LOS NIﾃ前S DE HOY JUEGAN MENOS QUE LOS DE ANTES
Leo en la diversa prensa y medios digitales un titular de que da para pensar y reflexionar sobre la realidad actual del juego. El estudio del que se desprende dicha afirmación ha sido realizado por el instituto tecnológico AIJU para una empresa juguetera y lleva como objetivo fundamental realizar una fotografía actual de la realidad del juego en la población infantil. Para ello se han entrevistado a 1.200familias de todo el estado obteniendo como resultado las siguientes conclusiones: En primer lugar destacan la reducción del tiempo de juego debido principalmente al exceso de actividades extraescolares las cuales reducen considerablemente el tiempo libre para dedicarlo al juego; a este respecto resulta interesante el artículo de la revista “ Crecer jugando” en el cual se aportan numerosasclaves sobre este problema. Paradójico resulta que la generación que disfrutó de tiempo, espacio y grupo de amigos para jugar y que forman el grueso de los padres y madres con niños y niñas en edad escolar se decante por apuntar a sus hijos e hijas a numerosasactividades extraescolares privando, de esa manera, a estos niños y niñas de su verdadera y natural actividad, el Juego. Aunque si nos atenemos a las conclusiones del estudio, en el se afirma que los progenitores encuestadosconsideraban que sus hijos/as tenían suficiente tiempo para jugar. Lógico, por otra parte, si consideramos que el juego se percibe la mayoría de las vecescomo algo accesorio y sin importancia siendo lo prioritario procurar el mayor volumen de conocimientos y habilidades posibles para “formar” a las nuevas generaciones pensando en el mañana.
La segunda conclusión hace referencia a los nuevos espacios de juego, parques de bolas, ludotecas, etc. Seinfiere que estos nuevos terrenos lúdicos entran en directa competencia con el tradicional parque del barrio y ni que decir tiene con la calle en su idea absoluta. Sabido es que la calle como espacio de juego y relación ha perdido hoy en día su valor y se ha convertido en un lugar inapropiado para jugar, la falta de seguridad y un diseño de las ciudadespensado la mayoría de las vecessin tener en cuanta a esosotros ciudadanos de pleno derecho, niños y niñas ha dado como resultado que se vean reducidos los espacios de juego de manera alarmante. Existen por otra parte iniciativas interesantes que intentan paliar este déficit. Seplantea, por tanto, la necesidad de reflexionar al respecto y pensar que una ciudad vivible para los niños lo es, por ende, para todo el mundo como reza el ideario de la iniciativa llamada “la ciudad de los niños”. La tercera conclusión que se desprende del estudio menciona a los abuelos y abuelas como acompañantes habituales de niños y niñas en sus ratos de ocio. La encomiable labor que realiza esta generación con sus nietas y nietos no pasadesapercibida para los investigadores. Son abuelos y abuelas los/as que están literalmente enseñando a jugar y transmitiendo el patrimonio lúdico acumulado generación tras generación. Lo preocupante del dato es que la tercera edad se erija en transmisor y relegue al grupo de amigos con diferentes edadescomo el transmisor natural. No es extraño si, como constata el estudio, resulta cada vez más inusual ver a grupos de niños de diferentes edades dedicándoseal juego y generando un proceso natural de transmisión de la memoria lúdica. Esta afirmación se une a otra de las conclusiones, la proliferación de juegos sedentarios e individuales. Los videojuegosy el juego online ha llevado a que los niños de hoy en día pasen cada vez más tiempo delante de la pantalla aumentando su cuadrilla virtual y alejándosedel parque como espacio natural para las relaciones sociales. Esto también se constata en numerosos estudios. Si a ello unimos la proliferación de las redes sociales, tan en boga, tenemos el coctel perfecto para crear un falsa imagen de lo que se entiende por amistad y relación social. La cuarta conclusión hace referencia de forma directa al exceso de juguetes que los niños de hoy en día poseen. Aunque los ven con buenos
ojos esta realidad esconde tras de sí la proliferación del objeto de consumo individual para paliar de alguna forma la falta de relación con sus iguales. La industria de los videojuegos se encarga de recrear en nuestros hogares la panaceadel juego, nos invita a no salir del salón y poder disfrutar con toda clase de accesorios (comprados) de la mayor de las aventuras lúdicas. Qué duda cabe que el individualismo y la excesiva especialización, vende y mucho y de eso se encargan las grandes corporaciones del juego. Para terminar el estudio ofrece un halo de esperanza pues constata que los niños todavía perciben como lugar para juntarse con los amigos el parque tradicional y menciona también la recuperación de ciertos juegos tradicionales, entre ellos la peonza. Resulta, por tanto, evidente que todavía es posible darle la vuelta a la tortilla y que en esta labor la implicación de padres, madres, autoridades educativas así como otros estamentos políticos deben apostar decididamente por recuperar el espacio, el tiempo y el grupo de amigos como elementos esenciales para que el Juego, verdadera ocupación de la infancia, seainvestido de la importancia que se merece. Empezando por el estamento educativo, que tiene en la asignatura de Educación Física el mayor aliado para reivindicar, dignificar y otorgar de valor añadido el verdadero trabajo de los niños y niñas, JUGAR,con mayúsculas.