La alimentación y su producción, claves del presente y futuro de Euskal Herria

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Elikadura eta horren ekoizpena Euskal Herriaren orain eta etorkizunaren giltza

La alimentación y su producción, claves del presente y futuro de Euskal Herria L´alimentation et sa production, facteurs clé du présent et de l´avenir d´Euskal Herria


La alimentación y su producción, claves del presente y futuro de Euskal Herria La alimentación y su producción, claves del presente y futuro de Euskal Herria..................................................................3 Soberanía Alimentaria y Agricultura Sostenible, garantía del derecho a una alimentación sana.............4 La OMC no es compatible con la Soberanía Alimentaria...................................................................................5 Los Tratados de Libre Comercio de la UE con Canadá y EEU, la bisagra entre la OM y la PAC................6 Una Política Alimentaria que articule las políticas agrarias (OMC, PAC...).....................................................8 Otra Política Alimentaria y Agraria Comunitaria es posible..............................................................................10 La alimentación como eje vertebrador de las políticas públicas locales..........................................................12 Dirigir la producción y las estrucutras del sector a garantizar alimentos sanos para todas las personas........15 Observatorio de producción, transformación, comercialización, precios y consumo...................................21 Una fiscalidad que tenga en cuenta la actividad agraria en su globalidad y justa en claves sociales.......22 Multiplicar esfuerzos en procesos de incorporación de nuevas personas a la actividad agraria...............23 Lista de acrónimos: OMC: Organización Mundial del Comercio PAC: Politica Agraria Comunitaria CETA: Comprehensive Economic and Trade Agreement TTIP: Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones MERCOSUR: Mercado Común del Sur UE: Unión Europea EEUU: Estados Unidos OGM: Organismos Genéticamente Modificados DO: Denominación de Origen IGP: Indicaciones Geográficas Protegidas DOT: Directrices de Ordenación Territorial PTP: Planes Territoriales Parciales PTS: Planteamiento Territorial Sectorial PGOU: Plan General de Ordenación Urbana

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La alimentación y su producción, claves del presente y el futuro de Euskal Herria INTRODUCCION

ETXALDE-Nekazaritza Iraunkorra tiene como objetivo construir la Euskal Herria del presente y el futuro desde la SOBERANIA ALIMENTARIA. El año 2011 baserritarras de Hego Euskal Herria e Ipar Euskal Herria, nos unía nuestra militancia en torno a un sindicalismo agrario reivindicativo y propositivo, iniciamos la articulación de este movimiento con el objetivo de dar forma a una estrategia compartida. Nuestra propuesta política de construcción económica y social desde la Soberanía Alimentaria se define en la dirección de dar contenido práctico a la solidaridad, a la justicia social, a la creación de empleo y reparto de los derechos de producción, a la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, al uso sostenible de los bienes naturales, a una alimentación sana para el conjunto de la población y al respeto de la diversidad productiva y agraria del conjunto de Euskal Herria. La agricultura sostenible y la agroecologia son el modelo y la ciencia que nos guían en nuestra función como personas productoras de alimentos. La caracterización de movimiento es compatible con el actual mapa organizativo del sector agrario, pero sobre todo aspira a ser permeable respecto a otras dinámicas Mediante este documento Etxalde de lucha, organización y propuesta más localiquiere presentar sus reflexiones y zadas o temáticas. Conscientes de que esa conspropuestas en un contexto de debate trucción no es posible únicamente desde el sector y decisiones sobre la futura PAC y la agrario, nuestra participación en alianzas con reactivación de las negociaciones de movimientos sociales y sindicales es una priorila OMC, que nos emplaza también a dad estratégica. En base a esas premisas hemos presentar nuestras posiciones y priorizado nuestra actividad formativa e inforprioridades desde Euskal Herria y mativa; participando e impulsando numerosos también para Euskal Herria intercambios, organizando y dinamizando jornadas de debate a nivel local e internacional, editando una publicación mensual con tirada al conjunto del sector en Euskal Herria y consolidando nuestra participación en espacios de colaboración con movimientos sociales y sindicales. Con el soporte sindical de EHNE-Bizkaia y ELB hemos ido articulando un espacio de acción y coordinación estable y duradero respecto a las dinámicas de Hego Euskal Herria e Iparralde, en el que se incluyen numerosas dinámicas locales-comarcales (producción-consumo, defensa de la tierra…), o sectoriales. Nuestra actividad, análisis y propuestas son nuestra carta de presentación por encima de las siglas, y mediante este documento ETXALDE quiere presentar sus reflexiones y propuestas en un contexto de debate y decisiones sobre la futura Política Agraria Comunitaria (PAC) y la reactivación de las negociaciones de la Organización Mundial de Comercio (OMC) a nivel internacional, que nos emplaza también a presentar nuestras posiciones y prioridades desde Euskal Herria y también para Euskal Herria. nekazaritza iraunkorra

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La Soberanía Alimentaria y la Agricultura Sostenible como garantía del derecho a una alimentación sana ETXALDE quiere insistir en la idea de que la Soberanía Alimentaria es la propuesta más eficaz para preservar el futuro de las personas baserritarras como productoras de alimentos, garantizar el derecho una alimentación sana a la población e ir construyendo una Euskal Herria igualitaria en derechos entre hombres y mujeres; justa en terminos sociales y laborales; y sostenible en el uso de los bienes naturales desde la diversidad productiva y agraria del conjunto de los territorios. ETXALDE sitúa la construcción del proceso hacía la Soberanía Alimentaria en la articulación de la Soberanía Económica y Social, compartiendo trabajo y responsabilidades con el movimiento social y sindical. Y es ahí donde situamos el manifiesto en torno al derecho a una alimentación sana presentado desde la Carta de los Derechos Sociales de EH. El derecho de cualquier persona a una alimentación sana es una reivindicación que debemos valorizar. No es posible seguir impulsando la agricultura de dos velocidades; una producción en modelos intensivos e industrializados y una producción más sana (ecológica). La función de las personas baserritarras es ser productoras y servidoras de alimentos, no de materia prima barata para la agroindustria. La Soberanía Alimentaria, además de su carácter local, está ligada al modelo de producción (dirigida a satisfacer las necesidades del consumo local) y no es compatible con una agricultura intensiva e industrializada aunque sea local. Unicamente desde un modelo de desarrollo basado en la agricultura sostenible es posible articular los valores de la Soberanía Alimentaria, y debemos seguir insistiendo sobre los valores que implica: garantizar el reparto de la producción en el mayor número de baserritarras posibles (es imprescindible multiplicar el número de personas productoras desde la perspectiva de una adecuada gestión de los bienes naturales); producir alimentos en calidad y cantidad suficientes para la población respetando el medio ambiente (sólo es posible desde la creación de empleo y no únicamente desde el capital); avanzar hacia la máxima autonomía en el proceso productivo valorizando los recursos propios y minimizando los imputs exteriores; garantizar transparencia absoluta en el proceso de producción, transformación, comercialización y la construcción del precio final para la parte consumidora; dirigir nuestra producción hacia el mercado interno huyendo de la conquista de mercados exteriores, propiciando otras relaciones económicas en base a la solidaridad, complementariedad y comercio justo; ser parte activa del desarrollo local de nuestros pueblos y comarcas. Y debemos sumar la transparencia, la confianza y la ética como compañeras de viaje de la agricultura sostenible, en la relación entre la parte productora y consumidora. Todos estos valores descansan en parámetros más genéricos que debemos tener presente: ser proveedora de alimentos sanos y de calidad, evitando las alarmas alimentarias generadas por la agroindustria y preservando la salud del planeta a través de la agroecología; permitir a los pueblos campesinos del Sur retomar su vida con dignidad, erradicando el hambre y la pobreza; ser motor de una economía ruralizada, relocalizada y sostenible (fuera de los movimientos especulativos y financieros); contribuir al enfriamiento del planeta y asegurar su riqueza mediante la biodiversidad de especies animales y vegetales; recuperar los conocimientos y cultura alimentaria campesina como vínculos entre la población agraria y urbana. 4

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No es posible seguir impulsando la agricultura de dos velocidades, una producción en modelos intensivos e industrializados y una producción más sana (ecológica) La Soberanía Alimentaria, además de su carácter local, está ligada al modelo de producción (dirigida a satisfacer las necesidades del consumo local) y no es compatible con una agricultura intensiva e industrializada aunque sea local


La OMC no es compatible con la Soberanía Alimentaria La Organización Mundial del Comercio (OMC) y la Soberanía Alimentaria son conceptos antagónicos. La primera tiene como objetivo construir paso a paso un mercado «libre» a nivel mundial, también en la agricultura, para llevar las producciones sin oposición alguna de un lugar a otro del mundo, localizándolas en el lugar que menor costo de producción ofrezca. Como consecuencia de ello cada zona del mundo se especializa en aquellas producciones que menor coste de producción presente frente a otras. En esa competición la visión social, local, económica o medioambiental no tiene valor. En esa pugna se encuentran frente a frente la persona productora cerealista que produce 1.500 toneladas utilizando grandes máquinas en Europa o América del Norte y la persona productora de Africa que alcanza 2 toneladas. En esa misma pugna se encuentran la agricultura de países ricos que perciben ayudas millonarias y la agricultura de los países pobres que no reciben ninguna ayuda. Esa misma pugna enfrenta a los 28 millones de baserritarras que trabajan la tierra con tractores con 250 millones de baserritarras que trabajan la tierra con ganado y casi 3.000 millones de personas productoras que la trabajan a mano sin ninguna ayuda mecánica o animal. En esa pugna se enfrentan el 80% de las personas productoras que percibe el 20% del total de las ayudas PAC, frente a al 20% que percibe el 80% (en Hego Euskal Herria el 10% percibe el 60% de las ayudas directas). También en producciones emblemáticas de Euskal Herria como la leche de vacuno, se enfrentan personas que producen 250.000 litros de leche al año y quienes producen 1 millón de litros.

