El Gallo Maíz Nº 3

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Suplemento cultural mensual. Año 1. Nº 3. Diciembre 2011 www.elsalvadorcultural.net

Momentos de emancipación. Mural de Antonio Bonilla sobre el bicentenario ANECDOTARIO: “Los culos de Montano” JEAN GENET: Apología del Mal Cine de miedo, horror y terror

QUINTETO TIEMPO, canción que desafía Entrevista a Dinora Alfaro Tres años de Colectivo Urbano


EDITORIAL La cultura dominante está de fiesta. Los santuarios del mercado son invadidos por fieles consumidores que, como ciegos espectadores, recorren los pasillos del consumo para ser mejor vistos a la luz de quien dirige la sinfonía del vendercomprar, comprar-vender. Es una forma de adaptarse y ser aceptado en estos días de compras para llenar el espíritu. Para suerte de algunos, hay otra manera de exaltar el espíritu, de ver la vida desde otra perspectiva, y afiliarse a otras formas de relacionarse con la vida, con la imaginación, con la creatividad. Eso es lo que nos comparten en esta edición de El Gallo Maíz, artistas de El Salvador, que como bien lo notarán, aun hablando desde su postura particular, nos encaminan a mundos comunes y contestatarios a aquella cultura impuesta. Es así que les presentamos una descripción sobre el mural de Antonio Bonilla respecto a 200 años de emancipación del pueblo de El Salvador. Traemos dos entrevistas muy interesantes: una con la actriz Dinora Alfaro, y otra con el Colectivo Urbano; ambas -la primera sobre artes escénicas y la segunda sobre artes plásticas- transitan desde un punto de origen y que coinciden en esa casi imperceptible intersección desde donde se puede seguir caminando para consolidar una propuesta artística propiamente salvadoreña. Además, para fortalecer la noción de que el arte es también una demostración de esas posturas y visiones particulares puestas en común, les prestamos una reseña del grupo argentino Quinteto Tiempo. Y abrimos un espacio para comentar los sentidos que se despiertan con la lectura, a través de un comentario sobre la obra de Jean Genet. Y como de tocar los sentidos y las emociones se trata, Renato Jaén nos introduce al cine de miedo, horror y terror.

Agradecemos a quienes han colaborado para esta edición de Diciembre, particularmente a Jorge Merino quien ilustra los pasadizos interiores de este número, Renacho Melgar, Brenda Santos, Dinora Alfaro, Godofredo Echeverría, Renato Jaén. Y a todas aquellas personas que sabemos han compartido con sus allegados, este suplemento. De igual manera los incitamos a seguir conspirando con nosotros para generar un debate acerca de la cultura y las artes salvadoreñas. Aprovechamos para desearles unas felices fiestas de final de año, haciendo un llamado a la mesura y a la austeridad, confiando que el próximo año podamos ir consolidando nuestros proyectos personales y de sociedad, para irnos desatando de los hilos que obstaculizan nuestra creatividad. ¡Un brindis por la vida¡


ARTES PLÁSTICAS

MOMENTOS DE EMANCIPACIÓN Mural de Antonio Bonilla Mario Castrillo

Momentos de Emancipación. 4 x 9 mts, 2011. Antonio Bonilla. Fotografía de Brenda Santos


Antonio Bonilla (1954) presenta una serie de acontecimientos de nuestra historia patria en el mural “Momentos de Emancipación”. La obra en sí es lo que podríamos llamar en literatura un collage construido con una serie de flash back de momentos y situaciones de nuestra historia patria, que arrancan desde lo precolombino y desembocan en el presente. En la franja superior observamos un nacimiento de un jaguar en presencia del Zipetotec y la serpiente que tanto simbolismo posee en nuestras culturas ancestrales, así como conflictos intestinos entre las tribus que están representadas en la batalla de un tigre y un venado. A la derecha, el momento de la conquista y cristianización brutal a que fueron sometidos los habitantes de este continente, pasando, por supuesto, por el mestizaje, que Bonilla presenta como una violación. En la franja intermedia se refiere a la esclavitud a que fueron sometidos los indígenas, hombres y mujeres. Al levantamiento de Anastacio Aquino (1792- 1833), El "Comandante General de las Armas Libertadoras" que pertenecía al linaje de los Taytes, de la etnia de los Nonualcos. Bonilla hace alusión a su coronación en la Iglesia de la Virgen del Pilar, en San Vicente; a su muerte -traicionado por un sacerdote en quien confió-, su decapitación (su cabeza fue expuesta en una jaula con la leyenda “ejemplo de revoltosos”). Bonilla presenta aquí la cabeza de Anastacio Aquino colocada en una bandeja como la de Juan el Bautista. Las escenas siguientes se refieren a la insurrección de 1932: el linchamiento de Feliciano Ama (1881-1932), de origen pipil, Mayordomo de la Cofradía del Corpus Cristi en Izalco; figura así mismo Modesto Ramírez (1885-1969 –según información de la página Web del PCS-), quien participara de la fundación de la Federación Regional de Trabajadores de El Salvador (FRTS) en 1924, organización

que lo delegó, en su séptimo Congreso, como representante al V Congreso de la Internacional Sindical Roja que se celebró durante la segunda quincena de agosto de 1930 en Moscú. Figura también Prudencia Ayala (1885-1936), una de las primeras feministas de El Salvador. Representa Antonio a Farabundo Martí (1893-1932), hijo de Pedro Martí y Socorro Rodríguez, miembro fundador del Partido Comunista Centroamericano y representante del Socorro Rojo Internacional, junto a Alfonso Luna Calderón y Mario Zapata. Observamos al fondo de esta escena su fusilamiento en los muros del Cementerio General. Culmina esta franja con el entronamiento del estamento militar aquí representado en la imagen de Maximiliano Hernández Martínez (1882-1966). El estamento militar gobernaría el país a sangre y fuego por espacio de 38 años. Al fondo de esta imagen se vislumbra un pandemonio de cuerpos mutilados y en la parte superior un personaje de alta jerarquía de la curia y el Tio Sam. La franja inferior aborda temas de nuestra historia reciente: el alzamiento de las masas, al fondo de esta imagen se encuentra una alusión a “la libertad guiando al pueblo” de Eugene Delacroix (1798-1863), se vislumbra también el monumento de El Salvador del Mundo, estatua que en un inicio decoraba el mausoleo del Dr. Manuel Enrique Araujo (1865-1913) quien fuera asesinado por una conjura en la cual se dice participó el Dr. Prudencio Alfaro. Antonio pinta la formación de la guerrilla, la brutal represión, la búsqueda de los desaparecidos políticos, en cuenta el asesinado poeta Roque Dalton (1935-1975) y Jaime Suárez Quemaín (19501980). Representa la migración forzada de salvadoreños, generalmente a Estados Unidos; el asesinato de los padres Jesuitas y las dos trabajadoras a manos del Batallón de Infantería Reacción Inmediata Atlacatl. Operativo organizado por el Alto Mando de la Fuerza Armada, con el beneplácito del


presidente Alfredo Cristiani, en el marco de la Ofensiva Hasta el Tope, que lanzara el FMLN. El diputado del Partido Demócrata Cristiano y Secretario General del mismo, Dr. Rodolfo Parker ocultó información de este operativo mientras fungía como Asesor de la Fuerza Armada según el informe de la ONU. Observamos a continuación a personajes de la oligarquía salvadoreña, parados sobre la espalda un hombre desnudo y, finalmente, una pareja – el tigre y el venadodanzando, con el volcán de San Salvador y el pabellón nacional como parte del paisaje. En el centro de esta obra observamos el momento de la Independencia de España. Una independencia muy particular. Es notoria la presencia de José Matías Delgado, quien propugnó la anexión de El Salvador a los Estados Unidos en 1822. Figura así mismo la representación del asesinato de Monseñor Romero con la imagen de mayor Roberto D´aubisson (1944-1992) fundador de los Escuadrones de la Muerte y del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) quien, según la Comisión de la Verdad planeó el asesinato. D ´aubisson sonríe con sorna, el Tío Sam al fondo junto a un representante de la iglesia católica, la burguesía y los militares encarnados éstos últimos en la imagen de un General.

