Folleto Venezuela Paz Constituyente

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U

no de los fundamentos del Gobierno Bolivariano ha sido la democracia directa del pueblo. Desde la llegada del Presidente Hugo Chávez en 1999, la sistemática incorporación de derechos políticos en el marco legal venezolano, es innegable. Venezuela reconoce la sabiduría del pueblo como la guía necesaria que nos permite andar por el camino de la paz. Esta convicción define nuestro camino, el cual ha sido atacado constantemente por los centros de poder económico y político, tanto internos como externos, a través del accionar de estos grupos reaccionarios. Es por ello que este esfuerzo de soberano de darle cada vez más beneficios directos al pueblo y subsanar la enorme inequidad producto de la acción neoliberal de los gobierno de antaño. Desde la llegada del Presidente Nicolás Maduro a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, a través del voto libre, directo y secreto el 14 de abril de 2013, el ataque a la institucionalidad venezolana se ha radicalizado con la intención de llevar al país a un nivel de zozobra e ingobernabilidad cada vez mayor. Sin embargo, la acción continua de la Revolución Bolivariana ha logrado contener la violencia y los embates a la economía nacional. El Gobierno Nacional se instaló el 30 de octubre de 2016 la mesa de diálogo nacional, con el objetivo de contribuir a la estabilidad política y económica del país frente a los llamados de desestabilización y caos impulsados por los representantes de la oposición. Es incuestionable la búsqueda afanosa del Presidente Nicolás Maduro en abrir senderos firmes de comunicación a través del dialogo nacional como la herramienta más pertinente para dirimir los conflictos de la población venezolana, siempre invocando la necesidad de reconocernos en la construcción de un país de todos y todas. Este dialogo, ha contado

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con la mediación de ex presidentes de profunda solidez moral como Leonel Fernández, Martín Torrijos y José Luis Rodríguez Zapatero, quienes han cumplido un extraordinario rol de mediadores. Incluso el propio Papa Francisco ha aportado en esta tarea de la construcción de una paz real en nuestro país. En 2017, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha mantenido su postura de no participar en el dialogo nacional. Durante la reunión de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) de mayo 2017, la entonces Canciller Delcy Rodríguez informó sobre la petición del Presidente de la República, Nicolás Maduro, para la convocatoria de un proceso de diálogo entre el Gobierno y la oposición. Sin embargo, la oposición política venezolana ha desestimado todos y cada uno de estos sanos ejercicios de encuentro y diálogo. Muy por el contrario, su respuesta ha sido el llamado a la violencia y el odio, indicando que mantendrán la agenda de actividades de calle “por tiempo indefinido”, reiterando así su no disposición a entablar un diálogo nacional sincero y no condicionado. Durante las jornadas de protesta convocadas y alentadas por la oposición venezolana en este año se registraron más de 100 personas fallecidas debido a la irresponsabilidad opositora que insistió en ejecutar una serie de marchas sin anunciar su punto de culminación, o hacia puntos donde no estaban autorizados, que casi siempre han terminado en hechos violentos: ataques a la Policía y la Guardia Nacional Bolivariana; destrucción de entes públicos, privados e infraestructura pública; saqueos, vandalismo, colocación de barricadas, incomunicación de algunos sectores, enfrentamientos contra la población civil que no apoya a los opositores, crímenes de odio (en el que incluso fueron quemados vivos algunos ciudadanos por “parecer” chavistas). El presidente de la República, Nicolás Maduro, convocó el 01 de mayo de 2017 a una Asamblea Nacional Constituyente para la paz y el diálogo en el país. En el decreto 2831 se creó una comisión presidencial que redactó la propuesta de las bases comiciales que determino una votación en modalidades territorial y sectorial. La decisión de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente plantea un diálogo superior en medio del conflicto y violencia estimulada por la oposición terrorista venezolana. La ANC es el espacio necesario para solventar las dificultades propias de la diatriba cotidiana, y que permita establecer correcciones estructurales en el modelo económico, político y social de nuestro país. A partir de la instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, Venezuela ha logrado reencausar su camino hacia la paz. Derrumbando la campaña de desestabilización contra el país, la cual, a través de la violencia generada por factores de extrema derecha, busca reactivar los planes para justificar una intervención extranjera y un golpe de Estado al presidente de la República, Nicolás Maduro. La Constituyente ha desatado su poder originario en el pueblo y ahora se dispone a cumplir su rol de gran mediador de la sociedad venezolana. Este es el espacio fundante para la resolución de las controversias, siempre en el espíritu más plural de ejercicio democrático real. El país sigue su curso, respetando las competencias e interdependencia de los poderes constituidos y sus instituciones. El cronograma electoral también continua de acuerdo a lo establecido por el Consejo Nacional Electoral con las elecciones de gobernadores y gobernadoras para octubre de este año y los comicios presidenciales para el 2018. Pero lo más importante es que nuestro país hoy por fin vuelve a la senda de la paz.