La producción agraria no puede estar sujeta a las fluctuaciones, a la especulación y a la dependencia del mercado mundial, es el mercado el que debe respetar la lógica de la producción agraria. La agricultura es alimentación y la alimentación es un derecho innegociable aquí y en todos los pueblos del mundo

La OMC apuesta decididamente a favor de la producción industrial e intensiva, especializada en sectores dedicados a la exportación. Pese a toda esa maquinaria debemos resaltar que las personas campesinas que producen para los mercados locales alimentan al 70% de la población mundial, y producen esa comida con menos del 25% de los recursos (agua, tierra, combustibles…) que se utilizan para llevar toda esa alimentación a la mesa. La producción agraria no puede estar sujeta a las fluctuaciones, a la especulación y a la dependencia del mercado mundial, es el mercado el que debe respetar la lógica de la producción agraria. La agricultura es alimentación y la alimentación es un derecho innegociable aquí y en todos los pueblos del mundo. nekazaritza iraunkorra

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Los Tratados de Libre Comercio de la Unión Europea con Canadá (CETA) y EEUU (TTIP), la bisagra entre la OMC y la PAC Alimentos genéticamente modificados. Canadá está denTodos los procesos de negociación en torno a los Tratados de tro de los tres grandes productores de alimento genéticamente Libre comercio tienen un denominador común: el secretismo modificado (OGM) a nivel mundial. Argumenta que no hay y la falta de transparencia. Aunque se mantienen los niveles ninguna evidencia que demuestre que los alimentos transgénide opacidad, las diferentes filtraciones y las movilizaciones de cos sean menos seguros que los alimentos tradicionales, por la sociedad civil (sobre todo en el caso del TTIP) están conlo que no es obligatorio el etiquetado de los mismos. En la UE siguiendo aportar algo de luz sobre las materias que se están cualquier producto modificado genéticamente debe ser etinegociando y sus posibles consecuencias. Ello está posibiliquetado obligatoriamente. A pesar de que la UE no utiliza los tando interpelar a la clase política y crear contradicciones, cultivos transgénicos para el consumo humano directo, perademás de articular posiciones contrarias al proceso negocimite que la soja y el maíz transgénico se utilice en la aliador. Tanto el CETA como el TTIP comparten el objetivo cenmentación animal, siendo Canadá y EEUU grandes tral de favorecer los intereses de las multinacionales, y estas exportadores hacia el mercado europeo. Otros dos alimentos últimas están apretando el acelerador de tal manera que el a tener en cuenta serán la manzana transgénica (ha sido modiCETA empieza a aplicarse de manera provisional a pesar de no ficada para que no se oxide una vez cortada o golpeada), y el haber sido debatido y votado por la mayoría de los Estados salmón transgénico (contendrá una hormona de crecimiento miembro de la UE. La puesta en marcha de facto del CETA que posibilita alcanzar el tamaño y peso de un salmón normal persigue blindar los contenidos de la negociación frente a la en la mitad de tiempo, reduciéndolo de tres a año y medio). creciente preocupación e interés de la sociedad civil, y allanar Canadá permite la producción transgénica de estos dos alilas negociaciones con EEUU sobre el TTIP. A ello debemos mentos y tiene mucho interés por introducirlos en el mercado sumar la intención de acelerar las negociaciones en torno a europeo. MERCOSUR, con el objetivo primordial de suprimir los aranceles en las operaciones de exportación e importación, en Denominaciones de Origen. Cabe destacar que en las neel que la importación de alimentos es la moneda de cambio gociaciones que se han llevado a cabo en el CETA, tan sólo se de la UE frente a la exportación de producción industrial. relacionan 174 denominaciones de origen cuando en Europa Sobre todo porque cada vez es más claro que la concepción están reconocidas alrededor de 1.400 denominaciones. Es sobre la producción de los alimentos y la seguridad alimentaria decir, quedarían fuera de esa consideración entre la UE y Canadá-EEUU son absolutacerca del 90% de las mismas. En el marco del mente contrapuestas. Resumiendo de maneTTIP la Unión Europea habría dado mucha Tanto el CETA como el ra gráfica, no es posible compatibilizar el importancia a la protección de las IndicaTTIP comparten el principio de precaución que guía las políticas ciones Geográficas Protegidas (IGP), pero la objetivo central de alimentarias europeas, con el principio de oposición de los lobbies y el Congreso amerifavorecer los intereses riesgo que monitorizan la producción agraria cano ha sido muy dura. En caso de que la UE de Canadá y EEUU. Vamos a poner algunos de las multinacionales, tuviera cierto éxito en la negociación sobre ejemplos: y estas últimas están apretando el acelerador las DO, lo más probable es que fuera en beneficio de grupos específicos de productores y Carne inyectada con ractopamina. La racde tal manera que el unos pocos países miembro. topamina es un fármaco (hormona) que esCETA empieza a timula el crecimiento y es muy común en los aplicarse de manera Pérdida de soberanía y eliminación de procesos de engorde del ganado bovino, porprovisional a pesar de cino y aviar (pavos sobre todo). Está prono haber sido debatido mecanismos de control del mercado. hibido en 160 países del mundo (incluidos los y votado por la mayoría Además de los perjuicios hacia la salud de las de la UE) debido a la preocupación acerca de de los Estados miembro personas consumidoras, la eliminación de aranceles afectará de manera directa a distinsu impacto en la salud humana. En Canadá y de la UE tas producciones agrarias. En el caso de la EEUU la ractopamina está permitida y se utiliza como droga veterinaria en la producción carne de vacuno y porcino, la eliminación de carne. de aranceles de la UE intensificaría las im6

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Otros dos alimentos a tener en cuenta serán la manzana transgénica (ha sido modificada para que no se oxide una vez cortada o golpeada), y el salmón transgénico (contendrá una hormona de crecimiento que posibilita alcanzar el tamaño y peso de un salmón normal en la mitad de tiempo, reduciéndolo de tres a año y medio) Las condiciones de bienestar animal en ambos casos chocan frontalmente, los estándares europeos son mucho más estrictos prohibiendo usar «lavados de reducción de patógenos». Si bien el acuerdo se antoja difícil, existe la preocupación de que la Comisión Europea esté allanando el camino para aprobar los lavados químicos Los impactos de estos Tratados de Libre Comercio son de enorme calado, además de la eliminación de los aranceles, desaparecen normativas básicas en materias sociales, sanitarias, medioambientales, laborales y alimentarias; además de la privatización de servicios públicos que son derechos básicos de la ciudadanía No es posible construir a partir de la destrucción de las economías locales y los servicios públicos, debemos redoblar los esfuerzos en el convencimiento de que es posible articular otro tipo de relaciones económicas y sociales basadas en la complementariedad, el comercio justo y la solidaridad

portaciones desde EEUU. Todo parece indicar que si la UE consigue mantener la prohibición para la entrada de carne hormonada, será compensada con un acuerdo que aumente la cuota de importaciones de manera significativa. Aún y todo la parte productora se vería afectada de manera muy significativa en el marco europeo, consecuencia de una sobreoferta y la consiguiente caída de precios. En lo que se refiere a los lácteos la Comisión Europea pretende incrementar la presencia de productos lácteos en el mercado de EEUU, aunque estos últimos hagan pocas concesiones para proteger su tejido productivo. En caso de conseguir mayor cuota de mercado sería en forma de queso, con lo que las hipotéticas beneficiarias serían las industrias queseras. Respecto a los cultivos herbáceos tanto la UE como EEUU son grandes productoras, limitándose una gran exportación desde EEUU al mercado de la soja y harina de soja. La eliminación de los aranceles podría provocar un descenso de la producción europea. En lo relacionado con el sector avícola (carne y huevo) el objetivo americano es conseguir penetrar en el mercado europeo. Las condiciones de bienestar animal en ambos casos chocan frontalmente, los estándares europeos son mucho más estrictos prohibiendo usar «lavados de reducción de patógenos». Si bien el acuerdo se antoja difícil, existe la preocupación de que la Comisión Europea esté allanando el camino para aprobar los lavados químicos. Los impactos de estos Tratados de Libre Comercio son de enorme calado, además de la eliminación de los aranceles, desaparecen normativas básicas en materias sociales, sanitarias, medioambientales, laborales y alimentarias; además de la privatización de servicios públicos que son derechos básicos de la ciudadanía (caso del TISA, en el que participan 23 miembros de la OMC, incluida la UE, y que representan el 70% del comercio mundial del sector). Ahondaría más en el control de las corporaciones sobre los gobiernos. No es posible construir a partir de la destrucción de las economías locales y los servicios públicos, debemos redoblar los esfuerzos en el convencimiento de que es posible articular otro tipo de relaciones económicas y sociales basadas en la complementariedad, el comercio justo y la solidaridad. Seguir haciendo pedagogía sobre los impactos de estas negociaciones es imprescindible para despertar mayores niveles de interés e ir aumentando las posibilidades de articular una movilización social que consiga que estas negociaciones fracasen, fruto de las contradicciones a las que debiera enfrentarse la clase política. Como dato objetivo sobre la posibilidad de incidir en estas negociaciones a través de la movilización social, tenemos la comparativa de la movilización que se ha articulado en torno al CETA por un lado, y respecto al TTIP por otro. El mayor nivel de incidencia sobre este último tratado, es porcentualmente comparable al nivel de articulación de movilización social. A mayor articulación social, mayores posibilidades de condicionar este tipo de negociaciones. nekazaritza iraunkorra

