Revista el escriba

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Los escribas

Numero 1 junio 2015

Revista de divulgaci贸n literaria, hist贸rica y artes visuales.


Editorial Con gran entusiasmo damos inicio a la publicación de la revista Los escribas, que servirá como un foro para la difusión y proyección de contenidos literarios. Conscientes de la dispersión que existe en redes sociales donde las propuestas del género pasan en forma limitada o inadvertida debido a que en Facebook y Twitter, muchas veces nos conformamos con que lo vean sin que lo lean. Como medio de difusión Los escribas va dirigido al público en general, en especial a los amantes de la literatura que son todos ustedes. Su divulgación buscará estar en todos los frentes posibles, siendo para nosotros el correo electrónico su principal canal de comunicación con los lectores, buscando un acercamiento más personalizado. Se publicará a los escritores en cualquiera de sus géneros literarios, y en algunos de los casos textos de orientación

histórica, en general las propuestas culturales desde ahora cuentan con un espacio para el ejercicio de la libertad creadora. Los escribas egipcios eran trabajadores instruidos que con una punta o paleta, tintas, un recipiente con agua y un cálamo de papiro dejaban plasmados sus manuscritos, gracias a ellos conocemos mucho de su cultura. Para los hebreos eran una combinación entre escribientes y copistas. En la antigua Babilonia el escriba era un trabajador profesional indispensable para todo tipo de actividades que requerían un documento principalmente los de carácter comercial sin demeritar los de otra índole; estos antecedentes motivaron el nombre que hoy lleva la revista. Nuestra propuesta se basa la creación de un puente sólido entre escritores veracruzanos, nacionales y extranjeros, nos abocaremos a difundir lo que esté a nuestro alcance y en la medida de nuestras posibilidades, ofreciendo a los lectores un trabajo serio, comprometido con la calidad, variedad, entretenimiento y de interés que sirva para unir el eslabón lector - escritor. La poesía, el cuento, ensayos y todo género literario e histórico estarán con ustedes en su correo electrónico cada inicio de mes. En este primer número contamos con una variada exposición de los participantes. La obra que acompaña los textos pertenece al artista José Anaya. Sean ustedes bienvenidos esperando les agrade este esfuerzo editorial de Manantial entre Arenas.

Director Alberto Calderón P. Jefa de Redacción Maria del Carmen Delfín Delgado Consejo Editorial Enrique Escalona del Moral Gabriela Jiménez Alfonso Pedraza Héctor González Aguilar Kory Hernández Hernández. Luis G. Mendoza

Agua y fuego 2014. Autor: José Anaya

Informes Twitter: @RevEscriba Twitter:RevEl_escriba Facebook: El escriba correo: rev.elescriba@gmail.com


Contenido Enrique Escalona del Moral Nadia Epigra- Más Breverdades

4 5 6

Maricarmen Delfín Delgado Las mujeres de William Shakespeare 7-8

A mi lado y …

19

Alfonso Pedraza Sección minificciónes Serie: Rehenes de todo tipo Compunciones y Afanes de un rehén clásico

20

Eduardo Cerecedo El gran café de la Parroquia

21

Isis Samaniego De humores la danza

22

Alberto Calderón P. Las espiroquetas

23 - 24

10

José Miguel Naranjo Ramírez Día internacional del libro

25- 26

11

Ángel Rafael Martínez Alarcón Rehabilitación del Centro Recreativo Xalapeño

27

12

Héctor González Aguilar Variaciones de la cultura

28

Héctor D`Alessandro A solas conmigo mismo delante de todos ustedes 13

Kory Hernández Hernández. Bailarín y Bailarina

29

Pablo García García La sombra

14

Silvestre Vásquez Jácome Espejos

29

15

Martha Elsa Durazzo Metáfora de una realidad

30

16

Juan Alberto Hernández Ortíz La pastora Marcela

Lilitt Tagle Por razones de estado e infidelidad Laura Pini La mandolina de pierda Filemón Zacarías García Un tren largo y amarillo Entrevista José Anaya

Gabriela Jiménez Descúbreme y luna de madrugada Mario Millán Décimas Rocío D´Ledezma A veces, corsario y sílfide Carlos Eduardo Lamas Cardoso Muriendo Héctor Campos E. La tecnología y los fantasmas Flor Ángel León

9

16 - 17 17 18 - 19

31-32

Alicia Colot Villareal los tuyos y los mios… y He de amarte

32

Ro Her La inmortalidad de las letras

33

INTO DIVISION de José Anaya

34

Los textos se publican tal y como nos fueron enviados, conservando la redacción original.


Enrique Escalona del Moral

III

NADIA

Ya es otro verano y estás de nuevo en el trampolín. I Subes con seguridad la escalera para llegar al trampolín

Antes de lanzarte aflojas tu short para que caiga durante tu clavado. Lo subirán a youtube y podrás ver el rostro de la chica rubia.

de tres metros. Sientes el calor de ese verano y las miradas de tus amigos, volteas para ver a la joven del bikini azul celeste. Esta distraída platicando con sus amigas. Llegas al trampolín, te acercas a la orilla y observas a la gente que está en el balneario. Miras de nuevo hacia la joven del bikini azul, escuchas que alguien grita su nombre: Nadia, se llama Nadia. Tus amigos te silban para que te lances, varias personas voltean a verte, pero tú esperas que Nadia te observe para lucirte con tu mejor clavado, o mejor dicho el único que te sale bien. Te acercas a la orilla del trampolín, extiendes los brazos, Nadia por fin te mira. ¡Es el momento! Te lanzas en un clavado hacia delante, para tratar de caer en el agua con los pies primero. En el aire abres y cierras brazos y piernas simulando un vuelo y sucede lo increíble: se desata tu short, el que usas como traje de baño, y cae; encojes las rodillas tratando de cubrirte, pero es peor, pues notan que hace tiempo que no te asoleas esas partes.

II Ves de nuevo el video de tu clavado en youtube. No sabes quien lo subió. Miles lo han visitado. Para ti lo que importa es mirar en él el rostro de Nadia, su risa, su encanto.

José Anaya

SATURACIÓN (detalle) Acrílico sobre tel. 70 x 95 2010.


Enrique Escalona del Moral

EPIGRA - MÁS

LO CORTÉS… Se dice que Hernán Cortés pese a ser hombre valiente lloró en la noche triste por ello grita la gente: Lo cortés no quita lo doliente Las Cartas de Relación narran mundos sorprendentes que vio en su expedición por ello grita la gente: Lo cortés no quita lo escribiente A Malintzin se acercó y de esa unión permanente nació Don Martín Cortés por ello grita la gente: Lo cortés no quita lo caliente.

FALOCRACIAS De la mano del destino o el destino ¿está en tus manos?.

Raúl era un escéptico: se burlaba de la quiromancia, de la cartomancia y de todas las artes adivinatorias. Cuando vio el letrero que anunciaba “falomancia” decidió, por curiosidad, entrar a que le leyeran el futuro. Las suaves manos de la pitonisa recorrieron el cuerpo cavernoso y esponjoso del pene de Raúl. El glande, el frenillo y el prepucio fueron analizados manualmente línea por línea, lunar por lunar y nervio por nervio. ¡¡Aaaah!! Exclamó gozoso. ¡¡si no te aguantas, no puedo leer todo tu porvenir!!. Desde entonces Raúl encontró su futuro.


R E V I S TA

Enrique Escalona del Moral

BREVERDADES EYACULACIÓN

Me voy me vengo pues de mujeres lugares me he corrido CAÍDA POÉTICA Me caí de la nube que andaba como a treinta mil versos de altura

HALITOSIS POÉTICA

Hay poemas de largo aliento que padecen mal aliento BRAVÍA

De que la prosa es brava hasta a los de casa muerde Continuidad de José Anaya


Las mujeres de William Shakespeare

Maricarmen Delfín Delgado

“Mis palabras suben volando, mis pensamientos se quedan aquí abajo; palabras sin pensamientos nunca llegan al cielo.” WS

Era el narrador más notable que el mundo haya conocido, otros escritores han volcado su talento en un género específico, pero Shakespeare escribió todo tipo de género: comedia, tragedia, historia, melodrama, aventura, amor, y fantasía con sus respectivas hadas. Cada uno de ellos con la excelencia que lo ha hecho inmortal.

El pasado 23 de abril fue el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, instaurado por la Conferencia General de la UNESCO en 1965. Esta fecha se escogió por su significado para las letras pues el día 22 murió Miguel de Cervantes Saavedra y fue sepultado el 23, el mismo 23 murió William Shakespeare, los dos en 1616.

Su trascendencia ha sido tal en el tiempo y la cultura hasta nuestros días que sus obras siguen montándose adaptadas a la modernidad. William Shakespeare es el autor clásico más representado en el cine con 350 adaptaciones y versiones aproximadamente, por directores como Akira Kurosawa, Roman Polanski, Oliver Stone, Orson Welles y David Wark Griffit entre los más famosos.

Hoy recordamos al dramaturgo, poeta y actor que ha dejado una huella imborrable en la historia de la literatura universal, aportando las mejores historias de amor, comedia y tragedia que han trascendido a lo largo de los siglos como patrimonio de la humanidad. Su pensamiento ha influido en generaciones posteriores con los famosos aforismos y citas de sus obras, que encierran profundos pensamientos motivando con su pluma la liberación de nuestros sentimientos. Sin darnos cuenta en la vida cotidiana hemos citado a este gran genio.

La autenticidad de sus personajes es otro distintivo, sus héroes trágicos son únicos, sin parangón en la literatura opacando en muchos casos a los héroes de la tragedia griega. Su grandeza y popularidad son producto de su complejidad, como el famoso Hamlet, de corazón noble y forzado a la venganza asesina. Esta complejidad es lo que los actores admiran de sus obras y reconocen que interpretar un papel de Shakespeare es lo más difícil y gratificante en su carrera.