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Democr Democracia Constituyente Constit cuando se convoca el poder constituyente originario es para refundar la RepĂşblica o refundar el Estado, y reorganizar en profundidad los poderes del estado

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racia L tuyente a Asamblea Nacional Constituyente en Venezuela no es un proceso inédito, tiene como antecedente inmediato el proceso constituyente de 1999, pero en nuestro país se han realizado 16 procesos constituyentes, 12 reformas constitucionales y 2 enmiendas. Los procesos constituyentes pueden ser “Fundacionales” o “Refundacionales”. Las fundacionales crean los Estados: en el caso venezolano el Acta de Independencia el 5 de julio de 1811 y la primera constitución de ese mismo año diciembre de 1811 constituyen los actos esenciales que dieron origen al estado y tienen un carácter fundacional. De ahí en adelante, cuando se ha convocado el poder constituyente originario es para refundar la República o refundar el Estado, y reorganizar en profundidad los poderes del mismo, además de la redacción de una nueva constitución. Así ocurrió el proceso constituyente español en 1978, cuando se convoca a las Cortes Constituyentes quienes fueron elegidos para desarrollar, profundizar y redactar una nueva constitución. En América Latina, ocurrió en Brasil, con la peculiaridad que aquella Asamblea Nacional Constituyente decidió consultar mediante referéndum si los brasileños querían Anarquía o República; igual en Argentina con las dos últimas constituciones; y en Ecuador y Bolivia, fueron producto de procesos constituyentes con convocatorias al sus respectivos pueblos y la conformación de una Asamblea Constituyente. Los procesos constituyentes forman parte de la sana democracia que de dan los países con la finalidad de adaptarse en el tiempo a los nuevos desafíos para el bienestar de sus pueblos.


Poder Originario

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a Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela de 2017 está prevista en tres normas fundamentales de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. La primera de ellas es el articulo 347, que se refiere la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente de poderes originarios supraconstitucionales y que están dirigidos no solo a la redacción de una constitución sino que también esta dirigido a la reorganización del estado y a la modificación del orden jurídico político. El artículo 348, se refiere a las iniciativas, la iniciativa popular del 15 por ciento del cuerpo electoral, las dos terceras partes de los Concejos Municipales actuando a cabildo, también las dos terceras partes de la Asamblea Nacional y sus integrantes y finalmente, por donde empieza el artículo 348, el Presidente o Presidenta de la República en Concejo de Ministros. Por último, el artículo 349 de la Constitución establece que el Presidente de la República no puede objetar a la Asamblea Nacional Constituyente y ninguno de los poderes constituidos podría obstaculizar, perturbar, objetar o imputar cualquiera de las decisiones que tome la Asamblea Nacional Constituyente, dado su carácter plenipotenciario. El Presidente Nicolás Maduro, con fundamento del artículo 348 de la Constitución, convoca a una Asamblea Nacional Constituyente el 1ro de mayo de 2017 con el propósito de adecuar nuestro texto constitucional a los nuevos desafíos y con la idea de entablar un gran diálogo nacional que nos conduzca por el camino de la paz. Los puntos que abordará la nueva Constituyente son: 1. Ganar la paz y garantizar los valores de la justicia, de la no impunidad. 2. Ampliar y perfeccionar el sistema económico venezolano, para dejar instalado un sistema postpetrolero. 3. Constitucionalizar las misiones y grandes misiones creadas por el ex presidente Hugo Chávez y la revolución. 4. Potenciar el Funcionamiento del Sistema Justicia, Seguridad y Protección del Pueblo. 5. Impulsar las nuevas formas de la democracia participativa, protagónica, y la democracia directa. 6. Impulsar la Política Exterior Soberana de defensa de nuestra Integridad. La Defensa de la Soberanía Nacional, la integridad de la Nación, el rechazo al intervencionismo y la nueva visión del mundo pluripolar y multicéntrico. 7. Impulsar la Identidad Cultural, la Nueva Venezolanidad, la Nueva Espiritualidad del país. 8. La Garantía del Futuro para la juventud. “En 1999 no había condiciones y no teníamos esa conciencia. Y todavía en 1999, la juventud no era un sujeto social, un protagonista de la Historia de Venezuela. 9. El cambio climático, la supervivencia de la vida en el planeta.