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Una Politíca Alimentaria que articule las políticas agrarias (OMC, PAC…) Durante años se ha mantenido el discurso de que únicamente la agricultura industrial podía garantizar la producción de alimentos en cantidad suficiente, valorizando la cantidad sobre la calidad para poder ofertar alimentos a bajos precios a la parte consumidora. La realidad aporta datos que desmienten estas argumentaciones, a mayor industrialización e intensificación de la actividad agraria el aumento de la pobreza, el hambre, los desplazamientos, la desertificación, el abandono de la actividad... se multiplican exponencialmente. Los principios de competitividad que sostenían este modelo de desarrollo cotizan a la baja en la opinión pública, y es hora de reforzar argumentos que den un vuelco a la situación. En ese contexto debemos situar posiciones como las del Comité Europeo de las Regiones, en su dictamen de julio de 2017 sobre la PAC para después de 2020. Destacamos las siguientes apreciaciones del Comité Europeo de las Regiones:

Durante años se ha mantenido el discurso de que únicamente la agricultura industrial podía garantizar la producción de alimentos en cantidad suficiente La realidad aporta datos que desmienten estas argumentaciones, a mayor industrialización e intensificación de la actividad agraria el aumento de la pobreza, el hambre, los desplazamientos, la desertificación, el abandono de la actividad... se multiplican exponencialmente

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- Es necesario que la PAC sea una política agraria justa, sostenible, solidaria y de calidad al servicio de las personas agricultoras, las consumidoras y la ciudadanía en su conjunto y los territorios. Considera que sólo una política alimentaria y agraria fuerte y común puede garantizar la seguridad alimentaria europea. - Señala que las personas agricultoras y ganaderas son las principales protagonistas y destinatarias de la PAC. La Política Agraria Comunitaria debe tener presente su papel y su implicación, en particular la necesidad de que las actividades agrícolas y ganaderas sean sostenibles económicamente para que puedan ser un medio de vida digno, manteniendo un medio rural vivo con un adecuado nivel de empleo. - Considera que en la confección de la futura PAC deberá contarse con las personas consumidoras europeas y llama la atención de la Comisión Europea sobre la creciente sensibilización de la parte consumidora, como demuestra el aumento de la demanda de aquellos alimentos de producción local de calidad y a un precio justo; respetando el binestar animal y generando empleo y valor añadido en materia medioambiental. - Cree que para hacer de la actividad agraria una profesión atractiva y garantizar la seguridad y calidad de la alimentación europea, unos mercados regulados permitirían remunerar de manera más justa a la parte productora. - Considera que los apoyos financieros de la PAC deberían destinarse únicamente a las personas productoras que ejercen de manera directa la actividad agraria, y no se apoye a explotaciones inactivas productivamente. - Considera que la regulación de los mercados es más eficaz y menos costosa para muchos sectores que la activación de medidas de crisis a posteriori. - Subraya que la UE se ha convertido en el primer importador y exportador de alimentos a nivel mundial, ha aumentado su dependencia de países terceros y ha desarrollado una política comercial contraria a sus objetivos de reducción de emisiones de efecto invernadero. - Constata que las zonas rurales se están quedando rezagadas respecto a las urbanas y que esa brecha es especialmente preocupante. - Observa que el coste para la sanidad pública de algunos hábitos alimenticios que favorecen la obesidad, la diabetes, etc; y de determinadas prácticas agrarias (consumo excesivo de antibióticos en algunas producciones, mezcla de plagicidas, etc) es mucho más alto que el presupuesto de la PAC; y pide una mayor coordinación entre las políticas alimentarias y agrarias.


Esta serie de recomendaciones del Comité Europeo de las Regiones está en sintonía con nuestros planteamientos y sobre la base de los mismos es posible construir de manera más eficaz una PAC más justa y efectiva. La propuesta de la Comisión Europea sobre la Política Agraria Común después del año 2020 bajo el título de El futuro de la Alimentación y la Agricultura, no llega a abordar ninguna de las causas de fondo del continuo fracaso de la PAC respecto a los objetivos que se marca.

La incorporación de nuevas personas a la actividad agraria como una de las prioridades del nuevo marco es destacable, si bien la inseguridad de los precios, las crisis constantes en los mercados, la dificultad de acceso a la tierra, la injusticia en el reparto de las ayudas... caminan en la dirección contraria de un fomento real de un relevo generacional. La derivación de las políticas de desarrollo rural (segundo pilar) hacia planes estrátegicos en los que los Estados miembro tengan mayor protagonismo y capacidad de adaptación al cumplimiento de unos objetivos generales, pueden sonar bien siempre y cuando los objetivos comunes estén bien definidos en base al modelo agrario sostenible, de calidad, diversificado y generador de empleo. Sin esa definición previa de los objetivos, la tentación de mantener el actual status quo adornado de planes estratégicos está servida.

La salud, la nutrición y la sostenibilidad están muy ligadas al modelo de desarrollo, producción, transformación, distribución y consumo; y si bien la Comisión destina espacios retóricos reseñables en su propuesta, sigue sin avanzar en la definición y apoyo efectivo hacia un modelo agrario sostenible basado en la agroecología. La apuesta por aumentar los niveles de exportación La promoción de la prosperidad rural en base a la bioeconomía e importación huyendo de la regulación de los mercados para como elemento dinamizador del desarrollo rural, nos presenta evitar las constantes crisis de precios, demuestra la nula voluntad un nuevo concepto para seguir jugando a hacer algo a sabiendas de la Comisión por buscar una solución a la volatibilidad de los de que la única manera de garantizar precios consecuencia de la desregulación de los el desarrollo rural es en base a la promercados. En este caso el problema y la solución ducción de alimentos y la actividad comparten fórmula: activar instrumentos de La salud, la nutrición y la agraria. Es urgente construir una (des)regulación de los mercados. sostenibilidad están muy nueva PAC, partiendo de situar la ligadas al modelo de Política Alimentaria en el centro de Las ayudas directas de la PAC y su distribudesarrollo, producción, ción deben seguir atendiendo al de- transformación, distribución y la Política Agraria, debemos revasacoplamiento de la producción y el volumen de consumo; y si bien la Comisión lorizar el hecho de que la Soberanía Alimentaria sea el eje de la PAC. Inhectáreas, si bien intenta marcar topes para las destina espacios retóricos ayudas a percibir. Posibilitar seguir cobrando reseñables en su propuesta sistimos en revalorizar porque supone recuperar algunas medidas y ayudas directas sin tener que producir alimentos sigue sin avanzar en la e incentivar el acaparamiento del mayor número definición y apoyo efectivo mecanismos que fueron realidad hace pocos años; como el control de de hectáreas en menos titulares, es seguir fohacia un modelo agrario la producción, la garantía de unos mentando la desigualdad y la injusticia en el sostenible basado en la reparto de recursos públicos que alcanzan el precios mínimos y la protección de agroecología 70% del presupuesto total de la PAC. fronteras. nekazaritza iraunkorra

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Otra Política Alimentaria y Agraria Comunitaria es posible Desde ETXALDE queremos remarcar que es posible articular una nueva PAC en el que la Política Alimentaria ocupe una clara centralidad en las propuestas políticas y las medidas a aplicar. Una aplicación que incluye a las instituciones Europeas, los Estados miembro y también a los Gobiernos y entidades locales. Un diseño que debe partir desde las realidades locales en el que los territorios deben tener la capacidad de diseñar sus objetivos en materia de alimentación (implica directamente a cuestiones de salud, empleo, gestión de bienes naturales, cultura…) y satisfaga las necesidades de su población. En definitiva un cuadro local en claves de máximo empleo, producción de calidad y cantidad suficientes al servicio de la población consumidora y los territorios. Y un marco europeo en el que la solidaridad y la sostenibilidad den cuerpo al concepto de justicia social en claves de desarrollo. Un marco europeo que debe articular los siguientes mecanismos para poder mantener e impulsar una Política Alimentaria y Agraria al servicio de las personas productoras, las consumidoras y la ciudadanía en su conjunto; en claves de desarrollo económico (aumento de personas productoras), social (alimentar a la población con alimentos sanos y de calidad, gestión adecuada de los bienes naturales) y culturales. Para ello es imprescindible: - Mecanismos de control de la producción y una justa y equilibrada distribución de los volúmes de producción entre los Estados miembro y las regiones que satisfagan sus necesidades alimentarias. Es imprescindible que estos mecanismos doten de una seguridad mínima a los precios de los alimentos para cubrir los costos de producción (incluyendo la remuneración del trabajo de las personas productoras). - Eliminación de todas las medidas de restitución a la exportación de alimentos, incluyendo los créditos a la exportación y la ayuda alimentaria externa. - Protección en las fronteras, limitando los derechos de importación de alimentos que se producen en Europa. - Revisión de la Ley de Competencia, permitiendo a los representantes de la parte productora participar en los procesos negociadores de los precios y exigiendo a las partes acuerdos mínimos articulados mediante convenios y contratos que garanticen el cumplimiento. - Dirigir exclusivamente las ayudas directas (primer pilar) a las personas productoras de alimentos, como principales protagonistas y destinatarias. Establecer topes en las ayudas a percibir y garantizar un sistema de ayudas justo y equilibrado entre las personas productoras y los Estados miembro y los territorios. - Posibilidad de rescatar recursos económicos del primer pilar para la articulación de políticas de Desarrollo Rural. - Articular políticas en Desarrollo Rural (segundo pilar) que fomenten una transición de la parte productora hacia modelos de producción sostenibles mediante medidas y ayudas específicas (incorporación de nuevas personas productoras, fomento en la trasmisión, agroambientales, dificultades orográficas y zonas desfavorecidas para la producción, incentivación de producciones forrajeras, multifuncionalidad, mantenimiento de productoras a pequeña escala, diversificación de la producción…). - Desarrollar la transición hacia la producción sostenible mediante contratos territoriales individuales y colectivos; que incluyan la condicionalidad de una producción en base a tierra, la gestión sostenible de los bienes, el bienestar animal, un trato igualitario y digno a las personas con dedicación a cuenta ajena y satisfacer las necesidades alimentarias territoriales. Incorporando en este contrato un compromiso compartido explícito de acompañar en el enfriamiento del planeta. 10

