución amigo conductor, la senda es peligrosa y entonces alguien dijo la joyería, al final de la calle hay una joyería, no hay huevos y sonreí maléfico y me lancé a por ella como un toro, a ciento sesenta, pilotando con una mano en el volante y con la otra, para darme ánimos, biberoneando el gollete de la Jack Daniel’s. Detrás, la Lida me comía el cuello a bocaditos, me susurraba guarrerías en la oreja y el coche volaba como una flecha hacia el blanco y entonces dije agárrense mis niños y acelerando a tope empotré por mis muertos el cacharro en la puerta del establecimiento y aquello hizo una escandalera de mil demonios y saltaron alarmas y cristales por todos lados y entonces alguien dijo


cabrón te equivocaste, porque resulta que fuimos a dar a un ultramarinos pero igual aprovechamos y mangamos lo que pudimos y salimos por patas, yo con un jamón, cojeando de dolor, la otra con un repuesto de fregona en la cabeza a modo de peluca, el otro tragándose phoskitos y nos montamos pitando en el carro, que arrancó y todo y dí marcha atrás y salimos de naja, sin parabrisas, soltando trozos de chapa, heridos, tarambanas, muertos de risa.

JIMMY EL RUINAS Olisqueando el aire un conejo, dos zorros, el guardia forestal, los prismáticos, un penacho de humo, la voz de alarma, el cuerpo de bomberos, una racha de viento, sirenas, copas ardiendo, gritos de excursionistas, humo denso, coches de policía, culebras asadas, dos helicópteros, hollín, hectáreas calcinadas, toses, la televisión local, un desastre, mangueras amarillas, tizne en la cara, las manos a la cabeza, walkies, el alcalde en persona, escenas dantescas, el camping evacuado, un hidroavión, una niña perdida, santo cielos, la sierra entera en llamas y tú en casa, jadeante, buscando una birra en el frigo, con la antorcha humeando aún en la mano y dudando ahora, aturdido, entre pedir perdón a quien sea o liarte un petardo y a otra cosa mariposa.


Aguilar-57

Estela

Celia-Ailec (La Luz Encendida)


MIRILLA Este poema es una mirilla -no es real, sólo está pintadocomo el ojo de un camaleón. Puedes asomar, adentrarte en su esqueleto e imbuirte en su impúdico color. Mimetízate conmigo en el poema, vístete de tinta de fuego y en dos minutos... desaparece. No es necesario que te desnudes, sólo despiójate de atavismos. ¿Ves qué fácil? Ya no existes. Eres ficción.

METAMORFOSIS El paisaje que me cobija es movedizo. Cambia de forma, fecha y talla, como Alicia en su cuento. Afloran accidentes geográficos centenarios


en un segundo de reloj de arena. Las horas ruedan unas más anchas que otras. Yo misma no soy siempre la misma. Mi mundo se dilata en un plano inabarcable y árido o cimbrea sinuoso, verde y hechicero. Cuando esto ocurre me enrosco, sugiero, busco tu fuente. Si el desierto quema, mi guarida es tu sombra, me escondo entre tus pliegues, reorganizo mis células, hiberno, me descamo y afilo como hoja de parra sobre tu centro. Después crezco, muto, me quedo suspendida de la cornisa de tu cuerpo. Tus columnas me rodean, incienso son tus dedos. Bucear el aire, estrellarte en un beso, embadurnarte de barro, velar hormigas que perforan el cemento. Dormir del tirón un año hasta que muerda la avispa del hambre. El verano es piel en el calendario.


Metamorfosis permanente. Pura adaptación al medio. Presente y futuro, desmembrados. Vida en átomos de tiempo venidero y pretérito casi perfecto.

LIMPIEZA Tengo que poner orden en mi cabeza. Hay palabras malolientes por ahí tiradas impregnándolo todo. Se multiplican, me saturan y ensucian. Sé que el alcohol desinfecta y es bueno para sacarle brillo a la materia gris. Voy a hacer zafarrancho. Por favor, póngame otra cerveza de las que lavan más blanco.