A pesar de ser considerado el escritor más grande de la lengua inglesa, fallecido a los 52 años, hasta la fecha se ha especulado mucho sobre su vida, cuestionado su sexualidad, su inclinación religiosa e incluso la autoría de su obra. Son numerosas las polémicas que se han hecho acerca de este bardo dudando de su existencia, pues se dice que su obra no puede ser de un hombre poco culto (algunos críticos así lo consideran) y que detrás de él había un escritor fantasma, o tal vez varios. Otra idea descabellada supone que sus escritos son hechos por una mujer pues sus personajes reflejan lo más profundo del alma femenina.

Su capacidad para el manejo de ideas en una sola frase, muchas de las expresiones más comunes y coloquiales usadas en la actualidad son creación de este literato, se dice que en sus obras inventó algunas palabras que más tarde serían parte del idioma anglosajón que se utiliza actualmente. Estamos citando durante todo el día a William Shakespeare sin darnos cuenta. Muchos autores han tomado sus frases como título para sus obras, algunos ejemplos son: • Un mundo feliz de Aldous Huxley, tomado de La Tempestad. • Los perros de la guerra de Robert Stone, tomado de Julio César . • El invierno de nuestro descontento por John Steinbeck, de Ricardo III. • El país sin descubrir por Auther Schnitzer, tomado de Hamlet.

Como sea, ya solamente con sus versos hubiera pasado a la historia literaria, el impresionante retrato que hace de la condición humana lo sitúa en lugar privilegiado, los grandes temas son tratados con los toques más ambiciosos, y sin embargo lo trágico surge siempre del detalle realista o del penetrante tratamiento psicológico del personaje, que induce al espectador a identificarse con él: así, Hamlet refleja la incapacidad de actuar ante el dilema moral entre venganza y perdón; Otelo, la crueldad gratuita de los celos; y Macbeth, la ciega ambición del poder. Él ha resistido el paso del tiempo, ”no era de una época, sino de todos los tiempos” (Benjamín Johnson ,1623); consideramos algunas razones que soportan su vigencia, como su capacidad para resumir las emociones humanas en versos sencillos, elocuentes y profundos que hablan por nosotros expresando como se siente el amor, el odio, la vejez, la música, el alma.

También es notable su influencia en otros artistas y escritores contemporáneos y sigue teniendo gran impacto cuando se plasma en cine, teatro o novela. Muchos de ellos escriben junto a un busto de este maestro como inspiración para su creatividad, con la esperanza de activar en su mente la vena privilegiada que el bardo poseía. Así como es admirado era repudiado por otros, tanto que en el siglo 19 el escritor irlandés George Bernard inventó un mote que ridiculizaba a los estudiosos de su obra con el término bardolatría; finalmente confesó admirarlo en

secreto.


Uno de los temas recurrentes de nuestro estudiado es la mujer, resaltando el lugar que debía tener como persona digna de respeto, pues en las sociedades de la antigüedad sólo se le consideraba un ser de compañía. Shakespeare consideró a la mujer como un personaje potencial dándole lugar de importancia dentro de sus obras, con papeles que demostraban su naturaleza inteligente y a la vez peligrosa. En su literatura no era simplemente la damisela enamorada del héroe para que éste tuviera una buena vida y final feliz, ella era mucho más pues podía comprender perfectamente todo lo que pasaba a su alrededor, podía introducirse en la mente de los hombres para manejarlos y moldearlos solamente con palabras.

aparece al final quien tiene un cargo importante demostrando que no se necesita ser hombre para triunfar. En la época de Shakespeare las mujeres estaban sometidas a los deseos del hombre tanto en el amor como en sus decisiones, sin embargo él plantea en sus obras personajes femeninos que tienden hacia la desobediencia, con ambiciones amorosas o de poder, que rompen la tradición y el estereotipo de una sociedad pasiva y obediente, con un rol fundamental en la trama, de un discurso crítico y de inteligencia incluso superior a los personajes masculinos. mcarmendelfin@hotmail.com

Las mujeres de Shakespeare tienen numerosas características que las hacen resaltar sobre las de otros autores de su época, una predominante es su comportamiento poco femenino tomando mayor importancia que los personajes masculinos. El autor describe algunas como doncellas disfrazadas de hombre o simplemente con el temple de un varón. En la obra Macbeth, el barón de Glamis es influenciado por su esposa, lady Macbeth, quien lo manipula para que cometa una serie de asesinatos y pueda llegar a ocupar el trono de Escocia, donde ella nunca se ensucia las manos pero finalmente pierde la razón. Otra influencia femenina sobre el personaje masculino son las voces de las brujas quien le profetizan su futuro como rey, razón por la cual la esposa empieza a maquinar un plan perfecto sin fallas y no sentirse culpable forzando a su marido a través de un juego de palabras a cometer acciones que lo llevan a perder la cordura. En sueño de una noche de verano, Shakespeare trata de ilustrar dos puntos de vista totalmente contrarios y cada uno encerrado en un solo personaje, esto lo logra con dos figuras femeninas: Hermia y Elena, la primera se deja llevar por el amor y es capaz de quebrantar las leyes por estar con su amado, la segunda también sigue el amor pero con reservas sintiendo desconfianza y burlada cuando el sentimiento aparece. En esta obra un personaje trata de hacerle ver al otro sus errores, en ocasiones con calma y en otras con arrebatos Elena es capaz de decirle a Hermia que es tan sumisa como un títere para los hombres. En Otelo, Desdémona tiene el papel de la mujer libre, un antirreflejo de la mujer de 1603, y Emilia el de la mujer sometida, cada una representando una parte de la sociedad inglesa, así como Blanca con su ignorante ingenuidad. Otelo el hombre cegado por los celos producto de su machismo. La comedia de las equivocaciones es una obra realista y cruda donde se hace un retrato exacto de la sociedad de aquella época, donde la gente se casaba por obligación social, por mero compromiso familiar viendo la unión como un negocio o por mantener una reputación. Aquí Adriana y Luciana representan a las mujeres oprimidas que solo tienen que esperar y obedecer, empezando a reflexionar acerca de su realidad y que buscan escapar y ser libres. La abadesa

Blue - Yellow. Autor José Anaya


Lilitt Tagle INFIDELIDAD POR RAZONES DE ESTADO Y así comenzó ese banquete de cordero asado Desde lo alto, como el rayo,

y frutas en almíbar. Vinieron los vecinos

pinto luces en la noche

y el día se alargó como hay que alargar

con crayolas de diamante.

las quincenas en los barrios como el mío. 
 Las naranjas caían de los árboles

Desde lo alto miro al sol

como azahares al final de la boda.

secuestrar las sombras,

El agasajo nadie supo por qué fue

las calles, los ánimos anónimos

o quién era su dueño.

de mi ciudad natal.

Entraron y salieron. Los caseríos, mariposas moribundas, agitan puertas y cobijas. Las buganvilias trepan a los tejados para atrapar la luna.

Debería decir que no me corresponde decir cómo se ven las cosas desde lo alto porque hace ya mucho tiempo que no subo más de dos peldaños.

No debería decir que mi sonámbula voz se escucha hasta la cima.

Tú, te fuiste temprano. Lo recuerdo porque ese día comencé a ser infiel con la memoria. Luego… sucedió tal y como había pensado.


La mandolina de piedra Laura Pini Camino entre tumbas buscando inspiración. Nunca supe cuáles eran tus flores predilectas; por tu nombre supongo que todas. Siempre que voy al cementerio encuentro algo diferente. La tierra se halla cubierta de diminutas margaritas y volátiles plantagos con sus destellos carmesí seduciendo al viento. Una tortolita vuela asustada ante mi presencia. Se ha nublado y disfruto del impávido otoño. Me pregunto por qué no podemos creer sin ver. Salgo y, sentada en la banqueta, observo la gran barda que rodea el panteón. Tengo la encomienda de hacer murales que la cubran por completo. No sé si encontré a mi musa o ella me eligió a mí. Empiezo por el espacio que está a la derecha de la puerta principal. Pinto un cuervo púrpura azulado que surge de la tierra y se remonta hacia un sinuoso ciprés. Enseguida una gran ola de la que sobresalen alcatraces lanza al cielo un gallo con plumas de todos los colores, anunciando el amanecer. Esa ola rompe en tierra con gran fuerza. En medio de la espuma, que semeja un bordado a mano, aparecen un piano, un violín y una mandolina. Luego, madreselvas con pétalos como plumaje de pavorreal crecen por doquier; de ellas surgen burbujas gigantescas que atrapan en su interior jaguares, colibríes y un caballito de mar. Más allá, sobre la tierra, hay una taza de café que libera coralillos al cielo, echa raíces y sepulta cerebros. De una fuente brotan grillos de plata. He llegado a la esquina; en su muro pintarrajeo un desierto. Las luciérnagas revolotean en espiral. Retorno al panteón y deambulo descalza por las callecitas con nombre y sin él observando no sé qué. Los huizapoles se pegan a mis pies. Recuerdo cuando herían mi piel. En una encrucijada hay un pájaro negro muerto. También encontré una cruz rota. Debo ir al otro lado del panteón. Prefiero enredaderas plasmadas en las paredes que vivas plantas moribundas. Estoy de nuevo frente a la tapia. Le agrego al desierto un cristo sin brazos ni pies sobre una cruz dorada y cuatro ángeles enmohecidos. Sigo cubriendo de arena la cara lateral; pongo unas huellas pequeñas que se desvanecen frente al mar. A su lado vuela una niña con alas translúcidas como las de una libélula; el etéreo

