Una noche de verano

Page 58

está gélido y zumba en alguna parte un motor camuflado entre paredes. Hay un silencio obligado, una marea de pensamientos dispersos que parecen perdidos en el aire. Los incendios han devastado una superficie que casi dobla a la del año 2008. Un hombre mata a su expareja delante de su hija de seis años y el municipio de Lepe contabiliza ya diez asentamientos ilegales de inmigrantes. Un aparato de televisión encaramado a una peana lanza oleadas de bálsamo por donde los pensamientos se deslizan sin ni siquiera rozarse. Al contraluz de la ventana el rostro del padre dibuja una mueca rescatada en el tiempo, otra vez un mohín de rendición, esta vez inapelable. El último pulso perdido, ahora contra la vida. Al final del corredor, contra los ventanales que dan al bosque de pinos, el más bravo de los jefes indios y el más heroico de los soldados azules libran una lucha sin cuartel desde las alturas del perfil de metal que brilla bajo la luz de la mañana. A sus pies, en un cascajar tapizado de pinaza y setos, una familia de conejos espera el desenlace olfateando el aire cada vez más denso de la mañana.

58

La última de todas las batallas


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.