No es la primera vez que Antonio Bonilla realiza obras tomando como referencias la historia de El Salvador, y esperamos que no sea esta la última vez que lo haga.


ANECDOTARIO

LOS CULOS DE MONTANO (Una anécdota entre bastidores) Salvador Juárez I Ahora que ya pasaron los días de más intenso dolor por las condiciones en que murió el compañero poeta Heriberto Montano esa suerte malhadada que nos golpeó a todos por igual; voy a contar, ya desprejuiciadamente, la extraordinaria experiencia que protagonizó el mismo Heriberto, y que tanto le gustaba que yo la repitiera cuando podía contarla. Y es la experiencia que acaeció durante la preparación de una actividad del Comité Salvadoreño de Solidaridad con Cuba, en torno al 26 de Julio de un año que no se me viene a la mente en este instante, pero que fue entre 1992 y 1994, y el cual constituyó un verdadero acto de amistad con el pueblo cubano y de apoyo a la Revolución, realizado con el título “CUBA VA” en el Auditórium de la Facultad de Derecho de la Universidad de El Salvador. Antes de narrar brevemente el hecho, valdría recurrir a la siguiente reseña cultural, porque tiene mucho qué ver con la creación de dicho Comité. Y es que, allá en un trecho de entre los 80-90, una pléyade de soñadores, bohemios, orgánicos hacedores creativos y trabajadores de la cultura en general, de los cuales la mayoría veníamos inmersos en el proceso de lucha popular; habíamos llegado al consenso de activar conjuntamente dentro de lo que dábamos en llamar Concertación Cultural de El Salvador, que no era sino aquel equipo “formalmente informal”, “anárquicamente democrático” y “revolucionariamente coherente, sin comisarios ni bedeles”. Aquel contingente llegó a funcionar de las mil maravillas, y pudo integrar y coordinar a muy variados grupos, talleres y personalidades del ámbito nacional en actividades de causa común. En el entretanto, y entre otros eventos, Concertación Cultural tuvo a su cargo el montaje y la convocatoria a los actos históricos del 16 de enero y 1 de febrero del 1992 en la Plaza Cívica, con motivo de la Firma de los Acuerdos de Paz.


A partir de ese apoteósico resultado, que revelaba capacidad en diversos aspectos, y que sus testimonios están registrados en algunas publicaciones de la época, animaron a estructurar realmente lo que venía siendo en la práctica tal impulso: una iniciativa cultural colegiada, que en aquel momento de supuesta transición en el país, presentaría de manera unificada un solo planteamiento cultural de carácter nacional, que recogía en su espíritu otros antecedentes histórico-culturales, y se enmarcaba dentro de la misma perspectiva que se había venido trabajando desde una óptica de cultura de liberación. Inclusive, en esos días, se había realizado en la Universidad Luterana un seminario con una asistencia sorprendente, con varias mesas de trabajo dentro de un enfoque integral y con una participación representativa que ventiló insumos valiosos para aquella pretendida propuesta cultural alternativa. Con todo lo que ello significaba de trabajo, de sueños y concreciones, se estaba ratificando la capacidad de convocatoria, de potencialidad intelectual y de concepción clara del valor inherente de la cultura para el desarrollo de una nación. Sin embargo, fue tremendamente impresionante cómo todo eso se vino abajo de un solo romplón. Y fue cuando, en los momentos en que se amalgamaba todo aquel producto conceptual y testimonial, que sería la propuesta orgánica colectiva de Concertación Cultural, alguien de la coordinación dijo que en la próxima asamblea de Concertación habría que darle cabida a un personero de UNESCO que estaba en el país para encaminar el macro Proyecto de Cultura de Paz, emanado de los Acuerdos de Paz. Luego de que se filtrara esta propuesta en el seno de Concertación (todavía en ciernes), se debatió este punto como algo que finalmente se convirtió en elemento de discordia y desintegración; y, como siempre, la posición perdedora fue la que propugnaba por consolidar, antes que nada, una estructura de unificación, propia y genuina, la cual pudiera darle feliz término a la propuesta cultural alternativa, para, así, ya formando todo un cuerpo representativo de la expresión de cultura popular, presentarlo y trabajar para obtener reconocimiento y apoyo de las mismas instancias de cooperación. Era una tentativa de carácter colectivo, sustentada en valores comunitarios y de solidaridad, de cara a la sociedad salvadoreña en esa nueva etapa. Mas, todo ese importante componente y visión, fueron desmoronados por otros puntos de vista y prácticas que ya venían colándose por entre las puertas que concedieron los Acuerdos, el “postmodernismo” y la “competencia” neoliberales. En esas condiciones, fue exagerado el impacto que causó el anuncio del funcionario de UNESCO, pues, cuando éste dijo que el Proyecto de Cultura de Paz traía fabulosas ofertas de financiamiento “en dólares” exactamente, en ese momento se produjo una tremenda dispersión que fragmentó, en mil changarros y changarritos, toda aquella iniciativa cultural de carácter colectivo-popular y de tendencia integradora. Habiendo sido entonces, los grandes gananciosos de aquella llamativa oferta, los patentados bajo égidas oficialistas. Habiendo sucedido, en síntesis, que gran parte de todo aquel valioso insumo fue a parar a otros documentos y productos que salieron bajo otras firmas y con el sello de la tan mentada Cultura de Paz. II Pero bien, y ya para agarrar el tono del titular, por ese mismo tiempo y paralelamente a Concertación Cultural, varios compañeros de aquella misma jornada creamos el Comité Salvadoreño de Solidaridad con Cuba. Claro que entonces yo pertenecía también al grupo Segunda Quincena, formado por varios compañeros poetas y comunicadores gráficos. En mi caso, Segunda Quincena era el grupo


primario, el núcleo de producción y promoción artístico-literaria, igual como había sido anteriormente el grupo Cinconegritos; y Concertación, era el ente aglutinador del sector cultural en donde convergíamos, al igual que en el Comité de Solidaridad con Cuba, con otros esfuerzos asociativos y personalidades independientes. Entre otras iniciativas de carácter colectivo estaba CÓDICES, al cual pertenecía Heriberto; y fue en una de estas sinergias espirituales, de participación alegre y de gran camaradería, que aquella vez dispusimos conmemorar el 26 de Julio con el lema “CUBA VA” No hay momento más fascinante, en este tipo de eventos, que la fase preparatoria, máxime cuando nos congrega la mayor emoción y ensoñación porque son de veras los propósitos, y no se esconde nada bajo la mesa y no se trata de timar la buena fe de nadie; a pues, en esa fase fue cuando se pensó en el concepto del evento, que no porque sería en el Auditórium de Derecho tendría que ser de tantas retóricas, y que de haber poesía y arte serían bien dosificados, con muestras alusivas combinadas con otras referencias históricas. Al momento de diseñar el programa se aprobó, tentativamente, que como punto atractivo fuera la participación del amigo Manuel “el Conguero”, de tal manera que “las congas” centralizaran la poesía y la danza. En cuanto a la poesía se pensó en las Coplas del poeta Rafael Mendoza dedicadas a Roque Dalton, coplas con sabor cubano que cantaría el autor acompañado por las congas. Lamentablemente el poeta Mendoza nos manifestó que para esa fecha ya tenía un compromiso laboral en Honduras, por lo cual no podría asistir. Pero como en esos días con Meme nos habíamos presentado en el Café del Teatro Nacional de San Salvador, con nuestro acto titulado Poesía y Congas, y que en efecto tuvo un magnífico resultado por la maestría de nuestro percusionista, quien, por cierto, por ese tiempo empezaba a enseñarles a tocar las congas a Edgardo Cuéllar y a Pedro Portillo. Recuerdo que parecía extraño el combine de congas con poemas, pero de tanto escuchar a Meme en el Estudio de Grabaciones