vestido dorado pálido apenas deja ver los dedos de sus pequeños pies; de ellos caen lágrimas que mojan la arena y de los charcos que se han formado emergen tetraedros rosas y azul rey. Las tristes notas de una mandolina llegan del cementerio y entonces las agrego al mural. Empieza a llover, mis alas de libélula se desdibujan y las transformo en las evanescentes alas verdes de un ángel. La tormenta arrecia y caen granizos enormes. Por la mañana los pinto, y en su interior se observan girasoles, nochebuenas, hojas de mariguana. En medio destaca una escalera cuyos peldaños están formados por letras. Adelante crecen árboles de cuyas ramas de fuego penden relojes de hielo con manecillas de tierra carmesí que desmarcan las horas, los minutos y segundos al irse derritiendo. Al llegar a la siguiente esquina dibujo a un anciano con los brazos extendidos al firmamento; en las manos tiene unas pirámides rodeadas de nubes. Bajó él, con la puerta abierta, se observa una jaula cuyos barrotes son cruces revestidas de diamantes. Ese día sepultaron a un nonagenario. Regreso al camposanto. El guardia ya me conoce. ¡Buenos días niña Flora! Prosigo con mi caminata habitual entre las tumbas. En una columna gótica está un gallo de piedra que nunca cantó. Asimismo de piedra hay un cristo sin brazos ni pies, cuatro ángeles y una cruz rotos. Un violín y una mandolina tallados en la roca decoran un sepulcro. Plantas de aceitilla, mariposas y abejas se ven por doquier. Traje crisantemos amarillos y te leo un cuento. Recuerdo cuando aprendiste a tocar la mandolina en la estudiantina de la escuela y llevábamos serenatas en noches de primavera. Bajo los tibios rayos de un sol de otoño, en la vieja lápida de la que germina una enredadera sombría, resplandece mi nombre. La planta guía se desliza hasta alcanzar el exterior para formar parte del mural que ahí se encuentra: una suave silueta femenina con un vestido de reflejos dorados lee un libro de cuentos sentada sobre una nevada tumba. La hiedra de hojas negras que rodea la cripta en sentido contrario a las manecillas del reloj se enreda en sus pies.


UN TREN LARGO Y AMARILLO Filemón Zacarías García Hoy, el mundo amanece un poco más vacío. Esa sonrisa entrañable, de moro - como tú mismo decías - ha partido para siempre y este café no es el mismo de ayer, ni el sol, ni la campana de catedral llamando a misa en este viernes de muerte tiene la misma voz, porque has partido la víspera. Al igual que tu Úrsula, te fuiste un jueves santo sin leer el almanaque como los curas de tus relatos, pero hay algo seguro, habrá un domingo de resurrección para tu obra.
 Dicen que sonreías cuando te leían tus propias historias con un resplandor de tan adentro, que parecías dibujar en el aire al Coronel, al tren largo y amarillo, desde donde podían verse kilómetros y kilómetros sin un anuncio de coca-cola, o al río por donde dos amantes y su cómplice capitán, alargaban el delirio de un amor atemporal. Juran tus amigos que Mercedes resplandecía entre los geranios de la casa cuando tus ojos sabios y cansados le echaban un guiño como antaño, sí, como en la botica de Aracataca donde escribieron un amor tan fuerte como el del telegrafista y tu madre...sí, Gabo, eras feliz con tu desmemoria y tu magia reunidas en esa pared tapizada de sueños que hoy, han quedado para nosotros como muestra de que: " Aún es posible fabricarnos una Utopía para compartir la tierra". Recuerdo como si fuera ayer que leí alguna vez que te sorprendió saber que "GREGORIO SAMSA" había amanecido convertido en un escarabajo y dijiste: " ¡Carajo! Si esto se puede poner en un libro: quiero ser escritor" Y, con ello, mi estimado Gabo, nos empujaste a muchos para que estemos hoy haciendo el intento. Escribiste tanto y tan real como la magia lo permitió, que hoy parecen brotar mariposas amarillas, Remedios,y pescaditos de oro por doquier a la par de las lágrimas también Gabo, pues tu mirada Caribe y el vallenato de tus libros ya no serán bailados más por ti. Nunca en la historia de la literatura la "Crónica de una muerte anunciada" ha dolido tanto. Quizá por eso te exiliaste en la desmemoria cierta de los que saben que serán eternos. La "Memoria de tus putas tristes" no será tu última publicación, porque aún en ausencia, es tan grande tu Macondo que no alcanzarán cien años para que al último de los Buendía se lo coman las hormigas, ni la soledad, ni el polvo, ni la alquimia. El desvarío de tu José Arcadio y los gritos de los muertos en los platanales no fueron en vano, como para que a este mundo tan tuyo se lo lleven alguna vez, los vientos del olvido. REFERENCIAS: “Cien años de soledad”, “El amor en tiempos del cólera”, “Crónica de una muerte anunciada”, ”De viaje por los países socialistas”, ”El viaje a la semilla, la biografía”

Tumulto de siluetas agazapadas de José Anaya


José Anaya Las obras que aparecen ilustrando el primer número de la revista El Escriba, pertenecen a la creatividad del artista José Anaya que gentilmente apoyó para que parte de su obra plástica apareciera en la mayoría de las colaboraciones de los literatos que ofrecen al igual que él su trabajo al público. A continuación ofrecemos una breve semblanza. Pintor y dibujante, nace en Xalapa, Veracruz en 1962, realiza estudios de Bioquímica y Filosofía en Monterrey y Ciudad de México respectivamente. Es poeta, dramaturgo y diseñador de carteles. Comienza su carrera artística en 1990, de ese año a la fecha ha realizado diversas exposiciones en nuestro Estado, en México y en el extranjero: Estados Unidos y Bulgaria. Su trabajo se divide en dos partes: dibujo a lápiz y tinta china, y pintura con acrílico y pastel. Ultimamente incursiona en las impresiones con grabado, que es una técnica en la que está experimentando. Cuenta con un mural plasmado arriba de su estudio, su obra es de caballete en formato más grande de lo que es la gráfica en sí. Sus creaciones se inspiran en figuras de la cultura mesoamericana: “especialmente en los dibujos, en la arquitectura, algunos artistas se enfocan a la literatura y a la historia pero yo me baso en la influencia que me dá la cerámica, la escultura y las pirámides”, nos comenta. En su estancia por varios países del mundo donde vivió algunos años, ha montado exposiciones en Georgia, Virginia, Washington, Nueva York, además en Inglaterra y en Bulgaria donde se volvió itinerante, volviéndose representante de México lo cual era una gran responsabilidad. Ha expuesto en Xalapa apoyado por el IVEC, UV y en galerías independientes. Entre sus próximos proyectos está una participación en teatro en la ciudad de Huatusco, la filmación de un video con un artista turco radicado en Canadá para difundir su obra en varios idiomas y en lenguas autóctonas de nuestro país. Además seguir creando obra y montar exposiciones.

Nos comparte su sitio web: www.joseanaya.com.mx


A solas conmigo mismo delante de todos ustedes

Les voy a contar algo sobre mi experiencia en Xalapa que consistió en escribir en público una novela titulada finalmente “Los ojos de mi madre”. Este evento se dio entre el 21 de marzo y el 19 de abril de 2014 en las instalaciones de la Librería Rayuela. Ahora hace un año y la novela se subió a la web al blog literaturaliquida.blogspot.com donde quedará definitivamente. También está en Amazon, donde puede adquirirse en papel y en ebook.

Héctor D’Alessandro

al gran cambio, a la pérdida por la muerte de alguien cercano a nosotros y al hacer de la perdida un desafío existencial que nos devuelve a la vida transformados. Una narración puede ser vista como una meditación en imágenes y acciones narrativas y me entregué en público y ante cámaras a estas reflexiones que realmente me transformaron a mí mismo.

Esta experiencia consistió en escribir ante el público y ante dos cámaras, una que grababa y otra que transmitía online por Justintv

Me transformaron en el sentido de que experimenté durante treinta días unas emociones que no eran mías sino de ese niño protagonista de mi novela a quien no tenía el gusto de conocer antes de comenzar a escribirla.

Contaba con que una posibilidad fuera la de que no acabara escribiendo un libro sino algún texto más breve o diversos textos, pero la propuesta inicial de comenzar y concluir una novela, que tuvo al fin 159 páginas, se cumplió.

Me transformaron en el sentido de que el riesgo de cavilar de ese modo y quedar grabado y estar siendo observado despierta en nuestro propio interior unos reflejos y unos recursos desconocidos hasta ese instante.

La performance tenía y tiene varias puertas de entrada interpretativas.

Me transformó en el sentido en que surgió una nueva identidad en mi propio interior misterioso. Una identidad que construí conjuntamente a partir de esa performance con los espectadores y amigos que me acompañaron en la aventura.

Escribir como espectáculo, con independencia del resultado y centrado en el proceso creativo expuesto. Hacer de mi vulnerabilidad mi fortaleza: yo a solas con mi mente creando ante todos ustedes. e iba a conducir a un final exitoso. El resultado escrito: una novela titulada “Los ojos de mi madre”, narra la historia de un niño que tiene amigos imaginarios a granel y un día descubre que uno de esos amigos es la mismísima muerte que ha venido a llevarse a alguien, sirve de excusa para un reflexión con procedimientos narrativos en torno al cambio, Una narración puede ser vista como una reflexión en imágenes y acciones narrativas y me entregué en público y ante cámaras a estas reflexiones que realmente me transformaron a mí mismo. Me transformaron en el sentido de que experimenté durante treinta días unas emociones que no eran mías sino de ese niño protagonista de mi novela a quien no tenía el gusto de conocer antes de comenzar a escribirla.