CRBV Artículo 348: La iniciativa de convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente podrán tomarla el Presidente o Presidenta de la República en Consejo de Ministros


De 199 el poder


99 a 2017 popular E decide De 1999 a 2017 el poder popular decide

n la Constitución de 1961 no existía norma alguna para activar el proceso Constituyente. En la Ley Electoral y de Participación Política se expresaba una posibilidad, a partir de la cual se podían consultar mediante referéndum, convocado por el Presidente en Consejo de Ministros, sobre hechos trascendentales de la nación. De allí partió ese proceso, también del artículo 50 de la constitución derogada de 1961, en virtud de la cual los derechos inherentes a la persona humana no requieren de reglamentación para su ejercicio. La Constitución de 1999 subsanó ese vacío. El 347 plantea la existencia a la Asamblea Constituyente y el 348 establece quienes la convocan, en este caso el Presidente de la República, quien elaboró unas bases comiciales que fueron consultadas a todos los sectores de la vida de la nación. El Primer Mandatario presentó las bases comiciales al Concejo Nacional Electoral para que este poder autónomo tomara la decisión que considerara más pertinente para la convocatoria de la constituyente. El Proceso Constituyente del año 2017, puede verse como una medida que permite la progresividad el derecho a la participación de todos los sectores, en la toma de decisiones de la vida política nacional. En 99 los pueblos indígenas escogieron sus representantes a la Asamblea Nacional Constituyente. En la conformación de los cuerpos electorales de 2017 el Presidente de la República tomó la decisión de proponer en las bases comiciales, incluir y darle participación efectiva a diversos sectores de la vida nacional que cuentan con características comunes que permiten escoger directamente su vocero o vocera ante la asamblea nacional constituyente. La Constituyente incorporó a todos los sectores sociales del país en un ejercicio sin precedentes de voluntad democrática. Esta convocatoria fue asumida de esta forma por la inmensa mayoría del pueblo venezolano que el 30 de julio de 2017 se movilizó en más de 14.500 centros donde se habilitaron más de 24.000 mesas de votación por el Consejo Nacional Electoral para la realización de los comicios. Pese a los intentos desestabilizadores de la derecha, nacional e internacional, la jornada transcurrió en un clima general de paz -a pesar de algunas acciones violentas puntuales por parte de sectores terroristas de la oposición política venezolana que intentaron sabotear el proceso electoral-, debido a la disposición de las personas a votar por la alternativa constitucional planteada por el presidente Nicolás Maduro. En las elecciones del 30 de julio de 2017, fueron convocados a votar más de 19,4 millones de ciudadanos y ciudadanas, para elegir de manera directa y secreta por 364 representantes territoriales y 173 sectoriales, además de los 8 representantes indígenas. La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Tibisay Lucena, informó que en la jornada participaron 8.089.320 venezolanas y venezolanos, lo que representa el 41,53% del padrón electoral.