“Unicornio”, allí donde nos dábamos cita poetas, músicos y locos de grandes vuelos, locos en estado seco, húmedo y húmico como diría el Gran Pluma Loca; allí, yo ya había intuido el rítmico engarce de la poesía con las congas, y me había prefigurado la entonación de la palabra con aquellos instrumentos de percusión, pero de unos poemas en concreto: los de Nicolás Guillén. Y fueron éstos los que leí en el Café Teatro aquella noche que Meme el Conguero se presentó cubierto con una capa muy singular, una piel legítima de pantera. Y que la señal de inicio de su concierto fue cuando echó encima de las congas aquella brillante piel de negro muy profundo. Con este fondo fue que leí los versos marcadamente acompasados de Sensemayá (Canto para matar una culebra); Mulata; La Muralla; No sé por qué piensas tú; y este mismo repertorio pensamos llevar a Derecho a falta de las Coplas de Rafael. Empero faltaba que aprovechar aún más el recurso de las congas y se concibió que podrían servir de introito para la danza de un son cubano; y que para esto había que recurrir a la Danza Universitaria de la Secretaría de Extensión para solicitar dos bailarinas de su elenco, a fin de que nos brindaran sus buenos oficios con la pieza musical que pudieran preparar según nuestra propuesta artística general. Para esa gestión se apuntó Heriberto Montano, además de quedarse encargado de la semblanza histórica sobre la Revolución Cubana, ¡y quién mejor que él, si era graduado en Historia en una Universidad de la ex Unión Soviética! A pues, dijo Heriberto que por la cercanía que tenía, por ser docente de la UES y por ser chero del director del grupo de la Danza Universitaria, se le facilitaría conseguir las dos bailarinas. Y así con esa simplicidad con que uno arma a veces estas cosas que llevan mucha fantasía, y con el niño salarrueriano que uno lleva dentro, fuimos avanzando entusiastamente hacia el día de la presentación. Y ya próximos a ella, nos habíamos convocado para ver los últimos detalles, siempre muy ilusionados con lo de las congas y el son, que, a todas luces y a todo color, amenizarían a las compañeras danzarinas. Cuando empezamos a chequear en grupo las tareas cumplidas por cada uno de nosotros, nos enteramos de que ya este número artístico no sería posible, porque en lugar de una respuesta favorable había una queja de parte del grupo de danza. “¿Y eso?” “¡Ah, esperemos a Heriberto, y él que nos cuente!” Entonces estábamos reunidos en el local de CÓDICES, en el edifico Panamericano, cuando como a las seis de la tarde iba llegando Heriberto, con su caminar pausado y el zurrón colgando de uno de sus hombros, quedándose de pie en el umbral para darnos su versión con aquella sonrisita pícara que tenía al sacar su labio inferior: “Pues yo fui a Extensión Universitaria, justamente cuando estaban ensayando las chamacas de danza, y al verme el compañero encargado de este taller, de inmediato se alegró y, acercándose a mí, me saludó bien buena onda y me preguntó que qué andaba haciendo… De repente, luego de que le contesté muy preciso, las cheras al oír mi respuesta, le dijeron al compadre: “Mirá, si vos ofrecés nuestra participación, vos vas a quedar mal porque ninguna de nosotras irá a esa actividad.” “Bueno ¿y en sí, qué fue lo que pasó?” le repreguntamos a Heriberto. “Nada serio, hombre. Nada serio. Nada más que cuando aquél me preguntó que qué andaba haciendo, le comenté todo lo de las congas y el son, y le dije, ‘entonces aquellos me mandan a ver si ustedes nos prestan un par de culos para el danzón’… ¡Sólo eso fue y nada más!”


MÚSICA

Quinteto Tiempo: canción que desafía Godofredo Echeverría

lo escuchaba sin dejar escapar ni un suspiro para no hacer ruido. Algo parecido sucedió con uno de los conciertos que más influencia ejerció entre los músicos jóvenes de entonces, muchos de los grupos musicales que interpretaban canciones que se integraban a ese movimiento que posteriormente conocimos como “nueva canción” o “canción protesta”, quedamos marcados por el Quinteto Tiempo, el impacto había sido muy grande.

El auditorio de Derecho de la Universidad de El Salvador había sido el espacio donde se presentaron músicos y cantautores de gran calidad. Alberto Cortez, la intérprete de tango Susana Rinaldi y el Quinteto Tiempo, los tres, argentinos. La audiencia lograba establecer niveles de complicidad con los trovadores que superaban las dificultades técnicas. En una oportunidad Alberto Cortez estaba cantando, se fue la luz y todos los presentes nos desplazamos hasta un predio donde Alberto Cortez siguió cantando sin preocuparse de utilizar micrófono, cantó a viva voz ante una audiencia que

Los primeros dos discos del Quinteto Tiempo se vendieron en la tiendas de discos, pues habían sido producidos por la disquera inglesa EMI ODEON y distribuidos en Centroamérica por DIDECA de Guatemala, razón por la cual, cuando la represión arreció, cada quien debió buscar la manera de entatuzarlos, esconderlos, disfrazarlos o desaparecerlos. De todas maneras, el daño estaba hecho: no se podría considerar la canción sin tomar en cuenta esa experiencia maravillosa desatada por el grupo argentino. Por conversaciones posteriores con los integrantes del Quinteto Tiempo hemos podido establecer que la primera visita a nuestro país la realizaron en 1975 y se debió a circunstancias imprevistas: uno de los docentes del Bachillerato en Teatro, miembro del Teatro Once al Sur había invitado a un grupo argentino llamado Huerquemapu a visitar