Me transformó en el sentido de que me abrió la oportunidad de conocer nuevas y extraordinarias personas en la ciudad de Xalapa, personas que de verdad si no existieran, como dice la frase, habría que inventarlas. Personas abiertas, comunicativas, conversadoras, poseídas por la curiosidad intelectual y por el deseo de compartir y saber. Ahora el libro ya está en las librerías de Xalapa y el 20 de mayo se realizo una presentación no habitual, con una reedición de la performance desde las once de la mañana de ese día hasta las siete de la tarde. A las cinco se compartió con el público el secreto de composición que el libro posee y que está mencionado en el prólogo. ¿Cuál es esa fórmula matemática, derivada de la prosa de Carpentier en “El reino de este mundo”, que me permitió escribir sin que la creatividad pudiera detenerse durante treinta días?


La sombra Pablo García García Papantla

La sombra perfila en el pavimento con movimientos que erizan la piel. No sé si era vagancia de tu sombra o la mía abrazando la pared grafiteada al reflejo del farol solitario de la acera. Cerré los ojos, con las imágenes sueltas al viento, sin temor de escapar en las mismas alucinaciones donde miraba escenas vivas. Ahí de nuevo con reflejos de nostalgia para contar la historia de la sombra de la acera paralela. Era mi sombra. Yo estaba muerto.


Gabriela Jiménez DESCÚBREME

Descúbreme y asómbrame donde lo impropio no tiene lugar, sólo tu deseo y el mío.

Dibuja con tus labios el mapa de mi cuerpo, los míos seguirán la ruta que embelese tus sentidos.

Aprópiate de mi piel cúbrela de besos y caricias. Abrázame sin medida hasta llenarnos de vida. LUNA DE MADRUGADA Esperándote, el reloj dilata el transcurrir de cada segundo, cada minuto, imposible conformar la hora.

Te imagino, con la luna de madrugada, en el espacio de las tibias sábanas, atraído por el suave aroma, apropiándote de mi.

Llegas agotado, sediento, del largo y polvoriento viaje. Ven, saciaré tu sed, con cálida infusión de besos y con mil caricias, estremecerá tu cuerpo.


Mario Millán Soto Décimas

lucha contra el mal....................................................... El comportamiento aterra. De vano perfeccionismo. de simulación y cinismo. La soberbia que se aferra. En destruir esta tierra. Única y maravillosa. Que con la intriga odiosa. Entronó al usurero. Y convierte en basurero. El lugar donde se posa.

Una beata al cielo clama. A un santo le pide ayuda. En ese ideal no duda. Sin trabajar y en la cama. Se escuchan junto a la flama peticiones increíbles. Entre sollozos punibles. Ella la esperanza tiene. Mas si al trabajo se aviene. “Vendrán victorias tangibles”.

El escritor aún se admira. Por vivir en esta piedra. Que a la inspiración le medra. Y al amor le obsequia pira. En su interminable gira. En la inmensa sideral. Su pensamiento especial. Sigue siendo su razón. Aun le lete el corazón. Cuando

Rocío D´Ledezma

A veces
 Soy el viento
 un suspiro de la noche
 que se pierde con la brisa

Corsario

En un grano de arena
 que se estrella lentamente
 en el cristal que encierra el tiempo

Navegas el océano de mi piel
 aferrado al timón de mis soles

Una melodía 
 sumando secuencias
 de notas discordantes

Encallas en mi isla
 sintiéndote pirata
 ladrón de mi intimidad

O la pieza cautivadora
 con la que comienza
 a entrar el día…
 Soy pausa…
 Cadencia…
 tonalidad perfecta 
 de tu sinfonía.

Abres el cofre... 
 me despojas... 
 de mi joya más preciada Satisfecho
 te dispones descansar Tomas un buen vino 
 maridaje ideal Y con paciencia esperas nuevos vientos
 para volver a surcar.


Rocío D´Ledezma

Carlos Eduardo Lamas Cardoso

Sílfide

Muriendo.

Conozco el cielo
 como la palma de mi mano

Encerrado en el tormento que provoca tu silencio

Los nombres secretos
 de las nubes

agujas de fuego que penetran lento

El lenguaje 
 de los pájaros Los poderes ocultos 
 de los astros

siento la lluvia penetrar por todo el cuerpo que rompen mi carne y sangra mis versos. El alma se me pierde entre tus sueños camina sin salir de tus senderos pintando huellas de un amor que se ha perdido dejando tristemente mi recuerdo en el olvido.

Se defenderme
 de las sílfides malignas Se como curar
 la nostalgia de tu alma Porque conozco 
 tu secreto… Anoche lo escuché 
 mientras se lo contabas a los duendes del lago

Mi grito se aferra a tus suspiros volando entre cielos destruidos con besos quebrados y perdidos castillos de aire en que vivimos. El viento se lleva mi agonía dejando en el frío mi fe muerta entra el infierno por mi puerta

Según los antiguos libros debo curarte

golpeando mi pecho con su fuerza.

Pintando con mis alas en tu cielo un arco iris color naranja meter una estrella fugaz en una botella y una luciérnaga en una lámpara convertirte en hombre.

Desangra mi cuerpo por tu ausencia diluye mi alma entre tu esencia mi boca emite un ultimo suspiro y muero soñando que fui tuyo.


La tecnología y los fantasmas Héctor Campos E. Los siguientes sucesos al parecer inconexos en tiempo y lugar, tienen un solo lazo de unión: de algún modo tuvieron que ver conmigo. Una tarde en la carretera cerca de Huatusco, una camioneta, tres personas en ella. Al pasar observan entre la niebla, antes de una curva y junto al camino, un bulto oscuro de más de 2 metros. No están seguros de qué es: ¿Un monumento en recuerdo de quien murió ahí?, ¿o alguien de altura desmesurada en espera de cruzar? Se miran entre sí, deciden más sano no detenerse. Otra noche por la carretera a Coatepec, viajan dos personas en un vocho. A la altura de la entrada a Pacho Viejo, por el retrovisor, la luz de la gasolinera muestra el rostro cadavérico de alguien que viene en el asiento trasero. El chofer orilla el auto intempestivamente y avisa alarmado: -alguien viene atrás-. Ambos voltean y el asiento está vacío. A un colega escritor, una mañana aquí en Xalapa le ocurrió un suceso inquietante. Hace la parada a un taxi pero se percata que va ocupado con un pasajero atrás y le explica al chofer que esperará por uno vacío. Éste responde: suba usted, ahí no hay nadie. Cuando mi amigo mira de nuevo el asiento trasero, está vacío. El taxista advierte: - es el tercero que me dice hoy esto mismo. Es un pasajero fantasma que disfruta el hacerme perder dinero. No estoy aceptando que los difuntos se materialicen, ni lo estoy negando. Sigo manteniendo una posición expectante al respecto. Mis vivencias y la de muchos otros también incrédulos, me han llevado a respetar las creencias. Sin embargo, si regresar del más allá es posible, creo que los espíritus que podemos encontrar pueden ser sociables, amistosos, llevaderos o por el contrario ermitaños, hoscos, difíciles, igual que los que aún pertenecemos al mundo de los vivos. Es en las carreteras y caminos donde aparecen con más frecuencia los del primer tipo para que su fantasmal presencia avise a los automovilistas de los riesgos en ellas. Seguramente lo harán también en el mar. En este caso, nada más ante los buscadores de tesoros y los investigadores oceánicos. Si llegasen a aparecer en el sitio donde yacen por ejemplo, los restos del Titanic, sería además de una convención sobrecogedora, profusa por el gran número de asistentes. En los

panteones y las casas viejas se quedan las otras ánimas, las sombrías. Difíciles y aburridas que en aras de entretenerse espantan. Mayormente de noche, para adaptarse a las malas películas e historias de terror. Deduje esto por los siguientes sucesos, también difíciles de explicar: En su rancho de Palma Sola, un muriente atardecer, para aliviar el calor un joven se baña en el arroyo cercano. Comienza a escuchar acercarse gente de a caballo. La bulla de las voces y el chapoteo en el agua del riachuelo aumenta. Espera que aparezcan en cualquier momento en la curva del cauce. Después de un rato sólo llega el ominoso silencio. Dos jóvenes que gustan del montañismo, ya noche arman su diminuta casa de campaña en el camino real hacia “La peña”. Cerca de la media noche con la luna en todo su esplendor, comienza a escucharse el galope de un caballo. Después sus relinchos rompen el silencio. Llega el momento, en que parecieran venir de varias direcciones. Los relinchos y el golpeteo de los cascos se convierten en –un estruendo infernal, que de súbito desaparece- contarían al otro día y descubrirían que habían acampado al pie de un cementerio. Treinta años atrás en la pequeña congregación de Almolonga, unos albañiles pernoctan en una antigua hacienda abandonada. Todos duermen en el piso, la cabeza hacia la pared y perpendiculares a ella. Entrada la noche, uno de ellos boca arriba despierta y en la oscuridad cenagosa ve a alguien muy alto y delgado salir del baño. Pensando que es un topógrafo que los acompaña le dice: -Qué pasa-. La fantasmal aparición sin responder se acerca. Sus ropas rozan los pies del albañil. Frente a él levanta los brazos. Se inclina hasta apoyarlos en la pared. El albañil abre los ojos. Casi pegado a su rostro, está uno totalmente descarnado, en un harapiento hábito monástico. La visión desaparece por donde vino y las palabras se congelan en la boca del alarife. Cuando se repone pregunta a su hermano, acostado junto, ¿Viste eso? Le responde…ya tenía buen rato. Desafortunadamente los fantasmas de carretera están destinados a desaparecer, porque los avances tecnológicos como: satélites, sensores, cámaras de visión de 360°, localizadores GPS y demás artilugios electrónicos permitan a los conductores evitar convertirse


en un montón de chatarra y fierros sólo recuerdos. Porque los buenos fantasmas sentirán la inutilidad de su presencia. Sólo lo harán los espectros en sucesos como ste, de hoy hace mucho tiempo, que se repite en muchos sitios y épocas: En Mérida, una noche, en la puerta del panteón, un taxi levanta a un hombre de negro muy alto y elegante. Lo lleva al casino, a un gran sarao de sociedad donde baila con una joven. Le pide al taxista lo regrese. Al volver éste al casino, descubre que la que bailó con su pasajero había muerto después de comentar que lo sintió extrañamente frío. La gente murmura que era un fantasma. El taxista aclara que lo había traído en su auto y que indudablemente estaba vivo. Mete la mano a su bolsa y dice -además del pago de “la dejada” que eran tres pesos me dio dos de