AntolĂ­n-61

Gregorio


CHAPOTEANDO Este es un pueblo de engreídos cadáveres cotillas e intransigentes cenutrios mandamases que de alguna forma oscura atesoraron fortunas. Una reseca charca atestadas de tristes peatones tristes donde gastan muy malas pulgas los taxistas y los guardias municipales. Los paisanos se jactan de palurdas tradiciones y defienden con denuedo las supuestas bonanzas de la tierra y otras sacras costumbres que prefiero olvidar. Una ciénaga tranquila y ejemplar donde la basura se escamotea bajo la alfombra y se repintan las farolas de purpurina dorada en las fiestas del Santo Patrón. Hace tiempo barrunto algún exilio necesario pues tengo cierta alergia a los santos cristianos a las fuerzas del orden y a las chicas románticas.




Rafael-65

Ivรกn


LO QUE SUEÑO ALGUNAS NOCHES Hay noches que sueño que cojo un cuchillo jamonero y le parto en dos. Él es el empresario agrícola que produce más tomates más redondos más esféricos más rojos más brillantes más duros más duraderos más inmunes al pulgón y a la oruga más resistentes al embalaje y al transporte más rentables para la producción local más competitivos en el mercado exterior más demandados por las grandes superficies más ofertados a los pequeños consumidores más vendidos más comprados. Es un sueño repetitivo: cojo un cuchillo jamonero y le parto en dos sobre la encimera de la cocina. Por curiosidad simplemente. Le parto en dos con un cuchillo jamonero, observo si sangra,


le echo una pizca de sal y lo pruebo nada más que por saber si al menos él sabe a hombre.

LA CIUDAD DE LOS ASTRONAUTAS Existe una cuidad donde residen astronautas vestidos de traje de kevlar goretex, nomex y lycra aislados del calor y el frío aislados de las altas temperaturas y de las bajas protegidos contra las extremas condiciones atmosféricas a salvo de cualquier radiación cubiertos de teflón y nylon y recubiertos de un policarbonato de un armazón a prueba de impactos en sus cabezas a prueba de impactos y se pasean así con la escafandra y se pasean a sí a medio metro de altura tan ingrávidos así


sin la más mínima intención de poner un pie en la tierra. Ni en la luna.

RECUERDO LA DEMOCRACIA Recuerdo la democracia como un día de fútbol. Las alineaciones . Los pronósticos. Las quinielas. Las discusiones en la barra del bar. Las colas de las taquillas. La radio dando los resultados. Las ruedas de prensa. Las lágrimas. Las banderas. Recuerdo la democracia como un día de fútbol. Y los lunes sin haber tocado bola. Y los lunes jugando en otra liga. Y los lunes con ganas de saltar al césped a darle patadas a una urna.


del Sastre-69

Javier


AUTO DESTRUCCIÓN

Varios grupos de niños en círculos y con la cabeza en llamas juegan ausentes al juego de las construcciones de color. Aunque entre el fuego conservan los ojos y sus miradas no miran nada no se miran entre ellos tampoco miran lo que construyen, ni su nostalgia. Amables, muy amables y callados no miran nada. Sus edades comprenden varias eras solares y sus cabellos incendiados sirven de guía a los perdedores y a los caballos sin patas de los dueños del insomnio. Sus pies fríos se entierran en la arena, ufanos ramificándose hacía el mismísimo corazón del infierno hacia el mismísimo centro de la Tierra en busca de agua y ternura. Hace tiempo dejaron de soñar con sus construcciones y con los castillos que a veces creaban


y con sus mazmorras oscuras. Hace tiempo dejaron de soñar, también. Construyen sin parar sin moverse, en silencio en sepulcral silencio dejando paso al murmullo del oleaje. Fríos y seguros como un pedazo de mármol su objetivo errado es la auto destrucción metafórica.