El Salvador y realizar algunas actividades, eran tiempos difíciles en Argentina, la represión perseguía a Huerquemapu y no podrían salir de su país, así que le ofrecieron al Quinteto Tiempo que los sustituyera en el viaje a El Salvador. El Quinteto Vocal Tiempo, se había constituido en 1966 con la participación de Eduardo Molina y Alejandro Jáuregui, seis años después y tras algunos cambios de integrantes quedó constituido definitivamente el Quinteto Tiempo, en 1972 con: Alejandro Jáuregui, Eduardo Molina, Rodolfo Larumbe, Santiago Suárez, Ariel Gravano y su director y arreglista, Carlos Groisman. El Quinteto Tiempo es un participante activo del movimiento del Nuevo Cancionero Argentino, tal como lo define el manifiesto hecho público en 1962 por el poeta Armando Tejada Gómez, Tito Francia, Oscar Matus, Mercedes Sosa y otros músicos y poetas. El Nuevo Cancionero propone la integración de las formas musicales argentinas de raíz folklórica en un esfuerzo por expresar a los sectores populares y enriquecer estéticamente la experiencia musical y poética, sin imponer estilo ni formas de expresión (www.tejadagomez.com.ar). “La búsqueda de un música nacional de contenido popular ha sido y es uno de los más caros objetivos del pueblo argentino” expresa el Manifiesto. Búsqueda constante en lucha contra las manifestaciones actuales del neoliberalismo comunicacional, donde ni los valores nacionales ni populares importan, sólo las expresiones que puedan generalizarse aislándose de su contenido local, con el fin de convertirse en productos de

mercado mundializado. Si en 1962 la lucha por una canción propia, surgida de la práctica de los sectores populares y enraizada en un paisaje propio era válida, en la actualidad, esa lucha es doblemente necesaria, ante el riesgo de que la expresión musical se convierta en pobre repetición de lo que resuena desde los centros amplificado por los medios de comunicación cada vez más convertidos en simples repetidoras universales. De ese riesgo nos previene la música del Quinteto Tiempo, depositario de la herencia del Nuevo Cancionero, pero también dándole su aporte a la canción argentina y latinoamericana de alto nivel musical. En 1975 la canción que resonaba en el auditorio de Derecho de la Universidad de El Salvador desafiaba a los oyentes con una elaboración musical y poética novedosa, de raíz popular y transmitiendo la esperanza de que otro mundo era posible. A pesar de encontrarse a las puertas de la dictadura más oprobiosa y sangrienta que sufriera el pueblo argentino y que poco tiempo después el mismo Quinteto Tiempo sería víctima de ella al ser prohibidas sus canciones tanto en las radios como en las presentaciones en vivo. Ahora, el Sur confirma esas previsiones con las transformaciones que poco a poco va mostrando al mundo, entre ellas la constitución de la Comunidad de Estados Latinoamericanos CELAC. La canción también ha sido parte de este esfuerzo, la canción del pueblo, de los pueblos latinoamericanos, del pueblo salvadoreño, canción que desafía, como sigue demostrando el Quinteto Tiempo.


LECTURAS DE UN AFICIONADO

JEAN GENET La apología del Mal Mario Castrillo A mediados de la década de los años 70 leí la novela Nuestra Señora de las Flores, del escritor francés Jean Genet, escrita en prisión entre 1942 y 1943, publicada un año después, edición financiada por Jean Cocteau. Posteriormente me aboqué a la lectura de San Genet, Comediante y Mártir (1952), de Jean Paul Sastre, ensayo que el filósofo francés escribiera sobre Genet; estas obras produjeron una agitación interior en mi persona. La obra de Genet, a la que me voy a referir, por el universo en que se desarrolla y la visión de mundo del autor; la de Sarte, por el análisis profundo que hizo de una de las personalidades más polémicas de su tiempo, "Me vi desnudado. El libro de Sartre creó un vacío que me produjo una especie de deterioro psicológico", afirmó Genet cuando accedió a una entrevista con la revista Playboy en 1964. Nuestra Señora de las Flores fue escrita por Genet en trozos de bolsas de papel en la cárcel de Fresnes, donde estaba recluido. Aborda el mundo del hampa de París donde Genet se movía como un pez en el agua. En Nuestra Señora de las Flores, Genet desarrolla diversos personajes para mi inolvidables: el travesti que hacía sus galas en Pigalle, los

proxenetas, el asesino Santa, que da nombre al libro… y el ambiente sórdido del bajo mundo y la delincuencia parisina. Genet, abandonado en una al cantaría por su madre prostituta cuando apenas cumplía un año de edad, o entregado a un orfanato como afirman otros críticos, se inclina prontamente al robo, a la homosexualidad prostituyéndose, al vagabundeo. Huésped frecuente de las cárceles abría de sacar a luz el lado oscuro de la sociedad capitalista, con sus marginaciones y deformaciones sociales. La obras Nuestra Señora de las Flores, Pompas Fúnebres, Querelle de Brest o El Milagro de la Rosa son censuradas en su tiempo. Atentan contra la moral y las buenas costumbres, afirmaron entonces. Genet (París, 19 de diciembre de 1910 París, 15 de abril de 1986) ciertamente se inclina voluntariamente hacia el mal como una forma de protesta contra la sociedad, como una forma de destruirla. Debido a su conducta es condenado a cadena perpetua en 1948. Logra la liberta por la intervención de Jean Cocteau, Jean Paul Sarte, Colette, Pablo Picasso y Paul Claudel que intercedieron a su favor, logrando en 1951 que Vicent Auriol, a la sazón presidente de Francia, le concediera el indulto. Esta rebeldía habría de desembocan en pociones políticas. Así Genet junto a Marguerite Duras se


dedica a defender los derechos de los inmigrantes; posteriormente viaja clandestinamente a Estados Unidos para unir su voz con los Panteras Negras, viaja luego a Sabra y Chatila donde es testigo de la masacre de palestinos en el Líbano (1982). En Sabra y Chatila fuerzas libanesas con apoyo del gobierno de Israel masacran cerca de 2,400 refugiados palestinos, según estimaciones de la Cruz Roja Internacional. Este suceso lo denuncia Jean Genet en su libro Cuatro Horas en Chatila.

en su vida como en sus obras, que son reflejo de su vida y de la sociedad de su tiempo, del lado “oscuro” de la sociedad capitalista. Sin embargo, Genet obra de acuerdo con su ética y, contradictoriamente termina traicionándola. Por qué afirmar que Genet traiciona. Él mismo lo afirma en una declaración dolorosa: “Tuve que traicionar al robo, que es un acto individual, en beneficio de una operación más universal: la poesía. Tuve que traicionar al ladrón para convertirme en poeta. Pero esta “legalidad” no me ha hecho más feliz”, afirmó.

La opción y la acción de Genet, la de transitar en el mundo de la delincuencia, de la prostitución masculina, el hampa, el lumpenaje y la traición, la decisión de tocar fondo en ese mundo abyecto y hacer brotar la luz dentro de ese mundo oscuro le granjeó el reconocimiento y la admiración de los más connotados intelectuales de su tiempo.

Siempre en el filo de la navaja, la vida de Genet y su obra son desgarradoras. La vida y la obra de Genet se nutren del mal. Lo esgrime y lo lanza con fuerza como una bomba molotov contra las injusticias sociales, contra la marginación, la miseria y la hipocresía de esta sociedad capitalista. Este diciembre se cumplen 101 años del nacimiento de Jean Genet, sirva este breve esbozo para honrar su memoria.

Las obras de Genet que fueron víctimas de la censura “atentan contra la ética y la moral” afirmaron en su tiempo. Pero ¿qué es la moral y la ética? El término moral proviene del latín, mos, moris y connota costumbre; ética, que proviene del griego ethos, posee el mismo significado. Ciertamente la moral es una construcción social, un conjunto de normas, sustentadas en la tradición, que varían dependiendo de la sociedad y de la época histórica en que vivamos. La ética, en cambio, es una determinación individual que se produce en la interioridad de las personas y que rige su conducta. Genet infringe las normas morales de la sociedad occidental, tanto

La obras de Jean Genet son: Autobiografía: Diario del ladrón (1949). Novelas: Nuestra Señora de las Flores (1944), El milagro de la rosa (1946), Pompas fúnebres (1947), Querelle de Brest (1947). Teatro: Las criadas (1947), Severa vigilancia (1949), El balcón (1956), Los negros (1959), Los biombos (1961), "Elle (1989), "Splendid's (1993), "Le bagne" (1994). Textos: 4 horas en Chatila (1983), Un cautivo enamorado (1986). Poesía: El condenado a muerte (1942), "La Galère" (1944), "Chants secrets" (Le Condamné à mort, Marche funèbre), L'Arbalète, Décines (Lyon), 1945.