Flor Ángel León A MI LADO Tus lunares me invitan a recorrerte poco a poco .. a resolver tus acertijos, curarte las heridas, dormirme en tus brazos, a juntar los pedazos de historias que llevas en la piel, borrar y reescribir en ella una nueva ... para que no duela, para que sane. Delinearla con besos que te hagan sonreír, conocer la tibieza de tus manos ... y esa luz brillante que mana de tu alma, viajar a tu lado conociendo esa inmensa ternura deleitarme en tus labios ... NO TE ESTOY DICIENDO QUE SERA FÁCIL, TE ESTOY DICIENDO QUE VALDRÁ LA PENA. FALG - 11032014

propina-. Al abrir la mano, lo que saca es un envoltorio de tierra fungosa, con dos hojas de laurel, atadas con una cinta roja. Es muy probable que haya cosas que no por no creerlas, no sean verdad. Esto lo entendí cuando vi como los viejos compañeros de mi tío, su perro Rex agachó las orejas y el perico en su jaula erizó sus plumas igual que cuando cariñoso les hacía “piojito”. Pero esta vez, salíamos con el cadáver de mi buen tío Chollo para el cementerio. Como ven la tecnología acaba con las tradiciones, hasta con la artesanal de contar cuentos de fantasmas en carretera, para ayudar al chofer en su vigilia.

Y te clavas, Como no podía ser menos cual espina en mi alma... Y tu recuerdo se me hace agonía, Con tu nombre entre mis labios, ... Pues mi ser rompe una vez y otra vez al recordar tus ojos,... Tu suave, ... fría ... y tierna mirada. Que miran implacable día tras día en mi recuerdo,... Y tu boca que fue puñal, El cual me dio muerte. Y saborea cada rincón de mi ser, Y tu lengua que recorre mi cuerpo, como la Ola a la orilla. Tus dientes marfil (por la nicotina) arrancan mi esperanza de poder estar contigo un día. Mientras tu nariz, ... Ay tu nariz!!! Olfatea, huele y percibe la podredumbre de mi alma, Aquello que un día fui y me convertí gracias a ti.. Tus orejas, tus lindas y pequeñas orejitas, Intentan percibir lo que siento pero tu pelo ... Ay tu pelo!!! Ese pelo, ensortijado por la naturaleza y alisado por imperativo de quien lo lleva, o quizá por simple superficialidad. Hay algo todavía en ti hermoso y bello. Un poquito de aquello por lo que todavía Me desespero, lloro y lamento al viento, Y en definitiva me compadezco, De eso que intentaste enterrar, sumergir, soterrar, sepultar Pero que en el fondo de toda esa coraza aun hoy late como aquel día... Mi agónico recuerdo, Mi triste aventura ... La cual le dio vida ... A mi caballero de amarga figura. FALG - 24112012


Minificciones de Alfonso Pedraza

Serie rehenes de todo tipo

Compunción Ella espera que la liberen. Aunque su familia ha entregado el rescate, desde hace días, aún no lo han hecho. A él le pagan por cuidar y mantener calmada a esa niña rica cuya mirada de odio, y a ratos de terror, se le ha metido hasta en sueños. Pasan días y días. El desasosiego aumenta. La soledad en que se mantienen la palian con televisión y radio, en silencio, en una calma total. Pasan más días. Y la orden de liberarla o ejecutarla no llega. Ven los noticieros con nueva perspectiva. La niña bien y el joven aprendiz de pandillero se van enterando de la situación nacional, se miran, se apiadan el uno del otro. Esperan un milagro.

Afanes de un rehén clásico En soledad y silencio forzado, apretujado entre otros semejantes, permanecía cautivo desde tiempo atrás. Ante la mirada hosca y severa de sus custodios no tenía otra cosa más que evadirse con ilusiones que sabía imposibles. Soñaba estar en la calle, entre la algarabía de los chiquillos y el paso de la gente. Sentir el viento fresco de la mañana y ese olor que renace en la tierra al comenzar la lluvia. Mataría por ser un pasquín de estanquillo, y no el Mahābhārata recluido eternamente en los vetustos anaqueles de la Biblioteca Nacional.


Eduardo Cerecedo Pertenece al libro de cuentos de próxima aparición titulado DESTRUCCIÓN DEL AMOR, de Eterno Femenino Ediciones.

EL GRAN CAFÉ LA PARROQUIA Al lado de la mesa, de donde me encuentro, un hombre de guayabera blanca, una niña y una hembra buenota, por donde se le vea, platican. Ella ha comenzado a golpear su vaso lechero con una cuchara, al momento se aproxima el mesero con una jarra de leche en la mano izquierda, deja caer el chorro del lácteo, desde una altura considerable, éste se mezcla con el café negro. Dice el mesero. __Ya no había venido. __No Chón, ya me andaba quebrando __No me diga. El hombre de blanco, tose y vuelve a toser. Se aleja el mesero, sin antes recomendar, cuídese, cuídese. La buenisíma mujer que acompaña al hombre tosiquiento y a la muchachita, cruza la pierna, expresa. Ay Zefe, deja de toser, tú tienes la culpa, por no tomar los medicamentos a tiempo. La minifalda de lino blanco deja entrever, por la posición que ha tomado la dama, su ropa interior, blanca, blanca también, como la falda, como la camisa. En ese lugar, antes oloroso a Carolina Herrera, la ambulancia recogió a Zeferino Fumagall, ahogado en su misma tos. Sin que pasara mucho tiempo, Cristina se reunió con su amante en el Hotel Fiesta Inn, que está a unas cuadras del Gran Café la Parroquia. Naty sin preocupación alguna se quedó en los juegos en el hall del hotel; mientras sus hermanos mayores preparaban el funeral, como debe ser.


Isis Samaniego De humores la danza Cruzo una calle Con pies de plomo Tapado el cuerpo Como quien se esconde Ahí no habita nada

Troya se incendia La Atlántida se hunde La Ilíada no está escrita Ulises ha muerto, sepultado bajo un libro de historia.

Mi América aún es pura La calle de sonidos Vacía

Dos iglesias apestan Una se rasga las vestiduras Otra inicia la guerra

La calle me dio vicio Ropa que cubre mis delirios Piel que envuelve mis huesos que los vendo por kilo

Calor sofocante Incendio Odio a mi prójimo Como a mí mismo

Cozumel Autor José Anaya. Acrilico sobre papel


Las espiroquetas Don Juan un hombre de 88 años, había pasado por la mayoría de las etapas de su vida, parecía que solo le restaba la última, aunado a los achaques, optaba por refugiarse en su amplia casa; uno a uno sus hijos fueron dejando el nido para hacer su propia vida, también su mujer partió hace mas de 30 inviernos. Acompañado por su gato de angora, su aburrida televisión, la grabadora y una buena dotación de libros sentía que era más que suficiente para cubrir sus necesidades durante la vigía, en esa cómoda habitación que ahora era todo su mundo; la cama, un confortable sillón, el baño, muy cerca no necesitaba más, el resto de la casa era un paseo para desentumir sus piernas o prepararse algo de comida.

Alberto Calderón P.

Una mañana fría se levantó de muy buen ánimo, se asomó a la ventana, la neblina se había apoderado de la calle pero eso no fue impedimento para que tomara una ducha, se puso sus mejores prendas, tomó un abundante desayuno, como no lo había hecho en mucho tiempo, ni tardo ni perezoso decidió salir de su refugio en donde había permanecido por mucho tiempo atrincherado, escuchó un poco de música y se aventuró a salir a la calle a las once de la mañana ese 14 de febrero, dejando una estela de loción perfumando la neblina. Se adentró en el bullicio de la ciudad, hizo un alto al llegar a la céntrica calle un poco por cansancio y otro poco debido a que se encontraba muy cerca de una bella chica enfundada en sugerentes y pegadas mallas que resaltaban su figura, primero con disimulo y poco después ya sin importarle que fuera descubierto viendo ese escultural cuerpo casi centímetro a centímetro. Cuando la chica se retiró no pudo contener sus impulsos y de su arrugada cara salió un sonido incomprensible que intentó ser un piropo, la chica con oído agudo escuchó sorprendida al viejecito recargado con las dos manos en su bastón. Lo miró ofreciéndole una tierna y graciosa sonrisa para después perderse entre la multitud, en ese instante los ojos de don Juan tomaron un brillo que hacía mucho, muchísimo tiempo no tenían. Así estuvo una temporada paseando por las mañanas en el centro de la ciudad, admirando y coqueteando a las mujeres. Tomaba un café apenas pintado y regresaba al refugio de su hogar. Con el ánimo revitalizado sintió la fortaleza suficiente para salir también por las tardes, decidió hacer su caminata vespertina por otra ruta, dirigiéndose al parque, encontró una banca estratégica que le permitía ver a la gente que pasaba desde un punto discreto, su vista acompañaba a las bellas mujeres hasta verlas desaparecer. Se encontraba fascinado con la llegada de la primavera, todo le parecía nuevo, incluido su bienestar que le permitía admirar con mayor detalle sus coloridos vestidos y toda clase de atuendos, más sugestivos y menos cubiertas, Don Juan se sentía seguro ocultándose bajo esas gafas de grueso cristal y recordaba los tiempos idos.