Flores-72

Javier

Karol Kallay ( If the cobblestones were able to tell)


DEL FRÍO DE LA FE

La sangre en las fauces de la bestia, su memoria, el hambre de ver en la oscuridad la caída del niño poeta y la creación del alma del criminal en esta gran avenida iluminada en la que los adolescentes y los viejos sueñan su suerte cada nuevo siglo; la niña pequeña concentrada en el sonido de los golpes desde el otro lado de las almas de los muros obligada a responder que es la mujer libre y culpable de no albergar la violencia en su vientre como se interpreta desde los signos de los finales de los imperios, por no ser la agradecida superviviente para todas las jerarquías innombrables; el habitante de la frontera que juró destruir la ciudad con sus manos si no volvía a ver a los espíritus de sus hijos anunciar algo que lo animara a alimentarse como lo hizo el pasado amor a la inmortalidad con la posibilidad de no ser un cuerpo de la guerra y la certeza de que ningún líder poseyera la explosión de su muerte; las historias de los niños asesinos que recordaron la ira esencial del pacto obvio pero oculto del juego de sus hermanos y que fueron callados con el trabajo letal de cavar las zanjas que separan y distribuyen el veneno de los pueblos


se evocan para sentir la lejanía durante algunos minutos de paz. Los hombres solos en los portales de las iglesias cerradas no esperando por el inicio de la vida toman lo que les pertenece. Se es más la ausencia de los seres queridos: contemplo el débil resplandor y el filo del puñal, los objetos mundanos en la penumbra son obvios y descifrables habitables sin necesidad de la luz quizás por el resto de los años.

No relates la crueldad de tus orígenes, detrás de la compasión siempre está el temor y el odio al animal herido. Sus pupilas se dilatan ante las confesiones inevitables del vapor que el pecho exhala, sus rodillas se quiebran para pedir una hipótesis parricida que valga el peso de los dorsos marcados: los demonios provienen de nuestra primera percepción de los astros recordamos a los sepultados como gente que ha elegido no volver después de la traición, los maestros enferman olvidando todas las decisiones que definieron a las generaciones jóvenes. -Toda nuestra fe para unos segundos de ciega calidez en los que se pide por quienes forjaron nuestra miseria con el fin de mantener el dolor en el fuego de los pómulos entendiendo el llamado del sonido del metal de las cúpulas golpeado. La derrota es una en nombre de los monstruos de la Historia, de lo que siempre escondimos creyendo que llegaría el momento en que seríamos recompensados por el tiempo de la inocencia.


ÉPICA DEL INVIERNO En la escena de mi muerte, hijo, están los secretos de la naturaleza. Sacude tus caderas incitando al caos en las demás celdas, alza la camisa ensangrentada. No entres al misterio a través de la desolación, con el engaño de ser criaturas diurnas. Golpean las tablas de los féretros del mundo extrañas esencias, que el ángel despierte junto a los jóvenes hermanos marcados por las pestes. No olviden el compromiso de la naturaleza lúgubre con la libertad de la conciencia humana, al animal en el sendero aprendiendo su lenguaje de los aullidos que lo atemorizan, entregando su vida a la asfixia de la claridad en las verdades que lo encandilan. Frotas el agua contra la herida pero la hemorragia no cede en el sudor frío de los antiguos miedos sin el sentido de la noción erótica. Las mujeres golpeadas declaman, no podremos seguir viviendo sin justicia, los hombres perdidos les acarician la espalda con vergüenza pidiéndoles un lugar para recordar los crímenes de la infancia, los caminos van abriendo caminos... El reo cae asesinado y algo del exterior cercano a comprender la dignidad que no se manifiesta solamente en el miedo propio a desaparecer, nunca lo hace, y se consume en el pacto del país para sobrevivir entre los himnos de otras naciones. No te puedo probar mi inocencia porque en todo lo que hice