ARTES ESCÉNICAS

“El teatro es una postura frente a la vida y es una forma de vivir” Entrevista a Dinora Alfaro

Dinora Alfaro es una actriz salvadoreña con una larga trayectoria en las tablas; es además productora del grupo La Bocha Teatro. En esta oportunidad nos concede una entrevista para compartir su postura acerca de la escena teatral y las implicaciones que se tienen -por el hecho de ser mujer- para enfrentar los desafíos que representa desarrollarse como artista. El Gallo Maíz (EGM): ¿Cuales fueron tus fuentes principales de conocimiento, de sensibilidad artística, donde notaste ese primer encuentro con lo artístico que te impactó y que te hizo tener una conciencia de que esto era lo tuyo? Dinora Alfaro (DA): Bueno, contarte que a los cinco años tuve conciencia de la muerte; murió un tío mío que había sido muy cercano y en ese momento, en el funeral, ver que su cuerpo se quedaba ahí mientras todos los familiares nos íbamos y la vida continuaba; me hizo enfrentarme con el hecho de que todos vamos a morirnos. Ese hecho me hizo preguntarme ¿cuanto tiempo de vida tengo? en eso comencé una serie de reflexiones, porque antes de esa conciencia yo decía:


quiero ser aeromoza, quiero ser maestra, etc. Y me di cuenta que no iba a poder ser todo eso que yo quería ser. Entonces empecé a querer tratar de llevarle un juego a la vida. Tratar de hacer cosas en el menor tiempo, porque me daba cuenta que mi vida era limitada. Entonces busqué la forma de hacerle ese juego a la vida, jugando a hacer personajes y así empezó un juego, un juego bien íntimo, porque además no se lo contaba a nadie, sino que un día yo me levantaba y era un personaje que yo me había inventado y andaba siendo ese personaje en mi mente, y así empecé a jugar de eso, y luego el juego se fue convirtiendo en algo que comencé a compartir con un grupo compañeras; luego, armábamos un día la vida de determinados personajes, me metía a dirigirlas. Después en mi fase de adolescencia las dirigía, y hacíamos cosas para shows y todo eso. Entré a estudiar periodismo a la Universidad Nacional por esa misma necesidad de comunicar, pues creo que al fin y al cabo el arte es el camino de comunicar cosas que uno siente de manera tan grandes que no las podes expresar de manera tan sencilla y ahí fue donde me metí al teatro universitario. EGM: ¿en que año ingresaste al teatro universitario? DA: Entré en el 92 a la Universidad Nacional, justo después de los Acuerdos de Paz. En ese momento se reabrió el Teatro Universitario que había estado cerrado; se abrió con René Lovo como maestro, entonces inicié en esa fase el teatro universitario. EGM: ¿Cuáles son los mayores aprendizajes de esa época de René Lovo -que es un excelente director- que podés rescatar de esa primera época ya “más formal”? DA: La pasión, la pasión por el teatro, encontrarme con que ya no era solamente mi juego personal sino que era una postura frente a la vida y una forma de vivir. Encontré en René Lovo a un pedagogo muy bueno. Luego Finlander Funes -que también fue mi maestro- con quien ya cumplí un periodo más formal de formación. De ellos aprendí la pasión y el amor por esto, la entrega absoluta; además que me fueron abriendo el camino técnico y teórico necesario. EGM: Luego empieza un periodo mas profesional ¿después del teatro universitario, has recibido alguna capacitación fuera o dentro del país? DA: Después del teatro universitario yo me encontré con un elenco latinoamericano que tenía un espectáculo y me fui a ellos. Me fui dos años con ellos a tener una experiencia por Latinoamérica y era una mezcla de un espectáculo musical y teatral.


EGM: ¿Cómo se llamaba el grupo? DA: “Viva la Gente”. Ellos vinieron acá a El Salvador, era una gira permanente. Me fui con ellos por Centroamérica, Uruguay, Colombia. Tuve maestros uruguayos que andaban ahí, maestros colombianos, y a mi regreso -pues tuve que regresarme porque mi carrera no la había terminado y corría el riesgo de iniciar un nuevo pensum- justo en ese momento surge la escuela Arte del Actor, donde formé parte durante cuatro años. EGM: ¿y esa escuela Arte del Actor como surge? DA: Esta escuela fue una iniciativa financiada por fondo sueco y apoyado por lo que era CONCULTURA (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes). Se hizo una audición de gente joven que estuviera interesada en hacer teatro, quedamos veinticinco jóvenes en aquel momento, de los cuales luego del primer año quedamos quince, y a los cuatro años quedamos seis o siete, pero que somos los que actualmente estamos haciendo teatro. Ahí te puedo mencionar Enrique Valencia, Alicia Chong, Jennifer Valiente, César Pineda, somos esta generación que surgió de esta escuela. Luego recibí diferentes talleres dentro y fuera del país. Lastimosamente no tenemos una escuela, eso yo a veces lo considero que es bueno, y a veces lo considero que es malo y creo que en nuestra producción teatral salvadoreña ha sido muy bueno. Creo que hemos sido lo suficientemente astutos en agarrar lo que hemos aprendido de uno y otro lado y crear una manera de conversar con el público bien salvadoreña, y eso me tiene muy orgullosa, porque se ve a la hora de que salimos con nuestros trabajos y se nota que no olemos a escuela porque no la hemos tenido, pero olemos a algo bien propio. EGM: Noto en todo tu planteamiento un gran sentido del valor, de la osadía, del sacrificio ¿Qué significa como mujer, el hecho de decir me voy a Latinoamérica, respecto a los cánones familiares? ¿Que podrías decirle a las mujeres hoy en el 2011 respecto a tu experiencia; fue dura fue fácil, y que lecciones te dejó? DA: Fijate que yo, desde mi postura frente a la vida -y solo puedo tener mi postura como mujer- yo creo que los derechos se toman, yo no le ando preguntando a nadie si tengo derecho o no. Cuando quiero algo me lo tomo, y esa ha sido la opción en mi vida. Obviamente es difícil porque se te contrapone toda una sociedad. Por ejemplo cuando me fui me enfrente a mi familia, pero me dije si no hago esto ahora, que será de mi el resto de mi vida. Y esto es ir a buscar mi manera de ser feliz. La verdad tengo que decir que he tenido el apoyo de mi padre y de mi madre que en aquel momento si no me entendían me apoyaban. Ya en la sociedad es difícil enfrentarlo, en un trabajo formal también es difícil, porque cuando vas de gira, lo primero que preguntan es ¿y tu hija? Y hacer