Pakal Lápiz con tinta sobre papel Autor José Anaya


Sus hijos observaron ese cambio de actitud en su vida y no faltó quien les informara de su jocosidad. Primero fue uno de sus nietos que lo vio en más de una ocasión rondando por las céntricas calles, pero lo que llegó a ser la comidilla de toda su familia, fue cuando su bisnieta, al verlo tan bien vestido y con una sonrisa de oreja a oreja que en mucho tiempo no se le veía, quedó sorprendida, lo más curioso fue que no la reconoció y la llenó de halagos, ella ruborizada y apenada con sus amigas que en ese momento la acompañaban, también fueron alcanzadas por los piropos del anciano. Fue Manuel quien habló con Don Juan sobre su extraño comportamiento y éste de inmediato lo puso al tanto de los pormenores, haciendo una cronología de cómo se sucedieron las cosas, le dijo que se sentía más vivo, revitalizado, y con muchos deseos de agradar al sexo opuesto. Su hijo no daba crédito a la nueva conducta de su padre, que lo conminó a visitar un geriatra buscando una explicación a su nueva conducta, después de minuciosos estudios determinó que efectivamente cupido lo había flechado.

Torre de Babel

José Anaya

En alguna etapa de su vida contrajo sífilis que se quedó latente en su organismo, la infección primaria fue combatida pero la neurosífilis apareció después de muchos años y ahora se manifestaba de esa forma, era algo por demás sorprendente, las espiroquetas estimulaban su cerebro y ese delicioso comportamiento en un hombre de su edad era algo maravilloso, lo rejuvenecían por completo. El médico indicó el proceso de tratamiento pero…, surgió un dilema que se hizo presente en todos sus seres queridos, dejarlo como estaba o combatir esos síntomas y destruir su fuente de creación y amor por las prójimas. Cuando el médico le comentó acerca de los riesgos, a Don Juan no le hizo ninguna gracia ya que había tomado “su segundo aire”, se sentía muy bien, lo mismo pensaba su familia verlo ahora, tan vivo, tan reanimado. Para todos era una experiencia divertida, hasta cierto punto encantadora, inofensiva más allá del bien y el mal, con un proceder inusual, sin verse grotesco debido a su personalidad. Finalmente el doctor eliminó las espiroquetas, y por fortuna no pudo hacer nada con las suaves desinhibiciones y la liberación de sus sentimientos. Si corres con suerte es posible que en una apacible tarde escuches al pasar por el parque “Adiós capullo de rosa que floreces en primavera y adornas los campos de la pradera”


José Miguel Naranjo Ramírez DÍA INTERNACIONAL DEL LIBRO. “El mes cervantino” Desde el año 1996, el 23 de abril se festeja el día internacional del libro, para conmemorar las muertes de tres grandes escritores como lo son: William Shakespeare, Garcilaso de la Vega, el Inca, y Miguel de Cervantes Saavedra, fallecidos un 23 de abril de 1616. Por otra parte, en el presente año se están cumpliendo cuatrocientos años que se publicó la segunda parte del Quijote, titulada: “El ingenioso caballero don Quijote de la Mancha” (1615), por lo tanto, se puede decir que estamos festejando los cuatrocientos años del Quijote completo. Por todo lo antes mencionado, la mejor manera de festejar el día internacional del libro es leyendo el ensayo titulado: “La Ruta de Don Quijote” del escritor español José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, conocido universalmente con el seudónimo de Azorín (1873-1967). En el año de 1905, en España se estaba festejando el tricentenario de la publicación de la primera parte de “Don Quijote de la Mancha”, publicada en 1605, se daban conferencias, se publicaban libros de temas quijotescos-cervantinos, se realizaban tertulias, en fin, los festejos eran tan grandes como merecidos, para una de las obras maestras de la literatura universal. Fue en el contexto antes mencionado que José Ortega Munilla, un destacado escritor y periodista, solicitó a Azorín viajara por la Mancha y escribiera sobre los lugares que había recorrido Don Quijote. Azorín aceptó y emprendió el viaje luego, luego, pues los artículos empezaron a circular en el prestigiado periódico que dirigía la familia Ortega y Gasset “El Imparcial”, el 4 de Marzo de 1905, en total fueron quince artículos que salieron publicados y ese mismo año al tener un éxito inmediato, los artículos se publicaron en el libro: “La Ruta de Don Quijote” que es el que hoy comparto en la presente artículo. Es importante aclarar que Azorín no visitó todos los lugares que recorrió Don Quijote y Sancho Panza, pues en quince días que duró el viaje no daría tiempo para realizar semejante empresa, pero como un amante y especialista de Don Quijote de la Mancha, Azorín visitó

los lugares de la Mancha que son claves en la vida de Cervantes, de Don Quijote y Sancho Panza. Mi estimado lector, el viaje que Usted podrá realizar y los lugares que conocerá a través de “La Ruta de Don Quijote” son: “Argamasilla de Alba, Puerto Lápiche (hoy Lápice), Ruidera, La Cueva de Montesinos, Campo de Criptana, El Toboso y Alcázar de San Juan”. Son Municipios pertenecientes a las Provincias de Ciudad Real y Toledo, de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha. El viaje de Azorín parte de Madrid, es un estudio interesante porque nos describe de manera nítida los lugares en que cabalgó Don Quijote, pero además nos explica como son hoy esos Municipios de la Mancha, platica las experiencias personales del viaje, la geografía, la gente, la cultura, tradiciones, literalmente manifiesta Azorín: “Teníamos paz y alegría. Nuestro mantenimiento era sobrio. Salíamos por la mañana y sólo llevábamos para la comida de medio día pan, buen pan manchego y queso, buen queso manchego, queso que no tiene rival en el mundo. Y no comíamos otra cosa y no sentíamos apetencia de más. Con el paisaje de la Mancha nos sobraba…”


A Argamasilla de Alba fue porque allí estaba la casa de Don Quijote y la casa donde Cervantes estuvo preso, fue a Puerto Lápice porque allí se encuentra la venta donde Don Quijote fue ungido como caballero, pasó por Ruidera para después ir a la Cueva de Montesinos donde el Caballero de la Triste Figura entró y tuvo visiones que sólo él podía tener, un recorrido obligado era a Campo de Criptana, para ver los molinos de viento que el caballero veía como gigantes, El Toboso no debía faltar pues allí está la casa del gran amor de Don Quijote, su señora Dulcinea del Toboso, y finalmente estuvo Azorín en Alcázar de San Juan, donde los lugareños argumentan y defienden que Cervantes no es de Alcalá de Henares, sino de Alcázar de San Juan, fundamentados en el acta de bautizo de Miguel de Cervantes, encontrada en una iglesia de ese Municipio. En cada lugar que llegó Azorín nos cuenta un sinfín de anécdotas, leyendas, historias, en el Toboso dialogó con los llamados “Los miguelistas del Toboso” ellos además de ser expertos en el Quijote, enseñan que los orígenes de la familia de Cervantes principalmente el abuelo es del Toboso. En Campo de Criptana se reunió con “Los Sanchos de Criptana”, manifestándoles que en: “Criptana no hay Don Quijotes; Argamasilla se enorgullece con ser la patria del Caballero de la Triste Figura; Criptana quiere representar y compendiar el espíritu practico, bondadoso y agudo del sin par Sancho Panza”. Cuando se reunió con “Los Académicos de Argamasilla” el dialogo aparte de interesante se puso ríspido, porque Azorín les comentó que los eruditos niegan que Cervantes haya estado preso en Argamasilla, pero Azorín va más allá, les manifiesta que se resiste a secundar la idea que Don Quijote vivió en esa tierra manchega, a lo cual uno de los académicos le replicó con rabia, pasión y determinación, “- ¡No, no, por Dios! ¡No, no, señor Azorín! Llévese usted a Cervantes; lléveselo usted en buena hora, pero déjenos Usted a Don Quijote”. Mi estimado lector, no creo que Azorín pretendiera quitarle su héroe a Argamasilla, porque sería cómo si le quitáramos a él, el seudónimo de “Azorín”, el cual fue creado en tres novelas autobiográficas escritas por el

entonces José Augusto Trinidad Martínez Ruiz, quien creó un personaje llamado “Antonio Azorín”, y hoy nadie en el mundo sabe quién es Martínez Ruiz, pero nosotros los amantes de la literatura, estamos leyendo un ensayo de un escritor genial, singular, quijotesco, llamado, Azorín.


Ángel Rafael Martínez Alarcón Rehabilitación del Centro Recrea1vo X a l a p e ñ o y d e v e l a c i ó n d e p l a c a conmemora1va a doña Alicia Ávila de Fernández.