Historia Constituyente Primera Constitución de Venezuela y América Latina

1811

1821

1819 Aprobada el 23 de enero. Declara la República de Venezuela como Estado Federal, bajo un gobierno democrático, representativo, responsable y alternativo.

1830

Surge como consecuencia de la separación del Departamento Venezuela de la Gran Colombia para constituir el Estado de Venezuela

1961

Sancionada el 23 de abril. Se garantiza la libertad de pensamiento, manifestado de palabra, por escrito, por medio de la imprenta u otros medios.

1953

Primera constitución aprobada en referéndum popular, el 15 de diciembre, durante la presidencia de Hugo Chávez.

1999

El domingo 15 de febrero es aprobada la enmienda constitucional con un 54,86% de votos a favor.

2009

19

1947


Ultima Constitución del siglo XIX en donde se establece por primera vez el voto directo, universal y secreto

1874

1857

1864

945

7

1881 1893

1858

1891

1931

1936

1929

1914

1928

1922

1925

2017

1904

1909

1901

El 31 de julio son electos los 545 constituyentistas que se encargaran de redactar la Carta Magna. Tras la elección e instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, la violencia que se había desatado en Venezuela se disipó.


El Pueblo de Palo Gordo en Táchira, camino a votar en la elección constituyente después de que grupos antigubernamentales obstaculizaran los caminos para impedir que llegaran a su centro de votación.

Manifestación de voluntades a favo constituyente, claro ejemplo de nuestra dem participativa y protagónica.

Desde tempranas horas de la mañana del 31 de julio el electorado se volcó a las puertas de los centros de votación para ejercer su derecho al voto


or de la mocracia Pobladores de Palo Gordo cruzando el rĂ­o Torbes para poder participar en el proceso electoral

Pueblo en la calle apoyando el llamado a Constituyente del Presidente Obrero NicolĂĄs Maduro

La voluntad del pueblo venezolano no pudo ser doblegada a pesar del asedio interno e imperial.


Coexiste Coexistencia de los de los Poderes Públicos Poderes Públicos En Venezuela no hubo ninguna disolución de los poderes públicos


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l Proceso Constituyente es un mecanismo de paz e inclusión de todos los sectores de la vida democrática nacional. En función de esto, su espíritu resalta la capacidad constructiva de todos los hombres y mujeres de nuestro pueblo. Es por ello que, lejos de querer imponer una fuerza superior y abarcadora, la Asamblea Nacional Constituyente ha convocado a todas las instituciones del Poder Constituido para fomentar su incorporación en este inmenso dialogo nacional. Es por ello que su relación con el resto de la institucionalidad democrática nacional se fundamenta en la coexistencia pacífica. La relación de convivencia entre los poderes está en un documento aprobado por unanimidad llamado la coexistencia pacífica con los demás poderes, porque esta Constituyente, como la de 1999, no disolvió, ni eliminó ninguno de los poderes. Aunque existe una tesis que señala que es el poder Constituyente el que decide sobre todos los asuntos, una visión desarrollada en Francia, en la constituyente venezolana esta debe coexistir con todos los poderes, sólo que ellos son residuales en sus competencias. Hay una cohabitación, los Poderes Constituidos existen, se desenvuelven siempre y cuando no entren en lo que sería la reserva Constituyente, en las áreas propias de actuación del Poder Constituyente Originario del Pueblo. El Presidente de la República, Consejo Nacional Electoral, Consejo Moral Republicano y Poder Ciudadano, Poder Judicial, resignaron sus poderes y después fueron ratificados. Pero esto no ha ocurrido con la Asamblea Nacional, la cual fue convocada a comparecer ante la Asamblea Nacional Constituyente y no asistió En Venezuela no hubo ninguna disolución de los poderes públicos. Hay una coexistencia durante el ejercicio originario de la Asamblea Nacional Constituyente en el cual todas las instituciones conservan sus competencias y deben hacer lo propio para coadyuvar en el mantenimiento de la paz que ha presentado al país el diálogo que promueve la Asamblea Nacional Constituyente.