entender de que yo vivo, existo y busco la manera de ser feliz y, en la medida que soy feliz, mi hija y mi familia también van a ser felices; creo que ya hay que irle diciendo a la sociedad que nosotras como mujeres, estamos logrando ser artistas, estamos logrando demostrar que somos muchísimo mas que lo que la sociedad quiera imaginarse, y hay que tomarse los espacios. Yo simplemente me los tomo. EGM: ¿Podrías hacer un punteo muy resumido y conciso de las principales obras en las que has trabajo, para ti, de las que más te han impactado? DA: La primera “Cosas de mujeres” que fue mi primera participación en el teatro universitario, de la cual aprendí a ver todo lo que he evolucionado, al hacer un balance de todo lo que me hacia falta en ese momento y que ahora he superado. Luego en “El jardín de las angustias” fue como el lanzamiento ya mas profesional. Otra de las obras que amo haber hecho es “Los Rieles” porque son diferentes personajes que tocan la nostalgia y las necesidades que te deja un enfrentamiento armado, en cualquier país del mundo, bajo cualquier tipo de


circunstancias; es la pérdida de identidad, es la pérdida del amor, es la pérdida de un montón de cosas que te deja un conflicto armado. De ahí con “La Lección”, en donde yo hago la alumna, es un personaje del teatro del absurdo que me encanta, que trata sobre el abuso del poder en toda su evidencia. El personaje de “La Fiesta” es otro personaje, una vieja ridícula y absurda, que es violentada y que al mismo tiempo es violenta y que refleja esos ciclos de violencia feos en los que nuestra sociedad esta enmarañada. “La casa de Bernarda Alba” en la cual hacia el papel de Magdalena que era el personaje de luz, la mujer que se niega a estar enclaustrada y a que a pesar de su madre, a pesar de sus hermanas a pesar de lo que le ha tocado vivir, siempre va soñar estar fuera de ahí, y cómo soñar te hace salir de una circunstancia tan oscura, tan nebulosa como esa. Últimamente en “El Avaro” que hice un personaje que me divirtió un montón, porque venia de hacer personajes mas densos, pero Frosina no deja de ser interesante porque es la sucia, es el engaño, es la víbora, la serpiente, que son personajes que también existen y que haciéndolos ahí, uno los enfrenta al público y te dice sos eso o si encontrás a alguien como ella no te dejés embaucar. Esto para hacerte un resumen de los personajes. EGM: ¿Y los planes a futuro? DA: Ahorita con mi compañero de trabajo (Oscar Guardado)en La Bocha Teatro, estoy escribiendo un texto. Nosotros tenemos una dinámica y es que no tenemos director. Cuando queremos hacer algo, elegimos un texto, elegimos un director y lo contratamos, ahí le planteamos cual es nuestra estética, cual es nuestra propuesta y cual es nuestra metáfora. Eso nos da mucha libertad porque no estamos al ojo, oído y cabeza del director. Eso nos da mucha libertad para que nuestros montajes sean lo que nosotros queremos decir; pero esta vez también el texto queremos que surja de nosotros y ha surgido de una palabra que me ha estado dando vueltas en la cabeza desde hace varios días y que esperamos hacer el montaje en este próximo año (2012) en marzo o en abril. Y ese es mi sueño ahorita, lograr este montaje con La Bocha Teatro.


ARTE EMERGENTE

“Decidimos ser vegetarianos en lo que al arte se trata” Una entrevista con Renacho Melgar de Colectivo Urbano Este mes de diciembre celebran su tercer aniversario. El Colectivo Urbano, desde la óptica de Renacho Melgar, nos coloca en el proceso de gestación y desarrollo de este agrupamiento de artistas jóvenes salvadoreños. Con un lenguaje jovial, pero claro en sus ideas, abordamos la panorámica del arte visual en el país. EGM: En primer lugar, en qué contexto surge la idea de conformarse como colectivo, según su valoración ¿Cómo se encontraba el escenario de las artes plásticas en El Salvador, sobre todo para artistas jóvenes como ustedes?

RM: Somos un colectivo no solo de arte visual, al contrario, nuestras propuestas no solo radican en las artes visuales, sino también la poesía y la intervención de espacios públicos; muchas de ellas son de desarrollo con la sociedad, involucramos gente que quizás nunca había pintado o hecho algo referente a las artes, somos un espacio de desarrollo y la visibilización de las artes en nuestro país. EGM: ¿Cuál es el objetivo u objetivos que se propusieron al agruparse? RM: Fíjate que nosotros al principio no queríamos ser un colectivo, realmente queríamos hacer un proyecto de arte de manera conjunta. Acababa de regresar de estar en Cuba y conocer diferentes propuestas


visuales y quería que generáramos un proyecto con las dinámicas de inclusión y trabajo de creación de manera colectiva; así que entré al hi5 que estaba en boga y busqué entre mis contactos artista que tuvieran una propuesta que tratara sobre la realidad visual de El Salvador y, pues los invité a tomarnos un café y hablar un rato de arte … los suertudos fueron Efraín Cruz ( pintor) Jorge Merino (diseñador y fotógrafo); nos sentamos un día a tomarnos un café en un lugar que se volvería nuestro centro de reuniones; al final los tres no solo compartíamos la pasión por el arte sino también por el café . La verdad en nuestra primera reunión solo hablamos de ideas para cambiar la inclusión en el universo del arte visual del país y además una propuesta que visibilizara el arte emergente. Confieso que -al igual que muchos- creíamos que no habían espacios para el arte que se abrieran a un proyecto de carácter emergente y sobre todo que incluyera a todos los artistas jóvenes que tuvieran ganas de creer en nuestro proyecto, al cual le dimos forma como hacemos todos los artistas cuando nos reunimos y no solo llenamos la mesa con botellas de cerveza, sino también con ideas radicales de cambio y con propuestas apasionadas que construyan una alternativa diferentes. Así escribimos algo llamado PROYECTO URBANO una alternativa de creación colectiva que buscaba abrir espacios; además contaba con 12 muestras, una para cada mes. La intención era retratar la urbe de San Salvador, ya que cada temática giraba con la urbe, urbano persona, urbano paisaje, urbano animal, bodegón urbano mujer urbana, antro, sexo,

guerrera, transporte y demás … después salimos con la propuesta a las zonas rurales -porque como siempre se dice que el arte vergón está en la ciudad- nosotros decidimos hacerlo al revés e irnos al interior; primero buscar espacios que tuvieran la infraestructura para albergar arte sin que se dañara y que tuviera un acceso libre para la gente de los alrededores. Queríamos dar talleres mientras la expo estuviera en cada lugar (esto solo se logro en pocos lugares) al final creyeron en nosotros: -

La casa taller encuentro en Panchimalco La sala de arte hermana Sofía San José de los Ranchos Chalatenango La galería de Pascal en Suchitoto El Centro de Artes de Occidente La casa alegre en alegría Usulután La casa de la cultura de Santa Ana Hacienda la Bermuda en Suchitoto