Colonial edificio, que desde 1913, se le conoció como el Centro Recreativo Xalapeño. Espacio que durante la segunda mitad del siglo XVIII; que funcionó como mesón de para los viajeros de aquellas épocas. A principios del siglo XIX, se hospedaron, entre otros el científico alemán Alejandro Von Humboldt, y Frances Erskine Inglis, marquesa Calderón de la Barca. En este mismo edificio en 1847, percnotaron por última vez los militares Alcalde y García, quienes fueron fusilados por las balas asesinas del invasor norteamericano. Desde de 1913, estas instalaciones ha albergado el centro recreativo Xalapeño, espacio social para la sociedad xalapeño y desde 1988 se convirtió en un espacio cultural para capital del estado de Veracruz. Se logro hacerle un justo reconocimiento a doña Alicia Antonieta Ávila de Fernández, quien hace trece meses falleciera en esta ciudad Xalapa, en su amada hacienda de las Ánimas. Doña Alicia, desde el primer momento de fincar su residencia en medio de nosotros, se dio a la tarea de mejorar las condiciones de vida de los empleados de la hacienda dignificando el trabajo de cientos de mujeres campesinas, cortadoras del café, entre las transformaciones están la instalación de una escuela primaria, la compra de la primera máquina para la elaboración de la tortilla, la introducción de una ruta del servicio urbano, que comunica a la ciudad de Xalapa con la hacienda, los servicios médicos, y los desayunos escolares para los hijos de los empleados, modelo que copia Eva Sámano de López Mateos. Acciones que doña Alicia siempre mantuvo para sus empleados hasta su fallecimiento, con una extraordinaria vocación humanista, empezando con sus más próximos.

La obra de la Casa Sol, posteriormente transformada como la Casa del Niño Xalapeño, confirman su don de servicio en favor de los desposeídos de esta tierra; la impronta del amor de doña Alicia, miles de xalapeño la llevan en sus corazones, pues escribir en corazón de un niño, es la empresa más grande que puede hacer el ser humano, y doña Alicia, logro hacerlo.

En las Artes, también doña Alicia, fue toda una mecenas en la región, encabezó varios esfuerzos para la reconstrucción de espacios específicos en favor de cualquier manifestación artística, desde el programa “Adopta una obra de arte” hasta la reconstrucción de espacios religiosos, en cada una de las empresas encabezadas por la señora Ávila de Fernández, siempre hubo una impronta personal de amor, servicio, solidaridad, por eso y muchas cosas, Doña Alicia, muchas gracias, por su amor y pasión Xalapa, la casa de todos nosotros. Familia Fernández Ávila reciban este humilde homenaje que le rendimos a una mujer extraordinaria del siglo XX. Homenaje que lo realizamos con un corazón de agradecimiento, que en nombre del pueblo y gobierno municipal de Xalapa queremos reconocer a esta excepcional mujer, que muchas de sus acciones optó por el sigilo de los beneficiados.


Héctor González Aguilar

VARIACIONES DE LA CULTURA

Nada más fácil que hablar de cultura y nada más difícil que explicarla, cuentan los entendidos que el sociólogo alemán Niklas Luhmann se refería a ella como uno de los peores conceptos que había creado la humanidad. Por mucho tiempo la cultura ha sido considerada como un bien suntuario, un adorno que hace lucir mejor a las personas, el prestigio que proporciona es muy diferente al que resulta de tener dinero o poder. Una persona culta no sólo posee conocimientos en el arte y en las letras, también se distingue por sus finos modales y su notable buen gusto. En el extremo opuesto están los demás, los incultos, aquellos que ni han estudiado ni tienen conocimiento de las bellas artes; obviamente aquí se agruparía a la mayoría de las personas –gente burda e ignorante- que pueblan este planeta. Para nuestra fortuna esta concepción, que proviene de la jerarquización que las clases altas realizan de la cultura, ha ido perdiendo fuerza. La cultura tiene la capacidad de establecer diferencias que sirven para identificar a los pueblos aunque —y esto es un gran inconveniente— puede suceder que éstas se conviertan en referencias para discriminar. Las diferencias también generan los adjetivos que acompañan al término: alta cultura, cultura popular, culturas indígenas, cultura de masas, contracultura o, en tiempos recientes, cultura mediática. En el campo de la ciencia, trabajar con la cultura, o definirla, ha significado más que un dolor de cabeza para los estudiosos. Aunque se ha usado el término desde los tiempos clásicos –Cicerón decía que el hombre debía cultivarse, pasarse el arado, para germinar la semilla sublime que tenía dentro de sí- su estudio sistemático inició con el desarrollo de las ciencias sociales. En Antropología, por ejemplo, fue

Edward B. Tylor quien formuló, en 1871, la primera definición: “Cultura, o civilización, en sentido etnológico, es aquel todo complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el derecho, el arte, la moral, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades adquiridos por el hombre en cuanto miembro de una sociedad. “ Mucho se ha discutido el tema desde entonces, lo que ha generado un número indeterminado de definiciones. Y el campo de los estudios culturales es tan vasto que se ha llegado a considerar que cualquier fenómeno social corresponde a la cultura. Por lo tanto, todo es cultura, y decirlo equivale a no decir nada. Pero no todo son problemas, algo en lo que los científicos sociales parecen estar de acuerdo es en la diversidad cultural y en que ninguna cultura es superior a otra. Actualmente se lucha por defender y preservar, a nivel internacional, el patrimonio cultural con especial énfasis en lo inmaterial, por ejemplo nuestras tradiciones, o nuestra relación con la naturaleza. Y no sólo eso, las directrices tienden a ver en la cultura -tanto el patrimonio físico como el inmaterial- un recurso, una fuente generadora de inversiones y de crecimiento económico que beneficie a todos, pero en especial a los pueblos que se han preocupado por preservar sus propias tradiciones y costumbres.


Kory Hernández

Bailarín y Bailarina Entre un bailarín y una bailarina, surge un lazo interminable de movimientos infinitos; registran sus inmensas ansias en diferentes escenarios y comen desesperados del pan

Silvestre Vásquez Jácome ESPEJOS

que alimenta con su nombre: pasión.

Rompen a llorar por un mal paso, se consuelan en las duelas, juntos lo intentan hasta ver sus pies deformados perfectos ante su vuelo estético. Danzan como si su oficio alcanzara para volverlos algo más, otros, cualesquiera hombre, mujer, flor y aroma.

La presencia más íntima del agua en que refleja su arca el firmamento es un mínimo estanque clandestino donde abreva el jaguar ébano ámbar Señor indisputable del acecho inmóviles los ojos amarillos se mira en el espejo del remanso bajo la telaraña de la Luna Hipnotizado en medio del asombro --ese terror atávico al abismo-el contorno espectral de su presencia lejano como eco diluido una perdida sombra de la sombra sólo cosa sin alma, un espejismo.

Se aman como enfermos de una enfermedad que ya no existe y que los mantiene vivos en el espacio que con su cuerpo y deseo han creado.

Inerte y lenta en su lánguida caída una hoja golpea, rasga apenas la superficie azul de la ilusión ...y se esparce un enjambre de zafiros en concéntricas olas circulares y se estiran los mágicos cristales de los astros elásticos en fuga


Martha Elsa Durazzo Metáfora de una realidad. *Gracias Campuzano.

La siguen… Ella sube, baja, se sumerge, emerge… Busca en silencio donde esconderse; la descubren; hacen ruido… Le colocan un “cuerno de chivo” atrás de la nuca… Corre; la persiguen… Mira una ladera, se deja caer, da innumerables giros… Se golpea contra una roca… Escucha los gritos de quienes la persiguen; son como perros sueltos, especializados en cacerías… Son los que queman, destazan lentamente, matan o descuartizan…. Ora… Se enconcha buscando disminuirse, perderse, extraviárseles entre unas piedras… Ora… Oye un ulular, destellan unas luces azules y rojas… Decrece el vocerío de quienes se acercaban… Se aproxima el ulular de sirenas; los otros huyen, dejan de vociferar… Ora… Cierra y abre los ojos… La mano de un hombre uniformado la endereza… Está viva.


La pastora Marcela (Equidad de género en El Quijote) Juan Alberto Hernández Ortiz Conversando con algunas personas sobre el tema de equidad de género, vino a mi memoria la historia de la pastora Marcela inserta en la primera parte de El Quijote en tres capítulos -del undécimo al decimotercero- mismos que versan sobre “lo que sucedió a Don Quijote con unos cabreros”. Anticipo al lector que las citas subrayadas conservan el léxico original cervantivo, por lo que no juzgue yerro de revisión lo que es apego al texto original. Una vez reunidos los cabreros, Don Quijote y Sancho se encuentran en torno a una fogata y cenando, cuando llega uno más a contar del “pastor estudiante llamado Grisóstomo”, y se murmura que ha “muerto de amores de aquella endiablada moza de la aldea, la hija de Guillermo el rico, aquella que se anda en hábito de pastora por esos andurriales”. Aquí se refiere por vez primera a la pastora Marcela, lo que despierta la curiosidad de Don Quijote en saber por completo la historia, de manera que acompaña al día siguiente al séquito de pastores amigos de Grisóstomo hacia su última morada. Se describe a Marcela de una edad de catorce a quince años, a quien por ser sumamente bella muchos la pedían en matrimonio, sin que ella se sintiera preparada aún para ser desposada. Aquí hago notar como primer asunto de equidad de género la edad de la doncella, que no por ser hermosa está obligada a casarse, tal como se sabe, ocurre de continuo en comunidades rurales, y aun en el seno de muchas familias, a todo lo largo de nuestro país. Más adelante, ya reunidos en torno al lugar donde darán sepultura a Grisóstomo, vale la pena la siguiente cita, referida por Ambrosio, amigo del primero: “Quiso bien, fue aborrecido; adoró, fue desdeñado; rogó a una fiera, importunó a un mármol, corrió tras el viento, dio voces a la soledad, sirvió a la ingratitud, de quien alcanzó por premio ser despojo de la muerte en la mitad de la carrera de su vida, a la cual dio fin una pastora, a quien él procuraba eternizar para que viviera en la memoria de las gentes, cual lo pudieran mostrar bien estos papeles que estáis mirando, si él no me hubiera mandado que los entregara al fuego en habiendo entregado su cuerpo a la tierra”. Los papeles a que se refiere son unos poemas de Grisóstomo que lee al pie de la tumba, en el