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Desde ETXALDE queremos remarcar que es posible articular una nueva PAC en el que la Política Alimentaria ocupe una clara centralidad en las propuestas políticas y las medidas a aplicar. En definitiva un cuadro local en claves de máximo empleo, producción de calidad y cantidad suficientes al servicio de la población consumidora y los territorios. Y un marco europeo en el que la solidaridad y la sostenibilidad den cuerpo al concepto de justicia social en claves de desarrollo


La articulación de estos ejes no es ninguna utopía puesto que han sido parte de la historia que hemos conocido. Es preciso invertir la lógica de la OMC y los Tratados de Libre Comercio también desde la reivindicación de una nueva PAC. La ejecución de las medidas del marco europeo debe estar sujeta a la situación y pegado a la realidad de la producción, y en ese contexto los Gobiernos y las Entidades locales deben ser los gestores del cuadro a desarrollar. En Euskal Herria partiendo de la actual configuración institucional, pero articulando los mecanismos de gestión desde una perspectiva de país tanto hacia la parte productora como a la parte consumidora. En este recorrido hacia una nueva política alimentaria y agraria la implementación local de la misma debe basarse en:

La ejecución de las medidas del marco europeo debe estar sujeta a la situación y pegado a la realidad de la producción, y en ese contexto los Gobiernos y las Entidades locales deben ser los gestores del cuadro a desarrollar. En Euskal Herria partiendo de la actual configuración institucional, pero articulando los mecanismos de gestión desde una perspectiva de país tanto hacia la parte productora como a la parte consumidora

- Garantizar una gestión y control público de los derechos de producción, con el objetivo de garantizar las necesidades alimentarias y el aumento de empleo en la parte productora en cumplimiento de esas necesidades. Prohibición de mercados internos de compra-venta de derechos. - Articular espacios de negociación en la cadena alimentaria entre las partes que actúan en ellla, en el que se articulen acuerdos de precios que den estabilidad a toda la cadena mediante convenios y contratos. - Gestionar y vehiculizar las ayudas directas del primer pilar hacia las personas productoras en activo y garantizar el derecho de recepción de las ayudas directas a toda persona productora independientemente del subsector de producción. - Dirigir el reparto de las ayudas del primer pilar basadas en función de los siguientes criterios: número de hectáreas dedicadas a la producción, número de cabezas de ganado dedicadas a la producción y residencia activa como elemento de fijación de población en área rural. - Articular mecanismos de retención en las ayudas directas cuando superen la renta de referencia en curso por persona activa. Estableciendo distintas horquillas en función de las cantidad percibida por persona activa; un 15% para las cantidades comprendidas entre la renta de referencia y los setenta mil euros, y un 30% en los casos que superen los sesenta mil euros. Los fondos resultantes de estas retenciones redirigirlas a las nuevas incorporaciones a la actividad agraria como garantía de ayudas directas, ayudas específicas a la incorporación o creación de fondos solidarios. - Ejecutar una transición hacia una producción sostenible mediante el desarrollo de los contratos de explotación y la articulación y ejecución correspondiente de los planes de Desarrollo Rural elaborados sobe los parámetros definidos en el marco europeo. Como se ha avanzado anteriormente la ejecución del marco europeo no debe limitar nuestra capacidad institucional en la disposición y articulación de políticas alimentarias y agrarias propias. Es imprescindible avanzar también en lo local para poder mover e incidir en el marco europeo y global. nekazaritza iraunkorra

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La alimentación como eje vertebrador de las políticas públicas locales

Cada vez se percibe con mayor claridad que la producción local además de transmitir una mayor confianza, también es sinónimo de un mayor fortalecimiento de la economía local y una remuneración más justa hacia la parte productora Es importante seguir insistiendo que la administración pública garantice la cobertura de necesidades básicas y entre ellas una alimentación sana y de calidad, no sólo a base de productos perecederos sino también frescos. Es imprescindible situar la alimentación local como eje vertebrador de las políticas públicas 12

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La alimentación y el origen de la misma cada vez ocupan mayor espacio en el interés de las personas consumidoras. Hay indicadores que ponen de manifiesto esta constatación: la creciente demanda de centros escolares reivindicando una alimentación sana y local en sus comedores, la tendencia multiplicadora en busca de una relación más directa con la parte consumidora (miles de familias y cientos de personas productoras están organizadas en colectivos de consumo), el aumento del nivel de sensibilidad hacia los precios que percibe la parte productora, o el protagonismo que están adquiriendo los alimentos locales en las grandes superficies (el aumento de productos locales en los lineales se está convirtiendo en un elemento diferenciador). Son indicadores objetivos que debemos analizar desde una perspectiva estratégica. Podemos afirmar que no se trata de una tendencia coyuntural, sino que cada vez se percibe con mayor claridad que la producción local además de transmitir una mayor confianza, también es sinónimo de un mayor fortalecimiento de la economía local y una remuneración más justa hacia la parte productora. Pero debemos afinar en la interpretación de estas tendencias, no podemos responder únicamente desde las necesidades coyunturales de mejorar los mecanismos desde la perspectiva comercial. Tenemos que interiorizar que sólo vamos a poder atender la demanda de la parte consumidora si hacemos efectiva la incorporación de más personas a la parte productiva. Y por otro lado debemos afianzar estas tendencias generando confianza mediante la transparencia y los valores éticos que transmitimos con un modelo de producción sostenible. En la actualidad la demanda de alimentos hortícolas locales supera la producción local total. Es un dato real que indica la necesidad de avanzar en planes de nuevas incorporaciones hacia la parte de la producción. Las administraciones vascas también son presas de los efectos de la agricultura de dos velocidades. Mientras se destinan importantes medidas finacieras hacia la publicidad y promoción de la producción local (enmarcada en Denominaciones de Origen, marcas o certificaciones de calidad) son incapaces de articular mecanismos eficaces que permitan actuar en la compra pública. El derecho efectivo a una renta digna por parte de las personas baserritarras es equiparable al derecho a una alimentación sana y de calidad a un precio asequible. No es admisible que comer alimentos locales y de calidad sea visto como un lujo o una acción puntual en espacios folklóricos. Es importante seguir insistiendo que la administración pública garantice la cobertura de necesidades básicas y entre ellas una alimentación sana y de calidad, no sólo a base de productos perecederos sino también frescos. Es imprescindible situar la alimentación local como eje vertebrador de las políticas públicas. La


Proponemos que en el plazo de 5 años, al menos el 40% de la alimentación ofertada mediante compra pública sea local y de proximidad. Y en el horizonte del año 2027 esa misma compra pública se sitúe en un 55% Para el desarrollo efectivo de estas propuestas resulta imprescindible impulsar procesos que vayan articulando los Consejos Alimentarios Locales y Comarcales. La implicación de ciudades como Iruñea y Bilbao en el pacto de Milán pueden servir de referencia en esa dirección

creciente demanda de que la alimentación local esté más presente en los comedores públicos (centros escolares, hospitales y las residencias significan los periodos más sensibles del ciclo vital de la persona) necesita de apuestas claras que marquen objetivos ambiciosos y puedan articular procesos de recuperación y genera-ción de empleo en la fase productiva, además de incluirlas en la fase educacional y de cuidados de los espacios señalados. Es necesario superar los tímidos avances referidos a la gestión directa de comedores escolares a través de proyectos piloto. Es prioritario marcar objetivos a medio plazo para poder planificar las actuaciones. Proponemos que en el plazo de 5 años, al menos el 40% de la alimentación ofertada mediante compra pública sea local y de proximidad, priorizando nuevas incorporaciones a la parte productiva, y producciones a pequeña escala. Y en el horizonte del año 2027 esa misma compra pública se sitúe en un 55%. Con el añadido de que estas actuaciones debieran facilitar avanzar hacia un Banco Público de Alimentos, en el que la parte productora adquiera el compromiso de destinar un porcentaje (20/30%) de su producción a ese banco de alimentos; buscando un compromiso recíproco entre la parte productora y la administración pública. Para el desarrollo efectivo de estas propuestas resulta imprescindible impulsar procesos que vayan articulando los Consejos Alimentarios Locales y Comarcales. La implicación de ciudades como Iruñea y Bilbao en el pacto de Milán pueden servir de referencia en esa dirección. De igual manera iniciativas como la de Donostia, donde actualmente el consumo de producción hortícola local se situa en 3,5%, y su objetivo marcado de llegar al 10% del consumo de verduras y hortalizas de la ciudad sea sostenible y local, caminan en la dirección adecuada. Dirigir la producción al consumo local (mercados locales, grupos de consumo, pequeño comercio, grandes superficies, nuevas tecnologías…) es clave para convertir el consumo en un ele-mento de transformación y soporte para los cambios que estamos planteando. Cada vez que consumimos estamos ejercitando nuestro derecho a decidir, y en lo que a la alimentación se refiere cada compra y cada consumo se convierte en una acción política. Esa simple acción individual o colectiva, está respondiendo cada vez con mayor claridad al concepto de «somos lo que comemos». La proliferación de grupos, colectivos y cooperativas de consumo durante los últimos años ha supuesto un punto de inflexión muy importante en este proceso de sensibilización sobre los alimentos que consumimos; y la diversidad y heterogeneidad de los mismos han sido y son características muy singulares que debemos preservar. Pero esto no es contradictorio con la necesidad de buscar espacios de contrastre y colaboración más sólidos. Debemos destacar que los grupos de consumo siguen siendo un pilar básico en el proseso de instalación progresiva de nuevas personas en la actividad agraria. La seguridad de una comercialización fija de una parte importante de la producción afianza la viabilidad económica sobre todo al inicio, en el que la relación directa con la parte consumidora es clave. Si bien estos procesos emanan virtudes también debemos ser sensibles en torno a varios efectos que van adquiriendo carácter de defecto. La diversidad y heterogeneidad sin una conexión eficaz entre nekazaritza iraunkorra