Cuando ya teníamos los espacios confirmados buscamos a alguien que conociera más de el arte del país y fuera capaz de realizar el trabajo curatorial para cada muestra y el que aceptó sin peros fue Mario Castrillo. Así empezó, cuando ya teníamos curador, los espacios y el proyecto listo lo lanzamos a todos los artistas que conocíamos; empezó dedocraticamente ya que era un llamado de dedo a los artistas que ya conocíamos y después por mail y hasta por redes sociales; les dábamos la libertad de interpretar el concepto y además había libertad en técnica y demás, lo único que pedíamos era un tamaño determinado máximo y


uno pequeño. Vos sabes porque eso de andar con piezas en bus es lo más paloma del mundo y, como no teníamos transporte, (aun no tenemos jeje somos bastante auto gestionados), decidimos entrarle de lleno al proyecto cada mes hablándole a gente. Creo que no hubo artista joven al que no le dijéramos fuimos al CENAR (Centro Nacional de Artes), la (Universidad) don Bosco y hasta gente de la (Universidad) Matías llegó; imprimimos afiches y convocatorias, la verdad queríamos crear un espacio donde nos viéramos los rostros y supiéramos quienes éramos y que hacíamos; además demostrar que teníamos muchas cosas en común y que -si era posible- construyéramos una alternativa para todas y todos sin los miedos del canibalismo artístico por así decirlo. Mira, creo el nombre llegó por nuestra dinámica de trabajar en lo urbano, cuando nos dimos cuenta ya éramos los urbanos. Comprobamos que habían espacios dispuestos a creer, creo que lo que se necesita siempre es producir y tener una alternativa artística y eso se volvió nuestra dinámica principal: producir y dejar que fuera nuestro trabajo el que se madurara a medida de la producción, siempre tomando en cuenta la autocritica por muestra y la inclusión. Nosotros nacimos por la necesidad de construir, creemos que el canibalismo ha destruido lo fuerte que es la alternativa artística del país; pero los complejos y los miedos hacen que estemos divididos en disputas tontas sin darnos cuentas que la fusión es la alternativa más lógica cuando se habla de construir una propuesta diferente; así que decidimos construir, pero la verdad para construir hay que destruir patrones y concepciones que tenemos bien arraigadas los artistas; así

que decidimos hacerlo con una dinámica diferente que se construyó en el camino. Lo único que teníamos claro era que queríamos destruir para construir las demás cosas de nuestro manifiesto (que aun está en proceso); han llegado en el camino como diría (Paulo) Freire: aprendimos jugando, disfrutando el arte de cada uno y el de los demás. Nos dimos cuenta que no se puede querer ser un colectivo sin saber quien sos como individuo, así estas más claro de lo que podes aportar a un fenómeno de construcción colectiva. EGM: ¿Quiénes conforman el colectivo, quienes han sido parte y ya no están? RM: Mira en el colectivo somos 4 los de planta: Jorge Merino, Miguel Servellon, Oscar Lopez y yo. Pero este año decidimos incorporar a: Gabriel Maldonado, David Ferrufino, Víctor Artiga, Rolando Chicas y Eduardo Marticorena. Nosotros nacimos con la idea de ser un colectivo abierto en el cual pudieran estar los que quisieran, el tiempo que quisieran y le aportaran al proyecto lo que pudieran; así que en nuestro proyectos han participado diferentes artistas a lo largo de los 3 años : 2009: Ricardo Nerio, Claudia Benítez, Efraín Cruz, Evan López, Odette Lourdes, Antonino Castillo, Cristina Sánchez, José del Valle, Mauricio García, David Guardado, Gabriel Jovel, Fredy Granillo, Marvin Quintanilla, COLECTIVO HELIO, BUSCANIGUASTUDIO, Hugo Rivas, Elmer Flores, José Rivera, Jorge Merino, Miguel Servellon y Renacho Melgar.


2010: Sara Boulogne, Rolando Monterrosa, Orel Doñan, Lourdes Calero, Héctor Hernández, David Duke, Evan López, Jorge Merino, Miguel Servellon, Rhency Geovany y yo. 2011: Gabriel Maldonado, David Ferrufino, Víctor Artiga, Rolando Chicas y Eduardo Marticorena, Evan López, Jorge Merino, Miguel Servellon, Rhency Geovany, Oscar López y yo. EGM: ¿Cuáles son los elementos comunes que les permiten identificarse como colectivo, sabiendo que cada uno de ustedes tiene su propia identidad, sus propias influencias, técnicas, etc.? RM: Fíjate que creo lo que nos mantiene más unidos es que cada uno tiene un propuesta diferente; aunque dentro del proceso de trabajo colectivo no podemos negar la influencia y la retroalimentación que es permanente. Incluso hemos desarrollado proyectos conjuntos en los que pintamos todos los del colectivo una sola pieza, aportando cada uno desde su proceso y su concepción personal. Además creo nos fortalece mucho que disfrutamos lo que hacemos -por así decirlo- y en lo que respecta al desarrollo conceptual compartimos el conocimiento y los materiales didácticos y los materiales que tenemos no solo entre nosotros sino también con los artistas que lo soliciten. Además somos amigos. Vamos al cine, salimos por un café y a las expos juntos, la verdad nuestra mejor metodología es la permanencia voluntaria tipo cine, nos jalamos del pelo y procuramos hacernos ver nuestra cagadas de frente sin

ponerle florecitas a las cosas, creo eso a hecho que tengamos una madurez artística como colectivo ya que conocemos a cada uno no solo en lo bueno sino también en lo malo y eso hace que nuestro trabajo tenga un desarrollo mas de carácter colectivo. Respetamos mucho las influencias de cada uno pero, como te decía antes, si alguno encuentra algo que los demás no conocen lo rolamos y eso hace que nos conozcamos más, a pesar de que como artista cada uno tiene su propuesta personal siempre convergemos al abordar una temática. Además decidimos abrirnos como colectivo no solo a la propuesta visual, al contrario, tenemos varios poetas en el colectivo que han abordado las temáticas desde su patín: la literatura e incluso la música. Con los de AKUMAL, cuando estábamos en el 2010 trabajando en la propuesta 1CIRCO+; quisimos entrarle por todas las aristas posibles y el resultado fue muy rico: 6 muestras, 3 en El Salvador, una en República Dominicana y otra en Perú y Guatemala, construidas a nivel poético, musical y visual. Creo que esa apertura a escuchar, ver y sentir lo que el otro hace, ha hecho que nos unamos más y así podamos disfrutar del trabajo y los logros de los demás sin caer en las mezquindades. EGM: ¿Qué les impulsa a seguir como un colectivo con una identidad de grupo? RM: Creemos en lo que hacemos y en lo que somos. Fíjate que nosotros escribimos un proyecto para cinco años, se que suena ambicioso, pero queremos generar un movimiento en el


arte visual de El Salvador. Mirá, 2 años después de nuestro nacimiento han aparecido mas colectivos artísticos que los que históricamente ha habido y eso es bien chivo, solo llevamos tres años y nos damos cuenta que la gente se ha dado cuenta que la colectividad es la alternativa más enriquecedora y válida en este momento, hemos trabajado con varios de ellos ya que no creemos en el autoexilio o la guerra entre colectivos ( como muchos lo hacen) al contrario, mientras más sean los que estemos haciendo cosas, más se irá perdiendo el miedo a construir. EGM: En su sitio web, hablan de un colectivo de artistas emergentes, luego de tres años como tal y, seguramente más antes de Urbano ¿Aun se consideran “Artistas Emergentes”? ¿Por qué? RM: No sabría decirte mucho sobre si somos emergentes o no eso lo dice el mercado y los críticos. Yo me preocupo más por seguir creando espacios para los artistas que -como yo- creen en lo que hacen; además siempre digo que yo soy PINTOR, el término ARTISTA es otro pisto, algo que solo la historia otorga, lo único que tengo claro es que aun no he llegado a donde quiero por eso sigo trabajando todos los días en mi obra y en la construcción de una propuesta diferente colectiva. EGM: ¿Cuáles han sido y/o son las principales dificultades con las que se han enfrentado? RM: La comodidad, el miedo, el intelectualoidismo estúpido, el canibalismo artístico y la miopía artística. Además la falta de