siempre quise destruir lo que se me había enseñado con el rumor entre los dientes sobre las traiciones que ahora nos definen. Esperabas escuchar que yo era el asesino, que sólo podía llegar a comprender el dolor ajeno y el mío propio en los calabozos, que lo necesitaba aunque no lo supiera, luego sentirías mis fracciones desvaneciéndose en tu vientre congelado y correrías a delatarme, es imposible confiar en los animales heridos, en las lecciones benévolas de las matanzas de los libros sagrados, todo aquello encierra una historia que nunca acabará de ser cobrada, las pocas revelaciones que tenemos en nuestras vidas jamás podremos compartirlas sin la precisión agotadora de la violencia y sabemos con franco sufrimiento que, de una manera que sólo el cuerpo expresa en la oscuridad añoramos las paredes húmedas de las celdas que dejaron caer sus semillas en el agua estancada para la hierba letal sobre la que creamos el mito cruel de la leyes de la naturaleza: cuidando a la que tomamos por nuestra cría dejamos los refugios porque ya no hay razón para agonizar lejos de los gritos de la gente...


M Molinero-77

Jorge

If the cobblestones were able to tell


¿A CUÁNTO ESTÁ EL MUERTO? ¿A cuánto el muerto?, atrona como una trituradora de huesos y despojos -si nunca escuchaste su estrépito, no conoces el sonido del silencio-. ¿A cuánto el muerto?, gritan en la lonja de la ONU, en los mercados de des información, ¿a cuánto? y en África, con cupón descuento, al 70% -tengo unos de Mali que regalamos con el perejil- y en Oriente medio barril de crudo no lo hacen 20 mujeres lapidadas. ¿A cuánto el muerto?, tengo los de Boston por las nubes, a metatarso de Casillas el cadáver, y de Texas a casi una rotura fibrilar de Messi. ¿A cuánto el muerto en España? A futuro de Mourinho por lo menos, aún seguimos con una niña muerta hace tres años. ¿A cuánto está el muerto, a cuánto señores sin cara, a cuánto? La tragedia en Francia 8 a 1 contra las de un barrio en Irak, los niños valen doble si sucede en la torre Eiffel -hay barrios que mejor ni entrar-. ¿A cuánto el muerto?, nos los quitan de las manos: un cocodrilo en Mijas y regalamos un mendigo quemado en un cajero. Hay que ver la misma carne como baja en algunos sitios de precio.

Que se jodan, Andrea, que se jodan los muertos de hambre que ignoran que -también esta vez- la sociedad es la culpable. Que se jodan, Andrea, que se jodan quienes no entienden que vienes de una familia que pareciese haber pasado


por los fogones de El Bulli. Es decir: desestructurada. Tu padre un ladrón con las manos manchadas y papada pagada por todos. Que se jodan, Andrea, que se jodan los que no comprenden que te educaron como buena cristiana de misa los domingos, aparentar. La clase, eso es, la clase, la que no tiene la chusma que te critica. Clase. Como tu madre, cornuda consentida de pendientes de perlas por aniversario y merienda con las demás zorras clasistas y pudientes. Que se jodan, Andrea, que se jodan. Qué culpa tienes si pedías columpios y te daban aeropuertos, si soñabas chachemires y te vestían sedas. Si te enseñaron que la felicidad era pisar fuerte las cabezas de los miserables, que, no lo dudes, se van a joder bien. Pero ten cuidado, papá lo sabe bien, la vida es una lotería. Y te va a tocar.


Juliรกn

Alonso-80

Manolo Campoamor


BALADA DE LOS POETAS ÑOÑOS

Los poetas ñoños, se creen por encima de los demás mortales. Manejan, como buen jugador de tute, los lugares comunes y saben hacer señas sin ser vistos. Galanes trasnochados, dedican madrigales a la reina de las fiestas cuando reciben el enésimo premio por el mismo poema, maquillado con un par de adjetivos y fabrican sus rimas como quien hace churros. Los poetas ñoños tienen un público fiel de sensibleros y damas mojigatas y monjiles que aplauden con arrobo sus ripios declamados como quien llama a la batalla y se emocionan con versos de impecable factura dedicados a pueblos que nunca visitaron, al amigo perdido en circunstancias trágicas, al padre o a la madre, a los que amaban tanto que alivian su dolor de huérfanos tardíos con cuarenta monedas y una flor natural. Los poetas ñoños alzan la mano como quien alza el vuelo, pretendiendo elevar sus versos minusválidos. Tratan de impresionar al concejal de turno con su verbo ampuloso.