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las distintas iniciativas, pueden encerrarnos en dinámicas demasiado acotadas. Es importante mantener y recuperar dinámicas de contraste y colaboración entre los grupos de consumo, buscar soluciones colectivas a posibles procesos de precarización fruto de la disminución de las actividades complementarias, complementar la fórmula de las cestas buscando nuevas relaciones comerciales a través de los mercados locales y el pequeño comercio, ser partícipes de nuevas iniciativas relacionadas con la distribución, facilitar y compartir el liderazgo con la parte consumidora (ejemplo AMAPs) en la dinámica y gestión de los grupos de consumo (equiparar las demandas de compromiso en ambas direcciones), y avanzar en fórmulas pedagógicas en la comunicación sobre nuestro modelo productivo y la construcción del precio final como elemento diferenciador y generador de confianza. La apuesta por lo local también está aterrizando en los mercados locales y el pequeño comercio. Debemos seguir fortaleciendo estos espacios, priorizando los productos locales y de temporada producidos por personas baserritarras de manera directa y diversificada a pequeña escala, además de buscar mayores niveles de complicidad en la parte consumidora mediante el fortalecimiento de mecanismos de promoción y reconocimiento a una actividad esencial en la economía social. Donde mayores niveles de impacto está escenificando la apuesta por el consumo de alimentación local es en las grandes superficies, sobre todo por el nivel de involución que supone frente a estrategias no tan lejanas. Es por ello que a priori parece obedecer más a la necesidad de dar res-puesta a la demanda de la parte consumidora que a una apuesta por un modelo de desarrollo en esta dirección. Más allá de interpretaciones, debemos establecer criterios y mecanismos que conviertan estos cambios en elementos de carácter estratégico. Si bien la venta directa y la venta a través del pequeño comercio hacia la parte consumidora cumple al 100% con los valores de comercialización que contempla la Soberanía Alimentaria, debemos resaltar que no responde en el 100% de la comercialización y distribución de la alimentación para la población consumidora. A partir de esa constatación situamos a la gran distribución como parte del proceso hacia la Soberanía Alimentaria, y en ese contexto es importante definir los parámetros que evalúen el desarrolllo en esas claves: acuerdos de co-mercialización a medio plazo (cinco años) que fortalezcan los procesos de instalación progresiva; identificación del origen del producto y doble etiquetado (especificando el precio percibido por la parte productora y el precio final a la parte consumidora); precios que trasladen al menos el 50% del precio final a la parte productora y cubran los costes de producción; compromisos de calidad por la parte productora junto con campañas de promoción; plazos de pagos garantizados por debajo de los topes marcados por la Ley de Cadena Alimentaria para los productos frescos y de temporada… Estos acuerdos deberían estar avalados por los sindicatos agrarios y debieran estar vinculados a las campañas de promoción financiadas desde los poderes públicos. Por otra parte, para mantener los niveles de concienciación y apuesta por los alimentos locales es imprescindible mantener con constancia discursos y campañas de sensibilización y formación e información hacia la parte consumidora; sobre todo si queremos mantener e intensificar los niveles de adhesión hacia el consumo de alimentación sana y responsable. 14

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Cada vez que consumimos estamos ejercitando nuestro derecho a decidir, y en lo que a la alimentación se refiere cada compra y cada consumo se convierte en una acción política. Esa simple acción individual o colectiva, está respondiendo cada vez con mayor claridad al concepto de «somos lo que comemos» Si bien la venta directa y la venta a través del pequeño comercio hacia la parte consumidora cumple al 100% con los valores de comercialización que contempla la Soberanía Alimentaria, debemos resaltar que no responde en el 100% de la comercialización y distribución de la alimentación para la población consumidora. A partir de esa constatación situamos a la gran distribución como parte del proceso hacia la Soberanía Alimentaria


Encaminar la producción y las estructuras del sector a garantizar alimentos sanos para todas las personas

Es muy importante que vayamos definiendo las bases para revertir los procesos de concentración de la producción, que se han visto aceleradas con la eliminación de los mecanismos de control de la producción. En el sector lácteo de vacuno, una vez eliminado el sistema de cuotas, la falta de herramientas públicas que permitan regular la producción para mantener el equilibrio con el consumo está posibilitando que la industria imponga unilateralmente los precios, incluso por debajo de los costes de producción. La industria está decidiendo cuánto se produce, a qué precio y con qué parametros de calidad, y en qué zonas se produce mediante la recogida de la leche. Un ejemplo muy ilustrativo de esta situación se está dando en Nafarroa de la mano de Danone. En primera instancia deja de recoger la leche de varias explotaciones, para impulsar posteriormente un aumento desmedido en aquellas explotaciones que recoge en la actualidad (concretamente en Nafarroa explotaciones de 500 vacas de leche presentan proyectos para doblar el número de vacas a 1.000). Se está orientando al sector hacia un futuro con un número reducido de explotaciones industriales de gran tamaño, insostenibles desde un punto de vista de desarrollo equilibrado. Si el proceso de concentración no es algo nuevo, aunque sí los volúmenes, sí lo es el de la deslocalización. Fenómeno que estamos presenciando a nivel local como se ha señalado anteriormente, pero que también La industria está decidiendo cuánto se tiene versiones a otra escala. Insistimos, esto ya está ocurriendo aquí en Euskal produce, a qué precio y con qué Herria, donde se encuentra la mayor granja de vacas lecheras (podríamos parametros de calidad, y en qué zonas hablar de industria productora) de todo el Estado con 4.000 vacas en Ca- se produce mediante la recogida de la parroso. Y a pocos kilómetros, en Soria, se pretende desarrollar un proyecto leche. Un ejemplo muy ilustrativo de para construir una granja de 20.000 vacas de leche; promovida por la misma esta situación se está dando en de Caparroso. Se trata de proyectos empresariales que necesitan mano de Nafarroa de la mano de Danone. En obra barata, tierra agraria sin función productiva (solo para echar los purines) primera instancia deja de recoger la y la complicidad de diferentes administraciones. Es necesario un compromiso leche de varias explotaciones en firme de nuestras administraciones de que no se posibiliten este tipo de Baztan, para impulsar posteriormente proyectos. Pero sobre todo es imprescindible activar una oposición social un aumento desmedido en aquellas hacia este tipo de mega proyectos productivos, porque los efectos pueden ser explotaciones que recoge en la irreversibles para el conjunto del sector. Y en esa activación social debemos actualidad (concretamente en integrar elementos diferenciadores en la parte productiva que sean palpables Nafarroa explotaciones de 500 vacas en el consumo. Y en esta parte la industria transformadora y los distintos de leche presentan proyectos para proyectos de envasado y comercialización le leche, más allá de los acuerdos doblar el número de vacas a 1.000) con la distribución, puede jugar un papel fundamental. Sobre todo desde la pers-pectiva de ofrecer a la parte consumidora un producto diferenciado (alimentación animal sin transgénicos, leche producida en base a pastoreo, leche ecológica…). Hay mucho que explorar y experimentar en esa dirección, y contamos con ejemplos concretos donde mirarnos. En Holanda la leche en base a pasto sigue creciendo, en un país que encontró en ello la diferenciación de sus quesos. De este modo a día de hoy alrededor del 78% de explotaciones de vacas lecheras cumplen con un mínimo de 120 días de pastoreo por año (a razón de 6 horas por día), y 15 industrias lácteas están comprometidas con la leche certificada como de pasto. En Alemania cada día crece la cuota de leche producida sin transgénicos en la alimentación de las vacas, en Baviera ya representa el 22% de la leche recogida por las industrias, que pagan a la parte productora una prima del 8% con respecto a la leche estándar. Y esta tendencia está teniendo cada vez más auge, ahí debemos situar la apuesta de Leche Celta y Central Lechera Asturiana por la certificación de leche de pastos y bienestar animal a partir de 2018, con un mínimo de 150 días de pastoreo durante 5 horas al día. Iniciativas en esta dirección pueden jugar un papel fundamental en la reorientación del modelo productivo, y a la vez avanzar en la oferta de una nekazaritza iraunkorra