compromiso, que creo es el reto más grande en un trabajo colectivo. Siempre el peso cae sobre dos o tres o a veces en una persona. EGM: ¿Cuáles han sido entonces, los factores que posibilitan o permiten su permanencia como artistas y como colectivo? RM: Número uno: somos tercos, no nos iremos fácilmente, seguiremos haciendo nuestras cosas. La verdad es la mejor parte, ya que lo que hemos logrado en tres años de trabajo ha sido sin la ayuda ni el apoyo de ninguna institución o entidad. Nos gusta hacer las cosas con lo que tenemos, que casi siempre es ideas y ganas. Número dos: no tenemos miedo a compartir, creo que podes hablar con la gente y lo primero que dicen es que siempre estamos construyendo y compartiendo con los demás. Numero tres: nos apasiona lo que hacemos. Numero cuatro: las alianzas con espacios comprometidos con la difusión y el desarrollo de las artes. A lo largo del tiempo hemos encontrado espacios que posibilitan visibilizar las artes, específicamente de las propuestas frescas y jóvenes. Claro, unos más que otros y otros que, simplemente con el hecho de abrir un espacio han posibilitado el desarrollo de un artista joven. Por el momento con el que hemos encontrado mayor clic es con EL CENTRO CULTURAL NUESTRA AMERICA que se ha convertido en nuestro mejor aliado para desarrollar nuestras propuestas colectivas.


EGM: ¿Cuáles son los desafíos a enfrentar en escenario actual, en cuanto a artes plásticas se refiere? RM: Pues como dije antes el canibalismo durante décadas. Ha sido más fácil comerse o invisibilizar a los artistas jóvenes, ya nos dimos cuenta que esa dinámica no funcionó las 3 décadas pasadas; así que decidimos ser vegetarianos en lo que al arte se trata y no comernos a nadie sea cual sea su propuesta. Además la falta de memoria, ese es un problema que afecta a todos los grupos sociales del país, pero en las artes es más visible, si le preguntas a cualquiera sobre un artista europeo moderno o contemporáneo te dirá unos 70 o más; pero será muy difícil para que hable de los fenómenos visuales de El Salvador de una década atrás, ya no digamos de la propuesta visual mesoamericana. Necesitamos crear un PUENTE GENERACIONAL que nos permita hablar SIN MIEDOS NI COMPLEJOS, necesitamos conocer cómo se abordó visualmente cada temática en el transcurso histórico del país y dejar de hacer refritos artísticos. Digo esto porque


con los recursos modernos es fácil entrar a un sitio y hacer un refrito de alguna pieza , lo hemos visto ya en varias bienales y subastas de arte que la gente replica vilmente por el miedo a construir una propuesta visual con fundamentos coherentes y una buena dosis de identidad. Creo que la mejor alternativa es la comunicación entre artistas jóvenes y viejos pero sin máscaras y sin hablar de la curricula, sino hablar de los procesos de cada uno, aprender a escuchar es el reto más grande para estas dos generaciones de artistas. También creo que muchos artistas están dando saltos agigantados sin tomarse el tiempo de tener una búsqueda personal en su propuesta. Los premios y demás vendrán cuando se encuentren a si mismos. EGM: ¿Qué debería de haber, qué hace falta para un mayor desarrollo de las artes plásticas en El Salvador?

RM: Compartir el conocimiento y fomentar la creación de dinámicas que permitan el encuentro de artistas y la creación colectiva. EGM: ¿Cual es el papel que los artistas deberían ejercer en este contexto? RM: La verdad antes de hablar de un papel dinámico en este contexto, creo deben encontrarse a sí mismos no solo en propuesta sino en su realidad personal. Sería absurdo de mi parte decirles cuál es la estrategia a seguir, creo que cada artista o colectivo tiene sus dinámicas y estrategias y la nuestra es ser la punta de la lanza de aquellos que quieren construir un espacio diferente dentro del arte donde quepamos todas y todos y todas las luchas sean visibles. Pero también creo que el papel del artista sigue siendo el mismo de todas las décadas pasadas y es hablar de la realidad y de lo que acontece con nuestra sociedad de todas las maneras posibles, los lenguajes modernos del arte han dado una infinidad de posibilidades, así que tenemos que explorarlas y explotarlas.


EL GALLO MAÍZ

Es un suplemento cultural mensual Para la presente edición: EQUIPO COORDINADOR: Mario Castrillo, Mario Juárez Dubón, Erick Barrera Tomasino. IMAGEN DE PORTADA: Renacho Melgar. ILUSTRACIONES: Jorga A. Merino. FOTOGRAFÍA: Brenda Santos (sobre el mural de Antonio Bonilla) COLABORACIONES: Salvador Juárez, Godofredo Echeverría, Dinora Alfaro, Renato Jaén, Colectivo Urbano. www.elsalvadorcultural.net e-mail: info@elsalvadorcultural.net San Salvador, El Salvador. Diciembre de 2011.


CINE

El cine de miedo, horror y terror Renato Jaén Por referencias de diferentes autores que tratan sobre la producción cinematográfica relacionada al miedo, se dice que el origen del cine de terror se genera al mismo tiempo en que se establece la fecha del surgimiento del cine el 28 de diciembre de 1895 en Francia, cuando los hermanos Lumière proyectaron “El arribo del tren”. Los espectadores salieron despavoridos al ver que el tren venía frente a ellos. Los elementos que caracterizan el cine de miedo son la aparición de escenas oscuras y lúgubres, silencios precedidos por un repentino golpe, seres sobrenaturales o muertos, animales destructivos y posesiones demoníacas.

El logro de una película de miedo es la afectación de los sentimientos en el espectador, explotar la creencia de que lo visto es real, crear una aflicción desmesurada y explotar la ansiedad para que termine el film o ver si el protagonista triunfe o no. Estos elementos pueden quedarse cortos al definir el género cinematográfico de terror, para unos y horror para otros. El género representa un estilo propio con reglas establecidas. Este desarrolla la imagen de un monstruo humano, animal, seres mitológicos o colectivos. El cine de horror desarrolla lo sobrenatural y lo irracional. Ejemplo de ello, son las derivaciones sobre la sique, fantasmas, posesiones. Para referencia, “Pesadilla en la calle del infierno”, “El resplandor” y “El Exorcista. El cine de terror destaca la explicación racional, actos o inventos del humano y fenómenos comprobables. Dentro de los actos se menciona a “Hannibal”, “Viernes 13”. Derivaciones del invento, se cuenta “Godzilla”, “Allien”, “El octavo pasajero”, “Tiburón”, entre otras. Los fenómenos naturales como “Volcano”, “Impacto profundo”, por citar.


El cine de miedo (lo denomino así porque explota la ansiedad) no solo es de horror o terror, sino que desarrolla sus propios subgéneros como el cine de monstros, de zombis, de las novelas de terror entre otras. El cine de miedo toma de referencia las tradiciones orales y creencias culturales de una sociedad y se alimenta de la literatura para crear monstros sicológicos con características de violencia, con deformaciones físicas, problemas mentales o poseídos. Ejemplo de ello, Hannibal Lecter, en “El silencio de los inocentes”, Regan MacNeill en “El exorcista”, Jason en “Viernes 13”.

Presenta una exagerada alteración física o producida por un agente externo que van desde las amputaciones, vómitos, desfiguraciones y monstruosidades, estos elementos generan lo que se conoce por terror visceral. Por citar “Hostal” y “Halloween”.


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