Venezuela: La revolución como espectáculo

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Rafael Uzcátegui

El que sí declaró fue su secretario en el área de seguridad ciudadana, el general Carlos Enrique Colmenares Camacaro, quien respondió acerca de las acusaciones: “Publiquen lo que ustedes quieran. El gobernador no tiene nada que decir sobre estos temas porque no son de su incumbencia. Además todos los muertos eran unos delincuentes y cayeron en enfrentamientos. No entiendo su interés en entrevistar al gobernador cuando ese tema no tiene la menor importancia para él ni para nosotros, ya que siempre se actuó apegado a la legalidad”260. A pesar de todos estos señalamientos, el 10 de diciembre del año 2008 Luis Reyes Reyes fue designado por el presidente Hugo Chávez para ocupar el cargo del Ministro del Poder Popular Para la Secretaría de la Presidencia, puesto que aún desempeñaba cuando este libro se escribe. Luis Reyes Reyes no es el único alto funcionario del gobierno bolivariano acusado de violaciones graves a los derechos humanos. Paradójicamente un oscuro personaje, que ha desempeñado en dos ocasiones el cargo como ministro de Relaciones Interiores y Justicia, está directamente relacionado con masacres realizadas en el año 1988 que asesinaron a, por lo menos, 34 personas inocentes haciéndolas pasar por guerrilleros colombianos. Debemos explicar, brevemente, lo que fue la llamada Masacre de El Amparo y la participación del para entonces capitán de navío Ramón Rodríguez Chacín en los hechos.

La impunidad del ministro Venezuela y Colombia comparten 2.216 kilómetros de frontera. Del lado venezolano, tres estados diferentes se reparten dicho privilegio: al norte el estado Zulia, rico en yacimientos petroleros, gaseosos y carboníferos; más abajo el estado Táchira, un siglo atrás epicentro de la producción cafetalera para exportación, actividad agrícola que dejó algunas tímidas secuelas; y, al sur el estado Apure, inicio de los llanos venezolanos, región caracterizada por su ganadería, su amplia extensión territorial y su rica biodiversidad. En esta infinita sabana de verdes se desarrolla la obra literaria más conocida de Venezuela, Doña Bárbara (1929) de Rómulo Gallegos, quien en su prólogo la describe de la mejor manera que se puede expresar: “Sol abrasador y lluvia copiosa, con todo el estruendoso aparato de una tormenta llanera, donde entre nublado y sabana un solo trueno no tiene cuando acabar, me acompañaron por el trayecto -uno cualquiera de los mil caminos que ofrece la llanura- cual para demostrarme desde un prin260.- Loc. cit

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