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alimentación más saludable a la parte consumidora, pero exige compromisos firmes desde la cadena de producción, transformación, distribución y comercialización; además del apoyo de los poderes públicos. Casi en la misma tesitura se encuentra la producción de carne de vacuno, donde la mayor demanda de carne local por parte de la gran distribución ha provocado la tentación de concentar la producción en grandes cebaderos. Una interpretación en claves de abastecimiento sin tener en cuenta el modelo de producción y la alimentación del ganado. Por un lado la ausencia de una proyección y estructuración más equilibrada y localizada de los centros de sacrificio (mataderos), está provocando que tanto la producción como el cierre del ciclo de engorde del ganado esté disminuyendo. La ausencia de mataderos (sobre todo en Bizkaia y Araba) está provocando el aumento de terneros pasteros que terminan su ciclo de engorde en otras explotaciones (no necesariamente de Euskal Herria), lo que conlleva a deslocalizar la producción local. Por lo tanto es prioritario articular y garantizar los servicios de sacrificio para toda la producción de carne (vacuno, ovino, aviar…), si queremos impulsar la producción propia y el consumo local. Y la responsabilidad de la administración pública es de primer orden en esta cuestión. Es importante sacar conclusiones claras sobre el posicionamiento histórico de las autoridades sanitarias locales, sobre todo después de que hayan podido comprobar la posibilidad de coexistencia de distintos mataderos en el marco europeo, incluyendo los marcos más locales y comarcales. Nuevamente las experiencias en Baviera (Alemania) demuestran la posibilidad de un desarrollo local en el que los mataderos son parte esencial en el mantenimiento y activación del consumo de carne local. Sobre todo teniendo en cuenta el papel trasversal de los mataderos en la producción cárnica, sea de vacuno, porcino, aviar o cunícola. Los avances que se han dado en la carne de porcino, aviar y cunícola, con producciones identificadas con marcas de calidad tienen que ir en consonancia con el servicio 16

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Es prioritario articular y garantizar los servicios de sacrificio para toda la producción de carne (vacuno, ovino, aviar…), si queremos impulsar la producción propia y el consumo local. Y la responsabilidad de la administración pública es de primer orden en esta cuestión

de sacrificio. Por lo tanto es importante señalar que el debate no es sanitario, sino cómo impulsar una producción propia y consumo local, en la que los mataderos cercanos, identificados con el territorio, son claves. Y por otro lado cuando hablamos de carne vacuno es imprescindible integrar las explotaciones dedicadas a la producción láctea en la estructura productiva cárnica y no limitarnos a las razas de aptitud cárnica. Recuperar el valor económico de la carne en la actividad lechera forma parte de diversificar la producción (terneras/os de cruce, vacas de desvieje…), avanzar en la sostenibilidad y el cambio de modelo de producción, y sobre todo aumentar la capacidad de producción en un contexto en el que la demanda es muy superior a la capacidad de producción. Es imprescindible recuperar una visión más integral de la producción cárnica para ir superando visiones sectorializadas que imposibilitan un desarrollo más equilibrado. Es en el sector ovino de leche donde se están contabilizando nuevas incorporaciones durante los últimos años, sobre todo


dirigiendo la leche hacia la transformación en queso amparándose en Artzai Gazta y en las Denominaciones de Origen (Idiazabal, Ossau-Irati y Erronkari). No obstante es importante identificar algunos debates pendientes que afloran cíclicamente ligados a coyunturas marcadas por los precios de la leche y el cordero, o dificultades en la venta del queso. En ese contexto es importante señalar la importancia de avanzar y aunar criterios entre la Denominaciones de Origen en cuestiones ligadas a la alimentación de las ovejas (sin transgénicos, no utilización de forrajes ensilados…) y mecanismos de control de la producción, el papel de la industria transformadora dentro de las Denominaciones (exclusividad en el queso con DO) y la recuperación del valor cárnico de los corderos estructurando un producto diferenciado (con alimentación y manejo determinado) para articular mecanismos de comercialización que permitan el abastecimiento y consumo de este cordero en el conjunto del mercado de Euskal Herria, habida cuenta que estamos hablando de un producto muy estacional. La falta de debate en estos frentes está permitiendo a la industria transformadora capitalizar las bondades de un producto diferenciado, marcando las referencias del precio final (a la baja) derivadas del precio de la leche. Y sobre todo está consolidando nuevos formatos, consecuencia del estancamiento de la venta de queso de manera directa desde la parte productora, en los que se convierte en compradora de queso de las/os pastoras/es o en parte de la producción de la leche que con anterioridad transformaba la parte productora. En cualquiera de los casos la industria se está convirtiendo en un anclaje prioritario del devenir de la transformación en queso con Denominación, cuando el protagonismo y la centralidad debiera estar en la parte productora. Rescatar y abordar estos debates deben servir para revitalizar el sector, y no estar sujeto únicamente a propuestas coyunturales y efectistas.

Es importante identificar algunos debates pendientes que afloran cíclicamente ligadas a coyunturas marcadas por los precios de la leche y el cordero, o dificultades en la venta del queso La industria de está convirtiendo en un anclaje prioritario del devenir de la transformación en queso con Denominación, cuando el protagonismo y la centralidad debiera estar en la parte productora

También tenemos que tener presente los rebaños de ovejas para carne en pastoreo extensivo, basado en el aprovechamiento de las rastrojeras de los campos de cultivo de la Zona Media y Ribera de Navarra junto con los pastos de montaña y las Bárdenas a través de la oveja autóctona Raza Navarra; en el que las ordenanzas de muchos municipios juegan un papel fundamental en cuanto al derecho a la hierba, siendo necesario priorizar la incorporación de nuevas personas al pastoreo en el manejo de los pastos y las hierbas. Un pastoreo que debe mantener y fortalecer su identidad mediante las Denominaciones e Identificaciones Geográficas. La producción avícola es uno de los sectores productivos donde los efectos de la producción industrializada son más visibles. Las crisis sanitarias, casi cíclicas, vienen derivadas de la masificación de la producción, en el que la integración es el mayor exponente; caracterizado por una pérdida de autonomía de la parte productora a cambio de una estabilidad relativa (ficticia) más que real. La ausencia de un marco legal adecuado a la magnitud y el modelo de producción supone situaciones de indefensión (por ejemplo lo sucedido en Iparralde con la crisis sanitaria de los patos). En Hego Euskal Herria la producción de pollo Lumagorri y la producción de huevos (campero u ecológico) son claros ejemplos de producción nekazaritza iraunkorra

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La producción hortofrutícola (cantábrica) es una de las activiades que posibilitan la iniciación e incorporación de nuevas personas en la agricultura de manera más pausada sin acometer excesivas inversiones económicas Tenemos las escuelas agrarias repletas, planes de incorporación definidos desde los poderes públicos, mecanismos públicos que garantizan el acceso a la tierra, demanda localizada en toda la cadena de comercialización… Es prioritario abordar todo este proceso situando la centralidad en la incorporación a la producción En los cultivos extensivos (cereales) es necesario y urgente recuperar la perspectiva de país tanto por la parte productora como la consumidora (sectores ganaderos, panificación…), apostar por estrategias a mediolargo plazo y consolizar mercados internos estables huyendo de los procesos especulativos

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integrada. Adecuar las legislaciones a las realidades productivas e impulsar dinámicas menos depentientes de imputs externos con producciones más extensivas pueden ir de la mano, conscientes de que estas producciones son de niveles de consumo considerables. Nuevamente estamos ante la obligación de ser leales hacia la parte consumidora ofreciendo un producto diferenciado tanto en el aspecto como el proceso de producción. La producción hortofrutícola (cantábrica) es una de las activiades que posibilitan la iniciación e incorporación de nuevas personas en la agricultura de manera más pausada sin acometer excesivas inversiones económicas. Podemos resaltar que es una de las actividades que más atrae a la gente que quiere relacionarse con el sector, y el modelo de producción agroecológico y sostenible es el más practicado en estos casos. Además cabe destacar que la parte consumidora está demandando cada vez más producción hortícola local y de temporada. Se están multiplicando las iniciativas de grupos y colectivos de consumo, comedores públicos, restauración, grandes superficies…; que ponen su atención en el consumo de la horticultura local y sostenible. Pero estamos constatando las primeras señales de que la demanda está superando la oferta actual, es urgente abordar este contexto con nuevas incorporaciones a la producción. Tenemos las escuelas agrarias repletas, planes de incorporación definidos desde los poderes públicos, mecanismos públicos que garantizan el acceso a la tierra, demanda localizada en toda la cadena de comercialización… Es prioritario abordar todo este proceso situando la centralidad en la incorporación a la producción, si no actuamos de manera eficaz en esta materia estaremos perdiendo una enorme oportunidad labrada y demandada durante muchos años desde el sector. La hortofruticultura mediterránea o continental (en La Ribera de Navarra y parte de Alava) ha estado históricamente a merced de las fluctuaciones del mercado, sin ningún mecanismo de regulación y en el que los intentos de organizar la parte comercial a través de las Organizaciones de Productores de Frutas y Hortalizas (OPFH) ha dejado mucho que desear, puesto que en gran medida fueron las comercializadoras las que se convirtieron en OPFH y en consecuencia las receptoras de la ayudas, sin acometer su función original de organizar la parte productiva y el modelo de producción. Es importante integrar también en este sector la demanda de mecanismos de regulación de mercado a nivel europeo, pero sobre todo intentar redirigir estas producciones hacia el mercado interno de Euskal Herria tanto en la parte productiva (modelos sostenibles y mantenimiento de sistemas de regadío tradicional) como comercial. La liberalización de los mercados en los cultivos extensivos (cereales) provocó una enorme desestabilización en los sectores ganaderos fruto de las prácticas especulativas en los precios, trasladando el centro de referencia de los precios a la Bolsa de Chicago en base a sistemas de «precios de futuro». Las dinámicas de conseguir mayores rendimientos de productividad es la práctica predominante fruto de este contexto, sin que ello deba suponer mayor rentabilidad a la parte productora. Es necesario y urgente recuperar la perspectiva de país tanto por la parte productora como la consumidora (sectores ganaderos, panificación…), apostar por estrategias a medio-largo plazo y consolidar mercados internos estables huyendo de los procesos especulativos. Por otro lado es urgente profundizar en ese esquema de producción-consumo interno en sistemas de rotación que permitan abordar la producción de proteínas vegetales e ir supliendo la dependencia exterior, así como avanzar en el valor añadido en transformación de harinas panificables. Prosperar en la producción de proteínas para pienso y forrajes, y crear y fortalecer redes de circuitos forrajeros en claves de país debe tener un carácter estratégico, en el que la parte productora y la consumidora deberían contar con la complicidad de la cooperativas de pienso a la hora de abordar la compleja tarea de organizar y