Comen tras cada acto junto a las fuerzas vivas, procurando ponerse al lado del alcalde y su señora y a los postres recitan la lista interminable de sus muchos laureles ante unos comensales que, en plena sobremesa, se admiran, educados, entre el sopor y el sueño. Pero los poetas ñoños no siempre son felices. Llaman advenedizo al pobre que se atreve a pisar su territorio y forman entre todos un exclusivo club sin más finalidad que repartir prebendas por turno riguroso entre los cuatro amigos y sin salir de casa. Los poetas ñoños se agrupan en bandadas como buitres y no escriben poesía, la devoran y vomitan su mala digestión de versos indigestos. Pero ellos no lo saben y despliegan sus plumas como pavos reales antes de aparearse con la primera musa descuidada que se les pone a tiro.


EN ESTE POEMA ESTÁ PERMITIDO FUMAR

En este poema está permitido fumar incluso tabaco, pero no se admite bajo ningún concepto, so pena de excomunión, rezar el rosario. No se reserva el derecho de admisión, pero el caballo y la pistola deben dejarse a la puerta y se prohíbe la tortura. Se anima a todos los asistentes a sonreír y caminar desnudos bajo la lluvia, mas, absténganse curiosos, morbosos, piadosos y otros osos de garras afiladas. En este poema, se permite la blasfemia y la palabra soez pero se proscriben las puñaladas traperas, los tiros por la espalda, las zancadillas y los favores con ánimo de lucro. Es más: quien quiera puede quedarse con tan sólo aportar un adjetivo, una metáfora, cualquier quincalla a mano No se admiten propinas, gafas oscuras, dientes de oro ni tarjetas de crédito.


UN BUEN POEMA PARA LEER EN PÚBLICO Un buen poema para leer en público debe cumplir algunas condiciones: por ejemplo, no puede decir tacos ni palabras insulsas de esas que se pronuncian en el bar o en la pescadería. Se hará imprescindible el fuego fatuo, las metáforas huecas, decir –en cien sonetoslo que en un solo verso podría haberse dicho; mostrar poses teatrales, que llaman la atención y tanto gustan. Un buen poema para leer en público debe hablar de entelequias sin mencionar la luna, mostrarse compungido y trascendente, aguantarse la risa para que no se note que lo dicho es tan sólo un buñuelo de viento bien hinchado, adornarse con flores de jardines ajenos pero con disimulo, como si fuera fruto de la casualidad. Un buen poema para leer en público debe incluir palabras de cierta trascendencia, palabras como éxtasis,


magnífico, heroico o cualquier otra esdrújula que refuerce su épica. Un buen poema para leer en público debe hacer quedar bien a quien recita y dejar boquiabierto al auditorio, envolver en sus luces de fuegos de artificio a una audiencia entregada y al terminar el acto, quedar en el recuerdo como algo muy bonito que se nos ha olvidado.


Solís-86

María

Fernando Rguez (Gun)


SANTA ÚRSULA EN EL SUPERMERCADO En el supermercado venden niñas. No más de cinco años, por favor.

Lo ha visto Santa Úrsula en un sueño y otra vez ha corrido ha comprarlas. Y a callar.

Las madres han vestido a sus hijas con la consistencia del yogur.

La madre alza a su hija a la altura del atún escabechado, y consigue encajarla en un estante.

Los reponedores empujan y deslizan una caja en un hueco tras exhibirla a ritmo de paseo sobre un carro, amontonada como muertos civiles.

La megafonía reverbera:


Hay un único dios.

La legionela busca en el sistema de aguas un entorno de amebas. Silba una trinidad en los conductos congelados del aire que se expande, son las piernas esbeltas de las ratas, humanas y nupciales, es el hábito blanco y es lo mismo que sucedía tradicionalmente en el mercado: los delantales verdes, con restos genitales de la fruta y el trato familiar.