LaLConst es garan a instalación de la ANC es totalmente constitucional, respeta los tratados internacionales, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Americana de Derechos Humanos; esto en cuanto a lo que es aplicable a un proceso Constituyente y en lo que tiene que ver con la progresividad de los DDHH y libertades fundamentales. No hay manera de objetar un proceso transparente, limpio, honesto, democrático y comprometido con las libertades y DDHH en Venezuela. En una democracia verdadera, como la venezolana, el Poder Constituyente tiene limitaciones porque nace de la expresión del pueblo como estandarte originario. Todos los poderes son limitados por los Derechos Humanos, incluyendo el Poder Constituyente. Los derechos de cada venezolano son superiores a todo, y no pueden ser vulnerados. Una de las tareas de los Constituyentes es justamente reforzar estos derechos. En consecuencia, tanto la sociedad venezolana, como la comunidad internacional, existe la garantía absoluta de que el proceder de la Asamblea Nacional Constituyente no podrá, bajo ninguna circunstancia, representar un peligro para la democracia, ni tendrá, bajo ningún concepto, vestigios de despotismo. Además, es importante destacar que la Constitución de 1999 conserva su vigencia hasta que el pueblo, en referendo, apruebe el nuevo texto constitucional que se construye en la Asamblea Nacional Constituyente.


tituyente La Constituyente es garante de los nte deDDHH los

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a paz en Venezuela había comenzado a presentar síntomas de inestabilidad, en enero de 2016, luego de la instalación de la nueva Asamblea Nacional (Poder Legislativo), de mayoría opositora. En efecto, en su primer discurso a la Nación, el entonces Presidente de la Asamblea Nacional, Diputado Henry Ramos Allup, había anunciado que en un período de seis meses sacaría de la Presidencia de la República al Presidente Nicolás Maduro. Las posteriores acciones emprendidas por la Asamblea Nacional acentuaron el desconocimiento de las atribuciones legales y legitimas del Poder Ejecutivo, vulnerando así el equilibrio que debe existir entre los Poderes Públicos, y propugnando la supremacía del Poder Legislativo sobre las demás instituciones democráticas del país. Estas acciones, inadmisibles en una democracia, erosionaron la paz en Venezuela y se constituyeron en uno de los principales antecedentes de la violencia que viviría la Nación venezolana durante el primer


semestre del año 2017. En el último trimestre del año 2016, y ante una potencial ruptura del orden democrático por parte del Poder Legislativo, el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro propuso a los representantes de la oposición política venezolana establecer un mecanismo de diálogo que permitiera fortalecer la democracia y sus instituciones, a través de acuerdos en los que prevaleciera la independencia y el equilibrio entre los Poderes Públicos; la tolerancia y el respeto a la diversidad de opiniones políticas (libertad de pensamiento); la primacía de los Derechos Humanos por encima de cualquier ideología política; el rechazo a toda forma violenta de solución de controversias; y el abordaje de cualquier otro tema que las partes consideraran relevante. Desafortunadamente, aquel primer intento de diálogo no prosperó. A lo largo del primer semestre del año 2017, el Gobierno del Presidente Nicolás Maduro insistió, en vano, en la necesidad de restablecer el diálogo con la oposición política venezolana. La opción asumida por los grupos extremistas de los partidos políticos de oposición, respaldada por sus representantes en el Poder Legislativo, fue la de recurrir a la violencia con el propósito de derrocar al gobierno legítimamente constituido en Venezuela. La violencia trajo como consecuencia más de cien victimas mortales, enormes daños materiales, y la ralentización de la economía venezolana. Ante esta situación, el Presidente Nicolás Maduro optó por hacer uso de los mecanismos establecidos en la Constitución venezolana para buscar restablecer la paz nacional, y garantizar la estabilidad de la democracia venezolana. Es en este contexto que surge la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente, con el objetivo de convertirse en una herramienta de diálogo nacional que encauce las diferencias políticas por la vía del respeto y la tolerancia. Tras la elección e instalación de la Asamblea Nacional Constituyente, la violencia que se había desatado en Venezuela se disipó.



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