coordinar la producción, su transformación y consumo; apoyados mediante medidas institucionales. Análisis similar nos ocuparía la situación de la remolacha, en el que la eliminación de cuotas en el marco europeo ha dejado en manos de la industria azucarera dónde y cómo se produce. Un sector en el que la caída de los precios puede deslocalizar una producción emblemática para un territorio como el de Alava, y en que las alternativas debieran de girar hacia producciones deficitarias y necesarias para el mantenimiento del sector agrario en su conjunto (agricultura y ganadería). Y respecto a otra producción emblemática en declive como la patata, podríamos apuntar que las dinámicas exportadoras han supuesto un rotundo fracaso y la reorientación de esta producción hacia modelos más sostenibles y variedades más diversificadas hacia el tipo de consumo, junto con una apuesta decidida por parte de las administraciones en favor de una compra pública de alimentos de proximidad (la patata es el alimento más consumido en los comedores públicos) podría suponer el asentamiento de unas bases sólidas cara al futuro de esta producción. La masa forestal y las nuevas olas de biomasa también se han sumado al carro de la sostenibilidad. Según datos oficiales del Eustat la superficie que ocupa el pino radiata es de 140.000 hectáreas en la CAPV, si le sumamos lo que pueden ocupar el eucalipto y otras especies de pino estaríamos cerca de las 200.000 hectáreas. Justo la misma superficie que está ocupada por la agricultura y la actividad ganadera, actividades destinadas a la producción alimentaria. Los datos son concluyentes y muestran con claridad la orientación y disposición de recursos públicos a la hora de incentivar los monocultivos. Se podría argumentar que ha merecido la pena, si no estuvieramos hablando durante las dos últimas décadas de un sector forestal carente de una industria transformadora que cierre el ciclo, y el avance de los últimos años en la construcción no llega a maquillar la situación global; unido a un mercado de la madera cada vez más difuso y una caída de los precios constante. Ni las operaciones exportadoras de los últimos tiempos pueden maquillar el sin sentido de una política forestal de estas características. Las nuevas estrategias energéticas otorgan un especial protagonismo a la biomasa, dentro del porcentaje estipulado a la generación de energías renovables (se marca como objetivo que para el 2020 el 20% de la energía debe ser renovable, y que el 40% de ésta provenga de la biomasa). Desde un punto de vista de avance hacia una mayor sostenibilidad suena bien, si bien informes europeos alertan de la ausencia de suficiente masa forestal para llegar a los niveles mencionados. Por lo tanto las primeras interrogantes están servidas: ¿Qué proyectos de biomasa y a qué escala se pretenden abordar? ¿La orientación y el apoyo público hacia las plantaciones de crecimiento rápido (eucalipto) están orientadas hacia la biomasa? ¿No se estarían utilizando argumentos de sostenibilidad para aumentar la masa forestal con especies de crecimiento rápido? Habida cuenta del polvorín que pueden llegar a ser las plantaciones de eucalipto, ahí están los recientes incendios en Portugal y Galicia, y sus efectos debastadores en los acuíferos: ¿Se puede considerar este tipo de plantaciones como sostenibles? Las posibles respuestas parten de la preocupación de que en pos de mayores niveles de sostenibilidad se apueste por un aumento de intensidad en las políticas de producción forestal cada vez más intensivas e insostenibles. Es por ello que debemos exigir el máximo detalle sobe los proyectos de biomasa. Si se apuesta por proyectos locales partiendo de una gestión de los recursos madederos propios, puede caminar incluso en la dirección de valorizar la producción forestal y recuperar la función de complemento a la actividad agraria. Si se está pensando en multiplicar la producción para abastecer a alguna gran planta de biomasa estaremos nuevamente en el camino equivocado. Es muy importante mantener una actitud crítica porque lo que nos jugamos es ir perdiendo mayor número de hectáreas para la producción de alimentos, cuando la tendencia debiera ser recuperar mayor espacio para la producción alimentaria.

Respecto a otra producción emblemática en declive como la patata, podríamos apuntar que las dinámicas exportadoras han supuesto un rotundo fracaso y la reorientación de esta producción hacia modelos más sostenibles y variedades más diversificadas hacia el tipo de consumo, junto con una apuesta decidida por parte de las administraciones en favor de una compra pública de alimentos de proximidad podría suponer el asentamiento de unas bases sólidas cara al futuro de esta producción

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Las políticas de calidad ligadas a procesos de identificación y valorización de la alimentación constituyen un elemento comunicativo de primer nivel sobre el desarrollo que se quiere resaltar. El aumento de demanda por parte de las personas consumidoras hacia los productos locales, y la necesidad de integrar las políticas de calidad en la defensa de una producción local y sostenible para el consumo local, están marcando las demandas de cambios profundos de anteriores esquemas anquilosados. Es en ese contexto donde debemos situar el paso dado por Euskal Sagardoa hacia una Denominación de Origen, la actualización y puesta en valor de las carnicerías de vacuno de carne Basque Label Harategiak, la demanda de tramitación cursada por el sector productor de Rioja Alavesa de una Denominación diferenciada de Rioja en torno a Arabako Mahastiak, la diferenciación dentro del Idiazabal del queso de pastor respecto al de la industria, que el queso de Erronkari sea posible sólo con la leche de razas autóctonas… En el fondo subyace un intento de recuperar las políticas de calidad en defensa de un desarrollo de producción local, sostenible y de calidad; dirigiéndolas prioritariamente al consumo local, conscientes de que el contexto internacional (CETA, TTIP…) no es una plaza amiga. Es importante señalar que en estos cambios hay un elemento esencial y es la recuperación de la iniciativa por la parte productora, obligando a la ruptura de inercias pasadas. Una iniciativa acompañada desde los poderes públicos en el discurso pero quedándose a medio camino en los hechos: la retirada de la exclusividad de manzana local para las marcas de calidad permitiendo etiquetar como marca de calidad El ejemplo de IDOKI en Ipar Euskal sidra elaborada con manzana foránea, y dejando la ex- Herria debe servir de guía para clusividad solo para la DO Euskal Sagardoa, si bien articular una identificación genérica puede perseguir aglutinar al conjunto del sector; la sus- (recuperar EUSKAL BASERRI) que pensión momentánea de la tramitación de una nueva ponga en valor un modelo de Denominación en el vino de Araba parece buscar fór- producción sostenible y local, en mulas identificativas pero que no permiten una gestión relación con la parte consumidora propia de la misma; la fórmula final de diferenciación en el Idiazabal ha dejado muy fría a la parte productora. Podemos interpretarlos como parte del proceso de cambio que planteamos, pero ello va a exigir mantener los niveles de protagonismo de la parte productora e incidir que los cambios deben obedecer a la producción, tanto en la localización como en el modelo. Es importante seguir insistiendo que los cambios también deben abarcar la parte productiva, es clave seguir insistiendo en la necesidad de dar pasos contundentes hacia la garantía de que alimentos amparados por distintivos de calidad sean libres de transgénicos y hormonas. Y podemos sumar en la parte de objeciones la tendencia de acuerdos co-branding con las grandes superficies, en los que se regala el prestigio del producto local a cambio de teóricos volúmenes de comercialización, agudizando los niveles de confusión en la parte consumidora. De momento podemos señalar que el efecto propagandístico sigue superando a la necesidad de transmitir valores en la alimentación que producimos. Y esa cuestión debe guiarnos en los retos que nos planteemos a la hora de identificar nuestras producciones. La mayoría de la alimentación local que se comercializa de manera directa carece de un soporte identificativo, y no es sostenible que cada producto tenga su propia marca. El ejemplo de IDOKI en Ipar Euskal Herria debe servir de guía para articular una identificación genérica (recuperar EUSKAL BASERRI) que ponga en valor un modelo de producción sostenible y local, en relación con la parte consumidora. Los procesos de incorporación a la parte productiva en claves agroecológicas necesitan de este tipo de soportes (superando las certificaciones de parte). El avance hacia reglamentaciones propias sobre las condiciones sanitarias para la transformación local, en forma de autorización, debería ser acompañado con iniciativas de este calado. 20

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Observatorio de producción, transformación, comercialización, precios y consumo El proceso intermedio que va desde la producción hasta el consumo final debe articularse desde criterios de absoluta proporcionalidad para evitar fluctuaciones en forma de dientes de sierra que generen inestabilidad en las distintas fases de la cadena Es obvio que estamos hablando de un observatorio público, en el que además de la administración debieran participar todos los agentes implicados en toda la cadena