mismo tono peyorativo y de reproche a Marcela por no haber correspondido a su amor. Al término de la lectura se aparece por la cima de una peña Marcela, a quien Ambrosio reprocha: “¿vienes a ver por ventura, oh fiero basilisco destas montañas, si con tu presencia vierten sangre las heridas deste miserable a quien tu crueldad quitó la vida; o vienes a ufanarte en las crueles hazañas de tu condición, o a ver desde esa altura, como otro despiadado Nero, el incendio de su abrasada Roma, o a pisar arrogante este desdichado cadáver, como la ingrata hija al de su padre Tarquino?”. A pesar de tan grosero recibimiento Marcela comienza los argumentos de su apología, motivo por cierto de este escrito, y de los cuales subrayo aquellos que a juicio propio son quizás los más sólidos y, sobre todo y sorprendentemente tan vigente como hace poco más de cuatro siglos que fueron escritos: (…) “Yo conozco con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que por razón de ese amado, esté obligado lo que es amado por hermoso a amar a quien le ama; y más que podría acontecer que el amador de lo hermoso fuese feo, y siendo lo feo digno de ser aborrecido, cae muy mal el decir quiérote por hermosa, hazme de amar aunque sea feo; (…) si como el cielo me hizo hermosa me hiciera fea, ¿fuera justo que me quejara de vosotros porque no me amábades?; (…) habéis de considerar que yo no escogí la hermosura que tengo, que tal cual es, el cielo me la dio de gracia sin yo pedirla ni escogella; y así como la víbora no merece ser culpada por la ponzoña que tiene, puesto que con ella mata, por habérsela dado naturaleza, tampoco yo merezco ser reprendida por ser hermosa; que la hermosura en la mujer honesta es como el fuego apartado, o como la espada aguda, que ni él quema, ni ella corta a quien a ellos no se acerca; (…) si la honestidad es una de las virtudes que al cuerpo y alma más adornan y hermosean, ¿por qué la ha de perder la que es amada por hermosa, por corresponder a la intención de aquél que por solo su gusto con todas sus fuerzas e industrias procura que la pierda?;


(…) A los que he enamorado con la vista he desengañado con las palabras; y si los deseos se sustentan con esperanzas, no habiendo yo dado alguna a Grisóstomo, ni a otro alguno, el fin de ninguno dellos, bien se puede decir que no es obra mía que antes le mató su porfía que mi crueldad; (…) Quéjese el engañado, desespérese aquél a quien le faltaron las prometidas esperanzas, confiese el que yo llamare, ufánese el que yo admitiere; pero no me llame cruel ni homicida aquel a quien yo no prometo, engaño, llamo, ni admito. El cielo aun hasta ahora no ha querido que yo ame por destino, y el pensar que tengo que amar por elección es excusado”. Hasta aquí los razonamientos de Marcela, tras unas cuantas palabras más da media vuelta y se pierde en el bosque. No conformes con haber escuchado esto, algunos pastores pretenden seguirla, visto lo cual Don

Quijote se interpone diciendo, lanza en ristre: “Ninguna persona, de cualquier estado y condición que sea, se atreva a seguir a la hermosa Marcela, so pena de caer en la furiosa indignación mía. Ella ha mostrado con claras razones la poca o ninguna culpa que ha tenido en la muerte de Grisóstomo, y cuán ajena vive de condescender con los deseos de ninguno de sus amantes, a cuya causa es justo que en lugar de ser seguida y perseguida, sea honrada y estimada de todos los buenos del mundo, pues muestra que en él ella es sola la que con tan honesta intención vive”. Espero sirvan estas líneas subrayadas no sólo para abrevar sobre la equidad de género que debe prevalecer actualmente, sino para invitar al “desocupado lector” a que vuelva sus ojos, alguna vez, a la obra original (y completa) del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha… las sorpresas que puede proporcionar esta obra siguen siendo infinitas.

Alicia Colot Villareal LOS TUYOS Y LOS MÍOS...

HE DE AMARTE

Te encuentro y te miro... 
 te vas, me quedo, me olvido...
 Tus nervios y los míos...
 tus besos y los míos...
 tus desvelos y los míos...

Quiero amarte mientras duermes y descansas 
 quiero amarte en el mundo y en mi alma
 Quiero amarte cuando no ríes y cuando lloras...

Quiero amarte cuando estés triste y enojado
 en la mañas cansado y la noches agobiado...
 quiero amarte en el instante olvidado...

Tus brazos enredados en los míos...
 tus instantes... perdidos con los míos
 y es justo en ellos, en los que dejan de ser

Es tan fácil amar entre sonrisas y besos
 Y quiero amarte... aún entre tristezas y tropiezos...

He de amar todos tus defectos... 
 y he de amar todas tus virtudes...
 ese brillo en tus ojos... 
 que sólo yo he de amar 
 cuando es mi reflejo el que te hace soñar...

He de amarte... en mi soledad, y he de amarte siempre en libertad


La inmortalidad de las letras Ro Her

Hoy en día, resultaría difícil comprender los tremendos

obstáculos que un escritor, un literato cualquiera, debía sortear en la España de los Austrias en los Siglos XVI y XVII. Dicha profesión, representaba una carta segura para morir de inanición, enfermedades varias como el tifus o la tisis, así como para padecer las persecuciones de acreedores, colegas celosos del éxito ajeno, nobles y reyes disgustados con las sátiras hacia sus personas y, por supuesto, de la negra y alargada mano del Santo Oficio. Para Miguel de Cervantes Saavedra, nacido en el pueblo de Alcalá de Henares, cerca de la Villa de Madrid, en 1547, apenas se podía vislumbrar un futuro en las letras, ya que los azares de la vida en aquella época tormentosa en la que ésta valía menos que un maravedí, le llevaron desde muy joven por derroteros inimaginables y todos diferentes entre sí. Madrid, Valladolid, Córdoba y Sevilla, fueron algunas de las ciudades de la península en las que vivió y creció. A veces por motivos familiares, otras más por cuestiones legales y problemas en los que inopinadamente se involucraba. Tan azarosa vida, le llevó a Roma, ciudad que por entonces se hallaba bajo el dominio del imperio español de la época. Y fue ahí, donde se enroló en la escuadra de guerra española, que combatía en el Mediterráneo por la cristiandad contra el Turco. En una de ésas batallas navales, la acaecida en el Golfo de Lepanto en 1571, frente a las costas griegas, un disparo de arcabuz le dejó baldado de la mano izquierda. Aquella herida de guerra, andando el tiempo le ganaría para siempre, el mote de “el manco de Lepanto”. Pero la cosa no quedó ahí. Nuevas y dolorosas experiencias le quedaban aún por delante. A su impedimento físico, se sumaron, casi de inmediato, el cautiverio en manos de los turcos de la base Norteafricana de Argel, donde padeció las inclemencias del galeote, atado a una galera turca durante once años. Finalmente, pagado su rescate y liberado, volvió a España y contrajo matrimonio con Catalina Salazar y consigue un cargo de proveedor de la Armada. Y es entonces, cuando su vida parece más tranquila, se vuelca en la escritura, retomando el amor por las letras que descubrió muchos años antes, en el colegio jesuita de Valladolid donde estuviese internado. Es en ésa época, cuando la fecunda imaginación de Cervantes, gesta el nacimiento de la novela cumbre de la Literatura en lengua española: “El Ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha”.

Las aventuras de Alonso Quijano -nombre real del personaje de Cervantes- y su fiel escudero, Sancho Panza, le granjearon el éxito literario y social, más no el económico, así como la envidia de otros insignes literatos del Siglo de Oro español, como Luis de Góngora y Argote, Francisco de Quevedo y Villegas o Lope de Vega quien lo hacía blanco frecuente de sus dardos satíricos. Después del “Quijote”, vendrían numerosas obras literarias, menos conocidas, pero no menos importantes. Como la antología de “Novelas ejemplares”, cuyas tramas giraban en torno a la vida común de los habitantes de pueblos y ciudades. “Los trabajos de Persiles y Segismunda”, además de numerosas obras teatrales y poesías. La vida de Miguel de Cervantes Saavedra, se apagó un 23 de Abril de 1616, poco tiempo después de la impresión de la segunda parte del “Quijote”. Pero la luz de su obra quedó encendida para siempre. La verdadera dimensión y grandeza de Cervantes, se abriría paso con el tiempo, creciendo fuera de las fronteras de España. La lengua, que en su época se denominaba “castellano”, por ser la propia de Castilla la Vieja, gracias al poder de su palabra, a la permanente vigencia de sus obras, se volvió más importante y adquirió más lustre, que por todas las conquistas de las armas españolas alrededor del Mundo. Hoy día, somos más de 500 millones de hispanoparlantes en el Mundo. 500 millones de seres humanos, que compartimos un vínculo más importante incluso, que la sangre. Más aglutinante que el sentido de nación, y que nos condena para bien o para mal, a entendernos y comprendernos en todos los acentos y giros fonéticos que jalonan la inmensa Geografía de América y Europa. El legado de Miguel de Cervantes, a 400 años de su muerte y con su tumba recién descubierta en el convento de las Trinitarias de Madrid, no es únicamente la obra más importante de la Literatura en español. Su legado va más allá. Es la visión trascendental de un adelantado a su tiempo, la del gestor de ideas, de pensamientos, la del ser humano que se sabe atrapado por las vicisitudes y contingencias de la época que le tocó vivir y que desfoga, en la Literatura, en sus novelas, el anhelo de Libertad, de alcanzar sus más caros objetivos vitales. Aunque sea combatiendo en lucha desigual, contra gigantescos molinos de viento.Y yo me pregunto, si nosotros, las mujeres y hombres de hoy, los mexicanos de éste tiempo, seremos capaces de luchar también contra nuestros propios molinos de viento…Y ganar.



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