Las abuelas relamen el principio del hilo. Santa Úrsula se tumba boca arriba en los pasillos y elige debajo de las faldas.

Las mamás aleccionan y contagian entusiasmo y sus niñas se estiran porque han visto rivales de tres años, gatear a los bebés detrás de los cilindros de galletas.


Las ventanas se encuentran a la altura del lomo de los perros; si una intenta escapar, ve pies que chapotean tras la cinta amarilla de los charcos.

Las cajeras murieron hace aĂąos. Se arrancaron la vista con placer, ahora sonrĂ­en: no hay lencerĂ­a infantil ensangrentada.


Paniagua-90

Ulises

Kansuke Yamamoto (RĂŠvolution SurrĂŠaliste)


Nocturno Imperio de los Proscritos (Fragmento) III

Nocturno imperio de lo proscrito, de aqueste umbral impronunciado, de sólidas y filosas esquinas que callejonan silencio. Mortal desplome a contracorriente; oscuro viraje que desemboca en derrota suicida, sorbo de marchita sangre; cuota en amor de trapecio clandestino; espalda férrea que se chinga a los impuestos; tenaz salmón brincoteando ante necia multitud; infatigable derrumbe en ascenso. Poética sin gloria ni concurso ni filosofía ni rosas o cimitarra. Poética aprehensiva que se hunde; palestina diáspora sin pretensión y sin destino; mancha efímera en la camisa del tiempo, mortal exhibición de trazos truncos; bravo puerto donde descargan notas kamikazes; responso de ebrios. Ambiguo sendero que descalza a la muerte


entre claroscuros cuerpos con jugoso ímpetu de cama: ingle tatuada / muslo rebelde beso en clímax / carne en delicia: Reino de pecado, Temida / bendita transgresión, Culo de mundo. Ruge, conculcante, entre tinieblas. A nosotros ven, nocturno imperio que falta haces entre el odiaje, la rabiazón y lo cotidiano: Ven Inmediato Osado Gozado Salvaje Ineludible Ingrediente que a corsario sello despiertas la bucanera sed de cerveza; nombre promulgante de utopía, blasonada maldición de tibia en cruz. Alarido en mar, velamen de desesperanza, leviatán al impacto: Hunde (Ahóganos) –calma de poseso. Destroza (Arrástranos a fondo) –ajena larva. Vuélvenos sal y espuma y putrefacción y pólvora y odio. Irredento protón inseminado


en fruto de ciencia; corrosiva partícula, primitivo elemento, antimateria de ciego: Descífranos entre moléculas de desencanto, entre lejanas fórmulas de insurgencia: Estállanos en retazos de demonio viejo; entre el rencoral machacante, desde un cuántico gramo de dicha hasta el enorme mierjodido planeta; de la más mínima presencia hasta las fauces redentoras de esta bestia estridente, asesina, tosca e implacable; más, en esencia, suave, pura, inmaculada como la carne de un río.


Mu単oz-94

Vicente

Fernando Rguez (Gun)


BABILONIA EN RUINAS

como torres de babel destruidas

símbolo de la ambición humana

contemplo a menudo los polígonos de las afueras

edificios abandonados destinados a ser viviendas de ricos

calles desoladas persianas bajadas parques vacíos

bajo la sombra alargada de los empresarios muertos

que contra el asfalto


como buitres sin alas

dejaron sus restos

POETAS todos perdidos ninguneados golpeados

todos olvidados incomprendidos frustrados

todos marginados iluminados autĂŠnticos

mis amigos


perros de la lluvia

los mรกs grandes

poetas

BIORRITMOS subir bajar bajar subir

un puto me gusta en facebook

la sonrisa iluminada de mi chica

la autoestima por los suelos


el anuncio de un nuevo libro

los problemas de identidad

mi familia siempre ahĂ­

todos los extraĂąos que viven en mĂ­

la cara y la cruz

de la misma moneda




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