Es muy importante que contemos con mecanismos que nos permitan analizar y proyectar propuestas sobre datos objetivos, que abarque desde la producción hasta el consumo final dimensionando el conjunto de Euskal Herria. Es ahí donde situamos la necesidad de ir conformando un Observatorio que abarque la producción, transformación, comercialización, precios y consumo. En la parte de la producción debería integrarse tanto la producción dirigida a la alimentación animal como la alimentación humana, indicando además de los volúmenes producidos el dimensionamiento de dicha producción en claves de empleo, la tierra ocupada, así como el agua y energía empleada; junto a la visualización cartográfica de toda esta producción. Esta materia está directamente interrelacionada con la herramienta de sistematización que estamos construyecto con la colaboración de Gaindegia. Avanzar en la planificación de las necesidades de producción tanto para consumo animal como humano, es clave para una gestión territorial en consonancia con los objetivos marcados y para la transformación, distribución y comercialización de esa producción (cooperativas y empresas de pienso-forrajes e industria alimentaria). Avanzar en claves de sostenibilidad en la producción de agraria requiere ir disminuyendo dependencias exteriores y gestionar con eficiencia los recursos propios. El proceso intermedio que va desde la producción hasta el consumo final debe articularse desde criterios de absoluta proporcionalidad para evitar fluctuaciones en forma de dientes de sierra que generen inestabilidad en las distintas fases de la cadena. Esta fase está muy relacionada con la construcción del precio final de consumo, y es primordial empezar desde la producción e incorporar las siguientes fases en orden, partiendo de que hay que garantizar cubrir los costes de cada fase. En pocas palabras, se trata de dar equilibrio a todo el proceso alimentario, desde la producción hasta el consumo final. De manera pedagógica desde ETXALDE nos atrevemos a definir ese equilibrio visionando porcentualmente el reparto del precio final: 45% para la parte productora, 30% para la transformación y distribución, y 25% para la comercialización (si bien la distribución y la comercialización pueden ser parte de la misma acción en muchos casos). De todos modos debiera ser este observatorio quien debiera organizar la recepción, el análisis y las propuestas pertinentes para garantizar el equilibrio final de toda la cadena alimentaria. Es obvio que estamos hablando de un observatorio público, en el que además de la administración debieran participar todos los agentes implicados en toda la cadena. Incorporando también el apartado de consumo final, para poder evaluar los volúmenes finales, los niveles de exportación e importación, y poder proyectar objetivos a medio y largo plazo desde la perspectiva de creación de empleo, gestión sostenible y eficiente del territorio, y garantía de una alimentación sana y asequible para el conjunto de la población. nekazaritza iraunkorra

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Una fiscalidad eficaz que tenga en cuenta la actividad agraria en su globalidad y justa en claves sociales

Es imprescindible que a través de la fiscalidad vayamos construyendo una sociedad más justa para todas las personas. Justa y eficaz para las personas baserritarras como productoras de alimentos, y justa también en términos de aportación sobre la base de que cada persona tribute en el IRPF en función a la renta obtenida. El tránsito desde el sistema de módulos a la estimación directa se encuadra en esa dirección, si bien es imprescindible que la actividad agraria englobe el conjunto de trabajos que se realizan, sumando la transformación, envasado, comercialización, agroturismo… como parte de la fase productiva. A su vez es importante resaltar la necesidad de articular un sistema más simple dentro del régimen de estimación directa simplificada para la actividad agraria por debajo de ciertos umbrales de facturación anual (50.000 euros). Por otro Es imprescindible que a través de la fiscalidad lado debemos señalar que no es lógico que no tri- vayamos construyendo una sociedad más justa buten las ayudas directas, las ayudas PAC del para todas las personas. Justa y eficaz para las primer pilar para ser precisos, puesto que son com- personas baserritarras como productoras de pensaciones directas de renta. Doblemente ilógico alimentos, y justa también en términos de si nos atenemos a las estadísticas de distribución aportación sobre la base de que cada persona injusta de estas ayudas que las propias administra- tribute en el IRPF en función a la renta obtenida ciones reconocen (el 20% cobra el 80% y en el caso de Hego Euskal Herria y 2 de cada 3 personas receptoras no es baserritarra). Las exenciones o posibles deducciones en las ayudas debieran aplicarse a las del segundo pilar (agroambientales, mejoras de explotación, ICMs…), puesto que tienen una finalidad social compartida desde la actividad productiva. Desde ETXALDE entendemos que esta posición es de justicia para el propio sector y para el conjunto de la sociedad. 22

etxalde


Multiplicar esfuerzos en procesos de incorporación de nuevas personas a la actividad agraria

Al igual que tenemos claro que nuestra labor es producir alimentos para la sociedad, tenemos también claro que necesitamos que más personas se dediquen a producirlos. Y en esa labor hay un déficit histórico en el reconocimiento del papel de la mujer, con su saber hacer y dedicación al mantenimiento de la agricultura sostenible ligada a una alimentación sana. De la mano de dicho reconocimiento no podemos dejar de insistir en la denuncia y en la construcción de condiciones para erradicar la violencia machista que sufrimos como sociedad y que especialmente atenta contra la vida y la dignidad de las mujeres. Cualquier proceso de incorporación a la actividad agraria debe partir desde la (igualdad) equidad entre mujeres y hombres. Es imprescindible garantizar mecanismos para facilitar la incorporación real y efectiva de las mujeres a la actividad productiva y representativa. Para ello debemos apostar por la formación e información como línea estratégica y reivindicar medidas de apoyo a la dependencia y a la conciliación familiar, así como a la incorporación y la regulación de la situación laboral. Los instrumentos legales articulados desde la administración pública (Estatuto de la Mujer Baserritarra) deben ser dotados de recursos para poder desarrollarlos, y deben ser parte del avance hacia políticas agrarias y alimentarias en las cuales la equidad y la justicia social sean pilar fundamental. Es imprescindible seguir trabajando para superar los obstáculos con los que se puede encontrar una persona que quiere empezar en la actividad agraria, y en esa incorporación es esencial ir eliminando las barreras actuales en el acceso a la tierra como factor esencial del modelo de producción que propugnamos. Se trata de un eje de trabajo histórico, que ocupa desde las Directrices de Ordenación Territorial, los Planes de Ordenación Municipal, el Banco de Tierras…; y aún siendo esencial mantener la intensidad de trabajo en todas estas

vertientes, debemos avanzar en la creación de nuevas propuestas y herramientas que ayuden a intervenir de manera más eficaz a la hora de ordenar, destinar y priorizar la tierra productiva a la instalación de nuevas personas en la parte productiva, y dimensionar hacia mayores cotas de sostenibilidad aquellas explotaciones que estén en activo. Bajo esta premisa se ha iniciado un trabajo junto con Gaindegia (Observatorio Socioeconómico) para construir una herramienta que sistematice las parcelas agrarias (en un inicio abarcaría Hego Euskal Herria), con el objetivo de poder analizar, planificar, y gestionar el conjunto de parcelas. Entendemos que puede ser una herramienta vital para poder actuar y planificar a corto, medio y largo plazo; además de poder contar con una herramienta práctica cara a nuestras propuestas en el marco de

Al igual que tenemos claro que nuestra labor es producir alimentos, tenemos también claro que necesitamos que más personas se dediquen a producirlos

Hay un déficit histórico en el reconocimiento del papel de la mujer, con su saber hacer y dedicación al mantenimiento de la agricultura sostenible

Es imprescindible seguir trabajando para superar los obstáculos con los que se puede encontrar una persona que quiere empezar en la actividad agraria, y en esa incorporación es esencial ir eliminando las barreras actuales en el acceso a la tierra

las DOT, PTPs, PTSs, PGOUs, Bancos de tierra… Por otro lado es indispensable alimentar y guiar estos procesos de instalación a través de la formación y el posterior acompañamiento en la incorporación progresiva en la producción. No hay recetas mágicas, transmitir toda la información de la que se dispone es la base, adaptada a cada etapa del proceso. Contamos con el plus de que nuestra propuesta teórica se basa en la práctica, y es el mejor exponente para mantener y marcar las prioridades en esta materia. Cabe insistir en la necesidad de mantener la suficiente perspectiva y paciencia para poder evaluar y cuantificar la incidencia de nuestra propuesta en términos cualitativos y cuantitativos. La creciente demanda de matriculaciones en las escuelas agrarias (sobre todo en la CAPV) superando la oferta de las mismas, nos sitúa en la responsabilidad de que toda persona formada pueda tener la oportunidad de incorporarse a la actividad agraria. Como complemento de la formación, el acompañamiento y la facilitación de los recursos necesarios son parte importante en el éxito de las nuevas incorporaciones al sector, el hecho de que la incorporación se haga en claves de proceso y de una manera progresiva puede ayudar al éxito. Si queremos trabajar en miras a una agricultura sostenible el modelo de incorporación también debe ser lo más autónomo y menos endeudado posible, articulando normativas específicas (sanitarias, cotizaciones, impuestos…) que acompañen de manera efectiva esa incorporación. En este sentido y dependiendo del subsector, una posible vía puede ser la de conjugar la actividad agraria con otro tipo de actividad para que mediante dicha fórmula se viavilice la incorporación efectiva a la producción. De igual manera, cabe rescatar el valor de la dedicación a tiempo parcial a la actividad agraria, característica que ha sido representativa del entorno baserritarra durante muchas décadas. nekazaritza iraunkorra

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